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jueves, 16 de julio de 2015

El Sexo Rosa: la viagra femenina

Este texto fue publicado en Portal Cannabis.es
Esperamos que os guste.




Sexo Rosa.


No creo que haya que explicarle ciertas cosas sobre pastillas y fármacos, hoy día, a nadie.Por ejemplo, ¿quién no reconoce a la archifamosa Viagra con su bello color azul? La tenemos hasta en anuncios de publicidad, como ese en que un hombre ya algo mayorcete busca y pierde su Viagra con los nervios de su siguiente encuentro amatorio, para que acabe cayendo en el depósito de gasolina de un coche, al que se le pone dura dura... la carrocería.

Los hombres lo tenemos relativamente sencillo. El mayor problema suele ser la disfunción eréctil, y eso es un problema mecánico: hay que hinchar de sangre un globo, con forma de salchicha, para que se ponga en funcionamiento. En eso la Viagra, debo reconocer, ha sido un éxito merecido: soluciona el problema de la falta de erección en la mayoría de los casos sin especiales efectos secundarios. ¿Cómo lo hace? Pues inhibe temporalmente la acción de una enzima, la fosfodiesterasa, que como efecto secundario abre las puertas del riego sanguíneo a los cuerpos cavernosos del pene. Y el globito se hincha. Fácil, eh?

Hay algunas personas a las que la Viagra no les sirve. Su falta de erección está mediada por una cuestión psicológica y no físiológica: falta de apetito, estrés, nerviosismo, alteraciones bioquímicas, etc. Y es que la Viagra, aunque esto se haya colado también en el imaginario colectivo, no te pone cachondo. No te excita. No te ayuda a nada que tenga que ver con ese proceso, excepto en la respuesta física del globito. Si no te gusta lo que tienes delante o tienes un problema no fisiológico, la Viagra no te sirve para nada. Bueno, y si no tienes hipertensión pulmonar, que es el otro uso médico que tiene y desde el que descubrieron lo del globito, porque no iban buscando lo que encontraron pero supieron aprovecharlo.

En general, no tengo nada que objetarle a la Viagra y otros derivados. Me parece un buen fármaco, caro, pero bastante logrado. No te excita, pero no es su función.





¿Y qué pasa con la mujer? La mujer también tiene cuerpos cavernosos en sus genitales, que se llenan de sangre en la excitación sexual, haciendo que crezca el tamaño del clítoris y de los labios vaginales, y cambiando a veces su color debido al flujo de sangre. Pero no tiene nada que requiera ser hinchado, y normalmente para la mujer la parte mecánica del asunto es el menor problema.

La mujer tiene su punto problemático, en esto del sexo, en el apetito sexual. Digo problemático, porque en términos médicos, es la primera causa de falta de actividad sexual. No sólo le ocurre a la mujer, le ocurre también a muchos varones pero que con eso de nuestro rol cultural, no solemos comentar. No suele verse a mucho hombre decir en público “bah, yo paso de follar”, cuando la realidad es que muchas mujeres te podrían decir que si no tienen más actividad sexual es porque su pareja es como un ladrillo a la hora de incentivar el asunto.

Es muy complejo saber por qué una persona no tiene apetito sexual. Puede haber causas hormonales, puede haber causas psicológicas, puede ser que no le ponga su pareja ya o que esté a otras cosas. En el caso de la mujer, la presión del cuidado de la prole y de la casa (todavía en sus manos en gran proporción) puede que sea una rutina bastante alejada de la esfera de lo sexual. Y el sexo, lo sexual, no es algo que se monte y se desmonte en un instante sino que suele requerir de un cierto proceso a lo largo del tiempo y una clara predisposición, para que la cosa salga bien y tire.

Pero vivimos en una sociedad de consumo.
Tenemos la pastilla que nos la pone dura, la de la acidez de estómago por comer mal, la de la ansiedad por la vida que llevamos, la del insomnio porque no desconectamos, la de la depresión si nos ponemos tristes... tenemos la leche de pastillas!! Rojas, verdes y amarillas!!




Dado que el rol que vamos ocupado cada vez se parece más a un target de mercado, la mujer va a recibir su dosis de sexo en pastilla. ¿Por qué? Porque ella lo vale, no? Y aquí llega la historia de la nueva pastilla: la pastilla rosa, para esos días en que no te apetece echar un polvete, amiga...

Llega la Flibanserina, cuyo primer nombre propuesto para su comercialización era Gi-ROSA.
¿Y qué hace? ¿Qué es? ¿Vamos a follar todos como locos por fin? ¿Es rosa? Sí. Es rosa.
Eso debe ser lo más importante junto con lo de llamarla “viagra femenina”.

La flibanserina es un compuesto que fue desarrollado por el laboratorio Boehringer Ingelheim hasta el año 2010, en que la FDA (los que regulan los medicamentos en USA) les pegó un portazo a sus intenciones de lanzarlo como viagra femenina. Como los del laboratorio vieron que realmente tenía efectos secundarios que hacían pensar que no compensaba el objetivo, que era lo que decía la FDA, pues se deshicieron de ella vendiendo la patente y la investigación a Sprout Pharmaceuticals, otro del mismo ramo.

A pesar de eso, Sprout continuó con el desarrollo, y aunque la FDA le ha repetido varias veces que no les hace mucha gracia esa pastilla para esa indicación por sus efectos secundarios, ellos han tenido el impetu de hacer lobby con las mujeres y forzar su aprobación mediante movimientos más políticos que científicos.

