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sábado, 24 de noviembre de 2007

Drogas, tráfico y conducción temeraria.


No sé si será una buena costumbre, seguramente algún escritor profesional me podrá responder, pero tengo la necesidad de poner el título de una entrada antes de ponerme a escribirla.

Supongo que me ayuda a tener clara, y los lectores, la linea de ideas que quiero comentar.

En este caso he dudado entre ese título, o "La prohibición que protege a terceros", seguramente influenciado por los comentarios que ha habido en la entrada anterior estos días, a ese respecto.
Pero aunque es una de las ideas, queda más claro con este título lo que voy a contar.

Lo primero voy a aplaudir al gobierno, no al ejecutivo, sino al poder legislativo.
Y a todos los que les han acompañado en esta resolución que pasará pronto a ser ley en activo.
Me refiero al endurecimiento de penas, y al cambio de consideración - de falta a delito penal- de ciertos comportamientos que ayudan a que haya 4000 muertos al año en las carreteras españolas cada año, y un numero dos o tres veces superior de heridos.

Aplaudo con ganas este cambio, y no entiendo a los que no lo han apoyado y lo han calificado de "afán recaudatorio", aunque no conozco en profundidad los entresijos de los motivos que se pueden haber argumentado. Espero que no sea así, y que esa postura en contra de la oposición (al parecer no en todos los aspectos de la ley) sea sólo un feo detalle propio del juego político pre-electoral en el que llevamos sumergidos ya meses y meses.

A mi no me gusta tocar la política en este blog, y cuando lo he hecho ha sido para meterme con las absurdas ideas y decisiones de los responsables del ejecutivo Zapatero en materia de drogas. Pero soy de los que creen que no hay organización política que sea 100% mala o buena, y esto me lo tomo como una confirmación, por vía de la excepción, a esa personal regla de observación y razonamiento.

A grandes lineas, la ley pasa a considerar que cuando un conductor supera ciertos márgenes de velocidad, dependiendo del tipo de vía en el que se encuentre, su acto deja de ser una falta administrativa para convertirse en un ilícito penal, y con independencia de que cause daños a terceros o no. Igualmente esto pasa a ser así para aquellos que conduzcan sin permiso de conducción, o si han perdido todos los puntos de su carnet. ¡Ya era hora!
Hasta ahora, la forma mas "barata" de matar en este y otros países, era mediante un automóvil. Y lo más sangrante es que la percepción social de ese acto -que es algo que se puede y debe cambiar- no era negativa o no lo suficiente, desde luego.

Casi se "comprendía y aceptaba" que un joven que no tuviera mucha experiencia en conducción, pues con el tiempo la fuera ganando, a base de práctica y accidentes. Estos últimos a veces simples rozaduras con la columna del garaje, o a veces con daño a terceros o a uno mismo.
Incluso hasta hace no mucho, se "entendía" que un joven se tomase unas copas antes de conducir, y se quedase dormido volviendo a su domicilio, para acabar en una cuneta o con el coche en mitad de un campo de girasoles tras dar 3 vueltas de campana.

Aplaudo lo que se tenía que haber hecho mucho antes.
Al gobierno no le tiembla la mano al prohibir actos que pertenecen al ámbito de lo personal, como tener en tu bolsillo 3 gramos de cannabis.
¿A qué cojones esperaban, todos los anteriores y el presente gobierno, para intervenir en la causa de muerte en edades transversales más importante (cuantitativamente) de todas?
La carretera, y las variables que intervienen en la conducción causan 70 veces más muertos y heridos que la violencia de género. Y eso sin atender a la trampa que supone no contabilizar, como muertos por tráfico, a aquellos que siguen vivos 24 horas después de un accidente (creo que sigue haciéndose así).

Y dentro de lo que pasa a ser considerado delito, castigado también con penas de cárcel que pueden ser esquivadas en una primera ocasión, pero no en reincidentes (¡bravo!), es el uso concomitante de drogas y automóvil.
Me parece otra de las medidas que era pedida a gritos, los gritos de los muertos inocentes por el consumo principalmente de alcohol con o sin el concurso de otras sustancias.
Soy de los que nunca podré aprobar que alguien consuma una sustancia que altere su percepción y/o reflejos, capacidad de decisión, grado de prudencia o temeridad, coja un coche.

Tal vez soy cruel o drástico si digo que no me preocupan los que haciendo eso, se dañan a sí mismos, pero a estas alturas están más que advertidos del peligro de hacerlo.
Me preocupa el derecho a la vida de los demás. Del conductor o peatón que sin hacer nada incorrecto, acaba en un hospital o en la morgue, y de sus familias, con sus vidas e ilusiones, que se pasarán años preguntándose tortuosamente "¿POR QUÉ?".
Lo siento pero me identifico con la víctima inocente, tal vez hasta un punto de desprecio hacia el causante.

Lo que sí traerá "cola", y en este punto le exigiría al gobierno objetividad científica al 100%, que no interfiera la protección a terceros con el derecho -sí, he dicho derecho- que tenemos en nuestro país al consumo de la sustancia que nos plazca.
Una cosa es conducir bajo los efectos de una sustancia, y otra bien distinta es haber consumido esa sustancia el día anterior y que debido al método de detección que usen, cualquier resultado positivo sea considerado probatorio de una conducción influenciada.

No es problemático encontrar metabolitos de casi cualquier droga en un test de saliva o de sudor, días después de su consumo.
Lo problemático va a ser fijar qué es lo que esos metabolitos indican, y para ello habrá que recurrir a la ciencia, a la de verdad -cuantificable y medible- y no a la arbitrariedad de políticos, o mucho menos a los deseos de abstinencia y no-consumo de algunos organismos, oficiales o no, que persiguen la utopía de un mundo sin embriagantes que no sean alcohol, tabaco y cafeína (que allá ellos con su ridícula y perdida guerra).De la misma forma que hay una medición cuantitativa de la cantidad de alcohol que alguien lleva en su cuerpo, es exigible que el resto de sustancias sean tratadas con el mismo rasero, ya que el consumo de las mismas no es delito alguno, y la carga de la prueba sigue siendo cuestión del acusador. Mientras tanto, sigue vigente el básico aforismo de ley romana: "in dubio, pro reo".

Pero fuera de ese terreno que habrá que afinar, es un paso que aplaudo.
A la vez no sin cierta tristeza, porque me gustaría creer y ver que la educación y formación de todo el mundo desde edades tempranas, evitaría tener que plantear las cosas en formato prohibitivo, pero parece que a algunos, si no les duele no les importa lo más mínimo.

Y aprovecho esta entrada para hacer una invitación a todos aquellos interesados en estos asuntos "drogófilos" a comprar una de las mejores publicaciones que han salido como libro en estos días.
"Heroína", del psicólogo Eduardo Hidalgo Downing, que por el precio de unos porros, nos ofrece una completísima visión de todo aquello relacionado con la historia y uso de esta sustancia, y además con el estupendo enfoque de la minimización de riesgos asociados al consumo, sin que sea una simple apología adornada.
Mucha y buena información, que debería tener a mano desde el consumidor al especialista que trata con consumidores.

Además cuenta con una escritura ágil y despierta, no exenta de la justa ironía para poder soportar las atrocidades cometidas en nombre de la sustancia más demonizada del mundo.
Y a colación de algún comentario que hubo en la entrada anterior, le hago notar al autor que aunque es la leyenda aceptada, ni Jehová ni la Biblia hablan de manzanas como fruto prohibido en el Génesis, aunque imagino que de sobra sabe este escritor cuál era el fruto prohibido, y que eso no es más que una licencia literaria para mostrar como acabamos por hacer placer de aquello que se nos prohíbe (quien quiera entender esto último que se lea el libro).

