jueves, 1 de febrero de 2018

Amarna Miller; "Porno, drogas y feminismo" (Making of)

Este texto fue publicado en la edición en papel de la revista Cannabis Magazine, y posteriormente colgado en su web. Llevaba tiempo interesado por la figura de Amarna Miller y había leído mucho sobre ella, pero una noche en la que lanzó una imagen en apoyo a Podemos, se me presentó la oportunidad y le solicité una entrevista. Ella accedió amablemente y luego todo vino rodado.

Personalmente la considero una mala entrevista. No por Amarna, quien fue un placer en su trato atento y delicado, sino por mí. En esos días tuve que enfrentar una serie de asuntos personales muy serios que no me dejaron estar tan atento al trabajo como me hubiera gustado, y eso se plasmó en la entrevista.

Sin embargo, eso no fue lo más curioso. Lo fue el hecho de que Amarna saliera "desnuda" en la portada de la revista en cuestión. A mí se me acusó de ir a por lo fácil y de hacer machista al medio, al director se le acusó de lo mismo prácticamente por "consentir" esa portada. La realidad es que ni él ni yo teníamos nada que ver con la portada, que fue algo entre el editor (dueño) del medio y la actriz entrevistada.

A mí que saliera Amarna desnuda o no, me daba igual (en realidad, prefería que no saliera desnuda pero entendía que dado quién era y su trabajo, no tendría nada de extraño que así fuera). Pero jamás se me ocurriría cuestionarla si en su libertad ella quería salir desnuda y si el medio quería publicarlo. Debo añadir que los ataques vinieron -todos sin excepción en mi caso- de la mano de mujeres que nos acusaban de machistas a todos, Amarna incluída.

Fue la primera vez que encontré ese adjetivo puesto sobre mi persona o sobre un trabajo mío, y era porque una mujer optaba libremente por mostrarse desnuda en la portada de un medio que la entrevistaba: aprendizaje en caliente que no tardó -desgraciadamente- en ampliarse.

Yo desde aquí quiero agradecer a Amarna su disposición -entonces y ahora- a la entrevista y lo fácil que hizo todo, a pesar de haber sido una mala época mía y por permitirme usar cualquier de las imágenes de ese trabajo a excepción de las que sale desnuda (las que menos falta hacen a mi juicio).

Especialmente quiero darle las gracias por "haber salido del armario cannábico" de mi mano, por decirlo de alguna forma, y haber dado un paso público que ayuda visiblemente a la normalización del uso de drogas.

Y también al director del medio, que apostó por la idea cuando se la presenté -y que luego la empresa siguió utilizando, ya que llevó a la actriz a la feria Spannabis a hablar sobre los mismos temas- y que la defendió dando la cara y con argumentos. Eso, que puede parecer lo lógico y lo correcto, es algo poco frecuente y que, en ocasiones, puede llevar una fuerte sanción (por dar la cara por un personaje con el que "es mejor no relacionarse por su mala fama").

Sin más, ahí va la entrevista y algunas de las fotos que Amarna hizo para dicha ocasión.




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Drogoteca entrevista a Amarna Miller.


Unos tiernos pies, proporcionados y de algodón, se embocan en dos firmes columnas –acabadas como nalgas de ensueño y como monte púbico, elevados a objeto de deseo público– que fluyen siendo el más apetecible apotema hasta la locura de su ombligo. 

Si ya totalmente aturdidos, somos capaces de salir de allí, encontramos una meseta lujuriosa que amenaza con los dos picos de sus pechos, insultantemente rebeldes e insumisos a la gravedad. Coronando alguna de las dos rosadas cimas, se gana el derecho a conocer el rostro del pecado sobre el que camina este recorrido. 

Un rostro, que oscila entre lo beatífico y lo diabólico, contiene las piedras preciosas de la belleza voluptuosa e inteligente de esta mujer. Labios por los que morir ardiendo y el lago azul –profundo e inquietante– de sus ojos en desafiante contraste con las olas del mar de su pelo rojo, revelan el nombre del secreto:

 Amarna Miller.
por Drogoteca



Esta orgullosa madrileña de 25 años de edad lleva trabajando en el cine porno desde los 19 años, habiendo conseguido –aparte de todo tipo de premios y reconocimientos– que su presencia en un trabajo fuera sinónimo de gusto y calidad. Cree en el porno ético y sólo trabaja con gente con quienes disfrute. Inquieta y activa, con ganas de saborear la vida, ama viajar por todo el mundo. 

También dirige –lo hacía ya antes de ser actriz– y graba aquellas escenas que nadie se atrevió a producir, como viento fresco en un porno que necesita airearse y, además, tiene el veneno de la escritura en sus venas. Provocadora y activista, en Cannabis Magazine quisimos conocerla mejor y aceptó, entregándonos respuestas claras y honestas, recogidas y seleccionadas para que disfrutéis de esta especial cosecha.


Drogoteca: Es un placer tenerte aquí, Amarna, para explorar las líneas que dibujan tu mundo, aunque al documentarme se me planteó la duda de cómo dirigirme a ti, si como Amarna o usando tu nombre real. ¿Sabe la gente cómo tratarte? ¿El hecho de que trabajes en el porno les modifica la forma en que se relacionan contigo?
Amarna Miller: Sí, me lo preguntan bastante a menudo. Escogí tener un nombre artístico para poder proteger la intimidad de las personas de mi entorno, que no han decidido ser personajes públicos. Mis parejas, mi familia y mis amigos se verían expuestos sin quererlo, si utilizase mi nombre real, así que por eso mismo me molesta sobremanera cuando se refieren a mí por mi nombre verdadero. Amarna y Marina son la misma persona y no establezco un límite entre el personaje y mi vida fuera de las cámaras, pero los medios y mis seguidores deben respetar ese huequito de intimidad que he decidido establecer.

