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miércoles, 11 de febrero de 2015

Final del juicio a Silk Road y a la espera de sentencia


Este texto fue publicado en www.elbitcoin.org
Esperamos que os guste.

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Fin del juicio a Ross Ulbricht – Silk Road.

“Yo declaro que la justicia 
no es otra cosa que 
la conveniencia del más fuerte”
Platón

Hace unos días comentábamos aquí cómo se habían comenzado a desarrollar los asuntos relativos al juicio contra Ross Ulbricht como responsable del mercado de drogas de Silk Road, en su primera versión.

Nos quedamos en el momento en que la defensa de Ross, el abogado Joshua Dratel, iniciaba la linea sobre Karpeles como un posible Dread Pirate Roberts, entre otros ya que no era el único que podía ser sospechoso del asunto. Pero como todo ello se basaba en las primeras lineas de investigación seguidas por el FBI y su agente estrella, la juez decidió reventar el asunto.



La juez instruyó al jurado para que omitieran en su proceso toda alusión a Karpeles y a los otros sospechosos tanteados por los investigadores, y cerró la puerta a que Dratel pudiera seguir esa vía, que era la base para plantear una duda razonable sobre las acusaciones. En palabras de Dratel, que se mostró indignado por cómo la juez “evisceraba” o destripaba las mejores posibilidades en la defensa de Ross, dejándoles en ese instante con una mano delante y otra detrás.

Con el asunto de la autoría del código de Silk Road y del inicio de funcionamiento como dueño del mismo aceptada como real por la propia defensa de Ross el primer día de juicio, la cosa parecía ponerse más cuesta arriba. Y así era.


Un trozo de papel con notas sobre Silk Road, 
que la policía recogió de la papelera de Ross. 
¿No tenía para una destructora de documentos o qué?


Poco después pudimos ver a un amigo de Ross -Richard Bates- entrar en la corte a punto de saltársele las lágrimas, para declarar como testigo de la acusación. Cuando los federales allanaron la vida de Ross, encontraron logs de varios chats hablando con Bates -programador en Ebay- en los que estaba claro que le prestaba ayuda técnica. Con esa amenaza colgando de su cabeza, la acusación sentó a Bates delante de Ross y su familia, para decir que Ross le había contado sobre Silk Road y que él conocía su implicación. Bates, usuario de drogas de forma recreativa, no ha podido decir que no a “esa oferta que no se puede rechazar” por parte de un gobierno: o hablas o a la cárcel. Y cuando le preguntaron qué le daba Ross a cambio de su confianza y ayuda, tuvo que contestar con la voz rota y sin poder mirar a los Ulbricht en ningún momento, que nada, que “simplemente su amistad”. Hemos visto a un hombre tener que traicionar la confianza de un amigo con una espada de Damocles colgando de su cabeza. Muy gratificante el espectáculo... :P

La siguiente parte digna de mención fue cómo el gobierno de los USA gastó 50.000 $ contratando a un experto para hacer una presentación que ligase los Bitcoin de Silk Road con la cuenta de Ross, viniendo de mano de la firma LTI Consulting que es, casualmente, dónde se encuentra trabajando el ex-agente del FBI Chris Tarbell, que fue el director de orquesta en la caza humana de Ross-DPR, con la ayuda de los hackers que él ha ido cazando y convirtiendo en sus esclavos: o cárcel o eres mío y trabajas para mí. El experto se llamaba Ilhwam Yum, y aunque fue quien presentó el asunto en la corte, no era la persona que había elaborado las pruebas. Esto se hizo sin avisar a la defensa sobre este testimonio, por lo que se pidió su anulación o, al menos, tiempo suficiente para procesar la enorme cantidad de información que les echaban encima. 

La juez pasó totalmente de darles ni el tiempo para gestionarlo adecuadamente, pero no era raro a esa alturas, ya que la actitud de la juez fue de bloqueo a toda las acciones por parte de la defensa y de una enorme manga ancha con la acusación, a quien sin embargo les indicó que jamás había visto un proceso con semejante nivel de objeciones y protestas por parte de la acusación, y que si bien algunas tenían base, lo otro era usar el recurso de la protesta como balas de una ametralladora: constantes y sin tregua.


El esquema que mostró la acusación sobre el mecanismo Silk Road y los Bitcoin.


El testimonio de ese experto ligaba ganancias de Silk Road al wallet de Bitcoin que Ross tenía en su poder. La defensa de Ross intentó presentar a un experto en seguridad y Bitcoin, Andreas Antonopoulos, pero la acusación presentó una solicitud para que no se permitiera su testimonio en la corte por ser irrelevante para el caso. 

Sí, irrelevante después de su testigo de 50.000$ sobre la misma materia: curiosa forma de medir “las relevancias”. Lo divertido es que la juez aceptó la solicitud, dejando a Dratel cercano al abismo en cuanto a recursos.

Para más INRI, la acusación retiró a “Inigo” -uno de los moderadores de Silk Road detenidos en USA- de la lista de testigos de manera que no pudiera ser sometido a un interrogatorio por parte de la defensa. Y ya lo único que quedaba era saber si Ross iba a sentarse en el estrado para testificar, cosa que finalmente no sucedió posiblemente para evitar que la acusación le hiciera más daño. Da la impresión de que de todo este juicio hay mucho más que no se sabrá nunca que lo que sí sera conocido en tiempo y forma.

Hojas de cálculo con los movimientos de dinero bien explicados... 
¿Ross quería que le cogieran?


