viernes, 16 de octubre de 2015

Sacando drogas del baúl de los recuerdos: la MBDB

Este texto fue publicado en VICE y esperamos que os guste.


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La MBDB.

¿Qué droga -de las que conoces- no es fácil de conseguir y te encantaría volver a tener a mano?

No es fácil pensar en alguna droga que fuera más fácil conseguir en el pasado que ahora, con la desmedida oferta que tenemos de sustancias legales e ilegales. Me vino a la cabeza por un momento el Khat, una planta que contiene un estimulante de uso común en ciertas zonas de África y que aparecía entre los bienes de los piratas que asaltaban el barco de Tom Hanks en “Náufrago”. Fue interesante tomarla, pero no fue una experiencia magnifica que quisiera repetir y no pudiera hacerlo; fue divertido y curioso. En UK donde era legal y muy barata hasta hace poco, se hacían batidos (puag) con la planta entera y se los bebía antes de salir de casa a modo de "MDMA natural".

Pero no eran esas plantas medio mustias que viajaron -desde Yemen a UK y de UK a Madrid. El mejor recuerdo lo tengo de una sustancia totalmente sintética, que surgió en el mercado cuando empezaron las restricciones y prohibiciones que pondrían en problema el abastecimiento de MDMA: la MBDB o Edén.




Edén, no parece una mala descripción para sus efectos. Dice la RAE que edén, aparte del paraíso primigenio antes de la desobediencia de Adán y Eva, es un “lugar muy ameno y delicioso”. Y el nombre, quien quiera que se lo puso -ya citado en 1991 por Shulgin en PIHKAL junto con el nombre de Metil-J que le puso Sasha- había tenido contacto con sus efectos. Resulta algo complejo describir los efectos sin caer en los tópicos propios de la MDMA, porque son realmente similares, pero no iguales. Su creador es el avezado químico David Earl Nichols, padre de otras sustancias psiquedélicas como la MDAI. También quien acuñó el término “entactógeno” que describe el efecto de estas sustancias, que tienen como característica común el facilitar el contacto profundo entre sujetos -o con partes poco accesibles de uno mismo- a nivel emocional.

En una ocasión que me preguntaba un conocido psiconauta por la diferencia entre ambas, la metáfora que resultó más oportuna fue la siguiente: “Imagina como te sientes cuando, tras meses o años de espera y trabajo, estás en una gran noche a punto de acostarte por primera vez con una pareja que has deseado de forma intensa. Esa sensación, con todo lo que tiene de estimulante, sería la MDMA. 

Ahora imagina como te sientes cuando ya has pasado la intensa emoción de 'estar a punto de' y reposas al lado del cuerpo de tu pareja deseada, tras un par de orgasmos mágicos: eso es la MBDB!!

¿Te gusta más que el éxtasis o MDMA? Sí. Me gusta mucho más, o mejor dicho, me gustó mucho más. ¿Dónde la puedo comprar? ¿Tengo que irme a los recónditos mercados de la darknet y pagar con Bitcoin para no ser rastreado? 

Pues creo que, a día de hoy, no tengo fácil respuesta para ello. Ni tampoco una explicación que me convenza, sobre la falta de esta droga en el mercado negro o blanco, porque es -a día de hoy- una sustancia totalmente legal en prácticamente todo el planeta y, desde luego en Europa.

La MBDB o Edén es una de la variantes más lógicas de la MDMA, químicamente hablando, y no es más que un MDMA al que se le ha añadido un carbono más al grupo metil de la estructura anfetaminoide del éxtasis. Esa variación mínima, tiene su correlato en los efectos. Pero no deja de ser algo “muy parecido”. 




Cuando los sistemas de detección de nuevas drogas, que se pusieron en marcha en todo el mundo tras la prohibición de la MDMA y la subsiguiente explosión de este compuesto por todos los rincones del planeta, empezaron a detectar los primeros cambios sobre la molécula. Pronto encontramos variedad en esas sustancias, que venían a imitar o a sustituir a la prohibida MDMA. Entre las primeras que aparecieron estaba la MDE o Eva, la MDA que era el precursor no metilado de la MDMA y que resulta más psiquedélico -ilegal desde 1970- aunque sin perder su parte “entactógena”, y la MBDB que sintetizó Nichols y dio a probar a Shulgin, quien difundió sus propiedades. La MDA y la MDMA estaban ya prohibidas, la MDE fue pronto incluida en las listas negras de sustancias, y la MBDB se puso bajo observación.

¿Cómo que bajo observación? Pues sí, fue la primera sustancia que el EMCDDA -Comité Científico del Centro para Monitorización de Drogas y Adicciones de Europa- tuvo a bien en 1998 someter a su evaluación tras que le fuera requerido por el Reino Unido, en aquel momento ocupando la presidencia de la Unión Europea, sobre si era necesario prohibirla y con qué rapidez. La respuesta no fue lo que se esperaba: dicho organismo estudió lo que se conocía de la MBDB o Edén, y acabó por determinar que no veía necesaria la prohibición de la misma, ya que ni se había podido probar que fuera especialmente adictiva ni peligrosa, y que de serlo lo era por debajo de los niveles de la MDMA en las mismas áreas.

No fueron los únicos. Tras eso, se intentó algo similar en USA y también a nivel internacional, en el que intervinieron con una carta desde el Centro de Libertades Cognitivas personajes como Shulgin, Jonathan Ott o Thomas Szasz, haciendo hincapié en la falta de buenas razones para prohibirla (realmente las mismas que se podrían argumentar para la MDMA). 


El resultado fue poco común, ya que los expertos de la OMS dijeron que: “aunque la MBDB es, tanto estructural como farmacológicamente hablando, similar a la MDMA, los limitados datos disponibles indican que sus efectos estimulantes y euforizantes son menos pronunciados que los de la MDMA. No ha habido informes sobre efectos tóxico o adversos a la MBDB en humanos. Los datos de las fuerzas de seguridad sobre el tráfico ilícito [¿?] de MBDB en Europa apuntan que la disponibilidad y abuso puede estar declinando tras un pico en la última mitad de los años 90. Por estas razones, el comité no considera que el peligro por abuso de la MBDB constituya un riesgo a la salud pública, por lo que NO RECOMIENDA SU PROHIBICIÓN.

Sí, aunque suene raro, la OMS no recomienda que se prohíba. No la ve peligrosa como para ello. Y eso es una gran noticia de cara al utópico día en que se planteen una regulación sensata de las drogas, porque esas sustancias que todavía no han sido prohibidas, serán las que tengan una mayor posibilidad de ser puestas en juego. Y creo que la MBDB, el Edén de Nichols, es una gran sustancia y que no necesita “ser parecida al MDMA” para que pueda ser valorada en sí misma. 

Si la MBDB es legal (no está prohibida) y tiene unos efectos similares a los del prohibido MDMA, ¿cuál es la razón de que no esté en el mercado? Tenemos sustancias de todo tipo, mucho más peligrosas la mayoría, vendiéndose como “legal highs”. Pero no encontramos, ni en los mercados de la darknet, la poco dañina MBDB. De hecho, cuando se encuentra, se vende como MDMA.

Mi primera experiencia con el Edén o MBDB fueron unas cápsulas vendidas como “Californianas” con un compuesto de color entre crema y marrón claro, algo grumoso y sin olor. El sabor era similar al de la MDMA pero con un aspecto que recordaba humedad, como si estuviera escondida dentro de la propia molécula. Tiempo después un amigo sintetizó unos gramos de MBDB y pude recibir otras dosis de regalo. 

