martes, 17 de marzo de 2015

Operación Onymous: la policía marcando paquete con un calcetín

Esta narración de lo que fue la Operación Onymous fue publicado en la Revista Yerba.
Esperamos que os guste.

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Operación Onymous



Hace aproximadamente año y pico, en octubre del 2013 caía el primer gran mercado de drogas ilegales en internet. Fue la caída de Silk Road en su primera versión, dirigida presuntamente -el caso aún no ha sido juzgado en USA- por Ross Ulbricht, conocido como Dread Pirate Roberts. Fue el primer golpe que las fuerzas policiales de un estado asestaron a un mercado de la darknet, una de las partes menos visibles de la deep web o web oculta, que es sólo accesible mediante alguna navegador o programa que nos abra las puertas de la red Tor.

En aquel momento, Silk Road era el paradigma de los nuevos mercados de drogas en internet, y su captura llevó a usar recursos ilimitados ya que suponía una afrenta evidente y una burla a todas las leyes contra las drogas que la policía no podía permitir, sobre todo porque erosionaba la imagen de “presunta utilidad” que tiene dicho cuerpo en materia de drogas. Todo eso llevó a detener a Ross, un joven bien formado, de buena familia con grandes habilidades en tecnología y ciencias que dirigía el gran mercado ilegal. También a que su dinero en Bitcoin fuera atrapado en su captura y a subastarlo poco después de forma legal como FBI y gobierno de USA.




Pocos días después, en la darknet, surgía de nuevo el mismo mercado. O casi. Era Silk Road 2, la versión renovada y mejorada del primero que había caído ante la policía en una caza salvaje. Pero como era de esperar, la policía hizo lo que pudo para infiltrarse en los mercados de droga de la darknet, y lo consiguió. El nuevo Silk Road 2 estaba infectado por la policía desde sus inicios, lo cual no quiere decir que conocieran a su jefe, ya que en estos días todas esas cosas se realizan por ordenador y sin verse las caras, ni tener por qué darse los nombres. Pero quedó infectado entre sus trabajadores, lo cual es ya un riesgo serio que de conocerse daría lugar al cierre inmediato del mercado.

El pago de servicios y drogas en la darknet se realiza con criptomonedas. Son monedas basadas en sistemas criptográficos potentes que no dependen de un emisor o banco central. La más conocida es Bitcoin pero existen cientos más que pueden cumplir la misma función como medio de pago. Y con esas dos cuestiones tecnológicas, el anonimato que puede brindar la red junto con un medio de pago no controlable por los gobiernos, han hecho saltar la banca de las posibilidades.


La “gran operación” anti-anonimato: Onymous 


Europa es un punto neurálgico de actividad en la darknet, secundario sólo a los USA y Rusia. Hace poco, un documento publicado en Volkskrant, uno de los periódicos líder en Holanda, reveló un plan orquestado por varios países europeos y USA, para atacar al tráfico de drogas online en Europa. La Fiscalía General de Holanda trabajaba en un plan llamado ITOM, acrónimo de “Illegal Trade on Online Marketplaces”, que buscaría hacer trabajar de forma conjunta a varias agencias de policía a través de toda Europa y USA. El plan se nutre de fondos de la Unión Europea y también incluye a las agencias Europol y Eurojust. El documento no era una publicación oficial sino un comentario no oficial sobre su plan centrado en 3 puntos que se le dio a un periodista del Volkskrant. Los 3 puntos eran el seguimiento de perfiles para atacar el anonimato, la vigilancia de los envíos de droga por correos y paquetería, y el control del Bitcoin como forma de vincular los fondos con transacciones de drogas por dinero.




De esta forma es como se gestó la operación Onymous, cuyo nombre es un juego de palabras con el concepto de Anonymous y el anonimato en internet. En este punto la policía tiene especial interés: una de sus obsesiones y temores es no poder controlar quién es quién en la red, qué dicen, con quién hablan, y qué hacen. El anonimato y el uso de herramientas que lo proporcionan se ha vuelto una necesidad en la red, aunque los medios se empeñen en presentar a quien usa dichas herramientas como criminales. Tanto interés tenían las policías implicadas en la operación Onymous en que la sensación de anonimato que brinda Tor fuera cuestionada, que se han centrado más en meter miedo que en hacer algo real, usando sus cuentas de Twitter para vacilar y provocar temor a los usuarios de la red Tor.

En la tarde del jueves 6 de noviembre de 2014 se empezaban a conocer las primeras informaciones. Silk Road 2, el relevo de la creación de Ross Ulbricht, había caído junto con su dueño y administrador en San Francisco. Así, el plan conjunto de Europa y USA para combatir la venta de drogas online se cobraba su primera víctima de importancia.

Según avanzaba la tarde, veíamos caer también a otros sites como Hydra, Cloud 9, Alpaca, Cannabis Road y otros cuantos mercados menores. ¿Por qué menores? Porque esta “segunda vez” que la policía -ahora uniendo sus fuerzas entre varios países- atacaba los mercados anónimos de drogas, no ha podido hacer nada contra el que tenía ya el mayor volumen de ventas (y el listado más amplio de productos) en ese momento: Agora.


Versión policial y lo que sabemos en realidad.

La operación fue vendida a los medios como un gran golpe contra la Darknet y sus delincuentes, ya que para los medios de masas el uso de un sistema de anonimización como Tor es prueba de que se tiene la intención de cometer actos ilegales. Pero la cosa se empezó a caer en los días siguientes. Mientras la policía de USA hablaba de 414 webs, la europea hablaba de 50 webs. En realidad el número de lugares incautados está en torno a 27 webs, siendo los demás clones de los lugares incautados -que se encontraban replicados para hacer frente a posibles ataques DDoS o hackeos que pudieran causar un daño a sus servidores principales- junto a algunos sitios de scam y otros de phishing. También parece ser que encontraron en alguno de los servidores incautados algún mercado de drogas que había sido abandonado meses atrás y que no tenían ninguna funcionalidad.

Se presentó como la nueva purga de la darknet contra las drogas, las armas y los asesinatos por contrato, aunque este último punto sigue siendo más leyenda negra para uso policial que realidad. Incluso buena parte del ataque mediático se destinó a hacer mella en la imagen de Tor, aunque no debemos olvidar que es un proyecto que nació en manos del ejército de USA y financiado por ellos. Los detenidos solamente fueron 17 personas en 17 países, y la mayoría fueron liberados bajo fianza.



