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domingo, 9 de junio de 2024

Hexahidrocannabinol o HHC

Hexahidrocannabinol o HHC 


¿Qué es el HHC y se trata de un producto natural o sintético?


En el mundo del Cannabis, nos encontramos en los últimos tiempos con un nuevo actor que ha entrado en el mercado. Se trata del HHC o Hexahidrocannabinol, que es un compuesto agonista de los receptores cannabinoides humanos, tanto del CB1 como del CB2, y con efectos psicoactivos.


La planta del Cannabis y su estudio, dieron a la ciencia la posibilidad de conocer los receptores cannabinoides humanos que formaban el sistema cannabinoide endógeno. El descubrimiento del THC como principal responsable de la psicoactividad del Cannabis, llevó al descubrimiento de la anandamida, que era el compuesto natural del cuerpo humano que encajaba y activaba los receptores cannabinoides. El problema es que al conocer los receptores cannabinoides humanos, el genio se escapó de la botella, permitiendo que no sólo los derivados del Cannabis se usaran sobre ellos, sino abriendo también la puerta al uso de compuestos no naturales que activasen estos receptores y provocasen efectos. Desgraciadamente la mayoría de los compuestos sintéticos que actúan así, muchos son altamente tóxicos y algunos incluso letales, y son conocidos como cannabinoides sintéticos.


Sin embargo esto no es una regla absoluta. Para empezar, en la propia planta del Cannabis existen varias decenas de cannabinoides naturales que no son el THC y que pueden tener efectos psicoactivos, y uno de ellos es el HHC o Hexahidrocannabinol.






¿Entonces el HHC es natural o sintético?


El HHC es, por definición, un compuesto natural. Es uno de tantos productos que la planta del Cannabis genera, aunque lo haga en cantidades muy bajas y su psicoactividad (debido al porcentaje en que existe en la planta) sea casi despreciable frente a las dosis habitualmente altas que tienen las plantas de Cannabis de THC, como principal compuesto psicoactivo. Fue sintetizado por primera vez en 1947 por Roger Adams, químico que aisló e identificó estructuralmente por primera vez el CBD en 1940.


¿Por qué muchos lugares se refieren al HHC como producto semisintético?


Esta es una de las claves que más importa poner en claro. El HHC es natural porque se produce en la naturaleza sin intervención humana, pero también puede ser producido por la mano del hombre partiendo de otros compuestos. La proporción de HHC frente a otros cannabinoides naturales es muy baja, y no susceptible de extracción rentable a nivel comercial. Pero el HHC puede ser sintetizado partiendo del CBD o cannabidiol, pasando -necesariamente- por el THC. Es decir, se transforma el CBD en THC (el cual es un proceso relativamente sencillo y bien conocido), y a partir del THC, se sintetiza el HHC. Hay que recordar que THC es el acrónimo del Tetrahidrocannabinol, y HHC del Hexahidrocannabinol: el THC tiene 4 átomos de hidrógeno (tetra, cuatro en griego) en el anillo superior que forma su molécula, y el HHC tiene 6 (hexa, seis en griego). Por lo demás, ambas moléculas son iguales. Pero para que la molécula de THC haya cambiado a HHC con 2 hidrógenos más, se tiene que romper el doble enlace que existe en la molécula de THC, de manera que admita esos 2 átomos extra de hidrógeno en su estructura.





¿Entonces el HHC es natural?


Sí, lo es. Tan natural como la vitamina C, que aunque se puede sacar de las naranjas y de decenas de frutas y verduras, la que consumes al comprar un suplemento con vitamina C en una farmacia, ha sido sintetizada en un laboratorio, porque industrialmente resulta más barato producirla así que tener que extraerla de productos vegetales.


En el caso del HHC, como hemos dicho, se sintetiza partiendo del CBD que es convertido en THC, y el THC es convertido en HHC, usando hidrógeno a alta presión y catalizadores (compuestos o elementos que ayudan a que una reacción se produzca pero que no están presentes en el resultado final) como en este caso puede ser el Paladio, un metal que es el elemento 46 de la tabla periódica. Pero el resultado, HHC, aunque haya sido obtenido por síntesis, es exactamente igual e indistinguible al HHC que produce la planta de Cannabis de forma totalmente natural.