La última vez que pude conseguirla fue a través de un proveedor chino, un químico fino filipino, que tanto te sintetizaba el mejor 2C-B ilegal como te hacía unas dosis de MBDB legal y te lo hacía llegar, tras pago vía Western Unión, discretamente entre documentos con una empresa de mensajería. No existía Silk Road, pero había otras cosas similares (foros privados). 

¿Por qué me gustaría mucho tenerla a mano de nuevo? Era una puta gozada. Recuerdo haber pensado bajo su efecto que algo tenía que estar pasando en mi cerebro que fuera similar a lo que hace que los gatos o los perros se retuerzan de gusto con unas caricias. 

Aunque la MDMA me gusta, tiene una parte que me tira para atrás: el subidón. No me va el rollo estimulante, no me gustan las taquicardias, no me tiro a la pista a bailar. La MBDB subía mucho más suavemente, no te hacía perder la cabeza -no se te iba la pelota- como se te puede ir con MDMA, sino que era mucho más manejable. 

Creo que la MBDB es la droga perfecta para darle a la gente mayor que no ha experimentado nunca con MDMA. Pero no invoca un gran espacio de comunicación, de revelación de secretos nunca dichos, de sinceridad torrencial. La MBDB o Edén es la droga más “tacto” que conozco. Se podía tomar estando solo pero no tardabas mucho en estar metido en la cama, frotándote de gusto contra las sábanas. Necesitas tocar. Es una droga para tocar, y tomada con una pareja que esté acostumbrada a ese tipo de drogas entactógenas, es realmente algo parecido al edén: todo muy ameno y delicioso. El tema sexual no va mejor que con la MDMA, no es una droga genital y no ayuda al tema fisiológico, pero en la esfera de la intimidad y sobre todo para personas que -más que usar la boca para hablar- lo que necesitan es aprenderse los mapas de su piel y de la de su pareja, me parece que es una droga que no tiene rival.


Perfecta para amantes, para los que no tienen nada que decirse con palabras, pero no quieren dejar de usar la boca y la lengua sobre el otro. Perfecta para hacer del cuerpo de tu pareja una gran geografía lúdica. Qué bien suena que te digan el oído: “...déjame que chupe todos los centímetros de tu piel, porque estoy empapada de MBDB...” 

¿Algún químico inteligente nos está escuchando? 
Sin duda es una gran sustancia, legal y bastante segura.
Y está pidiendo ser “desenterrada”.

viernes, 9 de octubre de 2015

Cáncer y cannabis: Rick Simpson y su aceite

Este texto fue publicado en Revista Yerba y esperamos que os sea útil y os guste.

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Cáncer y cannabis.


La planta del cannabis es una fuente farmacológica natural con miles de años de uso, que ha ido adaptando su relación con los humanos (como han hecho otras plantas) a través de la selección y la cría de variedades escogidas para distintos fines con razones farmacológicas (de distintos efectos sobre fisiología de la persona) principalmente en ciertas variedades de cannabis -el psicoactivo- y buscando la producción de fibra en otros casos -como el cáñamo no psicoactivo.

En la selección que el cannabis psicoactivo -el farmacológicamente más activo- ha ido teniendo en su cría por el hombre, se seleccionaron ejemplares resistentes y productivos aclimatados a las zonas de cultivo pero al mismo tiempo con necesidad de una buena calidad, que le otorga un valor especial a nivel económico. Variedades más aptas para producir hashís, otras para la yerba. Unas más “cerebrales” y otras más “físicas”. Unas más estimulantes y otras más narcóticas.

Esas diferencias genéticas se expresan en su fenotipo y también en la fitoquímica de la planta. Cambia su coloración y sus pigmentos de una variedad a otra, pero también su principal producto de interés, que son los cannabinoides naturales. Son los responsables de que los efectos psíquicos y fisiológicos cambien de una planta a otra. Los más conocidos son el THC o tetrahidrocannabinol, el CBN o cannabinol y el CBD o cannabidiol.




Los usos terapéuticos que el hombre ha ido dando al cannabis a lo largo de su historia son de lo más variado y nos han llegado -muchos de ellos- a través de las investigaciones de antropología y etnomedicina relacionadas con esta planta, así como de cierta tradición oral que quedó bastante soterrada tras el inicio de la cruzada prohibicionista.

El cannabis se ha usado contra el dolor -con especial mención al de origen neuropático- de todo tipo, para frenar las náuseas y los vómitos, contra la espasticidad, haciendo frente a la anorexia por sus propiedades estimulantes del apetito, para el glaucoma que va dejando ciego aumentando la presión dentro del globo ocular, como ayuda frente a adicciones, ante el insomnio, para la epilepsia -campo en el que está cosechando grandes éxitos en tratamientos con niños resistentes a otros fármacos- o para el prurito o picor derivado de una función deteriorada por daño hepático, por poner algunos ejemplos que son ampliamente conocidos aunque no todos ellos estén soportados por pruebas científicas consistentes. Esta falta de datos realmente fiables, en buena medida, se debe a la prohibición sobre la planta que ha lastrado décadas de investigación y aplicación médica.


Y se ha usado para el cáncer.

Todos sabemos que el cannabis se usa “para el cáncer”; es uno de los “conocimientos asumidos” por el común de la sociedad. Algunas personas, enfermos a los que he facilitado el acceso a una correcta administración, tenían frente al cannabis un miedo similar al que la gente tiene a la morfina. Lo tenían asociado -injustamente- con la imagen de una sustancia tan adictiva y potente que sólo se “autorizaba” a los que iban a morir. Prácticamente el mismo mito que con la morfina, salvo que ésta sí es adictiva y que suele acompañar procesos terminales, recetándose con escasez para problemas de otra índole.

Otras personas piensan -más acertadamente- que se da para mejorar el apetito y reducir las náuseas en personas que, si bien tienen un proceso que es oncológico, necesitan de la ayuda del cannabis para soportar los efectos secundarios -muy groseros en ocasiones- que provocan los fármacos usados en quimioterapia a algunos pacientes (no a todos).



Y existe un grupo, dentro del colectivo global de usuarios de cannabis, que afirman propiedades curativas sobre el cáncer. Dentro de este grupo, hay personas que han mezclado muchas informaciones distintas y se han hecho una idea equivocada de las actuales posibilidades del cannabis en ese campo. Estudios y trabajos que, hace casi 10 años ya, afirmaban la capacidad de los cannabinoides para inducir la apoptosis celular -suicidio celular programado- en células cancerosas del tipo de los tumores pancreáticos, o en los agresivos glioblastomas cerebrales humanos o gliomas en animales como los que estudió el español Manuel Guzmán en un trabajo -conectado originalmente con un estudio de 1974 sobre células cancerosas y cannabis. Dicho estudio se llevó a cabo en un hospital de Canarias donde varios pacientes que habían sido operadores de tumores, fueron preparados para llevar un catéter a la zona operada que posibilitase la administración de los compuestos experimentales, algunos naturales y otros sintéticos y creados por farmacéuticas. Aunque parecía existir más interés por los métodos de administración de compuestos que son lipófilos (se disuelven en grasas pero no en agua) a las distintas zonas de acción de los tumores, sin provocar efectos secundarios graves, pero dentro de un dispositivo totalmente hospitalario y experimental. Fases de lo estudios que, con suerte, consiguen ofrecer algo nuevo y su forma de aplicación con grandes esfuerzos y años de trabajo.

