domingo, 11 de febrero de 2018

Bitcoin y el 2018: sopesando el cripto-panorama.

Este texto fue publicado hace un par de semanas en la página líder de información sobre Bitcoin en castellano, ElBitcoin.Org, y es un buen momento para colgarlo aquí, ahora que muchos están mirando (entre asustados y emocionados) lo que está pasando en el criptomundo.

Esperamos que os sea provechoso... ;)

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Estas Navidades de 2017 hemos vivido uno de los mayores picos informativos sobre Bitcoin en España, y parece que ha sido su desembarco –de forma sólida– en los medios. Ahora, en “Los Desayunos de TVE” en la 1ª cadena, te cuentan cómo es la Blockchain, para todo lo que sirve y lo mal que le va al Bitcoin que ha perdido la mitad de su valor, e incluyen de forma repetida las criptomonedas en su parrilla informativa.
Hablan del riesgo de colapso de las criptomonedas, pero no dicen nada del silenciado riesgo de colapso de todo un sistema financiero basado en una mentira sostenida. Dicen que existe mucho riesgo en las criptomonedas pero que, por suerte, ese riesgo no sería sistémico. Lo de sistémico –en España– nos suena a “factura común”, como ocurrió con los banqueros rescatados y cuyos dirigentes ahora llenan nuestro juzgados, cárceles y tumbas (recuerdos para ese día de tortilla en el campo que se pegó Blesa). Al menos, si el chiringuito de las criptomonedas se cayera por cualquier razón, no tendríais que pagar todos las decisiones de unos pocos: cada palo aguanta su vela.
Los niveles de adopción como instrumento financiero (mayormente inversión y especulación) de Bitcoin y otras criptomonedas están más fuertes que nunca, y nos espera un 2018 movidito y divertido. Si esta Navidad de 2017 ha sido así, no quiero imaginar cómo será la de 2018.
¿Qué espero para este año? Pues cosas buenas, para todos menos para BitCOREcoin. Por supuesto, este año se verán destapados muchos fraudes –como el esquema Ponzi de Bitconnect que ha caído ya– y otros nuevos serán creados para la masa que se dispone a entrar en el mundo cripto. Son muchos y vienen en manada.
En estos días, he tenido propuestas para minar en Venezuela y en Marruecos, y también para participar en una venta de una cantidad superior a los 25 millones de euros en criptomonedas (con su correspondiente comisión, claro). Mi madre –que es matemática de hobby y química de formación– ya me dio dinero para invertirle en septiembre, y mi padre hizo lo mismo en diciembre.
En diciembre estuve también con “El Coleta” de Moratalaz, conocido rapero padre del Rap Quinqui o Rap Kinki, fumando unos canutos en un parque –como solemos hacer siempre que quedamos– y a pesar de ser un personaje (porque es un personaje y eso no se puede discutir) que no tiene un teléfono con Internet (ni Whatsapp ni nada, por voluntad propia), cuando le dije que quería unas camisetas me contestó: “Vale, pero me las pagas con Bitcoin CASH”.
¡Coño! Cómo ha cambiado el panorama…
La primera vez que contacté, en el año 2015, le ofrecí pagarle unas cosas con Bitcoin. Me dijo que no lo aceptaba, porque los porros los pagaba con euros. Le contesté que yo pillaba mi wax y shatter de cannabis con Bitcoin, pero no le convencí. Tiempo después nos vimos en un concierto –le vi tras el concierto, porque echaron a un tipo que iba conmigo por ponerse a fumar porros en la sala– y ese día me reconoció que ojalá hubiera aceptado mi oferta en su día, porque el precio del bitcoin se había multiplicado (hace más de un año ya). Esta vez, lo de que le pagase con Bitcoin CASH no era una opción sino un requerimiento: me pagas con. Asertivo y claro.
Curiosamente “El Coleta”, a pesar de ser ese personaje macarra y kinki que se ve en los vídeos, es también un padre de familia más que se tiene que buscar los garbanzos, y fue de los primeros que escuchó hablar de Bitcoin: seguramente antes que yo. Me contó que él había conocido Bitcoin en el año 2010 en un foro de Internet sobre inversiones, llamado Burbuja.info, pero que no lo había visto claro (no se puede tener tiempo para todo y querer hacer todo) y no se había metido a fondo en ello.
Yo me alegro de que esto fuera así, porque sé que el dinero tiende a quitarle el colmillo al lobo, y gracias a que este joven músico es como es, yo puedo disfrutar de sus creaciones. Y es más, me ha picado —por su culpa, claro— el gusanillo y me voy a comprar un BMW, que viajo mucho oye…
La cosa es que se nota y se siente que Bitcoin ya no es aceptado por la gente como algo raro, extraño, difícil de comprender. Creo que a día de hoy he enseñado a más de 100 personas (de jóvenes a ancianos) a manejar sus criptomonedas, y ahora existe una demanda intensa y activa de formación en la materia como no ha existido antes. He recibido ya varias ofertas –y sigo recibiendo– para educar a jóvenes sobre el Bitcoin y las criptomonedas y ofertas también para clases particulares a adultos que quieren tener una buena comprensión del asunto.
También he podido comprobar cómo los CEO de un montón de negocios relacionados con las criptomonedas, no tienen ni puta idea del asunto. En mi ciudad hay ya joyerías que compran y venden criptomonedas, pero no les pidas ninguna comprensión seria de lo que manejan ni que procesen correctamente lo que está pasando: se escandalizan por las tarifas que la chapuza de CORE está infligiéndole al falso Bitcoin pero no conocen aún a BitcoinCASH.

