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martes, 20 de junio de 2017

Ciencia y cannabis: el receptor humano CB1, por primera vez, en pelotas.

El receptor CB1 del cannabis, en pelotas por primera vez. Esta pieza de "science-porn" fue publicada cuando se liberó la información, en el portal Cannabis.es el año pasado. Una de las piezas esenciales que faltaba de conocer en la fina bioquímica humana, en parte debido a lo que se tardó en identificar la sustancia activa de la planta de cannabis, debido a que no contiene ningún átomo de nitrógeno, y no es -por lo tanto- un alcaloide, como eran hasta entonces la mayoría de principios activos de origen vegetal.

Un poco de ciencia para este temprano verano, que nunca está de más (especialmente frente a magufos y "Juanas de Arco" con síndromes de iluminadas cannábicas). Que lo disfrutéis. :))

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El pasado 20 de octubre, en un delicioso documento lleno de datos y explicaciones para los freakys de la ciencia, un grupo de investigadores -encabezados por un químico llamado Alenxandros Makriyannis y director del Centro para el Descubrimiento de Drogas- publicaban el estudio que contaba al mundo que uno de los mejores secretos de la química humana relacionada con el cannabis: la estructura cristalizada de un complejo formado por un agonista y el receptor CB1 del sistema endocannabinoide humano. 
Puede que al lector no le diga mucho, pero en algunos círculos se ha calificado de un salto “sísmico” en el conocimiento de la estructura que genera “el colocón del cannabis”. Y ciertamente no es para menos.
¿Qué es lo que han hecho exactamente? Empecemos por partes. Esos científicos han logrado esto.
El pasado 20 de octubre, en un delicioso documento lleno de datos y explicaciones para los freakys de la ciencia, un grupo de investigadores -encabezados por un químico llamado Alenxandros Makriyannis y director del Centro para el Descubrimiento de Drogas- publicaban el estudio que contaba al 
foto 1
mundo que uno de los mejores secretos de la química humana relacionada con el cannabis: la estructura cristalizada de un complejo formado por un agonista y el receptor CB1 del sistema endocannabinoide humano.
Puede que al lector no le diga mucho, pero en algunos círculos se ha calificado de un salto “sísmico” en el conocimiento de la estructura que genera “el colocón del cannabis”. Y ciertamente no es para menos.
¿Qué es lo que han hecho exactamente? Empecemos por partes. Esos científicos han logrado esto:colocón del cannabis". Y ciertamente no es para menos.
Visto así, no resulta muy vistoso, pero es “la prueba del pudding”: son cristales del receptor que hace activa la marihuana para el ser humano. Y el hecho de que sean cristales, resulta un indicativo de su pureza y ello ha permitido “sacar una foto” a su estructura, revelando secretos que no se pueden conocer simplemente con la composición química, porque dependen de colocación en el espacio de largas cadenas de aminoácidos que forman una proteína, con función de receptor -activador o desactivador para los efectos de cada familia de drogas- en el cuerpo humano.
Para ello, y dado que las proteínas son largas cadenas que pueden adoptar distintas formas (como por ejemplo, la clara de un huevo cocida o cruda) usaron un compuesto que a la vez les permitiera bloquear antagonistamente (desactivando) el receptor y estabilizar la proteína, o dicho de otra forma, conseguir que “se estuviera quieta” como para poder hacerle una foto que nos revelase cómo es por dentro.
foto 2A
foto 2B
foto 3
Esas son representaciones espaciales de la forma del receptor, con el compuesto usado, de nombre AM6538, que es la llave que entra en la cerradura y que activa ciertos pistones de su maquinaria, provocando determinados efectos, propios y únicos de cada sustancia.
Y esta es la fórmula de esa llave que les permitió conseguir dicho éxito, que es lo mismo y de la misma familia que lo que conocemos por “cannabinoides sintéticos” o “marihuana sintética”, y que al contrario que el cannabis, sí causan grave daño a la salud y pueden provocar serias lesiones e incluso la muerte.  Compuestos para investigación, que nunca debieron salir del laboratorio y que si lo hicieron fue consecuencia de la criminal guerra contra las drogas, que ha terminado por generar monstruos peores que los que pretendía evitar, como Duterte -el caudillo asesino y psicópata que gobierna Filipinas- o estos compuestos llegando a manos de gente que sólo quería un poco de cannabis.
Los receptores cannabinoides son una parte de una amplia clase de receptores conocidos como “receptores acoplados a proteínas-G” o GPCR en su acrónimo inglés, que son el target farmacológico para -ni más ni menos- que el 40% de todas las prescripciones de medicamentos. Cuando una sustancia se acopla a dicho receptor, este activa una proteína G dentro de la célula para provocar una liberación de mensajeros químicos y crea una respuesta -celular- a dicho compuesto. Esto es una representación de dichos receptores activados por la sustancia usada-.
foto 4 A
foto 4BEl THC del cannabis, pertenece al grupo de sustancias que se unen al receptor CB1, que es uno de los más abundantes en el cuerpo y cerebro humano. Estas sustancias no sólo producen el clásico “colocón” del porro sino también los efectos de analgesia y disminución del dolor por los que es apreciado. El cuerpo humano produce compuestos similares que son los responsables de mantener el equilibrio interno del sujeto, mediante la activación o desactivación de esos receptores de vital importancia.