Estos estudios saltaron a los medios hace años cuando se supo que ciertos cannabinoides -administrados en ensayos experimentales- parecían acabar con algunos tipos de células de cánceres que, en muchos casos, una vez diagnosticados su pronóstico suele rápidamente fatal. El que muchos enfermos tuvieran acceso a esa noticia científica les hizo adoptar la esperanza que eso suponía para su enfermedad, pero no para su tiempo: eran estudios experimentales aún y no fármacos aplicables a humanos, por los riesgos y problemas éticos que hacer eso conlleva. Pero muchos enfermos quisieron ver su esperanza en ello, llegándose a ver casos de personas que se ofrecían como cobayas, sin esperanza de sobrevivir pero con la voluntad de servir -al menos- como ayuda a la cura de otras personas con su mismo mal. No es raro si pensamos que muchas de estas personas medían ya el resto de sus vidas en meses o semanas, y sentían que no tenían nada que perder. No eran pacientes siquiera aceptables como cobayas sabiendo que iban a morir, ya que la ética médica y legal del momento ni lo llegaba a considerar. Una paradoja: condenados a una muerte segura pero con el impedimento legal de donar su cuerpo -y su vida- a un estudio médico que salve a futuros pacientes.



Es cierto que los cannabinoides -los que se sacan del cannabis, son unos 85 distintos, pero no sólo ellos- pueden resultar útiles para tratar experimentalmente ciertos tumores con grandes resultados, pero el salto de lo experimental, in vitro o in vivo, a lo clínico es un salto de muchos años y grandes costes. Sobre todo -en este caso- porque los cánceres suelen ser de tipo interno y eso hace complicada la administración efectiva de estos fármacos, sin causar mayores daños que los que se pretenden subsanar.

El cannabis no cura el cáncer. Los compuestos que actúan sobre los receptores cannabinoides -naturales o sintéticos- tienen propiedades útiles sobre algunos tipos de esas formaciones tumorales que llamamos genéricamente cáncer. Pero, como regla general y válida por el momento, el cannabis no cura el cáncer en humanos hasta donde sabemos -científicamente- a día de hoy.


El caso de Rick Simpson y su aceite.

Rick Simpson es un canadiense que en el año 1997 llevaba 25 años trabajando en un hospital como personal de mantenimiento. Su trabajo era cubrir amianto -un material muy tóxico para el ser humano- con una cinta mediante la ayuda de un aerosol que permitía la unión de ambos materiales. La pega es que dicho aerosol era muy tóxico si se producía una inhalación lo suficientemente profunda, y aquello acabó ocurriendo. Rick aspiró una cantidad alta del aerosol y eso le dejó inconsciente en segundos y colgando de unas tuberías que, de haber estado encendida la caldera que las alimentaba, le hubieran causado la muerte por abrasión al estar inconsciente. Cuando despertó, se arrastró como pudo y pidió ayuda, siendo llevado al hospital inmediatamente y tratado con oxígeno por los daños en el sistema respiratorio.

Aunque no era lo único dañado. Rick fue dado de alta en horas y enviado a casa, cuando a los pocos días empezó a sentir un ruido en el oído. El ruido fue in crescendo hasta alcanzar los 93 decibelios de sensación y fue la primera señal de que el gas del aerosol había dañado el sistema nervioso causando daños de tipo neuropático, en los que se envían señales sensitivas o motoras a distintas partes del cuerpo y sentidos que no corresponden con lo que se vive en el entorno, como un ruido insoportable sin origen en el exterior. En pocas horas estaba en el hospital de nuevo y lo trataron con carbamacepina (Tegretol), un fármaco común para dolor y problemas neuropáticos.




Tratado pero no solucionado el problema, Rick en el año 2001 era un zombi por los efectos de la medicación que le daban. Acudió a su médico, el cuál le había denegado, años atrás, el acceso al cannabis terapéutico bajo la premisa de que dañaba el tejido y la función pulmonar al fumarse. Rick le planteó la posibilidad de usar cannabis como aceite para no dañar al pulmón, cosa que el médico aceptó como menos nociva que fumar pero siguió negándose a recetarle cannabis terapéutico. La situación de Rick no parecía tener más abordajes posibles, así que una vez que había explorado lo que la medicina clásica le ofrecía, decidió por su cuenta y riesgo abandonar toda medicación y empezar a tomar únicamente un aceite de cannabis.

El resultado fue notable: el ruido que escuchaba no desapareció pero se hizo tolerable, bajó peso que le sobraba, mejoró su sueño -que estaba muy deteriorado- y bajó su presión sanguínea. El aceite de cannabis se hizo parte de su dieta inmediatamente por la calidad de vida que le aportaba.

Poco después, en el 2003, Rick se enfrentaba a su cáncer. Un melanoma, un cáncer de piel, que en principio se enfrentó con cirugía. Rick tenía 3 puntos peligrosos en su piel, 2 en la cara y 1 en el pecho. Se retiró uno de la cara, que tras la operación no cicatrizaba bien y supuraba pus, y los otros dos se retirarían más adelante. Pero Rick recordó el estudio de 1974 sobre cáncer y cannabis, y ya que lo tenía a mano pensó en darle a sus dos puntos afectados de melanoma una aplicación tópica. Así lo hizo, y las cubrió con venda. A los 4 días cuando retiró los vendajes, las dos zonas afectadas habían hecho desparecer el daño. Tan impresionado quedó que, al cabo de unas semanas, cuando el melanoma que había sido retirado quirúrgicamente se reprodujo, volvió a probar el mismo método y en pocos días estaba curado. Un cáncer de piel.

Lo primero que quiso hacer Rick fue compartir su descubrimiento y acudió a su médico y siendo atendido por su esposa, quien al escuchar hablar de “aceite de cannabis” rápido despachó a Rick diciendo que el doctor ni le daría eso, ni hablaría con él sobre ello, muy alterada. Rick comprendió que estaba solo con su descubrimiento. De ahí trató con el aceite a su madre para problemas de piel crónicos que sanaron rápidamente y pronto estaba compartiendo su conocimiento y su aceite con más de 50 personas para distintas dolencias, siempre de piel y uso tópico. Era sólo cuestión de tiempo que probase con cánceres internos, y así lo hizo, consiguiendo grandes mejorías y aumentos en la calidad de vida de las personas que lo recibían. Hasta que trató con éxito a una mujer con un cáncer de cuello de útero que quiso contarlo a los médicos. La agradecida paciente quiso contarlo y lo hizo ante la “Royal Canada Legion” que es una organización que cuida de los veteranos militares en el país. Pero lo que en principio fue bien, terminó mal con los dirigentes de dicha organización y la cosa empeoró mucho cuando, empeñado en compartir su conocimiento, envió un vídeo a las autoridades sanitarias que provocó una redada en su casa de donde le quitaron más de 1500 plantas de su jardín y fue acusado formalmente de cargos penales por cultivo y tráfico de cannabis, por primera vez.

El juicio en 2007 estaba sentenciado. A pesar de las declaraciones de 48 pacientes que Rick aportaba y no fueron admitidas, a pesar de que no se les dejó testificar, a pesar de que los expertos en cannabis enviados por el gobierno fueron desacreditados suficientemente por él ante la sala, fue condenado. El juez a la hora de imponer la sentencia dijo: “En mis 34 años de experiencia en el sistema legal no he visto jamás un caso como este. No hay intención criminal.” y aceptó que existía una evidencia médica que respaldaba lo que Rick estaba llevando a cabo. Pasó de enfrentar 12 años de prisión a pagar una multa de 2000 dólares, gracias a que el juez había ganado algo de conciencia durante el juicio. Rick, ante la situación que se le planteaba al magistrado le preguntó: “Si su hijo mañana recibiera un diagnóstico de cáncer... ¿le gustaría tener esta opción disponible?” y el juez no pudo sino agachar la cabeza y dar la sentencia menos dañina posible. Aún así Rick afirmó, tras ser condenado, que si alguna vez ser ciudadano de Canadá había significado orgullo para él, esto ya no sería así nunca más. Pero su método se hizo tan popular que, incluso en los mercados de bienes prohibidos que hay en la darknet -como el extinto Silk Road- invisible al Internet normal, es sencillo encontrar en venta preparaciones de este aceite con el nombre comercial de aceite de Rick Simpson.