De los medios empleados en esta ocasión se sabe poco, porque las fuerzas de seguridad no las tienen todas consigo. Mientras que la red es libre, los cuerpos policiales deben ceñir sus procedimientos al corpus legal de cada lugar, y eso parece ser algo que no pueden hacer si quieren dar caza a estos mercados. La policía está vulnerando varias leyes sobre su propio comportamiento que invalidarían judicialmente muchas de las pruebas que obtienen al estar manchadas por un procedimiento no autorizado, como el espionaje masivo de datos o la cooperación extrajudicial con otros países, que también saltándose las normas sobre procedimientos, les han dado acceso y recursos a sus ISP o servidores. En este caso se sabe que el servidor de Silk Road 2 estaba copiado al completo desde hacía meses, por lo que tenían total control de las operaciones que se realizaban en él y de las transferencias económicas a través de bitcoin, que si bien no permite identificar al dueño de una cuenta, todos los movimientos de dinero entre cuentas son totalmente públicos y accesibles para cualquiera con un navegador.

A su administrador, Defcon, le han cazado en el mismo área geográfica que su predecesor Ross Ulbricht aka Dread Pirate Roberts, y parece ser que la investigación de las relaciones sociales mantenidas a través del ordenador han ayudado mucho. Según la información filtrada -que hay que poner en cuestión viendo cómo han mentido al público en el caso similar de Ross- ha cometido errores de bulto, como ir dejando su dirección personal en el servidor donde hospedaba el mercado o conectarse en la misma sesión a su cuenta de Gmail y al servidor que gestionaba, aunque estuviera usando una VPN (una forma de anonimización de la conexión mediante un servidor interpuesto en otro país). Lo cierto es que cuando se ponen tantos recursos a la caza de una persona, el menor error es suficiente para provocar tu captura, pero la cantidad de nuevos objetivos que se multiplican mes a mes y mejoran sus niveles de seguridad hace de ese modelo algo inviable de cara al futuro, si los estados pretenden seguir con una prohibición de las drogas que hace aguas por todos los lados.


Aquí DEFCON, 
administrador de Silk Road 2, 
posando con la policía días antes de ser capturado.


En resumen, la operación ha tenido un carácter mucho más publicitario que efectivo, ya que su irrupción no parece haber causado problemas más que a una decena de personas en todo el planeta, y eso es un número despreciable para las cifras del tráfico de drogas. Parece que la policía, a día de hoy, no puede aspirar a mucho más que a meter miedo porque tecnológicamente están muy por debajo del delincuente medio en internet. Y sobre su pretensión de haber conseguido “revertir” Tor o romper sus sistema, no se puede más que hacer una mueca burlona de desprecio, ya que si eso fuera cierto no tendría sentido que hayan dejado al resto de mercados de drogas en la darknet funcionando mejor que nunca. ¿La policía mintiendo como forma de combatir el nuevo paradigma de la venta de drogas online? Eso parece.

Lo cierto es que si necesitan esparcir miedo como forma de combatir el anonimato en Tor, es que Tor resulta a día de hoy la mejor herramienta, usada correctamente, para aumentar tu anonimato de forma radical y pasar a un nivel en el que rastrear una conexión ya es un paso que parece fuera del alcance del nivel técnico de la policía, cosa que han de suplir saltándose los pasos legales para obtener la información necesaria para sus intereses.


El papá del niño: Blake Benthall alias Defcon.

De nuevo, un joven bien formado y de buena posición, desarrollador de software de vuelo para una compañía de desarrollo aeroespacial, volvía a ser la cabeza más visible del mercado anónimo de drogas en la darknet. Blake Benthall tiene 26 años, y una cuenta en Twitter donde se define -entre otras cosas- como “Bitcoin dreamer”. A grandes rasgos tiene un perfil similar al de su predecesor, pero curiosas diferencias cuando se indaga más.



Orihundo de Houston, Texas, el protagonista en esta ocasión tiene una intensa y tradicional crianza en valores y entorno cristianos. Fue educado en casa y mantenido lejos de los vicios del mundo, hasta el punto que sus amigos comentaban que para ellos era totalmente normal abstenerse del consumo de drogas, incluidos alcohol y tabaco, por una razón de creencias religiosas dentro del entorno conservador evangélico cristiano en el que crecieron. Tal distancia existía en su imagen exterior con respecto a las drogas que sus amigos dicen que era un tema de chiste entre ellos, dado que nadie cuestionaba que las drogas fueran malas y sin lugar a posible debate.

Posteriormente se mudó a Florida donde estudió en el Florida College, una institución cristiana privada. En esa época hizo teatro, tocó en grupos musicales y viajó a lo largo de todo el país conociéndolo y ampliando sus horizontes mentales, mientras trabajaba como programador freelance. Blake disfrutaba de esa vida nómada entre gente desconocida y amigos diferentes, y rechazaba ofertas de trabajo que le hicieran tener que permanecer en un lugar. Pero el tiempo todo lo calma y acabó aceptando una oferta para afincarse en California, concretamente en San Francisco, donde sus compañeros de trabajo estaban entusiasmados de trabajar con alguien tan joven y a la vez tan brillante programador con un altísimo nivel. Finalmente en el año 2013 entra en SpaceX, la compañía aeroespacial, donde tiene como encargar mejorar el software de vuelo. Este trabajo lo mantiene mientras presuntamente gestionaba el mercado de drogas online.

Sus posiciones políticas eran las de un orgulloso liberal pero al mismo tiempo mostraba una profunda preocupación de carácter social que se podía ver en sus cuentas en las redes sociales y en sus acciones, como ir llevando comida puerta a puerta -donde había una casa y no un cartón en el suelo- a personas sin recursos en San Francisco. 

También donaba dinero a organizaciones benéficas e incluso organizaba eventos y mantenía webs relacionadas con proyectos de voluntariado social. Los religiosos y voluntarios que le conocieron afirman su clara y sincera preocupación por las marginados de la sociedad.

La religión parece ser una constante en su vida que no le ha dejado ni siquiera cuando estaba administrando el mercado de drogas más grande visto en el tiempo de vida de internet. En su barrio, tras conocer la noticia, no renegaban de él. Contaban como era una persona muy educada y siempre dispuesta a hacerte un favor.




