Mostrando entradas con la etiqueta metanfetamina. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta metanfetamina. Mostrar todas las entradas

sábado, 25 de agosto de 2018

Tramadol: el opioide terrorista.



Hace unas semanas ahora, aparecía en las páginas de la “prensa seria” un artículo -publicado a nivel internacional- en el que se vinculaba al grupo terrorista islamista “Boko Haram” con el uso de una droga en concreto: el tramadol. Por supuesto, entre la información que el artículo ofrecía había las habituales incorrecciones técnicas (como referirse al tramadol como un opiáceo y justificar sus efectos en base a eso, cuando en realidad es un opioide sintético) y exageraciones de todo pelo, que son la norma cuando la prensa generalista aborda estos temas.




Los titulares de los medios, buscando repercusión, le dieron el enfoque más chillón posible: “la droga de Boko Haram”. Titular tendencioso, al intentar representar una relación entre ese grupo y dicha droga, cuando la realidad es que el tramadol es una droga de uso común en la zona de África en la que se encuentra este grupo terrorista (como otra gente, que nada tiene que ver con el terrorismo) debido a que no existe fiscalización internacional sobre ella.

Dicha presentación intenta fijar en la gente la idea de que esos terroristas y milicia organizada en ocasiones, se enfrentan a la muerte y a sus acciones embalsamados en una droga que se quiere hacer ver como parte del problema, como una forma de explicar “esa locura asesina” que se nos vende desde los medios. Y no es así...

¿Por qué tramadol y no otras drogas?

Que los miembros de “Boko Haram” usen tramadol, en una zona en que todo el mundo lo usa por ser un analgésico “efectivo” -en comparación a ibuprofeno y paracetamol, no opioides- pues no resulta una gran exclusiva. Lo usan ellos, y lo usan quienes les combaten: es una cuestión de las drogas que existen disponibles en una determinada área. Para comprender por qué esa sustancia y no otra, y los riesgos derivados de ese uso, hay que echar un poco de vistazo a la historia reciente de la guerra internacional contra las drogas.


Los tratados de fiscalización de narcóticos y estupefacientes (como se solía llamar a las drogas en aquellos momentos de la prohibición) del siglo XX se centraron sobremanera en el opio como fuente natural de drogas, como la morfina de donde fabricar heroína posteriormente. Ese miedo desaforado por la heroína (que no es más que una morfina menos pesada y más ligera) llevó a forzar a los países a sancionar el cultivo de la amapola del opio. 

En África, el uso del látex de opio o de la planta en seco, ha sido la forma tradicional de lidiar con el dolor más que una fuente de “colocón” y el uso apropiado siempre fue la norma sin que existiera fiscalización sobre dicha planta (Papaver somniferum).




Al ir aceptando los gobiernos africanos los tratados sobre drogas (por la cuenta que les trae o les cerraban el grifo económico) se fueron quedando sin el recurso natural contra el dolor y, aunque aún es factible encontrar opio y flor seca de opio en África, las restricciones al comercio legal de estos bienes acabó derivando a los ciudadanos al uso “civilizado” de las pastillas en lugar de al uso de la planta que conocían de siempre. 

Algo similar a lo que ocurrió en China, durante las mal contadas “Guerras del opio” en las que se inundó el área de morfina y jeringuillas hipodérmicas mientras se prohibía el cultivo de la planta a los ciudadanos. La morfina, en aquellos lares, llegó a recibir el apelativo de “el Opio de Cristo” ya que su uso llegó con las manos de los misioneros que buscaban evangelizar la zona. Se percibía como más científica y propia de una civilización más evolucionada, dentro de esa corriente que -tras el descubrimiento de la aguja hipodérmica- sólo quería polvitos para meter en inyecciones, como muestra de su superior avance tecnológico.

En un principio, el único opiáceo fácilmente accesible que quedó en esos mercados africanos (también en España hasta hace poco), fue la codeína -otra variación natural de la morfina- de los jarabes contra la tos. Pero el uso desmedido que se le comenzó a dar recientemente por grandes grupos de jóvenes y adultos en condiciones de pobreza y miseria (de la misma forma que otros grupos han usado y usamos el alcohol) hizo que se fiscalizase más durantemente también. 

¿Qué quedaba tras eso? Pues nada en la naturaleza, que fuera equivalente, y entraba la química en juego: ya no era un opiáceo sino un opioide (compuesto de origen sintético que tiene afinidad por los mismos receptores que los opiáceos) lo que venía. Era el tramadol.

El tramadol es un opioide sintético creado por Grünenthal (los de la Talidomida, que crearon miles de deformes y abortados) en la “Alemania del Este - RFA” en los años 70, y comercializado allí en 1977. ¿Por qué? Desde el final de la segunda guerra mundial, y antes, se buscaban compuestos que tuvieran acción sobre el dolor de la misma forma que los opiáceos, pero sin necesidad de depender de los suministros de opio de terceras partes. El tramadol era sintético y se podía producir a demanda. Sus efectos parecían ser suaves comparados con los de la morfina: apenas tenía 1/10 parte de su potencia, y eso lo hacía manejable para más indicaciones. Y además, caía fuera de todo tipo de fiscalización internacional sobre drogas.

Prometía ser un best-seller en una época en que se dificultaba el acceso a los opiáceos más tradicionales. Y lo fue durante un tiempo, también en España, que se podía adquirir sin receta ni demasiadas preguntas como ocurría con la codeína hasta hace un lustro. El problema es que el nuevo medicamento, como ocurrió con los tremendos efectos secundarios de la talidomida, traía una parte que no se conocía en sus acciones. El tramadol no sólo “afectaba” al sistema endógeno opioide con el que se controla el dolor en el cuerpo, sino que afectaba también a ciertos neurotransmisores como son la serotonina y la noradrenalina, que regulan funciones esenciales en los mecanismos del ánimo, percepción, deseos, emociones, razonamiento y sueño; afectaba mucho más que un opiáceo a la psique humana.

De hecho, el tramadol podría definirse como la extraña criatura nacida de un opioide sintético y un antidepresivo como el Prozac (inhibidor de la recaptación de la serotonina), todo en la misma molécula

¿Esto es un problema? Pues sí, y muy serio; imagina que cada vez que sientes dolor y tomas una aspirina o un ibuprofeno, tomases a la vez una dosis de Prozac con todas las consecuencias de algo así. En un uso puntual, no debería ser un grave problema, pero en el uso crónico -por su efecto pseudoantidepresivo- te puede dejar la cabeza como una grillera (conocemos ya alguna mente tarada por el tramadol) si no la tenías ya de antes.

No sólo funciona como un opioide, provocando dependencia física, sino que también lo hace desajustándote la cabeza, hasta el punto que está prohibido su uso en personas con problemas mentales y tendencias suicidas, ya que las  aumenta en sujetos con morbilidad previa.



¿Por qué vender algo tan tóxico vs. otros fármacos?

