Este texto tiene su continuación en http://drogoteca.blogspot.com.es/2014/06/consejos-para-una-policia-cerril-una.html donde se explica lo inútil del actual sistema de multas contra las drogas en el tráfico, y como burlar todas esas multas con otras drogas no controladas en los drogotest.
Demostrando lo inútil de dicha práctica y cómo tirar el dinero de los impuestos para dar una falsa sensación de seguridad al ciudadano, que no tiene ni puta idea.
Hace unas semanas tuve la ocasión de
comprobar -de primera mano- cómo funcionan los protocolos de la
Guardia Civil en asuntos de drogas y tráfico. Acababa de sacar a mi
perro a un campo cercano a pasear tras pasar por casa de un amigo a
ver su cultivo y de paso llevarme de regalo unos gramos de “sus
yerbas olorosas” que me regaló para probarla esa noche en casa.
Yo no bebo alcohol (no me gusta), no
consumo drogas cuando conduzco (como norma general, no voy a decir
que nunca me haya fumado un porro -de los 5 o 6 que me fumo al día-
o haya ingerido cannabis y haya salido con el coche a hacer cualquier
tarea común, porque soy un consumidor crónico de cannabis por
razones médicas) y no llevo encima ni papel de fumar ni pipas ni
nada que resulte incriminatorio de consumo, porque las fuerzas y
cuerpos de inseguridad del estado no suelen tener la misma
perspectiva de quien tiene un porro en el bolso que de quien no lo
tiene aunque todos sepamos que eso no quiere decir nada. Es parte del
estigma residual asociado al consumo de cannabis.
Salí de la zona por donde estuve
paseando, que es una zona deshabitada y llena de parcelas vacías
excepto por las malas hierbas, la basura que algunos dejan y calles
vacías que sólo albergan algún coche que se acerca a alguno de los
escasos negocios que quedan en los polígonos industriales en las
ciudades. Y ante mí tengo una carretera de dos carriles y dos
sentidos, de la que tengo unos 400 metros de visibilidad por el lado
derecho y unos 350 por el izquierdo, al no haber nada construido que
impida la visión al conductor.
Es un tramo que recorro un par de veces
al día. Y tiene un STOP.
Yo ni recordaba que tiene un stop ni lo
hice, de eso estoy seguro.
Me limité a ir viendo (atendiendo) según me
aproximaba a unos 20 kms/h y asegurarme de que no venían coches ni por izquierda ni
por derecha y cuando llegué a la intersección, como seguían sin
venir coches, pues no paré. Lo reconozco: soy un infractor.
Recuerdo que vi venir a un coche, que
precisamente me extrañó porque venía conduciendo mal: lo hacía
por fuera de la carretera y aprovechando un amplio vado que ha
quedado asfaltado en espera de futuras construcciones en la zona,
pero además de no estar en la carretera a la que yo me iba a
incorporar, venía lejos y despacio.
Me incorporo sin hacer el stop, porque
era innecesario y tengo la mala suerte de que el coche que había
visto que venía de forma irregular por la carretera, era un coche
camuflado de la guardia civil. Y unos 20 o 30 segundos después, veo
que un coche me da las luces de policía detrás de mí y no supe muy
bien qué hacer, porque no supuse que fueran por mí. De todas
formas, aminoré la marcha y me eché a un lado por si era por mí. Y
era por mí.
De repente noto un bofetón de olor de
las “yerbas olorosas” que mi amigo me había regalado y que
estaban en el salpicadero del coche, sin esconder, en una simple
bolsa de plástico tal y como me las dio. Y serían como 10 gramos de
buen cannabis. Mi primera reacción fue abrir las dos ventanas del
coche para que no se notase el olor a la yerba, y a la vez salir del
coche para “alejarles” de él.
Me habían parado por no hacer el STOP.
Ok.
Y eran los que venían conduciendo por
vados asfaltados en lugar de por la carretera, pero ellos son la ley.
Bueno, vale.
Se me acerca el “jefecillo” de
turno y me cuenta lo del stop. Directamente le digo que sí, que no
lo he hecho porque no había nadie ante quien parar. El tipo me
reconoce que sí, que es cierto que aunque me he saltado un stop y
hay visibilidad de sobra y tampoco he puesto en peligro a nadie
porque nadie había.... me he saltado un stop.
