martes, 8 de septiembre de 2015
Un día para celebrar
Despierto, hoy día de la fiesta de mi ciudad, y encuentro un wasap en mi móvil con un enlace al foro del CannabisCafé: http://www.cannabiscafe.net/foros/showthread.php/366876-Comunicado-AICC-Asociacion-de-Internautas-Cannabiscafe
Han pasado algo más de 2 años desde que descubrí que un tarado, de nick DDAA, solicitaba "FOLLAR CON NIÑAS" pero lo hacía a mi nombre, desde el foro del CannabisCafé, motivando esto una denuncia inmediata ante la Guardia Civil. El denunciado estaba abusando de los recursos y la confianza de la AICC, de mucha gente que se deja su tiempo y esfuerzo en dicho foro para ayudar a otros en su relación con el cannabis, sin importarle si en su delirio cometía un delito o causaba daño al foro implicándole en estos actos.
Han pasado un par de años en los que, gracias a este incidente repugnante, he tenido oportunidad de conocer a algunas personas un poco mejor. Algunas personas empezaron a filtrarme información e imágenes desde los grupos de Facebook y foros en los que este tipejo se mueve, que me sirvieron para construir una mejor imagen de lo que estaba ocurriendo, facilitando así el trabajo de la policía y la acción judicial contra el pedófilo solicitador. Todas las personas -salvo una- que lo hicieron, lo hicieron por voluntad propia y sin que yo les pidiera en ningún momento nada, ofreciera nada ni diera a cambio nada. Lo hicieron porque creían que tenían que hacerlo, como una cuestión de dignidad cuando vieron que acusaban de algo así a un inocente, aprovechándose de las redes sociales e internet. A todos esos que actuaron de buena fe: mil gracias, estoy en deuda con vosotros.
El delator que lo hizo por interés, y que fue la excepción, es un "amigo" del denunciado que me estuvo pasando información durante meses y meses, de todo lo que hacía y decía el sujeto denunciado, así como datos sobre su vida, relaciones y amistades. Este sujeto, que decía que tenía una enfermedad terminal y que le quedaban -hace años- un par de meses de vida, buscaba obtener algún favor que le permitiera conseguir algo de dinero, dada su lamentable situación. Pero si Roma no pagaba traidores, no voy a pagarlos yo. A día de hoy, el denunciado y su mayor delator siguen siendo "amigos". Debo decir que la "amistad" de estos dos sujetos me produce una satisfacción especial: cada cual tiene la clase de amigos que merece.
Cuando los responsables de la AICC, la asociación gestora del CannabisCafé, tuvieron conocimiento de lo que estaba ocurriendo (el denunciado intentó tapar todo rastro del asunto cuando recibió la citación ante el juez ) pidieron explicaciones al agresor, y recibieron vagas respuesta que aseguraban que no iba a pasar nada y que no había motivo para preocuparse: poco después la policía entregaba a la AICC el requerimiento judicial, dejando sentado que sí ocurría algo y era serio.
Desde que la AICC fue plenamente consciente de la situación, el comportamiento de sus responsables fue ejemplar: retiraron los poderes de moderación al denunciado, así como el título de "Socio de Honor" que el agresor lucía desde hacía años. No resultaba nada conveniente tener de socio de honor a quien es capaz de difamar a otra persona acusándola públicamente de buscar "niñas para follar".
Posteriormente, pude tratar el tema y buscar una solución que enmendase el daño causado desde el foro del CannabisCafé, con su actual presidente, al cual reconozco los malos ratos pasados, las conversaciones a deshoras y su expeditiva voluntad de terminar esta historia al lado de la víctima y no al lado del agresor. Sé que ha sido una molestia tan injusta para él como para mí, por culpa de los actos de un tercero que se aprovechó de la AICC, y quiero agradecerle públicamente su integridad y su ejemplar comportamiento, tanto en la colaboración con el juez como en su trato directo conmigo.
Fruto de esas conversaciones en busca de una solución parcial (con respecto a la AICC) se gestó el texto de desagravio público que estará colgado en dicho foro con visibilidad preferente durante unos meses: es de justicia que la verdad sea conocida, más en un caso con falsas acusaciones de sexo con menores. El acuerdo alcanzado libera a la AICC de toda pretensión derivada de este caso, ya que entiende que la AICC es una víctima -igualmente- de los actos del denunciado.
Mi gratitud hacia todos los que colaboraron con la resolución de este asunto porque sentían que estaban haciendo lo correcto. Hoy es la fiesta de mi ciudad, pero me gustaría muchísimo más poder celebrar el día con vosotros. Sin vuestra decisión de apoyar a la víctima y no al agresor, todo hubiera sido más duro. Sois vosotros la única parte buena de toda esta historia.
Una vez más, gracias.
Gracias a vosotros, hoy es un gran día para celebrar.
@Drogoteca
viernes, 28 de agosto de 2015
Campaña de la FAD contra las drogas: manipulando Twitter y redes sociales.
Este texto fue originalmente publicado en la Revista Soft Secrets, denunciando la manipulación que se hacía en las redes como Twitter con las campañas contra las drogas de la miserable y archiconocida FAD o Fundación de Ayuda contra la Drogadiccion.
En este caso eran 170 cuentas difundiendo los mensajes -falsos, irreales y alarmistas- que lanzaban en su nueva campaña (eso con lo que justifican el exageradísimo montante de dinero público que trincan por la cara).
No son los únicos que disfrutan manipulando la opinión pública. Hace un par de días, la Revista VICE publicaba otra jugada de manipulación de la opinión pública por parte de las cuentas-bot del Partido Popular en Twitter, en este caso atacando a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
La Revista VICE también publicó un reportaje sobre este mismo caso de las cuentas-bot de la FAD y sus campañas contra las drogas, manipuladas por robots para que calen en la opinión pública. Un auténtico asquito de gente, y se llevan la pasta que tendría que ser para hacer algo útil: nos roban a todos.
Posteriormente y para evitar que negasen lo que había ocurrido, se publicó en esta web fotografías de TODAS LAS CUENTAS BOT (170) MANIPULANDO para placer de la FAD.
Esperamos que os guste. :))
-------
¿La FAD?
¿Qué coño es eso de la
FAD?
Todos los que vivimos en España
conocemos a la FAD. Seguramente si te dicen el nombre de forma
aislada, no puedas relacionarlo en un primer momento. Pero si te
preguntan si recuerdas aquel anuncio contra las drogas en el que un
gusano reptante se metía por la nariz de una persona, a lo mejor te
suena ya. O casi con seguridad, cualquier anuncio o campaña contra
las drogas que hayas visto en los grandes medios de comunicación, es
una campaña de la FAD.