¿Por qué? Por la falta de opciones de tratamiento para lo que, en nuestra fiebre medicalizadora, hemos llamado “Trastorno de deseo sexual hipoactivo premenopáusico”. El típico “quita que no tengo ganas de fiesta” de toda la vida, pero con un nombre que acojona. Imagina que el médico te dice que tienes de eso, a ver con que cara sales de la consulta. Y si el médico te dice que tienes “algo así de serio” seguramente tenga una pastilla para ayudarte. Rosa y todo, sí.

Seguramente pensaréis que vaya cachondeito que me tengo con el rosa, pero no es sólo por reírme. Lo del rosa es la guinda de una medicación peligrosa que se venderá para mujeres. ¿Peligrosa? Si fuera peligrosa no lo autorizarían, no? Tenemos cientos de medicaciones creadas a medida para enfermedades o trastornos, también creados a medida. Es una cuestión de negocio, de ventas, de que la cosa funcione y la mujer, como grupo de consumidoras, acepte la pastillita rosa como algo que la ayuda a ser más mujer y a ser más deseada por su actividad sexual.




En este caso, la pastilla rosa, no es una medicación simple, que sólo toque un asunto y funcione todo como con la Viagra (aunque tiene también sus efectos secundarios). En este caso se trata de que la medicación debe ayudarte a excitarte y a tener más deseo sexual. No tiene nada que ver con la Viagra, y en realidad no entiendo por qué sólo se aplica a mujeres ya que su modo de acción no es específico de uno de los dos generos.

La pastillita rosa, Flibanserina o Addyi para las futuras amigas, no toca las hormonas que regulan parte de la sexualidad y que nos diferencian a hombres y mujeres. Toca el cerebro y su neurotransmisión. En concreto se mete a jugar con la dopamina y la norepinefrina y su efecto estimulante (también sexual) y con la serotonina y su efecto inhibitorio sexual.




Ya que dopamina y norepinefrina actúan de forma positiva en el impulso sexual, han decidido que la mejor forma de animar el asunto es aumentar su presencia en el cerebro y como la serotonina te suele inhibir las ganas de sexo, pues han decidido bajarla. Seguro que estas palabras te suenan más a psiquiatra que a sexo, y es normal. La flibanserina es un antidepresivo en esencia, y se empezó a explorar para ese perfil de trastorno.

Ahí precisamente radica el gran peligro de este nuevo lanzamiento farmacéutico que seguro que copará muchas portadas y mucha publicidad, pero que creo que no tendrá ningún recorrido como best seller. El hecho de aumentar la dopamina, como hace la cocaína o la anfetamina, tiene sus consecuencias. Igual ocurre con la norepinefrina, que es uno de los targets en la depresión. Y especialmente con la serotonina, que regula nuestro estado de ánimo de una forma muy compleja.

Como es lógico, ahora que se está armando la campaña para su lanzamiento futuro, los efectos secundarios de los que hablan son menores: somnolencia (posiblemente por la subida de serotonina, como ocurre con la MDAI) y desmayos. Debe ser serio, porque uno de los miedos era el efecto sobre la conducción. Pero yo entiendo que la cosa no queda ahí, ni mucho menos.

Los efectos secundarios serán, a la larga, los de otras medicaciones parecidas: antidepresivos. Cuando modificamos nuestra química con esas moléculas, modificamos nuestras ganas de reír, de comer, de salir con los amigos, de cantar o de llorar y quedarnos en casa sin ver a nadie. En una depresión, que es un trastorno grave y bastante incapacitante que casi todos los humanos pasan una vez en la vida al menos, está justificado usar algo para restablecer a la normalidad los neurotransmisores que están mal, al comparar los pros y las contras.

¿Pero lo merece para, teóricamente, aumentar el apetito sexual?
Si los efectos son somnolencia y en alguna persona un desmayo puntual, pues es posible que sí. Pero si los efectos secundarios pueden ser de todo el abanico de enfermedades derivadas de un desequilibrio en los neurotransmisores, podemos estar delante de una píldora que aumente la tendencia suicida, la depresiva, o que resulte en los efectos opuestos.

Lo que parece claro, es que el precio de entrar a tocar la química del cerebro con grandes medidas para conseguir pequeñas modificaciones en la conducta, nunca es igual a cero. Es posible que la flibanserina ayude a algunas personas con el sexo, sí. Tanto mujeres como hombres, aunque sea rosa y dirigida a ellas. E incluso puede que resulte un buen antidepresivo o un fármaco interesante para otros trastornos.

Antes de tomarla, mujer u hombre, plantéate si tomarías antidepresivos para mejorar -hipotéticamente- tu impulso sexual. 
Si la respuesta es NO, aléjate de la “viagra femenina”.





lunes, 14 de abril de 2014

Fumando parches de fentanilo... reduce riesgos!! Guía con fotos


Esta es la segunda parte del anterior post, que por razones de tamaño no entraba bien si no se dividía.
Espero que sea un manual de reducción de riesgos que resulte útil, en el manejo del fentanilo o de otras sustancias similares.

Espero que os guste.




GUÍA DE REDUCCIÓN DE RIESGOS
EN EL CONSUMO RECREATIVO
DE PARCHES DE FENTANILO


1- Lee y busca información sobre la sustancia, el producto concreto que tienes y certifícala mediante análisis si te es posible: busca todo lo existente al respecto, dosis, interacciones, efectos secundarios y las experiencias de otros que hayan descrito los efectos de la sustancia. Lee en muchas y distintas fuentes hasta poder hacerte con una idea que no esté influida sólo por una persona o grupo. Sé crítico en esa selección de información y conservador a la hora de aplicarla: siempre es preferible pecar de menos que de más cuando se trata de opioides.