foto 5
 En esta otra representación podemos ver las zonas que se tienen identificadas según ciertos efectos, como el de antagonismo o agonismo, según en qué parte de la proteína repose (por estructura) la molécula correspondiente. Se observa una zona hidrofóbica, la zona de antagonismo, una de membrana de acceso, un núcleo central y las dos cadenas o posibles variaciones. Es por eso por lo que se ha leído en las noticias que lo contaban, que es una “plantilla” para hacer futura drogas de este tipo, aunque esa plantilla era conocida hace un lustro al menos, y de ella han surgido decenas y decenas de drogas, dedicándose a hacer pequeños cambios
Las siguientes imágenes son representaciones “espacialmente fieles en 3D” de cómo y dónde encajan 3 compuestos: el usado para conseguir el éxito en este trabajo llamado AM6538, la anandamida (el compuesto endógeno con el que el cuerpo “usa” estos receptores)  y el THC del cannabis. Cada uno con sus efectos, distintos, e incluso totalmente opuestos.
foto 6 PRIMERA
 Visualizar -de forma plena- la estructura molecular del receptor CB1 nos dota de un conocimiento que permitirá a los creadores de drogas, fabricar sustancias casi “a medida” que tengan sólo ciertos efectos del total de los que pueden producirse, y que como hemos podido ver por desgracia, en el caso de los sintéticos, llega hasta la muerte en humanos. Se podrán hacer antieméticos más efectivos, usar sustancias salidas originalmente del cannabis como neuroprotectores o para rehabilitar partes de un cerebro dañado por Alzheimer o Parkinson, sustancias que nos ayuden a engordar, o que nos quiten el hambre, nos induzcan sueño o nos eviten sufrir pesadillas: el mundo de los efectos del cannabis ha quedado al desnudo, al menos en el principal de sus componentes: el receptor CB1.
En palabras de Makriyannis, el director del estudio que consiguió el logro: “Hemos encontrado que el receptor CB1 está formado por múltiples canales y sub-zonas que adecuadamente trabajadas y estudiadas a la luz de esta aportación, permitirán alcanzar regiones específicas del receptor con el fin de producir cuadros muy concreto de efectos farmacológicos que serán útiles en patologías tan complejas como los desórdenes metabólicos o la fibromialgia”.
foto 6 SEGUNDA
Esta investigación al completo, así como los desarrollos ya obtenidos en este campo, serán presentados en la reunión de “Química y Farmacología de las Drogas de Abuso” que se celebrará en la universidad donde trabaja Makriyannis, el 12 de agosto del próximo verano.
Sin embargo, esta noticia que en esencia es algo positivo -ya que toda aportación científica lo es- presenta matices sombríos. También otro de los participantes en el estudio, Liu, profesor del Instituto Tecnológico de Shangai y afiliado a la Academia China de las Ciencias, aporta un curioso punto que si bien suena razonable, señala claramente ciertos aspectos ideológicos que llegan al estudio por su financiación que apunta a las arcas estatales en gran medida, y a los organismos clásicos que han respaldado “pseudocientíficamente” la guerra contra las drogas desde USA, como es el NIDA de la criminal Dra. Nora Volkow. En los comentarios que han acompañado a la noticia, se señalaba como un avance para entender la adicción a las drogas. ¿Adicción a las drogas con el sistema cannabinoide? Será con sus moléculas sintéticas, porque con el cannabis natural es un término poco o nada correcto.
foto 6 TERCERACierto es que ahora se podrán hacer mejores medicamentos para el sistema cannabinoide humano. Y cierto es que todos esos “mejores medicamentos” tendrán derechos de patente. El sistema cannabinoide humano está ahí y es, como hemos dicho, uno de los más importantes.¿Cómo iba a pasar la BIG PHARMA esto por alto?  Es mucho dinero, y más ahora que el cannabis empieza a comerles terreno.
Bienvenidos todos los avances científicos que amplíen nuestra comprensión y conocimientos, pero cuando el uso que se prevé darle es tal que bien se le podría calificar de “contra-natura” -y además que sea para el rico interés económico de unos pocos- ya que lo que les guía no es la búsqueda de un remedio que sea el menos lesivo y el más efectivo. Les guía el ansia de dinero, lo mismo que les ha guiado en la planificación, desarrollo y ejecución de lo que ahora llaman “epidemia de sobredosis de opioides”. Les guía el mismo impulso que al distribuidor de fentanilo, esa droga que está batiendo récords de muertes (la de Prince entre otras, y que desde Cannabis.es fuimos los primeros en apuntar como causada por sobredosis), dando medio millón de dólares para lucha CONTRA la legalización del cannabis.ahora se podrán hacer mejores medicamentos para el sistema cannabinoide humano. Y cierto es que todos esos “mejores medicamentos” tendrán derechos de patente. El sistema cannabinoide humano está ahí y es, como hemos dicho, uno de los más importantes. ¿Cómo iba a pasar la BIG PHARMA esto por alto?  Es mucho dinero, y más ahora que el cannabis empieza a comerles terreno.
Y que quede claro: el cannabis no teme a la ciencia, es la mala ciencia quien puede temer al cannabis.

