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domingo, 11 de febrero de 2018

Bitcoin y el 2018: sopesando el cripto-panorama.

Este texto fue publicado hace un par de semanas en la página líder de información sobre Bitcoin en castellano, ElBitcoin.Org, y es un buen momento para colgarlo aquí, ahora que muchos están mirando (entre asustados y emocionados) lo que está pasando en el criptomundo.

Esperamos que os sea provechoso... ;)

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Estas Navidades de 2017 hemos vivido uno de los mayores picos informativos sobre Bitcoin en España, y parece que ha sido su desembarco –de forma sólida– en los medios. Ahora, en “Los Desayunos de TVE” en la 1ª cadena, te cuentan cómo es la Blockchain, para todo lo que sirve y lo mal que le va al Bitcoin que ha perdido la mitad de su valor, e incluyen de forma repetida las criptomonedas en su parrilla informativa.
Hablan del riesgo de colapso de las criptomonedas, pero no dicen nada del silenciado riesgo de colapso de todo un sistema financiero basado en una mentira sostenida. Dicen que existe mucho riesgo en las criptomonedas pero que, por suerte, ese riesgo no sería sistémico. Lo de sistémico –en España– nos suena a “factura común”, como ocurrió con los banqueros rescatados y cuyos dirigentes ahora llenan nuestro juzgados, cárceles y tumbas (recuerdos para ese día de tortilla en el campo que se pegó Blesa). Al menos, si el chiringuito de las criptomonedas se cayera por cualquier razón, no tendríais que pagar todos las decisiones de unos pocos: cada palo aguanta su vela.
Los niveles de adopción como instrumento financiero (mayormente inversión y especulación) de Bitcoin y otras criptomonedas están más fuertes que nunca, y nos espera un 2018 movidito y divertido. Si esta Navidad de 2017 ha sido así, no quiero imaginar cómo será la de 2018.
¿Qué espero para este año? Pues cosas buenas, para todos menos para BitCOREcoin. Por supuesto, este año se verán destapados muchos fraudes –como el esquema Ponzi de Bitconnect que ha caído ya– y otros nuevos serán creados para la masa que se dispone a entrar en el mundo cripto. Son muchos y vienen en manada.
En estos días, he tenido propuestas para minar en Venezuela y en Marruecos, y también para participar en una venta de una cantidad superior a los 25 millones de euros en criptomonedas (con su correspondiente comisión, claro). Mi madre –que es matemática de hobby y química de formación– ya me dio dinero para invertirle en septiembre, y mi padre hizo lo mismo en diciembre.
En diciembre estuve también con “El Coleta” de Moratalaz, conocido rapero padre del Rap Quinqui o Rap Kinki, fumando unos canutos en un parque –como solemos hacer siempre que quedamos– y a pesar de ser un personaje (porque es un personaje y eso no se puede discutir) que no tiene un teléfono con Internet (ni Whatsapp ni nada, por voluntad propia), cuando le dije que quería unas camisetas me contestó: “Vale, pero me las pagas con Bitcoin CASH”.
¡Coño! Cómo ha cambiado el panorama…
La primera vez que contacté, en el año 2015, le ofrecí pagarle unas cosas con Bitcoin. Me dijo que no lo aceptaba, porque los porros los pagaba con euros. Le contesté que yo pillaba mi wax y shatter de cannabis con Bitcoin, pero no le convencí. Tiempo después nos vimos en un concierto –le vi tras el concierto, porque echaron a un tipo que iba conmigo por ponerse a fumar porros en la sala– y ese día me reconoció que ojalá hubiera aceptado mi oferta en su día, porque el precio del bitcoin se había multiplicado (hace más de un año ya). Esta vez, lo de que le pagase con Bitcoin CASH no era una opción sino un requerimiento: me pagas con. Asertivo y claro.
Curiosamente “El Coleta”, a pesar de ser ese personaje macarra y kinki que se ve en los vídeos, es también un padre de familia más que se tiene que buscar los garbanzos, y fue de los primeros que escuchó hablar de Bitcoin: seguramente antes que yo. Me contó que él había conocido Bitcoin en el año 2010 en un foro de Internet sobre inversiones, llamado Burbuja.info, pero que no lo había visto claro (no se puede tener tiempo para todo y querer hacer todo) y no se había metido a fondo en ello.
Yo me alegro de que esto fuera así, porque sé que el dinero tiende a quitarle el colmillo al lobo, y gracias a que este joven músico es como es, yo puedo disfrutar de sus creaciones. Y es más, me ha picado —por su culpa, claro— el gusanillo y me voy a comprar un BMW, que viajo mucho oye…
La cosa es que se nota y se siente que Bitcoin ya no es aceptado por la gente como algo raro, extraño, difícil de comprender. Creo que a día de hoy he enseñado a más de 100 personas (de jóvenes a ancianos) a manejar sus criptomonedas, y ahora existe una demanda intensa y activa de formación en la materia como no ha existido antes. He recibido ya varias ofertas –y sigo recibiendo– para educar a jóvenes sobre el Bitcoin y las criptomonedas y ofertas también para clases particulares a adultos que quieren tener una buena comprensión del asunto.
También he podido comprobar cómo los CEO de un montón de negocios relacionados con las criptomonedas, no tienen ni puta idea del asunto. En mi ciudad hay ya joyerías que compran y venden criptomonedas, pero no les pidas ninguna comprensión seria de lo que manejan ni que procesen correctamente lo que está pasando: se escandalizan por las tarifas que la chapuza de CORE está infligiéndole al falso Bitcoin pero no conocen aún a BitcoinCASH.