Parche de 25 microgramos/hora que 
contiene unos 4'1 miligramos de fentanilo.


Y si no tienes la certeza de que el compuesto es aquel que tú crees y en las dosis que tú crees, tomar un compuesto sin analizar es un acto con cierto grado de suicidio implícito o de desprecio a la vida por parte de quien lo realiza. Seguir vivo depende de que no tomes la cantidad equivocada de la droga que no debías, y eso sólo lo puedes hacer mediante los análisis que ofrecen grupos de reducción de riesgos en drogas como AiLaket! en muchas ocasiones (no hay muchos grupos así en el estado).



Diviendo el parche una vez, trozos de 2 aprox. miligramos cada uno.


En este caso con el fentanilo -no con otra molécula de la familia por muy parecida que sea- debes saber que la dosis mínima habitual es de unos 50 microgramos por vía IV o IM (inyección, para dolor agudo o inducción de sedación/analgesia) para un adulto aunque se usa también en pediatría a dosis mucho más bajas, por la proporción del peso y con la necesaria individualización de cada paciente a ese fármaco. Pero dosis más bajas son activas también. 

Los parches actuales de matriz plástica y adhesivo de fentanilo (la presentación que hemos comprado en Silk Road) vienen en dosificaciones de 12, 25, 50, 75 y 100 microgramos de liberación a la hora (entendidos como cantidad expresada en base libre, que con moléculas así de potentes tienen importancia esos detalles) cuando el parche se pone sobre la piel. La vida media del compuesto oscila entre 3 y más de 8 horas dependiendo de la bioquímica de cada uno, pero por norma general su efecto es más corto que el de otros opiáceos como la morfina o la semi-sintética heroína.



Un trozo de parche con 2 miligramos, 
una mitad con 1 miligramo 
y 3 trozos con 1/3 de miligramo 
o 333 microgramos aprox. de fentanilo


La liberación expresada en el parche es una medida sólo útil para quienes lo van a usar en su forma transdérmico, ya que quien vaya a usarlo de otra forma, ha de contar con cantidades distintas.

El parche es una superficie plástica impregnada que libera en proporción a la superficie del mismo y de piel que toca, pero en el parche no hay la cantidad exacta que debe liberar en 2 o 3 días de uso transdérmico sino mucha más, para que la liberación esos días sea un asunto constante y que no se vaya reduciendo a medida que pasan el tiempo que ha de funcionar.



Otro parche de 25 mcgs/h.


Lo cierto es que cada fabricante de parches de fentanilo hace sus parches con una cantidad distinta (no suelen variar demasiado pero es importante saberlo) en el total que pone en el producto.

En este caso, buscamos el prospecto del esta presentación y vemos que cada parche de 25 microgramos a la hora trae 4'12 miligramos en total y el de 50 microgramos a la hora trae el doble, un total de 8'25 miligramos.


Divisiones de 1/2 parche, 
1/4 de parche y 
3 trozos de 1/12 de 
parche de 25 mcgs/h.


El antídoto, es como en los demás opioides, la naloxona IV, IM o nebulizada ya que no es activa por vía oral. Y al tratar con una sustancia como esta es muy recomendable que esté a nuestro alcance en manos de una persona que tiene el material y la pericia técnica como para utilizarla en una emergencia mientras llama a una ambulancia (siempre se avisa a personal médico tras la administración de naloxona ya que su efecto se va en pocos minutos).


Un trozo de 1/4 de parche de 25 microgramos/h y otro de 1/12.




2- Busca el lugar, el momento y las personas adecuadas: algo imprescindible con todas las nuevas drogas que vayamos a probar. En función del tipo de droga, el efecto esperado, los riesgos asociados y un grado extra sobre incertidumbres que siempre pueden ocurrir, debemos buscar el grupo o la persona con quien la tomaremos. 

Nunca es bueno probar una droga por primera vez sin supervisión de otras personas con cierta experiencia o, al menos, con ciertos conocimientos para saber cómo reaccionar si hubiera un problema. 




Trozo de 333 microgramos totales 
de fentanilo en parche 
sobre papel de plata 
listo para ser fumado

Hay que encontrar al canguro o canguros que nos den confianza para hacerlo y que al mismo tiempo puedan tomar el control y actuar si lo vieran necesario, y eso lo podemos encontrar en nuestro grupo de confianza. La persona o personas que escojamos tienen que saber qué droga y en qué dosis la vamos a tomar y la mayor cantidad de información útil que pueda servirles para reaccionar ante un problema.



El mismo trozo que había pegado 
en la foto anterior, ya fumado.


Es normal que muchas personas no quieran decir a nadie que toman drogas, o ciertas drogas, pero el riesgo que se asume quien se ponga a experimentar con fentanilo sin una cierta supervisión hasta que pueda decir que conoce a fondo es muy alto. En el mejor de los casos no necesitaremos a nadie, es cierto. Pero en otros podremos necesitar una ambulancia. 

¿Cuánto valoras tu vida? Cuenta siempre con una persona que esté ejerciendo la función de control, por tu propio interés, hasta que sepas con qué te estás metiendo exactamente.