Pues como ya he explicado, por una concepción moral y proselitista de la política de drogas: al estar bajo la lupa los derivados del opio, estos otros venenos se escapaban del control y eran prescritos como en otro tiempo se hubiera prescrito la codeína para la tos o el opio para el dolor. Los médicos no querían problemas, los farmacéuticos tampoco, y tener que recetar fármacos fuertemente fiscalizados (como la morfina) es tedioso y puede resultar en problemas para el prescriptor. El tramadol parecía contentar a muchos ya que venía a ocupar el hueco de algo que había sido prohibido, pero con unos daños orgánicos y costes mucho mayores.

De no ser por la guerra contra las drogas, el tramadol nunca hubiera llegado al mercado farmacéutico, debido a su perfil mitad opioide mitad antidepresivo.


¿Puede el tramadol explicar algo de Boko Haram?

Pues no. No más allá de comportamientos equivalentes al abastecimiento de tabaco y alcohol en nuestros ejércitos. La zona de influencia de estos grupos es una zona de mayoría islámica en la que el alcohol ha estado siempre sancionado, así que los momentos de relajación que aquí se pasan tomando unas copas, allí han de buscar otros vehículos psicoactivos, como puede ser cualquier fármaco psicoactivo al que puedan tener acceso. La cocaína es muy cara, y si la ven por allí no es para consumirla sino para traficarla hacia el norte de África. La anfetamina, se va a países con mayor poder adquisitivo. Salvando la excepción de algunas plantas psicoactivas que hay en distintas zonas de África, de forma reducida y local, lo único que les queda es colocarse con pastillas baratas todavía legales.

Y ahí, ocupando el hueco de un analgésico de acción opioide, está el Tramadol que se vende sin ningún tipo de prescripción ni control, por no estar fiscalizado en esos países.



¿No sientes miedo ni dolor si tomas tramadol?


No. Esto es totalmente falso. El efecto del tramadol es, en primera instancia, el mismo que el de la codeína con respecto a la potencia por peso, dejando a un lado los efectos “psíquicos” sobre los neurotransmisores mencionados. Te alivia el dolor, te ayuda anímicamente a soportar lo negativo, y hace las sensaciones duras del entorno, menos duras. ¿En qué grado? Pues si lo usas con cierto punto de normalidad, en un grado medio, y si lo usas de una forma abusiva buscando evadirte de tu realidad, dependiendo de tanto como tomes. Pero pasando de una dosis media para una persona con tolerancia, el efecto será similar al de una dosis fuerte de opio, y eso te incapacita para estar de pie y correr, y para todo lo que no sea “vegetar”.


¿Tiene sentido ir a la guerra colocado de tramadol?

Pues en el lado práctico del asunto, no. Sería como ir a la batalla borracho: sólo disminuyes las posibilidades de salir bien parado. Y sólo lo podrían hacer, sin fracasar de entrada o volarse la cabeza ellos mismos, quienes estuvieran acostumbrados a estar ebrios o colocados, como estado habitual. Cierto es que, frente a las atrocidades que se ven en la guerra y en el terrorismo, el alcohol o los opioides pueden ser mejor para algunas personas que enfrentarse a todo eso sin ninguna ayuda. Pero en cuanto a sustancia con utilidad para la batalla o el asesinato, son precisamente las menos indicadas; tiene mucho más sentido usarlas posteriormente para procurarse cierto descanso psíquico y facilitarse el reposo.


Algo de historia sobre el uso de drogas y los ejércitos.

Vincular sustancias psicoactivas y leyendas sobre ejércitos no es nada nuevo. La palabra asesinoen nuestro idioma, deriva de “hashís”. Hace unos siglos una secta dirigida por un hombre al que llamaban “el viejo de la montaña” realizaba asesinatos por encargo, y esa secta era llamada “los del hashís” porque esta era la recompensa y la forma de convencer a sus sicarios para ir a la guerra: les suministraba hachís en dosis altas, de manera que les hacía sentir que iban al paraíso y en ese estado acababan siéndole fieles (por el hashís, sí, pero también por el dinero, la seguridad, la alimentación, los privilegios) y obedeciendo sus órdenes para seguir en el grupo. 

Sin embargo, no es infrecuente ver explicado ese hecho en base a supuestas propiedades farmacológicas del hashís, que harían a cualquier simple persona que lo tomase, una máquina de matar sin miedo ni dolor. Seguro que todos habéis visto fumar hashís... ¿os parece que el estado que provoca sea compatible con una batalla a vida o muerte? Pues eso, más sentido común y menos especulación alocada, por favor.

Ciertos vikingos tomaban -supuestamente- un preparado de Amanita muscaria, seta psicoactiva, para entrar en un trance destructivo sin igual, en el que matar era lo más básico. Yo y otros miles de personas hemos tomado esa seta, y sus efectos psicoactivos no recomiendan entrar en batalla, si no es dentro de una cama. El primer efecto es una embriaguez similar al alcohol, luego un intenso estado de sopor, y luego si uno supera esa fase, una supuesta fase de sentidos aumentados y alteraciones visuales (macropsia y micropsia). No parece muy adecuado para ir a buscar bronca, pero ahí está la leyenda.

Un caso real de uso de opiáceos y/o opioides combinados con otras drogas en la planificación real de una contienda militar ocurrió con las DivisionesPanzer que Alemania lanzó en la II Guerra Mundial, que iban sostenidas en su despliegue con anfetaminas para estimular, quitar el hambre y el sueño, y opioides para quitar la sensación física de dolor, así cómo disipar ansiedad y tensión. La combinación de estos dos fármacos les permitió avances nunca vistos en velocidad de despliegue, pero pronto pudieron comprobar que las ventajas de la anfetamina se convertían en desventajas cuando se superaban 2 ó 3 días de uso mantenido (el deterioro mental y cognitivo es muy grande y no se repara mientras no se descanse adecuadamente y exista una alimentación correcta).

También en España durante la Guerra Civil se usaron generosamente, importadas desde Alemania desde el año 1932. Ninguna guerra ha sido ajena a la búsqueda de remedios que aumentasen la vigilia y atención, la resistencia o la moral de las tropas.

Sin embargo, la anfetamina (dextro-anfetamina o su forma racémica) sigue siendo unade las herramientas de uso puntual de varios ejércitos, como el deUSA, quienes facilitan unas dosis de anfetaminas a sus pilotos cuando salen en una misión, para favorecer su resistencia, aguante y concentración. Una dosis adecuada, para no convertir a sus pilotos en kamikazes que se lancen contra los objetivos hasta la muerte, como ocurría con los pilotos japoneses en la II Guerra Mundial, empapados en anfetaminas

A mi madre, en el año 1963, se la ofreció una monja para ayudarla con los exámenes (esta religiosa usaba anfetaminas para prepararse la carrera de Pedagogía), ya que era normal en España usarla así y no tenía estigma de ningún tipo. De una forma muy similar al dopaje intelectual en USA hoy día con el Adderall.