Una vecina suya de 85 años de edad, que le alquiló una cochera para su auto, comentaba que el joven era encantador, que incluso pasaba momentos con ella leyendo juntos la Biblia, y que siempre estaba dispuesto a llevarla en coche a cualquier sitio. Lo que ha dicho la señora, es que le va a echar mucho de menos. ¿Alguien podría tener esa imagen de un supuesto rey del narcotráfico en las aguas digitales? A Ross Ulbricht le acusaron -no formalmente- de varios actos violentos e intentos de asesinato por encargo que posteriormente no se han podido ratificar y que la policía ni siquiera ha llevado a juicio. Sin embargo, el perfil que se ha filtrado a las redes sobre Blake Benthall no podía ser más sano y menos perjudicado para el lugar donde será juzgado, aunque todavía conocemos demasiado poco como para poder tener un visión completa, de este otro increíble joven con un talento igualmente excepcional. Por si todo eso parecía poco, tras la detención, la iglesia local con la que se encontraba integrado sacó un comunicado expresándole su apoyo y que rezaban por él.


Del ágora la evolución.

El día de la caída de Silk Road 2 ya no era el rey del mercado. Agora, otro mercado anónimo de Tor le había superado en productos y vendedores. Agora era por tanto el objetivo que de haberse podido tomar, se hubiera tomado. Los clientes y vendedores de Silk Road 2 buscaron pronto un nuevo lugar para sus relaciones y Agora fue la opción inmediata. Durante el día de la operación fue posible aún hacer nuevos registros en el mercado anónimo, pero el flujo de nuevos clientes y de vendedores que necesitaban un expositor hizo tambalearse a dicho mercado. Bien por razones de seguridad o bien por razones de incapacidad para manejar un excesivo flujo de clientes al que no estaban acostumbrados, Agora cerró parcialmente los nuevos registros en su web, pudiendo accederse al registro con ayuda de otros ya registrados, pero haciéndolo complejo para nuevos clientes sin conexiones habituales con estos mercados y su mundo.



El siguiente competidor en la lista era Evolution, un mercado con niveles de seguridad y características de alto nivel en las transacciones con método multi-sig, que sirve para evitar problemas de robos por terceras partes y dificulta enormemente los robos de Bitcoin, que parecen ser el mayor motivo de ataque a esos servidores que albergan los mercados de drogas de la darknet. Evolution ya tenía una amplia base de clientes que le hacía ser un firme candidato a perpetuarse, y que no dio muestras de perturbación alguna durante la operación Onymous.

En los días siguiente la tendencia se desplazó finalmente a Evolution, convirtiéndose en el nuevo gran jugador de las drogas online, de momento alabado por casi todos los que entran en contacto con él o lo estaban ya, cansados del nivel en Silk Road 2, que sin ser malo del todo, estaba trufado de malos vendedores intentando dar un palo de 300 dólares y desparecer, que hacían pesada la búsqueda. Al mismo tiempo, Agora ha enfrentado problemas que hacen poder temer a su desaparición, ya que sus administradores se comunicaron con la gente de los foros donde suelen mantener un cierto servicio de “atención al público” sin usar la criptografía PGP que es la base de la seguridad en las comunicaciones de estas personas. También ha habido quejas de los clientes y los vendedores, ya que ha habido problemas con los depósitos en cuenta y los pagos en Bitcoin, y eso es una señal que ha sido determinante en la historia previa de otros mercados cuando eran hackeados o cuando iban a darse a la fuga con todo el dinero que se moviera dentro de su caja en el momento de salir corriendo. Nunca resulta una cuestión que anime a la tranquilidad el hecho de que tus depósitos económicos no estén disponibles en el lugar que los realizas, aunque sea de forma temporal, porque podría esconder una situación mucho más grave.

Como quiera que se desarrollen las cosas a partir de ahora, los mercados y los usuarios van aprendiendo de la experiencia propia y ajena, adoptando prácticas seguras y demandándolas a los mercados online, mejorando de esta forma la seguridad que buscan y permitiéndoles seguir fuera del mercado negro clásico, con los riesgos propios del mismo y minimizarlos. Lo que hace un año era un niño dando sus primeros pasos, ahora ya es un adolescente rebelde que está a punto de ser adulto: el nuevo paradigma en la compra de drogas en la red hoy se llama Evolution.

lunes, 2 de marzo de 2015

Entrevista a Cuende: '¿Cuándo di permiso al gobierno para inhabilitar mi cerebro?'


Esta entrevista con Luis Iván Cuende fue publicada en elbitcoin.org.
Esperamos que os guste.

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“Tengo 18 años y ni estudio ni trabajo: 
monto empresas


Hace unas semanas, en Twitter, vi un comentario sobre un libro que había escrito un chaval con un título sincero pero extraño: “Tengo 18 años y ni estudio ni trabajo: monto empresas”. 
Me interesé por lo que pude ver y eché un vistazo a su autor: Luis Iván Cuende. Y sí, tenía 18 años...en ese momento.

Me resultó interesante lo que pude leer sobre él, en entrevistas y ver en algunos vídeos, y sobre todo su Timeline http://life.luisivan.net/ en su web. 

Acostumbrado a leer currículos hinchados -algunos por ego y otros por intentar llegar más lejos de lo que se puede- el suyo me parecía exagerado. Fundaba empresas siendo menor de edad, ganaba concursos al mejor hacker de menos de 18 años cuando sólo tenía 15 -en su primera convocatoria- y afirmaba haber fracasado muchas veces. 
¡Y también que era consejero del vicepresidente de la Comisión Europea! 




Pero cada punto que comprobé era real, así que sólo me quedaba una cosa: pedirle un entrevista. Lo hice -le eché cara al asunto- y accedió amablemente a que le cuestionara un poco todo eso que contaba.

Aquí os dejo lo que ha brotado de unas conversaciones realmente interesantes que hemos mantenido durante días -con distinta suerte en los tiempos- y que ahora dejamos en un formato más legible para todos. 




“Me parece muy triste que una persona,
 con 18 años, no tenga claro qué tiene que hacer en la vida.”


Symposion: Voy a ser honesto y voy a dejar la primera pregunta que me surgió cuando me hice una imagen sobre ti con lo que leí en internet. Pensé qué preguntarle a un chico que lo tiene todo tan claro y que no pudiera haberlo experimentado por edad (me equivoqué al calcular un poco) y lo que me vino a la cabeza era sobre los nuevos derechos que había adquirido al cumplir la mayoría de edad. Luis, ya tienes 18 años. ¿Crees que votarás? Y en caso de que así sea... ¿te has planteado ya a quién? ¿Cómo se ve el asunto desde los ojos de un chico de 18?

Luis Iván Cuende: Tenía muchas ganas de poder hacerlo, siempre me había sentido discriminado por no poder votar. Ya he votado en las europeas, y no tengo ningún problema en decir que ha sido al Partido Pirata. Para mí es un requisito para votar a un partido que defienda la democracia directa.