sábado, 11 de febrero de 2017

Drogoteca cumple hoy 10 años publicando información -veraz- sobre drogas en castellano.

No podía imaginar -cuando hace una década me ponía frente a una conexión de Internet y una pantalla en blanco, para iniciar lo que sería este blog- que fuera a sentarme 10 años después para hacer una breve revisión del asunto. Y aquí estoy, mira, flanqueado por una taza de té con menta -correctamente preparada- y un canutito de mi cultivo (autocultivo, que aunque no me gusta nada el término, sí me gusta el concepto) de Green Poison de estos meses, me arranco con mi "petayuno" del sábado. 




Yo, hace 10 años, era un chaval muy interesado en las drogas y que, por suerte, tenía una buen formación en ciencias. Eso junto con las lecturas adecuadas y el análisis reposado de lo leído, experimentando a la vez con la mayoría de las sustancias que he encontrado en mi camino (creo que salvo cannabinoides sintéticos, he tomado -generosamente- todo tipo de drogas) hizo que acumulara información que podía ser útil para otros, y que me resultase interesante señalar los "puntos negros" que yo me he ido encontrando en mi relación con las drogas y compartirlo con otros usuarios e interesados. Esas experiencias, reflexiones y análisis sobre lo que el complejo concepto de "las drogas" y sus concretos agentes químicos -las sustancias reales- son lo que han ido conformando el grueso de este blog.