¿Qué ventajas tiene el HHC frente a otros compuestos del Cannabis?


Pues básicamente tiene un par de ventajas. La primera es que el HHC es un compuesto que no está fiscalizado (no es ilegal) de momento, por lo que poseerlo o hacer negocios con él, está dentro de la ley. La segunda, y no menos interesante en este mercado, es que aunque produce efectos psicoactivos similares al THC (es decir, que coloca) sus metabolitos no son detectados por las pruebas de drogas que se realizan tanto en materia de tráfico y seguridad vial como en otras áreas donde se fuerza a las personas a no consumir drogas ilegales (por trabajo o por sentencias judiciales). Esto hace posible que el usuario de HHC se coloque por la noche con este compuesto y que, a la mañana siguiente, aunque le hagan en carretera una prueba de drogas, no dé positivo como ocurre actualmente tras haber fumado cannabis o un derivado como el hashís, aunque ya no estés bajo sus efectos. Es un poderoso argumento a favor del HHC, que evita la injusticia constante a la que están sometidos los usuarios de Cannabis, que dan positivo en dichos controles (recibiendo una durísima sanción económica y sobre los puntos del carnet) aunque hayan pasado horas o incluso días del consumo y para nada estén bajo efectos psicoactivos.



¿Es seguro tomar HHC o tiene los riesgos de compuestos como el “Spice” o el “K2”?


Que algo sea natural, no lo hace seguro (como ocurre con multitud de venenos naturales), y que algo sea artificial no lo hace -por necesidad- peligroso (como ocurre con multitud de compuestos que usamos en nuestra vida diaria). Pero lo cierto es que en lo relativo al Cannabis, tenemos como especie una historia de miles de años de uso de sus compuestos naturales, y eso en este caso incluye al HHC por ser uno de los que produce la planta. No podemos afirmar que consumir HHC esté totalmente exento de riesgos, pero dada su extrema similitud química con el THC y que como humanos lo hemos consumido a través del Cannabis durante milenios, es razonable pensar que nos encontramos ante un producto cuya seguridad es bastante alta y los riesgos asociados a su consumo, seguramente muy similares a los del propio THC. Nada que ver con los malditos cannabinoides sintéticos, por suerte para todo el mercado y los usuarios relacionados con el Cannabis y su mundo.


martes, 20 de junio de 2017

Ciencia y cannabis: el receptor humano CB1, por primera vez, en pelotas.

El receptor CB1 del cannabis, en pelotas por primera vez. Esta pieza de "science-porn" fue publicada cuando se liberó la información, en el portal Cannabis.es el año pasado. Una de las piezas esenciales que faltaba de conocer en la fina bioquímica humana, en parte debido a lo que se tardó en identificar la sustancia activa de la planta de cannabis, debido a que no contiene ningún átomo de nitrógeno, y no es -por lo tanto- un alcaloide, como eran hasta entonces la mayoría de principios activos de origen vegetal.

Un poco de ciencia para este temprano verano, que nunca está de más (especialmente frente a magufos y "Juanas de Arco" con síndromes de iluminadas cannábicas). Que lo disfrutéis. :))