Hay seguidores que crean, en su imaginación, una imagen de mí que no es realista y la siguen a pies juntillas, idolatrándome. Luego, cuando me ven en persona con ropa de calle y sin maquillaje, me dicen que no me parezco a la chica que han visto follando por Internet. ¡Claro! Cada cosa tiene su momento y su lugar: ni voy en pantalones de chándal a los rodajes, ni al supermercado en tacones.
En cuanto a la forma de tratarme, sí que he sentido cambios de comportamiento, en personas que acabo de conocer, cuando les hablo de mi profesión. La mayoría de las veces porque tienen en su cabeza una serie de estereotipos y clichés sobre la pornografía que nunca se han cuestionado. 

Que si tenemos enfermedades, que si somos ninfómanas, que cómo puedo tener pareja estando en el porno, que si estoy haciendo esto en contra de mi voluntad, y un largo etcétera. Suelo explicar mi situación real y desmontar las generalizaciones, pero ha llegado un punto en el que estoy bastante cansada de contestar a las mismas preguntas todo el rato.


D: Tengo la impresión de que eres una chica tímida, a pesar de que suene paradójico para una “diosa del porno” que viste un rostro reconocible por todos. ¿Acierto?
AM: Durante mi infancia tuve poca interacción con otros seres humanos y eso me hizo tener problemas a la hora de relacionarme. Mis padres me criaron en una burbujita proteccionista que me impidió relacionarme con otros niños de mi edad cuando era más pequeña. Así que, cuando finalmente me enfrenté al mundo real, me costó bastante poder hacer amigos o socializar con otros críos. Gracias a esto desarrollé una imaginación gigantesca y un mundo interior bastante loco.

Más que considerarme tímida, creo que tengo dificultad a la hora de entablar relaciones con otras personas. Eso sí, intento suplirlo forzándome a ser extremadamente extrovertida y parlanchina, y creo que en general ha funcionado bastante bien.

D: ¿Recuerdas el nombre del chico o chica a quien besaste por primera vez en tu vida y la edad que tenías?
AM: Sí, yo tenía 14 años y recuerdo su nombre.

D: ¿Y tu primer orgasmo?
AM: No demasiado. Como existe un tremendo vacío informativo en todo lo referente al placer femenino, nunca llegué a saber qué era exactamente un orgasmo (las contracciones y reacciones físicas de tu cuerpo cuando te corres) hasta bastante tiempo después. Simplemente sabía que aquello me daba placer y me gustaba. Fue sobre los 14 años, jugando conmigo misma.

D: ¿Qué opinas de la influencia de los cánones estéticos marcados en el cine sobre la mujer? ¿Influye el porno en los comportamientos y gustos sexuales? ¿El porno "educa" en la sexualidad?
AM: Cualquier tipo de delimitación me parece, en general, negativa. Y desde luego el modelo de belleza con el que nos presionan desde que somos pequeños es, cuando menos, inalcanzable. En mi opinión, la verdadera belleza está en los detalles, la variedad, las pequeñas cosas que hacen a alguien atractivo.

Me parece que la pornografía ha influido e influye en los comportamientos y gustos sexuales de una gran parte de la población y, lamentablemente, ejerce la labor de educador sexual. Digo "lamentablemente" porque el porno no debería suplir la falta de educación sexual que sufren nuestros niños y adolescentes, ni debería tomarse como ejemplo o modelo a seguir. Pero hasta que no se normalice el sexo en nuestra sociedad, como algo sano y natural, seguirá habiendo lagunas de conocimiento que la gente intentará llenar como pueda. No me parece que la pornografía deba ser usada con fines educativos, pero sí agradecería que se proyectasen vídeos de educación sexual en escuelas e institutos, con explicaciones posteriores para que la gente entienda qué es lo que acaba de ver.

D: No voy a perder la oportunidad de preguntarte algo que necesito que me explique una entendida. ¿Qué pasa con el“squirting” o eyaculación femenina? Lo encuentro en el cine porno actual pero también fuera de ese contexto, como en una charla pública con una mujer haciéndolo ante todos, mientras otra daba explicaciones. ¿Es la eyaculación femenina el nuevo “orgasmo sexualmente maduro” usado de reclamo para la mujer?
AM: Me repatea especialmente el tema de los "orgasmos maduros" y este tipo de clasificaciones freudianas sobre cómo tenemos que vivir nuestra sexualidad. Como si alguien pudiese jerarquizar nuestro placer. Siendo mujeres se nos enseña que el único orgasmo "real" es el vaginal, sin explicar que una parte muy pequeña de la población femenina puede llegar a él y que, en realidad, no es sino una extensión del orgasmo clitoriano. Desde luego, la eyaculación femenina aporta algo más que interesante... ¡Descubrir nuestra sexualidad!

Todavía existen muchos mitos y presiones sobre el placer femenino, así que personalmente me parece genial que las mujeres experimenten y exploren su cuerpo. En mi caso los squirtings no los vivo con la misma intensidad que un orgasmo clitoriano, pero son placenteros y dan otro matiz a mi vida sexual.

D: Dentro del enfoque con el que trabajas en el porno, en el que te niegas a realizar ciertas escenas por el enfoque “machista” que desprenden, me cuesta encajar que grabar escenas de violación no sea algo que –claramente– esté dentro de lo que rechazas. ¿No representa cierta disonancia cognitiva?
AM: ¿Y por qué una escena de violación ha de ser a ser machista? ¿No hay mujeres que fantasean con ser violadas? Yo misma he incluido fantasías de "consensual non consent" dentro de mi propio imaginario sexual. Tú hablas de la fantasía de la violación como un acto exclusivamente destinado al género masculino, pero las estadísticas dicen que es una de las fantasías más comunes entre mujeres. Si yo, de forma consensuada y fingida decido aparecer en cámara realizando una fantasía que me excita... ¿Dónde está el problema o la disonancia cognitiva? ¿Dónde está el machismo? No me parece que la simulación de una violación –de forma consensuada– sea machista ni esté perpetuando el machismo.

Una escena en la que se simule una violación no es una justificación ni una aprobación de la misma. ¿Justifica una película de tiroteos que se usen las armas? No. El usuario sabe distinguir donde acaba la fantasía y empieza la realidad. Y desde luego si no sabe discernirlo tiene un problema de base, que no puede ser solucionado por muchos vídeos softcore (porno suave) que le pongas.