Parche de 50 microgramos/hora 
que es el doble de grande 
en superficie que el 
de 25 microgramos/hora


El lugar también tiene su importancia. Encuentra un sitio donde no puedas ser molestado, donde no estés accesible para otros que no saben -ni tienen por qué saber- si estás colocado o no, y donde no haya materiales con los que te puedas hacer daño cuando estés bajo el efecto de un droga psicoactiva. 

Es bueno que el sitio nos haga sentir cómodos porque eso influirá en la experiencia y cosas como poder contar con nuestra música o nuestro cómodo WC pueden tener una importancia especial en esos estados.



Trozos con distintas dosificaciones de parches de fentanilo.


El momento acaba siendo un acuerdo entre las opciones y las posibilidades. Pero de todas formas recuerda que aunque un momento parezca el perfecto para experimentar con una droga, hasta el último instante eres un adulto capaz de decidir no tomarla, sin que eso represente ningún problema. Si por la razón que sea no quieres hacerlo, sea el momento que sea, siempre puedes (y debes) parar.



Manejando un parche de 50 microgramos/hora de fentanilo


Elige en función de la hora, de las llamadas habituales al móvil (un problema que antes no existía) y de todas esas mismas variables que tendrías que mirar para elegir qué 4 o 5 horas puedes tomarte para desaparecer para el mundo. Haz que todo lo que no es la sustancia en sí misma, sea algo pensado para darte tranquilidad y hacerte sentir cómodo durante la experiencia.


3- Prepara el material y retira el que no deba estar cerca de ti: llegado el momento prepara el material que vayas a necesitar, como en este caso se va a fumar el fentanilo sobre plata necesitaremos pues papel de plata, mecheros, unas tijeras para cortar las dosis y poco más. En este punto cabe mencionar lo especialmente interesante que resulta tener unas tijeras de punta sin pico, que no puedan clavarse.



Cortando el de 50 microgramos a la mitad.


Al estar consumiendo opioides es normal quedarse cabeceando o dormitando bajo sus efectos, y si eso ocurre mientras tienes unas tijeras en las manos (porque estabas cortando algo, como un parche) y caes inconsciente sobre ellas, puedes desde que no pase nada a sacarte un ojo, metértelas por el cuello o seccionarte un vaso sanguíneo y morir en pocos instantes. 

Esto que parece un consejo menor no debe ser tomado a la ligera usando un anestésico: son frecuentes los accidentes debidos a que la persona que estaba bajo los efectos y consumiendo se queda dormida de pie y en mitad de una frase, con todo lo que ello puede implicar de catástrofe.



Medio parche de 50 microgramos/h que equivale a uno de 25 microgramos/h.


Consideraciones similares se podrían hacer a todo uso de elementos peligrosos, punzantes o cortantes, grandes bultos, explosivos, combustibles, cocinas y laboratorios, otras drogas y alcohol, benzos y agonistas GABA especialmente -drogas depresoras del SNC- ya que no van nada bien con los opioides, vehículos, etc. Bajo el efecto de drogas así, debemos tener lejos todo material peligroso, porque nada bueno puede salir de mezclar ambas cosas.




Sujetando un trozo de parche para extraer el fentanilo.


Es un buen consejo tratándose de tijeras y consumo de fentanilo tener ambas cosas en sitios separados. Las dosis se pueden preparar en un lugar previamente y consumirse en otro.

Fíjate unos límites previamente (una vez que empiezas es más difícil) y dáselos a conocer a quien está a tu cuidado, incluso pactándolos previamente, para que no te deje consumir más allá de lo planeado en un primer momento.




Raspando ligeramente 
la superficie pegajosa del parche 
se despega la mezcla que 
contiene el fentanilo.


4-Entrando en contacto con la sustancia: siempre que probemos una sustancia nueva, y con más motivo cuanto más nueva sea en su estructura química y menos características podamos inferir previamente de otras sustancias análogas, debemos hacer una prueba de alergia

Nadie sabe si es alérgico a una sustancia, el veneno de un animal o una comida hasta que no entra en contacto con el producto.


Esa linea más oscura 
que cruza el parche 
es el pegamento de fentanilo 
que vamos retirando


La alergia es una reacción por la que el producto que consumimos provoca en el cuerpo la liberación de una serie de mecanismos inmunitarios que, lejos de ayudarnos, pueden poner en peligro nuestra vida y, dependiendo de la severidad de la alergia y la cantidad de alérgeno, matarnos en pocos minutos si no contamos con remedios y material para actuar. Las alergias matan (independientemente de cuál sea el alérgeno) por un choque anafiláctico y colapso orgánico, si no se tratan adecuadamente y rápido por personal entrenado.




El pegamento de fentanilo extraído 
ya fuera del parche, 
con un color oscuro.


Para evitar tomar una dosis activa de una droga que no sabemos si puede resultar un alérgeno para nosotros, tomamos como prueba una dosis NO ACTIVA para ver cualquier tipo de reacción que indique una reacción alérgica. En este caso, como la presentación es la de un parche, cortaremos una dosis ínfima, algo así como un trozo de 1 milímetro por 1 milímetro de parche (milímetro, no centímetro) y lo pondremos adherido sobre nuestra piel. 



Esa bolita oscura contiene unos 2 miligramos de fentanilo.


La cantidad de sustancia que el parche de ese tamaño liberará en nuestro cuerpo es insuficiente para provocar un efecto debido a la droga en sí misma, por lo que un fuerte enrojecimiento e hinchazón de la zona donde pusiéramos el parche al cabo de un hora o así sería la mejor señal de que ese parche contiene un alérgeno para nosotros (que puede ser el principio activo o no serlo y ser un excipiente, pero el riesgo es el mismo para nuestra salud). 