Lo único que, de momento, no me ha gustado es el tamaño con respecto al número de páginas (más de 500), en especial para los que hemos cogido la costumbre de escribir glosas a lápiz. Aunque he visto a lectores que usan una especie de pegatinas con colores, y es otra opción pero así mis libros parecerían la guitarra de un punky.

Digo de momento, porque aunque no espero encontrar más cosas que no me gusten, el libro me ha llegado ayer, y se me ha juntado con la lectura de "Flashbacks" de Timothy Leary, el descatalogado "Mafias de Estado" de Jürgen Roth, "Caos y Orden" de Escohotado, y la relectura de "Nuestro derecho a las drogas" de Szasz, y la "Pharmacophilia" de J.Ott, y uno tiene también que vivir, comer y dormir, amén de otras cosas más agradables.
Pero casi con seguridad, será el primero que termine, y me servirá para hacerle una buena entrada a esta especial sustancia de acetilados sueños.

Animaos a comprar un excelente trabajo que está, en su lectura y precio, al alcance de cualquiera. Y no, no me llevo comisión en su venta. Pero merece ser promocionado y es tan simple como contar la verdad sobre el libro.

P.S: A raíz de los comentarios pasados, surgidos en torno a los efectos paradójicos de la prohibición de un apetito humano, comentar que hay una excelente imagen al final de la introducción del libro de "Heroína", que no sé si resalta más la torpeza de los prohibicionistas o la sospecha de una publicidad y marketing sostenido desde los organismos menos esperados.

Es la imagen de un anuncio, publicado en un periódico nacional, de una campaña de la FAD en el día mundial contra las drogas, en la que a página completa se ve un fondo blanco casi cubierto por la palabra "NO" en diferentes tamaños, y en el centro del mismo un recuadro en negro en el que se puede leer en blanco la siguiente frase:

"Gracias a los medios de comunicación
la respuesta es cada día
más positiva"

Sin comentarios.

martes, 24 de julio de 2007

Desquiciadas por la droga. Carry Nation y su espíritu.

Dentro del "ejercito salvador" de esta perdida guerra contra las drogas hay un tipo de soldadesca voluntaria con la que resulta frecuente encontrarse en foros, páginas de internet, programas de media tarde de televisión y otros lugares del día a día donde se plantea este debate.
Cuesta un poco ponerle nombre, más allá del de personas desquiciadas por "la droga", si bien es probable que nunca hayan tenido contacto directo con ninguna de esas terribles sustancias que consideran portadoras de graves males y aberrantes adicciones.
Como el nombre no sirve para dejar claro, al menos al gran público, de qué clase de personas estamos hablando, resultará mejor hacer un breve retrato de ellas y de su espíritu antecesor. El espíritu de Carry Nation.

Son estas personas desquiciadas, en su mayoría mujeres, por desgracia. Sé que esta es una observación arriesgada en tiempos de corrección política, ya que atañe al mal llamado sexo débil, y me sitúa en posición de ser acusado de machista. Como digo, son mayoría pero no únicas, y es posible que sea debido al rol que han desempeñado dentro de sus respectivas instituciones familiares, como madres o esposas, o a esa diferencia por la que el varón parece funcionar más basado en actos racionales (aún con una lógica confundida o perversa) y la mujer se basa más en resortes afectivos. En cualquier caso, no me corresponde analizar las causas de que esto sea así, y de entrada advierto que sólo me respalda la observación y la estadística.

Cuando uno tropieza con esta clase de seres en un debate, suelen ser personas que huyen de toda argumentación de tipo científico y carecen de formación alguna sobre los temas que implica un fenómeno multidisciplinar como es el de las sustancias psicoactivas.
Desconocen por completo el tema sobre el que pretenden emitir sentencias, pero en la mayoría de las ocasiones se justifican mediante la experiencia de algún conocido o familiar.
Son las generadoras de tópicos absurdos -y alimentadoras de los mismos- del estilo de "en mi barrio un tío se quedó loco por chutarse jachís" o "yo tengo una amiga que su hijo se murió por esnifar LSD".
Sus comentarios suelen ir acompañados de la expresión "yo sé de lo que estoy hablando", e incluso advertir más o menos veladamente de que "con la droga nadie controla y lo acabarán pagando".
En el peor de los casos, suelen ser madres de personas que han muerto por SIDA u otras infecciones por el indebido uso de agujas compartidas, o de la mal llamada "sobredosis" cuando deberían decir adulteración. O mujeres de hombres alcohólicos que presuponen que si el mal uso del alcohol ha dañado a sus familiares, "la droga" (siempre como ente inespecífico) debe ser mil veces peor y incuestionablemente más dañina e ingobernable.

Incapaces de separar entre la flaqueza humana y la debilidad, y los efectos de ninguna sustancia, renuevan la ignorancia con esa nueva modalidad de chivo expiatorio, y toman de forma enfermiza la bandera de la lucha contra "la droga", como si de esa forma fueran a dar un sentido a la muerte de alguien, o en otros casos peores, un camino para aliviar sus propios desequilibrios mentales sublimándolos a través de ese nuevo mecanismo de "pensamiento mágico".

Puede parecer cruel hablar así de quien ha sufrido la desgracia de vivir con alguien que no supo gestionar adecuadamente su relación con los psicoactivos y acabó muriendo. Ese hecho puede otorgarles derecho para hablar del sufrimiento humano, pero no de las sustancias.
¿Qué tendría que aportar la esposa de alguien muerto en una competición automovilística en cuanto al diseño de los coches de carreras?
¿Se aceptaría en un debate sobre meteorología a la madre de un joven muerto por la sacudida de un rayo en una tormenta?

Pues contra toda evidencia de que la relación con esas personas muertas por una u otra causa, no confiere a sus allegados conocimientos o legitimación alguna para hablar sobre sustancias, lo hacen con la baza de lo emocional y con la protección que les supone ser ya objeto de una desgracia familiar. Y eso en el peor de los casos, ya que mientras que de fármacos retrovirales nadie que estuviera fuera de ese campo de estudio se le ocurriría emitir una opinión, en el caso de los psicoactivos, casi todo el mundo cree estar capacitado para ello, y muy pocos los que tienen el sentido común de decir la sana verdad: "No sé de ese tema".

Y en el más trágico de los casos, de lo único que tendrían legitimidad para hablar largamente, es de como muchas de esas personas son las causantes en buena parte de que otras busquen evasión en el alcohol o en la heroína, rescatando la idea que Escohotado comentó en una ocasión y que salía de un estudio realizado por un organismo oficial sobre que empujaba a los jóvenes a consumir ciertas sustancias, siendo madres castrantes y me atrevería a ampliarlo a esposas con similares trastornos, que hacen la convivencia a su lado algo insoportable sin ayuda de evasión externa, sea esta cual sea.

Estas desquiciadas por "la droga", son las renovadas herederas de todo un personaje de fin del siglo XIX y principios del XX: Carry Nation.

Carry Amelia Moore nació en 1846 en un pueblecito de Kentucky (USA). Fue una niña enfermiza que tuvo que cuidar durante mucho tiempo de su madre, una mujer que sufría alucinaciones y creía ser la Reina Victoria, aunque no era la única de sus familiares que sufría desordenes mentales.