¿Entonces el cannabis puede curar el cáncer o no? 
¿Qué dice la ciencia?

Pues la ciencia lleva muchos años demostrando que los cannabinoides pueden curar o mejorar varios tipos de cáncer, al menos actuar inhibiendo su crecimiento o incluso provocar su muerte celular o apoptosis. Los cánceres son patologías muy distintas que tienen orígenes y desarrollos totalmente distintos unos de otros, y lo que puede ser bueno para un tipo de células cancerosas puede ser malo para otras. Esto lleva ocurriendo muchos años ya, pero el clima prohibicionista y la íntima relación entre financiación de estudios y autoridades estatales han hecho que los resultados positivos fueran siempre minimizados y desincentivados, buscando siempre justificaciones para mantener la guerra contra las drogas y su hipercostosa maquinaria.

Hasta que este abril, el NIDA o “National Institute on Drug Abuse” de los USA dejó pasar, como correcto, un estudio que reconocía la capacidad de dos compuestos del cannabis, el THC y el CBD, para combatir algunos de los tipos más agresivos de cáncer cerebral. En experimentos con ratones tratados a la vez con radioterapia, no en humanos aún. Pero abre la puerta al aceptar las posibilidades médicas de dichos avances. Parece poca cosa, pero decir NIDA en materia de drogas, es como mentar a la Santa Inquisición en casa de un hereje, o así ha sido hasta ahora: el enemigo más fiel y mejor financiado de todo el prohibicionismo científico. Es un logro, signo de los tiempos, ese paso o descuido por parte del temible NIDA.

Y para rematar la expectación se publicaba a final de mes un estudio realizado en el 2014, llevado a cabo por el Laboratorio de Dermatología experimental del Departamento de Dermatología y Alergia de la Universidad de Bonn en Alemania, que revelaba datos importantes sobre la patogénesis de los cánceres y el rol de los cannabinoides en algunas de ella. Lo primero que comprobaron es que el THC no influía ni tenía que ver en el desarrollo y formación del cáncer del piel químicamente inducido in vitro. Pero al mismo tiempo que el THC resultaba útil para inhibir el crecimiento y desarrollo in vivo de melanomas trasplantados a ratones, actuando de forma antagonista sobre el microentorno protumoral inflamatorio, aplicado de forma tópica (sobre la piel de la zona).




Eso viene a dar la razón -o al menos a sentar las bases para la explicación- sobre los casos de cáncer de piel, u otros problemas de la dermis, y a abrir a los científicos a una vía de administración que para estos compuestos es muy interesante porque se evitan los efectos psicoactivos que tienen sobre el SNC. Es muy posible que de estudios como estos salgan las primeras aplicaciones “científicamente justificadas” para tratar el cáncer de piel con un fármaco que hasta ahora se ha mostrado esencialmente inocuo en su administración transdérmica. Y, tal vez, que abran paso a la evidencia de curación de estos problemas usando una elaboración casera, de una planta que es accesible a cualquiera.

¿Que es lo que no quiere decir esto? No quiere decir que a partir de ahora ya podamos decir que el cannabis cura el cáncer, porque es mentir. Algunos cannabinoides tienen efectos terapéuticos sobre ciertos tumores, pero de la misma forma que en este caso mejoran el diagnóstico del cáncer de piel, en otras lineas celulares de cáncer -como pueden ser el de pulmón y el de mama- los agonistas de los receptores CB1 y CB2 -los cannabinoides- estimulan el crecimiento del tumor, empeorando el pronóstico.

No es lo mismo la planta del café que la cafeína pura, ni sus efectos son iguales en el cuerpo.
Tampoco la planta de cannabis y el cannabinoide THC puro, no son iguales en sus efectos una cosa y la otra aunque compartan un porcentaje de su química.
Si bien parece claro que el cannabis es un remedio para innumerables dolencias, con unos problemas derivados de su uso que son casi nulos frente a los efectos secundarios de otros fármacos, no parece que podamos afirmar que la planta cura el cáncer (con todo lo que eso significa).

La historia también nos enseña que, en ocasiones, los médicos son los últimos en enterarse de algo importante. No hace falta más que recordar cómo los anuncios de tabaco en USA hace 50 años venían con un médico representado que te decía que el tabaco “de tal marca” era sano y seguro. O la vergonzosa historia de la talidomida del laboratorio Grünenthal , recetada para “las molestias del embarazo” como fármaco seguro, que provocó el nacimiento de miles de niños con deformidades físicas y un número incontable de abortos. Y si tengo que contestar con honestidad a la pregunta que Rick Simpson hizo a quienes juzgaban sus acciones por ayudar a otros con sus enfermedades, si yo -o un hijo mío o cualquier amigo o familiar- tuviera un cáncer de piel “accesible” desde el exterior estaría aplicándome aceite de cannabis tan pronto saliera de la consulta del oncólogo que me confirmase el diagnóstico.

Tan serio es el asunto, que en Oregon (USA) a pesar de tener una ley que prohíbe a los estudiantes usar ningún fármaco comprado sin receta (over the counter, OTC) salvo los autorizados -ni un paracetamol sin receta- en una lista hecha por las autoridades, han aceptado cambiar dicha ley en la cámara del estado. ¿Para qué? Pues para permitir que los escolares puedan usar, en horas de colegio, crema protectora contra el sol. ¿Suena de locos, no? Lo es. Sólo es otra consecuencia más de la guerra contra las drogas, el temor a que las escondan incluso estudiantes y hasta en los envases de crema solar. Pero a pesar de su paranoia han votado de forma unánime para permitir que los niños no se quemen con el sol al salir al exterior, y todo debido al cáncer de piel con tasas en creciente aumento.

El cáncer de piel es una forma de cáncer que suele ser tratable y tener un buen pronóstico, aunque en ocasiones es muy agresivo y se extiende por todo el cuerpo haciéndolo intratable. De esta forma, el cáncer de piel llega a matar a 10.000 personas al año sólo en USA; varias veces más que todas las drogas ilegales juntas. Y estamos muy poco concienciados sobre este tipo de cáncer, que aumenta las posibilidades de aparecer con cada insolación no buscada que nuestro cuerpo sufre o con cada exceso de dosis que le metemos a la piel buscando un color más moreno.

El cannabis al fin ocupa el rol destacado que debía haber tenido desde hace décadas dentro de la investigación médica de nuevas terapias, esta vez contra el cáncer de piel y en fases todavía tempranas pero prometedoras, por derecho propio.


DROGOTECA.



martes, 29 de septiembre de 2015

Marihuana Sintética: la muerte se coló en los grow-shops


Este texto fue publicado en el portal Cannabis.es y esperamos que os guste, sea útil y sirva de advertencia sobre una basura que no tendríamos cerca si el cannabis fuera legal.

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Marihuana Sintética


Recuerdo con cariño la época en que se podía comprar un montón de plantas psicoactivas en los grow-shop de España. No era difícil encontrar corteza de San Pedro (la parte verde que más alcaloide mescalina contiene) o esas “sleeping bags” que se vendían como “ayuda para el sueño” y que por algún mágico efecto te hacían dormir cuando lo que contenían era una dosis de setas con psilocibina, y obviamente la gente no las compraba para dormir ni para ponerlas debajo de la almohada, ni el San Pedro lo usan para “eliminar las radiaciones que emite el ordenador” -se vende con ese mito en muchos lugares- sino que ambas cosas, normalmente, la gente se las comía.