Con este panorama, es difícil no soñar con un nivel de adopción varias veces superior para este 2018. Eso nos sitúa ante un panorama cómodo pero complejo en un punto: si bien Bitcoin CASH está recibiendo todo el apoyo que BitCOREcoin está perdiendo por su nefasta política (el secuestro del repositorio y la perversión de la idea original), a ojos de los inversores menos entendidos estamos disparando contra el valor de la unidad de referencia, que a día de hoy para el “n00b” en criptomonedas, es BitCOREcoin.
Aunque la realidad posterior al fork pueda resultar confusa para el novato, los incentivos económicos en juego seguirán actuando implacablemente. El futuro de Bitcoin CASH se ve claro y meridiano, con tarifas bajas y confirmaciones rápidas, y el de BitCOREcoin bastante negro, con tarifas cercanas a 50 pavos por una transferencia. Parece que a Adam Back y sus “habitantes de Hamelin” no les cabe entender que el valor se deriva del uso y la adopción de la moneda, sea la que sea, y que una moneda que no es posible usar (sin unos costos desmesurados y una penalización seria a la fluidez del capital) no puede retener el valor que se le atribuye, y menos aún en un mundo que huye del concepto de “fiat”, sea quien sea el emisor, porque nadie parece de fiar en el manejo de estos intrumentos.
Pero –como dice Rajoy– la realidad es terca y la económica se impone a base de lecciones duras y molestas para quienes se empeñan en obstaculizar el natural camino del mercado libre. Este 2018, veremos como la distancia entre CORE y CASH se va cerrando como un nudo de horca alrededor del cuello del ocupante del patíbulo. No es que me alegre de la desgracia ajena, es que no me puedo lamentar por un secuestrador y menos si lo que ha robado es la libertad asociada a la mejor idea relativa a la soberanía financiera de los individuos.

Sé que no veremos a BitCOREcoin caer de manera repentina, como lo ha hecho Bitconnect, aunque reconozco que me gustaría. Bitcoin sigue siendo el sonido que hace que los oídos se destapen cuando la gente juega con la idea de acercarse al mundo de las criptomonedas, pero es Bitcoin CASH el que buscan en cuanto se dan cuenta de lo que está ocurriendo y las restricciones al libre movimiento de su dinero. Todos hemos pasado por Bitcoin, pero todos estamos acabando en Bitcoin CASH: no nos gusta que nos tomen por gilipollas ni nos metan la mano en el bolsillo.
Y como el tiempo da y quita razones, nos vemos aquí a final de este año para comentarlo.

Hoy el mercado paga 6,5 bitcoins CASH por cada BitCOREcoin. 
¿Cómo acabaremos 2018? 

PS: No os perdáis la canción que los Nasty Bits le han dedicado
a la gentuza de Blockstream y Adam Back....
BACK OFF BLOCKSTREAM!!


jueves, 1 de febrero de 2018

Amarna Miller; "Porno, drogas y feminismo" (Making of)

Este texto fue publicado en la edición en papel de la revista Cannabis Magazine, y posteriormente colgado en su web. Llevaba tiempo interesado por la figura de Amarna Miller y había leído mucho sobre ella, pero una noche en la que lanzó una imagen en apoyo a Podemos, se me presentó la oportunidad y le solicité una entrevista. Ella accedió amablemente y luego todo vino rodado.

Personalmente la considero una mala entrevista. No por Amarna, quien fue un placer en su trato atento y delicado, sino por mí. En esos días tuve que enfrentar una serie de asuntos personales muy serios que no me dejaron estar tan atento al trabajo como me hubiera gustado, y eso se plasmó en la entrevista.

Sin embargo, eso no fue lo más curioso. Lo fue el hecho de que Amarna saliera "desnuda" en la portada de la revista en cuestión. A mí se me acusó de ir a por lo fácil y de hacer machista al medio, al director se le acusó de lo mismo prácticamente por "consentir" esa portada. La realidad es que ni él ni yo teníamos nada que ver con la portada, que fue algo entre el editor (dueño) del medio y la actriz entrevistada.