La FAD es una fundación. En concreto
es la “Fundación de Ayuda contra la Drogadicción” pero el
nombre en sí no es un mero formulismo, ya que implica un trato
fiscal preferente y con varias ventajas frente a otras
organizaciones. Una fundación es, en resumidas palabras, un grupo de
personas y/o empresas que se constituyen con un capital determinado y
un fin de carácter social, como puede ser la lucha contra la malaria
o la enseñanza de música a los niños en las escuelas. En este
caso, una con carácter consultivo ante la ONU o lo que es lo mismo,
con mucha influencia.
La FAD fue, desde su creación, la
fundación de carácter social que luchaba contra la drogadicción,
pero también desde sus inicios contra aquellas personas que
consumían drogas aunque no tuvieran problemas -de adicción o de
otro tipo- derivado de su consumo. Fue fundada por un general de
renombre, Gutiérrez Mellado. ¿Os acordáis de las imágenes del
23-F y el golpe de estado de Tejero? El militar que se levanta y les
planta cara a la Guardia Civil armada, sin tirarse al suelo, ese era
Gutiérrez Mellado. No era un mal tipo, para lo que podía haber
sido. Y estoy seguro de que su intención al constituir la FAD no era
mala. Pero otra cosa han sido los resultados.
La FAD ha sido la responsable -sobre
todo por el dinero público que ha recibido- de educar a la sociedad
sobre las drogas. Y su planteamiento ha sido un fracaso: han sido los
férreos defensores de un modelo hostil contra las drogas y en vista
de los resultados, no han servido de nada.
Aunque decir que no han
servido de nada no es del todo cierto: la FAD ha estado metiendo
miedo a los españoles con las drogas, en lugar de enseñarles y
educarles sobre ellas, durante lustros. La FAD es una acérrima amiga
de la prevención contra las drogas, pero una obtusa enemiga de la
reducción de riesgos en drogas y de todo lo que sea facilitar
información real al consumidor. La FAD no te dirá nunca: “oye,
ten cuidado porque esas pastillas moradas que has comprado tienen 241
miligramos de MDMA y es una dosis extremadamente alta” como pueden
hacer ONGs -tipo AiLaket o Energy Control- con sus servicios de
análisis de drogas. No. La FAD te dirá siempre lo mismo: “no
tomes drogas, ninguna, y si las tomas, déjalas ya”. En eso se ha
gastado durante todos estos años el dinero, sin ningún resultado,
dicha fundación.
Aunque la FAD se funda con capital
propio, el 76% de sus fondos son de origen público alimentado por el
inefable Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD) en un 70% y por
comunidades autónomas y ayuntamientos en el resto. Se llevan una
enorme pasta cada año por seguir diciendo lo mismo desde que se
crearon. ¿Pero realmente quiénes son la FAD hoy día? ¿Y qué
interés tienen en realidad?
La lista de personas -delegadas por
empresas- que están en el patronato de la FAD (el equivalente a un
consejo de administración de una empresa) son a día de hoy, con la
ex-reina Sofia a la cabeza como presidenta de honor, gente como los
representantes de: Telefónica, Banco
Santander, REPSOL, Caja Madrid – BANKIA, ONCE, La Razón, la COPE,
Onda Cero, Telecinco y Mediaset, Antena3 y Atresmedia, ENDESA, la
CEOE (los empresarios), Grupo Vocento, Tuenti, Twitter y Google.
Entre otros. No he nombrado a todos, pero podríamos decir que está
una florida representación de la banca, la prensa, la
radio-televisión y los medios digitales masivos junto con la
Conferencia Episcopal -con el clero hemos topado- y empresas de
energía o petroleras. Vamos, que “están todos”.
Resulta interesante mencionar que
cuando se constituye lo hacen con un capital fundacional
de 577.332 euros que ha ido creciendo hasta 8.048.473 euros de fondos
propios actualmente, lo que quiere decir que la FAD ha multiplicado
por mucho más 13 el dinero con el que se fundó. No les va nada mal.
Tienen inversiones en bonos en sitios tan sociales como Bankia, el
Banco Santander, y el BBVA por un valor de casi 7 millones de euros.
Pero siguen recibiendo más del 70% del dinero de fondos públicos
-el último año se llevó 5.407.118 euros en subvenciones- siendo un
organismo privado que “hace con su dinero lo que quiere”. Así
nos va.
Manipulando
información en las redes sociales.
La
FAD ha presumido muchas veces de que los medios de prensa le hacen
las campañas gratis -¿o deberíamos decir que “se hacen ellos
mismos las campañas gratis”?- y no es de extrañar viendo que
están todos dentro. Pero en la última campaña de la FAD, que tiene
el nombre de #Construye (pensada para las redes sociales, como se
puede ver por el hashtag) y que fue lanzada hace unos días aunque
durará -en teoría- hasta el verano, pudimos ver un comportamiento
vergonzoso en las redes sociales.
Lo
normal -lo correcto- en una red social como Twitter, donde hay
personas emitiendo opiniones y esa es su esencia, sería no tratar de
manipularla de forma fraudulenta con cuentas falsas que no pertenecen
a nadie real y son propiedad de alguna -no muy inteligente- empresa
de publicidad.
La
campaña #Construye se presentó a los medios -es decir, la FAD se la
presentó a sí misma- el día 12 de marzo del 2015. ¿Su eslogan
esta vez? “Construye. Cuantas más cosas construyas en tu vida
menos espacio dejarás a las drogas”. Tuvo la repercusión habitual
en las redes: los medios más afines le daban publicidad y los demás
pasaban, un par de comentarios de gente apoyando, otros cuantos de
gente en contra de las campañas de la FAD y... aquí paz y después
gloria. Nada más.
Hasta
que llegó un ejercito de unas 170 cuentas con perfiles falsos
que, durante cerca de 20 minutos, estuvieron enviando el mismo
mensaje a la red social Twitter -y pudiera ser que a otras
también- para conseguir darle visibilidad a la campaña e intentar
provocar que subiera y fuera un “trending topic”. Nada menos que
170 cuentas que simulan ser personas, estudiantes, chavales,
deportistas -alguna utiliza la imagen de deportistas de primera
linea- y gente joven “muy sana”, nada de perroflautas. Son 170
cuentas que usan imágenes, entre otras cosas, de personas reales.
Cuentas que podrían estar usando tú imagen o la de tu pareja, la de
tu hijo o la de tu hermana, para fingir una identidad inexistente en
las redes sociales: esas son las cuentas que le estaban “hinchando
artificialmente” la relevancia en redes sociales a la campaña de
la FAD. El mensaje era textualmente el siguiente (no se rompieron la
cabeza haciendo 2 ó 3 distintos): “#CONSTRUYE, nueva campaña de
la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción: La campaña consta de
dos anuncios t...” [sic] y era completado con un enlace a esta web
del diario Sport
http://www.sport.es/es/noticias/comunicacion/construye-nueva-campana-fundacion-ayuda-contra-drogadiccion-4013296
¿Alguien
puede creerse que 170 cuentas -de personas, no máquinas para
manipular las redes- tuvieran la ocurrencia de tuitear el mismo
mensaje (sin cambiar absolutamente nada) e incluir el mismo enlace a
la misma página web en 20 minutos? Y digo tuitear, no digo hacer
retuit.