Si tienes una respuesta positiva en una prueba de alergia a una droga o a una mezcla preparada, nunca puedes tomarla, porque supondrá tu muerte, con casi toda seguridad, ya que ingerirás una cantidad masiva de alérgeno al consumirla.



Fumando un trozo de pegamento de fentanilo sobre plata.


En caso de que la prueba de alergia no presente ninguna reacción, entenderemos que en principio no estamos ante un alérgeno peligroso para nosotros y podremos seguir adelante con nuestro experimento.


El trozo de pegamento de fentanilo, 
ya fumado sobre plata.


5- Rutas y formas de administración: para empezar dejar claro que, aunque es posible extraer el fentanilo y usarlo inyectado, no aconsejamos que nadie bajo ningún concepto pruebe a inyectarse a sí mismo, o a otros, fuera de unas instalaciones hospitalarias con el material y personal adecuado. 



Estirando un trozo de 
pegamento de fentanilo...
tiene consistencia, eh?


El fentanilo es un opioide tan potente que no se administra a quien no tiene una larga experiencia con otros opioides, y sus riesgos fuera de un hospital son más parecidos a los de un anestésico general que a los de un simple agonista opioide.



Otro foto de consumo de fentanilo fumado.


De la misma forma que no recomendamos que nadie use derivados del fentanilo inyectados, lo mismo aconsejaríamos de otras sustancias, como puede ser el propofol, que nada tienen que ver con esa familia química, cuyos riesgos en la administración fuera de hospital lo hacen inadmisible (para el público en general) como droga recreativa.



Un trozo de parche de fentanilo 
sujeto sobre esparadrapo 
para que sea más fácil 
retirarle el principio activo 
mediante el raspado suave.


Pregúntenle a Michael Jackson –y eso que contaba con material de emergencia y un médico para él solito- que ni sus precauciones y su riqueza fueron suficientes para salvarle de que se quedase dormido para siempre, entre los 'sueños eróticos del propofol'.





Extrayendo hasta el borde 
el pegamento de fentanilo 
de ese trozo de parche.


Descartada toda vía con jeringuillas, nos quedan dos posibles vías: la oral/bucal y la pulmonar/inhalada.

Como estamos hablando de parches farmacéuticos de fentanilo, es posible recortar un trozo de parche con una cantidad conocida de principio activo. 

La operación es una simple regla de tres con el total contenido en el parche, la superficie total y la cantidad que deseamos tomar que nos darán como resultado los milímetros cuadrados (si operamos en esa unidad de medida) que necesitamos tomar. 

Si no sabes lo que es una regla de tres, deja de leer esto, no te acerques a las droga y busca alguien que te enseñe aritmética básica.



En la punta de la navaja, 
el resultado con un euro al lado 
para ver su tamaño.


Si recortamos un trozo del parche para usarlo por la boca debemos recordar que el 85% del fentanilo se destruye al pasar por el hígado si lo tragamos, así que el objetivo es que la dosis que hayamos decidido tomar pase por nuestra mucosa bucal, sin ser tragada. 

Masticando el parche y dadas las condiciones del medio (la boca) el principio activo se liberará mucho más rápido que cuando está sobre la piel (por la saliva y el calor) y parte irá a nuestro estómago con la saliva y otra parte será absorbido por la mucosa.



Intentando cortar en trozos 
el pegamento de fentanilo extraído.


El principio es el mismo que el de un secante de fentanilo o de otro compuesto análogo, pero teniendo en cuenta que del parche, por cómo está hecho, tardará más en liberarse (como ocurre con las piruletas faramacéuticas de fentanilo). Sirva como referente que cuando se venden secantes en Silk Road, dicen contener 200 microgramos (sin análisis que lo certifique no se puede aseverar).
Puede servir como dosis inicial, pero seguramente la mitad también serviría.



El resultado, 3 trozos desiguales.


Los efectos por vía oral, cuando se alcanza una dosis suficiente, son similares a los de otros muchos opioides, que anulan del dolor, disipan preocupaciones, relajan, producen una depresión general en el cuerpo en la que todo se ralentiza, y no sus efectos difieren apenas de otros compuestos como la morfina o la oxicodona. 

La mayor diferencia frente a otros opioides es que el fentanilo no suele producir estreñimiento sino que en ocasiones provoca diarrea. Lo opuesto a sus compañeros mórficos. Esto se debe a que el fentanilo apenas tiene acción sobre la motilidad intestinal, y al no reducirla el bolo alimenticio no llega a perder tanta agua como para producirse el estreñimiento.



Partir una sustancia que 
es pegajosa y pequeña, como un moco, 
no da para precisiones.


La otra vía es la pulmonar, vía que no se debe despreciar por su potencia y velocidad de efecto, y que tampoco presenta excesiva complejidad para usarse de forma casera. 

La forma más común de fumar los parches de fentanilo es recortar previamente el trozo o trozos que queramos en las dosis adecuadas, y posteriormente pegarlos (retirándoles el trozo de plástico protector) en un trozo de papel de plata, al estilo de los 'chinos' de heroína. Se les aplica calor con un mechero por debajo del papel de plata provocando la evaporación de los compuestos existentes.



Fijaos lo finos que son los parches de fentanilo.