Como plato final, la acusación tenía los logs de Ross -supuestamente- contratando asesinatos por encargo a tipos de los “Ángeles del Infierno” que -ahora que hemos visto el texto y el lenguaje- eran menos que poco creíbles, como asesinos y como todo lo que decían ser; en materia de drogas cometían serios errores al hablar de ellas cuando DPR pretendía que usaran Silk Road como vía de distribución, errores propios de los “scammers” de la red, en los que te aseguran que venden y producen productos totalmente ilegales junto a otros que se pueden comprar legalmente por internet.



También presentaron notas manuscritas -de su propia papelera física- que hablaban de asuntos de Silk Road y lo más increíble: un diario de sus aventuras como DPR. La verdad es que si todo esto es cierto, no entiendo cómo no pillaron a Ross mucho antes, con grandes errores de seguridad que violaban constantemente sus propios protocolos, fijados para comunicarse y actuar de forma segura entre todos los moderadores de Silk Road. 

Las pruebas de varios documentos de identidad y tráfico falsificados con la foto de Ross, que fueron intervenidos vía correo antes de su captura, son otro de esos golpes demoledores para la imagen de Ross frente al jurado, o incluso una foto de una mesa llena de drogas y útiles para el manejo y pesado en la que -supuestamente- un traficante le mostraba sus productos al lado de una pizarra en la que se podía ver un corazón dibujado y las letras DPR.

Guardar una foto así en tu ordenador no es delito, 
pero es peor: 
una grave torpeza si realmente eres Dread Pirate Roberts - DPR.


Da que pensar que alguien con la capacidad de imaginar, diseñar, crear, hacer funcionar e inaugurar un paradigma como Silk Road, que afecta a todo el tráfico de drogas como lo conocíamos, haya sido tan torpe a la hora de ir dejando un reguero de pistas. Da que pensar. Tal vez es cierto que existen ese tipo de “delincuentes” que obtienen un placer especial retando las normas pero que a la vez albergan un deseo interno de que les atrapen, para poder “recibir” la loas por la autoría de sus acciones... junto al inevitable castigo. Desde luego, yo no imagino guardar hojas de cálculo con datos sobre compra-venta de drogas en un portátil junto con mi diario como “violador de la ley y genio en mi tiempo libre”. Y con una cartera llena de dinero, aunque sea Bitcoin. No me cabe en la cabeza tanta torpeza si alguien no quiere que se sepa lo que ha hecho, de forma consciente o inconsciente. ;)

Las identidades falsas que Ross 
había encargado por la red 
y que fueron interceptadas en las aduanas del servicio postal.


Finalmente, cuando tras los 11 días de juicio el jurado se retiró a deliberar -tras las instrucciones de la juez para que suprimiesen las partes rechazadas- le bastaron unas pocas horas para declararle culpable de los 7 cargos de que le acusaban y que le pueden dejar en la cárcel de por vida. La sentencia será conocida el día 15 de mayo, y será el inicio de una larga carrera de apelación para evitar que Ross pase su vida entre rejas. ¿Se ha hecho justicia?


¿Dónde están las víctimas de este crimen?

jueves, 5 de febrero de 2015

Inicio del juicio a Ross Ulbricht y Silk Road

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Juicio a Ross Ulbricht



“-¿Ha llamado a la manicura?

+ No, pero adelante!! No se me había ocurrido llamarla pero ahora pienso que en un viaje como éste no debe uno privarse de ninguna comodidad.

- ¿Quieres usted las uñas largas o cortas?

+ Déjemelas cortas porque aquí ya va faltando sitio...”



Tras leer y escuchar un montón de material sobre el juicio iniciado el martes 13 de Enero contra Ross Ulbricht y lo acontecido en esta primera semana del show, no he podido evitar ir a ver la conocida escena del camarote de los hermanos Marx, porque me parecía un resumen interesante en una linea. Demasiadas cosas y demasiada gente en el mismo cuarto.



Vamos a ver si podemos darle algo de luz al asunto.
El juicio en su primera sesión comenzó mostró las primeras lineas de actuación de acusación y defensa. En el alegato inicial de la acusación se presentó Silk Road como ese lugar del inframundo digital en el que se vendían drogas y armas, con la habitual liturgia que acompaña este tipo de cuestiones (las de drogas, no las de armas) en USA dentro de su paradigma obsoleto de guerra contra las drogas. Se habló del Bitcoin como “eso en lo que conviertes tus dólares para usar en la red y luego se vuelven a convertir en dólares” lo cuál es una explicación que como poco da pena, pero entendemos las prisas aunque quedó claro el objetivo de la acusación de que no quedara duda para el jurado que esos Bitcoin eran “dinero real” -supongo que en previsión de conseguir cimentar los cargos contra Ross por lavado de dinero.




La defensa de Joshua Dratel inició su partida con un movimiento que parecía no ser esperado: lo primero que hizo fue aceptar públicamente que Ross era el creador de Silk Road. Oh!! ¿Dándole el trabajo hecho a la acusación? No, sembrando una buena duda razonable, como una de las posibles vías de salida del juicio. ¿Duda mientras lo reconoce abiertamente? La defensa de Ross aceptó que es el creador de Silk Road pero como parte de un experimento y que luego puso en manos de otras personas cuando vio que le superaba el volumen del asunto.

En concreto lo dicho por su abogado fue esto: “Ross Ulbricht creó Silk Road como un experimento económico de libre mercado”. Para los partidarios de la acusación esto busca empatizar con el jurado y con sus posiciones más liberales, y abrir la puerta a formas más complicadas de evitar la condena (o al menos dejar preparado el camino por si otras vías se cerrasen).