A mí que saliera Amarna desnuda o no, me daba igual (en realidad, prefería que no saliera desnuda pero entendía que dado quién era y su trabajo, no tendría nada de extraño que así fuera). Pero jamás se me ocurriría cuestionarla si en su libertad ella quería salir desnuda y si el medio quería publicarlo. Debo añadir que los ataques vinieron -todos sin excepción en mi caso- de la mano de mujeres que nos acusaban de machistas a todos, Amarna incluída.

Fue la primera vez que encontré ese adjetivo puesto sobre mi persona o sobre un trabajo mío, y era porque una mujer optaba libremente por mostrarse desnuda en la portada de un medio que la entrevistaba: aprendizaje en caliente que no tardó -desgraciadamente- en ampliarse.

Yo desde aquí quiero agradecer a Amarna su disposición -entonces y ahora- a la entrevista y lo fácil que hizo todo, a pesar de haber sido una mala época mía y por permitirme usar cualquier de las imágenes de ese trabajo a excepción de las que sale desnuda (las que menos falta hacen a mi juicio).

Especialmente quiero darle las gracias por "haber salido del armario cannábico" de mi mano, por decirlo de alguna forma, y haber dado un paso público que ayuda visiblemente a la normalización del uso de drogas.

Y también al director del medio, que apostó por la idea cuando se la presenté -y que luego la empresa siguió utilizando, ya que llevó a la actriz a la feria Spannabis a hablar sobre los mismos temas- y que la defendió dando la cara y con argumentos. Eso, que puede parecer lo lógico y lo correcto, es algo poco frecuente y que, en ocasiones, puede llevar una fuerte sanción (por dar la cara por un personaje con el que "es mejor no relacionarse por su mala fama").

Sin más, ahí va la entrevista y algunas de las fotos que Amarna hizo para dicha ocasión.




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Drogoteca entrevista a Amarna Miller.


Unos tiernos pies, proporcionados y de algodón, se embocan en dos firmes columnas –acabadas como nalgas de ensueño y como monte púbico, elevados a objeto de deseo público– que fluyen siendo el más apetecible apotema hasta la locura de su ombligo. 

Si ya totalmente aturdidos, somos capaces de salir de allí, encontramos una meseta lujuriosa que amenaza con los dos picos de sus pechos, insultantemente rebeldes e insumisos a la gravedad. Coronando alguna de las dos rosadas cimas, se gana el derecho a conocer el rostro del pecado sobre el que camina este recorrido. 

Un rostro, que oscila entre lo beatífico y lo diabólico, contiene las piedras preciosas de la belleza voluptuosa e inteligente de esta mujer. Labios por los que morir ardiendo y el lago azul –profundo e inquietante– de sus ojos en desafiante contraste con las olas del mar de su pelo rojo, revelan el nombre del secreto:

 Amarna Miller.
por Drogoteca



Esta orgullosa madrileña de 25 años de edad lleva trabajando en el cine porno desde los 19 años, habiendo conseguido –aparte de todo tipo de premios y reconocimientos– que su presencia en un trabajo fuera sinónimo de gusto y calidad. Cree en el porno ético y sólo trabaja con gente con quienes disfrute. Inquieta y activa, con ganas de saborear la vida, ama viajar por todo el mundo. 

También dirige –lo hacía ya antes de ser actriz– y graba aquellas escenas que nadie se atrevió a producir, como viento fresco en un porno que necesita airearse y, además, tiene el veneno de la escritura en sus venas. Provocadora y activista, en Cannabis Magazine quisimos conocerla mejor y aceptó, entregándonos respuestas claras y honestas, recogidas y seleccionadas para que disfrutéis de esta especial cosecha.


Drogoteca: Es un placer tenerte aquí, Amarna, para explorar las líneas que dibujan tu mundo, aunque al documentarme se me planteó la duda de cómo dirigirme a ti, si como Amarna o usando tu nombre real. ¿Sabe la gente cómo tratarte? ¿El hecho de que trabajes en el porno les modifica la forma en que se relacionan contigo?
Amarna Miller: Sí, me lo preguntan bastante a menudo. Escogí tener un nombre artístico para poder proteger la intimidad de las personas de mi entorno, que no han decidido ser personajes públicos. Mis parejas, mi familia y mis amigos se verían expuestos sin quererlo, si utilizase mi nombre real, así que por eso mismo me molesta sobremanera cuando se refieren a mí por mi nombre verdadero. Amarna y Marina son la misma persona y no establezco un límite entre el personaje y mi vida fuera de las cámaras, pero los medios y mis seguidores deben respetar ese huequito de intimidad que he decidido establecer.