Todos los ejércitos del mundo, siguen a día de hoy, la búsqueda de fármacos y aplicaciones que les den ventaja en el escenario de batalla. La farmacología y otras áreas, son sólo algunos de los caminos a usar.

¿Y qué hay de cierto en lo que se dijo del Captagon, la droga con la que ISIS mataba sin sentir empatía?

Otro caso similar e igualmente falso. El Captagon no es más que el nombre comercial de un antiguo compuesto, fenetilina, en cuya molécula iban una de anfetamina y una de cafeína unidas, y se liberaban ambas dentro del cuerpo humano. Esto lo hacían de esta forma porque la cafeína, además de estimular, alarga la eliminación de las anfetaminas (duran más)




Y su efecto, es el mismo que si uno de nuestros niños occidentales que toma Elvanse (dextro-anfetamina con lisina a 120 euros 30 pastillas en la farmacia, prescrita para el síndrome de hiperactividad y déficit de atención - TDAH) y un café. O el mismo del speed hispano, que es anfetamina y cafeína, a 20 euros el gramo.

No es que ISIS tuviera una preferencia por esa droga, es que esa es la droga estimulante que hay en ese entorno y que se usa como ayuda en su labor, por sus efectos. 
Culturalmente es la que conocieron, y ahora sus mercados negros siguen produciendo pastillas falsas de Captagon, que son meras mezclas de anfetamina y cafeína. Es el equivalente a la anfetamina de los alemanes, o a la de los pilotos japoneses y norteamericanos, sin mayor diferencia. Si ISIS estuviera localizado en Asia, usaría “yaa-baa”o metanfetamina pura, que es lo que allí hay.


¿Por qué esta información tendenciosa en prensa?

Pues porque la prensa no tiene ya un interés informativo ni formativo, lo tiene competitivo. Se compite por ver quién genera el mejor titular (aunque viole la verdad), por quién obtiene más lectores y quién consigue mayor influencia.

A la prensa nunca le han interesado los lectores bien formados que puedan cuestionar sus historias, y en España por desgracia, tras años de inquisición farmacológica y oscurantismo, la prensa sigue usando a las drogas como el aderezo del hombre del saco. Son las drogas las que aparentemente explican cosas inexplicables, ya que esas sustancias tienen el poder de hacer que las personas pierdan su voluntad y capacidad de decisión... nos repiten incansables. Y quieren que creas que, por el mismo fármaco que tiene tu abuela en casa o que le prescribieron a tu madre cuando tuvo aquella caída, las personas pierden su ser y se convierten en monstruos asesinos sin conciencia ni sentimientos.

Y tampoco es de extrañar esto, ya que durante muchos años se ha usado el consumo de drogas y/o alcohol como un atenuante o incluso eximente en agresiones, robos, violaciones y asesinatos, como si por haber tomado una sustancia quedases “sin responsabilidad” por tus actos; cuadra perfectamente con el concepto de droga que mucha gente tiene aún, por el cual es incompatible el consumo con el libre albedrío del individuo.

No quiero cerrar este texto sin una alusión a un caso que alguno recordará aún: la parricida de Santomera, Francisca González. En el año 2002, esta mujer mató a sus dos hijos menores (de 4 y 6 años de edad) asfixiándoles con el cable del teléfono, sólo para hacerle daño a su pareja.



La parricida en el entierro, momentos antes de ser detenida. 


En la declaración inicial antes la policía, dijo que lo habían hecho unos extraños que entraron en la casa, y mantuvo esa versión hasta ser detenida durante el entierro de sus hijos. Entonces la historia se reformuló y la asesina, escudándose en un supuesto consumo de 5 gramos de cocaína, dijo que no recordaba nada y que no era capaz de diferenciar realidad y alucinaciones por culpa de la cocaína y el alcohol. Y de pasó culpó a su marido de haberla iniciado en el consumo y de traficar con drogas.

De nada sirvió, fue condenada a 40 años y ha tardado 14 años en disfrutar del primer permiso penitenciario. Dicen que ya asume su crimen...


Flaco favor es el que nos hacemos como sociedad si nos creemos estas mentiras por las que buscan convencernos que de ciertas sustancias tienen la capacidad de arrebatarnos la voluntad. El mismo flaco favor que nos haríamos como sociedad si damos pie a quienes usan drogas -alcohol o tabaco incluidos- o se involucran en comportamientos adictivos sin sustancias -sexo, juego, adrenalina por riesgo- para justificar así (como falsas víctimas de una sustancia o acción que les roba el albedrío) sus comportamientos.

El derecho a usar drogas es un ejercicio de nuestro derecho como individuos y hunde sus raíces en el mismo lugar en el que se gesta la responsabilidad (accountability en inglés) derivada de nuestras acciones.

Dejemos de usar las drogas para justificar los monstruos que surgen de la condición humana.


Este texto fue publicado en Disidencias

miércoles, 7 de mayo de 2014

El 'Breaking Bad' del Líder Norcoreano


Este texto fue publicado en la Revista Yerba en Abril del 2014. 
Esperamos que os guste. :)




El 'Breaking Bad' del Líder Norcoreano


En Korea del Norte, Walter White tiene los ojos rasgados, es de menor altura que su homónimo inglés y de otro género: Walter White es mujer allí. 


Qué cara de pocos amigos que tiene Walter White, eh?


Ella trabajaba en las minas de carbón que han ido cerrando progresivamente y acabó enrolada en una economía de subsistencia, en la que se vende de todo en todos los lados, pero siempre con cierta intimidad y sin exhibición pública por medio.


Para haber tanta moza junta.... a mí el asunto no me pone nada de nada.


La economía sumergida, de la que sobreviven millones de personas tanto en Korea del Norte como en España, ha hecho que el tráfico de bienes como los DVD, trajes de caballero, o Smartphones entre Korea del Norte y sus vecinos sea la base económica y de sustento de una gran masa de personas teóricamente desempleadas y el huésped del que chupan los parásitos del soborno institucionalizado que aquí llamamos corrupción.

Pero Walter White no vendía nada de eso. Él vendía meth con preferencia por el isómero dextrógiro, siempre, la genuina 'Crystal Meth'

Que se derrite el hielo 
si lo dejamos fuera de la nevera.... o no? 
Mucho meth ahí hay.


Metanfetamina o anfetamina N-metilada, rebautizada por los USA como “la droga más peligrosa del mundo” pero que antes vendían legalmente en las farmacias promocionándola como “la droga perfecta contra el sobrepeso y la depresión, contra el aburrimiento y la anhedonia”.

¡Nuestra protagonista... también! Ella sobrevivía trapicheando con cualquier bien vendible en la frontera con China hasta que conoció la metanfetamina -o yaba en el mundo asiático- en el año 2007 y desde entonces ha podido ganarse honradamente la vida. Como Walter White.