Hay algunos textos que dicen que no es posible fumar fentanilo porque se destruye con el calor. Desconozco los porcentajes que se pueden destruir o no por calor, según si está en forma de base, de clorhidrato, de citrato, etc. Pero no tengo duda alguna de que el fentanilo que hay en los parches, fumado aplicándole calor sobre una superficie (la que sea) o en una pipa adecuada, es plena e intensamente activo: tanto como para poder dejarte inconsciente con una sola calada. Y mi impresión es que aunque la absorción pulmonar nunca es del 100%, no es mucho el producto que se puede destruir al aplicarle el calor y ser evaporado, por los efectos percibidos.



A veces las provisiones 
vienen de donde uno menos se lo espera, eh? ;)


6- Reducción de daños dentro del consumo pulmonar de fentanilo: al aplicar un trozo de parche sobre el papel de plata, aplicamos el pegamento que tiene el principio activo y también la matriz de polímero plástico. No he buscado estudios sobre la salud en cuanto a las ventajas o desventajas de fumar polímeros plásticos (como una bolsa de la basura) pero tengo claro que sus efectos sobre las vías respiratorias no pueden ser de ninguna forma buenos, ni para garganta ni para pulmones, ni para el resto del organismo al estar fumando lo que sale de la descomposición por combustión de un polímero plástico. Y mientras que en una dosis de parche puede haber -por ejemplo- 200 microgramos de fentanilo, a lo mejor hay 30 veces más de plástico, pero al fumarlo de esa forma, fumas todo lo que allí se produce. Un daño claro y algo que se puede evitar con poco trabajo y sin material especial.



Pegamento de fentanilo 
extraído de un trozo 
de parche con unos
2 miligramos de compuesto.



Con cuidado y buenas manos, podemos separar la capa adhesiva que contiene el fentanilo del parche de su matriz de plástico. De esta forma nos ahorramos fumar un montón de compuestos nada sanos y seguramente cancerígenos, o al menos reducimos su número de una forma apabullante.

Basta con poner el parche o una sección previamente cortada de él en función de la dosis final sobre una superficie dura e ir suavemente raspando su cara interna (la que tiene el pegamento) de forma repetida y en la misma dirección.



Debemos extremar el cuidado 
al tratar drogas así, 
porque en un trozo de ese tamaño 
hay suficiente fentanilo para matar 
a un humano o a tu mascota si lo ingiere.



Esto tiene que hacerse con el cuidado necesario para no atravesar el plástico, por eso no es buena idea usar elementos con punta, sino elementos lisos y no demasiado afilados. Nos puede valer una pequeña navajita o un cuchillo que no sea de sierra, para raspar hasta acumular todo el pegamento en una pequeña bolita, cuyo mayor parecido es con un moco de la nariz.


Recomiendo cortar previamente el parche en dosis intermedias, porque no es igual de preciso tener que hacer varios trozos de un parche plástico que tener que hacerlos de un moco pegajoso, con lo que a la hora de dosificarlo agradeceremos que se haya hecho sabiendo cuánto es el tope máximo de principio activo por cada trozo cortado y “pelado”. Dicho de otra forma: cuanta droga hay en ese moco.

Una vez realizado este procedimiento, obtendremos lo que llaman 'fenta-glue' o pegamento de fentanilo y que se puede usar para fumarlo sin tener que fumar la matriz de polímero plástico.



Fumando unos trozos de pegamento de fentanilo.


Llegados a este punto hay que incluir una reflexión para todos los que entren en contacto con estas drogas. Si en un “moco” del tamaño de una lenteja pequeña puedo juntar suficiente cantidad de algo como para matar a una persona, niño o adulto, a una mascota o a mí mismo, deberemos comportarnos con la responsabilidad que se deriva de estar manejando algo así de peligroso: máxima seguridad y nunca niños o animales cerca cuando manipulemos estas sustancias. 

Como adultos que somos, con nuestros actos tenemos derecho a poner en peligro nuestras vidas pero sólo si no ponemos en peligro la de terceross ajenos a nuestra actividad.


7- Efectos, efectos secundarios, primeras veces, tolerancia-adicción, experiencias de usuarios, combos con otras drogas y miscelánea diversa.

Si a pesar de haber leído todo lo anterior sobre estas drogas como el fentanilo, piensas usarlas y asumes el riesgo que supone usarlas, este relato te puede ser útil.

Los efectos del fentanilo, en una descripción rápida, son aquellos mismos de la heroína o de otros opioides similares, de forma mucho más potente que estos. Cabe destacar que el fentanilo es el opioide capaz de crear tolerancia a sus efectos más rápido: la dosis que hoy te puede tener horas cabeceando, en pocos días no te hará casi nada. Aunque como cada sustancia tiene sus propias peculiaridades.

Las primeras veces que se consume fentanilo fumado tiene una cualidad especial la experiencia. Tal vez sea parte de la expectativa pero hay facetas de su efecto que no se vuelven a repetir cuando el uso se hace crónico. 

Una de esas facetas que me sorprendió fue su capacidad para inducir estados entre la anestesia opioide y un mundo de visiones geométricas, de colores azules y amarillos predominantemente en mi caso, con relativamente poca cantidad del producto. 

En aquellos momentos, el término opioide psiquedélico me parecía divertidamente acertado. Ahora no creo que se le pueda poner dicho nombre, aunque reconozco que tiene algunas capacidades que no he visto en ningún otro opiáceo u opioide y sí las había encontrado en las mezclas orales de opio y hashís.