Hay seguidores que crean, en su imaginación, una imagen de mí que no es realista y la siguen a pies juntillas, idolatrándome. Luego, cuando me ven en persona con ropa de calle y sin maquillaje, me dicen que no me parezco a la chica que han visto follando por Internet. ¡Claro! Cada cosa tiene su momento y su lugar: ni voy en pantalones de chándal a los rodajes, ni al supermercado en tacones.
En cuanto a la forma de tratarme, sí que he sentido cambios de comportamiento, en personas que acabo de conocer, cuando les hablo de mi profesión. La mayoría de las veces porque tienen en su cabeza una serie de estereotipos y clichés sobre la pornografía que nunca se han cuestionado. 

Que si tenemos enfermedades, que si somos ninfómanas, que cómo puedo tener pareja estando en el porno, que si estoy haciendo esto en contra de mi voluntad, y un largo etcétera. Suelo explicar mi situación real y desmontar las generalizaciones, pero ha llegado un punto en el que estoy bastante cansada de contestar a las mismas preguntas todo el rato.


D: Tengo la impresión de que eres una chica tímida, a pesar de que suene paradójico para una “diosa del porno” que viste un rostro reconocible por todos. ¿Acierto?
AM: Durante mi infancia tuve poca interacción con otros seres humanos y eso me hizo tener problemas a la hora de relacionarme. Mis padres me criaron en una burbujita proteccionista que me impidió relacionarme con otros niños de mi edad cuando era más pequeña. Así que, cuando finalmente me enfrenté al mundo real, me costó bastante poder hacer amigos o socializar con otros críos. Gracias a esto desarrollé una imaginación gigantesca y un mundo interior bastante loco.

Más que considerarme tímida, creo que tengo dificultad a la hora de entablar relaciones con otras personas. Eso sí, intento suplirlo forzándome a ser extremadamente extrovertida y parlanchina, y creo que en general ha funcionado bastante bien.

D: ¿Recuerdas el nombre del chico o chica a quien besaste por primera vez en tu vida y la edad que tenías?
AM: Sí, yo tenía 14 años y recuerdo su nombre.

D: ¿Y tu primer orgasmo?
AM: No demasiado. Como existe un tremendo vacío informativo en todo lo referente al placer femenino, nunca llegué a saber qué era exactamente un orgasmo (las contracciones y reacciones físicas de tu cuerpo cuando te corres) hasta bastante tiempo después. Simplemente sabía que aquello me daba placer y me gustaba. Fue sobre los 14 años, jugando conmigo misma.

D: ¿Qué opinas de la influencia de los cánones estéticos marcados en el cine sobre la mujer? ¿Influye el porno en los comportamientos y gustos sexuales? ¿El porno "educa" en la sexualidad?
AM: Cualquier tipo de delimitación me parece, en general, negativa. Y desde luego el modelo de belleza con el que nos presionan desde que somos pequeños es, cuando menos, inalcanzable. En mi opinión, la verdadera belleza está en los detalles, la variedad, las pequeñas cosas que hacen a alguien atractivo.

Me parece que la pornografía ha influido e influye en los comportamientos y gustos sexuales de una gran parte de la población y, lamentablemente, ejerce la labor de educador sexual. Digo "lamentablemente" porque el porno no debería suplir la falta de educación sexual que sufren nuestros niños y adolescentes, ni debería tomarse como ejemplo o modelo a seguir. Pero hasta que no se normalice el sexo en nuestra sociedad, como algo sano y natural, seguirá habiendo lagunas de conocimiento que la gente intentará llenar como pueda. No me parece que la pornografía deba ser usada con fines educativos, pero sí agradecería que se proyectasen vídeos de educación sexual en escuelas e institutos, con explicaciones posteriores para que la gente entienda qué es lo que acaba de ver.

D: No voy a perder la oportunidad de preguntarte algo que necesito que me explique una entendida. ¿Qué pasa con el“squirting” o eyaculación femenina? Lo encuentro en el cine porno actual pero también fuera de ese contexto, como en una charla pública con una mujer haciéndolo ante todos, mientras otra daba explicaciones. ¿Es la eyaculación femenina el nuevo “orgasmo sexualmente maduro” usado de reclamo para la mujer?
AM: Me repatea especialmente el tema de los "orgasmos maduros" y este tipo de clasificaciones freudianas sobre cómo tenemos que vivir nuestra sexualidad. Como si alguien pudiese jerarquizar nuestro placer. Siendo mujeres se nos enseña que el único orgasmo "real" es el vaginal, sin explicar que una parte muy pequeña de la población femenina puede llegar a él y que, en realidad, no es sino una extensión del orgasmo clitoriano. Desde luego, la eyaculación femenina aporta algo más que interesante... ¡Descubrir nuestra sexualidad!

Todavía existen muchos mitos y presiones sobre el placer femenino, así que personalmente me parece genial que las mujeres experimenten y exploren su cuerpo. En mi caso los squirtings no los vivo con la misma intensidad que un orgasmo clitoriano, pero son placenteros y dan otro matiz a mi vida sexual.