No fueron los únicos productos no cannábicos que vimos durante tiempo en los grows: semillas de rosa lisérgica con la amida del ácido lisérgico, Lactuca virosa para producir “lactuario” (una especie de opio), salvia divinorum, efedra, ayahuasca... etc. Había muchos, hasta que una ley que sacó el gobierno en el año 2004 sobre plantas “tóxicas” dejó las estanterías vacías de todos esos bienes que hasta entonces se podían conseguir sin problema.

Todas estas plantas, eran legales hasta ese momento (su venta) y dejaron de serlo, evitando que se vendieran en Grow-Shops porque, como se dijo en aquel momento, eso causaba alarma social.
Pero todos estos productos tenían una cosa en común, y que comparten con el cannabis o marihuana: ninguno de ellos había matado nunca a un ser humano.

La barrida del 2004 contra las “plantas mágicas” que se podían adquirir con facilidad, aunque se vistió como una ley sobre el medicamento y la botánica, era una bala dirigida a la comunidad psicoactiva del país: “no os vamos a dejar usar drogas, y si son legales las prohibiremos”.
Nada nuevo por otra parte, o nada que no pudiéramos esperar de los políticos que nos quieren y nos cuidan.

Desde entonces, en los grows, apenas se pudo vender nada que no fueran semillas y abonos. Hubo algunas cosas que resistieron (aun lo hacen) como puede ser la psilocibina -ahora en forma de trufas mágicas- y la mescalina del San Pedro, que ahora en lugar de venderse como corteza ya seca, se vende como el cactus vivo, lo que es totalmente legal por motivos ornamentales.

El gobierno de turno, en su afán de que no nos pase nada malo, nos había quitado el acceso a un montón de productos que, sobre todo, no mataban. Como el cannabis. Plantas con miles de años de uso que no mataban.


Superando el bache.

Fue un palo para los grows, porque mucha gente que no es fumadora o usuaria de cannabis, tenía una relación frecuente con el grow, para otras muchas plantas distintas y eso fue un ingreso que rápidamente dejaron de tener.

Por esos mismos años empezábamos a escuchar hablar de los “legal higs”, tal y como les conocemos ahora, porque hasta entonces buena parte de los “legal highs” habían sido esas plantas o semillas que buscaban darte una experiencia psicoactiva sin tener que cruzar la barrera de la ley. Pero eso estaba a punto de cambiar; llegaban los nuevos “legal highs”, que no podían ser esas plantas ya prohibidas, y ahora eran compuestos químicos de nombres impronunciables, con efectos que podían ir desde algo similar a la LSD, como a algo similar a la heroína, como a la cocaína, anfetamina, MDMA... y al cannabis. Y sí, eran legales y la mayoría, lo siguen siendo.

¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo van a prohibir plantas y setas inofensivas relativamente par dar paso a sustancias que imitan las que ya tienen prohibidas? Pues porque -hasta ahora pero no me atrevo a decir si seguirá siendo así en el futuro- nuestro modelo legal y mercantil no opera sobre el mercado mediante prohibiciones, no mediante regulaciones, con lo que lo importante es si la sustancia está fiscalizada (prohibida o controlada) ya que si no es así, la sustancia es legal con nuestra legislación en la mano. Con la nuestra y con la del 99% del planeta.

Pensar que si una sustancia está en una tienda en venta al público, tienes seguridad si la compras y la usas porque “si no fuera segura no la venderían así de fácil”, te puede costar la vida. Y no serías el primero. Estas sustancias, los “legal highs”, tienen su mercado e interés en dos puntos: imitan drogas prohibidas y son legales. Ambos son igualmente importantes, porque el primer punto hace que el consumidor lo quiera como sustituto y el segundo que se sienta confiado dado el status legal del producto.

No paso mucho tiempo tras la prohibición de las plantas hasta que pudimos ver cómo algunos grow shops, empezaban a poner a disposición del público “esas sustancias legales”. En aquel momento, el conocimiento general que se tenía sobre estas drogas, era bastante bajo. Sustitutos legales, que era lo que importaba. Pero eso no tenía por qué ser malo indefectiblemente: la 2C-B entre otras muchas se ha vendido, en algún momento de su historia (antes de ser ilegales) en grow-shops o head-shops.



Pero, POR SUERTE, el estado español está bastante bien surtido de drogas ilegales. Todas esas sustancias prohibidas, aunque lo están, no resultan difíciles de conseguir aquí. No necesitamos sustitutos de la cocaína porque nos tenemos el mercado llena de ella, no necesitamos sustitutos del MDMA por la misma razón y porque resulta sencillo de conseguir, y no necesitamos sustitutos del cannabis porque tendríamos cannabis para abastecer a media Europa (¿o ya lo hacemos?).


La droga más peligrosa del mundo: 
cannabinoides sintéticos.

Antes de que nadie me chille por es afirmación, aclaro que ese apodo se lo han puesto a casi todas las drogas en algún momento dado, pero en este caso creo que es la primera vez que se podría usar sin miedo a estar “equivocándose mucho”.

A diferencia del cannabis, la falsa marihuana o cannabinoides sintéticos, matan y lo hacen con relativa facilidad. Tenemos casos de personas muertas con una sola calada del producto, o fiestas de facultad que se han convertido en un paseo de ambulancias con una veintena de jóvenes hospitalizados. De momento se estima que 1 de cada 8 personas que prueban estas drogas, pasan al menos 1 vez por urgencias graves (sólo una si mueren en esa) de hospital, con cuadros que incluyen delirios, problemas cardíacos, isquemias cerebrales, ataques epilépticos, muerte.... con una sola calada.

En este año, las cifras de atención que va facilitando el centro nacional de toxicología de USA dan miedo y muestran algo que ya está aquí: en enero hubo 359 “envenenamientos”, en febrero 273, en marzo 269 y en abril hemos pasado de 1500 casos. Aunque son drogas que llevan entre nosotros unos años, con mas o menos éxito, está explotando con sus peores propiedades en este momento.

Estas drogas que imitan los efectos del cannabis, tienen su origen en la investigación científica que las creó (para su uso en investigación, nada más) y la prohibición de las drogas. Sin una prohibición sobre el cannabis que te convierta en criminal por producirlo o usarlo, nunca una imitación del cannabis con gravísimos efectos y riesgos para quien lo usa, nunca hubiera tenido un hueco en el mercado. ¿Quién prefiere usar una imitación teniendo el original? Y como todos sabemos, el cannabis seguiría sin haber matado a nadie, como sigue sin hacerlo hoy.


El asunto de los grows hispanos.

Por suerte, la inmensa mayoría de grow-shops en España no venden estas basuras mortales.
Todos ellos tienen acceso a las mismas, existen distribuidores en el país y fuera de él, que les proveen de todas las “neodrogas legales” que quieran. Pero casi ninguno (hay algunos, no sé si por miserables o por imbéciles) se le ocurre vender semejante producto a un cliente. En primer lugar porque los grows no están para vender imitaciones de cannabis, sino para el cultivo del mismo. Y en segundo lugar porque un problema con un cliente y esas sustancias, les traería una cascada de problemas legales que nadie con dos dedos de frente quiere pasar. Y el motivo extra: su cliente se pueden matar -o quedar vegetal en una silla de ruedas- con esos productos que la mayoría no vende.

