domingo, 19 de noviembre de 2017

Balada triste de Trumperte.

Balada triste de Trumperte.

La noche prometía. Aunque apenas hacía unas horas de su primer cruce de miradas, ya estaban en un lugar público compartiendo una mesa. Y a pesar de lo que los cánones de la decencia (al menos en apariencia) ordenan, las razones del corazón desbordan los límites habituales, si se les da el sendero adecuado en el que se pueden expresar. Había química entre ellos dos y no tenían por qué ocultarlo: se gustaban, y ambos lo sabían desde que habían oído hablar el uno del otro.



Cuando dos almas gemelas se encuentran, bien en el campo del amor o bien en el campo de la amistad (y sus difusos límites), se producen situaciones embriagadoras que son desatadas por gestos y mensajes que, a pesar de darse a la vista de todo el mundo, son incomprensibles para casi todos. ¿Por qué? Porque es el raro azar de que encontremos alguien que piensa, siente y actúa como nos gustaría actuar a nosotros: estadísticamente una improbabilidad para la inmensa mayoría. Pero ellos habían sido bendecidos con la fortuna de compartir -de forma consciente- el mismo espacio y tiempo, esta noche ambos congregados compartiendo una mesa como forma de seducción mutua.

Entonces el camarero se acercó al invitado para rellenar su copa, y en ese momento se inició la secuencia: le preguntó -cortésmente- si podía pedirle a los músicos que tocasen su canción. El camarero -que tenía orden de complacer a los invitados en cualquier deseo que tuvieran- comunicó a la banda dicha preferencia, para que la incluyeran como siguiente canción a tocar.

Volvió a la mesa y sirvió al resto de invitados, terminando en el anfitrión. En ese momento, Rodrigo, que se había dado cuenta de la petición musical, le dijo algo al oído al camarero e inmediatamente empezó a darle voces por haberle manchado la camisa con algo que portaba en la bandeja. El camarero salió disparado de allí y Rodrigo se disculpó para ausentarse a cambiar la camisa manchada y ponerse una limpia.

La canción que sonaba estaba a punto de terminar y -cosas del destino- a pesar de que el siguiente tema que la banda tocaría, lo había pedido “con toda la intención posible” para que fuera escuchado por Rodrigo a su lado, eso no iba a suceder en esa noche de miradas a 30 centímetros de distancia. Sentado en la mesa, esperando la vuelta de su anfitrión esa noche, no era capaz de separar su vista de la puerta por la que había salido dejando un varonil rastro a “Brummel” (para hombres que dejan huella) que le recordaba a su padre.

La banda comenzó con los acordes del tema que había pedido, pero él no separaba la vista de la puerta. Sus ojos, como los de un niño que se da cuenta de que aquello que tanto deseaba no iba a poder ser, empezaban a enrojecerse y humedecerse. Cogió el móvil un segundo y tuiteó algo, sólo para ocultar su rostro mientras empezasen a cantar aquella letra (por si se le escapaba una lágrima).

Y entonces sonaron los versos:
“Bésame.... bésame mucho....”

Donald levantó de golpe la cabeza, como si se hubiera disparado un muelle de 50 metros marca ACME en su cuello.

“...como si fuera esta noche.... la última vez....”

Y al girarse, allí estaba Rodrigo -subido al escenario- declamándole sus sentimientos delante de toda la nación y de todo el planeta, veladamente escondidos dentro de un gesto protocolario que, por suerte, en la zona asiática -donde se encontraban- era muy común entre amigos y amantes. Nadie podría señalarle por haber cantado una canción clásica -que todo el mundo conoce- aunque lo hubiera hecho entregándole su corazón a aquel hombre mayor ante el país que gobernaba, con sus manos chorreando sangre...




Habían tenido que pasar muchos años y salvar miles de kilómetros de distancia pero, al fin, Rodrigo y Donald estaban juntos en esa noche soñada donde ya lo único que importaba eran la libertad y deseos de esos dos seres: el mundo era suyo y nadie podía arrebatárselo.

Esto, bonito cuento o historieta de sentimientos entre dos varones que podemos ver en la prensa internacional ahora mismo, es la imagen más arrebatadora del encuentro entre Donald Trump como invitado y Rodrigo “ASESINO” Duterte como anfitrión.

Por si algún despistado me dice que por qué insulto a “Rodri”, le recordaré que él mismo ha contado varios asesinatos cometidos por su persona. Y de distintos colores: ha matado a una persona a puñaladas cuando era adolescente por “malas razones”, pero de adulto lo ha compensado “enseñando a sus policías -personalmente- cómo se mata”, ejecutando él mismo a víctimas desarmadas y sin juicio alguno. Que yo tenga claro, ya lleva dos ocasiones al menos en que ante la prensa internacional cuenta cómo ha matado a alguna persona. Aunque “Rodri” no se corta y cuando le gusta algo, lo dice y no se anda con tonterías.

¿Que el cadáver desnudo de una monja (violada por un montón de presos en un motín en una cárcel bajo tu control) te pone cachondo? ¿Acaso hace daño a alguien eso? Mejor comentar subido a un escenario y grabado por el público, que cuando viste el cadáver de la monja te dio pena y tal por eso de la violación en masa, pero que viendo lo buena que estaba la monjita (“parecía una actriz de USA”) el primero que la tenía que haber violado era él, que para algo era el que mandaba la prisión!! 

Vaya desconsideración por parte de los presos amotinados y de la monja, no haber ofrecido el primer puesto como violador a Duterte...eh? Ya no hay respeto por los mayores.