Cuando tenía casi 23 años, se casó con un médico, el doctor Charles Gloyd, que era un fuerte bebedor y que tras dejarla embarazada, murió un par de años después por complicaciones derivadas de su alcoholismo.
Se volvió a casar, esta vez con un abogado 20 años mayor que ella, pastor y editor de un periódico, de nombre David A. Nation.

Se mudaron a un pueblo de Kansas, en el que su marido encontró trabajo como pastor de una iglesia y ella en un hotel. Fue allí donde comenzó sus relaciones con los grupos por la templanza que proliferaban en aquella época. Carry abrió una sucursal de la Unión por la Templanza de Mujeres Cristianas, pero en poco tiempo, su métodos inicialmente pacíficos, cambiaron e hicieron que la WCTU, el grupo en el que militaba se le quedase pequeño.

Eso de llamar a los propietarios de las licorerías "destructores de almas de los hombres" y lo de ir a cantar himnos religiosos dentro de los bares hasta que los clientes se marchaban hartos de aguantarla, no le pareció suficiente. Así que pidió ayuda a Dios: ¿qué hacer?

La respuesta, según ella no tardó en llegar. Le vino en 1900 en forma de alucinación en la que una voz le susurraba que fuera a Kiowa y le decía con fuerza que contaba con ella, junto con un fondo musical.
La interpretación que ella le dio al mensaje, según su propia biografía fue que debía tomar algo en sus manos y hacer pedazos estos lugares de perdición en Kiowa.

Y así lo hizo obedeciendo al señor. Se hizo con un buen saco de piedras, entró en el Dobson's Salon y dijo: "Hombres, he venido a salvaros de un destino de alcoholismo". Y sin perder el tiempo empezó a destrozar aquel lugar a pedradas.
El dueño del bar se quedo boquiabierto y no supo reaccionar, aunque no era tampoco fácil lidiar con semejante mula. Carry Nation media 180 cms y pesaba 80 kilos, y se describía a sí misma como "el bulldog de Jesús, que corretea entre sus pies y ladra a aquello que al Señor no le gusta".

Esto le costó la cárcel, pero la ley de aquel entonces no era muy severa en ese aspecto, y salió de ella todavía más animada. Cada vez que entraba en la cárcel de nuevo, su popularidad se acrecentaba y su megalomanía y trastorno mental crecían a la par.

Tras destrozar otros dos bares más, perfeccionando su técnica e incorporando a su armamento un hacha con martillo en el contrapeso del filo, un tornado azotó Kiowa, lo cual ella interpretó como la aprobación divina de sus actos.

De este nuevo utensilio hizo su seña de identidad, y fue su posterior forma de financiación la venta de pequeñas hachas grabadas con el nuevo nombre que había adoptado, al incluir los dos apellidos de su marido de manera que su nombre quedaba así: Carry A. Nation que significa literalmente "llevar una nación", en el sentido de lucha y guía de la misma. Ese nombre le venía que ni pintado para su cruzada divina contra el alcohol.
Tambíen vendía postales con autografos y hacía tours donde leía discursos contra el alcohol, poesías y su ideario.

De esta forma comenzó su gira por los USA. Missouri, Ohio, Filadelfia y Nueva York fueron sus siguientes y progresivos destinos, en los que realizó más de 30 destrucciones de establecimientos públicos, y su fama llegó a tal punto que llego a editar un panfleto llamado "The Smasher's Mail" (El correo del destructor, más o menos).

Cuando ya tenía suficiente fama, se buscó un representante, que aunque era un generoso bebedor no le importó lo más mínimo. Le servía para sus fines.
Y este le organizó representaciones teatrales en las que en un escenario, recitaba apopléjicos poemas y versos contra la falta de templanza y el consumo de alcohol.

El declive de su carrera comenzó al pretender dar el salto a Europa. Su representante le buscó actuaciones en Londres, pero allí resultó que no tenía ningún interés, y menos en una sociedad que, como la británica o la española, no conciben la vida sin sus pubs o los bares.
En vista de que no tenía ningún éxito, intentó hacerse publicidad destrozando una taberna, pero inmediatamente se presentó allí la policía, y tras detenerla, la encarceló por una buena temporada.

Ya por aquel entonces estaba totalmente desequilibrada, pero para el americano de aquella época, sus actuaciones resultaban de lo mas divertido, evidentemente riéndose de ella.

Al final, repudiada por las asociaciones pro-templanza, totalmente desquiciada y sola, terminó sus días en un psiquiátrico, muriendo en 1911. No llegó a ver en vida una de las cosas que persiguió con más ahínco: la prohibición del alcohol en USA o Volstead Act, promulgada en 1920.
Sin embargo fue parte del germen que hizo cometer a esa sociedad un error de gravísimas consecuencias como la Ley Seca, que fue el inicio del gran poder que aún hoy día ostentan las mafias que se dedican a ofrecer a los hombres aquello que sus apetitos piden, pero el estado pretende controlar.

Aunque sin su hacha y su biblia, el espíritu de Carry Nation aún sigue entre nosotros, incluso a través del nuevo mundo de internet.
Personalmente puedo asegurar que conozco a algunas mujeres parecidas, sin hacha eso sí, pero no por eso menos desequilibradas.

A Carry, finalmente la WCTU, le dedicó una placa cerca del cementerio donde fue enterrada, en la que se puede leer:
"Fiel a la causa de la prohibición, ella hizo lo que pudo".

sábado, 16 de junio de 2007

El vino de los griegos. Anécdota y reflexión.

Nuestra cultura sienta sus bases en la historia y pensamiento griego y romano. La influencia de estas dos grandes civilizaciones es tal que casi se podría decir que somos una continuación de las mismas, llenas del mestizaje que nos ha dado el haber sido tierra bajo dominio árabe y de otras muchos a lo largo del tiempo.

De los griegos hemos tomado buena parte de nuestro pensamiento y de nuestras coordenadas a la hora de concebir y explicar el mundo. Las relaciones entre casi todas nuestras ciencias actuales y los primeros griegos que dieron explicaciones al mundo que vivimos son imborrables.

Es una pena, que no hayamos podido preservar la idea de la embriaguez como vehículo de expansión mental y reflexión, que para ellos fue durante mucho tiempo la forma en que gestaban, discutían y expandían sus ideas.

La forma mas común de reunión entre los pensadores, la forma de dar alas al intelecto, era mediante el "symposion". Esta palabra esta formada de la raíz "sym", que significa "juntos" y el verbo "posion" que significa "beber".
Estos symposion en los que grupos de pensadores y amigos se reunían para beber juntos y hablar durante horas en casa de un anfitrión son el germen de buena parte de la filosofía que hemos heredado de aquella época.

En un lugar elegido previamente, se preparaba una habitación donde pudieran sentarse o tumbarse los invitados, y con ayuda de los vinos, siempre disueltos en agua, se expusieran ideas y se rebatieran sobre las cuestiones más relevantes de la vida del ser humano.

¿Por qué vinos disueltos en agua?
Como cuenta Escohotado, la destilación es un proceso que no se descubre y aplica al vino y la uva hasta el siglo XI. Por lo tanto, los vinos que se podían producir, no podían superar los 13 grados en cantidad de alcohol, ya que en esa cantidad, el alcohol mata a la levadura responsable de transformar los azucares en etanol.