D: Dentro del enfoque con el que trabajas en el porno, en el que te niegas a realizar ciertas escenas por el enfoque “machista” que desprenden, me cuesta encajar que grabar escenas de violación no sea algo que –claramente– esté dentro de lo que rechazas. ¿No representa cierta disonancia cognitiva?
AM: ¿Y por qué una escena de violación ha de ser a ser machista? ¿No hay mujeres que fantasean con ser violadas? Yo misma he incluido fantasías de "consensual non consent" dentro de mi propio imaginario sexual. Tú hablas de la fantasía de la violación como un acto exclusivamente destinado al género masculino, pero las estadísticas dicen que es una de las fantasías más comunes entre mujeres. Si yo, de forma consensuada y fingida decido aparecer en cámara realizando una fantasía que me excita... ¿Dónde está el problema o la disonancia cognitiva? ¿Dónde está el machismo? No me parece que la simulación de una violación –de forma consensuada– sea machista ni esté perpetuando el machismo.

Una escena en la que se simule una violación no es una justificación ni una aprobación de la misma. ¿Justifica una película de tiroteos que se usen las armas? No. El usuario sabe distinguir donde acaba la fantasía y empieza la realidad. Y desde luego si no sabe discernirlo tiene un problema de base, que no puede ser solucionado por muchos vídeos softcore (porno suave) que le pongas.

D: Antes de las elecciones del 20D, sin aviso previo, tuiteaste una imagen tuya que llevaba el logo de los círculos de Podemos –tapando tu vulva– y donde animabas a votar por el cambio. ¿Por qué? ¿Fue algo meditado o espontáneo?
AM: No, para nada fue algo meditado. Después de hablar con unos amigos y ver que prácticamente nadie de mi círculo iba a ir a votar durante las elecciones generales, me di cuenta de que –a lo mejor– hacía falta una "llamada a la acción". La situación política de España da pena y la gente joven piensa que su voto no va a servir de nada así que... ¿para qué votar?
Me pareció que la imagen podía levantar algunas ampollas y dar que hablar lo suficiente como para que más personas se animasen a votar por el cambio. Lo que no me imaginaba es que Errejón me retuitearía, ni que Podemos me apoyase en mi propuesta. Lo mejor fue tener la opción de hablar de política, un tema que normalmente no se toca en las entrevistas que concedo.

Tristemente, para la mayoría de la población, mi discurso pierde valor por aparecer desnuda en Internet. Siempre he pensado que la política es una de esas puertas que cerré para siempre al elegir dedicarme a la pornografía pero, desde luego, es un tema que me interesa. Y volvería a hacerlo; sabiendo que a la gente del partido le gustó, no veo ningún motivo para echarme atrás.

D: He visto que te han calificado de “agitadora cultural”. ¿Qué pretendías cuando lo hiciste? ¿Crees que sirvió?
AM: ¡Agitadora cultural! ¡Me encanta! Desde luego me considero una agitadora profesional, me gusta alzar la voz y luchar por las cosas en las que creo. Se me da muy mal el conformismo. ¿Qué pretendía? Levantar polémica para que la gente hablase de las elecciones, de Podemos y de luchar por el cambio. ¿Sirvió? Yo diría que sí. El cuerpo se ha usado desde siempre para reivindicar luchas, pero parece que cuando se trata de un desnudo femenino existe una llamada a la polémica, mientras que si se trata de un hombre es un signo de poder y virilidad. El mejor ejemplo es Albert Rivera, desnudándose para aquel famoso cartel electoral en el que optaba a la presidencia de la Generalitat. Las encuestas calificaban la foto como "transparente y sencilla" y en ningún momento se le acusó de estar usando su cuerpo para conseguir votos, ¿verdad?

Parece que cada vez que muestro públicamente que tengo intereses más allá del sexo, se descalifica mi discurso utilizando la excusa de que soy actriz porno, o que busco polémica gratuita. Me siento cansada de demostrar constantemente que soy más que un cuerpo bonito follando en Internet.

D: ¿Por qué Podemos y no Ciudadanos o el PSOE, por citar dos partidos de derechas? ¿Por qué no a Izquierda Unida?
AM: Soy de Podemos. Por primera vez en 20 años de democracia tuvimos y tenemos la oportunidad de romper el bipartidismo, y deberíamos aprovecharla. Ciudadanos es la marca blanca del PP, así que no cuenta como romper el bipartidismo. Necesitamos un cambio grande, borrón y cuenta nueva. A estas alturas deberíamos haber aprendido que los partidos de siempre están podridos desde las raíces y si seguimos votándoles sólo perpetuaremos la corrupción. Sé que el cambio asusta y apostar por opciones creadas hace poco es un riesgo. Pero sinceramente, ¿qué otra posibilidad hay? No es que nuestra política dé pena, es que da miedo.
D: ¿Crees posible que acabemos en una gran coalición, maquillada por la “presunta frescura” de las nuevas caras y partidos, pero finalmente con PP y PSOE juntos a la cabeza de todo?
AM: Creo que es posible y me da miedo. Volvemos a lo mismo, casi como si no hubiésemos aprendido nada de los años anteriores de gobierno...