Con este panorama, es difícil no soñar con un nivel de adopción varias veces superior para este 2018. Eso nos sitúa ante un panorama cómodo pero complejo en un punto: si bien Bitcoin CASH está recibiendo todo el apoyo que BitCOREcoin está perdiendo por su nefasta política (el secuestro del repositorio y la perversión de la idea original), a ojos de los inversores menos entendidos estamos disparando contra el valor de la unidad de referencia, que a día de hoy para el “n00b” en criptomonedas, es BitCOREcoin.
Aunque la realidad posterior al fork pueda resultar confusa para el novato, los incentivos económicos en juego seguirán actuando implacablemente. El futuro de Bitcoin CASH se ve claro y meridiano, con tarifas bajas y confirmaciones rápidas, y el de BitCOREcoin bastante negro, con tarifas cercanas a 50 pavos por una transferencia. Parece que a Adam Back y sus “habitantes de Hamelin” no les cabe entender que el valor se deriva del uso y la adopción de la moneda, sea la que sea, y que una moneda que no es posible usar (sin unos costos desmesurados y una penalización seria a la fluidez del capital) no puede retener el valor que se le atribuye, y menos aún en un mundo que huye del concepto de “fiat”, sea quien sea el emisor, porque nadie parece de fiar en el manejo de estos intrumentos.
Pero –como dice Rajoy– la realidad es terca y la económica se impone a base de lecciones duras y molestas para quienes se empeñan en obstaculizar el natural camino del mercado libre. Este 2018, veremos como la distancia entre CORE y CASH se va cerrando como un nudo de horca alrededor del cuello del ocupante del patíbulo. No es que me alegre de la desgracia ajena, es que no me puedo lamentar por un secuestrador y menos si lo que ha robado es la libertad asociada a la mejor idea relativa a la soberanía financiera de los individuos.

Sé que no veremos a BitCOREcoin caer de manera repentina, como lo ha hecho Bitconnect, aunque reconozco que me gustaría. Bitcoin sigue siendo el sonido que hace que los oídos se destapen cuando la gente juega con la idea de acercarse al mundo de las criptomonedas, pero es Bitcoin CASH el que buscan en cuanto se dan cuenta de lo que está ocurriendo y las restricciones al libre movimiento de su dinero. Todos hemos pasado por Bitcoin, pero todos estamos acabando en Bitcoin CASH: no nos gusta que nos tomen por gilipollas ni nos metan la mano en el bolsillo.
Y como el tiempo da y quita razones, nos vemos aquí a final de este año para comentarlo.

Hoy el mercado paga 6,5 bitcoins CASH por cada BitCOREcoin. 
¿Cómo acabaremos 2018? 

PS: No os perdáis la canción que los Nasty Bits le han dedicado
a la gentuza de Blockstream y Adam Back....
BACK OFF BLOCKSTREAM!!


domingo, 21 de enero de 2018

Criptocuñaos -a la vista- entre las criptomonedas.

Este texto fue publicado hace 3 semanas en la web ElBitcoin.Org (la mejor web de Bitcoin en castellano) y sigue conservando toda su validez. Veremos durante cuánto tiempo es así el escenario...


.+.+.+.

Hace unos días, mi buen amigo Javier González Granado –notario de Formentera– puso un tuit en el que se podía leer eso: “Hay una burbuja de expertos en Bitcoin”. No le faltaba ni un ápice de razón, porque lo que estamos viendo estas navidades, quienes estamos aquí desde hace años, es aterrador.


Los expertos –de verdad– en Bitcoin (los que estaban aquí ya hace añitos) están casi desaparecidos y cualquier gualtrapa que dice saber de esto tiene un altavoz, porque en el reino de los ciegos el tuerto es el rey y la necesidad manda, así que los medios de prensa están dando cabida a todo tipo de “expertos” que son todo menos expertos. El precio medio de un texto –hoy día– para un periodista profesional incorporado a una plantilla ronda los 60-80 euros, y por ese precio obtienen lo que pagan: una puta mierda.


Los expertos, que los hay, están agachando la cabeza desde hace tiempo en previsión de que Hacienda –que somos todos, jojojo– empiece a pedir datos a los exchanges (cosa que pasará en breve) y no se dejan ver. El resto, son periodistas económicos, que por ese precio, que es el que pagan, ofrecen artículos llenos de información falaz, parcial y tendenciosa.
Más que periodismo, en el tema de las criptomonedas, estamos viviendo la invasión del cripto-cuñao, que además le pagan por escribir y como nadie sabe que lo que dice es una payasada, cuela. Y no sólo en los medios, sino que ahora florecen los expertos asesores en criptomonedas que siguen casi todos un mismo patrón: te aconsejan la moneda de su “amigo” y aquella en la que él tiene comisión. ¿Por qué? Porque salvo que se dé muy mal, en estos momentos aún parece que todo lo que sea cripto, crece. Así que si quieres sentirte un experto, puedes recomendar a cualquiera una moneda y mirar su precio dentro de 1 año, que seguro que ha subido y más que si hubieras dejado el dinero en la banca tradicional. Pero eso no es asesorar, sino timar a incautos en un mercado que, como ya hemos comentado, tiende a perdonar por el momento todos los errores.
Pero ahora llega el tío Paco con las rebajas, y veremos como esos expertos son cribados por el criterio de la realidad. Los que llevamos años en esto, no nos preocupamos demasiado por el precio y esas oscilaciones que a otros les hacen vender asustados pensando que llegó el fin de Bitcoin. Recuerdo, de mi época inicial en esto de comprar criptomoneda, que cada vez que escuchaba “Bitcoin ha muerto” me iba a la cuenta y compraba más. Así fui de los que compró a 200 pavos (años después de que hubiera tocado más de 1000 euros y se hubiera colapsado por el tongo-timo-robo-hackeo-uyquememeo de MtGox) cuando una gran mayoría vendía en pánico. Veremos cuando lleguen las vacas flacas dónde se meten esos expertos…