En las siguientes jornadas se abordaron cuestiones para el jurado como el uso de un foro (supongo necesario para fundamentar algún relación) y el sistema de enrutamiento de Tor. Esto empieza a mostrarse como algo imposible de seguir para el jurado en su parte técnica. Incluso para los acostumbrados a esta red, seguir todos los pasos lógico-informáticos necesarios simplemente para poder explicarla de forma correcta es algo que está fuera de alcance en la mayoría de los casos. Y no, los miembros del jurado no son hackers y expertos informáticos. Así que les dieron una versión “de andar por casa” de lo que era Tor, una versión tan pobre que no gustó ni a la jueza y ya advirtió que esas explicaciones pachangueras debían cambiarse por una adecuada formación hacia el jurado.
El asunto de la falta de cualificación técnica del jurado puede convertirse en un obstáculo para la velocidad y la limpieza de un proceso debido.

La siguiente parte comenzó con la exposición por parte de un agente infiltrado -de nombre “Cirrus” en la red- que fue quien orquestó la captura de Ross. Llevaba 1 año tras Silk Road y en los últimos 3 meses había trabajado cobrando 1000$ a la semana como administrador de Silk Road. Este agente había hecho a Ross conectarse a una página para mirar un mensaje en el foro y Ross fue a hacerlo primero desde un café cercano a casa, pero al verlo demasiado lleno se fue a la biblioteca y allí se conectó al chat con “Cirrus” y a la web del foro para revisar un mensaje. En ese momento el agente dio la orden a sus compañeros de que le detuvieran.

Así quedó la cosa sentada hasta la siguiente sesión en que el abogado de Ross interrogó al agente, poniendo en evidencia que Ross Ulbricht había sido una opción que apareció en los 3 últimos meses, y que aunque el agente ahora creía que Ross era Dread Pirate Roberts (DPR desde ahora) durante muchos meses estuvieron creyendo que era Karpeles, el CEO del extinto Mt Gox, el fundador y mente creadora del asunto. Lo creyeron hasta el punto de que el agente pidió poder pinchar su correo electrónico (cosa curiosa, porque ahora lo pide cuando ya lo han leído y tienen algo) y aunque el agente no era partidario de contactar con Karpeles de momento, unos agentes de una investigación iniciada en otro lado quisieron contactar con él, y lo hicieron con sus abogados, los cuales le ofrecieron el supuesto nombre real de DPR a cambio de algún tipo de acuerdo de favor con su cliente, el capo Karpeles. 

¿Cómo es que Karpeles tenía esa información meses antes de la captura de Silk Road?




Huelga decir que Karpeles ya ha negado que él fuera DPR ni que tenga relación con Silk Road... ¿qué iba a decir si no? ¿que era él? Para el agente Jared, Silk Road fue montado como un dispositivo para poder influir en el precio del Bitcoin desde un lugar que nada tuviera que ver con la moneda de forma directa, bajo las órdenes de Karpeles. Hasta tal punto que el agente llegó a escribir que tenía un montón de pruebas para sentar que Karpeles era DPR, y que es de donde la defensa de Ross está tirando.

Al mismo tiempo que se supo eso de Karpeles, se supo también por parte de otra persona que había pruebas sobradas de que Karpeles había realizado amenazas de muerte sobre empleados suyos, y quien aseguraba tenerlas públicamente también aseguraba que al igual que él, las tenía la policía japonesa al cargo de la investigación del robo de Mt Gox. 




¿Karpeles haciendo amenazas de muerte repetidamente a trabajadores? 
Vaya con el cártel de MtGox!! ;)

Esa historia viene a aupar de posible a probable el hecho de que Ross haya sido el menos listo, o el menos inmoral, de una cadena de personajes que se han podido ir pasando las responsabilidades hasta dejarlas todas apuntando a él. Ahora ya tienen una duda razonable para el jurado... si es que les dejan usarla.

¡Pasen todos al camarote!


jueves, 30 de octubre de 2014

GRAMS y GRAMWORDS: el buscador de drogas y armas en la Darknet y su servicio de publicidad


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Grams: cómo encontrar las drogas que buscas...

Hace poco conocíamos la existencia de 'Grams', un site que ha surgido hace muy poco y que presuntamente hace funciones de buscador en la red Tor. Aunque ha sido anunciado así en algún lado, la realidad es que el lugar -que copia la estética de Google- es un buscador selectivo dentro de los distintos mercados anónimos que se conocen en la Darknet o 'red oscura'.




Su mayor funcionalidad parece ser la de agrupar información comparable en los diversos mercados con la posibilidad de elegir la moneda en que se muestra -Euro, Dólar, Libra y Bitcoin- con una actualización relativamente rápida del estado de los valores en los mercados. Por otra parte pone a disposición de cualquiera que acceda a su web mucha -no toda- de la información disponible en 9 mercados anónimos que están funcionando con distintos grados de éxito a día de hoy.

Aunque el buscador nos ofrezca una serie de resultados, podremos ver sólo la información que nos muestre en primer término porque, como es previsible, antes de entrar a mirar en cualquiera de esos mercados anónimos tendremos que registrarnos en ellos: no basta con pinchar en en link, pero nos dice dónde se encuentra lo que buscamos.




Un detalle a resaltar es que el buscador, si se intentan realizar búsquedas con parámetros de pornografía infantil -child porn- bloquea la búsqueda, no da resultados y además indica que jamás los dará sobre ese material. Muy de agradecer no facilitar acceso a ese material jamás. La compra de drogas o de armas, no implica de forma inequívoca un daño a terceras personas mientras que el abuso sexual sobre seres humanos de cualquier edad -como las películas snuff, tan comunes ahora que México produce miles de muertos como forma de 'mensajería social' entre cárteles de drogas- necesitan de la atrocidad contra seres humanos para poder existir. 