D: Dentro de esta faceta tuya de activista, fue una grata sorpresa encontrarte apoyando la iniciativa “Si no toca, no hay voto” que desde las redes exigía respuestas claras a los aspirantes a representarnos. ¡Así que eres fumeta!
AMNo me considero una consumidora habitual, pero viviendo en California es casi imposible no fumar de vez en cuandoEn la industria europea no conozco a mucha gente que consuma abiertamente pero aquí, una de las primeras cosas que me sorprendió es que todo el mundo lo hace.
Aquí es legal con fines terapéuticos y simplemente tienes que ir a un dispensario y pagar unos 100€ para que te den la tarjeta y comprar legalmente. Yo lo hago online en “LA speed weed”, eliges y te la traen a la puerta de casa. Estando legalizada terapéuticamente, el estigma es mucho menor y las chicas postean en redes sociales fotos fumando.

D: ¿Nunca antes lo habías hecho público de la forma que lo estás haciendo ahora?
AM: ¡Nunca antes me habían preguntado directamente! Estuve unos cuantos años sin tomar nada así que, durante las entrevistas que di por entonces, no hice ninguna referencia al consumo. Y desde aquel momento, siempre que el tema se ha tocado he sido muy clara. Titulé mi libro "Manual de psiconáutica", una alegoría bastante clara a los alucinógenos. ¡Aunque después de aparecer en la portada de Cannabis Magazine creo que ya no habrá duda!

D: ¿Cuándo y cómo fue tu primer encuentro con el cannabis?
AM: Creo recordar que fue a la salida del instituto, cuando tenía unos 16 años. Unos conocidos estaban fumando y le di un par de caladas, pero sinceramente no me gustó demasiado: me entró sueño y me quedé atontada. Tiempo después investigué al respecto y descubrí que había diferentes variedades. Entonces probé la sativa y aquello resultó una epifanía.
Siendo una persona extremadamente hiperactiva, fumando índica me siento frustrada y me agobio: mi cuerpo está relajado pero mi mente no sabe parar quieta. Con la sativa siento que mis ganas de hacer cosas creativas crecen hasta límites insospechadosTodavía hoy siento que mi información sobre cannabis es bastante limitada. Hay tantas variedades y tantas formas diferentes de consumirla que es como adentrarse en un universo paralelo. Últimamente estoy experimentando mucho con los comestibles y estoy encantada: me estoy convirtiendo en toda una cocinera.

D: ¿Qué formación tenías sobre drogas entonces?
AM: Poca información; los típicos anuncios que salen por la TV de "Di no a las drogas" y el boca a boca. Mi conocimiento estaba sesgado y tenía muchos miedos que carecían de fundamento.
Pienso que las drogas, consumidas de forma responsable y con conocimiento, pueden llevarte a situaciones increíblemente positivas y divertidas. El mayor riesgo es la falta de información y, tal y como está enfocado el sistema, hoy en día lo único que te dicen por todas partes desde que eres pequeño es "LAS DROGAS SON MALAS", escrito en mayúsculas y con luces de neón.
Pero no te explican cuáles son los efectos –negativos o positivos– de cada una, sus riesgos reales, las interacciones entre ellas, etc. Con ese desconocimiento se llega a situaciones incómodas o insanas, ¡porque no tienes ni idea de lo que estás haciendo! Incluso siendo espabilado, si intentas buscar información por Internet, las explicaciones que encuentras están incompletas y no resuelven tus dudas. Finalmente, acabas aprendiendo mediante ensayo y error, lo que es muy peligroso.

D: ¿Qué otras sustancias conoces y cuáles te interesan?
AM: Conozco varias, pero sólo me declaro fiel a los enteógenos. Es prácticamente lo único uso hoy en día, aunque no de forma regular. La primera vez que conocí la LSD se marcó un antes y un después en mi vida, y creo que mi personalidad está marcada por su uso. Definitivamente abrió mis puertas de la percepción, como diría Huxley. Conozco el San Pedro, la LSD, la DMT y las setas, y actualmente mi interés mira hacia la ayahuasca, el peyote y la Salvia divinorum.

Aunque entiendo su aspecto como drogas recreativas, existe un pequeño matiz que las lleva "más allá" que el resto. Pueden hacerte pasar un buen rato, pero también provocarte momentos de introspección profunda en donde reflexionas sobre cuestiones que, normalmente, no pasan por tu cabeza. Siento una especial predilección por alcanzar nuevos estados de conciencia, sea de la manera que sea (sustancias, meditación, BDSM, etc.) así que seguiré experimentando.