Casi todas las referencias que tenemos de esas épocas, hablan de la dilución del vino en agua, por ser una bebida que no se podía beber directamente debido a sus efectos y riesgos.
Evidentemente el vino tenía alcohol, pero nadie corre riesgo por tomar una copa de vino de máxima graduación alcohólica.
Esos vinos griegos, que daban alas a sus musas y les inspiraban ideas sobre las que trabajar, eran disoluciones de plantas en vinos de uva. Esas plantas pudieron ser de todo tipo, pero hablando de sus riesgos, en los que se menciona la locura o la muerte, posiblemente incluyeran solanáceas en su composición. Plantas como el beleño, la datura, o la belladona, son buenos candidatos a ser algunas de las responsables de los efectos de esas bebidas que llamamos vinos, aunque nada tengan que ver con lo que hoy día es esa bebida.

Siendo así, esos vinos, que bebían diluyéndolos en agua, eran potentísimos vehículos de embriaguez que no podemos conceptualizar como simple ebriedad alcohólica, sino como fuertes expansores de la conciencia habitual. Nada que ver con nuestra idea actual de una progresiva borrachera a base de nuestros estupendos y saludables vinos.

Antes de iniciar el symposion, se decidía previamente cual era el número de "krateras" o vasijas que iban a ser consumidas. Este acto previo, refuerza la idea de que era una acertada medida de prevención ante la certeza de que se llegaría a estados de conciencia donde actos como medir o controlar la embriaguez resultante no iba a ser fácil, sin duda debido a los compuestos que acompañaban a estos vinos.
Es bastante probable que no siempre se respetasen esas prevenciones iniciales, tal vez en búsqueda de una mayor alteración o por puro descontrol.

Hay una interesante anécdota narrada por Timeo de Taormina sobre unos jóvenes soldados que da una buena idea del poder de esos vinos:

"En Agrigento hay una casa que llaman 'la trirreme' (nombre de una embarcación de la época) por la siguiente razón. Unos jóvenes estaban emborrachándose en ella, y llegaron a un punto de intoxicación tan febril que pensaron que se encontraban en una trirreme, navegando en medio de una peligrosa tempestad; estaban tan beodos que arrojaron todos los muebles y objetos de la casa por la ventana, como si estuvieran en el mar y el piloto les hubiera mandado aligerar el barco a causa de la tormenta.
Entretanto acudió una gran cantidad de gente y empezó a llevarse los bienes que tiraban, pero, aun así, los jóvenes no dejaron de hacer locuras.
Al día siguiente, los generales se presentaron en la casa y los acusaron de varios delitos.
Ellos, todavía mareados, contaron a los oficiales que por miedo a la tormenta se habían visto obligados a echar por la borda el cargamento superfluo."

Esta historia, actualmente no tendría credibilidad alguna, ya que todos conocemos el alcance de una borrachera por vino. Se puede ser temerario, estúpido, insolente, agresivo, e incluso ver doble, pero no lo que aquí se cuenta.

¿Es creíble que bebiendo solo vino, si fuera como el que actualmente bebemos ocurriera esto?
Es harto improbable que varias personas que se hayan excedido con una bebida que solamente contenga alcohol como principio activo, lleguen a perder la noción del lugar en que se encuentran, para reemplazarlo por un barco que está azotado por una tormenta.
¡¡Y mas aún que eso ocurra durante horas!!

No sólo que lo crean o lo imaginen, sino que deliren hasta el punto de comportarse como si en esa situación se encontrasen, sino que al día siguiente en lugar de una resaca colosal, aun afectados den por explicación de sus actos aquello que había sido delirio compartido y posiblemente provocado por un exceso de esas bebidas portadoras de plantas alucinógenas.

Si esos soldados lo hubieran hecho con cualquiera de nuestros vinos actuales, habrían llegado a un estado de sopor, que difícilmente les hubiera permitido arrojar nada por ninguna ventana de la casa, y menos aun, creer que se encontraban en una barco en mitad de una gran tormenta.

Los griegos aceptaban esas situaciones como un mal menor consecuencia de un consumo poco cuidadoso de un poderoso embriagante -propio de la falta de experiencia o de la temeridad juvenil- pero no por ello fue jamas objeto de censura.

Pero si bien ese es un extremo en el uso de esos vinos superpotentes, otro podría ser el conocido Banquete de Platón, que aún se estudia hoy día y es modelo de reflexión, diálogo y brillantez oratoria.

Dejo aquí esta entrada con la pregunta abierta de cuantos de nuestros mejores antepasados como pensadores, de los que nuestra sociedad a lo largo de los siglos se ha nutrido, desarrollaron y maduraron sus ideas en estos estados de embriaguez compartida, de mayor o menor grado, llamados symposion.

Y también quiero hacer pensar sobre como hemos admitido muchas de sus brillantes ideas, y hemos edificado sobre ellas, pero hemos olvidado sus métodos.

¿No resulta más provechosa una embriaguez generadora de nuevas ideas y vehículo de unión entre amigos, estimulante de debates inteligentes y fuente de tejido social, que la actual marca de negatividad, delito e incorrección que acompaña en nuestros días al uso de embriagantes?

jueves, 19 de abril de 2007

Análisis de sustancias y reducción de riesgos

La guerra contra las drogas parte de varios presupuestos de carácter dogmático y se aplica, diseña y ejecuta en base a ellos. Uno de sus presupuestos es que todas las drogas psicoactivas son malas, tanto en una categoría moral como en una perspectiva médica.
Esto, además de ser falso, se sostiene muchas veces en las consecuencias de la propia prohibición que pesa sobre estas sustancias. Por ejemplo: la heroína te puede matar al inyectártela por las sustancias con las que la adulteran. O el muy socorrido dicho, de unos años a esta parte, de que cuando te comes una pastilla de éxtasis, no sabes lo que te estás comiendo.




Si no fuera algo admitido a ciegas que hay que luchar contra la droga, cualquiera que tenga dos dedos de frente se daría cuenta rápido de la falacia que encierran esas dos frases.
No te están diciendo que te mate la sustancia que buscas consumir, sino lo que le añaden para aumentar la ganancia en un mercado ilegal, o para evitar la ley al venderte sustancias no ilegales. Es la prohibición la que hace imposible que puedas comprar heroína, cocaína o éxtasis con su debida pureza y en condiciones higiénicas.

Pero en ningún caso los gobernantes están dispuestos a admitir que la prohibición hace que en lugar de proteger la salud pública, se subvencione el mercado de la droga, y se desproteja al consumidor, haciendo que tenga que arriesgarse en mayor o menor medida a consumir sustancias de dudosa calidad y desconocidos riesgos.

Frente a esta postura, mezcla de estupidez, mentiras, y ceguera, han ido surgiendo alternativas realmente útiles y eficaces para reducir los daños que van parejos a la situación que sostienen los gobiernos. Son las llamadas alternativas de REDUCCIÓN DE RIESGOS.

Actualmente es posible adquirir varias sustancias enteógenas como las 2C-I o la 5MeO-DMT en formas puras y provenientes de laboratorios legales, o drogas en forma vegetal como la mescalina del peyote, o la ergina de la rosa lisérgica o del dondiego de noche. Para mas información sobre esto, véanse las entradas "Como comprar drogas legales en internet"(para sustancias puras) o la del mismo nombre y segunda parte para sustancias vegetales.

Pero aunque esto está disponible para cualquier que se haya molestado un poco en buscar esas opciones, lo mas habitual es que los consumidores compren drogas en la calle, sin ningún tipo de control de calidad. Las drogas mas compradas son la MDMA, bien en pastillas o bien como cristal, y la cocaína.
Aún no existe una cultura de molestarse en comprobar la calidad del producto, tal vez porque no es conocido por la mayoría que esto es posible y además, legal.