Creo que hay 162 textos largos publicados (de momento) en estos 10 años, con un ritmo que ha sido variable pero que ha cubierto satisfactoriamente los tiempos, incluyendo los imprevistos y avatares que le suceden a cualquier vida a lo largo de una década en su juventud adulta. Muchas personas me preguntan por qué hay tan pocos textos en algunos años y eso básicamente responde a que muchos de los textos escritos en esos años, fueron recogidos posteriormente y elaborados de nuevo (normalmente para ser publicados). Así que si recuerdas un texto o una información sobre drogas (u otro tema) que leíste aquí, es fácil que la encuentres buscando por etiquetas con lo que serían sus palabras clave, aunque haya quedado cambiada de fecha. También -en otros casos- he retirado textos porque respondían a una cuestión puntual -temporal- que había quedado ya obsoleta (perdiendo el sentido de quedar publicados, y aumentando el nivel de ruido/información) o que -a mi juicio y criterio, que es el que aquí rige dado que es mi jardín- no tenían suficiente calidad para quedar publicados en este lugar.

Otra de las cosas que se siguen manteniendo en este lugar de información que es la Drogoteca, es la ausencia total de publicidad de cualquier tipo (directa o encubierta) porque por un lado no es necesaria para mantener esta pagina activa, ya que la mantiene Blogger (Blogspot - Gmail) y por otro lado porque tener publicidad siempre te hace perder una cierta independencia, cuando es acordada, y lleva a cosas peores cuando se deja en manos de bots y anunciantes contratados por terceros como es el caso de Google Ads. 

Esto no quiere decir que nunca vaya a usar publicidad o a aceptarla en esta web, pero sí que no es algo que se encuentre entre mis previsiones de lo que puede ocurrir próximamente. Tras estos años, ya sé que hay pocas cosas a las que puedes decir que de "dicho agua no beberás" (como por ejemplo, yo y los cannabinoides sintéticos: NO) y la publicidad -presente en todas las webs y revistas en las que tengo la suerte de escribir, desde VICE a Soft Secrets, desde Cannabis.es a Cannabis Magazine- no me ha impedido expresarme con total libertad en todos los sitios donde han querido publicar mis textos. Pero careciendo de la necesidad, no tengo ganas de entrar en dicho terreno para "sostener" la web.

Actualmente el ritmo de visitas a la página está alrededor de unas 1000 visitas diarias, muy lejos de los tiempos del 2007, en que creo tardé varios meses en alcanzar las primeras 10.000 visitas. Ahora el blog está a punto de llegar al 1.300.000 visitas totales, pero eso únicamente recoge el periodo desde mayo del 2010 al día de hoy (fue cuando Blogger inició el sistema de estadísticas propias y prescindí del anterior). El número total de visitas, incluyendo los 3 años anteriores pasa ya del millón y medio (debe andar cerca del 1.650.000-1.700.000 visitas) y se encamina de forma estable hacia los dos millones de visitas, que se alcanzarían en un año aproximadamente. Y el crecimiento ha sido consistente con el aumento de publicaciones y la mejora de la calidad de los textos publicados (no cuelgo todo lo que escribo, ni mucho menos). Es decir, atendiendo a los fríos números, creo que puedo sentirme razonablemente satisfecho.

Muchas cosas han cambiado en estos años desde que inicié la Drogoteca, aunque considero que la más relevante de todas las que ha ocurrido ha sido la aparición de la primera moneda criptográfica sólida y estable, como es Bitcoin. El alcance de las consecuencias de esta aparición, aún tardarán en ser del todo comprendidas y de poder analizarse cómo actualmente resulta una de las principales "espitas" por las que la moribunda prohibición contra las drogas libera presión, y ha hecho virtualmente inútil la prohibición de las drogas al hacer que cualquiera, desde su casa y sin arriesgarse en exceso, pueda conseguir sustancias que antes estaban vedadas a entornos complejos y de poca seguridad. La muerte práctica de la prohibición, enviada por correo -discreto- a su hogar.

La difusión de información relativa a los análisis de drogas circulantes en el mercado, las organizaciones de Reducción De Riesgos como Ai Laket que proporcionan datos seguros sobre lo que -por definición- es inseguro (sustancias compradas fuera de toda regulación) y la posibilidad de analizar una sustancia antes de consumirla (aunque es una tarea muchas veces larga y tediosa de completar, hasta tener toda la información de seguridad necesaria) han aportado y consolidado con el tiempo, una posibilidad de aproximación a las drogas y de gestión de nuestra relación con ellas, basada en datos científicos y no en mitos, leyendas e invenciones que, por desgracia, siguen siendo el pan nuestro de cada día en lo que se refiere a la información general -prensa generalista- sobre drogas. 