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El pasado 20 de octubre, en un delicioso documento lleno de datos y explicaciones para los freakys de la ciencia, un grupo de investigadores -encabezados por un químico llamado Alenxandros Makriyannis y director del Centro para el Descubrimiento de Drogas- publicaban el estudio que contaba al mundo que uno de los mejores secretos de la química humana relacionada con el cannabis: la estructura cristalizada de un complejo formado por un agonista y el receptor CB1 del sistema endocannabinoide humano. 
Puede que al lector no le diga mucho, pero en algunos círculos se ha calificado de un salto “sísmico” en el conocimiento de la estructura que genera “el colocón del cannabis”. Y ciertamente no es para menos.
¿Qué es lo que han hecho exactamente? Empecemos por partes. Esos científicos han logrado esto.
El pasado 20 de octubre, en un delicioso documento lleno de datos y explicaciones para los freakys de la ciencia, un grupo de investigadores -encabezados por un químico llamado Alenxandros Makriyannis y director del Centro para el Descubrimiento de Drogas- publicaban el estudio que contaba al 
foto 1
mundo que uno de los mejores secretos de la química humana relacionada con el cannabis: la estructura cristalizada de un complejo formado por un agonista y el receptor CB1 del sistema endocannabinoide humano.
Puede que al lector no le diga mucho, pero en algunos círculos se ha calificado de un salto “sísmico” en el conocimiento de la estructura que genera “el colocón del cannabis”. Y ciertamente no es para menos.
¿Qué es lo que han hecho exactamente? Empecemos por partes. Esos científicos han logrado esto:colocón del cannabis". Y ciertamente no es para menos.
Visto así, no resulta muy vistoso, pero es “la prueba del pudding”: son cristales del receptor que hace activa la marihuana para el ser humano. Y el hecho de que sean cristales, resulta un indicativo de su pureza y ello ha permitido “sacar una foto” a su estructura, revelando secretos que no se pueden conocer simplemente con la composición química, porque dependen de colocación en el espacio de largas cadenas de aminoácidos que forman una proteína, con función de receptor -activador o desactivador para los efectos de cada familia de drogas- en el cuerpo humano.
Para ello, y dado que las proteínas son largas cadenas que pueden adoptar distintas formas (como por ejemplo, la clara de un huevo cocida o cruda) usaron un compuesto que a la vez les permitiera bloquear antagonistamente (desactivando) el receptor y estabilizar la proteína, o dicho de otra forma, conseguir que “se estuviera quieta” como para poder hacerle una foto que nos revelase cómo es por dentro.
foto 2A
foto 2B
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Esas son representaciones espaciales de la forma del receptor, con el compuesto usado, de nombre AM6538, que es la llave que entra en la cerradura y que activa ciertos pistones de su maquinaria, provocando determinados efectos, propios y únicos de cada sustancia.
Y esta es la fórmula de esa llave que les permitió conseguir dicho éxito, que es lo mismo y de la misma familia que lo que conocemos por “cannabinoides sintéticos” o “marihuana sintética”, y que al contrario que el cannabis, sí causan grave daño a la salud y pueden provocar serias lesiones e incluso la muerte.  Compuestos para investigación, que nunca debieron salir del laboratorio y que si lo hicieron fue consecuencia de la criminal guerra contra las drogas, que ha terminado por generar monstruos peores que los que pretendía evitar, como Duterte -el caudillo asesino y psicópata que gobierna Filipinas- o estos compuestos llegando a manos de gente que sólo quería un poco de cannabis.
Los receptores cannabinoides son una parte de una amplia clase de receptores conocidos como “receptores acoplados a proteínas-G” o GPCR en su acrónimo inglés, que son el target farmacológico para -ni más ni menos- que el 40% de todas las prescripciones de medicamentos. Cuando una sustancia se acopla a dicho receptor, este activa una proteína G dentro de la célula para provocar una liberación de mensajeros químicos y crea una respuesta -celular- a dicho compuesto. Esto es una representación de dichos receptores activados por la sustancia usada-.
foto 4 A
foto 4BEl THC del cannabis, pertenece al grupo de sustancias que se unen al receptor CB1, que es uno de los más abundantes en el cuerpo y cerebro humano. Estas sustancias no sólo producen el clásico “colocón” del porro sino también los efectos de analgesia y disminución del dolor por los que es apreciado. El cuerpo humano produce compuestos similares que son los responsables de mantener el equilibrio interno del sujeto, mediante la activación o desactivación de esos receptores de vital importancia.