Pero esas cosas las hizo cuando no era presidente de Filipinas. Organizar escuadrones de la muerte y esas cosas son pecadillos de juventud, que no deberíamos tener en cuenta. Ahora, ya presidente, lleva la asombrosa cifra de 12.000muertos sin juicio, ejecutados por la policía actuando como paramilitares. Esa es su “política de drogas” y le ha servido de mucho, ya que con esa excusa ha podido exterminar a familias completas de rivales políticos (debe ser que todo está manchado por la droga) y a todo aquel que le ha dado la gana.

A tal punto llegó la cosa que la propia vicepresidenta del país -en un gesto que le supone jugarse la vida- denunció ante el mundo que se estaba llevando a cabo una práctica conocida como “Palit-Ulo” por la que, si la policía no encontraba a quien iba buscando, se llevaban a un familiar o pareja y este corría su suerte (tortura o asesinato). De momento, nadie ha hecho nada efectivo al respecto y los asesinatos indiscriminados se siguen sucediendo en nombre de la lucha contra las drogas, en Filipinas, a pesar de que su presidente Duterte es un adicto al fentanilo: la ley del embudo, yo sí pero tú, no. Y la lleva hasta las últimas consecuencias (o eso dice) con un bíblico gesto en que asegura que matará a su propio hijo -y a su yerno (también acusado)- si se prueba que tiene que ver con drogas y con tráfico de las mismas, como parece ser.

¿Y qué cosas le unen a su nuevo gran amigo? Pues que desde que ocupó la Casa Blanca, Trump ha sido un fanboy de Duterte. Para Duterte, Obama era un mierdecillas preocupado por tonterías como los derechos humanos a quien le tuvo que poner en su sitio llamándole “hijo de puta” poco antes de una visita oficial. Antes había practicado hasta que mejoró el insulto, ya que al embajador de USA le llamó en 2016gay hijo de puta”, incluyendo el término gay -obviamente en su caso- de forma despectiva. Y Trump no. Trump llegó a la Casa Blanca y le llamó por teléfono, le dijo que todo “de puta madre y que siguiera igual”. Duterte no tardó en hacerle caso y, además, contarlo públicamente.




Se llegó a especular -tanteo a lo globo sonda- con que Duterte fuera a la Casa Blanca como invitado para el nombramiento de Trump, ya que no había muchos ilustres internacionales que quisieran estar presentes en dicha ocasión, pero la idea de tener a un asesino confeso (que está llevando a cabo una de las peores matanzas de nuestro siglo) en su foto era demasiado dura, y alguien consiguió frenar semejante disparate a tiempo.

¿Y para qué necesita Trump acercarse a semejante tarado?
Aquí hay dos puntos a tener en cuenta, de forma conjunta pero con valores que se mueven de forma independiente. El primero, lo que Trump tiene que hacer como presidente de USA a nivel internacional, de lo que dependen muchas empresas y relaciones comerciales, y ahí hará lo que le fuercen a hacer desde su propio entorno (un presidente en USA se pone o se quita por el capital sin demasiado problema, y Trump ni siquiera es un rico de verdad en un país como el suyo). Lo segundo, la forma en que hará “eso que tenga que hacer forzado”.

Mientras que cualquier presidente (da igual de qué partido) de USA -de los conocidos hasta que llegó Trump- no se hubiera dejado “manchar” de esa forma acercándose a Duterte, en el caso de Trump entra en juego el hecho de que de todos los mandatarios con los que va a verse en esta gira asiática, Duterte es sin duda el más cercano a un ser como Trump: es su alma gemela, y en él se ve reflejado.

Personalmente creo que Trump admira en secreto a Duterte, por el hecho de haber reconocido públicamente algo que, aunque Trump hubiera hecho (matar a un ser humano indefenso), no podría jamás confesar en su entorno y país. Tengo la impresión de que le ve como a un “Harry el Sucio”. Y de hecho a Duterte se le conoce en medios locales como “el Trump asiático” por su aparentemente descontrolado proceder.

La actitud de Trump, analizada a lo largo del tiempo, nos ha dado muestras de sobra de su carácter y de cómo se siente y comporta ante otras personas. Uno puede argumentar que es “escenificación política” pero Trump carece del control que sus colegas -Duterte incluido- tienen o saben impostar. Por eso hemos visto gestos tan absurdos como aquel en que apartaba de un manotazo a un presidente de un país europeo para colocarse él delante en la foto, o cómo con otros hombres era incapaz de relajarse y ser cordial, buscando siempre el enfrentamiento tipo macho alfa (con el francés Macri o con el canadiense Justin Trudeau) que ha de quedar por encima, o cómo le dejo la mano al primer ministro japonés en su visita (la cara es memorable) tras un apretón intolerable para las costumbres japonesas.

La escena que más reveladora de Trump, por el contrario, fue con una mujer: Angela Merkel. Fue un placer ver cómo -al igual que todos los hombres inseguros y débiles mentalmente se sienten nerviosos ante una mujer que no se acobarda- la presencia calmada y no confrontante de la canciller alemana le descolocaba, tanto que era incapaz de mirarle a la cara o de darle la mano (a pesar de que se lo solicitaban los periodistas presentes y de que ella, elegante y demostrando experiencia, le ofrecía la oportunidad de hacerlo).