Soy anarquista y por ello a veces me dicen que si no me parece hipócrita que participe en la vida política. Yo creo que hay goles a corto y largo plazo, y aunque los goles a largo sean mucho más grandes,hay que empezar por pequeños cambios dentro del sistema.


S: ¿Anarquista o minarquista? ¿Te has mirado bien al espejo?

Cuende: Anarquista, no creo que ningún tipo de estado deba existir. Al igual que Noam Chomsky, pienso que para alcanzar pequeños cambios a corto plazo se debe usar el sistema ya existente.


S: ¿Te leerías el programa del partido antes de votarles?

Cuende: ¡Claro! Creo que es importante informarse. Es como comparar entre distintos productos a la hora de comprar. Sólo que esto no se queda en una decisión individual, sino que tiene consecuencias a gran escala. Por ello, me fascina la gente que haciendo gala de su profunda ignorancia vota al PPSOE. [Nota para residentes fuera de España: el PPSOE es el apodo que reciben ahora de forma conjunta, los dos grandes partidos: PP y PSOE]


S: ¿Entonces te leíste el programa del Partido Pirata antes de darles tu voto? ¿Qué fue lo que más te gusto del mismo y lo que menos?

Cuende: ¡Sí! Claro que lo leí. Lo que más me seduce del programa es la democracia directa. 
Lo que menos... ¡que no lo conoce nadie!


S: ¿Qué pasaría en un sistema anarquista/sin estado con un asunto como un problema de salud tipo un brote de ébola?

Cuende: Nada en particular. El anarquismo no es anarquía, se crearían organizaciones y se lucharía contra este tipo de cosas, aunque de una forma mucho más descentralizada.


S: ¿Qué hace un sistema, entiendo que sin una "autoridad o desgobierno central" ante algo así?

Cuende: Siempre lo digo: depende. 
El anarquismo no es un sistema definido con puntos y comas, y menos el que yo defiendo. Es simplemente un marco ideológico, pero no define cómo debes gestionar tu comunidad o qué hacer
en determinados casos.


S: Vale. Pero cuando no hay “estado”, ¿cómo se gestionaría algo así?

Cuende: Habría investigadores, que se coordinarían de manera descentralizada usando Internet. Todas las comunidades estarían conectadas, así que sabrían lo que ocurre y podrían luchar contra ello y cooperar, o no.



“Falta determinación : 
falta chocar contra todo el sistema,
salirte de él y poder elegir tu camino.”


S: Al documentarme sobre ti te he leído decir que para que algo salga bien sólo hace falta que se junten unos cracks con un objetivo común, buen rollo, pizza y bebida energética. ¿No es una combinación difícil de manejar, cuando los cracks en general sois personalidades muy individualistas?

Cuende: Sí, es muy complicado. La palabra crack casi lleva la palabra ego implícita, y hay muy pocos casos en los que no sea así. Lo interesante es cuando una serie de cracks se dan cuenta de que pueden crear algo exponencialmente mejor si trabajan juntos. 
A veces hay que dejar a lado el ego y estar de igual a igual con personas que te pueden aportar mucho, sobre todo si puedes aprender de ellas.


S: ¿Y qué os pasa con la puñetera cafeína a los hackers que tanto os gusta a algunos?
¿Conoces los riesgos del consumo de esas bebidas energéticas?

Pues que hacemos muchos hackathones y hay que mantenerse despierto, supongo! 
Sí, conozco muy bien los riesgos, de hecho no tomo café y las bebidas energéticas quedan reservadas sólo para ocasiones muy especiales.
También soy fan de la cerveza, sobre todo la 0'0 (sin alcohol).




S: Conozco muchos hackers que prefieren el cannabis y otros la cerveza con alcohol y que no usan cafeína, pero ya puestos... ¿qué opinión te merece el régimen de prohibición sobre las drogas?

Cuende: Defiendo la liberalización de las drogas - no tiene sentido prohibir sólo por "proteger". 
No me gusta que los gobiernos piensen por sus ciudadanos. 
¿Cuándo le he dado yo al gobierno la libre elección de inhabilitar mi cerebro?


S: ¿Qué te resultaba más sencillo comprar con 17 años, whisky o cannabis?

Cuende: La verdad es que nunca he consumido ni whisky ni cannabis -aunque sí he probado el alcohol- así que no te puedo decir. Lo que sí que veo es que comprar alcohol es tremendamente sencillo, mientras que otras sustancias igual de peligrosas para la salud están bastante perseguidas. Hay mucho lobby detrás. 


S: ¿Qué opinión te merece un lugar como Silk Road? ¿Conoces el currículo de Ross Ulbricht, el joven acusado de montar el primer Silk Road que los USA van a juzgar en breve?

Cuende: Me parece genial Silk Road. 
Sí, conozco el caso de Ulbricht. El gobierno siempre querrá frenar este tipo de lugares en la red. 
No interesa que cualquiera pueda adquirir drogas o armas. Si todo el mundo tuviera un arma, podría haber revueltas mucho más grandes de las que hay ahora. 

Hoy en día haces una manifestación, e incluso teóricamente debes pedir permiso antes, lo cual es de dictadura total.  Y todo se acaba cuando llegan los cuerpos opresores del estado con sus porras y pistolas. Pero, ¿y si los manifestantes tuvieran porras y pistolas también? Seguro que ningún opresor se atrevería a pegar un porrazo a pobres señoras o a abrir la cabeza a inocentes niños. Comprar drogas, armas, libros; la libertad equilibra la balanza de poder y ellos no quieren.


S: ¿Cómo valoras tú la capacidad de ser anónimo en internet cuando así se desea? 

Cuende: Es genial. Poder abrir Tor y que nadie ni nada pueda saber quién eres de verdad me parece maravilloso. Sí, tiene usos que me parecen deleznables (pornografía infantil, por ejemplo) pero también permite que un nuevo abanico de revoluciones sociales ocurran. Siempre están los típicos que no tienen ni idea de Internet hablando de que no debería ser posible ser anónimo porque se pueden hacer cosas "negativas".

La pregunta es: ¿qué es negativo y qué positivo? ¿Quiénes son los gobiernos para imponer sus
reglas morales como el estándar a obedecer?


S: ¿Cuándo fue la primera vez que escuchaste hablar del Bitcoin?

Cuende: Creo que en 2011... pero tampoco le dediqué mucho tiempo, me pareció curioso pero sin más. Hasta que pasaron un par de años y leí el paper, y desde entonces soy un fan total.