D: Antes de las elecciones del 20D, sin aviso previo, tuiteaste una imagen tuya que llevaba el logo de los círculos de Podemos –tapando tu vulva– y donde animabas a votar por el cambio. ¿Por qué? ¿Fue algo meditado o espontáneo?
AM: No, para nada fue algo meditado. Después de hablar con unos amigos y ver que prácticamente nadie de mi círculo iba a ir a votar durante las elecciones generales, me di cuenta de que –a lo mejor– hacía falta una "llamada a la acción". La situación política de España da pena y la gente joven piensa que su voto no va a servir de nada así que... ¿para qué votar?
Me pareció que la imagen podía levantar algunas ampollas y dar que hablar lo suficiente como para que más personas se animasen a votar por el cambio. Lo que no me imaginaba es que Errejón me retuitearía, ni que Podemos me apoyase en mi propuesta. Lo mejor fue tener la opción de hablar de política, un tema que normalmente no se toca en las entrevistas que concedo.

Tristemente, para la mayoría de la población, mi discurso pierde valor por aparecer desnuda en Internet. Siempre he pensado que la política es una de esas puertas que cerré para siempre al elegir dedicarme a la pornografía pero, desde luego, es un tema que me interesa. Y volvería a hacerlo; sabiendo que a la gente del partido le gustó, no veo ningún motivo para echarme atrás.

D: He visto que te han calificado de “agitadora cultural”. ¿Qué pretendías cuando lo hiciste? ¿Crees que sirvió?
AM: ¡Agitadora cultural! ¡Me encanta! Desde luego me considero una agitadora profesional, me gusta alzar la voz y luchar por las cosas en las que creo. Se me da muy mal el conformismo. ¿Qué pretendía? Levantar polémica para que la gente hablase de las elecciones, de Podemos y de luchar por el cambio. ¿Sirvió? Yo diría que sí. El cuerpo se ha usado desde siempre para reivindicar luchas, pero parece que cuando se trata de un desnudo femenino existe una llamada a la polémica, mientras que si se trata de un hombre es un signo de poder y virilidad. El mejor ejemplo es Albert Rivera, desnudándose para aquel famoso cartel electoral en el que optaba a la presidencia de la Generalitat. Las encuestas calificaban la foto como "transparente y sencilla" y en ningún momento se le acusó de estar usando su cuerpo para conseguir votos, ¿verdad?

Parece que cada vez que muestro públicamente que tengo intereses más allá del sexo, se descalifica mi discurso utilizando la excusa de que soy actriz porno, o que busco polémica gratuita. Me siento cansada de demostrar constantemente que soy más que un cuerpo bonito follando en Internet.

D: ¿Por qué Podemos y no Ciudadanos o el PSOE, por citar dos partidos de derechas? ¿Por qué no a Izquierda Unida?
AM: Soy de Podemos. Por primera vez en 20 años de democracia tuvimos y tenemos la oportunidad de romper el bipartidismo, y deberíamos aprovecharla. Ciudadanos es la marca blanca del PP, así que no cuenta como romper el bipartidismo. Necesitamos un cambio grande, borrón y cuenta nueva. A estas alturas deberíamos haber aprendido que los partidos de siempre están podridos desde las raíces y si seguimos votándoles sólo perpetuaremos la corrupción. Sé que el cambio asusta y apostar por opciones creadas hace poco es un riesgo. Pero sinceramente, ¿qué otra posibilidad hay? No es que nuestra política dé pena, es que da miedo.
D: ¿Crees posible que acabemos en una gran coalición, maquillada por la “presunta frescura” de las nuevas caras y partidos, pero finalmente con PP y PSOE juntos a la cabeza de todo?
AM: Creo que es posible y me da miedo. Volvemos a lo mismo, casi como si no hubiésemos aprendido nada de los años anteriores de gobierno...

D: Dentro de esta faceta tuya de activista, fue una grata sorpresa encontrarte apoyando la iniciativa “Si no toca, no hay voto” que desde las redes exigía respuestas claras a los aspirantes a representarnos. ¡Así que eres fumeta!
AMNo me considero una consumidora habitual, pero viviendo en California es casi imposible no fumar de vez en cuandoEn la industria europea no conozco a mucha gente que consuma abiertamente pero aquí, una de las primeras cosas que me sorprendió es que todo el mundo lo hace.
Aquí es legal con fines terapéuticos y simplemente tienes que ir a un dispensario y pagar unos 100€ para que te den la tarjeta y comprar legalmente. Yo lo hago online en “LA speed weed”, eliges y te la traen a la puerta de casa. Estando legalizada terapéuticamente, el estigma es mucho menor y las chicas postean en redes sociales fotos fumando.

D: ¿Nunca antes lo habías hecho público de la forma que lo estás haciendo ahora?
AM: ¡Nunca antes me habían preguntado directamente! Estuve unos cuantos años sin tomar nada así que, durante las entrevistas que di por entonces, no hice ninguna referencia al consumo. Y desde aquel momento, siempre que el tema se ha tocado he sido muy clara. Titulé mi libro "Manual de psiconáutica", una alegoría bastante clara a los alucinógenos. ¡Aunque después de aparecer en la portada de Cannabis Magazine creo que ya no habrá duda!

D: ¿Cuándo y cómo fue tu primer encuentro con el cannabis?
AM: Creo recordar que fue a la salida del instituto, cuando tenía unos 16 años. Unos conocidos estaban fumando y le di un par de caladas, pero sinceramente no me gustó demasiado: me entró sueño y me quedé atontada. Tiempo después investigué al respecto y descubrí que había diferentes variedades. Entonces probé la sativa y aquello resultó una epifanía.
Siendo una persona extremadamente hiperactiva, fumando índica me siento frustrada y me agobio: mi cuerpo está relajado pero mi mente no sabe parar quieta. Con la sativa siento que mis ganas de hacer cosas creativas crecen hasta límites insospechadosTodavía hoy siento que mi información sobre cannabis es bastante limitada. Hay tantas variedades y tantas formas diferentes de consumirla que es como adentrarse en un universo paralelo. Últimamente estoy experimentando mucho con los comestibles y estoy encantada: me estoy convirtiendo en toda una cocinera.

