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domingo, 9 de abril de 2017

Heroína con fentanilo en España: aviso a navegantes.


Como estoy seguro de que la mayoría sabéis ya, soy un poquito politoxicómano a la antigua usanza y me gusta la heroína -sustancia a la que personalmente le tengo una enorme gratitud- y la sigo consumiendo ocasionalmente (pongamos unas 10-12 veces al año) desde hace más de 20 años.




Estos días pasados fui a comprar a mi punto de venta habitual y la calidad había bajado considerablemente. Probablemente lo que aquí llamamos baja calidad en heroína, en otros lados se vendería con normalidad, ya que Salamanca cuenta con un gran suministro de heroína en cuanto a la calidad habitual, cosa que se nota en el mercado recibiendo en la ciudad mucha gente que viene de otras, o incluso desde Portugal, para comprar coca o caballo. Pero acostumbrado a un estándar de calidad, era notable y la propia "gitana" lo advertía y daba explicaciones al respecto.

En vista de que parecía tener un problema puntual mi punto de abastecimiento, acudí a otros a ver qué había. El bajón en la calidad era común, si bien el producto no se había degradado tanto como en otras épocas de escasez. Tras recorrer varios puntos, encontré en casa de otra "gitana" una heroína algo más aceptable, y que "no estropeaba demasiado el sabor de la base de coca". Pillé medio gramo con alegría -viendo lo que en otros lados había- y me piré a disfrutar de él.



Y aquí comienza el aviso...

Acostumbrado como estoy a los opiáceos/opioides -y consumiendo a diario, por prescripción médica, morfina y fentanilo- fumar heroína es algo que puedo hacer mientras continúo con mi vida normal: leer, escribir, hacer la casa, sacar a los perros, etc. Dicho de otra forma, la heroína no me incapacita normalmente para seguir con una rutina común. Sin embargo, cuando me encontraba (como en otras ocasiones) fumando en mi plata lo que creía que era cocaína en base y heroína, he despertado "tiempo después" (no sabría decir cuanto pero probablemente más de una hora por las marcas en la piel) tras haber caído "inconsciente" encima de la mesa.




Como también he sido fumador de fentanilo, rápidamente reconocí esos efectos como más propios del fentanilo (o de un análogo) que de la heroína, que NUNCA me había tumbado como lo hizo esa heroína, cuando se supone -precisamente- que estamos en un momento de escasez en el mercado. 

Posiblemente si hubiera fumado la heroína sin mezclar (con base de coca), hubiera podido notar efectos que no pude percibir debido a la cocaína, ya que el fentanilo además de ser un opioide resulta un compuesto que produce un aumento dopaminérgico con lo que eso implica para los comportamientos de re-dosificación, que en este caso al coincidir con efectos propios de la cocaína es posible que quedasen integrados como "normales" dentro de la experiencia.

Cuando tuve claro que aquello, si bien tenía heroína (hay efectos que te da la heroína que el fentanilo no te llega a dar) no sólo contenía heroína como principio activo, me fui a hablar con ambas "gitanas". La que me informó primero de la situación, me indicó que ellos "ya tenían otra heroína" si bien no era del nivel de la que habitualmente tienen y que el mercado estaba cambiando muy rápido de lotes. 

Como tengo buena relación con todos los vendedores (al menos con todos los que conozco) pude ir a explicarle a quien me la vendió el asunto -sin que se entendiera como un reproche- y a recabar más información. La otra "gitana" -la que me vendió esa heroína, que yo creo que estaba adulterada con fentanilo o un análogo- me contó alguna cosa más.  También me señaló lo complicado que estaba "la cosa" esos días y me reconoció que aquel lote de heroína había llegado al distribuidor por cauces "distintos a los habituales", y que estaban todos los vendedores subsistiendo con lo que "iba llegando al mercado" y que no había donde elegir.

También me señalo que algunas de las diferencias que percibimos los clientes, se deben al constante cambio al que todos se ven sometidos y a la diferencia del volumen de ventas de cada uno, por lo que a uno el lote le dura 10 días y a otro 3 días, de manera que da la falsa impresión de que hay "muchas heroínas distintas" cuando lo que hay es un mercado supliendo la escasez como puede.