Y vamos con el plato principal, que hoy es uno de esos negocios crecidos al amparo de la nueva fiebre-cripto pero que ha dado claras muestras de estar en manos de “expertos de esos” que no tienen ni puta idea de lo que va esto: Bitnovo.
Estos señores, que son “empresarios” a la antigua usanza, son una de esas empresas que aspira a sacarnos el dinero a cambio de sus servicios (como todas) pero que en lugar de estar gestionada por gente que sabe, lo que tenemos enfrente es un grupo de inversores a quienes les falta –precisamente– saber qué cojones es lo que hacen. Estos señores de Bitnovo venden tarjetas de Bitcoin CORE y de Dash, para crear con ellas una estructura de compra y venta de criptomonedas. No es el invento del año ni el primero de esas características que vemos, pero se agradece que haya más participantes en el panorama, como norma general con salvedades. Bitnovo podría ser una de esas salvedades.


Por cosas de la vida –amistades– hace poco pude saber que realmente los que están al frente del invento, no comprendían conceptos básicos de esto sino que eran extraños metidos a cripto-empresarios. Las personas que me dieron esa información, corroborada por varios lados, se sorprendían de que se pudiera montar una empresa que trabaja con criptomonedas y a la vez no tener ni puta idea del asunto, pero así era.
Y eso –que si no lo meneas mucho puede que no te dañe– en vez de callarlo disimuladamente mientras se esfuerzan por aprender de qué va esto en realidad, han decidido hacerlo público a través de su cuenta de Twitter. Los tipos apoyan Bitcoin CORE por defecto, sin entender un pijo, y encima se permiten el lujo de llamar a Bitcoin CASH “ese clon barato de Bitcoin”. Aquí tenéis el tuit para que podáis comprobarlo, y una captura por si fuera borrado.
No critico el que les guste más una moneda que otra; el gusto y el miedo son libres.
Lo que no pueden hacer –al menos sin que yo salte– es intentar denigrar a Bitcoin CASH que en este momento es el único Bitcoin fiel al original creado por Satoshi Nakamoto. De hecho, Bitcoin CASH no tiene “White Paper”, porque sigue siendo Bitcoin y por lo tanto se basa en el texto original de Satoshi Nakamoto. Por su parte, la gente de CORE quiere modificar ese documento para incluir en él todas las aberraciones que le han infligido a la moneda original…

Llamar a Bitcoin CASH “ese clon barato” demuestra malicia o ignorancia. Y siempre que se puede achacar algo a la estupidez, no se debe otorgar a la malicia ya que para ser malo hay que ser primero inteligente y esta gente ya ha demostrado no serlo.
La inmensa mayoría de los negocios que durante estos años habían crecido en el ecosistema Bitcoin, apreciaban como uno de sus puntos fuertes las bajas tarifas que tenía esta moneda, pero eso este año cambióTras el secuestro de la marca Bitcoin, por parte de Adam Back y “sus chavalotes del cuarto de atrás”, el destrozo que han causado a la moneda es aun inescrutable en toda su extensión, pero se la han cargado y para poder seguir trincando algo de pasta, siguen vendiendo humo y la promesa de que una futura Lightning Network solucionará todo lo que haga falta, en el proceso de violar lo que quede de Bitcoin.
Y encima lo fían largo: hablan de 18 meses sobre una tecnología que prometen tener. ¿Sabes lo que son 18 meses en el ecosistema Bitcoin? Hace 18 meses, un Bitcoin costaba menos de 600 dólares mientras que hoy cuesta más de 15.000 dólares. ¿Te fías? ¿Quieres apostar tu riqueza a la promesa de que en 18 meses conseguirán hacer de Bitcoin lo contrario de lo que su creador pretendió?
Hace 18 meses, un token de Ethereum costaba menos de 10 euros y hoy pasa de los 700. ¿De verdad te parece razonable que alguien –que conozca este medio– hable de 18 meses, con seriedad?
Por supuesto que estas maniobras que han seguido en Bitcoin CORE buscaban enriquecer a unos pocos, secuestrando una de las más brillantes ideas que se la hayan ocurrido a un ser humano para hacerla privativa en su beneficios. Y algo así necesita cómplices que sean a la vez pardillos, que estén convencidos en su ignorancia, hasta dispararse en el pie como empresa despreciando el auténtico Bitcoin (Bitcoin CASH a día de hoy) e insultando la inteligencia llamándolo “clon barato”. Gente como Bitnovo son los que se apuntarían a un esquema piramidal sin darse cuenta, y además lo publicitarían convencidos, ya que repiten bovinamente lo que escuchan por ahí, sin entender muy bien el asunto.
Mientras, tienen que ir promocionando otra moneda que permita a la gente comprar y vender sin arruinarse en tarifas como le ocurre a los incautos que caen en Bitcoin CORE, pero sin dejar de atacar al auténtico Bitcoin y poniéndole apelativos como “barato”. Con los costes que tiene actualmente, Bitnovo no puede dar el servicio para el que se creó, pero –sin ningún pudor– alaba a su secuestrador mientras tiene el servicio “Cerrado por Secuestro”.
El síndrome de Estocolmo ha llegado a las criptomonedas.