D: ¿Qué formación tenías sobre drogas entonces?
AM: Poca información; los típicos anuncios que salen por la TV de "Di no a las drogas" y el boca a boca. Mi conocimiento estaba sesgado y tenía muchos miedos que carecían de fundamento.
Pienso que las drogas, consumidas de forma responsable y con conocimiento, pueden llevarte a situaciones increíblemente positivas y divertidas. El mayor riesgo es la falta de información y, tal y como está enfocado el sistema, hoy en día lo único que te dicen por todas partes desde que eres pequeño es "LAS DROGAS SON MALAS", escrito en mayúsculas y con luces de neón.
Pero no te explican cuáles son los efectos –negativos o positivos– de cada una, sus riesgos reales, las interacciones entre ellas, etc. Con ese desconocimiento se llega a situaciones incómodas o insanas, ¡porque no tienes ni idea de lo que estás haciendo! Incluso siendo espabilado, si intentas buscar información por Internet, las explicaciones que encuentras están incompletas y no resuelven tus dudas. Finalmente, acabas aprendiendo mediante ensayo y error, lo que es muy peligroso.

D: ¿Qué otras sustancias conoces y cuáles te interesan?
AM: Conozco varias, pero sólo me declaro fiel a los enteógenos. Es prácticamente lo único uso hoy en día, aunque no de forma regular. La primera vez que conocí la LSD se marcó un antes y un después en mi vida, y creo que mi personalidad está marcada por su uso. Definitivamente abrió mis puertas de la percepción, como diría Huxley. Conozco el San Pedro, la LSD, la DMT y las setas, y actualmente mi interés mira hacia la ayahuasca, el peyote y la Salvia divinorum.

Aunque entiendo su aspecto como drogas recreativas, existe un pequeño matiz que las lleva "más allá" que el resto. Pueden hacerte pasar un buen rato, pero también provocarte momentos de introspección profunda en donde reflexionas sobre cuestiones que, normalmente, no pasan por tu cabeza. Siento una especial predilección por alcanzar nuevos estados de conciencia, sea de la manera que sea (sustancias, meditación, BDSM, etc.) así que seguiré experimentando.

D: ¿Eres una simple consumidora o, como en lo referente a tu opción política (Podemos), esto es una forma de activismo? ¿Qué buscas al hacer público tu consumo?
AM: ¿Podría decirse que soy una activista pasiva? ¡Menuda contradicción! Con esta entrevista no intento crear polémica sino mostrar un poco más de mí misma. Me parece que al ser un personaje público, tengo los medios para dar alas a un discurso que normalmente no se escucha en las publicaciones mainstream. Por ejemplo hablando de feminismo, trabajo sexual o drogas, en este caso. Me gusta aprovechar la oportunidad que tengo en este momento de hablar con los medios para poder presentar una serie de temas que necesitan ser revisados dentro del imaginario popular. Hace falta un gran cambio social para se entienda que no existen "drogas buenas" y "drogas malas", sino que depende del uso que se haga de ellas.
Estoy a favor de la completa legalización. La prohibición no funciona, así que ofrecer fuentes de información fiables y educar sobre el consumo responsable, y proveer de drogas que han sido testadas antes, me parece la única solución viable. Intento ser completamente honesta respecto a mi vida y lo que hago, tanto dentro como fuera de las pantallas, y si alguien no quiere contratarme porque he dicho públicamente que soy de Podemos, o que estoy a favor de la legalización de las drogas... ¡allá ellos! 

Yo no tengo intención de traicionarme; ni a mí misma, ni a mis ideales y creencias.


domingo, 21 de enero de 2018

Criptocuñaos -a la vista- entre las criptomonedas.

Este texto fue publicado hace 3 semanas en la web ElBitcoin.Org (la mejor web de Bitcoin en castellano) y sigue conservando toda su validez. Veremos durante cuánto tiempo es así el escenario...


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Hace unos días, mi buen amigo Javier González Granado –notario de Formentera– puso un tuit en el que se podía leer eso: “Hay una burbuja de expertos en Bitcoin”. No le faltaba ni un ápice de razón, porque lo que estamos viendo estas navidades, quienes estamos aquí desde hace años, es aterrador.


Los expertos –de verdad– en Bitcoin (los que estaban aquí ya hace añitos) están casi desaparecidos y cualquier gualtrapa que dice saber de esto tiene un altavoz, porque en el reino de los ciegos el tuerto es el rey y la necesidad manda, así que los medios de prensa están dando cabida a todo tipo de “expertos” que son todo menos expertos. El precio medio de un texto –hoy día– para un periodista profesional incorporado a una plantilla ronda los 60-80 euros, y por ese precio obtienen lo que pagan: una puta mierda.


Los expertos, que los hay, están agachando la cabeza desde hace tiempo en previsión de que Hacienda –que somos todos, jojojo– empiece a pedir datos a los exchanges (cosa que pasará en breve) y no se dejan ver. El resto, son periodistas económicos, que por ese precio, que es el que pagan, ofrecen artículos llenos de información falaz, parcial y tendenciosa.
Más que periodismo, en el tema de las criptomonedas, estamos viviendo la invasión del cripto-cuñao, que además le pagan por escribir y como nadie sabe que lo que dice es una payasada, cuela. Y no sólo en los medios, sino que ahora florecen los expertos asesores en criptomonedas que siguen casi todos un mismo patrón: te aconsejan la moneda de su “amigo” y aquella en la que él tiene comisión. ¿Por qué? Porque salvo que se dé muy mal, en estos momentos aún parece que todo lo que sea cripto, crece. Así que si quieres sentirte un experto, puedes recomendar a cualquiera una moneda y mirar su precio dentro de 1 año, que seguro que ha subido y más que si hubieras dejado el dinero en la banca tradicional. Pero eso no es asesorar, sino timar a incautos en un mercado que, como ya hemos comentado, tiende a perdonar por el momento todos los errores.
Pero ahora llega el tío Paco con las rebajas, y veremos como esos expertos son cribados por el criterio de la realidad. Los que llevamos años en esto, no nos preocupamos demasiado por el precio y esas oscilaciones que a otros les hacen vender asustados pensando que llegó el fin de Bitcoin. Recuerdo, de mi época inicial en esto de comprar criptomoneda, que cada vez que escuchaba “Bitcoin ha muerto” me iba a la cuenta y compraba más. Así fui de los que compró a 200 pavos (años después de que hubiera tocado más de 1000 euros y se hubiera colapsado por el tongo-timo-robo-hackeo-uyquememeo de MtGox) cuando una gran mayoría vendía en pánico. Veremos cuando lleguen las vacas flacas dónde se meten esos expertos…