Así que, con esos dos factores en mente (lo que ha de hacer y cómo lo hará) como vectores en el comportamiento de Trump, nos lo encontramos por una gira asiática cuyo principal objetivo es conseguir el apoyo de los líderes de la zona para armar una postura común frente a la cada vez más provocadora Corea del Norte y sus pruebas nucleares. Siendo eso lo que busca conseguirse, y sobre todo dejar impresa una imagen de dureza en la zona con declaraciones muy duras contra el dictador norcoreano. En ese juego de gestos, deberíamos enmarcar también el gesto (a mi entender, calculado) por el que Trump pierde la paciencia mientras pasea con el primer ministro japonés dando de comer a las carpas de colores, y vuelca de golpe todo el recipiente de comida sobre ellas.

Dicha imagen, para la mentalidad de muchos de aquellos países, es de una rudeza extrema en el contexto en que sucede, grabando en la cabeza de la gente la imagen de que Trump es un presidente que no tendrá demasiada contención a la hora de sopesar usar un arma nuclear contra dicho enemigo. Dicho suceso de la gira me parece una calculada imagen de la política de gestos, que encaja como un guante con la percepción pública de Trump mientras que le refuerza en USA como un tipo que ha ido y ha impuesto su voluntad sin mirar dónde.

Y ahora ya, vamos a lo que nos interesa: el asunto de las drogas y los derechos humanos en Filipinas. ¿Qué ha pasado de nuevo? Pues nada. ¿Qué iba a pasar, si estos dos tipos se juntan a cenar y uno le canta públicamente canciones de amor al otro? Despertad!!

¿Derechos humanos? ¿Ejecuciones extrajudiciales? ¿Escuadrones de la muerte? ¿Asesinatos de intercambio? ¿Apetito por las violaciones y el abuso contra las mujeres? ¿Amenazar a una periodista diciéndole que por ser periodista, si era una hija de perra, no se iba a librar de que la matasen?

Venga.... en serio,
¿Alguien creía que algo de esos se iba a tratar? ¿Quedaba alguien tan ingenuo aún?
A mí la única duda que me queda -y que nunca llegaré a saber- es si Putin se unió a la pareja en esa noche de amigotes, en que almas gemelas se agasajan y se cantan besos que se deben, para terminar, quién sabe haciendo qué, en la intimidad e impunidad de los poderosos y ricos.

¿Quién sabe? Tal vez de esta noche, uno de los dos haya quedado embarazado y en 9 meses podamos conocer al retoño: Trumperte está al caer, no lo olvidéis.




Nota extra: por si alguien tiene dudas, la historia no es de ficción: es real. Duterte cantó una canción de amor a Trump ante todo el planeta, así que id cogiendo la idea de cómo van las cosas entre ellos... :P

lunes, 2 de octubre de 2017

HODL!!

Este texto fue publicado en la web ElBitcoin.org recientemente, con ocasión de las turbulencias provocadas en el hard-fork de BitcoinCore a BitcoinCASH. Esperamos que os guste, y que os sea útil para futuras situaciones similares, que serán muchas las que veamos en el futuro de las criptomonedas (sobre todo mientras sigamos pendientes de los mercados de drogas ON LINE de la darknet donde el pago se realiza de esta forma). Una nueva forma de dinero existe, y es mejor que todo el mundo se vaya acostumbrando a ella: los que queden fuera sufrirán algo similar a lo que en otro tiempos se llamó "la brecha digital" entre quienes sabían usar un ordenador y quienes no se atrevían a encenderlo.

Recordad, ante la duda... HODL!!

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HODL!! 

Llegó el día.
Apostados en los árboles cercanos al epicentro, los pájaros más atrevidos y los más preocupados. Sobrevolando el punto los buitres, como gotas sucias de una ventisca que no cesa, y que jamás tocaban suelo. Y se escuchó el grito del hard fork en toda la selva Bitcoin…


¿Y qué pasó? Pues nada especial, lo esperable cuando nace una nueva moneda, que es poco conocida aún aunque sea la que retiene la esencia del Bitcoin de Satoshi Nakamoto: BitcoinCASH
¿Qué pasó con el lado contrario de la bifurcación? Pues tienen sus propios planes —SegWit— y destruyen con ellos lo que ha sido Bitcoin hasta ahora, aunque retengan el nombre de Bitcoin Core.
Sí, llego el momento en que la quijada se soltó de la mandíbula del animal para que la cogiera Caín y pudiera matar a Abel. Ese momento, que también hemos podido ver –y no fue para tanto– es el de todos los creyentes en SegWit y CORE, los Blockstream Boys y demás parásitos vendiendo como locos “el dinero gratis que ahora tenían gracias a BitcoinCASH”. Es decir, no han entendido nada si piensan que –ese dinero– era gratis. Y los que tienen una visión más elaborada del asunto, esperando para comprar a buen precio… ese renacido Bitcoin en BitcoinCASH.


Sí, no me importa decirlo, para que os podáis burlar de mí (cuidado, que todo lo que va… vuelve): acabo de comprar (hoy 6 de Agosto de 2017) casi 10 BitcoinCASH, obviamente post-hardfork. No lo he hecho “para apoyar a la moneda” como alguno puede creer, no es así. Si la moneda no es capaz de “tenerse por sí misma”, mi compra (y consiguiente pérdida de riqueza si me equivoco) no iba a ayudarla: no soy el gran Roger “Bitcoin Jesuschrist” Ver… ojalá!!
He comprado BitcoinCASH porque he visto la oportunidad de hacerlo a muy buen precio, como primera razón. ¿Por qué ha caído el precio desde su nacimiento? Pues no es difícil de explicar, ya que el mundo de las criptomonedas se mueve entre otras cosas por el famoso/temido “hype”, y como he dicho antes, había un montón de buitres buscando la muerte del fork de Bitcoin que salva la esencia de lo que ideó Satoshi, y por lo que yo firmé