jueves, 30 de noviembre de 2017

To trade or not to trade: el dilema del poseedor de Bitcoin

Este texto fue una reflexión personal, publicada en la web sobre Bitcoin de ElBitcoin.ORG hace unas semanas, en lo referente al tema del trading (andar comprando y vendiendo criptomonedas). Creo que contiene algunas reflexiones que son de lo más acertado y que según pasa el tiempo, veo que más fundamento tienen.

Espero que os guste y os sea útil en este proceloso mundo del Bitcoin y las criptomonedas... ;)

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To trade or not to trade.



Cuando uno pasa el suficiente tiempo en el universo Bitcoin, tarde o temprano se llega a enfrentar a este dilema. El trading, la actividad de comprar y vender moneda a cambio de otra, es esencial a la hora de fijar el valor de la moneda en un momento dado, ya que a diferencia de otros usuarios (como quienes usan Bitcoin en un mercado de la darknet para adquirir un determinado bien, pero no “retiene” la moneda) los traders son quienes evalúan -con sus compras y ventas- el precio real de una moneda o un valor en el mercado.



Mi primer contacto con el trading -con control directo e inmediato de mis monedas frente a otras varias- fue hace pocos meses. Por suerte, y digo suerte porque eso fue en gran medida, sucedió justo antes de la burbuja que vivimos en la primavera. En previsión del fork de Bitcoin, y preocupado por ese dinero -que iba ganando en valor con el tiempo, hasta ser una variable imposible de no tener en cuenta- quise proteger lo que hasta ese momento había guardado en Bitcoin, y busqué otras posibles monedas para una mala situación -esperaba- en Bitcoin. Suerte fue que, si bien mi predicción de fork iba muy anticipada, el conjunto de decisiones lo tomase en esos días: mutipliqué varias veces aquello que coloqué en otras monedas, porque tuve la suerte de pillar ese momento.

Los planteamientos generales de mi decisión eran “buenos”, porque derivaban de un análisis de largos plazos que no buscaba dinero rápido sino protección. Pero el hecho que temía, el fork, no se produjo hasta meses después y aunque Bitcoin no se había inflado de precio tanto como otras monedas en ese tiempo, había doblado prácticamente su valor: me había equivocado, pero había acertado. 

Darme cuenta de ese hecho de forma tan tajante (mi predicción era errónea, al menos en ese momento) me ayudó a no creerme -por efecto de la suma de dinero ganada con la suerte del momento- un experto en el tema, capaz de predecir tan espectaculares escenarios de crecimiento. Esa ocasión fue suerte, y lo tuve muy claro desde el principio.

Aunque yo ya he tomado la SANÍSIMA decisión de no asesorar a nadie ni ayudar a nadie -sin cobrar por mi tiempo- con el tema de las criptomonedas (es muy pesado cargar con todo lo que la gente no sabe e intentar que comprendan todo esto con un muro de desconocimiento delante, defendido por otro de prejuicios detrás) mantengo un pequeño grupo de Telegram en el que varios personajes, compartimos cripto-asuntos. 

[[Actualización: dicho grupo aunque sigue siendo privado, ha abierto un "supergrupo" (así lo llama Telegram) para quienes tengan dudas y quieran charlar sobre estos temas. En enlace de acceso para la Cripto-escuela de Salamanca es este: https://t.me/joinchat/BG_IqkwgfFi8adD_W0Ok7A ]]

En él hay algún ilustre entrevistado de esta web (ElBitcoin.org) y otras personas totalmente desconocidas que se han ido “agregando” en momentos distintos: personas con formación en Bitcoin muy distinta, pero todos dentro del límite del usuario de nivel medio, como máximo (como yo). En el grupo, que paso de ser “Cryptoboyz & Girlz” a “Escuela de Salamanca” (recuerdos a Palamedes) nos echamos una manita y nos ayudamos.




Y todos nosotros -todos sin excepción- hemos caído en el trading. ¿Por qué? Está claro que cuando llevas un tiempo en esto, ciertas noticias sabes que van a tener repercusión (positiva o negativa) y sueles ver que puedes tomar ventaja de lo que va a suceder (si eres capaz de interpretar bien el escenario y su resultado en un momento puntual). 

Yo suelo decir que, con esto de las criptomonedas, pasa algo similar a lo que ocurre con algunas partículas observadas con el prisma de la física cuántica: puedes determinar su vector de dirección y velocidad o su posición exacta, pero no ambas cosas a la vez. 