Y vamos con el plato principal, que hoy es uno de esos negocios crecidos al amparo de la nueva fiebre-cripto pero que ha dado claras muestras de estar en manos de “expertos de esos” que no tienen ni puta idea de lo que va esto: Bitnovo.
Estos señores, que son “empresarios” a la antigua usanza, son una de esas empresas que aspira a sacarnos el dinero a cambio de sus servicios (como todas) pero que en lugar de estar gestionada por gente que sabe, lo que tenemos enfrente es un grupo de inversores a quienes les falta –precisamente– saber qué cojones es lo que hacen. Estos señores de Bitnovo venden tarjetas de Bitcoin CORE y de Dash, para crear con ellas una estructura de compra y venta de criptomonedas. No es el invento del año ni el primero de esas características que vemos, pero se agradece que haya más participantes en el panorama, como norma general con salvedades. Bitnovo podría ser una de esas salvedades.


Por cosas de la vida –amistades– hace poco pude saber que realmente los que están al frente del invento, no comprendían conceptos básicos de esto sino que eran extraños metidos a cripto-empresarios. Las personas que me dieron esa información, corroborada por varios lados, se sorprendían de que se pudiera montar una empresa que trabaja con criptomonedas y a la vez no tener ni puta idea del asunto, pero así era.
Y eso –que si no lo meneas mucho puede que no te dañe– en vez de callarlo disimuladamente mientras se esfuerzan por aprender de qué va esto en realidad, han decidido hacerlo público a través de su cuenta de Twitter. Los tipos apoyan Bitcoin CORE por defecto, sin entender un pijo, y encima se permiten el lujo de llamar a Bitcoin CASH “ese clon barato de Bitcoin”. Aquí tenéis el tuit para que podáis comprobarlo, y una captura por si fuera borrado.
No critico el que les guste más una moneda que otra; el gusto y el miedo son libres.
Lo que no pueden hacer –al menos sin que yo salte– es intentar denigrar a Bitcoin CASH que en este momento es el único Bitcoin fiel al original creado por Satoshi Nakamoto. De hecho, Bitcoin CASH no tiene “White Paper”, porque sigue siendo Bitcoin y por lo tanto se basa en el texto original de Satoshi Nakamoto. Por su parte, la gente de CORE quiere modificar ese documento para incluir en él todas las aberraciones que le han infligido a la moneda original…

Llamar a Bitcoin CASH “ese clon barato” demuestra malicia o ignorancia. Y siempre que se puede achacar algo a la estupidez, no se debe otorgar a la malicia ya que para ser malo hay que ser primero inteligente y esta gente ya ha demostrado no serlo.
La inmensa mayoría de los negocios que durante estos años habían crecido en el ecosistema Bitcoin, apreciaban como uno de sus puntos fuertes las bajas tarifas que tenía esta moneda, pero eso este año cambióTras el secuestro de la marca Bitcoin, por parte de Adam Back y “sus chavalotes del cuarto de atrás”, el destrozo que han causado a la moneda es aun inescrutable en toda su extensión, pero se la han cargado y para poder seguir trincando algo de pasta, siguen vendiendo humo y la promesa de que una futura Lightning Network solucionará todo lo que haga falta, en el proceso de violar lo que quede de Bitcoin.
Y encima lo fían largo: hablan de 18 meses sobre una tecnología que prometen tener. ¿Sabes lo que son 18 meses en el ecosistema Bitcoin? Hace 18 meses, un Bitcoin costaba menos de 600 dólares mientras que hoy cuesta más de 15.000 dólares. ¿Te fías? ¿Quieres apostar tu riqueza a la promesa de que en 18 meses conseguirán hacer de Bitcoin lo contrario de lo que su creador pretendió?
Hace 18 meses, un token de Ethereum costaba menos de 10 euros y hoy pasa de los 700. ¿De verdad te parece razonable que alguien –que conozca este medio– hable de 18 meses, con seriedad?
Por supuesto que estas maniobras que han seguido en Bitcoin CORE buscaban enriquecer a unos pocos, secuestrando una de las más brillantes ideas que se la hayan ocurrido a un ser humano para hacerla privativa en su beneficios. Y algo así necesita cómplices que sean a la vez pardillos, que estén convencidos en su ignorancia, hasta dispararse en el pie como empresa despreciando el auténtico Bitcoin (Bitcoin CASH a día de hoy) e insultando la inteligencia llamándolo “clon barato”. Gente como Bitnovo son los que se apuntarían a un esquema piramidal sin darse cuenta, y además lo publicitarían convencidos, ya que repiten bovinamente lo que escuchan por ahí, sin entender muy bien el asunto.
Mientras, tienen que ir promocionando otra moneda que permita a la gente comprar y vender sin arruinarse en tarifas como le ocurre a los incautos que caen en Bitcoin CORE, pero sin dejar de atacar al auténtico Bitcoin y poniéndole apelativos como “barato”. Con los costes que tiene actualmente, Bitnovo no puede dar el servicio para el que se creó, pero –sin ningún pudor– alaba a su secuestrador mientras tiene el servicio “Cerrado por Secuestro”.
El síndrome de Estocolmo ha llegado a las criptomonedas.

martes, 16 de enero de 2018

SERIE DROGOTEST III: ¿Quién es el responsable de esta chapuza?