Curiosamente
en esos mismos días -no sé si un par de días antes o después- los
medios (los del patronato de la FAD) daban como noticia la detención
de una supuesta célula yihadista de reclutamiento, de la que de 8
personas inicialmente detenidas, 7 entraban en prisión acusados de
toda una serie de cargos y acuñando una nueva expresión: “terror
informativo”. ¿Cómo es esto? Pues les acusa el juez Gómez
Bermúdez desde la Audiencia Nacional que describe en su resolución
la importancia de Internet en este nuevo terrorismo y explica que la
célula investigada estaba integrada por al menos diez personas que
constituyeron "un complejo entramado virtual" en Internet,
mediante la creación de 52 perfiles en Facebook, Twitter, Google
o Tuenti y que utilizaba en España la táctica del "terror
informativo". El mismo juez tiene a bien indicar que hay un
aspecto en común de todos los detenidos y es el hecho de su difícil
situación económica o están en paro o tienen condiciones
económicas muy precarias (vaya mierda de célula, ¿no?) y según él
ese hecho "ha contribuido aun más a exacerbar su odio hacia la
cultura y valores propios de nuestra sociedad". Remata con que
además de sus ideas -las cuales desconozco- eran pobres y muy
cabreados, lo que les hace ser “personas potencialmente muy
peligrosas para la seguridad pública, cuya conducta futura es de
todo punto imposible de predecir".
Si
el juez que juzgó los atentados de Madrid del 14-M, Gómez Bermúdez,
califica de “complejo entramado virtual” y “terror informativo”
a un grupo de 8 personas acusadas de tener 52 perfiles falsos en
redes sociales, ¿cuál sería la calificación para una organización
que presenta campañas -centradas en operar sobre la opinión
pública- y cuenta con 170 cuentas que escriben su mensaje en las
redes a la hora más oportuna?
¿No es terrorismo informativo el usar
imágenes de otros y crear perfiles falsos si es para favoreces los
intereses del patronato de la FAD? ¿Sólo si son pobres y están
cabreados o esto cómo va?
Vamos
a echar un ojo a las 170 y nos encontramos con muchas personas
jóvenes, con nombres como “Ale Amador, Aldo Medina, Agustín
Pérez, Adriana de la Cruz, o Adalberto Pineda” que en este caso
-por ejemplo- se ve cómo sigue un orden alfabético en su gestión
(letra A en este caso pero luego sigue una tanda de cuentas que
empiezan por la letra S) y todos con fotos de personas reales, de
carne y hueso, pero en realidad son cuentas gestionadas por una sola
persona: un terrorista informativo como ya puede imaginar el lector.
Es
decir... ¿está la FAD haciendo trampas en las redes? ¿Son sus
campañas legítimas y tienen que repercusión que merecen? ¿Estamos
tirando el dinero público en una fundación privada para que pueda
seguir alimentando esta forma de proceder?
No podemos decir que sea
la FAD directamente, pero sí que la FAD es la beneficiaria directa
de ese comportamiento de fraude masivo en Twitter. Igualmente nadie
puede aseverar que una determinada cuenta pertenezca a ISIS o a otro
grupo yihadista porque sus mensajes beneficien los intereses de
dichos grupos. Es el complejo mundo de la identidad digital, del que
se aprovechan unos y otros.
Mirando
con más detenimiento en la red nos encontramos con 3 cuentas
especialmente curiosas. La primera es de
https://twitter.com/radyzitytedo/status/576109209256747009
que lanza el mensaje de la FAD pero al mismo tiempo lo hace desde una
cuenta cuya imagen es una estímulo a la ludopatía como es una
ruleta de casino.
La
segunda cuenta
https://twitter.com/GomzCristiano/status/576109073545871360
es la de alguien que usa la imagen de Cristiano Ronaldo, el jugador
del Real Madrid y que además para acompañarla en esa simulación,
usa el nombre de Cristiano y una imagen de un estadio y una pelota de
fútbol.
Por
si no fuera pocas la manipulación con eso, llegamos a la tercera de
las cuentas seleccionadas, que es un perfil que dice llamarse “Ivan
Weed” y que como avatar tiene una imagen de una hoja de marihuana.
https://twitter.com/qisacehu/status/576109338240024576
Sí.
Lo han leído bien. Entre las cuentas que publicitan mediante el uso
de perfiles falsos en Twitter la campaña de la FAD, hay una que
utiliza como reclamo el cannabis para llegar a la clase de público
que se ha marcado como objetivo el publicista de turno. El cannabis
-que tan malo lo pintan en sus campañas- parece no ser una mala
herramienta a la hora de simular perfiles falsos para atraer la
atención de los jóvenes en las redes, aunque vaya directamente
contra el “presunto” mensaje que quiere difundir la FAD.
Claro: todo vale contra las drogas, hasta la propias drogas. Además,
¿quienes somos nosotros para decirle a una fundación privada como
la FAD cómo debe comportarse éticamente? Sólo esperamos que, para
la próxima intentona de fraude y manipulación de la información
(INFOXICACIÓN), la persona que lo lleve a cabo tenga algo más de
luces y no tome a los usuarios de redes sociales por gilipollas.
Fraude
y terrorismo informativo, vale.
Pero sin faltar.
Drogoteca.
***
Mi agradecimiento a mi HAMIGO Alipio Gutiérrez, de ANISalud Madrid, sin cuya
ponencia en “Socidrogalcohol” esta información no hubiera salido
a la luz. ;))
lunes, 3 de agosto de 2015
10 razones para no leer el Huffington Post
Este texto fue publicado en el portal Cannabis.es y esperamos que os guste.
-------
-------
10 razones para no leer el Huffington
Post.
Hace un par de semanas, más o menos,
despertábamos en España con un artículo (por decir algo) publicado
por el Huffington Post en su versión española, sobre el cannabis:
10 motivos por los que no mola fumar marihuana.
El texto venía firmado por un tal
Jorge Dotto, que dice ser médico, patólogo y genetista por la
gracia a Dios y de alguna universidad católica de 3ª en “la
Argentina”. No es raro, ya que las universidades católicas suelen
estar para recoger el dinero de quienes, por esfuerzo intelectual, no
pudieron llegar a la nota para cursar estudios en la universidad
civil, mucho más barata y mejor en la mayoría de lugares. Médico
debe serlo si le dieron el título, pero es más patógeno que
patólogo y más genetonto que genetista. No suelo meterme con la
gente antes de dar las razones pero en este caso, dado el volumen de
desinformación que arrastra este matasanos argentino de Jorge Dotto,
voy adelantando trabajo.