Puedes acertar en el escenario y errar en la conclusión, y puedes hacer la jugada inversa también (lo que sería acertar de casualidad, como yo). Lo que está claro es que es también, el trading de criptomonedas y de otros valores, un campo probabilístico y no determinístico. Si eres muy de la mecánica clásica y te da “yuyu” eso del gato vivo-muerto, a lo mejor esto te supera. Si quieres saber lo que tienes y cuánto vale con una precisión pre-establecida, lo tuyo es la moneda fiat y no la criptomoneda (al menos, de momento).



Todos hemos visto la posibilidad de ganar dinero rápido, y hemos tentado a la suerte con diferente fortuna. Lo único que nos salvaría a todos (hablo especialmente del grupo mencionado, pero puede ser aplicado a otros muchos fuera de él) de nuestros propios errores en el trading, es que hablamos de un mercado en un brutal alza. En alza hasta el punto de que a veces da impresión de que “da igual en qué inviertas, porque todo sube siempre”: ojo, esto no es así y aunque lo sea -temporalmente- llegaremos en breve al momento en que no sea así.

No todo sube siempre, ni todo sube, pero es cierto que -de los principales criptovalores- si se mira su precio 1 año atrás son todo ganancias, en cualquiera. Y este mercado “inflado de interés” por un lado y que, por otro, va llegando a nuevos niveles de adopción de las criptomonedas, es un mercado que tiende a perdonar errores a todo el mundo porque los valores de referencia siguen subiendo

Pero no conviene fiarse, al menos demasiado, de las dotes de “speculatori” que nos han salido repentinamente, ya que lo nuestro no es invertir sino que todos nosotros (en el grupo) trabajamos en campos totalmente alejados de lo que serían los mercados de inversión. Somos meros aficionadillos, de momento, con mucha suerte.

Y tal vez sea ese el problema, hoy a señalar: exceso de suerte. Todos nosotros, en distintos grados pero todos, hemos entrado en el juego de comprar en un momento y vender en otro, para sacar provecho de la diferencia. Y debo reconocer que, a pesar de nuestra ausencia de experiencia previa, no se nos ha dado tan mal. Pero ahora debo considerar que la simple inercia de unos mercados fuertemente ascendentes ayudó mucho. 

Hasta gente tan ajena a este mundo, como resulta ser mi madre, me dio una cantidad para invertirla en su nombre. Cuando le pregunté qué quería que hiciera con ello, si “jugar en los mercados” o “hacer una buena inversión y dejarla quieta”, me contestó lo primero: jugar con ello, hacer trading activo. Cuando -extrañado- le pregunté cómo me daba esa respuesta, me dijo que no era mucho dinero [nota del autor: si yo lo hubiera tenido la primera vez que miré el precio Bitcoin, ahora tendría 100 Bitcoins, que hoy día equivalen a una comprar una muy buena casa, en mi país]. Ese tipo de actitud en una persona que es ajena a este mundo y cuya principal fuente de información son “los mass media” y alguna cosa que me escucha decir a mí, da una importante señal de lo que al personaje medio, que aún no ha entrado en esto de las criptomonedas, le atrae: no es la calidad del dinero, sino las ganancias rápidas haciendo trading.


Y nuestro “trading” que comenzó siendo “la necesidad de realizar un par de movimientos lógicos de compra y venta” ante una situación puntual (incluso forzada), acabó siendo “cazar al dragón durante horas y días”, persiguiendo estadísticas de precio en los mercados, para sacar provecho rápido de la volatilidad en las monedas y los diferentes exchanges. 

Uso a propósito la expresión “cazar al dragón”, porque es la que se usa en inglés, a modo de “slang” o jerga, para estar persiguiendo y aspirando el humo que se evapora de una pequeña cantidad de cocaína base, o heroína (o ambas, speedball), que se evapora con la llama de un mechero sobre papel de plata. 

Realmente las sensaciones, comparando el “juego” que se establece entre la persona y la actividad en este caso, pueden llegar a ser bastante similares a las del yonqui dándole fuego a la “cola del dragón”, pero eso es una visión subjetiva del asunto y, entiendo que poco común, ya que si bien hay mucha gente que hace trading de criptomonedas, no hay tanta que se entregue a esos otros placeres del consumo de psicoactivos.

A este punto quería finalmente llegar, antes de ofrecer un consejo basado en la experiencia tenida haciendo trading con criptomonedas: placer, consumo

Hay algunas personas -la inmensa mayoría- a quienes les das una inyección de heroína y no les resulta agradable. Otras quedan maravilladas y -de poder conseguirla- se hacen adictas a esa droga. Donde puse heroína, puede poner usted mismo cualquier otra sustancia (cocaína, cannabis, hongos psilocibes, mescalina, MDMA, anfetamina, morfina, etc.) y otras cuantas actividades humanas: comer, dormir, masturbarse, besar, ligar, jugar a las cartas, ir de compras, echar dinero a las tragaperras, trabajar sin descanso aun teniéndolo, follar o jugar a la lotería, al ajedrez o a los videojuegos en una consola.

Tal vez usted no lo sepa, pero las drogas prohibidas hacen efecto en el cuerpo humano porque imitan a otras sustancias que tenemos en nuestro interior, y que se manifiestan -haciendo su función, de forma normal, o desajustada- en las diversas relaciones bioquímicas de los comportamientos. 

Cuando come, usted segrega endorfinas (una molécula de efectos similares a la heroína o morfina). También cuando acaba de tener un orgasmo, o cuando llora. También las segrega su cuerpo de forma automática cuando usted sufre un daño (como un hueso roto). 