Este texto fue publicado en la revista publicitaria gratuita Soft Secrets, y escondido el nombre de su autor dejando un tal Kevin como si lo fuera. Luego -tras una queja- añadieron lo de que el texto era mío. Es el miedo de haber contratado a Drogoteca y de tener que rendir cuentas -por ser calzonazos- a una chiflada que se dedica a llamar a las redacciones a exigirle a los directores que expliquen sus relaciones con un menda.

Da un poco de pena ver a gente que creía digna, doblarse tan rápidamente, cuando les dicen que un autor es "machista" mientras tienes las páginas de tu revista llenas de tías en bolas a cambio de un paquete de 3 semillas...

Le señalan su falta, pero la ponen en la cabeza de otro para que pueda hacer un acto de contricción público. Y el editorcete, asustado y culpable de promocionar su revista con chonis cannábicas en pelotas de bajo coste, olvida todo eso de la verdad y del periodismo para obedecer mansamente a sus amos: y se sigue calificando de periodista.

Chistes del mundillo del cannabis que habrá que ir contando: hay mucho que ajustar este año, porque el dolor no puede esperar... xD

Esperamos que os resulte interesante.
Drogoteca.

PS: El texto anterior, la segunda parte, lo podéis leer aquí: http://drogoteca.blogspot.com.es/2018/01/serie-drogotest-ii-la-quimica-del.html

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El responsable 
de la chapuza 
del drogogotest.

En la pasada edición quedábamos pendientes de revelaros una serie de datos interesantes -algunos realmente llamativos y otros realmente preocupantes- relativos a los estudios que, en teoría, sustentan la validez de los dispositivos usados en los test de control de drogas y conocidos popularmente como “drogotest”. Por lo que hemos podido conocer hace unos días, gracias a la información que las propias autoridades han facilitado, el año pasado se realizaron 75.000 drogotest en nuestras carreteras. El progresivo abaratamiento de los costes de producción de estos dispositivos ha hecho que -para el próximo año- las autoridades se planteen hacer 10 veces más pruebas hasta alcanzar los 750.000 drogotest realizados por ciclo, como han manifestado recientemente.




Junto con este brutal aumento numérico de los drogotest se anuncian mejoras en los dispositivos, que por mucho que hemos buscado, no hemos podido encontrar por ningún lado. En algunos lugares, hablan de que el “nuevo drogotest” permite detectar más sustancias y lo jalean por ser un “desarrollo español”, pero la realidad es que el proceso científico subyacente sigue siendo el mismo de siempre y que la única sustancia “nueva” que detecta es el llamado “Polvo de Ángel” o PCP, que curiosamente nunca ha sido una droga que haya mostrado su presencia en nuestro país y que se lanzó al mercado en 1950 y se retiró del mismo en 1965. Dicho de otra forma: pagamos el coste extra del análisis en busca de una sustancia que ni siquiera existe en el mercado actualmente y que, muy posiblemente, nunca llegó a estar en España en toda la historia de las drogas y su mercado negro.

Según vamos destapando más aspectos de todo lo que rodea a los drogotest, vamos viendo que en contra de lo que la opinión pública o las personas ajenas a este mundo pueden creer confiadamente, no existe una correlación científica que dé validez formal a lo que se está haciendo, en nombre de la seguridad vial y la seguridad de todos

¿Acaso alguien quiere que las carreteras se llenen de inconscientes drogadictos que causen miles de muertes de inocentes? No, por supuesto que nadie responderá que quiere algo así, pero es que dicha presentación del asunto es falaz y tendenciosa además de estar apoyada -cuando aportan algún dato suelto para dar apariencia de estudio- por la manipulación torticera de las cifras estadísticamente obtenidos y de los conceptos en la información ofrecida. Nosotros queremos ofrecer algo de luz sobre las elaboración de los “estudios” con los que se han “validado” las pruebas a las que, ahora ya de forma masiva, se nos está sometiendo y se nos piensa someter en el futuro.






¿Qué se ha estudiado en esos “estudios”?

Pues uno podría suponer -haciendo uso de lo que sería lógico y de la buena fe- que lo primero que se ha estudiado es una correlación que permita vincular la existencia de una determinada cantidad de sustancia (sea THC o sea morfina, da igual) en los fluidos de una persona con encontrarse afectada negativamente para el uso de un vehículo a motor. Pero no es así: no existe una correlación científica que permita inferir la afectación de un sujeto a una droga basándonos en un dato sobre concentración en un fluido.

Alguien puede inteligentemente señalar que eso sí es posible hacerlo en el caso del alcohol, ya que en su caso y debido a su farmacología sí existe una correlación que permite inferir afectación severa. 

Por eso en el caso del alcohol, existe un sistema graduado que permite su uso hasta cierto nivel y lo prohíbe y sanciona más allá del mismo. Con el etanol existe una correlación conocida y no discutida sobre la concentración de alcohol en sangre y su nivel en otros fluidos o incluso en el aire espirado, por la que entre hasta 1 gramo por litro de sangre existe una afectación que puede ser leve (también influida por cuestiones de sexo y tolerancias individuales) que es admitida y no sancionada en la conducción de vehículos, pero que pasando de dicha cantidad uno está borracho y por tanto incapacitado para una conducción segura, y si se va más allá de dicho nivel se pierde la capacidad de estar de pie, consciente, o incluso se produce la muerte por intoxicación etílica.

Eso mismo, con el cannabis y su farmacología, resulta imposible ya que la existencia de una determinada cantidad en sangre no implica afectación negativa. Una persona sin tolerancia al cannabis podría verse fuertemente afectada, para una actividad como es la conducción, simplemente con un par de caladas. Otro individuo que tenga tolerancia al uso del cannabis -por ser un consumidor habitual lúdico o terapéutico- puede tener en su sangre y fluidos concentraciones muy altas en comparación al caso anterior, pero verse en perfectas condiciones y sin afectación alguna.

Lo que en realidad se ha estudiado en los papeles que sirven de justificación legal del proceso, no es si el drogotest sirve para cazar conductores afectados realmente, sino la tasa de capturas de positivos con esos test, la facilidad de uso para el policía, el tiempo que tardan en pasar el test a un sujeto y otras cuestiones que no van al fondo del asunto sino a la comodidad de las fuerzas de policía y su éxito recaudatorio.