D: ¿Eres una simple consumidora o, como en lo referente a tu opción política (Podemos), esto es una forma de activismo? ¿Qué buscas al hacer público tu consumo?
AM: ¿Podría decirse que soy una activista pasiva? ¡Menuda contradicción! Con esta entrevista no intento crear polémica sino mostrar un poco más de mí misma. Me parece que al ser un personaje público, tengo los medios para dar alas a un discurso que normalmente no se escucha en las publicaciones mainstream. Por ejemplo hablando de feminismo, trabajo sexual o drogas, en este caso. Me gusta aprovechar la oportunidad que tengo en este momento de hablar con los medios para poder presentar una serie de temas que necesitan ser revisados dentro del imaginario popular. Hace falta un gran cambio social para se entienda que no existen "drogas buenas" y "drogas malas", sino que depende del uso que se haga de ellas.
Estoy a favor de la completa legalización. La prohibición no funciona, así que ofrecer fuentes de información fiables y educar sobre el consumo responsable, y proveer de drogas que han sido testadas antes, me parece la única solución viable. Intento ser completamente honesta respecto a mi vida y lo que hago, tanto dentro como fuera de las pantallas, y si alguien no quiere contratarme porque he dicho públicamente que soy de Podemos, o que estoy a favor de la legalización de las drogas... ¡allá ellos! 

Yo no tengo intención de traicionarme; ni a mí misma, ni a mis ideales y creencias.


domingo, 21 de enero de 2018

Criptocuñaos -a la vista- entre las criptomonedas.

Este texto fue publicado hace 3 semanas en la web ElBitcoin.Org (la mejor web de Bitcoin en castellano) y sigue conservando toda su validez. Veremos durante cuánto tiempo es así el escenario...


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Hace unos días, mi buen amigo Javier González Granado –notario de Formentera– puso un tuit en el que se podía leer eso: “Hay una burbuja de expertos en Bitcoin”. No le faltaba ni un ápice de razón, porque lo que estamos viendo estas navidades, quienes estamos aquí desde hace años, es aterrador.


Los expertos –de verdad– en Bitcoin (los que estaban aquí ya hace añitos) están casi desaparecidos y cualquier gualtrapa que dice saber de esto tiene un altavoz, porque en el reino de los ciegos el tuerto es el rey y la necesidad manda, así que los medios de prensa están dando cabida a todo tipo de “expertos” que son todo menos expertos. El precio medio de un texto –hoy día– para un periodista profesional incorporado a una plantilla ronda los 60-80 euros, y por ese precio obtienen lo que pagan: una puta mierda.


Los expertos, que los hay, están agachando la cabeza desde hace tiempo en previsión de que Hacienda –que somos todos, jojojo– empiece a pedir datos a los exchanges (cosa que pasará en breve) y no se dejan ver. El resto, son periodistas económicos, que por ese precio, que es el que pagan, ofrecen artículos llenos de información falaz, parcial y tendenciosa.
Más que periodismo, en el tema de las criptomonedas, estamos viviendo la invasión del cripto-cuñao, que además le pagan por escribir y como nadie sabe que lo que dice es una payasada, cuela. Y no sólo en los medios, sino que ahora florecen los expertos asesores en criptomonedas que siguen casi todos un mismo patrón: te aconsejan la moneda de su “amigo” y aquella en la que él tiene comisión. ¿Por qué? Porque salvo que se dé muy mal, en estos momentos aún parece que todo lo que sea cripto, crece. Así que si quieres sentirte un experto, puedes recomendar a cualquiera una moneda y mirar su precio dentro de 1 año, que seguro que ha subido y más que si hubieras dejado el dinero en la banca tradicional. Pero eso no es asesorar, sino timar a incautos en un mercado que, como ya hemos comentado, tiende a perdonar por el momento todos los errores.
Pero ahora llega el tío Paco con las rebajas, y veremos como esos expertos son cribados por el criterio de la realidad. Los que llevamos años en esto, no nos preocupamos demasiado por el precio y esas oscilaciones que a otros les hacen vender asustados pensando que llegó el fin de Bitcoin. Recuerdo, de mi época inicial en esto de comprar criptomoneda, que cada vez que escuchaba “Bitcoin ha muerto” me iba a la cuenta y compraba más. Así fui de los que compró a 200 pavos (años después de que hubiera tocado más de 1000 euros y se hubiera colapsado por el tongo-timo-robo-hackeo-uyquememeo de MtGox) cuando una gran mayoría vendía en pánico. Veremos cuando lleguen las vacas flacas dónde se meten esos expertos…


Y vamos con el plato principal, que hoy es uno de esos negocios crecidos al amparo de la nueva fiebre-cripto pero que ha dado claras muestras de estar en manos de “expertos de esos” que no tienen ni puta idea de lo que va esto: Bitnovo.
Estos señores, que son “empresarios” a la antigua usanza, son una de esas empresas que aspira a sacarnos el dinero a cambio de sus servicios (como todas) pero que en lugar de estar gestionada por gente que sabe, lo que tenemos enfrente es un grupo de inversores a quienes les falta –precisamente– saber qué cojones es lo que hacen. Estos señores de Bitnovo venden tarjetas de Bitcoin CORE y de Dash, para crear con ellas una estructura de compra y venta de criptomonedas. No es el invento del año ni el primero de esas características que vemos, pero se agradece que haya más participantes en el panorama, como norma general con salvedades. Bitnovo podría ser una de esas salvedades.