S: ¿Cuándo fue la primera vez que adquiriste BTC? ¿Cómo? ¿Has minado o eres minero?

Cuende: Finales de 2012 si mal no recuerdo. No, nunca he minado, excepto cuando estuve tonteando un poco con Bitcoin en 2011. Mis primeros Bitcoins los compré en Bitstamp. 


S: ¿Qué fue lo primero que adquiriste o pagaste con BTC?

Cuende: No recuerdo muy bien si te digo la verdad... sé que cuando estaba trasteando con Bitcoin en 2011 hice algunas pruebas con los pocos servicios que había en aquella época, pero ya algunos ni existirán.


S: Como conocedor del Bitcoin a fondo y programador... ¿dirías que es la creación de una persona o de un grupo de personas? ¿Es Satoshi Nakamoto una persona sólo o son un grupo de personas bajo un apodo?

Cuende: La verdad es que no lo tengo nada claro... lo más normal sería que fuese un equipo, porque el trabajo es impresionante y desarrollar todo esto sólo siendo una persona es una locura. Pero luego miras el código de la primera release e indica más bien que ha sido una persona.
Pero ya sabes, siempre se puede jugar mucho... puedes hacer parecer que ha sido sólo una persona para ocultar que ha sido un equipo, y viceversa :)


S: Sin la existencia de Bitcoin, Silk Road y similares no hubiera podido desarrollarse? ¿Qué crees que pasará, ahora que el bitcoin existe? ¿Qué puertas nos ha abierto?

Cuende: Es un nuevo mundo. Puede ser el fin de los estados si nosotros queremos.
¿Qué ocurre si todos usamos Bitcoin? Los estados no recibirían impuestos, y acabarían disminuyendo su poder contra la población.

Bitcoin es la herramienta que faltaba para poder llegar a un mundo de comunidades autogestionadas distribuidas. Internet + Bitcoin es el mix perfecto. Pero hay un problema, y es que Internet puede ser tirado abajo por el sistema, aunque no les interese ya que casi dependen de él hoy en día. Y también pueden atacar Bitcoin. Una empresa como Nvidia podría dictar lo que ocurre en la red Bitcoin si quisiera meterse en el tema.


S: Supongo que conoces los mercados P2P que están ahora mismo como beta, ya con alguna venta de tipo testing y alguna cosilla más: OpenBazaar y BitXBay. Algunos dicen que son mercados que sólo tienen el uso de vender bienes ilegales, pero otros dicen que su potencial es enorme. ¿Qué futuro les ves?

Cuende: No creo que su única finalidad sea la venta de productos ilegales. Lo descentralizado nos da libertad. Nos da la libertad de no tener que depender de una empresa o un gobierno. Creo que mucha gente por lo general no se dan cuenta de lo mucho que la libertad importa.




“Cada vez leemos menos.
Leemos tuits de 140 caracteres 
y nos cuesta leer un libro de 500 páginas”.


S: Me gusta tu idea de que los profesores sean asistentes de la formación del educando en lugar de ser líderes de su educación pero, ¿qué pasa con todos aquellos que se ven forzados a ocupar el mismo aula pero que no desean estar allí?

Cuende: ¿Te refieres a los profesores o a los alumnos?


S: Entiendo ambos lados. Entiendo un maestro o profesor frustrado con un grupo que no tiene interés alguno salvo excepciones que, como en tu caso, se aburren hasta morir. ¿Entonces qué hacer con ellos?

Cuende: Con los profesores, convertirles en advisors, tutores que puedan estar ahí ante alguna inquietud de sus alumnos. Con los alumnos, creo que darles un papel activo donde sean ellos mismos los que decidan qué aprender, cómo y cuándo, usando los recursos comunes de las escuelas y el trabajo en equipo.


S: He visto profesores de 65 años y 40 de experiencia sufrir depresiones por tener que suspender a todo un curso mientras en otra clase del mismo nivel había sólo uno o dos suspensos: eso apuntaba al alumnado en vez de al profesor. Pero también en he visto futuros maestros en 2º curso en la universidad, que no sabían lo que era la ONU.
¿Cómo se sale -pragmáticamente- de ese punto?

Cuende: Yo directamente pararía todo tipo de educación formal y de títulos estandarizados y dejaría que el sector se auto-regulase. Surgirían bastantes cooperativas educativas con distintas formas de educar, y también empresas a las que les importaría que sus clientes (alumnos) estuviesen bien contentos. Me gusta la educación pública porque cualquiera puede acceder a ella, pero su estado actual es como para declarar el estado de sitio.

Otra cosa que deberíamos hacer sería no atontar a nuestra juventud con el fútbol, la Play y Justin Bieber. Pero claro, si se divirtiesen aprendiendo no se meterían a perder el tiempo así.


S: ¿Sí tuvieras un hermano de 12 años, por ejemplo, a punto de entrar en el instituto a hacer la ESO, qué le dirías? ¿Qué consejo le darías?

Cuende: Tengo dos hermanas más mayores, así que siempre he sido el pequeño, pero le diría que, si no está a gusto, no está obligado a ir. Si algún día me dice que no quiere ir porque se vaya a aburrir, o simplemente porque tenga que madrugar y le moleste, le dejaría que se quedara en casa e hiciera cosas más productivas con su vida.
La verdad es que de hecho, si tengo hijos, pienso o llevarlos a una escuela con un planteamiento completamente distinto o hacer homeschooling [no escolarizarles y educarles en casa]




“Una vez que se le echa cara a la vida
 en general, en todos los aspectos, 
todo te va bastante mejor”.


S: Oyéndote hablar con esa seguridad puede que a muchos les suenes audaz, pero seguro que a otros cuantos les sonarías prepotente. Ponte en la situación de que alguien te dijera, por ejemplo, ¿quién coño eres tú para opinar con esa ligereza sobre tener armas o usar drogas, si no has tenido armas ni has usado drogas?

Cuende: Bueno, se llama argumentar. No hay por qué haber vivido algo para opinar, simplemente hay que conocerlo y tener un poco de cabeza y abstracción.


S: La abstracción ayuda a planificar y prever, a imaginar, pero el mundo no es una ecuación predecible. ¿Quién eres tú para decir que no hace falta haber vivido, si no has vivido aún? ¿Cómo puedes estar tan seguro de cosas que reconoces no conocer, como las drogas o las armas?

Cuende: Lo mismo que lo anterior. Claro que las conozco, pero no he querido vivirlas porque simplemente no he tenido la necesidad o he decidido no hacerlo. 