Todos esos buitres, liderados por un extraño y advenedizo personaje conocido como Tone Vays, estaban vigilantes apostando por la caída de BitcoinCASH y vendieron a precios de saldo todos sus BitcoinCASH, en una ola mixta de imbecilidad y codicia como he visto pocas veces. Pude observarles durante largo rato en un chat en directo vía Youtube, al tal Tone Vays, a Jimmy Song (lo siento, pero el nombre siempre me hace reír, suena musical) y a un tal Vortex, que durante todo el vídeo tuvo cara de estreñido, aunque reía cuando tocaba reír. También había unos 1200 espectadores, chateando y contando sus orgasmos por el “dinero gratis” que les habían regalado: era como ver a una víctima de estafa, todavía alegre porque no se ha dado cuenta de lo que pasa y de que –en realidad– es una victima ya (de su propia codicia).

Aquí el pobre Tone Vays enfadado 
(también sus cuentas-bot, dando "likes" enfurecidamente) 
porque le recordé
 cómo había convencido a todos sus seguidores
 para vender BitcoinCASH por 200$. xD
A día de hoy -algo más de un mes después- 
su precio ya es el doble. 
Eso les pasa por creer que existe el "dinero gratis". 
Cripto-tarados...


Pasará un tiempo hasta poder saber quién fue el que obró más acertadamente en esta quimera; yo apuesto por mí, desde luego. Por mí y por todos mi amigos, como decíamos en España cuando “tocábamos casa” mientras jugábamos al escondite… ¿Y quienes son tus amigos, chiquillo?
¡¡Mis amigos son los HODLers!!
Sí mamá, lo he escrito bien aunque parece que lo he escrito mal; cosas de Internet y su peculiar sentido del humor (y de lo que no es humor). ¿Que qué son los HODLers? Pues básicamente la gente inteligente en esta historia, que son personas que ya llevan un tiempo en la Bitcoinomía y saben cómo va esto: no son presas de alegrías desmedidas ni de pánicos absurdos, saben esperar y contenerse para morder y clavar los dientes en el mejor momento… y NO VENDEN NADA!!
¿Cómo? Pero esto no iba de que BitcoinCASH es ahora el Bitcoin de verdad y que BitcoinCore o BitcoinSegWit son los malos?? Pues habrá que tirar la mala moneda por la ventana cuando antes, no???
NO.
Nosotros NO vendemos, nosotros somos HODLers!!
La primera vez que leí el término pensé que ya se había equivocado alguien, y que pretendía decir “HOLD” (aguantar, mantener, sujetar, abrazar) en lugar de HODL, pero tras mirar un rato vi que no era así o que todo Twitter estaba olvidando –de golpe– como se escribía un único verbo en inglés. Y me picó la curiosidad, ya que el término quería decir lo mismo que el correctamente escrito, pero la gente se empeñaba en ponerlo de esta forma, casi a modo de distintivo que les permitiera reconocerse entre ellos.
Hace alusión al hecho de aguantar, de no vender, de mantenerte en tu sitio porque realmente crees en ello. Ese tipo de mente, en el mundo de las criptomonedas y en especial de Bitcoin, es la mentalidad del ganador.
Pensad en todos aquellos que no vendieron sus monedas e hicieron “HODL” en la primera burbuja Bitcoin a 10 dólares, en segunda a 50 dólares, tercera a 100, a 300, a 600, a 1200, a 2400… y así sucesivamente. Todos esos HODLers ganaron más que los demás, y para darse cuenta sólo hay que mirar el precio actual –esto seguirá ocurriendo de la misma forma en el futuro, durante años– y de que la mejor opción, casi siempre, es no vender y acumular: HODLear como perros hambrientos de criptolibertad!!
Pero la pregunta original seguía sin respuesta en mi cabeza, así que me puse a rastrear el asunto y leí diferentes explicaciones. La más plausible era, aparte del obvio error tipográfico, que fuera un acrónimo del dicho “Hold On Dear Life”, que podría tener cierta congruencia semántica con el uso dado al HODL, que podría ser su acrónimo. Pero finalmente encontré la real, o la que puedo considerar acertada a día de hoy. 


Durante el “crash”de Bitcoin en el año 2013, debido a los tejemanejes del exchange MtGox, en un foro sobre Bitcoin un usuario algo cabreado se quejaba de que no era capaz de captar esos momentos de máximos y mínimos precios a lo largo del día y que, por lo tanto, no era capaz de sacar ganancias haciendo day-trading (vender y comprar en el mismo día). Este usuario, de nombre “GameKyuubi” escribió esta queja en un post en dicho foro, en un hilo que tituló “I AM HODLING.