En el libelo que publica el mencionado
“periódico” digital, se aportan 10 razones para incidir en los
supuestos peligros de la marihuana, excusándose en que alguien tiene
que decir algo en contra en mitad de esta ola liberalizadora que
asola el mundo, y que el debate es bueno. El debate creo que es algo
positivo siempre, pero no cuando parte de una provocación estúpida.
Aquí las 10 razones del “médico
patólogo genetista” y una breve respuesta, ya que cada uno de los
puntos que menciona daría para contestarle con un artículo
completo.
1- No es una droga blanda o light.
Esto debe ser lo único cierto que dice
-parcialmente- en su texto. Acude a la idea acertada de que no se
pueden dividir las drogas en blandas o duras, sino que hay que hablar
de cada sustancia. Pero lo remata con una falacia: la marihuana mata
porque hay quien mata o se mata conduciendo con restos de THC en
sangre. Independientemente de que pueda haber muertos por tráfico en
los que el cannabis esté implicado, el peligro sería la conducción
de un vehículo sin estar en condiciones de hacerlo y no el motivo
por el que la persona no lo está (falta de sueño, uso de alcohol o
drogas, nerviosismo por una mala noticia, prisa desmedida por presión
laboral, etc).
2- Es la segunda causa de accidentes de
tránsito fatales.
Aquí el patógeno doctor se arranca
con una inferencia peligrosa, sobre todo para un médico. Que haya
restos de consumo de cannabis en un cuerpo, dada la farmacocinética
de sus compuestos, no se puede vincular a que la persona estuviera
bajo el efecto de la droga, en el caso del THC. Es cierto, que, tras
el alcohol, el cannabis es el segundo “tóxico” más frecuente en
los análisis (aunque no se analiza la nicotina, por ejemplo) porque
es la droga más consumida tras alcohol y tabaco, pero que haya
restos en sangre no indica que la persona estuviera bajo sus efectos.
Ocurre igual con cualquier fármaco para la ansiedad o el insomnio,
que puede ser detectado en sangre semanas después de haber sido
tomado, y eso no implica que una persona esté semanas “colocado”
con un valium.
3- Causa adicción en un 50% de las
personas que la consumen todos los días.
En este punto, no sé si enfadarme o
darle las gracias al docto doctor. Para mí una persona que consume
una droga todos los días, es un adicto a la misma. Dicho esto sin
estigma alguno en el término adicto, ya que reflejaría también a
las personas con tratamiento de corticoides, que bajo ningún
concepto pueden interrumpir su medicación de golpe o corren un
riesgo psiquiátrico grave.
Si sólo consideran adictos -a saber
con qué parámetros- a la mitad de los que fuman cannabis
diariamente, me parece una lanza a favor de la marihuana. Me gustaría
ver esas mismas tasas de adicción en los que beben alcohol
diariamente, los que fuman nicotina diariamente o los que consumen
cocaína o heroína diariamente. Por último, cuando hablamos de
adicción al cannabis, hablamos de la menos problemática de las
adicciones, dada la poca incidencia de efectos adversos al suspender
el consumo (menores que los del tabaco) y la brevedad de los mismos.
4- Es la puerta de entrada al consumo
de otras sustancias.
Bueno, aquí leemos algo que si los
editores del Huffington Post leyeran antes de publicar, hubieran
podido aconsejarle al tal Jorge Dotto que busque bibliografía
posterior a 1980, ya que se atreve a pontificar sobre este tema. La
teoría de la escalada (comienzas con un porro y acabas chutándote
heroína) es algo desechado incluso por los profesionales del campo
de las drogas que tienen sus fondos en organizaciones de corte
prohibicionista. Es una mentira que ya no es aceptada en ninguna
parte del mundo, salvo en la ultra-católica Argentina y en la
universidad donde estudio este galeno.
Si realmente existe una droga que
inicie una escalera de consumo, será posiblemente el tabaco o el
alcohol, mucho antes que un porro de cannabis. Y no hay que perder
mucho más tiempo con este punto.
5- Destruye el centro del placer en el
cerebro.
Aquí nos encontramos con una
aplicación curiosa de los estudios que hablan de cómo el abuso de
ciertas drogas, especialmente las dopaminérgicas como la cocaína o
la anfetamina, tienden a hacer que la persona valore de forma
disminuida el placer -en comparación con otros- y es frecuente que
se sufra de problemas para encontrar actividades que satisfagan fuera
del círculo del consumo.
Es una hipótesis más sobre la
plasticidad del cerebro y la bioquímica asociada a estas drogas,
pero no al cannabis. El cannabis actúa sobre los receptores
cannabinoides, que aunque interactúan con el resto de sistemas del
cerebro, no provoca la liberación de dopamina ni el bloqueo de su
recaptación desde el medio intersináptico. En esencia, el cannabis
no “toca” el tema de la dopamina. Y en realidad.... ¿vosotros
disfrutáis menos de una buena comida, una gran película, un
divertido concierto o un maravilloso polvo por fumar cannabis? Pues
eso, tonterías las justas.
6- Afecta al rendimiento escolar,
aumentando la deserción.
Aparte de hacerme gracia el término
deserción, que carga la culpa sobre el alumno, esta es otra de las
trampas estadísticas más comunes a la hora de atacar al cannabis.
Es cierto que el numero de consumidores de cannabis y otras drogas,
es mayor entre quienes abandonan a edad temprana la escuela. Pero
establecer una relación de causa (que el abandono sea por el
cannabis) no es posible, y cuando se hace es una interpretación
tendenciosa la que se da, aprovechando el estigma de las drogas para
no tener que evaluar los motivos reales por los que los jóvenes
dejan la escuela. Pero citando a Luis Cuende -asesor de 20 años de
la vicepresidencia de la UE-, “el estado actual de la educación es
como para declarar el estado de sitio” y recomienda huir de la
escuela y dar una formación a la medida de la persona. A lo mejor es
el modelo, y no los porros que se fumen al salir de clases tediosas e
impartidas por docentes desganados.
7- Aumenta el riesgo de desarrollar
psicosis.
Aquí el matasanos Jorge Dotto dice una
mentira como título e intenta arreglarlo con una frase final: “el
uso de marihuana PODRÍA ADELANTAR entre 2 y 7 años” la aparición
de una enfermedad que no se “fabrica” sino que se desarrolla, y
con tasas similares entre todas las poblaciones del planeta.
Es cierto que el cannabis, como el
alcohol, otras drogas, el estrés físico o psíquico y los factores
emocionales (pareja, familia) y laborales, pueden ser causa de debut
o brote psicótico en personas que tienen predisposición a sufrir el
trastorno. De decir en la primera linea que el cannabis desarrolla
psicosis a decir que “podría adelantarla en quien la sufra”, hay
dos mundos de diferencia.