Dichos estudios, llamados E.S.T.H.E.R. como acrónimo en inglés de “Evaluación de Dispositivos de Análisis de Fluidos Orales por parte de TISPOL para Armonizar los Requerimientos y Especificaciones en Europa”, se enmarcaron dentro de un programa más amplio conocido como “Proyecto DRUIDA” (acrónimo en inglés de "Conducción Bajo Influencia de Drogas, Alcohol y Medicamentos”) que nace en el seno de la Unión Europea para estudiar textualmente “el uso de drogas o medicaciones que afectan a la capacidad de la gente para conducir de forma segura”. 

Como su nombre ya indica, los realiza TISPOL, que es una organización formada por la policía de tráfico de 20 países miembros europeos, pero curiosamente E.S.T.H.E.R. fue sólo llevado a cabo por 6 de ellos, entre los que se encontraba nuestro país.

En concreto se estudiaron los siguientes dispositivos: Mavand RapidSTAT, Envitec SmartClip, Avitar Drugometer, Innovacon OrAlert, Sun Oraline, Varian Oralab 6, Surescreen Oral Drug Test, Branan Oratec III, Ultimed Salivascreen VI, y el Securetec DrugWipe 5+, en una primera fase. 

En una segunda fase que concluía todo el proceso se estudiaron 3 dispositivos, que conllevan la necesidad de un maquina para leer los resultados: Cozart DDS, Biosensor BIOSENS y Dräger Drug Test 5000. Salvo dos dispositivos que venían de UK y Suiza, todos los demás eran de fabricación estadounidense o alemana.


¿Dónde y cuándo se llevaron a cabo?

Pues la primera fase comenzó en el año 2006 y la segunda concluyó a finales del 2008. Los países que participaron en dicha evaluación de campo (llamarlo estudio es engañoso realmente) fueron Alemania, Bélgica, Irlanda, Finlandia, Países Bajos y España. Los estudios fueron realizados con la tecnología disponible hace una década, partiendo de nociones genéricas sobre relación entre sustancias y afectación, y en zonas con muy distinta normativa vial como es el caso de Irlanda que, hasta hace relativamente poco ni siquiera tenía una normativa sobre alcohol y tráfico, o que cuando se realizó esta prueba no era punible ir bajo el efecto de drogas conduciendo un vehículo. 

Tampoco entre dichos países miembros del grupo que realizaba el estudio, la cosa se repartió de igual forma: mientras que Países Bajos, Alemania y Bélgica incluían 3 equipos por país, Finlandia, Irlanda y España incluían sólo uno.

El dato más llamativo en lo referente a los lugares donde se realizaron las pruebas de campo de los distintos dispositivos, es que algunos de los dispositivos fueron “probados” ni más ni menos que a la salida de un Coffee-Shop (lugar de consumo y venta legal de cannabis) en los equipos de este país. El hecho no fue conocido inicialmente a pesar de tener una clara relevancia sobre los datos obtenidos, ya que si la prueba de campo que debe evaluar la conveniencia de los drogotest para toda una población se realiza a la salida de un lugar en el que específicamente se va a consumir una de las sustancias perseguidas -en este caso el THC del cannabis y/o sus metabolitos- es lógico concluir que los datos no representan a la realidad sino que buscaban satisfacer intereses de tipo comercial.

Los datos del programa E.S.T.H.E.R que se hicieron de esa forma chapucera, consiguiendo mayores tasas de resultados positivos en cannabis, si bien no fueron inicialmente difundidos se acabaron conociendo (algo que era de esperar por otra parte) en el contexto de la competición comercial -reñida y acalorada- por parte una de la empresas que competían por hacerse con las adjudicaciones (hablamos de pruebas para toda la población europea, lo cual es un pastel enorme del que todas quieren coger algo) que lo reveló en un documento público. 

La empresa que lo reveló es la que presentaba uno de los dispositivos que resultó ganador -el DrugWipe de Securetec- y ella hizo notar lo alto de su rendimiento en lo que llamó “la vida real” frente a los competidores que habían obtenidos datos “en el coffee-shop holandés”, lo cual parece un comportamiento más que razonable de cara a lo justo de los datos que otros habían falseado de esa forma.




Lo cierto es que esa empresa ganó un parte del pastel: doy fe porque he tenido la “fortuna” de pasar uno de sus test, en el que curiosamente acertó en la presencia de cannabis/THC pero falló estrepitosamente en el de morfina/opiáceos a pesar de la alta dosis que consumo a diario, por prescripción médica como paciente con dolor crónico.

Como persona que consume legalmente desde hace años varias de las sustancias (opiáceos y benzodiacepinas, por ejemplo) que dan positivo en dichos drogotest, nunca he obtenido una explicación satisfactoria de por qué cuando me han sometido a dichas pruebas la única droga que en mi organismo aparecía era el THC del cannabis.

¿Milagros de la química? Milagros de la “química comercial a medida del cliente”, tengo que suponer por el momento: en el mismo informe se señala que se ha mejorado el producto y que se dispone de datos secretos sobre la detección de THC que están disponibles bajo petición privada. Todo muy transparente.





¿Quién fue el responsable 
en España
 de esa evaluación 
de drogotest?

Seguramente el bienintencionado lector querrá pensar que a la cabeza de dicha evaluación se encontraba una persona con la formación adecuada, y en teoría así fue si por formación adecuada se requiere un policía con rango de comisario, pero con nula formación en el campo de las ciencias de la salud, sanitarias o biológicas. Al acudir a los datos que facilita el programa E.S.T.H.E.R. encontramos que el representante de nuestro país en todo este asunto, fue el máximo responsable de la sección de tráfico para los Mossos d'Escuadra, pero que provenía de la Policía Nacional. Su nombre, el cual puede sonar al lector es Sergi Pla I Simon.