El post en sí es un buen post, en el que alguien da su opinión –inteligente– de que para quien no sea alguien preparado para el trading, lo mejor que puede hacer con sus bitcoins y otras posibles criptomonedas, es mantenerlos a su lado. Es un gran consejo que debería ser básico, pero las ganas de ganar más dinero a veces se convierten en enemigas del objetivo buscado. E Internet hizo el resto; alguien dijo en ese mismo hilo: “Meme en 3,2,1…”
Y se hizo. Pasó a ser uno de esos términos creados al albur de una comunidad naciente –la de Bitcoin– que pisa una tierra que nadie más ha pisado aún: HIC SUNT DRACONES.
Ahora, cuando en el mundo de las criptomonedas nos encontramos con situaciones como la vivida hace unos días –y provocada por el hardfork que hemos enfrentado– en la que existe un alto volumen de ventas y compras –debido a la volatilidad de unos precios que están buscando y recalibrando su nivel– y el panorama se convierte en una piscina llena de pirañas que venden y compran buscando el dinero rápido independientemente de su calidad (BitcoinCoreSegWit vs. BitcoinCASH), el término HODL se empieza a ver en frases, tuits y memes por toda la red, en señal de que “me quedo donde estoy y no vendo nada, mucho menos mis bitcoins”. Y personalmente opino que es uno de los enfoques más inteligentes, así que HODL, HODL y HODL a tus bitcoins!!
Estos días, muchos poseedores de bitcoins tras el fork se han creído que su dinero se había multiplicado sin motivo alguno, y que ese BitcoinCASH que había aparecido en las cuentas de sus exchanges –con la misma cifra que tuvieran en bitcoins hasta ese momento– era “dinero gratis” que convenía vender cuanto antes. Esos eran los “dumpers” que han hecho que el precio bajase inicialmente, ya que si un grupo de tipos que no tienen mucha idea y capitaneados por un Youtuber que reconoce no tener ni puta idea de cuestiones esenciales, son animados a vender de forma masiva como forma de dañar a otra moneda, pueden hacerlo. Y lo han hecho: “¡dinero gratis!” gritaban mientras se desprendían del Bitcoin de mejor calidad y que respetaba la idea original de su creador, Satoshi Nakamoto.
Obviamente el dinero gratis no existe, y estos personajes han tomado el fork (un divorcio, en este caso a las malas) como algo que genera riqueza, cuando lo único que hace es mostrarla y repartirla entre las partes que se separan. Estos personajes, anti-HODLers les podríamos llamar, han hecho lo que no se debe hacer nunca: tomar parte en un divorcio por uno de los lados, sin saber realmente qué está pasando. Se han comportado como hinchas de un club de fútbol, que vendían según sus emociones del momento y que son el paradigma de un poseedor de criptomonedas que –por mucha riqueza que tenga– sigue sin entender una mierda.
Otros, nos hemos apresurado a comprar –cada uno en su medida– todos esos bitcoins de alta calidad (Bitcoin CASH) que estos “dumpers” tiraban alegremente y a precio de saldo. Y de esta disputa, sólo el tiempo podrá juzgar quién fue el más inteligente.
De momento, y como consejo, HODL!!!

martes, 5 de septiembre de 2017

Profesionales de la salud y drogas.

Este texto sobre profesiones sanitarias y drogas fue publicado en la revista VICE. Esperamos que os guste y que os deje claro que los que más drogas toman son esos profesionales de la salud... "ajena".

Aquí el que no corre vuela, nadie vuela recto, y pájaro que no vuela... a la cazuela!!

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Profesionales de la salud y drogas.

No olvido -ni creo que nunca lo haga- la cara, el cuerpo y la voz del primer “practicante” (como se les llamaba en los 80) que conocí. Se llamaba Carmelo. Su nombre en mi casa era la representación del terror hecho chuta. 

Todavía no se debía estilar mucho lo de las jeringuillas desechables de un solo uso, porque no sólo llegaba a tu casa una especie de ogro enorme y calvo, con una voz gutural como el eco del infierno, sino que tenías que pasar el trance de ver cómo se preparaban los instrumentos para tu tortura. Ahora suena raro eso, pero antes veías como esterilizaban la jeringuilla de cristal y las agujas ya clavadas en otros con alcohol ardiendo en un recipiente....




Ese ritual, el ogro Carmelo, el olor a alcohol caliente, la visión de la aguja, tus padres sujetándote y tú gritando como un poseso para que al final te trincasen bien (era un mierdas de 5 años, uy si no....) y te metiera una banderilla -con mucha malaostia- un tipo que era el que pinchaba a los militares y a los pobres seres humanos que eran forzados a hacer el servicio militar obligatorio o "mili" (a la que yo fui insumiso).

Creo que si no me gusta mucho pincharme drogas, cuando no tengo reparo alguno en tomarlas por otras vías, responde a criterios de “esterilidad y pureza” de las drogas pero también a un cierto miedo incrustado en el desarrollo y la infancia. No me gustan las agujas, me recuerdan a Carmelo, y me asusto. Así de triste infancia, sí. 

Como Carmelo se convirtió en un recurso usado en mi casa de forma rutinaria (desde un aceptable “si no te tomas la medicina, vendrá Carmelo” hasta un chantajista “si no te tomas la sopa te pondrás malo y vendrá Carmelo”) pues es un personaje que en cierta forma seguí. En el barrio no somos muchos y nos conocemos todos, así que años después, en plena “new wave prohibicionista de la heroína como droga lúdica” en la que palmaron tantas personas en España, supe que era un tipo muy cotizado. 

Cuando hablaba con los colegas, consumidores de heroína con 13 años y mencionaba a Carmelo (que era conocedor de casi todos los culos y brazos de mis colegas) había un curioso silencio en el aire y alguna que otra bala perdida en forma de risotada. 

El tipo era un crack en esto de ponerte unas flautas de coca y caballo acojonantes, con la “seguridad añadida” de un profesional de la salud, y asegurándote higiene y nada de marcas jodidas de explicar.

Contactar con él para esos servicios, requería de un nivel que yo por aquel entonces ni tenía ni aspiraba a tener, pero era el enfermero que ayudaba a drogarse, con cuidados propios de un profesional, a muchos yonquis de los que puedes imaginar con esa palabra, y a otros que no imaginas. A la vez que se hacía sus extras con la peña, llevaba el “mantenimiento” de algunos “eliteyonquis”, profesores de la Universidad y médicos del Hospital Clínico. 