Si bien a los grows, las distribuidoras (legales) de estas neodrogas (legales) les ofrecen regularmente esos productos, cannabinoides sintéticos (hasta dentro de los líquidos para los cigarros electrónicos) y otras drogas, mi experiencia es que pasan de ellos como de comer mierda. Y bien que hacen, no se complican y no traen nada que mata a una tienda que, como las que pivotan en torno al cannabis, son esencialmente tiendas saludables y con mucho cliente terapéutico.

Pero hace dos días me avisaron de un grow-shop, que estaban volviendo a enviar paquetes con distintos productos, y que ademas de ser cantidad venían varios de cannabinoides sintéticos en su forma de “falsa marihuana”: materia vegetal en la que se ha mezclado el compuesto sintético.

No solo los grows están recibiendo estos “paquetes”, sin pedirlos ni haberse interesado por el asunto, sino que son enviados desde el Reino Unido sin identificación alguna: un sobre acolchado SIN REMITENTE con sello inglés. En estos momentos, Reino Unido está tomando medidas drásticas para luchar contra estas drogas -que fueron mencionadas en el discurso de hace unos días de la reina anunciando el plan contra ellas- y es posible que se enfrente a una prohibición que haga ilegales -allí- todas estas sustancias asesinas. Los productores lo saben, los distribuidores también, y están buscando nuevos mercados donde poder seguir vivos y ganando dinero a costa de producir jóvenes muertos.

En el grow-shop que me informó, “El Jardín de la Alegría” en Salamanca, iban a hacer con el paquete lo que han hecho con otros similares: tirarlo a la basura nada más verlo. Pero en esta ocasión les hizo gracia la variedad y la cantidad, así que me preguntaron si me interesaba... y claro que me interesaba!! Hay que avisar a todos los grows de lo que está pasando, porque con estas drogas, una calada puede ser bastante para quedarte sin hermano, novia o amigo.

En el paquete que está enviando la compañía inglesa, hay 25 paquetes preparados para la venta, de unas 12 especializades distintas, que incluye los siguientes nombres: Sensate, Hooter, Focus, Sirius, Armageddon, Genesis, ReGenesis, Bamboo, Fiji Wave, Fiji Wild, Chillout.
Sólo uno de ellos, da una indicación de su contenido (posible): un sobre con metiopropamina, una pseudoanfetamina legal, pero no indica ni pureza ni dosis ni nada. Solo pone su nombre en rosa, pero nadie te asegura que el compuesto sea ese.

No sólo están buscando nuevos mercados, sino que lo hacen sin importarles nada quien reciba dichos paquetes: muchos de los que lo han recibido, lo han dejado en casa (en otras ocasiones) y han terminado usando “algunas de las drogas que venían”, sin saber cuáles ni cuánto, ya que dentro del sobre sólo está el polvo para esnifar o el producto vegetal para fumar. Ni una indicación en todo el paquete de cómo proceder con eso.

O sí, una bien grande: 
NOT FOR HUMAN CONSUMPTION.




Para terminar, quiero comentar que hace unos días, una persona de la administración, responsable del área de drogas de una comunidad autónoma, me enviaba una consulta sobre una droga que (textualmente) “hace los efectos de la marihuana y es legal”. La consulta venía remitida por una profesional que trabaja con menores en centros especiales (con tutela judicial) porque habían detectado que algunos chicos en un centro, fumaban esa droga pero no daban positivo a los test de THC, y ellos no tenían idea de qué podía ser.

El nombre por el que la llamaban los chicos no podía ser más ingenuo: “tabaco feliz”.
Tabaco feliz a una sustancia que te puede matar con una calada. Y todo esto porque seguimos en un mundo en el que la mejor protección y más segura contra ese tipo de drogas, los cannabinoides sintéticos, es el cannabis pero nosotros lo tenemos prohibido.

Ahora, tú decides: ilegal fumador de cannabis natural, o muerto legalmente por cannabinoides sintéticos.
Elige salud, elige ser ilegal.... al menos en esto.



Drogoteca.



martes, 8 de septiembre de 2015

Un día para celebrar



Despierto, hoy día de la fiesta de mi ciudad, y encuentro un wasap en mi móvil con un enlace al foro del CannabisCafé: http://www.cannabiscafe.net/foros/showthread.php/366876-Comunicado-AICC-Asociacion-de-Internautas-Cannabiscafe

Han pasado algo más de 2 años desde que descubrí que un tarado, de nick DDAA, solicitaba "FOLLAR CON NIÑAS" pero lo hacía a mi nombre, desde el foro del CannabisCafé, motivando esto una denuncia inmediata ante la Guardia Civil. El denunciado estaba abusando de los recursos y la confianza de la AICC, de mucha gente que se deja su tiempo y esfuerzo en dicho foro para ayudar a otros en su relación con el cannabis, sin importarle si en su delirio cometía un delito o causaba daño al foro implicándole en estos actos.




Han pasado un par de años en los que, gracias a este incidente repugnante, he tenido oportunidad de conocer a algunas personas un poco mejor. Algunas personas empezaron a filtrarme información e imágenes desde los grupos de Facebook y foros en los que este tipejo se mueve, que me sirvieron para construir una mejor imagen de lo que estaba ocurriendo, facilitando así el trabajo de la policía y la acción judicial contra el pedófilo solicitador. Todas las personas -salvo una- que lo hicieron, lo hicieron por voluntad propia y sin que yo les pidiera en ningún momento nada, ofreciera nada ni diera a cambio nada. Lo hicieron porque creían que tenían que hacerlo, como una cuestión de dignidad cuando vieron que acusaban de algo así a un inocente, aprovechándose de las redes sociales e internet. A todos esos que actuaron de buena fe: mil gracias, estoy en deuda con vosotros.

El delator que lo hizo por interés, y que fue la excepción, es un "amigo" del denunciado que me estuvo pasando información durante meses y meses, de todo lo que hacía y decía el sujeto denunciado, así como datos sobre su vida, relaciones y amistades. Este sujeto, que decía que tenía una enfermedad terminal y que le quedaban -hace años- un par de meses de vida, buscaba obtener algún favor que le permitiera conseguir algo de dinero, dada su lamentable situación. Pero si Roma no pagaba traidores, no voy a pagarlos yo. A día de hoy, el denunciado y su mayor delator siguen siendo "amigos". Debo decir que la  "amistad" de estos dos sujetos me produce una satisfacción especial: cada cual tiene la clase de amigos que merece. 

Cuando los responsables de la AICC, la asociación gestora del CannabisCafé, tuvieron conocimiento de lo que estaba ocurriendo (el denunciado intentó tapar todo rastro del asunto cuando recibió la citación ante el juez ) pidieron explicaciones al agresor, y recibieron vagas respuesta que aseguraban que no iba a pasar nada y que no había motivo para preocuparse: poco después la policía entregaba a la AICC el requerimiento judicial, dejando sentado que sí ocurría algo y era serio.

Desde que la AICC fue plenamente consciente de la situación, el comportamiento de sus responsables fue ejemplar: retiraron los poderes de moderación al denunciado, así como el título de "Socio de Honor" que el agresor lucía desde hacía años. No resultaba nada conveniente tener de socio de honor a quien es capaz de difamar a otra persona acusándola públicamente de buscar "niñas para follar".

Posteriormente, pude tratar el tema y buscar una solución que enmendase el daño causado desde el foro del CannabisCafé, con su actual presidente, al cual reconozco los malos ratos pasados, las conversaciones a deshoras y su expeditiva voluntad de terminar esta historia al lado de la víctima y no al lado del agresor. Sé que ha sido una molestia tan injusta para él como para mí, por culpa de los actos de un tercero que se aprovechó de la AICC, y quiero agradecerle públicamente su integridad y su ejemplar comportamiento, tanto en la colaboración con el juez como en su trato directo conmigo.