Con lo que saca vendiendo metanfetamina, tiene para comprar arroz, carbón para calentarse y subsistir de esa forma con dos hijos y una hermana enferma y discapacitada, y en eso no se parece a Walter White y a su hijo discapacitado. Ambos lo hacían para ayudar a subsistir a su familia, pero subsistir tiene un sentido distinto en USA que en Korea del Norte. ¿Vendiendo metanfetamina para poder comprar carbón y arroz? ¿Como un bien más? Pues sí.
Corea del Norte pasa hambre... el pueblo digo.


Eso parece no cuadrar con lo que hemos visto del mundo de la metanfetamina en Breaking Bad que, siendo una gran serie, no deja de ser una serie que mezcla cosas reales y ficticias (como el color azul de la meth supuestamente producida mediante fenil-2-propanona o P2P en la serie de televisión). 

Aunque sea P2P la d-metanfetamina no sale azul. 
Aunque en Silk Road la venden azul ya.
Cosas de las modas en las drogas.


No parece posible que haya un mercado de meth en una población en la que “los camellos y traficantes” lo hacen para poder comprar arroz y carbón. 
¿Dónde está la ganancia?

El gramo de metanfetamina de alta calidad, nuestra vendedora de Korea del Norte, lo compra a menos de 20 dólares y lo corta con algo de meth de peor calidad para estirar la bolsa y sacar algo más, vendiéndolo en porciones más pequeñas a pocos dólares. No parecen números como para tirar las campanas al vuelo y, si el gran mercado de esa meth es Korea del Norte, no parece que pudiera tener mucha prosperidad un mercado local sostenido debido a las condiciones económicas, a no ser que su consumo no fuera epidémico: y curiosamente no parece serlo aún.

¿Y qué pasa con la ley? ¿Es que acaso Korea del Norte tiene permitido producir drogas?
La ley del embudo es la que rige en dicho país. Por un lado conservan draconianas leyes y castigos que el 'Líder', una redonda figura de un imberbe niño endiosado, no duda en aplicar a su antojo incluso a su propia familia más cercana.

Este hijo de puta no está flaco aunque sea Norcoreano.


Hace unas semanas podíamos leer como había arrojado a su tío a 120 perros hambrientos para que lo descuartizaran. Pero esta información no es “rumorología” occidental: lo publicó así el servicio oficial de noticias de dicho estado. El delito no quedaba claro, porque si fuera por corrupción no podrían dejar ni un político vivo, pero se aludía a sus maneras corruptas y occidentalizadas, junto a alusiones al consumo de drogas y vicios como el juego (otro gusto muy asiático) por parte del difunto troceado por los canes hambrientos

La retorcida mente del 'Lider' no tuvo bastante con cargarse de dicha forma a su propio tío sino que, para más burla, nombró en el acto a su viuda 'Encargada de Asuntos Mortuorios y Funerales' a la que le tocó posar “sonriendo y con gafas de sol” al lado de su sobrino querido para la foto, tras haber visto como los 120 perros destrozaban a su pareja de toda la vida.



Aquí la tía del difunto troceado por 120 perros hambrientos
 que pasa a ser la encargada de asuntos funerarios.... 
Pero qué humor tiene este líder Norcoreano, eh? 


No parece que el sistema legal y los gobernantes en Korea del Norte sean menos peligrosos que los de aquí o los de USA en el tema de las drogas, pero sí hay que hacer notar que Pyonyang (la capital) hace décadas que rechazó tratados como los de drogas o los de no-proliferación de armamento nuclear, en parte para demostrar que ellos no van al ritmo que el resto y en parte para hacerse un nicho de negocio lucrativo en el que otros países no compiten oficialmente.

De cara a al mundo exterior, Korea del Norte no respeta los tratados sobre drogas, pero tampoco parece que quieran convertir su depauperado país en un 'crystal palace' para drogadictos.

Hace unos cuantos años, en los 90 cuando el 'Líder' era otro familiar de este zampabollos líder actual, los genios de la administración norcoreana decidieron encontrar una manera de hacerse un riñoncito con divisa fuerte (dólar, yuan, libra/marco/franco o euro actualmente) y pocas maneras tan lucrativas de conseguirlo como el tráfico de drogas y armas.

Las primeras opciones que contemplaron las mentes que se pusieron con dicho asunto, venían de su propia tradición cultural. En cuanto a armas, no tenían mucho que aportar mientras no avanzasen en el desarrollo nuclear en aquel momento, salvo hacer de suministro de armamento convencional a países en guerra en zonas inestables como el África negra o los estados con vinculación con grupos terroristas que usan ese material. En materia de drogas, las primeras opciones fueron el opio y la metanfetamina.


Sudando rico latex con bien de morfina.
Bendito opio. 


El opio en Korea del Norte es tratado como un bien que surge de una planta. Se permite su cultivo en pequeñas cantidades y la venta de opio en el país, ya que la escasez constante de medicamentos hacen más necesario que nunca que el pueblo tenga acceso a lo que muchos médicos durante siglos consideraron como el más importante de todos los fármacos. 

El manejo “normalizado” del opio allí es una necesidad común -como los medicamentos- que poco tiene que ver con el occidental concepto de drogarse. Pero no son tontos y saben de sobra qué sale del opio: morfina con la que hacer heroína, una de las eternas reínas del mercado negro internacional. Esa fue una vía. 

La otra la metanfetamina, que tiene un arraigo cultural distinto en los países asiáticos por su historia. La metanfetamina fue sintetizada por reducción de la efedrina, y lo fue antes que la anfetamina común. Según Escohotado, los kamikazes japoneses de la Segunda Guerra Mundial volaban hasta estrellarse contra los barcos aliados estando bañados de metanfetamina, muy al estilo de lo que hacen los conductores suicidas con los coches en nuestro país, pero con un objetivo militar.

Kamikaze todo puesto de metanfetamina 
dispuesto a volar un barco americano 
con su propio cuerpo 
embutido en un avión con explosivos: 
los inventores del 11-S no fueron talibán.


Que la anfetaminas se han usado en las tropas (aún se usan en el ejército de USA como las 'Go Pills' o dextro-anfetamina que le dan a los pilotos de cazas y aviones cuando deben salir en misión rápida) es conocido, pero en general el pueblo asiático ha seguido relacionándose con la 'yaba' en buena medida por la ausencia de otros estimulantes a los que acceder, ya que la cocaína encarece su precio de forma exponencial con respecto a la distancia del lugar de producción, y a lo barato de su producción sintética que no necesita de fuentes naturales. 

Asia tiene una relación con las anfetaminas que no existe en otros lugares del mundo, aunque su uso deriva en problemas propios de dicha droga, como el uso de alcohol en otros lugares genera sus propios problemas con consumidores descontrolados.

¿Y por qué no cannabis como materia de tráfico en drogas para obtener divisas internacionales?
El cannabis en Korea del Norte es legal. 


Totalmente legal eso del cannabis en Corea del Norte.