Cuando usted está a punto de ganar lo lotería, porque sólo falta número y si es el suyo se convertiría en millonario, usted segrega dopamina como un loco. Pero también lo hace cuando va ganando en la consola mientras compite con su pareja o amigo, y también lo hace cuando está jugando al poker con dinero o a las maquinas tragaperras, bingo, casino o ruleta: en los juegos de azar, usted segrega dopamina de la misma forma que lo hace el cerebro de un cocainómano cuando consume y consume esta droga. Y así podríamos seguir con distintas actividades, emociones y comportamientos que surgen en el complejo ser humano.




¿Pero esto no iba de trading? Sí, y aquí terminamos.

Dentro del grupo -en el que me incluyo- hay hombres y mujeres, profesionales de todos los campos (del derecho a la seguridad privada, pública, sanitarios, autónomos, freaks sin oficio claro pero todos con un mismo interés: Bitcoin y su mundo) que tienen intereses muy distintos, motivos diferentes, y razones que no tienen nada que ver para estar en este cripto-fregao. Sin embargo, al principio, todos pensábamos que las ideas de los demás y sus motivaciones (más allá del ganar dinero, que es común) serían iguales a las nuestras. Y no, eso es de lo primero que hemos comprendido: somos personas distintas que compartimos información y razonamientos, pero que tomamos decisiones distintas en función de los mismos datos: el trading no es una ciencia exacta.

Y la otra gran cosa que descubrimos, algunos antes (yo posiblemente) y otros más tarde, pero que todos sin excepción han calificado el cripto-trading como una actividad “muy adictiva”. 

Todo ellos, en distintos grados, conocen bien las drogas. Algunos sólo el cannabis y alguna anfetamina, otros cocaína y heroína, otros MDMA y speed, otros tabaco y alcohol. Todos conocen las drogas y conocen el aspecto adictivo de muchas de ellas, y varios de ellos son profesionales con relación directa con estos asuntos de las drogas y las adicciones. Y a pesar de su formación, y de que nadie se acerca al trading -eso de mirar velas rojas y verdes que bajan y suben, embobados para que se pueda hacer la compra que se te ha antojado... si puedes y el mercado te deja- pensando que puede ser una actividad “de alto riesgo” y no sólo económicamente: es una peligrosa adicción.

En realidad, el estar frente a gráficas de colorines, que suben y bajan, cálculos sesudos, fórmula magistrales a aplicar, momentos a cazar a tiempo y todo con el control de tus manos, tu dinero y la acción directa de tu voluntad sobre tus monedas, es muy parecido a un juego de azar; incluyendo las consecuencias de la ludopatía. A veces se gana dinero, genial, porque eso es un refuerzo positivo que hace que la persona repita la acción. A veces se pierde, y eso que a muchos les sirve para medir mejor y tal vez retirarse del juego, a ciertos personajes (es un fenómeno que se da en los compradores de drogas en el mercado negro) no les funciona como un aversivo que les aleje del trading, sino que les funciona de “refuerzo aleatorio” (también con los animales se usa, para mantener adiestramientos a lo largo del tiempo) que no elimina ni tiende a eliminar el comportamiento.

En resumen, creo que el trading es una actividad que, si bien puede dar altos rendimientos, también puede provocar intensas pérdidas. Y una que no solemos evaluar adecuadamente: la de nuestro tiempo

Nuestro tiempo y su rendimiento es en sí mismo, cuando lo usamos adecuadamente, nuestra mejor “Proof of Work” o PoW. Es cierto que es “relativamente fácil” ganar dinero en el trading, una vez que uno le echa horas y aprende las habilidades básicas. ¿Pero cuántas horas? ¿Cuántas le puedes echar tú para que dicha actividad te resulte rentable? Si eres una persona que -por su trabajo, o ausencia de trabajo- pasa por su tiempo pegado a un ordenador con conexión a Internet, pues es posible que hacer trading sea una actividad más -provechosa económicamente- que pueda incorporar a su rutina.

Pero fuera de esa tipología de persona, es muy probable que el trading de criptomonedas no sea una actividad hecha para ti. Hace un tiempo recibí el mejor consejo sobre trading que me han dado hasta la fecha: “no hay decisión sobre criptomonedas que compense una noche en vela”. Y es cierto, no lo hay. 

La mayoría de la gente no dispone de 10 horas para estar pegado a un ordenador leyendo información y analizando mercados, porque además del Bitcoin tienen vida. Y todo esto lo escribo sabiendo que, en breve y debido a los futuros forks de Bitcoin que parecen venirnos encima, no tendré más remedio que ceder a mis impulsos y echar un vistazo al asunto; es posible que acabe picando de nuevo y dejándome más riqueza de mi propia PoW en tiempo, que la que pueda ganar haciendo movimientos entre unas y otras monedas.

Valora bien tu tiempo antes de dedicarlo a otras cosas.
Y recuerda que te lo avisamos aquí: el trading de criptomonedas es altamente adictivo.



lunes, 2 de octubre de 2017

HODL!!