Por último -como reflexión- aunque el panorama puede parecer alentador en lo que a alguna droga se refiere, como ocurre con el cannabis que finalmente está embocando procesos de regulación e incorporación a la sociedad en multitud de puntos en el planeta, mi percepción es que no estamos en un mejor escenario en general y menos si consideramos el asunto en su conjunto, y no sólo lo que al cannabis atañe. Personajes como Duterte en Filipinas -o el propio Trump en USA- están dejando claro que hay grandes sectores sociales (sus votantes) dispuestos a retroceder en derechos y libertades hasta donde sea necesario para satisfacer las paranoides mentes que les alumbran y que otros sufren. No parece que las drogas y sus usuarios, como otros colectivos, vayan a salir bien parados de estos convulsos tiempos en manos de psicópatas elevados a rango de poder ejecutivo y/o legislativo en distintas partes del mundo, incluída "la vieja Europa" con su personal romance con la ultraderecha y los populismos.

Hoy es un 11 de febrero más, día gris como el de hace 10 años (me refiero al clima nada más), y resulta ser el "Día de la Mujer y la Ciencia". No puedo decir que haya mucha mano femenina por este blog -su falta de gusto estético lo prueba- pero sí que si bien no soy mujer, toda mi formación científica (y mi forma de mirar esas cuestiones) me vino mediante una mujer, ya que se la debo enteramente a mi madre (mi padre gasta una visión "más filosófica" de las cosas) con quien sigo discutiendo -mayormente- cuestiones de ciencia puntera en distintos campos. No ha sido la única, pero si la mayor influencia (por su formación como química) en cómo percibo el mundo que me rodea y sus fenómenos. Es una buena ocasión para darle las gracias por ello: gracias...

Por lo demás, poco que añadir. Me hubiera gustado organizar algún sorteo o algo especial para conmemorar este momento, pero la vida de "adulto responsable" no deja tanto tiempo libre como a uno le gustaría y elegir a qué dedicamos nuestros momentos es de las decisiones más complejas e importantes que podemos hacer. Si no lo he hecho, será que eso de celebrar -si bien es bonito- no es tan importante. Pero no descarto hacer algo a lo largo de este DECIMOPRIMER año que empieza este blog (ahora ya puedo decir eso de "tras más de 10 años..." que queda tan serio). 

Espero tener dentro de otros 10 años el placer de escribir una entrada como esta, y de volver a agradeceros lo que me habéis dado y me habéis hecho crecer en esta década -leyendo, preguntando, criticando, opinando- con vuestra presencia. Sea como haya de ser, el camino ya ha sido hermoso y fructífero hasta el día de hoy: ya ha merecido claramente la pena. :))

Drogoteca.

PS: En ocasiones (por eso de ser "Drogoteca") me preguntan cuál es mi droga favorita, la absoluta, aquella a la que no podría renunciar. Y es otra adquisición que me llegó -también de forma casi exclusiva en su gusto y apreciación- por parte materna: la música (ya que el oído musical de mi padre es similar al de un mejillón autista). Y la música ha sido una constante referencia en los textos aquí publicados, existiendo algunos exclusivamente referidos a música y no a drogas "como solemos pensar".

La música da color a los instantes, moviliza emociones, ayuda a fijar la memoria y el sabor de los momentos que vivimos. Hace reír y hace llorar, a veces con el albedrío humano por medio y en otras ocasiones, a traición y sin permiso alguno. Eso es lo que tienen las drogas, que su efecto conlleva siempre la suma del alma del sujeto en el resultado de la interacción, y la música no es una excepción.

Podría vivir sin todas las drogas del mundo, pero no podría vivir ni un día en un mundo sin música. Tampoco este blog, menos en un día como hoy.



"Sólo le pido a Dios 
que el dolor no me sea indiferente; 
que la reseca muerte no me encuentre, 
vacía y sola, 
sin haber hecho lo suficiente."