Era un tipo discreto, que había visto mucho y conocido mucho. Era esencialmente pragmático: él ganaba un dinero por sus servicios y prestaba una atención de calidad sanitaria. Posiblemente la primera persona de mi vida que estaba implicada en Reducción de Riesgos en drogas, aunque el término no debía ni existir en aquella época.

Si él consumía o no drogas de alguna clase, es algo que creo que nadie sabe a ciencia cierta, pero que las conocía todas mejor que los propios médicos -bastante torpes a la hora de gestionar sus hábitos- era algo aceptado por todos los que le conocían. Pocos doctos doctores contradecían una opinión de este enfermero.

Dentro del área de consumidores de drogas en las profesiones sanitaria, tenemos algunos curiosos grupos, que en cierta forma tienen que ver con el contacto (accesibilidad) a las drogas usadas. Los menos yonquis -por decirlo de alguna forma- son el grupo de podólogos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas y psicólogos clínicos. 

En principio, ninguno de ellos tiene acceso a las drogas que usen sus pacientes o a un almacén, por la actual ley al respecto. Los terapeutas ocupacionales y los psicólogos pueden tener un mayor contacto con población consumidora de droga, e incluso supervisar sus consumos en un lugar concreto, como una “Sala de Venopunción Asistida” o en una casa de acogida dentro de un modelo de “contexto de baja exigencia” en el que se tolera el uso de drogas dentro de ciertos parámetros, como forma de poder actuar -en otros campos- sobre la persona y su salud biopsicosocial. No son de los más yonquis, pero sí de los más tolerantes.

Ascendiendo un poco, encontramos a los enfermeros. En este grupo se nota mucho la especialidad de cada uno, y es probable que uno de enfermería pediátrica no recuerde ni qué es la codeína ni para qué se usa, mientras que los de oncología e intensivos, saben administrar microdosis de las drogas más pintorescas por las vías más raras, con gran maña para revertir depresiones respiratorias a tiempo. 

El roce hace el cariño, y en este grupo tengo grandes amigos que también prestan servicios (no tan profesionalmente como Carmelo en los 80) con sus artes en poblados y casas, porque además de enfermeros son consumidores. Muchos no consumían en inicio drogas sacadas de su trabajo, sino que el hecho de saber inyectarse y de tomar drogas por otras vías, les llevó a ello. Y son enfermeros en activo, que hacen correctamente su trabajo en el hospital o clínica. Como otros muchos, si les cae algo interesante que tomar en sus manos, se lo cogen para “investigación personal”. 

En este punto quiero citar a un gran amigo que, conocedor del propofol y de su capacidad para inducir sueños de tipo erótico y muy placenteros, estuvo a punto de matarse y hubiera sido el primero en España imitando a Michael Jackson. Le pude detener justo antes de que diera el paso, razonando con él por internet, haciéndole ver que si se clavaba la chuta sin alguien consciente controlando, lo más probable era que muriese. ¡¡Le podían las ganas al muy cabrón!! Ciertamente, yo también tengo ganas de meterme propofol, pero con un anestesista al lado (los mejores gestionando drogas, con la vergonzosa excepción del yonqui Maeso), mucho mejor.


El yonqui Maeso que contagió la hepatitis C 
a cientos de personas, 
por pincharse primero él con los opioides 
y luego a sus pacientes, en un hospital público... 


Luego están los farmacéuticos, que tienes de los dos tipos: los que no se drogan o los que se lo comen todo. Intercambio “regalos” con “farmas” de todo el continente, y son buenos profesionales con formación para elegir con cabeza. No he conocido a ningún farma que acabase por el mal camino y “con la incapacidad” por consumo de drogas o de alcohol (otro clásico de la medicina). Son grandes educadores, al mismo tiempo, que deberían ser más escuchados por la clase médica.

Y llegamos al top de los grandes: los que tienen el poder:  los médicos. También se podrían repartir en especialidades, pero sin embargo en estos el vicio es bastante transversal. El hecho de poder disponer de recetas que no levantan sospecha alguna para los fármacos no estupefacientes (de receta normal) y de poder usar también, como médicos, los estupefacientes disponibles, les da acceso a morfina y opioides a tutiplén, a estimulantes como el metilfenidato o la dextroanfetamina con lisina que ahora han introducido de nuevo en el mercado (Elvanse) y a todo lo que puedan coger de la farmacopea legal. No me extraña mucho que tengan tanto vicio los cabrones, tras haber leído a Escohotado contar como la mayoría de grandes médicos anteriores a la prohibición de las drogas, eran generosos consumidores de las mismas (de los de 5 gramos de morfina por vena al día) sin que esto les supusiera ningún problema para el ejercicio ni un estigma que les apartase de su trabajo.


Aquí un honrado anestesista, 
no un yonqui de esos que pueden hacerte algo 
y pegarte el SIDA si te escupen... :P


Un conocido psiquiatra de mi ciudad consume una caja diaria de metilfenidato, que compra en mi misma farmacia. ¿Consume? 

Teniendo en cuenta que se cotizan bien esas pastillas por los estudiantes de la ciudad, no creo que se coma 30 pastillas cada día, pero compra una caja diaria. 