Fruto de esas conversaciones en busca de una solución parcial (con respecto a la AICC) se gestó el texto de desagravio público que estará colgado en dicho foro con visibilidad preferente durante unos meses: es de justicia que la verdad sea conocida, más en un caso con falsas acusaciones de sexo con menores. El acuerdo alcanzado libera a la AICC de toda pretensión derivada de este caso, ya que entiende que la AICC es una víctima -igualmente- de los actos del denunciado.

Mi gratitud hacia todos los que colaboraron con la resolución de este asunto porque sentían que estaban haciendo lo correcto. Hoy es la fiesta de mi ciudad, pero me gustaría muchísimo más poder celebrar el día con vosotros. Sin vuestra decisión de apoyar a la víctima y no al agresor, todo hubiera sido más duro. Sois vosotros la única parte buena de toda esta historia.

Una vez más, gracias.
Gracias a vosotros, hoy es un gran día para celebrar.

@Drogoteca






viernes, 28 de agosto de 2015

Campaña de la FAD contra las drogas: manipulando Twitter y redes sociales.


Este texto fue originalmente publicado en la Revista Soft Secrets, denunciando la manipulación que se hacía en las redes como Twitter con las campañas contra las drogas de la miserable y archiconocida FAD o Fundación de Ayuda contra la Drogadiccion.
En este caso eran 170 cuentas difundiendo los mensajes -falsos, irreales y alarmistas- que lanzaban en su nueva campaña (eso con lo que justifican el exageradísimo montante de dinero público que trincan por la cara).

No son los únicos que disfrutan manipulando la opinión pública. Hace un par de días, la Revista VICE publicaba otra jugada de manipulación de la opinión pública por parte de las cuentas-bot del Partido Popular en Twitter, en este caso atacando a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
La Revista VICE también publicó un reportaje sobre este mismo caso de las cuentas-bot de la FAD y sus campañas contra las drogas, manipuladas por robots para que calen en la opinión pública. Un auténtico asquito de gente, y se llevan la pasta que tendría que ser para hacer algo útil: nos roban a todos.

Posteriormente y para evitar que negasen lo que había ocurrido, se publicó en esta web fotografías de TODAS LAS CUENTAS BOT (170) MANIPULANDO para placer de la FAD.

Esperamos que os guste. :))

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¿La FAD? 
¿Qué coño es eso de la FAD?


Todos los que vivimos en España conocemos a la FAD. Seguramente si te dicen el nombre de forma aislada, no puedas relacionarlo en un primer momento. Pero si te preguntan si recuerdas aquel anuncio contra las drogas en el que un gusano reptante se metía por la nariz de una persona, a lo mejor te suena ya. O casi con seguridad, cualquier anuncio o campaña contra las drogas que hayas visto en los grandes medios de comunicación, es una campaña de la FAD.

La FAD es una fundación. En concreto es la “Fundación de Ayuda contra la Drogadicción” pero el nombre en sí no es un mero formulismo, ya que implica un trato fiscal preferente y con varias ventajas frente a otras organizaciones. Una fundación es, en resumidas palabras, un grupo de personas y/o empresas que se constituyen con un capital determinado y un fin de carácter social, como puede ser la lucha contra la malaria o la enseñanza de música a los niños en las escuelas. En este caso, una con carácter consultivo ante la ONU o lo que es lo mismo, con mucha influencia.

La FAD fue, desde su creación, la fundación de carácter social que luchaba contra la drogadicción, pero también desde sus inicios contra aquellas personas que consumían drogas aunque no tuvieran problemas -de adicción o de otro tipo- derivado de su consumo. Fue fundada por un general de renombre, Gutiérrez Mellado. ¿Os acordáis de las imágenes del 23-F y el golpe de estado de Tejero? El militar que se levanta y les planta cara a la Guardia Civil armada, sin tirarse al suelo, ese era Gutiérrez Mellado. No era un mal tipo, para lo que podía haber sido. Y estoy seguro de que su intención al constituir la FAD no era mala. Pero otra cosa han sido los resultados.

La FAD ha sido la responsable -sobre todo por el dinero público que ha recibido- de educar a la sociedad sobre las drogas. Y su planteamiento ha sido un fracaso: han sido los férreos defensores de un modelo hostil contra las drogas y en vista de los resultados, no han servido de nada. 




Aunque decir que no han servido de nada no es del todo cierto: la FAD ha estado metiendo miedo a los españoles con las drogas, en lugar de enseñarles y educarles sobre ellas, durante lustros. La FAD es una acérrima amiga de la prevención contra las drogas, pero una obtusa enemiga de la reducción de riesgos en drogas y de todo lo que sea facilitar información real al consumidor. La FAD no te dirá nunca: “oye, ten cuidado porque esas pastillas moradas que has comprado tienen 241 miligramos de MDMA y es una dosis extremadamente alta” como pueden hacer ONGs -tipo AiLaket o Energy Control- con sus servicios de análisis de drogas. No. La FAD te dirá siempre lo mismo: “no tomes drogas, ninguna, y si las tomas, déjalas ya”. En eso se ha gastado durante todos estos años el dinero, sin ningún resultado, dicha fundación.

Aunque la FAD se funda con capital propio, el 76% de sus fondos son de origen público alimentado por el inefable Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD) en un 70% y por comunidades autónomas y ayuntamientos en el resto. Se llevan una enorme pasta cada año por seguir diciendo lo mismo desde que se crearon. ¿Pero realmente quiénes son la FAD hoy día? ¿Y qué interés tienen en realidad?

La lista de personas -delegadas por empresas- que están en el patronato de la FAD (el equivalente a un consejo de administración de una empresa) son a día de hoy, con la ex-reina Sofia a la cabeza como presidenta de honor, gente como los representantes de: Telefónica, Banco Santander, REPSOL, Caja Madrid – BANKIA, ONCE, La Razón, la COPE, Onda Cero, Telecinco y Mediaset, Antena3 y Atresmedia, ENDESA, la CEOE (los empresarios), Grupo Vocento, Tuenti, Twitter y Google. Entre otros. No he nombrado a todos, pero podríamos decir que está una florida representación de la banca, la prensa, la radio-televisión y los medios digitales masivos junto con la Conferencia Episcopal -con el clero hemos topado- y empresas de energía o petroleras. Vamos, que “están todos”.

Resulta interesante mencionar que cuando se constituye lo hacen con un capital fundacional de 577.332 euros que ha ido creciendo hasta 8.048.473 euros de fondos propios actualmente, lo que quiere decir que la FAD ha multiplicado por mucho más 13 el dinero con el que se fundó. No les va nada mal. 

Tienen inversiones en bonos en sitios tan sociales como Bankia, el Banco Santander, y el BBVA por un valor de casi 7 millones de euros. Pero siguen recibiendo más del 70% del dinero de fondos públicos -el último año se llevó 5.407.118 euros en subvenciones- siendo un organismo privado que “hace con su dinero lo que quiere”. Así nos va.


Manipulando información en las redes sociales.

La FAD ha presumido muchas veces de que los medios de prensa le hacen las campañas gratis -¿o deberíamos decir que “se hacen ellos mismos las campañas gratis”?- y no es de extrañar viendo que están todos dentro. Pero en la última campaña de la FAD, que tiene el nombre de #Construye (pensada para las redes sociales, como se puede ver por el hashtag) y que fue lanzada hace unos días aunque durará -en teoría- hasta el verano, pudimos ver un comportamiento vergonzoso en las redes sociales.

