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Marihuana sintética
Hubo un tiempo en que, como “drogas
legales”, se vendían algunas mezclas de plantas que tenían
efectos psicoactivos (suaves y poco relevantes). Plantas como la Damiana o
el Loto Azul, servían para que quienes quisieran un poco de
excursión psíquica legal intentasen encontrarla sin recurrir a
opciones que la ley prohibía. Fue cuando nacieron los “productos
herbales” o las mezclas de hierbas para fumar (aunque también las
había para tomar oralmente, como el “éxtasis vegetal”) que en
su origen no contenían más que plantas que no estaban prohibidas.
Pero eso cambió hace casi una década.
En algún momento cercano al año 2006
alguna mente “creativa” pensó que, si bien el cannabis era una
droga prohibida en prácticamente todo el planeta, había otras
drogas que -en teoría- imitaban el efecto del cannabis y que eran
totalmente legales en todo el planeta: los cannabinoides sintéticos.
Estos compuestos que actuaban sobre los receptores del cannabis en el
cuerpo humano, habían sido desarrollados dentro de la investigación
médica, farmacéutica y química pero nunca habían sido probados ni
pensados para que la gente hiciera uso de ellos. El primero en ser
detectado en mezclas herbales, en el que se añadía a la materia
vegetal para convertirla en una droga potente, era el JWH-018.
Las iniciales de ese compuesto, como
las de otros muchos, corresponden al químico que los sintetizó en
la década de los 90: John W. Huffman. Este buen hombre, un
competente químico, presume de no haber roto la ley nunca, ni para
una multa de exceso de velocidad, y que la única vez que se vio con
la policía, tenía 15 años y fue por un fuego provocado -junto a un
amigo- por un experimento de química en la calle. Les dieron un
paseo en coche, con luces y sirenas, y tras asustar a los dos jóvenes
químicos, les dejaron en casa. Durante muchos años, hay una frase
que no quería decir:
“¡¡FUMEN MARIHUANA!!”.
No la quería
decir porque era una invitación a romper la ley, pero se ha hartado
de repetir que "quien quiera que tome uno de esos compuestos, es como
poco un descerebrado que es está exponiendo a sí mismo a una serie
de peligros que ni siquiera se conocen por completo".
Quien usa esa falsa
marihuana o los cannabinoides sintéticos que son su principio activo, se convierte a sí mismo en un
conejillo de indias que puede desde sufrir una muerte por fallo
multiorgánico a que tenga suerte y no absorba una cantidad realmente
peligrosa de compuesto terriblemente peligrosos.
Finalmente, y con el cambio de aires
sobre la marihuana en USA, se atrevió a decir que: “los
cannabinoides sintéticos son drogas dañinas y peligrosas, mientras
que la marihuana o cannabis no lo es y eso nos lleva a la conclusión
de que legalizar la marihuana es lo mejor que podemos hacer frente a
estas drogas.”
A sus 81 años, ya retirado, sigue
recibiendo emails de gente que le pide ayuda para hacer drogas.
Directamente borra los emails. También ha recibido correos de
personas que se han visto afectadas por familiares que se suicidaron
tras tomar las drogas que él creo, y que han terminado siendo la
falsa marihuana. Pero cómo dice él: no se puede ser responsable de
la estupidez ajena.
En USA la población más afectada son
las personas con más bajos recursos. Hay quien compra un paquete de
esta falsa marihuana, hace varios “porros” con ello y los vende
sueltos en la calle, a un dólar. El precio es ridículamente bajo, y
técnicamente no están vendiendo nada que sea ilegal. Aparte, el
otro gran nicho de consumidores son aquellos que o bien están en
libertad condicional y sujetos a test de drogas, o bien por su
trabajo también se ven sometidos a estos controles.
¿Pero qué es lo que te hacen esas
drogas? Echémosle un vistazo al relato de uno de sus
ex-consumidores.
“Al principio lo fumé durante meses.
No era tan malo como ahora. Entonces te podías colocar con cuidado y
aunque había casos extraños, parecía que eso sólo le ocurría a
los que ya estaban mal de la cabeza. Para mí era una forma barata y
legal de fumar porros, porque aunque podía conseguir marihuana no
podía pasar las pruebas de drogas si fumaba cannabis, y así comencé
a fumar Spice.
Pero hace unos meses las cosas
empezaron a cambiar, los efectos eran mucho más fuertes y tenían
cada vez más partes incontrolables o en las que no se recuerda que
ha ocurrido exactamente. Algunas veces desperté inconsciente en el
suelo o me encontraba en un entorno en el que no recordaba como había
llegado hasta él. Hasta que me ocurrió aquello.