Lo que no es sencillo es ver psiquiatras en ambientes más marginales como las casas o los poblados. Tampoco médicos en activo, que suelen ser atendidos en los puntos de venta de droga más selectos de la ciudad (especialmente cocaína pero también heroína) de la misma forma que cuando “algunos del ayuntamiento” se quedan sin farlopa: la casa se cierra poco antes de su llegada y se le atiende sin que nadie le vea. Normalmente de madrugada. Si alguien viera o dijera algo, por ver entrar a un médico de noche en una casa, siempre puede quedar cubierto como una urgencia que tuvo que atender. Pero la realidad es que finalmente se sabe quienes son, porque cuando la urgencia te empuja a tener que pillar a las 4 de la mañana y no esperar que algún “tele-droga” te lleve el tema a tu casita para no dar el cante, es que empiezas a estar algo pilladete... amigo médico.

Son estos últimos los más reticentes a aceptar su contacto con drogas, legales o no. El estatus social se lo pone más difícil. Recuerdo a mi psiquiatra, fundador de Alcohólicos Anónimos en mi zona, al que le gustaba el whisky cosa mala y me quería enseñar a beberlo, para que no tomase opiáceos. Cada maestrillo con su librillo, ¿no?

Además pude conocer por él -sin nombres- el historial de muchos profesores y médicos que él supervisaba por razones legales

No olvidaré el día que me dijo, charlando de cultivo de cannabis, que cierto médico tenía una habitación de casa llena de focos y marihuana. Le contesté que no era un mal hobby. Me dijo que en la habitación de al lado, coleccionaba bragas usadas, juguetes sexuales usados por prostitutas y armas blancas usadas en crímenes

Le pregunté cuál era su especialidad: 
bioética, contestó con una sonrisa giocondesca...



viernes, 25 de agosto de 2017

OpenBazaar: el mercado totalmente libre e indestructible

Este texto fue publicado en la revista VICE en el año 2015. Es uno de esos textos que iba adelantado a su momento, y que tal vez en aquel año era aún demasiado "geek" para la mayoría. Ahora los mercados on-line que usan criptomonedas, desde Bitcoin a Monero, son algo mucho más común para todos. Y ahí sigue el primer gran mercado 100% descentralizado: OpenBazaar.

Esperamos que os guste.
:)



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Bienvenidos a OpenBazaar: 

el sueño del mercado 
totalmente libre e indestructible.


Recuerdo la primera vez que entré en el primer Silk Road
El original. El del condenado Ross Ulbricht -engañado y manipulado por los agentes de policía que le investigaban, según hemos sabido hace poco- que enfrenta ahora un destino nada envidiable, aunque le sigo reconociendo unas pelotas de acero. Fue el primero en hacer algo, y eso tiene una importancia capital: algunos hombres son una ayuda imprescindible porque su creación abre un paradigma nuevo ante todos.





Pero lo primero que recuerdo -tras la alegría de ver que podía comprar de todo- es que pronto empezaron los problemas con los scammers, los vendedores que caían y desaparecían, los grandes timos, y los hackeos o robos del dinero de los usuarios de ese germen experimental del libre mercado en Internet. 

La implementación de un sistema de escrow, en el que tanto comprador como vendedor se someten a una autoridad (que en este caso era el propio dueño y su staff de trabajadores) que tiene que resolver las disputas, fue la primera novedad: “te he pagado y no me ha llegado la droga...” dice uno; “pues yo sí que te la he enviado...” contesta el otro. Y alguien tiene que pedir pruebas, cotejarlas, y un montón de cosas más porque la reputación -como vendedor en esto de los mercados de drogas en Internet- lo es todo: no se puede dañar así como así. Este sistema de escrow resolvía parcialmente el problema, pero abría otro: la autoridad que controla, posee el dinero -en este caso los Bitcoin- hasta que las dos partes están de acuerdo, o toma una decisión al respecto. Bueno, abre más de un problema: ahora tenemos que controlar el dinero de los pagos, y conseguir que no nos hackeen y nos roben: ya sean ladrones externos o internos.

Empezaron a ocurrir tanto robos como hackeos, pero no sólo en estos mercados de drogas de la darknet, sino en todo el “ecosistema Bitcoin” en el que los exchanges (las casas de cambio que te pasan de tu moneda a Bitcoin y viceversa) eran asaltados o robados por sus propios dueños, como parece ser que ocurrió con el más grande de todos: el gigante (por volumen en Bitcoin) de MtGox

Y SilkRoad no fue una excepción. Además de eso, Dread Pirate Roberts tuvo que lidiar con una policía mafiosa que le extorsionaba y metía mano en la caja llevándose Bitcoin. Uno de los arrestados, agentes del estado, ahora daba consejos fiscales sobre como invertir en Bitcoin. Cosas del sistema.

Algunos mercados de los que nacieron después, como Atlantis, desaparecieron al poco de abrir, y otros muchos desaparecieron -desde la creación del primero- con la caja del dinero de sus usuarios o en las manos de la policía. 

Aunque ahora existe un florido ecosistema de mercados para comprar drogas -e incluso vendedores específicos que anuncian sus productos con publicidad pagada en la red Tor- el problema de que la policía dé contigo (a nivel de mercado, no hablo de los vendedores) y se caiga toda la infraestructura, como ha pasado con los sucesivos golpes que han dado a distintos mercados ya, está sin resolver. 

Si existe un punto central, es golpeable. Esto es así, y podremos proteger mejor el anonimato, dar medidas y contramedidas de seguridad, pero si “existes” te pueden golpear.


Esto no es muy distinto a lo que pasó durante “las guerras del copyright” entre Internet y la industria de la música y el cine. 

Si alguien subía a un servidor una película o el disco del tirinene de turno, se ganaba una demanda por derechos de autor. De ahí se pasó a alojar los servidores en países donde España no tuviera capacidad de hacer nada (y aún se hace para evitar algunos asuntos), pero no bastó: la presión y el dinero compraron las modificaciones legales necesarias para poder joder el asunto. 