Este texto fue publicado en la web ElBitcoin.org recientemente, con ocasión de las turbulencias provocadas en el hard-fork de BitcoinCore a BitcoinCASH. Esperamos que os guste, y que os sea útil para futuras situaciones similares, que serán muchas las que veamos en el futuro de las criptomonedas (sobre todo mientras sigamos pendientes de los mercados de drogas ON LINE de la darknet donde el pago se realiza de esta forma). Una nueva forma de dinero existe, y es mejor que todo el mundo se vaya acostumbrando a ella: los que queden fuera sufrirán algo similar a lo que en otro tiempos se llamó "la brecha digital" entre quienes sabían usar un ordenador y quienes no se atrevían a encenderlo.

Recordad, ante la duda... HODL!!

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HODL!! 

Llegó el día.
Apostados en los árboles cercanos al epicentro, los pájaros más atrevidos y los más preocupados. Sobrevolando el punto los buitres, como gotas sucias de una ventisca que no cesa, y que jamás tocaban suelo. Y se escuchó el grito del hard fork en toda la selva Bitcoin…


¿Y qué pasó? Pues nada especial, lo esperable cuando nace una nueva moneda, que es poco conocida aún aunque sea la que retiene la esencia del Bitcoin de Satoshi Nakamoto: BitcoinCASH
¿Qué pasó con el lado contrario de la bifurcación? Pues tienen sus propios planes —SegWit— y destruyen con ellos lo que ha sido Bitcoin hasta ahora, aunque retengan el nombre de Bitcoin Core.
Sí, llego el momento en que la quijada se soltó de la mandíbula del animal para que la cogiera Caín y pudiera matar a Abel. Ese momento, que también hemos podido ver –y no fue para tanto– es el de todos los creyentes en SegWit y CORE, los Blockstream Boys y demás parásitos vendiendo como locos “el dinero gratis que ahora tenían gracias a BitcoinCASH”. Es decir, no han entendido nada si piensan que –ese dinero– era gratis. Y los que tienen una visión más elaborada del asunto, esperando para comprar a buen precio… ese renacido Bitcoin en BitcoinCASH.


Sí, no me importa decirlo, para que os podáis burlar de mí (cuidado, que todo lo que va… vuelve): acabo de comprar (hoy 6 de Agosto de 2017) casi 10 BitcoinCASH, obviamente post-hardfork. No lo he hecho “para apoyar a la moneda” como alguno puede creer, no es así. Si la moneda no es capaz de “tenerse por sí misma”, mi compra (y consiguiente pérdida de riqueza si me equivoco) no iba a ayudarla: no soy el gran Roger “Bitcoin Jesuschrist” Ver… ojalá!!
He comprado BitcoinCASH porque he visto la oportunidad de hacerlo a muy buen precio, como primera razón. ¿Por qué ha caído el precio desde su nacimiento? Pues no es difícil de explicar, ya que el mundo de las criptomonedas se mueve entre otras cosas por el famoso/temido “hype”, y como he dicho antes, había un montón de buitres buscando la muerte del fork de Bitcoin que salva la esencia de lo que ideó Satoshi, y por lo que yo firmé

Todos esos buitres, liderados por un extraño y advenedizo personaje conocido como Tone Vays, estaban vigilantes apostando por la caída de BitcoinCASH y vendieron a precios de saldo todos sus BitcoinCASH, en una ola mixta de imbecilidad y codicia como he visto pocas veces. Pude observarles durante largo rato en un chat en directo vía Youtube, al tal Tone Vays, a Jimmy Song (lo siento, pero el nombre siempre me hace reír, suena musical) y a un tal Vortex, que durante todo el vídeo tuvo cara de estreñido, aunque reía cuando tocaba reír. También había unos 1200 espectadores, chateando y contando sus orgasmos por el “dinero gratis” que les habían regalado: era como ver a una víctima de estafa, todavía alegre porque no se ha dado cuenta de lo que pasa y de que –en realidad– es una victima ya (de su propia codicia).

Aquí el pobre Tone Vays enfadado 
(también sus cuentas-bot, dando "likes" enfurecidamente) 
porque le recordé
 cómo había convencido a todos sus seguidores
 para vender BitcoinCASH por 200$. xD
A día de hoy -algo más de un mes después- 
su precio ya es el doble. 
Eso les pasa por creer que existe el "dinero gratis". 
Cripto-tarados...