8- Causa infertilidad masculina.
Si eso fuera cierto, seguro que
tendríamos un anticonceptivo funcional para hombres basado en
cannabis. Hay una aparente correlación entre el consumo de cannabis
y cierta reducciones en los valores de fertilidad espermáticos, pero
no te lo creas mucho: si echas un polvo sin condón, por muchos
porros que fumes, puedes dejar embarazada a la mujer. Y aunque la
mujer fume muchos porros, por eso de echar una mano con el tema,
tampoco se libra. ¡¡Con la de niños que han salido -9 meses
después- de grandes reuniones y acontecimientos cannábicos!! ;)
9- Afecta a los pulmones.
Aquí tengo que darle la razón, en
parte, al doctor. Si consumes la combustión de cualquier producto
vegetal por vía pulmonar (humo) estás metiéndote muchos compuestos
que no interesan. Pero da igual que sea tomillo que marihuana. La
combustión del tabaco o del cannabis es mucho más dañina que su
consumo por otras formas, como los e-cig o los vaporizadores para
cannabis, donde se caliente y evapora el principio activo sin
incorporar elementos no deseados. Así que doctor, póngase al día,
porque fumar es malo pero hay otras formas de administración del
cannabis, como la vía oral. El esperpéntico doctor ya no tenía a
qué recurrir para llegar a 10 razones, y meterse con la vía de
consumo fue lo que le quedaba, sin pensar que hay otras sin las pegas
que él menciona, que fueron exageradas a más no poder.
10- Aumenta el riesgo de contagio de
enfermedades de transmisión sexual.
Aquí la gran bomba informativa. El
cannabis aumenta el riesgo de contagio de SIDA, hepatitis, ébola, y
hasta piorrea si quieres: pues NO. En una jugada propia de un tahúr
de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), el matasanos
Dotto nos alecciona sobre los entornos de consumo. Y ya que eso de
los porros -a veces- se fuma antes de tener sexo, pues es lógico
deducir que como todos somos tan gilipollas como él, se nos olvida
usar un método de protección.
Sí, no es más que eso. Y a partir de
ahí, pues ya puedes elegir la lista de enfermedades que quieras
poner. Aunque tenedlo claro: fumarse un porro no es excusa para no
usar condón a no ser que ya seas un/a gilipollas de serie. Por ti y
por tus follamigas/os. Es como cuando decían que la heroína
provocaba SIDA, en lugar de decir que compartir jeringuillas
infectadas lo transmitía. Y así todo.
No resulta extraño que semejante sarta
de imbecilidades venga de un “médico argentino”. Y es que no
todos pueden ser Favaloro, como se observa en el caso de corto Jorge
Dotto por más que quiera venderse. Lo cierto es que yo no dejaría
que un tipo que se dice médico y hace semejantes razonamientos,
pusiera sus manos sobre mí o sobre cualquier ser querido, porque ha
dado claras muestras de no ser capaz de razonar adecuadamente. Y es
cierto que Argentina es el reducto prohibicionista con un background
dominado por cuestiones morales, y azuzadas por la Iglesia Católica.
En concreto el Papa Paco (muy fumado en Argentina) tiene su
particular cruzada con este tema, y es la razón por la que estos
amorfidades con título de médico llegan a ser escuchados: la
cruzada moral.
Lo que no parece que eso pueda explicar
qué cojones hace el Huffington Post publicando semejante bazofia.
Seguramente, no lo leyeron siquiera. Aunque sí explica por qué no
merece la pena leerles a ellos.
lunes, 20 de julio de 2015
Fentanilo: el hermano mayor de la heroína
Este texto fue publicado en VICE.
Esperamos que os guste.
--
Esperamos que os guste.
--
Fentanilo: más allá de la
heroína.
Era mi primer libro comprado como
adulto: “Para una fenomenología de las drogas” de Antonio
Escohotado. Me lo devoré una y otra vez imaginando cómo sería
probar todas esas sustancias que nunca había probado. A esa edad
había consumido ya todas las drogas que había en el mercado negro
más inmediato (no existía Internet, al menos no como ahora) y de
las legales -incluyendo las de farmacia- conocía un par de docenas
de especialidades psicoactivas.
Algunas como el éter o el cloroformo
me gustaban en su olor de intensa química pero no en sus efectos, la
LSD me maravillaba y la tomaba como quien toma Lacasitos, la cocaína
no me llamaba mucho por aquel entonces, el speed -y la Dexedrina o la
Centramina- me servían para currar jornadas de 12 horas de camarero,
la 5-MeO-DMT me daba “yuyu” pero me gustaba, odiaba el popper y
los inhalantes, y la heroína, codeína, morfina y opio me ayudaban a
relajarme ocasionalmente. Supongo que soy de esas personas extrañas
a las que los opiáceos y opioides en lugar de provocarnos una
relajación “babosa” nos activan y nos permiten enfrentar mejor
los trabajos intelectuales de largo recorrido (no sirven para
estudiar un examen la noche antes).
De todas las drogas sobre las que leía
en aquel libro de Escohotado, hubo una que me llamó mucho la
atención: el fentanilo. Era una sustancia de muy alta potencia que
parece que ya se había usado en alguna ocasión para adulterar
heroína o para fabricar “falsa heroína”. No sólo se mencionaba
el fentanilo, que tiene unas 100 veces la potencia de la morfina.
También había alguna mención a la famosa “China White” que
lejos de ser simple heroína blanca (clorhidrato de heroína) era un
compuesto creado en el mercado negro por un químico clandestino: el
alfa-metil-fentanilo. Un pequeño cambio en la molécula que la hacía
caer fuera de las listas de prohibiciones en ese momento -como ocurre
ahora con los research chemicals legales- pero que rápido
solventaron las autoridades incluyéndolo en la más restrictiva
prohibición.
No era la primera vez que escuchaba
algo sobre una droga de esa familia. De niño recuerdo haber
escuchado en el Telediario de TVE como hablaban de una droga que
ellos bautizaban como “Tango & Cash” -nombre de una película
macarra de la época- y que no era sino una variación del fentanilo. En aquella época -los años en que la
FAD aterraba al país con sus campañas en lugar de educar sobre
drogas- se vendía mucho lo de comparar “el poder de adicción”.
Y habían decidido que esa droga era 600 veces más adictiva que la
propia heroína. No 600 veces más potente, sino más adictiva...
decían.
Yo me preguntaba, si se suponía que la
heroína era el-gran-colocón-superadictivo-que-engancha-a-la-primera,
cómo podía ser una sustancia 600 veces “más adictiva” que el
jaco. Sabía ya a esa edad que no enganchaba a la primera, que exigía
algo más de frecuencia y una predisposición previa al asunto. Pero
el mito de algo mucho más potente y más adictivo, como los
derivados del fentanilo, se quedó en mi cabeza durante años,
pensando que era improbable que tuviera ocasión de cruzarme con esa
droga y saberlo: podía encontrarla como adulterante pero no había
mercado a mi alcance para ella.