Hasta que llegaron los chicos del P2P. ¿Quienes? Pues los primeros que pensaron en sistemas distribuidos como forma de evitar un servidor central. ¿No te suena? Pero seguro que te suenan cosas como Emule o Torrent. Gracias a ese cambio de paradigma, todavía a día de hoy seguimos contando con la posibilidad de bajar música o películas siempre que se compartan sin ánimo de lucro: no es que sean tan buenos que han cedido, es que no podían perseguir a todos a la vez. 

Ésa, y no otra, es la idea que ha venido a sumarse al combo, iniciado por SilkRoad, de la red de anonimización de Tor más el pago con Bitcoin (por sus características). Si a un modelo como el de SilkRoad, con anonimato y un pago que da cierto grado de privacidad... ¿Qué pasaría si le sumamos el potencial de NO tener un servidor central? ¿Qué pasa si hacemos un mercado libre y anónimo con la tecnología del P2P a través de Tor?

¿Qué pasaría si cualquier persona o grupo del mundo pudiera efectuar tratos comerciales con cualquier clase de bienes sin el control ni las regulaciones de los estados en un mercado sin autoridad central?

Bienvenidos a OpenBazaar: 
el sueño del mercado totalmente libre e indestructible.

El proyecto original comenzó en manos del revolucionario programador Amir Taaki y bajo otro nombre -no quiso seguir implicado en su desarrollo cuando inició el proyecto “DarkWallet” con Cody Wilson (el de las pistolas hechas con impresora 3D)- y luego tomado por otro equipo bajo la dirección de Brian Hoffman

No es un proyecto que sea fácil: para empezar cuenta con la oposición frontal de los reguladores -como es lógico- y hay que asegurarse de que no se saca un software con fallos que puedan permitir romper el anonimato de compradores y vendedores, lo cual haría bastante daño a una idea, que en sí, es realmente indestructible. 




El primer anuncio de release de un código -que ya no estuviera a nivel experimental- se hizo para fin del año pasado, y aunque el equipo sigue trabajando y participando en muchos eventos, la cosa se ha ido retrasando, aunque aseguran que está ya bastante cerca pero que el trabajo es descomunal.

¿Todo eso para comprar drogas en Internet? No. 
El mercado de drogas es interesante, y mueve un considerable flujo de dinero. Pero en Internet, es una pequeñez: vende más cocaína un solo “punto” -casas de venta y consumo de cocaína y heroína- en mi ciudad que el mayor vendedor de cocaína vía darknet. 

Los ojos del equipo de Hoffman están centrados en una presa más grande: el comercio mundial, a cualquier volumen, para competir con megaempresas como Alibaba. ¿Por qué no? ¿Acaso los mercados anónimos -por la vía que sean- sólo sirven para comprar y vender drogas? El pastel al que aspira el proyecto OpenBazaar es mucho mayor si esto no va sólo de drogas: inmensamente mayor.

Tanto es así que, sin entrar en un enfrentamiento explícito con los que estamos a favor del libre comercio de drogas entre adultos, el equipo de OpenBazaar se ha mostrado siempre reacio a este campo de trabajo. 

Incluso alguna vez han dicho que “no permitirían que los vendedores de drogas les diseñasen el lugar” lo cual es bueno, porque atendiendo a los resultados de algunos no es nada fiable cómo lo han hecho esos mercados hasta ahora. Eso además tiene un peso específico en USA, donde viven sus programadores, ya que allí el pensar que alguien está desarrollando una herramienta que “puede servir” -entre otras cosas- para vender drogas, les pondría en el ojo del huracán y seguramente en alguna demanda de algún ambicioso fiscal. 

Así que aunque de forma oficial “no quieren saber nada de drogas”, de forma no oficial reconocen que el esquema sirve igual para drogas que para lapiceros y que ellos no van -ni pueden- entrar en lo que allí se venda: no son un servidor central, sólo programadores que liberan un programa. Ellos no cobran comisión de lo que allí se venda; de hecho nadie la cobra porque el mercado es libre de tener una autoridad central.

Es el paradigma del mercado P2P sobre Tor: anónimo, sin cabeza a la que golpear y siendo código abierto (sin trucos que no veamos). Realmente un gran salto evolutivo, que aún no hemos podido probar, pero que tiene que estar al caer en los próximos meses bajo el nombre de OpenBazaar.

No es el único equipo que ha estado trabajando en algo así. Antes de nacer formalmente, ya le salió otro competidor en su área: BitXBay. Los chicos de BitxBay tienen una imagen mucho más agresiva que los otros, como podemos ver en su vídeo teaser de anuncio del proyecto. La cara de Guy Fawkes haciendo una doble peineta expresa una intenciones mucho más claras que las de OpenBazaar, pero si bien el equipo existe y el proyecto también, contamos con mucha menos información del mismo aunque existen partes del código accesibles a cualquiera. 



No podemos estar seguros de si dicho equipo ha abandonado su propia versión de lo que sería un mercado en el que los estados o la policía no pudieran meter la zarpa, o si por el contrario han decidido seguir de una forma mucho más clandestina.

Lo que sí sabemos, es que el paradigma del mercado P2P ya está dando sus primeros pasos, y que dará igual si los primeros en lograrlo será OpenBazaar o BitXBay, o incluso un tercer grupo o programador que nadie conozca, de la misma forma que nadie conoce a Satoshi Nakamoto pero sí a su hijo, el Bitcoin.


Llega el ciber-libre-mercado;
ya nadie podrá evitarlo.