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 En esta otra representación podemos ver las zonas que se tienen identificadas según ciertos efectos, como el de antagonismo o agonismo, según en qué parte de la proteína repose (por estructura) la molécula correspondiente. Se observa una zona hidrofóbica, la zona de antagonismo, una de membrana de acceso, un núcleo central y las dos cadenas o posibles variaciones. Es por eso por lo que se ha leído en las noticias que lo contaban, que es una “plantilla” para hacer futura drogas de este tipo, aunque esa plantilla era conocida hace un lustro al menos, y de ella han surgido decenas y decenas de drogas, dedicándose a hacer pequeños cambios
Las siguientes imágenes son representaciones “espacialmente fieles en 3D” de cómo y dónde encajan 3 compuestos: el usado para conseguir el éxito en este trabajo llamado AM6538, la anandamida (el compuesto endógeno con el que el cuerpo “usa” estos receptores)  y el THC del cannabis. Cada uno con sus efectos, distintos, e incluso totalmente opuestos.
foto 6 PRIMERA
 Visualizar -de forma plena- la estructura molecular del receptor CB1 nos dota de un conocimiento que permitirá a los creadores de drogas, fabricar sustancias casi “a medida” que tengan sólo ciertos efectos del total de los que pueden producirse, y que como hemos podido ver por desgracia, en el caso de los sintéticos, llega hasta la muerte en humanos. Se podrán hacer antieméticos más efectivos, usar sustancias salidas originalmente del cannabis como neuroprotectores o para rehabilitar partes de un cerebro dañado por Alzheimer o Parkinson, sustancias que nos ayuden a engordar, o que nos quiten el hambre, nos induzcan sueño o nos eviten sufrir pesadillas: el mundo de los efectos del cannabis ha quedado al desnudo, al menos en el principal de sus componentes: el receptor CB1.
En palabras de Makriyannis, el director del estudio que consiguió el logro: “Hemos encontrado que el receptor CB1 está formado por múltiples canales y sub-zonas que adecuadamente trabajadas y estudiadas a la luz de esta aportación, permitirán alcanzar regiones específicas del receptor con el fin de producir cuadros muy concreto de efectos farmacológicos que serán útiles en patologías tan complejas como los desórdenes metabólicos o la fibromialgia”.
foto 6 SEGUNDA
Esta investigación al completo, así como los desarrollos ya obtenidos en este campo, serán presentados en la reunión de “Química y Farmacología de las Drogas de Abuso” que se celebrará en la universidad donde trabaja Makriyannis, el 12 de agosto del próximo verano.
Sin embargo, esta noticia que en esencia es algo positivo -ya que toda aportación científica lo es- presenta matices sombríos. También otro de los participantes en el estudio, Liu, profesor del Instituto Tecnológico de Shangai y afiliado a la Academia China de las Ciencias, aporta un curioso punto que si bien suena razonable, señala claramente ciertos aspectos ideológicos que llegan al estudio por su financiación que apunta a las arcas estatales en gran medida, y a los organismos clásicos que han respaldado “pseudocientíficamente” la guerra contra las drogas desde USA, como es el NIDA de la criminal Dra. Nora Volkow. En los comentarios que han acompañado a la noticia, se señalaba como un avance para entender la adicción a las drogas. ¿Adicción a las drogas con el sistema cannabinoide? Será con sus moléculas sintéticas, porque con el cannabis natural es un término poco o nada correcto.
foto 6 TERCERACierto es que ahora se podrán hacer mejores medicamentos para el sistema cannabinoide humano. Y cierto es que todos esos “mejores medicamentos” tendrán derechos de patente. El sistema cannabinoide humano está ahí y es, como hemos dicho, uno de los más importantes.¿Cómo iba a pasar la BIG PHARMA esto por alto?  Es mucho dinero, y más ahora que el cannabis empieza a comerles terreno.
Bienvenidos todos los avances científicos que amplíen nuestra comprensión y conocimientos, pero cuando el uso que se prevé darle es tal que bien se le podría calificar de “contra-natura” -y además que sea para el rico interés económico de unos pocos- ya que lo que les guía no es la búsqueda de un remedio que sea el menos lesivo y el más efectivo. Les guía el ansia de dinero, lo mismo que les ha guiado en la planificación, desarrollo y ejecución de lo que ahora llaman “epidemia de sobredosis de opioides”. Les guía el mismo impulso que al distribuidor de fentanilo, esa droga que está batiendo récords de muertes (la de Prince entre otras, y que desde Cannabis.es fuimos los primeros en apuntar como causada por sobredosis), dando medio millón de dólares para lucha CONTRA la legalización del cannabis.ahora se podrán hacer mejores medicamentos para el sistema cannabinoide humano. Y cierto es que todos esos “mejores medicamentos” tendrán derechos de patente. El sistema cannabinoide humano está ahí y es, como hemos dicho, uno de los más importantes. ¿Cómo iba a pasar la BIG PHARMA esto por alto?  Es mucho dinero, y más ahora que el cannabis empieza a comerles terreno.
Y que quede claro: el cannabis no teme a la ciencia, es la mala ciencia quien puede temer al cannabis.