Sí: se compra, se vende, se cultiva en tu casita o en tu campito y lo mezclas con tabaco de liar. Porque al ser un simple planta, como el opio, no presenta mayores problemas, y además su trapicheo ayuda a subsistir a las localidades norcoreanas que están en las zonas fronterizas con otros países que tienen prohibida la producción de cannabis. 

Aparte de eso está el aspecto medicinal del cannabis que, en la escasez de bienes ya mencionada, se convierte en un remedio de uso común de primer orden contra diversos males. Un gobierno inteligente no crea un problema donde no lo hay, y parece que Korea del Norte demuestra cierta inteligencia práctica al no hacer cumplir las regulaciones sobre drogas de la ONU a sus habitantes, al menos en materia de opio y cannabis. 

Hay quien dice que se 
fuman los porros 
con papel de periódico.
¡¡Eso es peor que el ABC!!


Pero en dónde escondes un kilo de cannabis, escondes 2 o 3 de heroína o de metanfetamina que tienen un valor increíblemente superior, como se ha podido comprobar en los incidentes con valijas diplomáticas y diplomáticos norcoreanos implicados en tráfico de drogas. 

Eso hace al cannabis poco atractivo a los ojos de los gobernantes a la hora de conseguir dinero, ya que su extensión y uso en el país haría que regularlo o gravarlo recayera sobre un pueblo que tiene problemas para sobrevivir en medio del frío y la hambruna.

Para generar drogas como bien de mercado internacional se erigió la 'Oficina 39' (un departamento al uso dentro del dinosaurio administrativo secreto norcoreano) que se encargó de la producción de diversas sustancias para vender a los grandes narcotraficantes internacionales, y hay cerca de una veintena de casos en los que Korea del Norte parece estar claramente implicada en el tráfico de drogas a gran escala. Y no lo hacen mal en cuanto a química se refiere porque en un caso de hace unos meses, la droga que se había incautado era una metanfetamina del 99% de pureza y eso, no se consigue en una bañera sino en instalaciones consolidadas. 

Hay dudas de si son restos antiguos de producción (por la pureza de la misma) o de si Korea del Norte ha vuelto a entrar de lleno en la producción de drogas como moneda en el mercado. Cabe la posibilidad y parece que cada vez más indicios apuntan a que existe un renovado interés por la producción de bienes vendibles en el exterior, independientemente de las legislaciones fuera de dicho estado.

El Líder ya ha dicho 
que el no piensa pasar hambre,
 que tiene mucho que pensar y está creciendo.


No les fue mal en principio con el programa de producción: eran buenos, un personal exquisitamente formado pero no con demasiados medios a su alcance que lograron producir buenas cantidades de drogas para la venta internacional, pero la inestabilidad y los cambios sufridos en Korea del Norte en estos 20 años hicieron del programa oculto algo poco viable. 

Las grandes sumas de dinero sin control efectivo ayudan a corromper a cualquier sistema y como en otros países controlados por ejércitos, los generales se convertían en señores de la droga con relaciones internacionales, lo que es todo un caramelo -y a la vez un peligro viendo cómo las gasta el 'Líder'- para personajes con poder pero a la vez dentro de la jaula norcoreana.

Lo cierto es que desde el 2005 la propia Korea del Norte empezó a ver como se inundaba poco a poco de metanfetamina el país desde Hamhung que era el principal centro de producción farmacéutica del país y ese hecho se ha ido extendiendo por todo el estado saltando a Chongjin después y a Pyonyang finalmente, hasta hacer de la metanfetamina un bien de consumo común más allí, que se llega a ofrecer como cortesía a los invitados en ocasiones, y que no tiene un claro estigma asociado a su uso, que en dosis apropiadas se entiende como un café potente que resulta mentalmente estimulante y agradable. 

Y dicen que es más rápido hacer una raya de metanfetamina que un té o café o menos caro que este último: economía del tiempo y productividad que tiene este pueblo.

O eso dicen. Lo cierto es que la escasa información que tenemos sobre Korea del Norte ha de ser tomada siempre con muchas reservas, ya que es a día de hoy un país-cárcel bajo una tiranía de corte comunista con ribetes monárquicos en la que no existen medios que no sean los oficiales. 

No existe turismo libre aunque se ha permitido cierto turismo a ciertas agencias como ejemplo de apertura, pero siempre son viajes tutelados directamente por la policía del régimen que no permiten el contacto con los habitantes y nativos del lugar (más allá de los comités de bienvenida organizados por “miembros del partido y ciudadanos”) ni la toma de fotografías para no mostrar la hambruna del pueblo y la pobreza a la que está sometido.

La persona que reveló parte de esta información a medios occidentales había sobrevivido gracias al tráfico de metanfetamina (lo de tráfico suena bien en occidente, pero no resulta igual allí) para poder comer hasta el año 2009 en el que lo abandonó porque consiguió huir del país en busca de una vida mejor. De no haber sido así y de haberse sabido, posiblemente hubiera sido detenida y ejecutada, o desaparecida en algún campo de trabajos forzados (como ya había estado previamente) pero no por vender unos dólares de metanfetamina a su vecina, sino por hablar con un periodista extranjero.

Al más puro estilo mafioso, cualquier norcoreano sabe que lo peor que puede hacer es molestar al jefe, y menos aún darle a los enemigos del pueblo armas para que ataquen a la libertad norcoreana. La disidencia se paga con la muerte. 

Pocas dudas nos quedaron de eso cuando pudimos ver los funerales de estado organizados al padre del actual 'Líder' en el que las personas (con uniforme militar en la inmensa mayoría de los casos) hacían auténticos esfuerzos para llorar como plañíderas al paso del convoy que llevaba el fiambre del dictador que les había sometido en los últimos años mientras el delfín acompañaba al féretro. 

Seguramente les iba la vida en ello, en que se viera el dolor del pueblo ante la pérdida del amado líder: nada importa más que la buena propaganda para el país más detestado del mundo en los foros internacionales.

Como en España cuando murió Franco, 
pues eso mismo pero en coreano.


Así pues el opio y el cannabis en Korea del Norte son dos de los pocos productos que podrás adquirir que hayan sido producidos por el propio vendedor o sus vecinos. Y en esa oferta de remedios históricamente naturales se ha colado la sintética metanfetamina como detalle chic y que ayuda a soportar las jornadas que viven los norcoreanos.

¡¡Ya dormiremos cuando estemos muertos, qué coños!!
Otra versión del "Miedo quién habiendo hospitales??!!"


¿Prefieres un cafelito o un poco de metanfetamina para despertar bien por la mañana? 
Cuestión de gustos entre distintas drogas. Pero recuerda que en otros momentos y lugares de la historia, el castigo impuesto a los bebedores de café, era la pena de muerte.

Symp.