Esa noche había comprado una de las
nuevas marcas que se estaban vendiendo en la gasolinera al lado de mi
casa, y al principio todo fue como siempre pero al cabo de unos
minutos el efecto empezó a ser desagradablemente intenso y en ese
momento pensé que había ido demasiado lejos y que iba a morir.
Avisé a mi madre y le pedí que me llevase al hospital, pero el
tiempo se me hacía eterno: ella se vestía demasiado despacio y el
hospital estaba demasiado lejos.
Nunca me había sentido así, era como
estar profundamente enfermo en lo físico y en lo psicológico. Por
dentro sentía como si mis entrañas ardieran, no era capaz de
retener nada en mi estómago sin vomitarlo en el momento, y es la
sensación más cercana que he tenido a que tu propio cuerpo fuera a
decirte: se acabó y hasta aquí llegué. Mis pensamientos eran
horribles, en los que se mezclaba el miedo hacia todo y todos con una
serie de ideas paranoides que me advertían de las maliciosas
intenciones de aquellos que me estaban ayudando: realmente querían
hacerme daño, o eso creía mi mente.
Ya en el hospital, yo era incapaz de
hablar correctamente o de rellenar mis datos en un formulario, así
que lo tuvo que hacer mi madre. Según lo entregó, la persona que lo
recogió desapareció y volvió con médicos y una camilla en la que
me llevaron a una habitación. Pensé que querían hacerme desparecer
y destruir mi cuerpo, lo que me hizo intentar huir y defenderme de
cualquiera que se intentase acercar, pero es lo último que recuerdo.
Mi madre y los médicos me contaron que
había pasado de ese estado de agresividad -donde rompí intentando
escapar una puerta de madera a patadas- a un explosivo ataque
convulsivo que me dejó inconsciente en el suelo, en donde permanecí
catatónico varios minutos hasta que volví a despertar de golpe,
para perder la conciencia poco después otra vez. Unas horas después,
parecía que todo había terminado.
No volvería a fumar marihuana sintética aunque fuera la única droga disponible en el planeta.”
La revista VICE en UK ha elaborado un excelente documental de título "Spice Boys" sobre los efectos de estas drogas sobre las personas, contado por los propios usuarios.
Los efectos pueden ser tan variopintos
como ansiedad, vómitos, miedo, agitación, alucinaciones
desagradables, ideas paranoides como ser víctima de algún complot,
psicosis, ataques epilépticos, catatonia, parálisis, infartos
cerebrales y/o cardíacos y ocasionalmente la muerte tras un fallo
multiorgánico. Una joyita de efectos secundarios, y todo eso para
intentar conseguir el mismo efecto que el de un buen porro de
marihuana. ¿Compensa?
A día de hoy, se han detectado en el
mercado unos 140 cannabinoides sintéticos en mezclas herbales,
aunque sólo el químico antes mencionado sintetizó más de 450. Por
supuesto, según la lógica de la guerra contra las drogas, en cuanto
esos compuestos se detectaban se intentaban prohibir, pero lo que se
conseguía es que el fabricante variase la fórmula y se saltase la
ley con un pequeño cambio químico. Esos pequeños cambios
precedidos de prohibiciones estilo ratón-y-gato hicieron que se
prohibieran los primeros compuestos usados, y que los que se
incluyeran fueran menos conocidos y mucho más peligrosos. Por eso el
riesgo que supone esa falsa marihuana: ni siquiera conoces el nombre
del compuesto que estás tomando, y el mismo envoltorio o producto,
dependiendo de cuando fuera preparado, contendrá una droga u otra.
Y no sólo cannabinoides sintéticos, también se han encontrado opioides -sustancias similares a la morfina- legales de alta potencia en esas mezclas, para aumentar el efecto que producen.
Y no sólo cannabinoides sintéticos, también se han encontrado opioides -sustancias similares a la morfina- legales de alta potencia en esas mezclas, para aumentar el efecto que producen.
La situación en España es distinta,
de momento, a la de otros países como USA o UK que sufren una
epidemia de problemas derivados de estos consumos. En UK se ha dado
la voz de alarma por el alarmante número de presos que han tenido
que ser atendidos por estas drogas, ya que se pueden pasar fácilmente
mezcladas con el tabaco y no dan positivo en los test, por eso son
las drogas de elección para los presos en UK.
Con todo esto la Reina inglesa, en un discurso de apertura del parlamento, dejó claro que iban a intentar poner un “blanket ban” o prohibición absoluta contra cualquier sustancia que coloque, como forma de atajar el problema.
Y nadie parece recordar que es precisamente la prohibición -estúpida e irracional- de una planta esencialmente inofensiva como el cannabis, lo que nos ha traído hasta aquí.