Otra curiosidad es que en el site se puede ver banners publicitarios de diferentes vendedores como los de un mercado que presume de tener “la mejor cocaína y MDMA de la red” y los de una página en la red común para el “blanqueo de dinero” mediante ofuscado de cuentas con Bitcoin. Y es que uno no puede evitar que le venga a la cabeza el personaje de Renton en la película 'Trainspotting' cuando atónito por lo que rápido que todo muta, piensa: “El mundo está cambiando, la música está cambiando, las drogas están cambiando, hasta los tíos y tías están cambiando.







Servicio de publicidad para vendedores de drogas o armas... o GRAMWORDS.


Hay quien cree que el mercado de drogas es algo que no necesita de una correcta publicidad, sino que debe jugar -dado su status ilegal en el caso de ciertas drogas- en el anonimato y el boca a boca. Esa mentalidad sigue presente incluso entre los consumidores de drogas, que en los foros donde habitan dejan perlas como que “si la deep web [darknet] es algo de lo que se habla, ya no es deep web” o que “cuentos como Silk Road son demasiado bonitos para ser verdad”, y parece difícil de combatir. 

También se cuenta con la experiencia de que la publicidad, en muchos casos, no mejora sino que distorsiona el mercado según los intereses de quien la genera. Esa distorsión, legitima o no, se paga.

El buscador Grams de Tor, especializado en drogas y mercados ilegales de armas, está intentando avanzar dentro de lo que ha llamado “Stage 2” o Fase 2 con un interesante plan para vendedores que están presentes en esos mercados y la principal innovación es el sistema de anuncios Gramwords para vendedores, aunque no esté únicamente accesible a ellos.

Gramwords presenta un sistema en el que los vendedores, asociados a las cuentas que mantienen en los distintos mercados, pueden competir pagando por que su campaña publicitaria sea la más vista o casi, porque sólo las dos que paguen con mejor precio el ser mostradas aparecerán al hacer una búsqueda en dicho site. 



El sistema, de momento, sólo permite el uso de una palabra clave al realizar búsquedas y no permite a los anunciantes usar más de una por cada campaña: en caso de usar dos, el motor te devuelve las dos campañas más relevantes de todas las existentes, tengan o no que ver con los términos de tu búsqueda. Eso parece interesante ya que favorece que la información relativa a cada artículo quede agrupada de forma coherente, desincentivando el uso de términos locales o de slang, que son tan comunes en el mercado de drogas.


De forma previsora han contado con los existentes scammers, que intentan meter mano en el negocio sin aportar nada, y han preparado una pestaña para que cuando sean detectados se puedan marcar como impostores -fácil de comprobar mediante la validación de claves PGP- y sus pretensiones en el asunto queden al descubierto. En Grams pasas un periodo de 24 horas en lo que se acepta tu anuncio para comprobar que no contiene pornografía infantil o que no es un timo a primera vista. 



Asimismo contarán en breve con una pestaña para que los vendedores puedan contestar a las críticas -o alabanzas- que reciban en Grams, porque también de eso se trata.

Gramwords te permite hacer una planificación del coste de tu campaña y tú decides lo que te quieres gastar: tienen una calculadora para ver los costes, según la cantidad ofrecida y volumen posible. Eso, por supuesto, siempre con un saldo positivo en Bitcoin para que se te pueda cobrar, ya que si dejas de tener fondos para financiar tu campaña o bajas el nivel de pago de tu visibilidad, será otra la que ocupe tu lugar hasta que vuelvas a cargar de Bitcoin la “maquina publicitaria”.

El administrador del site además ofrece cierta protección frente a ataques contra la campaña mediante búsquedas anormales y, dado el bajo volumen de negocio que parece estar manejando por ahora, que hará un control manual, desactivando y activando la campaña cuando el ataque haya cesado.




¿Resulta una opción interesante usar el servicio? Pues supongo que si tienes un buen producto y buscas hacerte hueco en un mercado complicado, como es el de las drogas, puede resultar útil. Pero es posible que los comentarios de tus clientes en Reddit tengan mucho más valor.

Aún así, Grams está haciendo una labor interesante -para los perdidos en la darknet- en esta nueva área ya que todavía parece tener mucho más que desarrollar.


El tiempo dirá.
El resto descubridlo vosotros: grams7enufi7jmdl.onion

jueves, 2 de octubre de 2014

Los mercados de drogas distribuidos o P2P: el nuevo paradigma llega a escena


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Drogas y mercados P2P online.



Entre el colectivo no organizado que la gente suele nombrar como 'hackers' se encuentran muchas personas que saben hacer distintas cosas y, sobre todo, que saben cooperar entre ellos para logar unos objetivos predeterminados en cada paso que dan. Fruto de esa cooperación tenemos cosas como el Bitcoin (¿o alguien cree que quien es capaz de crear y desarrollar algo así no son hacker por derecho propio?) o el sistema operativo Linux entre otras muchas que todos conocemos.

Tor, la red TOR que originalmente era el acrónimo de “The Onion Router”, es también un esfuerzo cooperativo de varias mentes -aunque no deja de estar financiando, entre otros, por la marina de USA en varias de sus fases e inicio- pero que ya es algo que ha saltado al uso común entre los usuarios de la red. Común, pero en creciente adopción por la preocupación por el anonimato y por las posibilidades que acceder a Tor le abre a la gente como son los mercados de la Darknet.

Los mercados anónimos ya existen en Tor y crecen a un ritmo casi imposible de seguir. Silk Road, siendo el paradigma del mercado de drogas a día de hoy en internet, fue tirado abajo por el FBI y está funcionando a pleno ritmo: ni robos de hackers ni gobiernos irrespetuosos. Pero en la constante evolución que implica el juego del ratón y el gato el próximo salto -que ya ha alarmado seriamente a los gobiernos- es el uso de mercados P2P en Tor.