PS: Dedicada esta entrada a @Norcoreano, el líder que ha cambiado la política de drogas a golpe de misil.




jueves, 13 de febrero de 2014

Cómo pasar un control de drogas y no morir en el intento


Este texto tiene su continuación en http://drogoteca.blogspot.com.es/2014/06/consejos-para-una-policia-cerril-una.html donde se explica lo inútil del actual sistema de multas contra las drogas en el tráfico, y como burlar todas esas multas con otras drogas no controladas en los drogotest.

Demostrando lo inútil de dicha práctica y cómo tirar el dinero de los impuestos para dar una falsa sensación de seguridad al ciudadano, que no tiene ni puta idea. 




Hace unas semanas tuve la ocasión de comprobar -de primera mano- cómo funcionan los protocolos de la Guardia Civil en asuntos de drogas y tráfico. Acababa de sacar a mi perro a un campo cercano a pasear tras pasar por casa de un amigo a ver su cultivo y de paso llevarme de regalo unos gramos de “sus yerbas olorosas” que me regaló para probarla esa noche en casa.

Yo no bebo alcohol (no me gusta), no consumo drogas cuando conduzco (como norma general, no voy a decir que nunca me haya fumado un porro -de los 5 o 6 que me fumo al día- o haya ingerido cannabis y haya salido con el coche a hacer cualquier tarea común, porque soy un consumidor crónico de cannabis por razones médicas) y no llevo encima ni papel de fumar ni pipas ni nada que resulte incriminatorio de consumo, porque las fuerzas y cuerpos de inseguridad del estado no suelen tener la misma perspectiva de quien tiene un porro en el bolso que de quien no lo tiene aunque todos sepamos que eso no quiere decir nada. Es parte del estigma residual asociado al consumo de cannabis.

Salí de la zona por donde estuve paseando, que es una zona deshabitada y llena de parcelas vacías excepto por las malas hierbas, la basura que algunos dejan y calles vacías que sólo albergan algún coche que se acerca a alguno de los escasos negocios que quedan en los polígonos industriales en las ciudades. Y ante mí tengo una carretera de dos carriles y dos sentidos, de la que tengo unos 400 metros de visibilidad por el lado derecho y unos 350 por el izquierdo, al no haber nada construido que impida la visión al conductor.
Es un tramo que recorro un par de veces al día. Y tiene un STOP.



Yo ni recordaba que tiene un stop ni lo hice, de eso estoy seguro.
Me limité a ir viendo (atendiendo) según me aproximaba a unos 20 kms/h  y asegurarme de que no venían coches ni por izquierda ni por derecha y cuando llegué a la intersección, como seguían sin venir coches, pues no paré. Lo reconozco: soy un infractor.

Recuerdo que vi venir a un coche, que precisamente me extrañó porque venía conduciendo mal: lo hacía por fuera de la carretera y aprovechando un amplio vado que ha quedado asfaltado en espera de futuras construcciones en la zona, pero además de no estar en la carretera a la que yo me iba a incorporar, venía lejos y despacio.

Me incorporo sin hacer el stop, porque era innecesario y tengo la mala suerte de que el coche que había visto que venía de forma irregular por la carretera, era un coche camuflado de la guardia civil. Y unos 20 o 30 segundos después, veo que un coche me da las luces de policía detrás de mí y no supe muy bien qué hacer, porque no supuse que fueran por mí. De todas formas, aminoré la marcha y me eché a un lado por si era por mí. Y era por mí.

De repente noto un bofetón de olor de las “yerbas olorosas” que mi amigo me había regalado y que estaban en el salpicadero del coche, sin esconder, en una simple bolsa de plástico tal y como me las dio. Y serían como 10 gramos de buen cannabis. Mi primera reacción fue abrir las dos ventanas del coche para que no se notase el olor a la yerba, y a la vez salir del coche para “alejarles” de él.
Me habían parado por no hacer el STOP. Ok.
Y eran los que venían conduciendo por vados asfaltados en lugar de por la carretera, pero ellos son la ley. Bueno, vale.

Se me acerca el “jefecillo” de turno y me cuenta lo del stop. Directamente le digo que sí, que no lo he hecho porque no había nadie ante quien parar. El tipo me reconoce que sí, que es cierto que aunque me he saltado un stop y hay visibilidad de sobra y tampoco he puesto en peligro a nadie porque nadie había.... me he saltado un stop.

Ya veo que esto de dialogar con algunos es pedir peras al olmo. Le digo que sí, que tiene razón y que ponga la multa. Se va a poner la multa y quedan detrás de mi coche en el suyo, con las luces dadas, apuntando la trasera de mi vehículo. Y allí tengo al lado de la matrícula una pegatina del banco de semillas de cannabis Dinafem.



Al poco sale el compañero del jefecillo, que me recordaba terriblemente a Antonio Martín Beaumont -el tertuliano de 'La Sexta' de derechas pero que no parece un troglodita de la caverna- y me pregunta que qué venía fumando... le digo que mi ecig, que tengo dos, que si sabe lo que son... y me dice que no cree.... porque él ha olido a marihuana!!




En ese momento me da la risa: no venía fumando, no había fumado en varias horas ni nada, pero al tipo le olía a marihuana, y debían ser las yerbas olorosas que tenía en la guantera de mi coche...
Le veo acercarse, y las dos ventanillas seguían abiertas de par en par (por suerte) y hacía frío, viento, lluvia y de todo... era una puta tarde de perros y sólo los perros y sus amos (como el mío y yo, o estos agradables caballeros haciendo su trabajo) salimos a la calle, y el picoleto se acerca y olfatea, mira por encima pero no hace ni el amago de abrir la puerta. Vuelve a su coche patrulla y le dice algo al jefecillo, para salir inmediatamente y decirme que me van a hacer una prueba de drogas porque él ha olido a marihuana.



Yo viendo el percal le digo que sí, e invento que un amigo había estado antes fumando yerba en el coche y que le puede oler pero que yo no he fumado y que no tengo nada encima (lo cual era absolutamente cierto) que le haga pensar eso: ni papel de fumar. En ese momento me traen la primera de las multas, el jefecillo, y me regala 200 euros y 4 puntos por la gracia de Dios y su puta madre. Ok. Al menos le he alejado de la bolsa con las yerbas...

Ya tengo un premio, ya os podéis ir contentos, no?
Pues no. Les pregunto si la de las drogas es imprescindible, porque tengo que recoger a una persona en 30 minutos en un sitio, y me dicen -tras autoconsultarse entre ellos- que sí, que me ha tocado... y que tardaremos.... unos 90 minutos en total!! ¿Cómo? ¿Qué?

Mira, que me multes y me testes ya me toca los cojones pero mi tiempo no está para que tú lo tires tras ponerme una multa por no haber hecho nada a nadie....ah sí, a la autoridad de la señal de STOP.