Ya veo que esto de dialogar con algunos
es pedir peras al olmo. Le digo que sí, que tiene razón y que ponga
la multa. Se va a poner la multa y quedan detrás de mi coche en el
suyo, con las luces dadas, apuntando la trasera de mi vehículo. Y
allí tengo al lado de la matrícula una pegatina del banco de
semillas de cannabis Dinafem.
Al poco sale el compañero del
jefecillo, que me recordaba terriblemente a Antonio Martín Beaumont
-el tertuliano de 'La Sexta' de derechas pero que no parece un
troglodita de la caverna- y me pregunta que qué venía fumando... le
digo que mi ecig, que tengo dos, que si sabe lo que son... y me dice
que no cree.... porque él ha olido a marihuana!!
En ese momento me da la risa: no venía
fumando, no había fumado en varias horas ni nada, pero al tipo le
olía a marihuana, y debían ser las yerbas olorosas que tenía en la
guantera de mi coche...
Le veo acercarse, y las dos ventanillas
seguían abiertas de par en par (por suerte) y hacía frío, viento,
lluvia y de todo... era una puta tarde de perros y sólo los perros y
sus amos (como el mío y yo, o estos agradables caballeros haciendo
su trabajo) salimos a la calle, y el picoleto se acerca y olfatea, mira por encima pero no hace ni el amago de
abrir la puerta. Vuelve a su coche patrulla y le dice algo al
jefecillo, para salir inmediatamente y decirme que me van a hacer una
prueba de drogas porque él ha olido a marihuana.
Yo viendo el percal le digo que sí, e invento que un amigo había estado antes fumando yerba en el coche y que le
puede oler pero que yo no he fumado y que no tengo nada encima (lo
cual era absolutamente cierto) que le haga pensar eso: ni papel de
fumar. En ese momento me traen la primera de las multas, el
jefecillo, y me regala 200 euros y 4 puntos por la gracia de Dios y
su puta madre. Ok. Al menos le he alejado de la bolsa con las yerbas...
Ya tengo un premio, ya os podéis ir
contentos, no?
Pues no. Les pregunto si la de las
drogas es imprescindible, porque tengo que recoger a una persona en
30 minutos en un sitio, y me dicen -tras autoconsultarse entre ellos-
que sí, que me ha tocado... y que tardaremos.... unos 90 minutos en
total!! ¿Cómo? ¿Qué?
Mira, que me multes y me testes ya me
toca los cojones pero mi tiempo no está para que tú lo tires tras
ponerme una multa por no haber hecho nada a nadie....ah sí, a la
autoridad de la señal de STOP.
Y me dice que van a ser 30 minutos en
que venga la furgo, 30 en la primera prueba, y 30 en la segunda y
rellenar papeles. Le explico al agente, con educación siempre, que
soy INSOLVENTE: no tengo un duro, nada a mi nombre, derecho a
justicia gratuita, beneficiario de la seguridad social y sobre todo
pobre. Que no he roto la primera multa en su cara por no montar un
número, pero que jamás (y repito: jamás) van a cobrar una multa de
ese tipo mía.... JAMÁS.
El guardia civil parecido a Beaumont me
mira y se encoge de hombros. En ese momento me doy cuenta de que los
dos, él y yo estamos pillados en una mierda distinta pero en el
mismo sitio.
Me pongo a charlar con él y me dice
que no hace falta que esté fuera y a la lluvia, que yo me puedo
meter en el coche. Pero me quedo a hacerle compañía, porque chupaba
frío allí mientras el jefecillo se la pelaba en el coche camuflado
del que me encargue de tomar a fondo su matrícula.
Saqué a mi perro y nos pusimos a
charlar el picoleto y yo. Era un buen tipo, fue mi primera impresión
y la confirmada hasta el final. Y se dio pie a una conversación
extraordinariamente interesante: empezamos a hablar de su vida y la
mía, hasta que acabé diciéndole que ellos con su trabajo iban a
pagar al abogado que me iba a defender de ellos y su acusación con
su dinero para que pasase lo que fuera no pagase.... y que eso no
tenía mucho sentido. Él se revolvía y me decía que de algún lado
me cobrarían, y estuvimos mirando en qué plazo caducaban las multas
(no estaba seguro y decía que 5 años) pero no lo veíamos claro que
yo en ese tiempo fuera a tener una nómina de donde el estado me
pudiera meter mano: sólo metálico y Bitcoin.