Lo normal -lo correcto- en una red social como Twitter, donde hay personas emitiendo opiniones y esa es su esencia, sería no tratar de manipularla de forma fraudulenta con cuentas falsas que no pertenecen a nadie real y son propiedad de alguna -no muy inteligente- empresa de publicidad.

La campaña #Construye se presentó a los medios -es decir, la FAD se la presentó a sí misma- el día 12 de marzo del 2015. ¿Su eslogan esta vez? “Construye. Cuantas más cosas construyas en tu vida menos espacio dejarás a las drogas”. Tuvo la repercusión habitual en las redes: los medios más afines le daban publicidad y los demás pasaban, un par de comentarios de gente apoyando, otros cuantos de gente en contra de las campañas de la FAD y... aquí paz y después gloria. Nada más.

Hasta que llegó un ejercito de unas 170 cuentas con perfiles falsos que, durante cerca de 20 minutos, estuvieron enviando el mismo mensaje a la red social Twitter -y pudiera ser que a otras también- para conseguir darle visibilidad a la campaña e intentar provocar que subiera y fuera un “trending topic”. Nada menos que 170 cuentas que simulan ser personas, estudiantes, chavales, deportistas -alguna utiliza la imagen de deportistas de primera linea- y gente joven “muy sana”, nada de perroflautas. Son 170 cuentas que usan imágenes, entre otras cosas, de personas reales. Cuentas que podrían estar usando tú imagen o la de tu pareja, la de tu hijo o la de tu hermana, para fingir una identidad inexistente en las redes sociales: esas son las cuentas que le estaban “hinchando artificialmente” la relevancia en redes sociales a la campaña de la FAD. El mensaje era textualmente el siguiente (no se rompieron la cabeza haciendo 2 ó 3 distintos): “#CONSTRUYE, nueva campaña de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción: La campaña consta de dos anuncios t...” [sic] y era completado con un enlace a esta web del diario Sport http://www.sport.es/es/noticias/comunicacion/construye-nueva-campana-fundacion-ayuda-contra-drogadiccion-4013296

¿Alguien puede creerse que 170 cuentas -de personas, no máquinas para manipular las redes- tuvieran la ocurrencia de tuitear el mismo mensaje (sin cambiar absolutamente nada) e incluir el mismo enlace a la misma página web en 20 minutos? Y digo tuitear, no digo hacer retuit.

Curiosamente en esos mismos días -no sé si un par de días antes o después- los medios (los del patronato de la FAD) daban como noticia la detención de una supuesta célula yihadista de reclutamiento, de la que de 8 personas inicialmente detenidas, 7 entraban en prisión acusados de toda una serie de cargos y acuñando una nueva expresión: “terror informativo”. ¿Cómo es esto? Pues les acusa el juez Gómez Bermúdez desde la Audiencia Nacional que describe en su resolución la importancia de Internet en este nuevo terrorismo y explica que la célula investigada estaba integrada por al menos diez personas que constituyeron "un complejo entramado virtual" en Internet, mediante la creación de 52 perfiles en Facebook, Twitter, Google o Tuenti y que utilizaba en España la táctica del "terror informativo". El mismo juez tiene a bien indicar que hay un aspecto en común de todos los detenidos y es el hecho de su difícil situación económica o están en paro o tienen condiciones económicas muy precarias (vaya mierda de célula, ¿no?) y según él ese hecho "ha contribuido aun más a exacerbar su odio hacia la cultura y valores propios de nuestra sociedad". Remata con que además de sus ideas -las cuales desconozco- eran pobres y muy cabreados, lo que les hace ser “personas potencialmente muy peligrosas para la seguridad pública, cuya conducta futura es de todo punto imposible de predecir".

Si el juez que juzgó los atentados de Madrid del 14-M, Gómez Bermúdez, califica de “complejo entramado virtual” y “terror informativo” a un grupo de 8 personas acusadas de tener 52 perfiles falsos en redes sociales, ¿cuál sería la calificación para una organización que presenta campañas -centradas en operar sobre la opinión pública- y cuenta con 170 cuentas que escriben su mensaje en las redes a la hora más oportuna? 

¿No es terrorismo informativo el usar imágenes de otros y crear perfiles falsos si es para favoreces los intereses del patronato de la FAD? ¿Sólo si son pobres y están cabreados o esto cómo va?

Vamos a echar un ojo a las 170 y nos encontramos con muchas personas jóvenes, con nombres como “Ale Amador, Aldo Medina, Agustín Pérez, Adriana de la Cruz, o Adalberto Pineda” que en este caso -por ejemplo- se ve cómo sigue un orden alfabético en su gestión (letra A en este caso pero luego sigue una tanda de cuentas que empiezan por la letra S) y todos con fotos de personas reales, de carne y hueso, pero en realidad son cuentas gestionadas por una sola persona: un terrorista informativo como ya puede imaginar el lector.

Es decir... ¿está la FAD haciendo trampas en las redes? ¿Son sus campañas legítimas y tienen que repercusión que merecen? ¿Estamos tirando el dinero público en una fundación privada para que pueda seguir alimentando esta forma de proceder? 

No podemos decir que sea la FAD directamente, pero sí que la FAD es la beneficiaria directa de ese comportamiento de fraude masivo en Twitter. Igualmente nadie puede aseverar que una determinada cuenta pertenezca a ISIS o a otro grupo yihadista porque sus mensajes beneficien los intereses de dichos grupos. Es el complejo mundo de la identidad digital, del que se aprovechan unos y otros.

Mirando con más detenimiento en la red nos encontramos con 3 cuentas especialmente curiosas. La primera es de https://twitter.com/radyzitytedo/status/576109209256747009 que lanza el mensaje de la FAD pero al mismo tiempo lo hace desde una cuenta cuya imagen es una estímulo a la ludopatía como es una ruleta de casino.




La segunda cuenta https://twitter.com/GomzCristiano/status/576109073545871360 es la de alguien que usa la imagen de Cristiano Ronaldo, el jugador del Real Madrid y que además para acompañarla en esa simulación, usa el nombre de Cristiano y una imagen de un estadio y una pelota de fútbol.




Por si no fuera pocas la manipulación con eso, llegamos a la tercera de las cuentas seleccionadas, que es un perfil que dice llamarse “Ivan Weed” y que como avatar tiene una imagen de una hoja de marihuana. https://twitter.com/qisacehu/status/576109338240024576



Sí. Lo han leído bien. Entre las cuentas que publicitan mediante el uso de perfiles falsos en Twitter la campaña de la FAD, hay una que utiliza como reclamo el cannabis para llegar a la clase de público que se ha marcado como objetivo el publicista de turno. El cannabis -que tan malo lo pintan en sus campañas- parece no ser una mala herramienta a la hora de simular perfiles falsos para atraer la atención de los jóvenes en las redes, aunque vaya directamente contra el “presunto” mensaje que quiere difundir la FAD.

Claro: todo vale contra las drogas, hasta la propias drogas. Además, ¿quienes somos nosotros para decirle a una fundación privada como la FAD cómo debe comportarse éticamente? Sólo esperamos que, para la próxima intentona de fraude y manipulación de la información (INFOXICACIÓN), la persona que lo lleve a cabo tenga algo más de luces y no tome a los usuarios de redes sociales por gilipollas.

Fraude y terrorismo informativo, vale. 
Pero sin faltar.

Drogoteca.





*** Mi agradecimiento a mi HAMIGO Alipio Gutiérrez, de ANISalud Madrid, sin cuya ponencia en “Socidrogalcohol” esta información no hubiera salido a la luz. ;))