Y me dice que van a ser 30 minutos en que venga la furgo, 30 en la primera prueba, y 30 en la segunda y rellenar papeles. Le explico al agente, con educación siempre, que soy INSOLVENTE: no tengo un duro, nada a mi nombre, derecho a justicia gratuita, beneficiario de la seguridad social y sobre todo pobre. Que no he roto la primera multa en su cara por no montar un número, pero que jamás (y repito: jamás) van a cobrar una multa de ese tipo mía.... JAMÁS.

El guardia civil parecido a Beaumont me mira y se encoge de hombros. En ese momento me doy cuenta de que los dos, él y yo estamos pillados en una mierda distinta pero en el mismo sitio.
Me pongo a charlar con él y me dice que no hace falta que esté fuera y a la lluvia, que yo me puedo meter en el coche. Pero me quedo a hacerle compañía, porque chupaba frío allí mientras el jefecillo se la pelaba en el coche camuflado del que me encargue de tomar a fondo su matrícula.

Saqué a mi perro y nos pusimos a charlar el picoleto y yo. Era un buen tipo, fue mi primera impresión y la confirmada hasta el final. Y se dio pie a una conversación extraordinariamente interesante: empezamos a hablar de su vida y la mía, hasta que acabé diciéndole que ellos con su trabajo iban a pagar al abogado que me iba a defender de ellos y su acusación con su dinero para que pasase lo que fuera no pagase.... y que eso no tenía mucho sentido. Él se revolvía y me decía que de algún lado me cobrarían, y estuvimos mirando en qué plazo caducaban las multas (no estaba seguro y decía que 5 años) pero no lo veíamos claro que yo en ese tiempo fuera a tener una nómina de donde el estado me pudiera meter mano: sólo metálico y Bitcoin.



Al final aceptó que era una incongruencia y yo le decía que a lo mejor no me importaba pagar multas chorras si tuviera su trabajo: con pagas extras, complementos y vacaciones pagadas. Que escribir no da para esos lujos. Y en ese momento me di cuenta que podía ser interesante contar la historia de lo que estaba pasando. Se lo comenté al picoleto y no sabía si le estaba vacilando o lo decía en serio, y al final se dio cuenta de que iba muy en serio con lo de escribirlo, y que lo haría. La tarde-noche cambiaba y se ponía interesante.

En ese momento llegaba la furgoneta con las maquinitas de alcohol y drogas.
Yo me alegré de que acabase la espera y quería entrar a verla ya.
Pero no me dejaban. Me dejaron solo esperando en la calle unos minutos. (Y SI ME FUGO QUÉ???)

Estaban hablando entre ellos allí dentro, y supongo que de mí porque cuando entré, el que me iba a hacer la prueba -un picoleto más joven que parecía Karra Elejalde el día de su boda en Airbag- ya sabía a qué me dedicaba y que lo de las drogas era mi tema. La verdad es que me miraba como si nunca hubieran visto algo así: un tipo para esa prueba deseando subirse a la furgoneta para verla...



Me sientan allí. Hay dos plazas de mierda donde no te cabe medio culo, y enfrente tienes a uno de los que te paró y al de la maquinita. Me explicaron cómo iba la cosa: dos test, uno primero para dar positivo mediante un reactivo que se empapa en saliva a ciertas drogas. El segundo para tomar una muestra de saliva en caso de positivo y que la analicen en la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela.

Le pregunté algunas cosas sobre los niveles de detección de drogas y las distintas sustancias, porque como le dije debería de dar positivo en más de una si no me equivocaba porque horas antes había tomado morfina. No sabía tampoco si le vacilaba: le decía que había tomado morfina mientras estaba haciendo la primera prueba en mi boca. Pero era cierto, la había tomado horas antes. Y otras sustancias, que no me extrañaría ver en ese test.

Me muestra -cogiendo un papel- las drogas que detectan: 
Cannabis, benzodiacepinas (no era capaz ni de decirlo bien leyéndolo), “opiacios” (sic... así viene en el formato impreso de la multa), cocaína, anfetamina y metanfetamina (supongo que MDMA).

Yo debería dar positivo en dos al menos y en tres posiblemente.
¿Por qué coger el coche bajo esas drogas? Porque son las mismas que tomo desde hace décadas cada día.
No me hacen la prueba de alcohol (no entiendo por qué se fían de mi palabra en eso y no en otras cosas, pero está claro que ni estoy borracho ni mal ni alterado) y comentan entre ellos y conmigo al ver el esperado positivo en cannabis que “les han dado órdenes de ir a por los seguros, y que 'los del cannabis' somos seguros porque damos positivos mucho más tiempo”.
Me hace gracia que tengan órdenes de ir a por los seguros y lo achaco al precio de esos test (uno de los negocios colaterales en la guerra contra las drogas y sus usuarios) y en ese momento me pregunta el picoleto que sabía algo de drogas: “¿tú viste el otro viernes el reportaje ese de la sexta de la marihuana? Pues desde entonces quieren ver muchos más resultados y cosas en los periódicos...”

Aprovecho para cagarme en LaSextaTV y en su basura informativa del mal llamado reportaje de marras. Los propios guardias civiles se mean de la risa y comentan que “el cannabis no parece ser la droga ni de la crisis, ni de los parados ni jubilados ni mileuristas, que eso son tonterías de la tele”. Pero en ese momento comentaron lo de la pegatina del banco Dinafem que tenía (y ya quité) al lado de la matrícula como si eso fuera un signo de consumo o al menos algo que a ellos les indicó que ahí tenían una potencial víctima a sus drogotest....

Es lo que hay: acordaos de LaSextaTV cuando os estén parando para una de estas fiestas... la cadena de la información veraz. 



Les comento (todo esto mientras vamos avanzando en hacer las pruebas y las tomas) que si no ven ilógico lo que están haciendo en ese momento, con lo que casi a la vez ambos contestan con un ligero encoger de hombres seguido de un “es mi trabajo”. Pero rápidamente el mayor (el parecido a Beaumont) dice: “de todas formas, que distinto es tener a un consumidor de cannabis aquí que de cualquier otra droga o alcohol: están tranquilos, cooperan, son agradables, pacíficos siempre... yo no lo acabo de entender, pero es la ley”.

Todos sabemos que estamos en una mascarada.
Acabando el proceso, uno de ellos me recuerda que tengo que llamar para avisar de que no llego a recoger a nadie a esa hora, y lo hago delante de ellos: aviso que estoy con la guardia civil haciendo un drogotest de esos y mi interlocutor se descojona de la risa (no me queda claro si me cree o no) y le digo que nos veremos más tarde. Los dos se miraron algo extrañados de que la persona ni se inmutase cuando le dije lo del drogotest y se descojonase, pero les dije que era normal... la mala fama y esas cosas. ;)

Me rellenaron y entregaron el papel con todo el atestado, donde se describe mi positivo en cannabis pero no en “opiacios” y me lo dan con cierta cara de pena -pero me lo dan- y me dicen que ahora es cosa mía probar que el consumo por lo que tenía en sangre no afectaba a la conducción. Olé, qué chachi.