Asociaciones como la estupenda Energy Control ponen a disposición del usuario de drogas, un servicio de análisis de sustancias, tanto de forma presencial como mediante un envío de correo. Con una pequeña muestra que se envíe, basta para conocer la pureza y los posibles adulterantes de una muestra. Y esto nos debe servir para elegir correctamente a quién y qué compramos o a quién no lo hacemos.
Se puede leer cómo acceder a estos análisis, que son gratuitos, a través de esta web: www.energycontrol.org/jml y una vez allí en el apartado de "Análisis de sustancias" (a la izquierda de la página).
Por si alguien tiene dudas, añado que es un servicio anónimo y que es una organización que nada tiene que ver con ninguna institución estatal.
Analizan cualquier tipo de droga mediante un método de total fiabilidad como es la cromatografía de capa fina, y te ofrecen resultados para MDMA, speed o anfetamina, ketamina, heroína, cocaína, 2C-B y otras feniletilaminas, y LSD y otras triptaminas.

Lo que hace esta asociación SÍ es velar por la salud pública. Conscientes de que el ser humano en todas sus culturas ha tendido a buscar la embriaguez, no solo religiosa o ritual, sino también con el animo de divertirse y disfrutar, ofrecen a quien quiera la posibilidad de saber con precisión que sustancia tiene en sus manos.
Además ofrecen información detallada sobre los riesgos parejos al consumo de cada sustancia y consejos para minimizarlos, y hacer que una noche de diversión no sea una noche de problemas.

Conscientes de que causa más daño la desinformación (o la falsa información) que se da por buena desde los mass-media, son los propios consumidores los que pasan a ser gestores de la calidad que desde el estado se les niega a través de la prohibición.

Actualmente otras opciones de reducción de riesgos en otros países como Nueva Zelanda o Australia, van por otro lado y se centran en el aspecto legal, ofreciendo drogas que no estén prohibidas aún como sustitutos de las drogas mas consumidas. Allí se venden las llamadas piperazinas legales.

Este es el caso de las piperazinas, un grupo de compuestos que pueden tener desde efectos similares al éxtasis a efectos mucho más psiquedélicos, pero que no resultan mejores para la salud y que pueden tener un mayor riesgo.
De hecho son junto con la cafeína los principales adulterantes del MDMA que circula en nuestro país. Aunque estas pueden ser adquiridas sin problema por internet en páginas como www.purebzp.com donde se venden 5 sustancias de esta familia, así como pastillas con combinaciones de estas a precios bastante bajos, y en las que cualquier puede comprar 100 gramos de algunas de ellas y que serían mas de 2000 ó 3000 dosis en algunos casos.

Un pequeño cambio en las costumbres de los consumidores, que acostumbran a comprar la misma noche que van a consumir, en malas condiciones y sin posibilidad de comprobar qué compran, haría que los vendedores se vieran forzados a mejorar la calidad de lo que venden.

Incluso si alguien no quiere seguir todo el proceso que implica enviar una muestra por correo y esperar los resultados, tiene a su disposición diferentes test que sirven para detectar cuál es la sustancia que puede tener o no tener una pastilla o un poco de cristal que posean, con el simple test de Marquis.
Con una pequeña cantidad de la sustancia y una gota o dos de este reactivo que pueden comprar legalmente, por el color que obtienen, pueden saber bastante sobre la composición de aquella sustancia que van a consumir.
En esta página hay test para diversas drogas, incluido uno para la pureza de la cocaína, que se pueden comprar y tener en casa, y servirán para hacer cientos de test sobre lo que uno compre.
La página es www.eztest.com/web/ y pueden comprar no sólo ese reactivo, sino también otros para complementar sus análisis, como son el test de Mandelin y el de Mecke. Hay otras páginas donde se puede comprar el test, pero esta es la más completa. También hay páginas españolas que lo venden, como www.psiconautica.org donde por 15 euros puedes conseguir el kit para hacer las pruebas con instrucciones.

¡¡Hazlo tú mismo!! Pero hazlo.

En nuestro país los principales partidos políticos siguen cerrando los ojos a una realidad que no cambiará, y tan sólo algún atrevido por ahí se intenta apuntar el tanto del cannabis y los fumadores de hachís o marihuana, que es la droga no legal mas consumida en nuestro país.

Sin embargo en otros países más avanzados (en todos los sentidos) hay partidos que ya están apostando de una forma clara por el consumo responsable y por mejorar las condiciones del mismo. Por ejemplo, el Partido Verde en Inglaterra tiene una web solo para el tema de las drogas y la fiesta, en la que hablan sin problemas del tema, recomiendan libros o venden test para drogas. merece la pena echarles un vistazo y ver a que distancia están nuestros políticos de la realidad. Esta es su web http://drugs.greenparty.org.uk/.

Antes existían páginas en los USA como www.ectasydata.org donde se analizaban las pastillas de diferentes partes del país, y se ofrecía después esa información públicamente con una descripción (y foto) de la pastilla, información sobre la zona donde se vendía, etc. También existían esas alternativas a nivel europeo, pero parece que acaban abandonándose por falta de recursos económicos. Actualmente y para España lo más cercano que tenemos son las listas que Energy Control nos ofrece con análisis de las últimas pastillas que encuentran en el mercado.

Todo esto no ha sido más que un repaso por encima de las posibilidades que tienen los consumidores de drogas españoles para poder hacer un consumo más seguro, responsable y reducir los riesgos asociados a ello.
No está de más recordar la frase de Escohotado que dice:
"No mata la droga, mata la ignorancia."


Y ya sabéis, si estáis esperando a que el estado se preocupe por la calidad de vuestra salud, que también es pública, no estáis en el buen camino. Si consumís drogas, ocupaos vosotros mismos de una forma activa de vuestra salud, informaos de lo que consumís y no dejéis que os vendan lo que no queréis comprar.

Analizad lo que tomáis. ¡¡Que es gratis y anónimo!!
¿Qué más se puede pedir, en esta situación esquizoide de negación de la realidad?

miércoles, 11 de abril de 2007

Valium y otras benzos: muletas sociales

Seguro que ninguno de los lectores que por aquí pasan habrá oído hablar jamás de un tal Leo Sternbach. No es un nombre conocido, no está asociado a nada e incluso se podría pensar que suena a nombre de músico.
Pero seguro que todos han oído hablar de una de las mayores contribuciones que la sociedad le debe a este químico: el Valium.
Esa otra palabra ya pertenece a nuestra iconografía cultural y escucharla a todos nos evoca algo, posiblemente diferente y parecido al mismo tiempo, según sea la relación que hemos tenido con esa sustancia. Tal vez la hayamos tomado por orden del médico, o simplemente conozcamos de su existencia a través de la literatura, el cine, la música o el hablar popular.

Leo Sternbach, su creador y creador de otras muchas benzodiacepinas (su familia química) así como de otros cientos de compuestos -su historia cuenta con 241 patentes químicas- era un químico de los de la vieja escuela. Nacido en Opatija, que hoy pertenece a Croacia, pero pertenecía al imperio Austro-Húngaro en el momento de su nacimiento en 1908. Era hijo de un judío polaco que regentaba una farmacia en esa localidad, y fue a estudiar farmacia a Cracovia donde tenía parientes. Con 21 años ya tenía una licenciatura en farmacia, y dos años después obtenía el doctorado en la especialidad de química orgánica, la cual era su pasión.
Tras pasar unos años como ayudante de investigación en la universidad, se mudó a la ciudad de Basilea -en Suiza y en la misma ciudad que trabajaba Albert Hofmann, padre de la LSD- para seguir en la universidad pero poco después fue contratado por una de las empresas farmacéuticas de aquel lugar, la Hoffmann-La Roche como químico e investigador superior.
En 1941, con 33 años, fue trasladado a los USA en una operación de su empresa para poner a salvo a todos sus investigadores de origen judío ante el peligro frente a una Alemania dirigida por Hitler en plena guerra.