Como se ve en las fotografías, normalmente las dosis usadas para ser fumadas sobre plata rondaban los 350 microgramos en su peso bruto en el parche. Eran aproximadamente 1/12 (una doceava) parte de un parche que contiene 4 miligramos. El fentanilo tiene una dosis letal media (LD50) para humanos de 0'03 mg/kg. 

Eso quiere decir que para un humano de 70 kilos, una dosis de 2 miligramos, le da un 50% de probabilidades de salir vivo.
¿Cuánto son 2 miligramos en un parche? Pues en este tipo de parches, el principio activo que hay en medio parche de 25 mcgs/h o uno de 12 mcgs/h.

Por supuesto hablamos de dosis activas, contables, en sangre. Dos miligramos de fentanilo, que serían mortales para cualquier niño y para algunos adultos, si se ingieren y van al estómago, quedarán reducidos (por suerte) a unos 300 microgramos en su metabolismo hepático, y eso provocará un gran colocón pero no le matará.

En cuanto a la vía pulmonar, es difícil cuantificar la cantidad que estás absorbiendo del fármaco y cuánta se puede estar destruyendo o perdiendo al espirar el aire inhalado. Aunque existen inhaladores de fentanilo, no se pueden extrapolar sus datos a esta situación porque la forma de administración aunque es pulmonar también no es comparable. Pero tened en cuenta siempre que sus efectos duran como poco unas 2 horas (puede que hasta 3 ó 4) aunque el efecto máximo se nota sobre unos pocos minutos tras haber fumado un trozo. El efecto en general llega tan pronto como exhalas los vapores inhalados (igual que en el caso de heroína o cocaína). Este pico temprano de los efectos hace que la persona tienda a redosificar repetidas veces, sin ser muy consciente (o nada consciente) de que va acumulando fentanilo en su sangre.

A diferencia que con la heroína, que vas fumándola pero puedes ir viendo como progresivamente vas metiéndote más en un estado de semisueño y cabeceo, con el fentanilo esa progresión no queda tan fácilmente a la vista. Más bien tiende a ocurrir que en un inadvertido momento, en que tu cuerpo ha alcanzado una cantidad determinada de fentanilo en su sistema, se comporta como el anestésico que es, dejándote fuera de combate... por unos minutos, unas horas, o para siempre (eso dependerá de la dosis, entre otras cosas).

Por decirlo de otra forma, hay dos maneras de consumir el fentanilo: una sería buscando un cierto estado opioide en el que estar activo y disfrutando del mismo, y la otra es la que te lleva directamente a la inconsciencia fisiológica.

Lo lógico es utilizar la cantidad dispuesta previamente y no hacer excepciones posteriores cuando se está bajo el efecto de la droga, pero por experiencia he visto que la tendencia a redosificar con una nueva calada de la droga es muy alta y es bastante sencillo llegar a quedar inconsciente, con un cigarro metido en una oreja o en el pelo, o con las tijeras sosteniendo tu cuello... hablamos de situaciones que son tanto o más peligrosas que las del efecto fisiológico de la droga y que no se deben despreciar, situaciones en que podemos matarnos o provocar un incendio. 

La necesidad de una persona que esté al cuidado y control de nosotros es máxima cuando nos acercamos a drogas de esta potencia las primeras veces, y puede salvarnos la vida su presencia.

Otra cosa que refieren los fumadores de fentanilo son los fuertes vómitos y náuseas que provoca, que muchos asocian y atesoran como las primeras veces que les ocurrió cuando consumieron heroína. Es cierto que el fentanilo, en cuanto sobrepasas una cierta cantidad, estimula el vómito hasta vaciar tu estómago, tu vesícula biliar y cualquier otro órgano vaciable de tu interior. Y es cierto. Este es uno de sus mayores peligros.

El fentanilo provoca vómitos intensos y repetidos que no permiten tener nada en el estómago. Si esto nos ocurre cuando estamos inconscientes debido al efecto del fentanilo, podemos morir por asfixia al aspirar nuestro vómito

Es recomendable tener el estómago totalmente vacío antes de fumar fentanilo para evitar situaciones de peligro de muerte. Esto es una de las principales cuestiones a vigilar por quien esté cuidando a la persona, que no quede dormido boca arriba y que pueda asfixiarse con el vómito.

¿A qué grado de inconsciencia se llega fumando fentanilo? A uno muy alto. Es un anestésico, y mata con relativa facilidad. Nunca lo olvides.
Por mi experiencia si alguien te toca o te llama (y no estás en sobredosis) te despiertas aunque te puedes volver a dormir en unos segundos, pero seguramente con mayores dosis esto no sea así.
¿Cómo saber si una persona está dormida o está a punto de morir por una sobredosis de fentanilo?


Trozo de pegamento de fentanilo 
dispuesto al lado de un tubo
 sobre plata para ser fumado.


Es una notable pregunta ya que es frecuente que los usuarios de fentanilo fumado caigan en esos estados de inconsciencia, normalmente en la cama, y que con la frecuencia uno aprende a ver venir y adquiere cierto manejo sobre ellos (siempre limitado). 

Pero para el cuidador puede ser un problema decidir si ha de llamar a una ambulancia tras administrarte la naloxona si es que la tiene disponible, o si por el contrario estás en uno de los lugares oníricos que recorres bajo los efectos del fentanilo.

Como consumidores siempre hay tener que tener en cuenta que la persona a nuestro cuidado debe tener la última palabra si es de nuestra confianza y tiene las instrucciones oportunas (si no es así, no merece la pena como cuidador). 