Por cosas de la vida –amistades– hace poco pude saber que realmente los que están al frente del invento, no comprendían conceptos básicos de esto sino que eran extraños metidos a cripto-empresarios. Las personas que me dieron esa información, corroborada por varios lados, se sorprendían de que se pudiera montar una empresa que trabaja con criptomonedas y a la vez no tener ni puta idea del asunto, pero así era.
Y eso –que si no lo meneas mucho puede que no te dañe– en vez de callarlo disimuladamente mientras se esfuerzan por aprender de qué va esto en realidad, han decidido hacerlo público a través de su cuenta de Twitter. Los tipos apoyan Bitcoin CORE por defecto, sin entender un pijo, y encima se permiten el lujo de llamar a Bitcoin CASH “ese clon barato de Bitcoin”. Aquí tenéis el tuit para que podáis comprobarlo, y una captura por si fuera borrado.
No critico el que les guste más una moneda que otra; el gusto y el miedo son libres.
Lo que no pueden hacer –al menos sin que yo salte– es intentar denigrar a Bitcoin CASH que en este momento es el único Bitcoin fiel al original creado por Satoshi Nakamoto. De hecho, Bitcoin CASH no tiene “White Paper”, porque sigue siendo Bitcoin y por lo tanto se basa en el texto original de Satoshi Nakamoto. Por su parte, la gente de CORE quiere modificar ese documento para incluir en él todas las aberraciones que le han infligido a la moneda original…

Llamar a Bitcoin CASH “ese clon barato” demuestra malicia o ignorancia. Y siempre que se puede achacar algo a la estupidez, no se debe otorgar a la malicia ya que para ser malo hay que ser primero inteligente y esta gente ya ha demostrado no serlo.
La inmensa mayoría de los negocios que durante estos años habían crecido en el ecosistema Bitcoin, apreciaban como uno de sus puntos fuertes las bajas tarifas que tenía esta moneda, pero eso este año cambióTras el secuestro de la marca Bitcoin, por parte de Adam Back y “sus chavalotes del cuarto de atrás”, el destrozo que han causado a la moneda es aun inescrutable en toda su extensión, pero se la han cargado y para poder seguir trincando algo de pasta, siguen vendiendo humo y la promesa de que una futura Lightning Network solucionará todo lo que haga falta, en el proceso de violar lo que quede de Bitcoin.
Y encima lo fían largo: hablan de 18 meses sobre una tecnología que prometen tener. ¿Sabes lo que son 18 meses en el ecosistema Bitcoin? Hace 18 meses, un Bitcoin costaba menos de 600 dólares mientras que hoy cuesta más de 15.000 dólares. ¿Te fías? ¿Quieres apostar tu riqueza a la promesa de que en 18 meses conseguirán hacer de Bitcoin lo contrario de lo que su creador pretendió?
Hace 18 meses, un token de Ethereum costaba menos de 10 euros y hoy pasa de los 700. ¿De verdad te parece razonable que alguien –que conozca este medio– hable de 18 meses, con seriedad?
Por supuesto que estas maniobras que han seguido en Bitcoin CORE buscaban enriquecer a unos pocos, secuestrando una de las más brillantes ideas que se la hayan ocurrido a un ser humano para hacerla privativa en su beneficios. Y algo así necesita cómplices que sean a la vez pardillos, que estén convencidos en su ignorancia, hasta dispararse en el pie como empresa despreciando el auténtico Bitcoin (Bitcoin CASH a día de hoy) e insultando la inteligencia llamándolo “clon barato”. Gente como Bitnovo son los que se apuntarían a un esquema piramidal sin darse cuenta, y además lo publicitarían convencidos, ya que repiten bovinamente lo que escuchan por ahí, sin entender muy bien el asunto.
Mientras, tienen que ir promocionando otra moneda que permita a la gente comprar y vender sin arruinarse en tarifas como le ocurre a los incautos que caen en Bitcoin CORE, pero sin dejar de atacar al auténtico Bitcoin y poniéndole apelativos como “barato”. Con los costes que tiene actualmente, Bitnovo no puede dar el servicio para el que se creó, pero –sin ningún pudor– alaba a su secuestrador mientras tiene el servicio “Cerrado por Secuestro”.
El síndrome de Estocolmo ha llegado a las criptomonedas.