Al final aceptó que era una
incongruencia y yo le decía que a lo mejor no me importaba pagar
multas chorras si tuviera su trabajo: con pagas extras, complementos
y vacaciones pagadas. Que escribir no da para esos lujos. Y en ese
momento me di cuenta que podía ser interesante contar la historia de
lo que estaba pasando. Se lo comenté al picoleto y no sabía si le
estaba vacilando o lo decía en serio, y al final se dio cuenta de
que iba muy en serio con lo de escribirlo, y que lo haría. La
tarde-noche cambiaba y se ponía interesante.
En ese momento llegaba la furgoneta con
las maquinitas de alcohol y drogas.
Yo me alegré de que acabase la espera
y quería entrar a verla ya.
Pero no me dejaban. Me dejaron solo
esperando en la calle unos minutos. (Y SI ME FUGO QUÉ???)
Estaban hablando entre ellos allí
dentro, y supongo que de mí porque cuando entré, el que me iba a
hacer la prueba -un picoleto más joven que parecía Karra Elejalde
el día de su boda en Airbag- ya sabía a qué me dedicaba y que lo
de las drogas era mi tema. La verdad es que me miraba como si nunca
hubieran visto algo así: un tipo para esa prueba deseando subirse a
la furgoneta para verla...
Me sientan allí. Hay dos plazas de
mierda donde no te cabe medio culo, y enfrente tienes a uno de los
que te paró y al de la maquinita. Me explicaron cómo iba la cosa:
dos test, uno primero para dar positivo mediante un reactivo que se
empapa en saliva a ciertas drogas. El segundo para tomar una muestra
de saliva en caso de positivo y que la analicen en la Facultad de
Medicina de Santiago de Compostela.
Le pregunté algunas cosas sobre los
niveles de detección de drogas y las distintas sustancias, porque
como le dije debería de dar positivo en más de una si no me
equivocaba porque horas antes había tomado morfina. No sabía
tampoco si le vacilaba: le decía que había tomado morfina mientras
estaba haciendo la primera prueba en mi boca. Pero era cierto, la
había tomado horas antes. Y otras sustancias, que no me extrañaría
ver en ese test.
Me muestra -cogiendo un papel- las
drogas que detectan:
Cannabis, benzodiacepinas (no era capaz
ni de decirlo bien leyéndolo), “opiacios” (sic... así viene en el formato impreso de la multa), cocaína, anfetamina
y metanfetamina (supongo que MDMA).
Yo debería dar positivo en dos al
menos y en tres posiblemente.
¿Por qué coger el coche bajo esas
drogas? Porque son las mismas que tomo desde hace décadas cada día.
No me hacen la prueba de alcohol (no
entiendo por qué se fían de mi palabra en eso y no en otras cosas,
pero está claro que ni estoy borracho ni mal ni alterado) y comentan
entre ellos y conmigo al ver el esperado positivo en cannabis que
“les han dado órdenes de ir a por los seguros, y que 'los del
cannabis' somos seguros porque damos positivos mucho más tiempo”.
Me hace gracia que tengan órdenes de
ir a por los seguros y lo achaco al precio de esos test (uno de los
negocios colaterales en la guerra contra las drogas y sus usuarios) y
en ese momento me pregunta el picoleto que sabía algo de drogas: “¿tú viste el otro viernes el reportaje ese de la sexta de la marihuana?
Pues desde entonces quieren ver muchos más resultados y cosas en los
periódicos...”
Aprovecho para cagarme en LaSextaTV y
en su basura informativa del mal llamado reportaje de marras. Los
propios guardias civiles se mean de la risa y comentan que “el
cannabis no parece ser la droga ni de la crisis, ni de los parados ni
jubilados ni mileuristas, que eso son tonterías de la tele”. Pero
en ese momento comentaron lo de la pegatina del banco Dinafem que
tenía (y ya quité) al lado de la matrícula como si eso fuera un
signo de consumo o al menos algo que a ellos les indicó que ahí
tenían una potencial víctima a sus drogotest....
Es lo que hay: acordaos de LaSextaTV
cuando os estén parando para una de estas fiestas... la cadena de la información veraz.