La siguiente vez que escuché hablar de
ella fue en uno de los episodios más sucios de la historia de la
medicina en España. Seguro que muchos de los afectados de Hepatitis
C lo recuerdan: Juan Maeso. El yonky Maeso era el anestesista de un
hospital público en Valencia y le gustaban los opiáceos, con
especial atención al fentanilo. Los anestesistas son las personas
que tienen la llave de la vida y la muerte entre los fármacos de
acción inmediata para un ser humano, y unos profesionales con una de
las más fuertes formaciones médicas. A Juan Maeso se le olvidó
durante 10 años, de 1988 a 1998, que cuando te chutas con una
jeringuilla o la metes en un bote con sustancia una vez usada, estás
transmitiendo tus posibles virus a quien la use después, y por eso
deben ser desechadas siempre. No era por ahorrar, era por no llamar
la atención, la razón por la que el yonky Maeso usaba las mismas
chutas para pincharse él primero y luego a sus pacientes en la mesa
de operaciones. Pero no era tonto, no lo hacía al revés: él no se
pinchaba tras usar las chutas en los pacientes o hubiera cogido todos
los virus que pasaran por el quirófano.
Y el informe de los genetistas era
aplastante: nunca habían encontrado un grupo epidémico donde
brotase el virus de la Hepatitis C y se pudiera trazar con tanta
cercanía el origen vírico: el 80% de los pacientes había sido
infectado por el médico.
Por supuesto fue condenado en un
larguísimo juicio a más de 1000 años de cárcel, de los que no
cumpliría más de 20 por la ley en ese momento, y una multa de medio
millón de euros a cada paciente infectado, que tuvimos que pagar
todos los contribuyentes por ser responsable subsidiario el hospital
público. Uno de los actos médicos más miserables que he conocido con un personaje igual de miserable, nuestro yonky Maeso.
Tras aquello, sólo una vez más volví
a saber del fentanilo y esta vez fue como arma química.
¿Recordáis el asalto y secuestro al
teatro en Moscú? El 23 de octubre del 2002 un grupo de 50 asaltantes
armados y parapetados con explosivos adosados tomaban al asalto un
teatro en mitad de una función. Cogieron 900 rehenes, de los que
unos 90 consiguieron escapar en los primeros momentos. Cuando la cosa
se fue alargando en una situación de “no hay salida” para los
secuestradores y los rehenes, el gobierno de Putin tomó la decisión
de tomar al asalto el lugar con tropas especiales, y con medios
únicos. Hasta el momento jamás, que se sepa, se había usado el
Kolokol-1 en una acción con personal civil. El secreto producto ruso
es una mezcla de halotano o alguna variante de dicho gas anestésico
y un aerosol de alguna variante del fentanilo, de manera que mediante
la simple respiración de un lugar inundado con ese gas (que no huele
ni se ve) uno fuera quedando anestesiado en cuestión de minutos.
En principio la idea no era mala. No
era la peor de todas al menos. Intentaban entrar sin tener que
hacerlo disparando a un lugar abarrotado de rehenes presos durante
días. Pero la política de drogas rusa les jugó una mala pasada.
Putin dio la orden y se usó el Kolokol-1, que cayó como una bomba
en los agotados cuerpos de personas retenidas sin aseo, descanso ni
buena alimentación bajo un secuestro, así como en los de sus
secuestrados. Apenas se pegaron tiros, pero murieron 192 rehenes como
consecuencia del uso de esas drogas. ¿Por qué? Porque Rusia se
opone a todo tipo de aproximación racional a las drogas, de manera
que no existen programas de metadona o de buprenorfina para
desengancharte, y los usuarios de drogas allí no importan nada. Por
esa razón, las reservas que tenían disponibles de naloxona -el
antídoto del fentanilo y los opiáceos- eran las de uso normal en
quirófano, para revertir el efecto de la anestesia. Pero no tuvieron naloxona suficiente para 900 personas, y 192 murieron drogados por su
gobierno. ¿Fue la salida menos mala? No lo sabremos.
Y años después, ya con la llegada de
los mercados de drogas online, como Silk Road, tuve la posibilidad de acceder a la droga:
podía comprar fentanilo.
La primera pega es que -aunque barato
en cuanto a cada dosis- es una sustancia que se mide en microgramos:
millonésimas de gramo. Así que no resulta buena idea comprar
fentanilo en ese estado, puro y en polvo, si no tienes un traje
HAZMAT. Una corriente de aire es suficiente para que respires varias
dosis mortales. Las únicas formas fiables de fentanilo, a mi
entender, son las preparaciones farmacéuticas desviadas del mercado
lícito. Vienen en un vial para inyección o en los parches conocidos
popularmente como “parches de morfina” aunque no tengan morfina
alguna.
Como yo no pensaba inyectarme me
quedaban los parches. Y a por ellos fui, Bitcoin en mano, a comprar a
la darknet de las drogas. Al cabo de unos días recibí un discreto
paquete que contenía el pedido: una caja de 5 parches de 50
microgramos/hora de fentanilo. Caros, porque cada parche contiene en
total unos 8 miligramos de fentanilo -varias dosis mortales para un
novato- que se puede usar en trozos por vía de la mucosa bucal y
también fumado, aparte de su uso correcto sobre la piel, pero cuesta
unos 60 euros el parche de 50 mcgs/h en el mercado negro.
El uso correcto no es que carezca de
riesgos: hace poco moría una niña que había cogido un parche ya
usado de la basura, e imitando a su abuela enferma, se lo había
puesto sobre la piel. Se fue a dormir y no despertó jamás. El
fentanilo es, sobre todo y ante todo, una sustancia muy peligrosa en
su manejo y uso fuera de manos entrenadas.
Los parches son una matriz de un
polímero en el que se ha “untado” una mezcla de adhesivo y
fentanilo de manera que, por su buena absorción transdérmica y la
poca cantidad que hace falta que llegue a la sangre para hacer
efecto, son una buena forma de administrar una cantidad constante de
la droga. La cantidad de droga en el parche depende de la superficie
del mismo, ya que los de diferentes dosis tienen diferentes tamaños
en proporción. De esa forma si un parche de 50 mcgs/h tiene unos 8
miligramos en total, una décima de ese parche contendrá una dosis
de 800 mcgs: no llega a una dosis letal pero para alguien sin
costumbre sería una mala experiencia de sobredosis. Fumar 1/10 de un
parche te administra por vía pulmonar -la más rápida de todas-
casi la misma cantidad que todo el parche pegado a tu cuerpo durante
un día entero, de una sola calada: si no estás muy hecho a grandes
dosis de opiáceos es posible que empieces a vomitar en el acto y
caigas inconsciente poco después. Para fumarlo, se pega el trozo a
usar sobre papel de plata y se aplica calor con un mechero, aspirando
el humo con un tubito de papel de plata, al modo de otras drogas como
la heroína o la cocaína en base.