Su empresa jamás pudo imaginar que esa sería la mejor inversión de toda su historia.

Sternbach continuó con sus investigaciones en Upper Montclair, New Jersey, donde vivió con su esposa Herta hasta un par de años antes de su muerte en el 2005.
Una muerte que paso desapercibida, pero que se llevaba al hombre que había hecho uno de los mayores aportes a la psicofarmacología de la historia. Y es una historia que también tiene sus entresijos casuales.

La dirección de la empresa, ordenó a Sternbach abandonar el estudio y desarrollo químico de las benzodiacepinas por considerarlo falto de interés. Pero Leo, como buen químico que se había apasionado con una familia de compuestos, siguió con las investigaciones por su cuenta, hasta dar con la primera benzodiacepina que se comercializó en un tiempo record: el clordiacepoxido, o Librium.
Había abierto todo un campo para la medicina.
Hasta el momento los únicos tranquilizantes de los que se disponía eran o bien opiáceos o lo que en aquel momento estaba en su punto álgido de uso: los barbitúricos.
A diferencia de estos, el descubrimiento de Leo, tenía unos margenes de seguridad en su uso increíblemente mayores, y además no provocaba los groseros efectos de desinhibición y conductas temerarias que producían los barbitúricos en cuanto la dosis se excedía ligeramente.
Y tras el clordiacepoxido vino el diacepam, el Valium que convirtió a su empresa en un gigante farmacéutico.

Justo aquello que le ordenaron dejar de investigar, hizo que los laboratorios Roche tuvieran en su poder el medicamento más vendido durante 13 años en los USA, y que aún a día de hoy significa el 28% de la ganancias de esta multinacional de la farmacia. Todo por el placer de investigar de una persona que dedicó su tiempo libre a ello.

Las benzodiacepinas, entre las que se encuentran el diacepam o Valium, el Tranxilium o clorazepato, el Orfidal o lorazepam, y otros 20 ó 30 compuestos, pertenecen al grupo de los tranquilizantes menores. Actúan sobre unas receptores cerebrales llamados receptores GABA, que son los encargados de modular el nivel de alerta y ansiedad de una persona. También los barbitúricos lo hacen, pero a diferencia de las benzodiacepinas que actúan preferentemente en las zonas subcorticales del cerebro, los barbitúricos actúan sobre los receptores en la zona del tallo cerebral, que controla funciones mucho más primarias y por eso su peligrosidad es mucho mayor.

Los médicos las recetan hoy día con total soltura, en parte por el margen de seguridad que ofrecen ya que es muy difícil poder suicidarse usando benzodiacepinas, y en parte por la demanda que tienen frente al estrés por parte de los pacientes.

Junto con el café, el alcohol -que también actúa sobre los receptores GABA- y el tabaco, son una de las muletas de nuestra sociedad. Escohotado las ha llamado drogas-bastón, ya que nos sirven para completar nuestra rutina diaria de forma más cómoda.
Son la pastilla para dormir al insomne, la píldora que tranquiliza al nervioso, la que relaja los músculos de alguien que la tensión acumulada le provoca trastornos, la que hace desaparecer una dermatitis nerviosa o una calva en el pelo provocada por cualquier forma de ansiedad.
Y realmente nuestra sociedad sabe bastante de ansiedad.

Lo que antes se trataba con alcohol de forma casera -tomándose un par de copas- o con barbitúricos, ahora se trata con Valium o sus parientes.
Los barbitúricos nacieron en una sociedad que pretendía demonizar a los opiáceos, y que los pusieron en circulación argumentando que al contrario que estos, no producían adicción.
No sólo la producían, sino que esta era peor y mas difícil de tratar. De hecho, los dos descubridores de los barbitúricos murieron por sobredosis tras años de consumo.

Con las benzodiacepinas pasó algo similar. Se lanzó la idea de que no eran adictivas.
El propio Leo Sternbach comentó una vez que le parecía ridícula la idea de que se hablase de adictividad en las benzodiacepinas, ya que para que algo fuera adictivo tendría que tener un efecto placentero.
Seguramente Leo nunca sufrió de ansiedad, e hizo ese comentario en una época en que la idea de adicción se basaba en la falta de fuerza de voluntad de la persona y de propensión al vicio y al placer.
Pero hoy en día sabemos que hay una sorprendente similitud entre el comportamiento de una madre que al llegar la noche busca mitigar su ansiedad y poder dormir con una de esas pastillas, y el comportamiento de un heroinómano intentando paliar dolor, ansiedad o sufrimiento. Ambos buscan un alivio para un trastorno.

Se ha considerado a las benzos como pastillas que no tienen potencial lúdico, y realmente no son drogas que aporten un placer activo. Aunque a personas que sufren de ansiedad generalizada y no lo saben, o que nunca han podido sentirse en paz y no saben porqué, esos fármacos les proporcionen el placer de una paz que de otra forma no pueden alcanzar.
Yo he visto a algunas personas expresar tras su primera toma de una benzodiacepina, concretamente Tranxilium, que se sentían felices y en paz por primera vez en sus vidas, con una expresión de felicidad en el rostro que les resultaría difícil de creer a muchos farmacólogos.

Años después de que Leo dijera que era ridículo hablar de efectos placenteros y adicción en las benzodiacepinas, él mismo comentó que el Valium era un medicamento con unos efectos secundarios muy agradables y un somnífero bastante bueno, y que por esa razón se tendía a abusar de él... y que por ello su mujer no le dejaba tomarlo!!

Hoy día sabemos que sí son drogas adictivas, pero que usadas correctamente en manos de un buen profesional, presentan pocos riesgos y un manejo sencillo.
No hay casi un mercado negro de benzodiacepinas, y el que hay suele ir dirigido a los consumidores de heroína cuando no tienen otra cosa para consumir, ya que algunas de las benzos más fuertes, como el flunitracepam o Rohipnol, pueden lograr darles algo de alivio frente a un momento de abstinencia o pueden ser usadas para potenciar lo que como heroína les venden en el mercado negro.

No tiene sentido buscar diversión en las benzos, ni mezclándolas con alcohol (que además supone un riesgo importante) ya que sólo puede ocurrir que la persona acabe dormida, o que por el contrario entre en un estado de desinhibición temeraria acompañada de amnesia, y es por lo que hace tiempo algunos delincuentes las usaban para robar, ya que no sentían miedo ni tenían una conciencia clara de la gravedad de sus actos.

También se han usado por las mismas razones para facilitar violaciones, en las que un individuo droga a una víctima para que caiga en un estado de sopor y amnesia, y le permita forzarla sin que la víctima a veces ni recuerde que ha ocurrido.

Por último cabe mencionar un nuevo uso que han encontrado estas sustancias en el uso legítimo de algunas personas. Cada vez más jóvenes (o no tan jóvenes) que pasan el fin de semana tomando estimulantes de todo tipo, como cafeína, anfetamina, MDMA o cocaína, toman después benzodiacepinas para poder "bajarse el pedo" y la sobre-estimulación de su sistema nervioso a la hora de ir a dormir. Antes era una práctica frecuente en los consumidores de cocaína por vía intravenosa, fumada en base libre o como crack, pero ahora y por esa misma razón de frenar la ansiedad y calmar al cuerpo su uso está más extendido.