Por desgracia, y por lo aquí contado, no le quedaba nada de esa heroína que me tumbó de forma "ilógica" (para analizarla) pero me reconoció que otros le habían comentado "que estaba muy potente", lo cual no tiene sentido en un momento en el que todos los actores del mercado están reconociendo una sobrevenida escasez del producto... a no ser que tenga razón en mi sospecha y el producto sea "un nuevo producto": heroína con fentanilo, o "fentajaco" :P

Y en este momento, en mitad de una fuerte escasez, parece sugerir que no tiene nada de descabellada la hipótesis. Puede que me equivoque y que, por alguna razón que desconozco, el otro día cayera inconsciente mientras fumaba "mezcla" por algún desconocido motivo inexplicable y que este razonamiento no sea más que una explicación a posteriori. Puede, sí.

Pero hace unas horas he encontrado una plata en la que había quedado una "gota" con mezcla, que no sabía de cuál de las heroínas era. Como no era muy grande (4 caladas exactamente) cogí un tubo y me la fumé. Al cabo de 3 minutos, me he encontrado doblando la cabeza sobre la mesa, casi rozándola, e "inconsciente" (no inconsciente pero sí "totalmente sopa")

Así que aquí queda dicho, por si a alguien le sirve, que creo que está entrando heroína con fentanilo en el mercado español

Lo único que puedo decir de ella, en cuanto a cualidades organolépticas, es que era una heroína base "marrón", de color marrón clarito, que como dije antes "no estropeaba demasiado el sabor de la base de cocaína" cuando se saboreaba al fumar la mezcla, que antes de ser fumada tenía un notable (pero tampoco excesivo, comparado con otros lotes que venían con ese "no infrecuente olor" que en otras ocasiones suele ser señal de potencia) olor a "vinagre" que proviene del uso de anhídrido acético para la síntesis de heroína desde morfina. Es decir, no tenía nada de raro, salvo "lo poco que estropeaba 'manchando la base de coca' el sabor de esta".

Como digo, cuando fui a hablar con quien me lo vendió, ya habían cambiado de lote dado el estado actual del mercado y no hay ninguna prueba toxicológica de esta hipótesis, pero en un mundo como el del mercado negro y la heroína (donde ni siquiera tenemos prueba toxicológica de que lo que consumimos sea heroína)  seguramente a los usuarios que les pueda llegar esta información les será útil si detectan efectos parecidos.




El riesgo de morir usando fentanilo -o por una heroína que contenga fentanilo y se usé como si fuera heroína común- es mucho más alto que el riesgo de morir usando heroína. Sus efectos pueden llegarte de forma "inesperadamente sobrevenida" o como a mí me pasó, que me di cuenta cuanto desperté KO encima de la mesa y teclado del ordenador

Si eso me hubiera pasado en otro contexto de consumo, los daños podían haber sido mayores que tener la cara marcada por el borde de la mesa o de las teclas del teclado, así que el usuario de heroína -especialmente el ocasional, que tiene menos "defensa natural" frente a los compuestos de este tipo dada la falta de tolerancia- que reciba esta información, hará bien de abstenerse de consumir cualquier heroína que le reporten que su potencia es "extrañamente alta" o capaz de tumbar "grandes bichos" que normalmente no son tumbados: puede que tenga delante heroína (o algo) con fentanilo o un análogo.

Su sencillez de síntesis química junto con lo barato del compuesto en proporción al peso, ya que es unas 100 veces más potente que la heroína, aunque algunos análogos pueden serlo miles de veces, le hace un temible invitado al mercado negro que, como otras muchas drogas usadas como adulterante o como sustituto, jamás habría llegado de no ser por una prohibición que ha usado de rehén a la población durante un siglo, ya que de no estar prohibida la heroína o el opio (también en su formato de autocultivo) sería improbable que este compuesto "saltase" al usuario común. 