Con todo esto la Reina inglesa, en un discurso de apertura del parlamento, dejó claro que iban a intentar poner un “blanket ban” o prohibición absoluta contra cualquier sustancia que coloque, como forma de atajar el problema.
Y nadie parece recordar que es precisamente la prohibición -estúpida e irracional- de una planta esencialmente inofensiva como el cannabis, lo que nos ha traído hasta aquí.
En vista de que UK va a dejar de ser el
paraíso de los legal highs (se consumen más donde más duras son
las leyes contra las drogas ilegales) los distribuidores ingleses han
empezado a poner sus ojos en el mercado español. Tienen un enorme
stock que va a ser prohibido en breve, y están buscando salidas para
sus productos. En ese intento por seguir haciendo negocio, han
implicado a los grow-shop hispanos, que son esos sitios donde se
vende semilla de marihuana y todo lo necesario para su cultivo. Están
enviándoles -sin ser solicitado- grandes sobre con decenas de
muestras de drogas de este tipo, desde los “legal highs” tipo
“polvo blanco para esnifar” o las mezclas de falsa marihuana en
paquetitos inofensivos con bucólicas imágenes de playas con
palmeras, o con icónicos elementos alusivos al cannabis como la cara
de Bob Marley. Su objetivo es que sus drogas se vendan “en el
entorno del cannabis” ya que les presta su imagen de “droga sana
y poco nociva”.
En una feria celebrada en la ciudad de
Málaga -en su palacio de congresos dependiente de su ayuntamiento-
entre los stands de los bancos de semillas de cannabis y otros
productos relativos, se encontraban 2 stands de esta falsa marihuana
y otras drogas legales. Uno pertenecía a una empresa llamada “Charge
Products” y otro a una llamada “Subidón legal” (subidón LETAL desde entonces).
Esta segunda "empresa" estuvo incluso animando a través
de redes sociales como Twitter a que la gente pasase a probar sus
productos, "sanos y seguros y no detectables en los test de
drogas" (así lo vendían).
Por desgracia, esta oferta encontró
receptores, y un par de chicos que aceptaron la invitación y
probaron sus productos, se encontraban instantes después “bailando
capoeira por el suelo” para terminar uno con un ataque epiléptico
y otro con parálisis.
Estos hechos fueron publicados en el periódico El Mundo, sección de Málaga, el 28 de septiembre del 2015.
Estos hechos fueron publicados en el periódico El Mundo, sección de Málaga, el 28 de septiembre del 2015.
Aunque existen testigos presenciales, es un
asunto sobre el que hay corrido un tupido velo -nadie parece
interesado en que se sepa- y poca información contrastable existe de
momento, pero podría ser el primer caso -público- de daños
derivados del consumo de marihuana sintética en España.
A raíz de este lamentable incidente, tanto la organización de dicha feria, como las de otras que se celebran en el país, han dicho que no permitirán ya que esas empresas estén en dichos eventos. Un buen paso, aunque algo tarde: poderoso caballero es Don Dinero.
A raíz de este lamentable incidente, tanto la organización de dicha feria, como las de otras que se celebran en el país, han dicho que no permitirán ya que esas empresas estén en dichos eventos. Un buen paso, aunque algo tarde: poderoso caballero es Don Dinero.
No quiero dejar sin mencionar la
consulta que me hizo una persona hace un mes. Esta persona trabaja en
un organismo oficial en una CCAA de España, y recibió una consulta
que no supo atender.
Desde un centro de menores (donde están bajo tutela del estado) le preguntaban “qué podía ser una droga que se fumaba, tenía efectos parecidos a los del cannabis, era legal, y que no daba ningún resultado en los test de drogas”. Sí, era esa falsa marihuana y los menores de edad en dicho centro la estaban usando, principalmente porque no es detectable en sus test y porque su tenencia o compra no es delito.
Desde un centro de menores (donde están bajo tutela del estado) le preguntaban “qué podía ser una droga que se fumaba, tenía efectos parecidos a los del cannabis, era legal, y que no daba ningún resultado en los test de drogas”. Sí, era esa falsa marihuana y los menores de edad en dicho centro la estaban usando, principalmente porque no es detectable en sus test y porque su tenencia o compra no es delito.
Lo llamaban ingenuamente “tabaco
feliz”.
Seguramente hasta que no tengamos algún
muerto por estas drogas, no parece que aquí le vayan a prestar mucha
atención al asunto.
De momento lo mejor es que recuerdes que vale
más la pena ser un consumidor de drogas ilegales vivo....... que uno de
drogas legales pero muerto.