En cualquier caso, me resulta imposible imaginar hoy día una sociedad sin esos fármacos.
Si ahora las personas que mitigan la ansiedad mediante ellos se vieran privados de los mismos, aparte del síndrome abstinencial que tendrían, se tirarían a conseguir el mismo efecto por otras vías. El ama de casa o el padre de familia mediante el alcohol, y los consumidores de drogas ilegales, mediante el alcohol y los opiáceos, especialmente el más accesible de todos que sigue siendo la heroína.

Así que mientras sigamos viviendo una sociedad ansiógena para muchos, bienvenido sea el Valium para aquellos que buscan la paz.


P.S: Dedico esta entrada a mi amiga Rocio, porque me la pidió ella y por el estupendo libro que me ha regalado: "Colocados. Una historia cultural de la intoxicación." de Stuart Walton.

domingo, 25 de febrero de 2007

Vacunándonos contra la cocaína y otros placeres

Estos días de ausencia -disculpad que se alargaran más de lo previsto- han sido una fuente generosa de noticias sobre drogas en los medios de comunicación. Han habido dos noticias que me han parecido especialmente interesantes, una fue la de la captura de un grupo de chavales que vendían drogas y en concreto tenían en su poder un kilo y medio de MDMA casi puro (creo que al 98%), y la otra que pasó algo más desapercibida, fue la de que se va a empezar en España a probar una "vacuna" contra la cocaína.

Aunque creo que la MDMA es una sustancia irrepetible y con unas virtudes inigualables, voy a comentar el tema de la vacuna contra la cocaína, por las implicaciones morales, biológicas, y el uso que de algo así se puede hacer.

Encontrar la noticia no resulta difícil, si alguien la quiere leer, le vale con mirar en google escribiendo cocaína, vacuna y España. La encontrará en varios medios.

Antes de entrar de lleno en el tema, quería transcribir unas ideas que dio Escohotado en el programa "Carta Blanca" que dirigió él mismo. Sus palabras, además de ser buena fuente de inspiración, enlazan bien con este tema por varias razones: porque hablan de educación y es el punto que FAD y FAC tienen en común, porque hablan de nicotina, y porque de no haber sido Escohotado víctima de una extraña maniobra en la que le encarcelaron con relación a un tema de cocaína, tal vez nunca hubiéramos podido disfrutar de su "Historia General de las Drogas", que comenzó y desarrolló estando en prisión.

Aquí están sus palabras:

"Si se fijan ustedes, la guerra a las drogas, que ha durado unos 80 años, se ha terminado.
Es un poco vano decir que, ante la cantidad de usuarios, la cantidad de drogas que hay, seguimos teniendo una guerra contra ellas.
Lo que tenemos ahora es un fenómeno de auto-organización, de adaptarnos a una situación nueva. Y la mejor forma de adaptarse a una situación nueva, es con conocimiento y amor propio.

Toda prevención que queramos enseñar a nuestros hijos, sera ineficaz si no es una prevención calculada para el uso en vez de para la abstemia. Por la misma razón no podemos conceder permiso de conducir una avioneta o un coche, más que sabiendo conducir la avioneta o el coche.

Punto final. Vayamos pensando en un partido de tabacófilos que reclame un tercio de los espacios, ya que somos un tercio de la población. Pienso en un esquema como el que ha puesto en marcha Boadella y otros sensatos catalanes, y por supuesto sostenido en caso de que no se le escuchará, por la desobediencia civil."

A mi me da gusto ver como el profesor, a pesar de su edad y de que ahora es denostado por algunos sectores de la izquierda de este país a los que ha criticado con sobrada razón, aún es capaz de hacer llamadas a las desobediencia civil, cosa que hace mucho que no oigo en boca de nadie. Entiendo y agradezco el cambio en las ideas de Escohotado, que ha pasado de un eje de izquierdas/derechas a uno mucho más necesario de libertad/autoridad.

Se puede ver el manifiesto en este vídeo, al final del mismo.

Voy a saltarme lo que serían unas explicaciones básicas sobre la cocaína en si, su historia y su prohibición en los USA y luego exportada mundialmente. Esa prohibición que alegaba que la cocaína incitaba a los negros a violar mujeres blancas.

Creo que basta con saber que la cocaína es una sustancia de origen vegetal, de fácil producción, y que es un estimulante del sistema nervioso central, y que sus efectos psicológicos están mediados por la dopamina, que sería el neurotransmisor encargado de hacernos sentir placer.

Su precio de elaboración en los países productores, es inferior a 50 céntimos de euro por gramo, a pesar de las restricciones a lo necesario para el proceso, y que cuando llega al consumidor, habiendo perdido calidad en diferentes grados en cada paso que ha dado, cuesta unos 60 euros el gramo, gracias a la guerra contra las drogas.
Sin embargo, el precio de esta sustancia no ha variado en los últimos 30 años, lo cual es equivalente a que al no haber sufrido inflación, su precio ha descendido. Y su pureza, ha aumentado notablemente.

El mayor consumidor del mundo son los USA, y el mayor consumidor de Europa, parece ser nuestro país, que es a su vez la puerta de entrada de la cocaína hacia el resto de países del continente. Según el PNSD, las tasas de consumo aquí, doblan las europeas, y la edad de inicio del consumo está en torno a los 14 años (y descendiendo).

Ciertamente, la cocaína es una sustancia que produce placer, y como tal o como cualquier comportamiento que lo produzca, es adictivo, al menos a nivel psicológico. Los consumidores siempre han dicho de ella, que es una sustancia "muy golosa", y que es poco propensa a ser usada con moderación. Los mayores problemas asociados a su consumo inmoderado son la ansiedad y los accidentes cardio-vasculares y cerebro-vasculares, por la estimulación cardíaca y la vasoconstricción que produce.

Conociendo sus efectos, y mezclando eso con personalidades propensas a la desmedida, no resulta complicado imaginar personas totalmente entregadas al consumo de cocaína, aunque en su mecanismo de acción no haya un sistema de adicción físico por el cual la abstinencia desencadena un síndrome. Muchos son los famosos (o no) con suficiente dinero que mantienen su consumo sin demasiado problema, y otros a los que les llega a causar daños no deseados.
Desde luego, al que no tiene dinero para hacer frente a ese hábito y se acaba enganchando a él, y dejando a un lado su dignidad, podremos verle en penosas situaciones personales, jurídicas, policiales, familiares.

Hace muchos años, una médico profesora de farmacología, que tenía una relación muy directa con las esferas más altas de los organismos prohibicionistas a nivel mundial, me comentaba que sabían que habían perdido la guerra contra las drogas, pero que si médicamente no se despenalizaban todas las sustancias, era porque no tenían fármacos agonistas (que hacen un efecto parecido) que pudieran sustituir a la cocaína, como podría ser la metadona en el caso de la heroína.
No creo que sea la única razón, pero puede que sea una de ellas, aunque creo que hay fármacos similares que bien podrían usarse. Según ella, esa frase la había dicho en su presencia el entonces presidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, organismo dependiente de la ONU.

Aún sabiendo todo eso, siguen apostando por una política que solo causa daños a los consumidores y beneficios a narcotraficantes y autoridades que hacen la vista gorda.

Vamos con el tema de la vacuna contra la cocaína.
Para empezar habría que decir que siendo honestos, ese fármaco no es una vacuna.
Una vacuna introduce en nuestro organismo virus o bacterias, muertos o muy debilitados, de manera que nuestro sistema inmunológico reconoce la envoltura hecha a base de proteínas de estos patógenos, creando una respuesta a medida para ellos.
De esta forma, cuando el virus o la bacteria nos ataca, nuestro cuerpo ya tiene la información necesaria para saber como ha de luchar contra ese invasor, y lo hace antes de que la infección pueda asentarse en nuestro cuerpo.