S: ¿No te has planteado que hay cierta artificialidad en tu discurso en ese aspecto al menos? ¿O que la gente lo puede percibir así?

Cuende: La gente lo puede percibir así, es cierto. Pero es un riesgo que debo correr para dar a conocer mis ideas.




S: ¿Qué opinas de lo que como realidad se nos sirve en los medios de masas como la televisión, radio y grandes periódicos? ¿Cómo pasamos del affair de la Gripe-A al del Ébola? ¿Cómo saltamos de la Guerra del Golfo con Sadam a ISIS?

Cuende: La verdad es que no creo en casualidades, y me hacen mucha gracia las casualidades mediáticas. La forma en la que siempre las noticias son creadas para fortalecer la opinión pública del sistema, o incluso noticias de movimientos alternativos son publicitadas con el objetivo de formar una ilusión de libertad.


S: ¿Cómo ves la evolución de la sociedad en el plazo medio-largo de 10 ó 20 años?

Cuende: La sociedad actual puede tomar dos caminos en las próximas décadas: convertirse en una sociedad libre, donde todo poder esté justificado, o convertirse en una distopía completamente totalitaria y dirigida por gobiernos y multinacionales.


S: ¿Y de las dos opciones, cuál es tu previsión sobre la más probable?

Cuende: Soy algo pesimista... pero creo que debemos hacer algo para no acabar en una completa distopía.


S: En un momento has dicho que lo que pudiera creer la gente de ti era un riesgo que “debías correr para dar a conocer tus ideas”. ¿Compensa abrirse tanto ante un público desconocido y que juzga duramente e incluso premia la mediocridad? ¿De verdad quieres ser tan transparente en esos aspectos? ¿No temes que algo de todo lo que dices acabé volviéndose contra ti en el futuro?

Cuende: Es una buena pregunta. Lo he pensado a veces. ¿Conviene tanto dar a conocer cómo de verdad pienso? De momento creo que sí, que puede hacer que otros piensen parecido.

Algún día algo de lo que he dicho se volverá en contra mío, seguro, pero al final el haberlo dicho merece más la pena que todos los perjuicios que me pueda ocasionar.

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Muchas gracias por la entrevista, Cuende. ;)

lunes, 16 de febrero de 2015

Holanda y el cannabis: la rebelión de Heerlen

Este texto fue publicado en la Revista Yerba.
Esperamos que os guste.

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Amsterdam se rebela.



Amsterdam... ¿qué te dice la palabra cuando la escuchas?

A la mayoría de nosotros, la alusión a Amsterdam es la alusión a un reino mágico donde las leyes de un mundo que no era capaz de entender algo tan inofensivo como el cannabis se veían hechas papel mojado. Es la ciudad de los sueños para muchos, donde incontables (cada vez menos) coffee-shops ponían a tu disposición las más exquisitas variedades de marihuana y de hashís, a precios también bastante exquisitos. De hecho esto era algo que pasaba en todo Holanda, prácticamente hasta hace pocos años. 

Otras ciudades, fronterizas con países donde la adquisición y tenencia de cannabis no está tolerada, tenían el mismo sistema implantado y servían de mercado de abastos para todos los fumadores de las zonas cercanas. Fue así hasta que la presión política internacional hizo que empezasen a cambiar las cosas a peor, y las exigencias al gobierno holandés hicieron de lo que había sido una buena política de drogas, una extraña situación con grandes diferencias en las distintas ciudades del país.





¿Cómo se gestó todo esto? ¿Por qué Amsterdam es distinto?
En los finales de los años 60 en Amsterdam y otras ciudades se desarrolló el movimiento Provo, que era una respuesta contracultural no violenta a un sistema opresor. Las influencias de los Provo venían desde el anarquismo al dadaismo pasando por el Marqués de Sade o Marcuse.

El panorama entonces no tenía mucho que ver con el actual, porque aún no se había establecido una guerra abierta (como fundó Nixon) contra las drogas, y aunque existían leyes, buscaban más evitar el gran tráfico y la delincuencia asociada que criminalizar al individuo, pero la tendencia estaba en cambio. Una de las grandes acciones que los Provos hicieron fue la de provocar a la policía y conseguir que les arrestasen por fumar té, manzanilla, heno, o cualquier hierba legal para demostrar la absoluta falta de conocimiento de los legisladores sobre el tema del cannabis. Y lo consiguieron: consiguieron arrestos que tenían que ser desechados por no haber cometido ningún delito con la consiguiente vergüenza para las fuerzas de la policía, que realmente no tenían ni puñetera idea del tema. También fueron los primeros en abrir un lugar que vendía marihuana, conocido como “Afrikaanse Druk Stoor”.

En los años 70, algunos responsables de grandes salas de conciertos y discotecas, empezaron a encargar de la venta de drogas a personas de confianza, para evitar problemas con material adulterado, de baja calidad y mejorar la experiencia del cliente que acudía, siempre, a disfrutar de la libertad reinante.

Los ciudadanos de Amsterdam, así como sus autoridades, se dieron cuenta de que el modelo era menos malo que el de tener “camellos callejeros” aunque resultaba obvio que no era algo legal, pero que resultaba preferible. Así fue calando la idea de que un cierto control y permisividad con drogas que no eran especialmente peligrosas o dañinas resultaba beneficiosa para toda la comunidad. Amsterdam ha sido un puerto de importancia mundial, y a lo largo de su historia han conocido las prohibiciones y gravámenes que han estado ligados a las drogas (café, té, tabaco, cannabis, opio) pero al mismo tiempo, su privilegiada situación en el comercio naval del planeta, les abastecía con una gran variedad de bienes extranjeros.

Esa historia de contacto con personas de otras culturas a través del comercio naval, tiene buena parte de la responsabilidad de que Amsterdam sea distinta, una ciudad con espíritu propio y del que se sienten orgullosos sus habitantes, con toda razón.


Tiempos modernos.

Hemos vivido décadas con el modelo holandés para el cannabis funcionando sin dar problemas, y con claras muestras de que su política de drogas era la mejor del continente europeo y, en algunos momentos, del mundo entero. Todos los que hemos viajado a Amsterdam sabemos que comprar marihuana o hashís, o incluso fumarlo tranquilamente en la calle, no genera ningún problema con la policía. De hecho, el cambio tuvo que ser intenso para el cuerpo, porque ahora mismo su reacción ante las drogas mientras sean en cantidades de consumo y no de tráfico, es nula. 