Personalmente me resultó un fármaco
que al principio califiqué como “opioide psiquedélico” porque
cuando lo fumaba, a veces en mitad de una frase o caminando a algún
lugar de la casa, me quedaba dormido -pero de pie y sin caer- y con
visiones geométricas muy intensas en bellos colores azules y
amarillos. Duraban algo menos de un minuto y me despertaba en el
mismo sitio, con memoria de lo visto en esos pliegues oníricos. Las
primeras veces tienen un color y una intensidad tan vívidas como las
primeras veces con heroína u opio en grandes dosis, y no son iguales
cuando adquieres tolerancia.
El fentanilo aunque es un opioide
produce liberación de dopamina, lo cual hace que
quieras redosificarte -como si fuera cocaína- cada poco tiempo, pero
sin embargo los efectos opioides no se van tan rápido. Si tuviera
que darle un consejo rápido a algún suicida de las drogas que
piense probarlo, es lo primero que no lo haga nunca estando solo y
que limite antes de empezar a consumir la cantidad que va a usar,
encargando a la persona que hace de cuidador que retire el resto para
no saltarse el límite en mitad de un estado ya alterado. No es bueno
redosificar, pero si alguien quiere entregarse al impulso de hacer,
que use porciones mucho más pequeñas que las mencionadas, o se
enfrentará al fentanilo como anestésico: es un puto animal como
fármaco.
Por supuesto, que a los añadidos de
los riesgos de usar opioides se le tiene que sumar el riesgo de caer
inconsciente durante breves lapsos, pero no en la forma que la
heroína sino mucho más brusca, en los que si te pilla con una
tijera (cortando un trozo de parche, por ejemplo) puedes caer sobre
ella y metértelas por el cuello sin enterarte. Y así todas las
cosas malas que pueden pasar si de repente quedas inconsciente, y
anestesiado al dolor. Por eso el lugar más seguro es un asiento o
sillón amplio, donde si caes lo hagas en blando, lejos del fuego de
los cigarros o velas, sin instrumentos cortantes cerca y vigilado por
alguien para que no te hagas daño, o por si hay que llamar a una
ambulancia.
Hay quién cree que fumar algo
desconocido tiene menos riesgo que esnifar o ingerir algo
desconocido: bienvenidos al mundo de las drogas de altísima potencia
en las que una calada de humo puede ser suficiente para matar a una
persona. Si alguna vez pensaste que la heroína era un fármaco
peligroso, no quieras conocer a su “hermano mayor” el fentanilo.
Drogoteca.
Advertencia.
El autor no pretende
incitar a nadie al consumo de fentanilo. De hecho, lo desaconseja
-como opinión personal- por ser una droga demasiado peligrosa en su
manejo y efectos. Su capacidad adictiva no es menor que la de la
heroína y ya puede suponer el lector lo que le acarrearía
engancharse a algo similar. El fentanilo dentro de una terapia con un
médico no conlleva los riesgos mencionados, sino que es similar a la
morfina en su gestión como analgésico. Para una descripción mucho
más detallada de los riesgos, efectos y peligros, léase este manual
con más imágenes y algunos consejos:
http://drogoteca.blogspot.com.es/2014/04/fumando-parches-de-fentanilo-reduce.html
jueves, 16 de julio de 2015
El Sexo Rosa: la viagra femenina
Este texto fue publicado en Portal Cannabis.es
Esperamos que os guste.
Esperamos que os guste.
Sexo Rosa.
No creo que haya que explicarle ciertas cosas sobre pastillas y fármacos, hoy día, a nadie.Por ejemplo, ¿quién no reconoce a la archifamosa Viagra con su bello color azul? La tenemos hasta en anuncios de publicidad, como ese en que un hombre ya algo mayorcete busca y pierde su Viagra con los nervios de su siguiente encuentro amatorio, para que acabe cayendo en el depósito de gasolina de un coche, al que se le pone dura dura... la carrocería.
Los hombres lo tenemos relativamente sencillo. El mayor problema suele ser la disfunción eréctil, y eso es un problema mecánico: hay que hinchar de sangre un globo, con forma de salchicha, para que se ponga en funcionamiento. En eso la Viagra, debo reconocer, ha sido un éxito merecido: soluciona el problema de la falta de erección en la mayoría de los casos sin especiales efectos secundarios. ¿Cómo lo hace? Pues inhibe temporalmente la acción de una enzima, la fosfodiesterasa, que como efecto secundario abre las puertas del riego sanguíneo a los cuerpos cavernosos del pene. Y el globito se hincha. Fácil, eh?
Hay algunas personas a las que la Viagra no les sirve. Su falta de erección está mediada por una cuestión psicológica y no físiológica: falta de apetito, estrés, nerviosismo, alteraciones bioquímicas, etc. Y es que la Viagra, aunque esto se haya colado también en el imaginario colectivo, no te pone cachondo. No te excita. No te ayuda a nada que tenga que ver con ese proceso, excepto en la respuesta física del globito. Si no te gusta lo que tienes delante o tienes un problema no fisiológico, la Viagra no te sirve para nada. Bueno, y si no tienes hipertensión pulmonar, que es el otro uso médico que tiene y desde el que descubrieron lo del globito, porque no iban buscando lo que encontraron pero supieron aprovecharlo.
En general, no tengo nada que objetarle a la Viagra y otros derivados. Me parece un buen fármaco, caro, pero bastante logrado. No te excita, pero no es su función.
¿Y qué pasa con la mujer? La mujer también tiene cuerpos cavernosos en sus genitales, que se llenan de sangre en la excitación sexual, haciendo que crezca el tamaño del clítoris y de los labios vaginales, y cambiando a veces su color debido al flujo de sangre. Pero no tiene nada que requiera ser hinchado, y normalmente para la mujer la parte mecánica del asunto es el menor problema.
La mujer tiene su punto problemático, en esto del sexo, en el apetito sexual. Digo problemático, porque en términos médicos, es la primera causa de falta de actividad sexual. No sólo le ocurre a la mujer, le ocurre también a muchos varones pero que con eso de nuestro rol cultural, no solemos comentar. No suele verse a mucho hombre decir en público “bah, yo paso de follar”, cuando la realidad es que muchas mujeres te podrían decir que si no tienen más actividad sexual es porque su pareja es como un ladrillo a la hora de incentivar el asunto.