Como decía Maia Szalativz (una experta en el tema y posiblemente la mejor en su campo) en VICE hace unos días, esas son las razones que le hacen tan difícil de erradicar, justo ahora que está empezando a inundarse el mercado negro de opiáceos con fentanilo o análogos como adulterante. Parece que la producción tiene su base en México (en el México Narcoestado), pero si hace poco también sabíamos que los tentáculos del narco mexicano llegaban a Filipinas con la metanfetamina, no debería sorprendernos que -en la búsqueda de nuevos mercados como nuevo productor de opiáceos/opioides que quiere vender- llegue a Europa, que tradicionalmente ha estado "bien surtida" de heroína gracias a su conexión terrestre con Asia y sus productores, y no recibía heroína de Sudamérica. 

Parece que va a tocar actualizarse, por desgracia, con la heroína y lo que nos espera como usuarios al seguir viviendo en un mundo que no ha sido capaz de despegarse aún de la miseria de la guerra prohibicionista: cuidado con la heroína, no sea que te estén dando "fentajaco" y la vayamos a liar en el tanatorio... :P

En momentos así, se hace más necesaria que nunca la existencia de ONG's de Reducción de Riesgos -tipo Ai Laket en Euskadi, con sus análisis de drogas- que suplan las carencias del estado y sus torpes políticas que dejan al ciudadano inerme y víctima de una guerra que le han impuesto. 

Un día son unas pastillas que tenían PMA, otro día una heroína que tenía fentanilo, pero no tiene pinta de cambiar la cosa mientras somos el colectivo de usuarios de drogas quienes ponemos los muertos, y no quienes hacen las leyes.


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Añado este texto, originalmente publicado en Cannabis.es sobre un excelente documental que podéis ver sobre el fentanilo en México y el proceso de adulteración que acontece sobre la heroína.