Cuando paseas por los canales de Amsterdam, no ves venir muchas veces a la policía porque se desplazan el bicicleta. Hace años pude comprobar, con unos amigos ingleses, cómo esto era así: paseando iban a tomarse un par de pastillas de MDMA y en el momento en que el que las llevaba sacó la bolsa con ellas, un policía en bicicleta torció la esquina y les pilló en el acto.

Ellos se asustaron, porque en cualquier país eso sería un problema. Pero el policía sólo quería comprobar que esas pastillas no eran para la venta y que lo que había podido ver no era un intento de venta. Comprobó los pasaportes, nos preguntó qué hacíamos y para qué eran las pastillas, y cuando se vio satisfecho comprobando que no éramos más que turistas disfrutando, nos devolvió las drogas y se marchó dándonos los buenos días, y aconsejándonos dejar en el hotel lo que no fuéramos a consumir en el momento, para evitar problemas. ¿Un policía devolviéndonos las drogas que nos ha pillado y deseándonos un buen día? Sí, eso es Amsterdam.

Cuando volví al hotel, yo solo porque mis amigos se habían ido de fiesta en pleno subidón del MDMA, tuve la oportunidad de hablar con la encargada del mismo. En realidad el hotel era un cubículo, bien acondicionado pero sin ningún lujo, donde la gente pagaba por estar en pleno Red Light District o Barrio Rojo e iban a fumar cannabis con la libertad que no tenían en sus países de origen

Le conté mi reciente experiencia con la policía, y cómo me había sorprendido que, tratándose de drogas distintas a las vendidas “legalmente” en los lugares permitidos, nos las devolvieran y no supusiera un problema para nadie, hecho que en mi país hubiera acabado con una mala tarde para los intervenidos.

La mujer, una señora de cerca de 60 años, cansada de ver fumetas y más fumetas todos los días en su trabajo (dudo que viera alguien que no fuera un fumeta empedernido, como poco) tuvo la amabilidad de explicarme que los ciudadanos de Amsterdam se sienten tremendamente orgullosos de una palabra que consideran que les define: TOLERANCIA.





Ellos no aspiran a que todo el mundo viva de acuerdo a sus normas, sino a que todo el mundo pueda convivir sin tener que regularse constantemente por legislación impuesta, cuando es algo innecesario. Me explicó que ellos conocían el cannabis muy bien, y que como yo mismo podía observar en el Barrio Rojo, los problemas que se veían no eran por consumo de drogas ilegales sino por consumo de alcohol. Era cierto: los únicos gritos, movimientos bruscos, algaradas y jaleos que se escuchaban en aquellas calles, eran hordas de guiris (de todos los países) que se movían en manadas y que bebían más que hablaban. El triste espectáculo de ver a una piara de 10 borrachos de un mismo grupito haciendo cola para poder entrar unos minutos con la prostituta más llamativa de la zona, mientras lanzaban gritos jaleando a quién ya había accedido a la copula -previo pago- con la meretriz deseada. No eran los porros, era el alcohol. Muy cierto.

Me explicó lo que ya sabíamos por lo que leíamos del allí: que la tasa de consumo de drogas y alcohol en la juventud de su ciudad era mucho más baja que la de cualquier país, y que eso mostraba como una “política de tolerancia” en la que se obviaban algunas leyes para hacer más fácil la vida de las personas cuando no había daños a terceros, era la opción más inteligente. Pero no sólo en el cannabis, sino en otros muchos aspectos también. Así, en aquel momento, se podía comprar 2C-B en el mercadillo de flores (por ejemplo) y otras drogas hoy prohibidas en la Smart-Shops que había por toda la ciudad. Y lo hacían con publicidad, no se escondían, y te informaban adecuadamente sobre la sustancia, dosis, usos y efectuaban una labor de reducción de riesgos en el consumo de drogas que, realmente, es impensable en los camellos instalados en el mercado negro. Y eso repercutía positivamente a la hora de tratar con los problemas que se pudieran derivar del uso de drogas, abordados lejos de un enfoque criminal.

Eso resultaba fácil de comprender cuando se trataba de drogas que aún no habían sido prohibidas internacionalmente, como ocurrió con la MDMA hasta que se prohibió, o con la 2C-B y otras sustancias de nuevo cuño. ¿Pero cómo podía Holanda saltarse los tratados firmados sobre drogas a nivel mundial? No lo hacían.

Las mismas leyes que regulan el cannabis en España están vigentes a nivel nacional en Holanda. Existe una prohibición sobre la sustancia y su producción no destinada a usos médicos o científicos, pero sin denunciar esa ley, los habitantes de la tolerante Amsterdam prefirieron, dentro del marco de las competencias locales que la estructura legal en el país les otorga, enfocar el asunto de otra forma. Respetarían la prohibición internacional y no serían productores de cannabis, pero no castigarían la tenencia de pequeñas cantidades destinadas al consumo personal. Al mismo tiempo decidieron no perseguir la venta de esas pequeñas cantidades, y fijaron unos límites en los que no les interesaba actuar, porque los costes eran mayores que los beneficios.

De esos límites se extrapolaron las “leyes no escritas” que regían los puntos de venta o Coffee-Shop, por los que si no querían ser acusados de tráfico, no podían superar la posesión de cierta cantidad (en aquel momento eran 500 gramos) y las ventas no podían superar los 5 gramos por persona y día, pero sin que existiera una fiscalización real del asunto. Dejaron rodar la pelota y se terminó consolidando el sistema, que prácticamente sacaba a los usuarios de cannabis de todo contacto criminal, y siendo la droga ilegal más consumida resultó ser un acierto. Pero las leyes nacionales, de aplicación sólo donde otras locales no las suavizaban, siguieron vigentes con la prohibición en los mismos términos que otros países firmaron en su día.

Como yo le comenté a mi interlocutora, existía una cierta doble moral en esa forma de proceder ya que si resultaba mejor no prohibirlo, mantener una prohibición a otros niveles superiores era algo obviamente errado. Me dio la razón, pero me volvió a recordar la importancia de las decisiones locales en su país, donde la democracia se vive de otra forma y se respeta con tolerancia al diferente y al discrepante.


La situación a día de hoy.

La realidad del comercio de cannabis en Amsterdam tiene un fallo principal: las leyes no permiten el cultivo y producción, por lo que la sustancia debe llegar a los puntos de venta sin un camino legal, ya que no existe. De esa forma llegan variedades de hashís de distintas partes del mundo (a través del narcotráfico) y existe una demanda de marihuana que se abastece desde distintos puntos de Europa, siendo España uno de los más relevantes con grandes cultivos que están destinados a abastecer aquel mercado, sin que se desvíe ni un gramo en el lugar de producción, por razones de seguridad y por razones de precio: esa legalidad mixta hace que los precios allí sean más altos que en otras partes de Europa.