Es muy complejo saber por qué una persona no tiene apetito sexual. Puede haber causas hormonales, puede haber causas psicológicas, puede ser que no le ponga su pareja ya o que esté a otras cosas. En el caso de la mujer, la presión del cuidado de la prole y de la casa (todavía en sus manos en gran proporción) puede que sea una rutina bastante alejada de la esfera de lo sexual. Y el sexo, lo sexual, no es algo que se monte y se desmonte en un instante sino que suele requerir de un cierto proceso a lo largo del tiempo y una clara predisposición, para que la cosa salga bien y tire.
Pero vivimos en una sociedad de consumo.
Tenemos la pastilla que nos la pone dura, la de la acidez de estómago por comer mal, la de la ansiedad por la vida que llevamos, la del insomnio porque no desconectamos, la de la depresión si nos ponemos tristes... tenemos la leche de pastillas!! Rojas, verdes y amarillas!!
Dado que el rol que vamos ocupado cada vez se parece más a un target de mercado, la mujer va a recibir su dosis de sexo en pastilla. ¿Por qué? Porque ella lo vale, no? Y aquí llega la historia de la nueva pastilla: la pastilla rosa, para esos días en que no te apetece echar un polvete, amiga...
Llega la Flibanserina, cuyo primer nombre propuesto para su comercialización era Gi-ROSA.
¿Y qué hace? ¿Qué es? ¿Vamos a follar todos como locos por fin? ¿Es rosa? Sí. Es rosa.
Eso debe ser lo más importante junto con lo de llamarla “viagra femenina”.
La flibanserina es un compuesto que fue desarrollado por el laboratorio Boehringer Ingelheim hasta el año 2010, en que la FDA (los que regulan los medicamentos en USA) les pegó un portazo a sus intenciones de lanzarlo como viagra femenina. Como los del laboratorio vieron que realmente tenía efectos secundarios que hacían pensar que no compensaba el objetivo, que era lo que decía la FDA, pues se deshicieron de ella vendiendo la patente y la investigación a Sprout Pharmaceuticals, otro del mismo ramo.
A pesar de eso, Sprout continuó con el desarrollo, y aunque la FDA le ha repetido varias veces que no les hace mucha gracia esa pastilla para esa indicación por sus efectos secundarios, ellos han tenido el impetu de hacer lobby con las mujeres y forzar su aprobación mediante movimientos más políticos que científicos.
¿Por qué? Por la falta de opciones de tratamiento para lo que, en nuestra fiebre medicalizadora, hemos llamado “Trastorno de deseo sexual hipoactivo premenopáusico”. El típico “quita que no tengo ganas de fiesta” de toda la vida, pero con un nombre que acojona. Imagina que el médico te dice que tienes de eso, a ver con que cara sales de la consulta. Y si el médico te dice que tienes “algo así de serio” seguramente tenga una pastilla para ayudarte. Rosa y todo, sí.
Seguramente pensaréis que vaya cachondeito que me tengo con el rosa, pero no es sólo por reírme. Lo del rosa es la guinda de una medicación peligrosa que se venderá para mujeres. ¿Peligrosa? Si fuera peligrosa no lo autorizarían, no? Tenemos cientos de medicaciones creadas a medida para enfermedades o trastornos, también creados a medida. Es una cuestión de negocio, de ventas, de que la cosa funcione y la mujer, como grupo de consumidoras, acepte la pastillita rosa como algo que la ayuda a ser más mujer y a ser más deseada por su actividad sexual.
En este caso, la pastilla rosa, no es una medicación simple, que sólo toque un asunto y funcione todo como con la Viagra (aunque tiene también sus efectos secundarios). En este caso se trata de que la medicación debe ayudarte a excitarte y a tener más deseo sexual. No tiene nada que ver con la Viagra, y en realidad no entiendo por qué sólo se aplica a mujeres ya que su modo de acción no es específico de uno de los dos generos.
La pastillita rosa, Flibanserina o Addyi para las futuras amigas, no toca las hormonas que regulan parte de la sexualidad y que nos diferencian a hombres y mujeres. Toca el cerebro y su neurotransmisión. En concreto se mete a jugar con la dopamina y la norepinefrina y su efecto estimulante (también sexual) y con la serotonina y su efecto inhibitorio sexual.
Ya que dopamina y norepinefrina actúan de forma positiva en el impulso sexual, han decidido que la mejor forma de animar el asunto es aumentar su presencia en el cerebro y como la serotonina te suele inhibir las ganas de sexo, pues han decidido bajarla. Seguro que estas palabras te suenan más a psiquiatra que a sexo, y es normal. La flibanserina es un antidepresivo en esencia, y se empezó a explorar para ese perfil de trastorno.
Ahí precisamente radica el gran peligro de este nuevo lanzamiento farmacéutico que seguro que copará muchas portadas y mucha publicidad, pero que creo que no tendrá ningún recorrido como best seller. El hecho de aumentar la dopamina, como hace la cocaína o la anfetamina, tiene sus consecuencias. Igual ocurre con la norepinefrina, que es uno de los targets en la depresión. Y especialmente con la serotonina, que regula nuestro estado de ánimo de una forma muy compleja.
Como es lógico, ahora que se está armando la campaña para su lanzamiento futuro, los efectos secundarios de los que hablan son menores: somnolencia (posiblemente por la subida de serotonina, como ocurre con la MDAI) y desmayos. Debe ser serio, porque uno de los miedos era el efecto sobre la conducción. Pero yo entiendo que la cosa no queda ahí, ni mucho menos.
Los efectos secundarios serán, a la larga, los de otras medicaciones parecidas: antidepresivos. Cuando modificamos nuestra química con esas moléculas, modificamos nuestras ganas de reír, de comer, de salir con los amigos, de cantar o de llorar y quedarnos en casa sin ver a nadie. En una depresión, que es un trastorno grave y bastante incapacitante que casi todos los humanos pasan una vez en la vida al menos, está justificado usar algo para restablecer a la normalidad los neurotransmisores que están mal, al comparar los pros y las contras.
¿Pero lo merece para, teóricamente, aumentar el apetito sexual?
Si los efectos son somnolencia y en alguna persona un desmayo puntual, pues es posible que sí. Pero si los efectos secundarios pueden ser de todo el abanico de enfermedades derivadas de un desequilibrio en los neurotransmisores, podemos estar delante de una píldora que aumente la tendencia suicida, la depresiva, o que resulte en los efectos opuestos.
Lo que parece claro, es que el precio de entrar a tocar la química del cerebro con grandes medidas para conseguir pequeñas modificaciones en la conducta, nunca es igual a cero. Es posible que la flibanserina ayude a algunas personas con el sexo, sí. Tanto mujeres como hombres, aunque sea rosa y dirigida a ellas. E incluso puede que resulte un buen antidepresivo o un fármaco interesante para otros trastornos.
Antes de tomarla, mujer u hombre, plantéate si tomarías antidepresivos para mejorar -hipotéticamente- tu impulso sexual.
Si la respuesta es NO, aléjate de la “viagra femenina”.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)