Sergi Pla comenzó su carrera en los Mossos d'Escuadra en 1996, al pasar a dicho cuerpo tras haber servido en el CNP desde el año 1980. En los Mossos fue jefe de la División Central de Seguridad Ciudadana y posteriormente de la División de Recursos Operativos. A partir del año 2004 se encarga del despliegue de dicho cuerpo en el área del Besòs en Badalona. En el año 2007, Joan Saura le designa como jefe de la División de Tráfico y en el año 2009 le nombra comisario. Es un amplio currículum en “lo policial” pero sin sostén en otras áreas, como pueden ser las científicas, que hubieran mejorado ostensiblemente los resultados aportados por el equipo que nos representaba.

Sin embargo, lo que hace que el lector haya podido caer en la cuenta de quién es esta persona, es el hecho de que saltó desgraciadamente “a la fama de la opinión pública” por ser el responsable del brutal desalojo que se llevó a cabo por parte de las fuerzas de policía en Plaza Cataluña, el 27 de mayo de 2011, en lo que fue uno de los hechos más notorios del Movimiento 15M y que provocó que una organización como Amnistía Internacional incluyera el suceso, de forma detallada, en su resumen anual y recomendara acciones legales contra lo que allí se pudo ver por parte del comportamiento salvaje de unas desatadas fuerzas de policía -bajo el mando de este agente- que reprimieron una reunión pacífica con violencia innecesaria.




Las terribles imágenes que pudimos presenciar en todos los medios del país, mostraron a una policía sin contención alguna, golpeando manifestantes que ejercían sus derechos de forma pacífica sentados en el suelo y también a personas cuyo único “delito” era ser un transeúnte más en la calle, sin número identificativo visible y que cuando se les exigía daban contestaciones como que “lo llevaban en el culo”. Aquella vergonzosa actuación policial (vale con acudir a Youtube para verlo) fue uno de los detonantes más claros en la expansión viral y reactiva del 15M, y provocó la solidaridad de cientos de miles de personas en el país, que respondieron tomando las calles de sus ciudades. El responsable policial de aquella actuación era Sergi Pla. La actuación policial se justificó inicialmente como algo necesario “por labores de limpieza e higiene”.

Se leyeron titulares en la prensa de todo el país con frases tan contundentes como “los Mossos desalojan 'a palos' Plaza Cataluña” (Diario Público), “el brutal desalojo de los indignados lleva a sus responsables ante el juez” (El País), “Así 'limpiaron' los Mossos” (con toda la ironía en el 'limpiaron', del Diario 20 Minutos) y que otros medios nada sospechosos de afinidad con movimientos de ese estilo, como son el ABC o El Mundo, contaban como aquella “operación de higiene y limpieza” había causado más de 100 heridos (herido es todo aquel que requiere asistencia médica, pero seguramente hubo muchos más que no la pidieron).

La imagen que la mayoría de las personas retienen de este policía, es la que nos proporcionó el programa “Salvados: Poli bueno, poli malo.”, de La Sexta, en el que el periodista Jordi Évole le tuvo enfrente y le cuestionó -con su certero ojo- sobre la falta de transparencia que se podía palpar cuando era imposible saber qué policía había hecho qué en una mala actuación, por la falta de un identificativo que permita señalarle claramente en caso de necesidad judicial. La respuesta del agente fue sencilla, y es que si el juez quería saber algo que se lo preguntase a él (cómo jefe en ese hipotético caso) y que él se lo diría. El argumento lo apoyó diciendo que si los ciudadanos no llevábamos el número de DNI “tatuado en la frente”, la policía no tenía por qué llevar un número identificativo visible.

La mención que hacemos a la respuesta que dio este policía, sobre que ya le daría él la información al juez si se la pedía, no es casual. Meses después, en la huelga general del 14M, una mujer que era profesora de informática y gestora de actividades culturales, sufrió la mutilación de un ojo por el impacto de “pelota de goma” lanzada por integrantes de los cuerpos de policía bajo el mando de este agente. La mujer se llamaba Esther Quintana. La reacción de la policía fue negarlo todo, y decir que no era posible porque allí nunca se había disparado. Posteriormente y gracias a un vídeo que grabó un ciudadano, se demostró que sí se habían efectuado disparos en esa zona. La policía defendió entonces que no era posible reventarle un ojo a una persona con dicho armamento, pero ninguno se presentó voluntario para que pudiéramos hacer la prueba, y a Esther Quintana le habían mutilado un ojo por estar ejerciendo su derecho a la huelga o paseando por la calle sin más.

Esther tuvo que desarrollar una lucha leonina en los tribunales para poder sentar a los responsables, y como quienes lanzan esos proyectiles contra las personas eran policías, el juez tuvo que pedir la información referente al cuerpo correspondiente. Precisamente, fue este policía quien “frenó los informes de los disparos efectuados el 14M” cuando el juez los pidió. ¿El motivo? No los consideró relevantes. El escándalo -haber “frenado” información para un caso judicial siendo quien tenía que entregarla- se solventó haciéndole dimitir, mientras quedaba el eco de su respuesta en el programa de Évole: “que me pregunte el juez a mí y ya contestaré yo”. En el mes diciembre de ese mismo año, Sergi Pla dimitía del cargo de jefe policial que ostentaba.




¿Quién nos dice que los informes que España envió en la evaluación de los drogotest no habían sido “peinados” con su particular criterio de lo que es o no relevante? ¿Resulta este perfil el adecuado para un jefe de equipo evaluador de una cuestión tan técnica como los drogotest? Parece razonable pensar que hubiera sido preferible, a todas luces, un profesional con otra clase de perfil (médico, sanitario, social) o que, al menos, sus informes hubieran sido enviados tras una revisión (que incluyera nombre y firma) de algún especialista menos violento. Las perlas que dejó, haciendo uso del titular del ElPeriodico.Com, incluían cosas como que “Ghandi habría pillado” porque considera no pacífico estar sentado si la policía le da la orden de que se vaya, o que la violencia ejercida por la policía era legal y que la policía siempre ganaba.

El error fue pedirle peras al olmo, y la seguridad vial de todos es la que se comerá los frutos equivocados: 750.000 drogotest para este nuevo año.



SIGUIENTE TEXTO DE LA SERIE:
http://drogoteca.blogspot.com.es/2018/02/recurreitor-la-mejor-respuesta-contra.html