Estos mercados distribuidos, en los que no existe un host claro donde se almacena todo lo relativo sino que se encuentra distribuido entre los usuarios de una red P2P, permiten asegurar la resiliencia del mercado ante ataques y sobre todo la extinción de la responsabilidad legal y penal del mercado de drogas o bienes prohibidos.
Esto último lo consigue por una forma colectiva de 'fuerza bruta' en la que para actuar contra dicho mercados es necesario confiscar y analizar todos los ordenadores de todos los participantes en dicho mercado P2P lo que lo hace realmente imposible.

Por si no bastase con eso, muchos administradores de nuevos mercados están empezando a usar BOTNETs -redes de ordenadores pirateados y controlados por un tercero- para alojar sus anuncios sobre drogas o las aplicaciones necesarias para controlar dichos mercados desde un lugar bastante más seguro de lo que las autoridades podrían esperar en su peor pesadilla.

El escenario de indefensión total que crean en gobiernos que siguen empeñados en legislar contra las drogas y sus usuarios es terrorífico: la certificación de la muerte virtual de la guerra contra las drogas. Y están muy asustados.

Los mercados P2P para Tor ya están ahí, algunos como beta, otros en desarrollo y otros que vendrán y mejorarán los fallos que pudiera haber en la estructura de los primeros. El pueblo se organiza de forma cooperativa para burlar la legislación punitiva sobre sus derechos y, si los gobiernos no se dan cuenta y cambian su postura en estos asuntos para facilitar que no sean necesarios los mercados negros, en breve pasos como ese irán desgastando hasta pelar la estructura de un estado que ha olvidado que su función es servir al individuo.



¿Razón de estado vs. razón de mercado? 
El caso OpenBazaar.

El proyecto Darkmarket, del cual hemos hablado aquí como paradigma de los mercados distribuidos o mercados P2P, ha dado un paso más hacia su objetivo de empezar a funcionar hacia finales de este año. Se ha cambiado el nombre: eso lo primero. ¿Tan importante era? Eso parece.



Por una parte tenemos a Brian Hoffman como quien mantiene al proyecto actualmente. Es un chico que ha trabajado últimamente para el Departamento de Defensa de los USA, haciendo código para otros asuntos, y que plasma su opinión en un montón de obviedades -como lo novedoso de un mercado que es Ebay + Torrent + Tor + Bitcoin y sus implicaciones- junto con una perla: “No creemos que OpenBazaar sea una madriguera para las actividades ilegales”. No es su única joyita: “Vamos a animar a la gente a que lo use de forma legal y positiva”.

No quiero entrar en lo que para dicho chaval significa positivo, pero en el término legal creo que es fácil hacerlo: ¿quién necesita un mercado P2P totalmente anónimo y con un método de pago virtualmente anónimo para actividades legales? ¿Ésa es su campaña de marketing? Puede que sí: la moral y la virtud tienen un público agradecido, por lo que les reconfortan en ausencia de un Dios palpable, y les regala los oídos prometiéndoles la pureza a la que aspiran. Pero el chico no es tonto y deja claro que ellos no se meterán en lo que se ofrece -como drogas o armas- sino en el modelo de transacción entre compradores. Dicho de otra forma: no queremos ser ilegales pero sin ese mercado no somos nada, así que tenemos que “vender la moto” de esa forma.

El vídeo de OpenBazaar


Aún así dice que no dejará que los “usuarios con tentaciones de vender drogas, afinen el lugar a su gusto”. A lo mejor no tiene claro del todo lo que sería una descentralización total, en un mercado de internet/darknet sin autoridad alguna, pero con el poderoso músculo de sus “buenas intenciones” como justiciero. Pasemos a la viñeta siguiente, Judge Dredd. 

Por la otra parte está Amir Taaki que, junto con otros desarrolladores ahora implicados en otros proyectos, decidió poner el código de DarkMarket en manos de la comunidad -para evitar que se perdiera por su falta de tiempo- pero consciente de que la idea era “crear un mercado resistente a los ataques de los estados y sus servicios de represión, en donde no exista una cabeza y que para cerrar el mercado haya que capturar a todos los miembros, haciéndolo imposible en términos prácticos”. Dicho de otra forma: la idea era la pera limonera porque equivalía a un “Silk Road” que no puede ser destruido.

Cuando el antiguo equipo al cargo con Amir dejó el proyecto, enfrentó una petición por parte de la comunidad en internet: querían un cambio de nombre. 

El asunto no iba por el lado moral de la cosa, sino más bien por el lado propagandístico y el argumento no tenía suficiente peso. La propuesta de llamarlo “Free Market” defendía la ventaja del nombre a nivel psicológico: el libre mercado. Y a la vez, del impacto que supondría para las autoridades “querer cerrar el libre mercado” como titular. Algo infantil pero divertido: podía haber funcionado.

Amir rechazó la idea argumentando lo siguiente: “La gente necesita dejar de estar asustada y recuperar el poder sobre las palabras que usan para controlarnos. El nombre de Darknet (dark) inspira un montón de ocurrencias y suena guay. Es como cuando nos llamaban piratas como forma de insulto intentando avergonzarnos y llegó el Partido Pirata y dijo 'Sí, somos piratas, y qué pasa?'





Han existido otros partidos surgidos de internet y no llegaron a nada”. 