Tuve la ocasión de preguntar a un par de encargados de Coffee-Shop cómo hacían, ya que resultaba obvio que en una mañana, en muchos de ellos, se vendía más de medio kilo de yerba. Muchas personas van a desayunar y a la vez a coger su cannabis como quien compra tabaco en España y las cuentas no salían. Así me explicaron y pude observar, como el abastecimiento de esos locales está asegurado y a un ritmo constante: pude observar como en uno de los locales mejor situados del Barrio Rojo se recibía cada 3 horas la visita de un coche de alta gama, del que bajaba un hombre con un paquete (sin el menor intento de esconderlo) y entraba al establecimiento, lo entregaba al camarero o dependiente, y se iba como si fuera lo más normal. Varias veces al día. Obviamente ese cannabis viene de un cultivo ilegal y escondido en Holanda o del tráfico internacional de drogas, lo cual es una incongruencia a varios niveles, desde el criminal al económico.







El avance de la presión prohibicionista hizo a Holanda tener que plantear medidas más duras, para igualarse con sus vecinos, de manera que se empezaron a cerrar establecimientos y a restringir más la apertura de los mismos. Aunque en Amsterdam es todavía posible a los turistas comprar cannabis en los Coffee-Shop, esto es algo que podría cambiar, ya que el modelo que se les plantea de cara al futuro es el de los Clubs Sociales de Cannabis o CSC, con condición de membresía limitada a 2000 miembros residentes y reglada por ley. 

Eso redundará en una pérdida de ingresos al vetar la venta a los extranjeros y de la afluencia de turistas que sufre la ciudad. Para muchos, esos turistas acuden por los museos. Para otros, por el sexo legal con prostitutas, pero para muchos más la razón de ir a visitar Amsterdam pasa invariablemente por los Coffee-Shop, y ese ese caudal de dinero -no sólo en drogas sino en servicios, hoteles, hostelería y todo lo asociado al turismo- lo perderían para entregarlo a las mafias.


La rebelión de Heerlen.

Heerlen es una ciudad a menos de 200 kms de Amsterdam, que se ha posicionado también -junto con otros 55 ayuntamientos holandeses- a favor de permitir el cultivo de cannabis para uso interno. Amsterdam ha aceptado experimentar nuevas regulaciones que afecten al cultivo para la venta a Coffee-Shops. Esto ha ocurrido por el fuerte conflicto entre las políticas centrales y las locales y ha sido espoleado por la sentencia de un tribunal de Groningen, que absolvía a dos cultivadores de un delito contra la salud pública por producción de estupefacientes, argumentando que la realidad de la venta legalmente no sancionada en establecimientos conocidos que no tienen una fuente de abastecimiento regulada, es surrealista y sólo favorece a quienes se encuentran fuera de ley.

La sentencia abre la puerta a una serie de nueva posibilidades que los ciudadanos deben plantearse, al decir textualmente que: “El que se tolere la venta de droga blanda en los 'coffeeshops' implica que éstos necesitan ser suministrados y que se practique el cultivo, siempre y cuando se haga en favor de ese suministro. La política no aclara cómo debe ser ese suministro”





De esta forma se pretende cerrar el círculo de la producción y venta de cannabis dentro del país, evitando la interacción con grupos criminales y la pérdida de ingresos, y al mismo tiempo implicar de una forma más directa a los futuros CSC o Coffee-Shop en todo lo que es la reducción de riesgos en el uso de cannabis, haciéndoles formar parte de un sistema que tolera, pero educa sobre los riesgos y sus consecuencias de mano del propio vendedor. Al fin y al cabo son los primeros interesados en que sus clientes estén satisfechos y no tengan problemas, y dentro de esta idea ya había varios lugares que ofrecían desde análisis realizados a sus variedades de cannabis a microscopios y lupas especiales para poder observar la perfecta maduración -o no- de los tricomas cargados de deliciosa resina. 

Asimismo en muchos de estos lugares se pueden encontrar avisos para novatos y turistas, advirtiendo de que el cannabis no es un juguete por ser “legal” y de cómo capear un mal rato, de su duración y de las mejores formas de disfrutar del producto sin malos rollos.

El rostro más visible de esta nuevo movilización es Paul Depla, alcalde de Heerlen y quien ha echado en cara al gobierno el fracaso absoluto de sus políticas represivas en materia de drogas y se ha propuesto acabar con lo que se ha dado en llamar “la puerta trasera de los coffee-shop” aunque sea bien visible para cualquiera. Armado con la razón, la sentencia del tribunal reconociendo la necesidad de abastecimiento legal y con los otros 54 ayuntamientos firmantes a su lado, está plantando batalla en el reino del cannabis “casi-legal” para poder sacar del circuito a aquellos fuera de la ley.

Con la idea muy clara Depla afirma sin rubor que “cuando se regula la producción de cannabis, se puede crear un sistema cerrado. Un sistema desde la producción hacia la venta y finalmente, de compra de cannabis. Ya no necesitas de un mercado ilegal” con lo que las preocupaciones y quejas de los países vecinos por la distinta disponibilidad del cannabis se verían atenuadas ya que sólo productores con permiso oficial podrían cultivar y vender cannabis a los Coffee-Shop, y estos sólo podrían comprar los productos generados por estas empresas de nuevo cuño, permitiendo un control absoluto de la producción y distribución que evite que el 80% del cannabis producido en Holanda se venda a terceros países.





Los movimientos en la política de drogas han sido siempre pasos de tortuga dados con dificultad, pero tal vez con los nuevos aires que corren en torno al cannabis, pronto podamos ver en Europa un modelo sostenible y legal, de producción y venta de cannabis y derivados, que pueda ser exportado a otros lugares dentro del cambio previsible en las políticas represivas que hasta ahora han sido la norma en todo el planeta. Parece que la evidencia acaba siendo tan pesada y tan obvia, que no queda más remedio que asumirla: al narcotráfico y al crimen no se le quita el negocio con nuevas leyes que violar, sino tomando su mercado de forma que no pueda competir en él. 

Esa parece ser la apuesta de Heerlen y de otros 54 ayuntamientos en Holanda, a los que deseamos la mejor de las suertes implantando esta medida que mejorará la economía local y apartará a mafias, bien sea dentro del modelo de CSC o del anterior esquema basado en Coffee-Shop: el tiempo nos lo dirá.