Les comento (todo esto mientras vamos
avanzando en hacer las pruebas y las tomas) que si no ven ilógico lo
que están haciendo en ese momento, con lo que casi a la vez ambos
contestan con un ligero encoger de hombres seguido de un “es mi
trabajo”. Pero rápidamente el mayor (el parecido a Beaumont) dice:
“de todas formas, que distinto es tener a un consumidor de cannabis
aquí que de cualquier otra droga o alcohol: están tranquilos,
cooperan, son agradables, pacíficos siempre... yo no lo acabo de
entender, pero es la ley”.
Todos sabemos que estamos en una
mascarada.
Acabando el proceso, uno de ellos me
recuerda que tengo que llamar para avisar de que no llego a recoger a
nadie a esa hora, y lo hago delante de ellos: aviso que estoy con la
guardia civil haciendo un drogotest de esos y mi interlocutor se
descojona de la risa (no me queda claro si me cree o no) y le digo
que nos veremos más tarde. Los dos se miraron algo extrañados de
que la persona ni se inmutase cuando le dije lo del drogotest y se
descojonase, pero les dije que era normal... la mala fama y esas
cosas. ;)
Me rellenaron y entregaron el papel con
todo el atestado, donde se describe mi positivo en cannabis pero no
en “opiacios” y me lo dan con cierta cara de pena -pero me lo
dan- y me dicen que ahora es cosa mía probar que el consumo por lo
que tenía en sangre no afectaba a la conducción. Olé, qué chachi.
En ese momento, el picoleto Karra
Elejalde en Airbag me pregunta si he avisado ya para que vengan a
recoger mi coche. Coño!!! Pero no hemos quedado que sólo me ibais a
marear un rato??
Y su compañero le dice: “no, le he
dicho que se lo podría llevar, porque como ves no tiene ningún tipo
de impedimento para la conducción”. Y firman que me dejan llevarme
el coche tras dar positivo en un control de drogas y sin hacerme el
de alcohol. Bueno.... todo va bien en la ciudad?
Lo lógico es que si me multan por ser
un peligro para el tráfico, no me dejen irme en dicho supuesto
estado alterado peligroso... conduciendo el mismo coche!! Pero la
cosa es meter la multa, y ellos han cumplido uno más de la cuota que
les han impuesto conseguir.
Entonces... ¿he sido multado por no
estar en condición adecuada para conducir? NO.
Y así me lo han aclarado.
He sido multado con 600 euros que no
pagaré (como otras tantas) y.... tachán..... 6 puntos de carnet!!
Eso por haber consumido cannabis.
¿Conduciendo? NO. A saber cuando... pero algo queda en sangre.
Los fumetas somos 'los seguros' para la
guardia civil de tráfico porque es un pleno una droga no recetada
por un médico y que dura en el organismo días.
Aprovechamos también para hablar de
los cannabinoides sintéticos y la falsa marihuana, que está hecha
únicamente para burlar la ley y contra la que no tienen nada que
hacer. Aunque tampoco contra la metadona: te puedes poner ciego de
metadona o de otros opioides y drogas que no das positivo, pero como
te fumes un porro.....
Me preguntaron cómo era y les expliqué
un poco el asunto de los research chemicals y de que tienen la
batalla totalmente perdida, que ya no tienen nada que hacer y que
tendrán que ir buscando una reconversión laboral. No les hizo mucha
gracia pero lo entendieron.
Al menos conseguí irme con mi coche y
la yerba olorosa que me regaló mi colega sin tocar, porque me podría
haber caído otra multa más (que tampoco iba a pagar) y me hubieran
quitado la yerba para fumársela ellos. No es la primera vez que me
lo hacen y me llega una multa “por otro motivo” pero nada sobre
la yerba incautada.
¿Qué pasará ahora?
Pues me llegarán (no sé dónde) un
par de multas, una de 200 euros y 4 puntos por un STOP muerto en una
zona deshabitada y otra de 600 euros y 6 puntos por haber consumido
cannabis en algún momento de las 24 horas anteriores. El porrito de
por la noche te hace dar positivo yendo al curro por la mañana, así
que eso hace que al fumador le acabe dando igual porque si le hacen
un drogotest le va a dar positivo fume ahora o haya fumado anoche, y
eso es una perversión peligrosa del asunto.