Vamos, que el pretender darle una apariencia bella a un lugar que cumple una función sin connotación moral (como son los actos de compra/venta de bienes) puede vender y ayudar a conseguir fondos, apoyo y desarrollo, pero aleja totalmente el concepto del proyecto de su esencia original. Y aunque no lo parezca a primera vista -o pretendamos defendernos mediante la negación- también del conjunto de conceptos asociados a Bitcoin, aunque su uso sea vital para la existencia de OpenBazaar.

En este complejo choque de visiones, una guiada por la moral y todavía plegándose en cierta forma a las exigencias del estado y otra atendiendo a las necesidades del libre mercado, me quedo esta última propuesta.

Como dijo Amir: "no estamos aquí para encajar bien en el status quo sino para retarlo".



El nuevo competidor: BitxBay

Hay un chiste muy “español” que se suele contar sobre los vascos -habitantes de Euskadi, una irreductible “aldea gala”- haciendo uso de varios tópicos al caso (como ocurre en estos chiste sobre “los de tal zona” donde se explota una supuesta característica del supuesto grupo). 

Dos amigos, Patxi y Antxón -nombres muy vascos porque tienen X- salen “a setas”. El pueblo vasco es un pueblo micófilo que conoce sus hongos (y los sabe apreciar) de ahí que salir “a setas”, o a recoger setas, sea algo común en Euskadi y no tan común en otras partes del estado. Sigo. La cosa es que durante el paseo por el monte arbolado en busca de los preciados trofeos gastronómicos, uno de ellos dice: “¡Ahí va la hostia, Antxón! ¡Que me acabo de encontrar un Rolex de Oro!”
A lo que el otro contesta: “¡Joder Patxi, mecagondios...! ¿Estamos a Rolex o estamos a setas? ¿Pero a qué cojones estamos?”

De ese chascarrillo, trufado de topicazos en España, nos ha quedado el “¿Estamos a setas o a qué estamos?” como forma de expresar que se está pendiente de otra cosa distinta a lo que realmente importa -aunque el chiste muestre la dureza de mente de quien está obcecado en una misión y no es capaz de darse cuenta ni cuando ha encontrado algo más importante que lo que buscaba en un principio. Aunque no sea el objetivo inicial, sí.

Esta idea del “a qué estamos realmente” me viene a la cabeza por los asuntos relacionados con internet, Bitcoin y la privacidad. Y por una vez, lo hago pensando como si fuera un policía.
Eso sería lo que le preguntaría a mis compañeros -de supuesta buena voluntad- policías como yo: ¿a qué cojones estáis?

Una de las grandes pegas que le escucho poner a la gente sobre herramientas como Tor (podría nombrar otros) es que esos proyectos están financiados o incluso iniciados por autoridades USA o personal de desarrollo militar. Inmediatamente después olvidan decir que son proyectos de código abierto, o explicarlo adecuadamente para que la gente entienda por qué gobiernos como USA han financiado y monitorizado cosas como Tor o la propia Internet, el email o la WWW.

Parece hecho para servir de semilla conspiranoica el situar a semejantes gobierno (¿hay alguno bueno?) en el origen de herramientas libertarias como podrían ser Internet y Tor. Los gobiernos no son precisamente amigos de la libertad de expresión -eso es común a todos- pero no todos los gobiernos combaten la libertad de expresión de la misma forma: mientras unos gobiernos optan (inútilmente a la larga) por intentar evitar que sus ciudadanos se expresen libremente en los medios a su alcance -tipo Rusia censurando o encarcelando bloggers, Cuba o China o Corea Del Norte con similares formas o restricciones- otros países estimulan la producción de “libre expresión” de manera que haya mucha, tanta que pierda su utilidad en muchos casos.



Un ejemplo más sencillo: un abogado defendiendo a un cliente no tiene derecho a esconder una información que le sea requerida y a la que tenga acceso (por ejemplo, los registros de entrada al edificio de la compañía de su cliente en un día determinado) pero lo que sí puede hacer, legalmente, es entregar los datos requeridos tan enterrados y revueltos en otra mucha información que sea materialmente o temporalmente imposible encontrar la info relevante que puede estar buscando la otra parte en litigio. Dicho de otra forma: te doy los datos de acceso al edificio que pides, pero te los doy mezclados con los de los 50 edificios del mismo tipo que tengo en la compañía -no todos informatizados, muchos en papel y fotocopia, mala suerte- y sin ordenar en días ni horas de acceso, junto con otras 300 cajas de documentos de acceso de todo tipo de personal del último semestre. Y tú busca lo que quieras, amigo.

Obviamente el tipo de técnica mafiosa en el que una gran compañía abusa de los recursos a su alcance para enterrar en papel la reclamación de alguien más pequeño, es algo que favorece a las grandes corporaciones -y estados- frente a las pequeñas. Y sin incumplir la ley, lo que es un gran aliciente para optar por esa vía de trabajo, ya que evita repercusiones penales en quienes deciden y protege de esa forma los activos de cualquier institución. De la misma forma lo es para algunos gobiernos por motivos similares, y porque son “los grandes” tecnológicamente.

Resulta mucho más inteligente posicionarse al lado de una herramienta como Tor desde sus inicios y poder ser el que mejor la maneja, mejor la conoce y más interés tiene en ella. Sobre todo sí expresar una libre opinión en tu país no es difícil, se puede hacer de forma “aceptablemente anónima” y que el hecho de que no fuera así no supondría -por norma- una grave sanción para quien cruzase “la linea”. Tu interés como gobierno es conocerlo para saber a qué te enfrentarás antes que nadie -lo que significará que estarás mejor preparado que nadie- y así mismo saber usarlo para tus propios intereses en los entornos en que te beneficia su uso como herramienta. Recordad que Internet era una red militar de comunicación distribuida para evitar el colapso de un ataque nuclear sobre una red lineal.