En ese momento, el picoleto Karra Elejalde en Airbag me pregunta si he avisado ya para que vengan a recoger mi coche. Coño!!! Pero no hemos quedado que sólo me ibais a marear un rato??

Y su compañero le dice: “no, le he dicho que se lo podría llevar, porque como ves no tiene ningún tipo de impedimento para la conducción”. Y firman que me dejan llevarme el coche tras dar positivo en un control de drogas y sin hacerme el de alcohol. Bueno.... todo va bien en la ciudad?

Lo lógico es que si me multan por ser un peligro para el tráfico, no me dejen irme en dicho supuesto estado alterado peligroso... conduciendo el mismo coche!! Pero la cosa es meter la multa, y ellos han cumplido uno más de la cuota que les han impuesto conseguir.

Entonces... ¿he sido multado por no estar en condición adecuada para conducir? NO.
Y así me lo han aclarado.
He sido multado con 600 euros que no pagaré (como otras tantas) y.... tachán..... 6 puntos de carnet!!
Eso por haber consumido cannabis. ¿Conduciendo? NO. A saber cuando... pero algo queda en sangre.

Los fumetas somos 'los seguros' para la guardia civil de tráfico porque es un pleno una droga no recetada por un médico y que dura en el organismo días.

Aprovechamos también para hablar de los cannabinoides sintéticos y la falsa marihuana, que está hecha únicamente para burlar la ley y contra la que no tienen nada que hacer. Aunque tampoco contra la metadona: te puedes poner ciego de metadona o de otros opioides y drogas que no das positivo, pero como te fumes un porro.....
Me preguntaron cómo era y les expliqué un poco el asunto de los research chemicals y de que tienen la batalla totalmente perdida, que ya no tienen nada que hacer y que tendrán que ir buscando una reconversión laboral. No les hizo mucha gracia pero lo entendieron.

Al menos conseguí irme con mi coche y la yerba olorosa que me regaló mi colega sin tocar, porque me podría haber caído otra multa más (que tampoco iba a pagar) y me hubieran quitado la yerba para fumársela ellos. No es la primera vez que me lo hacen y me llega una multa “por otro motivo” pero nada sobre la yerba incautada.

¿Qué pasará ahora?
Pues me llegarán (no sé dónde) un par de multas, una de 200 euros y 4 puntos por un STOP muerto en una zona deshabitada y otra de 600 euros y 6 puntos por haber consumido cannabis en algún momento de las 24 horas anteriores. El porrito de por la noche te hace dar positivo yendo al curro por la mañana, así que eso hace que al fumador le acabe dando igual porque si le hacen un drogotest le va a dar positivo fume ahora o haya fumado anoche, y eso es una perversión peligrosa del asunto.

Llegará una multa por tráfico y drogas que recurriré, y como soy insolvente, no pagaré las tasas ni la multa, y el estado me pondrá un abogado y un procurador si hace falta para defenderme de sus malas artes al mismo tiempo. Vamos, que de esta “infracción” (el picoleto Beaumont me decía 'hombre, muy criminal, usted no parece... no') van a comer policías, casas de drogotest y sus maquinitas carísimas (para un simple reactivo!!), jueces, abogados, procuradores, secretarios judiciales, personal administrativo y de limpieza... y todo pagado por el estado.

A mí las cuentas no me salen.
No me salen para el estado, digo.

Creer que por poner más multas vas a recaudar más, cuando operas sobre población sin trabajo legal ni ayuda alguna y casi abandonada, pues va a ser que no sirve y todos lo sabemos.
Pero al menos, ya que se gastan esos recursos en reprimir al ciudadano, que lo hagan con los que sí representan un peligro en el tráfico.
No comprobaron si iba bebido aunque tenían la máquina y el equipo necesario, por qué?
Querían completar un cupo, porque si tardan 90 minutos por persona ¿¿qué haces a la puerta de una discoteca?? Me confesaron que en las discotecas sólo cogen al primero, el resto los tienen que dejarse ir sin hacer nada por tiempo. País!!

Me fui a ver a mi growman y le comenté la jugada que me habían hecho los picoletos y entonces me regaló un producto que se está vendiendo como churros -me dijo- y que es para no dar positivo en los test que te hacen. Es falso. NO SIRVE. Puedes enjuagarte la boca con él y evitar una cierta impregnación del asunto, pero no sirve: la saliva se excreta desde la glándulas salivares y revela todo lo que tiene tu cuerpo en drogas. Y entonces me cuenta que es el BEST SELLER de los productos para pasar los test de drogas de la policía... entre los canis de mi ciudad.

Yo no entiendo eso y pregunto cómo puede ser, a lo que me contesta que aunque es un enjuague bucal, se lo beben antes de la prueba. Que eso además les hace dar positivo en alcohol porque lleva alcohol (como muchos enjuagues bucales) pero que luego ya no dan porque no es casi cantidad, y que aseguran que les funciona: vamos, que no quieren otro. Ese, que vale 15 euros.

Yo creo que es por lo de que vale 15 euros y no por otra razón.

Y me cuenta que entre sus clientes tienes policías nacionales, guardias civiles y locales, que compran desde semillas para sus cultivos de marihuana a -y en especial- sustancias y artilugios para pasar los drogotest que les hacen en sus trabajos. Y la reina es una combinación de carbohidratos que mezclas con agua y te bebes antes de hacer la prueba. Y que ese lo compra la policía para sus propios test internos y no dar positivo. Comentamos que no me creo que dicho producto evite un positivo en orina (que es su función) porque no es posible.

Y entonces me deja de cuadros con lo último que le habían ofrecido para burlar test de drogas: una polla de plástico con un reservorio y orina artificial.




Yo conozco gente que ha pasado test de drogas de las formas más ocurrentes, pero siempre consistían en que tu orina no se analizase. He visto hacer trucos como el de la bolsa y el catéter, que es el que sirve, pero lo jodido es encontrar una orina que no dé positivo hoy en día.

Sin embargo hay todo un mercado de productos más o menos placebo para que la gente se sienta más segura a la hora de violar la ley con las drogas. Y todos ellos, legales.

Aprovecho para saludar a los dos agentes que estuvieron dentro de la furgoneta conmigo, con los que me lo pasé teta. Me reí mucho y aprendí algunas cosas: eran currantes que sabían lo estúpido que estaban haciendo pero que no podían hacer otra cosa. Al jefe, le deseo una pronta retirada de servicio: no creo que su trabajo -y los motivos con los que elige a sus víctimas para completar el cupo- aporten nada decente a esta sociedad.

Saqué una foto del careto del jefe -que encima era el más joven- y para qué mentir: tenía cara de hijoputa. Estilo tipejo 'Airbag'.



Eso es lo que hay.

Symp.

--

PS: Dejo un vídeo que han grabado unos colegas, explicando la situación a su manera...
Qué grande el puto picoleto hijo de perra.... perrassss..... ;)