¿Por qué no es una vacuna?
Las proteínas son largas cadenas hechas de aminoácidos, moléculas muy grandes, a veces más grandes que un campo de fútbol con respecto a un balón, y con una compleja estructura.
Sin embargo, la cocaína y la mayoría de las drogas, son moléculas muy simples que en ningún caso son detectadas por nuestro sistema inmunológico.
No se puede hacer una vacuna contra la cocaína, ni contra ninguna otra droga prohibida, mientras no prohíban algún péptido o alguna cadena de aminoacidos lo suficientemente grande.

¿Qué vende esta empresa entonces?
Quiere vender una trampa a largo plazo. El producto que ellos han desarrollado es una variación recombinada de una toxina del cólera, en la que se incluye un espacio donde se inserta una molécula similar a la de la cocaína. El cuerpo reacciona ante esta toxina y crea anticuerpos.
Esos anticuerpos que desde entonces estarán por un tiempo variable en la sangre, debido a su forma y a sus propiedades -generadas en base a la toxina- se supone que atraparán las moléculas de cocaína y las romperán en dos subproductos no activos.

Pero ni el efecto dura para siempre, ni es suficiente para bloquear más y más cantidad de cocaína que el sujeto se administre. Seguramente le hará menos efecto, y eso genere un mayor consumo. Además, el efecto estimulante y placentero, en caso de no poderse conseguir con la cocaína, podrá obtenerse con otras sustancias que también actúen sobre la dopamina y su liberación, como la metanfetamina, la anfetamina, o incluso el metilfenidato que se le da a los niños hiperactivos.

Ademas de eso, habrá que ver en las pruebas con humanos, a cuantas sustancias "reconocen" esos anticuerpos de nueva creación, que podrán ser del propio cuerpo o venir de fuera, y evitar su funcionamiento o generar reacciones aun en estudio. No hay que descartar que los propios anticuerpos "creados" por la introducción de un antígeno puedan crear alergia o incluso shocks anafilácticos a consumidores "vacunados" que tomen la sustancia.

Jonathan Ott, el increíble químico, etnobotánico, escritor e investigador apadrinado hace décadas por personas como Hofmann habla de estas posibilidades en cuanto a una supuesta vacuna contra la cocaína con el método con el que se ha realizado.

En su libro "Pharmacophilia" cuenta también un experimento realizado con inyecciones intravenosas de nicotina, en el que los sujetos, sin saber, que sustancia se les había inyectado la confundían con cocaína o anfetamina!!
Eso me hizo mirar más detenidamente la pagina de la empresa productora de la "vacuna" por si existiera la posibilidad de que ese mismo fármaco sirviera para bloquear la acción de la nicotina aunque no funciona sobre el mismo tipo de receptores (en principio).

Y ellos ya habían llegado a ese punto: ya tienen una vacuna contra la nicotina creada, de nombre TA-NIC. Aquí se puede ver su página sobre esa vacuna.
La de la cocaína se llama TA-CD y esta otra es su página.
Queda fuera de consideración algo que todavía sólo parece atenderse adecuadamente en ámbitos de experimentación, que es el tema de los polimorfismos genéticos y sus consecuencias. Se han creado razas de ratones inmunes a la acción de diferentes drogas, ratones extremadamente susceptibles al dolor, o ratones que preferían una u otra droga.
Esto, que es de muchísima importancia a la hora de desvelar misterios genéticos, activaciones de genes, moléculas y mecanismos por los cuales a veces un gen despierta y otro gemelo no lo hace, es extrapolable a humanos.

Son conocidas algunas deficiencias enzimáticas de algunas razas orientales, por las que no pueden procesar bien el alcohol, o como algunos de raza caucásica no son capaces de usar un determinado citocromo que es necesario para la conversión de codeína en morfina, y otros fármacos de todo tipo. También se ha observado que algunos afroamericanos son rápidos metabolizadores de la cocaína en su cerebro, frente a otros que no funcionan de igual forma.

Esas diferencias individuales, ya no a nivel de raza, sino de persona, hacen de nosotros una compleja máquina para entender. No somos ciencia exacta.
La preferencia de algunos por el alcohol, frente a la de otros por la cocaína, o el rechazo de algunos a la heroína, hace que tengamos las mismas susceptibilidades a la hora de plantear terapias para casi cualquier cosa.

¿No hay dinero para ese tipo de investigaciones?
¿Habrán de pasar 300 o más años hasta que las terapias se modulen de acuerdo con nuestro genoma y sus características, y qué esto se haga con un simple análisis de sangre?
No será de extrañar, si la preferencia son los gastos en armamento, cárceles y en guerras perdidas de antemano.

Para quien tenga mas interés en saber sobre las diferencias y los polimorfismos humanos en relación a diferentes drogas y fármacos, le recomiendo el libro ya mencionado de J.Ott que dedica una tercera parte del mismo a ese importantísimo tema.

Hay toda una serie de implicaciones morales sobre el uso que se le puede dar a un fármaco así.
Sólo veo que pueda ser correcto su uso cuando una persona, libre de coacción, decida que quiere esa ayuda para poder sortear mejor los peligros que una adicción adquirida le pueden plantear tras la decisión de abandonar el hábito.
En nuestro país el consumo de drogas no constituye ningún delito per se, aunque se castigue de otras formas la simple tenencia para consumo propio.
Pero en un país como los USA, en que el consumo es delito y suficiente razón para revocar la libertad condicional de un preso que haya accedido a ese grado penitenciario, me produce escalofríos.
También cuando hay sistemas judiciales que, en un cuestionable acto, cambian penas de prisión por tratamientos de desintoxicación, podemos encontrar a gente que tenga que elegir entre tomar dicho fármaco o ingresar en la cárcel. Y como en otros "inteligentes" movimientos en la guerra contra las drogas, podemos acabar viendo a una multitud de desgraciados que se ven forzados a sustituir la cocaína que consumían por otros liberadores de dopamina, como la metanfetamina, que es increíblemente más dañina física y psicológicamente, y hace tiempo que se considera una epidemia en los USA.
Un gesto tan humano como el negar la venta de jeringuillas sin receta, para dificultar el consumo (aséptico e higiénico) de drogas por vía intravenosa.

Y una última curiosidad sobre la empresa que va a vender la "vacuna" contra la cocaína.
Sus estudios previos y los posteriores de desarrollo del fármaco, han sido financiados por el NIDA, o Instituto Nacional para el Abuso de las Drogas... de los USA.
El mismo organismo gubernamental contra el que ha tenido que luchar una asociación para el uso terapéutico de los psiquedélicos, que había conseguido una autorización de la FDA usana para comenzar estudios con cannabis y enfermos de diversos tipos de dolencias.
El NIDA se negó a proporcionarles cannabis de calidad, necesario para los estudios aprobados, y eso ha costado dinero y años, para que finalmente un juez con suficiente poder autorice a MAPS, que así se llama la asociación, a poder cultivar cannabis de calidad para esos estudios si el gobierno no se lo entrega.

Para quien quiera entretenerse leyendo lo absurdo que puede ser el comportamiento de un gobierno que amenaza a los médicos que prescriben cannabis a pacientes con cáncer en fase de quimioterapia, puede ver los archivos de la organización MAPS en este link.