En este modelo de anonimato promovido por Tor y apoyado notablemente por Bitcoin (no es voluntario, tan sólo sus propias características: Bitcoin carece de moral alguna) surgen nuevas creaciones, consecuencias lógicas de la imparable evolución técnica -como es el proyecto OpenBazaar del que ya hemos hablado alguna vez en elbitcoin.org- y que puede resultar a primera vista ilógico que tengan tanta cercanía a instituciones y organismos estatales USA cuyas normas no amparan todas las posibilidades que inauguran dichas herramientas (como es en este caso la posibilidad de un mercado descentralizado y totalmente anónimo, que puede incluir todo tipo de bienes y servicios prohibidos) sino que claramente apuestan contra semejantes escenarios.



Dentro de la sana competencia ha nacido otro mercado descentralizado que afirma haber realizado la primera venta -en este caso un libro- como prueba de concepto. Su nombre es BitxBay y ha entrado pisando algún que otro callo al promocionarse: ha entrado en escena afirmando que él sí es un mercado descentralizado en el que un administrador no es necesario y no hay riesgo de que un administrador robe tu dinero. A dicha afirmación ha contestado OpenBazaar haciendo retweet (RT) desde su cuenta en Twitter a una persona que les recordaba a BitxBay que OpenBazaar es también 100% descentralizado.

No busco en este texto más que dar la noticia -porque comparar características de “lo que de momento es vaporware” es algo que no pienso hacer- de que hay otro nuevo modelo de jugador en esta ciudad creciente de los mercados anónimos, tanto en uso como en estructura, y que parece que son el futuro inevitable que nos depara la mezcla de las posibilidades de internet con las posibilidades de Bitcoin a la hora de moldear las relaciones comerciales entre humanos: esto sí es globalización positiva que no espera a que los estados decidan qué hacer con nuestras vidas.

¿Qué tiene que ver al final esto con lo de a qué se está, si a setas o a Rolex?
Mientras algunos estados son conscientes del tamaño, repercusión e implicaciones globales de cuestiones como la evolución de la red, Tor, Bitcoin y estos mercados entre otras muchas cuestiones (les gusten o no, aceptan que son el futuro) otros están a otra cosa.
En lugar de intentar comprender mejor que es Tor, prever su evolución y tomar posiciones frente a dicha red y las opciones de futuro que nos depara, Rusia sigue empeñada en dar ejemplo de represión, como en otros países de espectro o restos de bagaje comunista donde se reprime la libre expresión en lugar de estimularla, aunque sea como forma de combatirla masivamente.

Esto no debe sorprender a nadie. Lo que sí es una sorpresa es lo que Rusia valora lo que tiene entre manos. Rusia ha salido “a setas” y no acaba de ver que está tratando con “un Rolex”. Rusia ha salido a reprimir con la porra, la delación y la recompensa al chivato mientras otros gobiernos están aprendiendo y tomando posición en ese nuevo panorama.

Rusia quiere hackear Tor. Muchos dirán que Tor ya está hackeado, que Tor no es seguro, que Tor es de USA y todo eso. Vale. Pues Rusia no se ha enterado y quiere hackearlo. Seguramente USA también querría si no tuviera tan claro que no es posible o al menos, económicamente viable en el coste de recursos para que resulte una empresa fiable.

Lo cachondo es la recompensa que ofrece Rusia por semejante hazaña: 4 millones de rublos o, lo que es lo mismo 100.000 míseros dólares.

No es que 100K dólares me parezcan poco. No soy avaricioso, pero quiero más.
100k dólares es una broma de mal gusto o un honeypot para cazar imbéciles que no son hackers sino fantasmas de la red.

Nadie que tenga la más remota idea de lo que es Tor -y de lo que significa- pensaría que alguien con la capacidad -primero mental y luego técnica- como para hackearlo y desencriptar su sistema de comunicaciones iba a venderlo por 100K dólares, cuando seguramente cualquier mercado ilegal que se apoye en Tor para su existencia, pagaría 10 o 100 veces más sólo por ocultar el secreto.
Y otros hackers lo venderían a distintos países por 1000 o 10.000 veces esa ridícula cantidad.
Puede que usando BitXBay u OpenBazaar para hacer el intercambio... ¿Quién sabe?


Mucho más interesante el vídeo de BitxBay 
que el de su competencia.
Dedicado a la policía 
y lo útiles que van a resultar.




Amigos de la policía y las fuerzas de seguridad y represión de los estados: ¿estáis a setas o a Rolex? ¿A qué cojones estáis? ;) 

sábado, 6 de septiembre de 2014

Silk Road, reducción de riesgos, reputación y drogas.


Estos dos textos -fundidos en uno ahora- fueron publicados en elbitcoin.org.


Silk Road 
como herramienta de 
reducción de riesgos 
en la compra de drogas.

Al pensar en lo que rodea a una transacción con drogas y dinero, pronto nos falta una tercera palabra en la ecuación: armas. El modelo de negocio de los grandes cárteles y narcotraficantes implica la necesidad de protección armada, por el precio de su producto y lo que ello estimula a otros criminales a intentar robarlo o por la necesidad de protegerse y tener contramedidas adecuadas para las fuerzas de seguridad de cada zona que infectan.




La guerra contra las drogas causa muertos (no las drogas en sí, que es otro área) que nada tenían que ver con las drogas y sus efectos, como podemos ver en un México desangrándose con 60.000 muertos en 6 años: USA compra la cocaína y demás drogas pagando con armamento. Los muertos los ponen los países de tránsito en América, pero no por consumo de drogas sino por sobredosis de plomo.