Y siempre que una persona está en un estado de inconsciencia en que no responde a estímulos (que te agarren, que te griten, que te den un par de tortas como último recurso de prueba) se debe avisar a una ambulancia y procurar mantener al paciente en una posición tumbado sobre su costado y de lado, para que en caso de vómito las vías aéreas estén despejadas y no se provoque las asfixia. 

El control y la vigilancia ha de ser constante. En caso de que esta situación se haya provocado por el abuso de un opioide (el que sea) y si disponemos de el antídoto naloxona, bien en forma inyectable o en forma de nebulizador y sabemos cómo usarlo, es el momento de hacerlo para salvarle la vida a la persona sin olvidar de llamar al 112 inmediatamente después y mantenerse al lado de la persona procurando mantenerla lo más despierta posible, con todo tipo de estímulos molestos que sirvan para aumentar su nivel de activación y ayuden a evitar morir dormido.

En caso de duda siempre es preferible pecar de excesiva protección que de lo contrario: si no estás seguro, llama a los servicios de emergencia. Nada te pasará a ti o a la persona por nada de lo que estáis haciendo. Esto no es como los USA donde en muchos lugares la gente no llama a las ambulancias para no ser detenidos y encarcelados después, por ser consumidores de drogas. Esto todavía no es USA y la vida de una persona no está por encima de sus conductas con las drogas.


En cuanto a combinaciones de fentanilo con otras drogas, está totalmente desaconsejado mezclar fentanilo con otros opioides, benzodiacepinas, barbitúricos, agonistas GABA, alcohol y otros depresores. El efecto sinérgico potenciará los efectos de ambas drogas, moviendo lo que sería una intoxicación de nivel X a ser una intoxicación de nivel 10 veces mayor.

La mayoría de las muertes en las que hay opioides implicados, cuentan también con benzodiacepinas y alcohol en la mayor parte de los casos. El uso de benzodiacepinas es especialmente peligroso y desaconsejado (incluso para los que tienen tolerancia a las mismas) en la mezcla con fentanilo. Mezclarlas conduce a la muerte con facilidad.

La mezcla de fentanilo con estimulantes presenta características similares a otros ejemplos de 'speedball' bien sean con cocaína o con anfetamina u otro estimulante, en los que los límites habituales de ambas drogas se exceden con el apoyo y efectos de la mezcla de estimulante y depresor. 

Es una práctica peligrosa sobre todo cuando los efectos del estimulante son de duración más breve que los del depresor, porque cuando el efecto del estimulante desaparezca nos veremos sobrepasados por el efecto del opioide que aún tenemos activo en nuestro cuerpo y en ese momento podemos encontrar una sobredosis que antes no hubiéramos visto venir.

No puedo hablar de la combinación de fentanilo con disociativos, psiquedélicos y entactógenos porque la desconozco. Lo más psiquedélico que he tomado junto con el fentanilo es cannabis.

El cannabis se merece un apartado en este punto. Si bien es una droga que comparte acciones depresoras sobre el SNC y es evidente que potencia los efectos del fentanilo -se tome por la vía que se tome- como ocurre con otros opioides, tiene la ventaja que ser un estupendo antiemético (evita los vómitos).

A la hora de probar por primera vez algo no recomiendo nunca que se mezclen dos sustancias, pero posteriormente y si la persona tiene experiencia con el cannabis, podrá aprovechar sus características para evitar convertir la experiencia en un cuadro de vómitos que no lo hacen nada agradable. La mejor forma, según mi experiencia, de usar el cannabis para evitar los vómitos no es fumar a la vez que se fuma la otra sustancia, sino haber fumado previamente y haber dejado que los efectos psicoactivos se desvanecieran en su mayor parte o totalmente antes de fumar. 

De esta forma los vómitos pueden ser evitados y además, es necesaria menor cantidad del opioide para conseguir los mismos efectos.



Si ya estamos vomitando tras haber fumado fentanilo, lo mejor es dejar de consumir durante al menos un par de horas y no intentar fumar nada más en ese estado porque en un primer momento el efecto del cannabis al aumentar sinérgicamente la potencia del fentanilo, aumentará los vómitos. En cuanto al tabaco/nicotina, no he notado interacción alguna ni tampoco un cambio en el apetito a la hora de consumir nicotina.

El fentanilo fumado de esta forma, a pesar de su potencia, es una sustancia que pide redosificar varias veces, y cada vez de forma menos consciente de su acumulación en nuestro cuerpo. Bajo los efectos del fentanilo es muy común saltarse las normas establecidas por nosotros mismos en cuanto a los límites marcados previamente a su consumo. 

La figura de un cuidador al que respetemos (y se pueda hacer respetar si nos ponemos tontos) es esencial para no caer en una espiral de redosificaciones de dosis sucesivas que han llevado a muchos usuarios de esta droga a morir. Y no eran "novatos que no sabían lo que hacían". De hecho el fentanilo sólo debe ser consumido por aquellos que tienen una amplia y fuerte tolerancia previa al uso de narcóticos agonistas opioides. 

Si crees que no puedes morir porque una sustancia determinada la consumes fumada, te equivocas: matarse usando fentanilo de forma recreativa, fuera del control y las pautas de un especialista, es bastante sencillo. 

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Symp.
Cuidaos. Sos queremos.

PS: Muchas gracias a David Nutt y al Comité independiente de científicos que están en @Drug_Science por la difusión del anterior artículo. Thanks a lot!! :)