Hace poco más de un día, la revista de contenidos variados Fusion.net ha estrenado “The Naked Truth” ("La verdad desnuda"), una serie de documentales que se emitirá en la televisión por cable de Fusion, en redes sociales y en plataformas digitales.
Este primer episodio con el que han debutado, ha sido un monográfico dedicado a uno de los actores más mortíferos de la epidemia de opioides que sufren en los USA: el fentanilo. Con “Death by fentanyl” ("Muerte por fentanilo") podemos disfrutar de una inteligente colocación de la información, mezclando infografía, periodismo de investigación y periodismo en tiempo real para generar un producto que te engancha -nunca mejor dicho- desde el primer momento y que además huye -en un 95%, digamos- del habitual sensacionalismo con el que estos asuntos se suelen tratar. Y sobre todo: la información que ofrecen es esencialmente correcta. Esta vez “la prensa” -en concreto este tipo de prensa- se merece un aplauso por el acierto.
El fentanilo, como ya os hemos contado en más de una ocasión, es un opioide de efectos similares a morfina y heroína. Para hacerse una idea de su peligrosidad, alguno de los nombres con los que se refieren a ella son “drop dead” (o “caer muerto”) y “serial-killer drug” (o “la droga asesina en serie”), y se encuentra en el centro de una epidemia -alimentada desde las farmacéuticas y desde el mercado negro- que está barriendo el país.
Es la propia jefa de investigación, Mariana van Zeller, la que presenta el reportaje.
Hemos juntado nuestros equipos más dinámicos de jóvenes periodistas para situar nuestra marca, de profundo periodismo de investigación, a una nueva altura. Ellos representan el deseo de su generación de retar poderosas instituciones en busca de la verdad – de una pequeña luz en el injusto sistema juvenil de justicia del país a explorar el papel que las compañías farmacéuticas están jugando en la epidemia de opioides y heroína que sufrimos en USA” comentó Keith Summa, productora ejecutiva de la sección de investigación dentro de Fusion.
Este primer documental de la serie, “Death by Fentanyl”, fue producido por Darren Foster y Cristina Constantini y acompaña a un excelente trabajo de documentación con el que se presenta en la web, así como un par de trabajos más sobre el tema y algunas de sus vertientes.
Lo podemos encontrar también en Youtube, donde está en formato "lista de reproducción" con los 6 vídeos que lo componen y que -para aquellos que aún no se manejen bien con el inglés- pueden poner los subtitulo automáticos y también la traducción automática al idioma que deseen (aunque estos automatismos no suelen ser perfectos).
A continuación os dejamos los vídeos junto a una breve descripción de lo que podéis encontrar en cada uno de los fragmentos, para los que no tengáis tiempo de verlo todo, aunque recomendamos encarecidamente que se vea porque merece el tiempo dedicado:
1- Fentanilo, el asesino en serie: hace una presentación general de lo que se va a poder ver e introducen a los principales caracteres que vamos a poder escuchar, de policía y bomberos a trabajadores farmacéuticos arrepentidos o a familiares de muertos por fentanilo.
2- Un receta para la adicción a la heroína: comienza mostrando a un usuarios de opiáceos ilegales que comenzó mediante opioides de prescripción o a un investigador sobre adicción explicando el desarrollo de la sobre-prescripción de opioides en USA, y cómo las empresas conocían de sobra lo que estaban haciendo al decirle a los médicos que recetasen opioides para cualquier clase de dolor, desde una migraña a un dolor muscular, y era fabricar adictos a sus productos.
3- La noble misión y el cuestionable récord de INSYS: INSYS es la empresa farmacéutica que desarrolló -en principio impulsados porque la mujer de un desarrollador tuvo un cáncer con dolor irruptivo que los fármacos disponibles tardaban en poder tratar- un dispensador de fentanilo que hacía efecto en unos 3 minutos. Las acciones de dicha compañía subieron un 700% por una medicación que -teóricamente- tenía una única indicación terapéutica: dolor irruptivo de origen oncológico. ¿Cómo consiguieron ese éxito sobre una población (paciente de cáncer con dolor de ese tipo) tan reducida? Aprende como se miente “legalmente” en el mundo de las farmacéuticas viendo el documental.
4- Conociendo a “El Diablito” en la fortaleza de El Chapo: en este fragmento, el documental se adentra al lado ilegal del mercado, conociendo a algunos usuarios y traficantes de opioides que han tenido contacto con el fentanilo. Finalmente, llega a conocer a uno de los “químicos” que preparan y mezclan fentanilo con heroína para aumentar su potencia, mejorando teóricamente su posición en el mercado. “El Diablito” es el nombre que recibe el fentanilo entre los miembros del cartel que nos muestran. Según estos personajes, prácticamente toda la heroína que entra a USA dese México, va adulterada con fentanilo porque de lo contrario se verían en una desventaja por enviar un producto menos potente que el competidor.
5- Narcan, el antídoto de la epidemia: en este fragmento el documental aborda el asunto de la dispensación y presencia de naloxona, conocida como “narcan”, para revertir sobredosis de opioides que se han disparado en USA hasta el punto de que los bomberos y paramédicos realizan más salidas para atender estos casos que para atender los asuntos más propios de su oficio. A la vez que el uso de el antídoto se ha empezado a hacer necesario y común dada la extensión de la epidemia, el precio del mismo ha empezado a subir hasta multiplicar varias veces su precio hace una década.
6- Las grandes farmacéuticas son el abusón en el patio del colegio: para finalizar abordan directamente las prácticas mafiosas de las grande farmacéuticas a la hora de seguir manteniendo clientes, adictos o no, que le sigan generando beneficios aún a costa de la salud de la población.
En conjunto es un documental que te permite tener una visión amplia y global de los factores que intervienen en este asunto y ver como muchas de las variables (que antes eran mucho más locales en el mundo y mercado de las drogas) pertenecen ahora al ámbito de lo global, y cómo las torpes políticas contra las drogas han generado un mercado corrupto, que ha acabado derivando en una población artificialmente enganchada a drogas muy adictivas.
Y ya que estamos comentando de la gente de Fusion, no podemos -ni queremos- dejar de mencionar este otro texto y breve vídeo (de momento) sobre George Marquardt, el llamado “Walter White” de Wichita y que ha sido liberado de la prisión donde pasó los últimos años de su vida por ser el químico capaz de sintetizar fentanilo y algunos de sus derivados, que hace ya más de 20 años estaban disponibles en el mercado negro, con nombres como “Tango & Cash” o “China White”.
La grabación deja muy claro -en palabras del protagonista- qué se podía esperar de él: “No soy farmacéutico, no soy médico: soy el tipo que te sintetizará lo que quieras si dispones de la cantidad adecuada de dinero”. Toda una tarjeta de visita para todo un personaje.