Llegará una multa por tráfico y
drogas que recurriré, y como soy insolvente, no pagaré las tasas ni
la multa, y el estado me pondrá un abogado y un procurador si hace
falta para defenderme de sus malas artes al mismo tiempo. Vamos, que
de esta “infracción” (el picoleto Beaumont me decía 'hombre,
muy criminal, usted no parece... no') van a comer policías, casas de
drogotest y sus maquinitas carísimas (para un simple reactivo!!),
jueces, abogados, procuradores, secretarios judiciales, personal
administrativo y de limpieza... y todo pagado por el estado.
A mí las cuentas no me salen.
No me salen para el estado, digo.
Creer que por poner más multas vas a
recaudar más, cuando operas sobre población sin trabajo legal ni
ayuda alguna y casi abandonada, pues va a ser que no sirve y todos lo
sabemos.
Pero al menos, ya que se gastan esos
recursos en reprimir al ciudadano, que lo hagan con los que sí
representan un peligro en el tráfico.
No comprobaron si iba bebido aunque
tenían la máquina y el equipo necesario, por qué?
Querían completar un cupo, porque si
tardan 90 minutos por persona ¿¿qué haces a la puerta de una
discoteca?? Me confesaron que en las discotecas sólo cogen al
primero, el resto los tienen que dejarse ir sin hacer nada por
tiempo. País!!
Me fui a ver a mi growman y le comenté
la jugada que me habían hecho los picoletos y entonces me regaló un
producto que se está vendiendo como churros -me dijo- y que es para
no dar positivo en los test que te hacen. Es falso. NO SIRVE. Puedes
enjuagarte la boca con él y evitar una cierta impregnación del
asunto, pero no sirve: la saliva se excreta desde la glándulas
salivares y revela todo lo que tiene tu cuerpo en drogas. Y entonces
me cuenta que es el BEST SELLER de los productos para pasar los test
de drogas de la policía... entre los canis de mi ciudad.
Yo no entiendo eso y pregunto cómo
puede ser, a lo que me contesta que aunque es un enjuague bucal, se
lo beben antes de la prueba. Que eso además les hace dar positivo en
alcohol porque lleva alcohol (como muchos enjuagues bucales) pero que
luego ya no dan porque no es casi cantidad, y que aseguran que les
funciona: vamos, que no quieren otro. Ese, que vale 15 euros.
Yo creo que es por lo de que vale 15
euros y no por otra razón.
Y me cuenta que entre sus clientes
tienes policías nacionales, guardias civiles y locales, que compran
desde semillas para sus cultivos de marihuana a -y en especial-
sustancias y artilugios para pasar los drogotest que les hacen en sus
trabajos. Y la reina es una combinación de carbohidratos que mezclas
con agua y te bebes antes de hacer la prueba. Y que ese lo compra la
policía para sus propios test internos y no dar positivo. Comentamos
que no me creo que dicho producto evite un positivo en orina (que es
su función) porque no es posible.
Y entonces me deja de cuadros con lo
último que le habían ofrecido para burlar test de drogas: una polla
de plástico con un reservorio y orina artificial.
Yo conozco gente que ha pasado test de
drogas de las formas más ocurrentes, pero siempre consistían en que
tu orina no se analizase. He visto hacer trucos como el de la bolsa y
el catéter, que es el que sirve, pero lo jodido es encontrar una
orina que no dé positivo hoy en día.
Sin embargo hay todo un mercado de
productos más o menos placebo para que la gente se sienta más
segura a la hora de violar la ley con las drogas. Y todos ellos,
legales.
Aprovecho para saludar a los dos
agentes que estuvieron dentro de la furgoneta conmigo, con los que me
lo pasé teta. Me reí mucho y aprendí algunas cosas: eran currantes
que sabían lo estúpido que estaban haciendo pero que no podían
hacer otra cosa. Al jefe, le deseo una pronta retirada de servicio:
no creo que su trabajo -y los motivos con los que elige a sus
víctimas para completar el cupo- aporten nada decente a esta
sociedad.
Saqué una foto del careto del jefe
-que encima era el más joven- y para qué mentir: tenía cara de
hijoputa. Estilo tipejo 'Airbag'.
Eso es lo que hay.
Symp.
--
PS: Dejo un vídeo que han grabado unos colegas, explicando la situación a su manera...
Qué grande el puto picoleto hijo de perra.... perrassss..... ;)
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PS: Dejo un vídeo que han grabado unos colegas, explicando la situación a su manera...
Qué grande el puto picoleto hijo de perra.... perrassss..... ;)