Pasará un tiempo hasta poder saber quién fue el que obró más acertadamente en esta quimera; yo apuesto por mí, desde luego. Por mí y por todos mi amigos, como decíamos en España cuando “tocábamos casa” mientras jugábamos al escondite… ¿Y quienes son tus amigos, chiquillo?
¡¡Mis amigos son los HODLers!!
Sí mamá, lo he escrito bien aunque parece que lo he escrito mal; cosas de Internet y su peculiar sentido del humor (y de lo que no es humor). ¿Que qué son los HODLers? Pues básicamente la gente inteligente en esta historia, que son personas que ya llevan un tiempo en la Bitcoinomía y saben cómo va esto: no son presas de alegrías desmedidas ni de pánicos absurdos, saben esperar y contenerse para morder y clavar los dientes en el mejor momento… y NO VENDEN NADA!!
¿Cómo? Pero esto no iba de que BitcoinCASH es ahora el Bitcoin de verdad y que BitcoinCore o BitcoinSegWit son los malos?? Pues habrá que tirar la mala moneda por la ventana cuando antes, no???
NO.
Nosotros NO vendemos, nosotros somos HODLers!!
La primera vez que leí el término pensé que ya se había equivocado alguien, y que pretendía decir “HOLD” (aguantar, mantener, sujetar, abrazar) en lugar de HODL, pero tras mirar un rato vi que no era así o que todo Twitter estaba olvidando –de golpe– como se escribía un único verbo en inglés. Y me picó la curiosidad, ya que el término quería decir lo mismo que el correctamente escrito, pero la gente se empeñaba en ponerlo de esta forma, casi a modo de distintivo que les permitiera reconocerse entre ellos.
Hace alusión al hecho de aguantar, de no vender, de mantenerte en tu sitio porque realmente crees en ello. Ese tipo de mente, en el mundo de las criptomonedas y en especial de Bitcoin, es la mentalidad del ganador.
Pensad en todos aquellos que no vendieron sus monedas e hicieron “HODL” en la primera burbuja Bitcoin a 10 dólares, en segunda a 50 dólares, tercera a 100, a 300, a 600, a 1200, a 2400… y así sucesivamente. Todos esos HODLers ganaron más que los demás, y para darse cuenta sólo hay que mirar el precio actual –esto seguirá ocurriendo de la misma forma en el futuro, durante años– y de que la mejor opción, casi siempre, es no vender y acumular: HODLear como perros hambrientos de criptolibertad!!
Pero la pregunta original seguía sin respuesta en mi cabeza, así que me puse a rastrear el asunto y leí diferentes explicaciones. La más plausible era, aparte del obvio error tipográfico, que fuera un acrónimo del dicho “Hold On Dear Life”, que podría tener cierta congruencia semántica con el uso dado al HODL, que podría ser su acrónimo. Pero finalmente encontré la real, o la que puedo considerar acertada a día de hoy. 


Durante el “crash”de Bitcoin en el año 2013, debido a los tejemanejes del exchange MtGox, en un foro sobre Bitcoin un usuario algo cabreado se quejaba de que no era capaz de captar esos momentos de máximos y mínimos precios a lo largo del día y que, por lo tanto, no era capaz de sacar ganancias haciendo day-trading (vender y comprar en el mismo día). Este usuario, de nombre “GameKyuubi” escribió esta queja en un post en dicho foro, en un hilo que tituló “I AM HODLING.

El post en sí es un buen post, en el que alguien da su opinión –inteligente– de que para quien no sea alguien preparado para el trading, lo mejor que puede hacer con sus bitcoins y otras posibles criptomonedas, es mantenerlos a su lado. Es un gran consejo que debería ser básico, pero las ganas de ganar más dinero a veces se convierten en enemigas del objetivo buscado. E Internet hizo el resto; alguien dijo en ese mismo hilo: “Meme en 3,2,1…”
Y se hizo. Pasó a ser uno de esos términos creados al albur de una comunidad naciente –la de Bitcoin– que pisa una tierra que nadie más ha pisado aún: HIC SUNT DRACONES.
Ahora, cuando en el mundo de las criptomonedas nos encontramos con situaciones como la vivida hace unos días –y provocada por el hardfork que hemos enfrentado– en la que existe un alto volumen de ventas y compras –debido a la volatilidad de unos precios que están buscando y recalibrando su nivel– y el panorama se convierte en una piscina llena de pirañas que venden y compran buscando el dinero rápido independientemente de su calidad (BitcoinCoreSegWit vs. BitcoinCASH), el término HODL se empieza a ver en frases, tuits y memes por toda la red, en señal de que “me quedo donde estoy y no vendo nada, mucho menos mis bitcoins”. Y personalmente opino que es uno de los enfoques más inteligentes, así que HODL, HODL y HODL a tus bitcoins!!
Estos días, muchos poseedores de bitcoins tras el fork se han creído que su dinero se había multiplicado sin motivo alguno, y que ese BitcoinCASH que había aparecido en las cuentas de sus exchanges –con la misma cifra que tuvieran en bitcoins hasta ese momento– era “dinero gratis” que convenía vender cuanto antes. Esos eran los “dumpers” que han hecho que el precio bajase inicialmente, ya que si un grupo de tipos que no tienen mucha idea y capitaneados por un Youtuber que reconoce no tener ni puta idea de cuestiones esenciales, son animados a vender de forma masiva como forma de dañar a otra moneda, pueden hacerlo. Y lo han hecho: “¡dinero gratis!” gritaban mientras se desprendían del Bitcoin de mejor calidad y que respetaba la idea original de su creador, Satoshi Nakamoto.
Obviamente el dinero gratis no existe, y estos personajes han tomado el fork (un divorcio, en este caso a las malas) como algo que genera riqueza, cuando lo único que hace es mostrarla y repartirla entre las partes que se separan. Estos personajes, anti-HODLers les podríamos llamar, han hecho lo que no se debe hacer nunca: tomar parte en un divorcio por uno de los lados, sin saber realmente qué está pasando. Se han comportado como hinchas de un club de fútbol, que vendían según sus emociones del momento y que son el paradigma de un poseedor de criptomonedas que –por mucha riqueza que tenga– sigue sin entender una mierda.
Otros, nos hemos apresurado a comprar –cada uno en su medida– todos esos bitcoins de alta calidad (Bitcoin CASH) que estos “dumpers” tiraban alegremente y a precio de saldo. Y de esta disputa, sólo el tiempo podrá juzgar quién fue el más inteligente.
De momento, y como consejo, HODL!!!