A nivel del pequeño comprador, el hecho de adquirir drogas tiene distintas relevancias penales en los distintos países. En España no es un delito aunque la tenencia de drogas en lugar público es sancionable administrativamente. En otros países, la compra es un delito y la tenencia es otro delito, al igual que el consumo (de momento es un derecho en España y otros estados) lo que hace que el pequeño comprador, que busca simplemente un abastecimiento para su propio uso, tenga que verse negociando con personajes que -muchas veces de forma imprevisible- pueden reaccionar de forma ilógica y violenta, con resultados imprevisibles al juntarse con armas de fuego y la protección -hecha impunidad- del grupo mafioso.

Que el mercado negro destruye las estructuras del estado, mediante la compra de voluntades y el asesinato, no es necesario que lo argumentemos ya. ¿Pero el usuario final de drogas es cliente o es esclavo de dicho modelo?

La explosión de los mercados anónimos de drogas sostenidos por Bitcoin y Tor en la Darknet está asentándose como paradigma en un nuevo mercado que ya no necesita de la presencia real. Por una parte, el mercado negro tradicional te ofrece la posibilidad de comprobar aquello por lo que pagas en el mismo momento en que entregas el dinero, con lo que eso tiene de bueno y de malo (después de pagar, no antes). Por una parte no necesitas depender de planificación para comprar drogas. Pero por otra parte... ¿qué haces si lo que te venden no es lo que habías acordado, tanto en peso como en calidad? ¿Pones una hoja de reclamación? ¿Amenazas airadamente con denunciar? ¿Sacas tu navaja y trincas al camello poniéndosela en los cojones? Menos la hoja de reclamación he visto de todo en la venta de drogas presencial.




Lo más normal es que si te han engañado, te jodas. Las razones empiezan por tu propia seguridad en ese momento: si te han engañado, mucho miedo no deben tenerte para empezar. Lo mejor es irse lejos de dicha sabandija y no volver. Pero siempre puedes probar suerte con las quejas a gritos...

Silk Road tiene otro método.
Somos los consumidores los clientes del asunto, como debe ser tratado un cliente: comunicación, seriedad, oferta variada. Y además nosotros tenemos la 'espada de Damocles' sobre la cabeza de los vendedores: nada peor que un mal feedback exponiendo las razones de tu descontento. Un mal servicio se traduce en menos negocio, menos cliente y una imagen deteriorada.

Al haber eliminado la parte presencial del asunto, el cliente no se ve nunca forzado a decir que un producto es bueno cuando no lo es ni puede salir de la compra con una bala de más alojada en la cabeza. El trato del vendedor ha cambiado como primera necesidad; se están adaptando al nuevo modelo lejos de la violencia.

Aunque la violencia cotiza también en esos mercados, aunque ahora sea violencia ejercida digitalmente mediante el robo de datos, hackeos y chantajes con Botnets. Pero al usuario final, al simple comprador de drogas para su uso personal (e incluso al comprador de nivel medio que revende a un pequeño grupo) lo peor que le puede pasar comprando en un site así, es que le timen si no hace las cosas bien. 

Cada día es más infrecuente el timador en estos mercados y más frecuentes los vendedores que están luchando por fidelizar clientes porque ese es el futuro de la venta de drogas al por menor, al menos mientras no exista una opción regulada vía estado que permita la adquisición. E incluso si eso llega, los estados tendrán que tener en cuenta que para intervenir en el mercado han de partir de lo que ya existe y olvidarse de que por ser “el estado” van a tener un monopolio más. Eso se acabó.





Hace unos días salió un estudio sobre las características del mercado generado bajo el modelo 'Silk Road' con el título “No sólo un Ebay para drogas: el paradigma de la innovación de grupos criminales en el mercado.” 


El estudio muestra aspectos relevantes sobre el nivel de ventas de unas y otras drogas, las ventas más comunes en volumen y las relaciones generadas en este mercado: datos que los estados deberían estar ya recopilando para saber a qué se enfrentan.

La idea no era nueva; la Global Drug Survey ya hacía hincapié en varios aspectos relacionados como las veces que al ir a comprar cada droga en los mercados tradicionales nos habíamos visto envueltos en situaciones de riesgo con violencia. También lo hacía en otro aspecto que hay que tener en cuenta: Silk Road como reducción de riesgos frente a la policía. La encuesta mundial no dejaba de indagar el número de veces que habíamos sido molestados por la policía al comprar drogas y cuántas de esas ocasiones habían rendido éxito en su búsqueda de drogas. Como dijo hace poco en España la juez Araceli Manjón, 'el mayor peligro asociado al cannabis es la policía', y eso no lo podemos olvidar.



La conclusión final del estudio es que Silk Road es efectivo reduciendo la violencia asociada a los mercados tradicionales de drogas, porque pase lo que pase, el vendedor no podrá atacar al comprador ni verse atacado por él -en un robo por ejemplo- lo que reduce la necesidad de “músculo armado” casi a cero. 

La parte dura de las conclusiones es que, de momento, el comprador “ilustrado” que cuida la calidad de la droga que consume, compra en estos mercados y tiene acceso y costumbre de uso de los medios de pago Bitcoin, es una pequeña porción de la tarta, aún muy pequeña.

Evitar la violencia derivada de una mala gestión -impuesta sobre las drogas que los seres humanos deseamos tomar- es una buena razón para darle una oportunidad a mercados como Silk Road.






La reputación en 
los mercados de drogas.


En febrero de este año, el mercado online de drogas y otros bienes 'Silk Road' sufrió un ataque en el que un hacker o un grupo accedió a las cuentas en Bitcoin del mercado y las vació. 

El hecho caía como una maza en un momento en que el nuevo Silk Road se estaba levantando de nuevo, tras la captura de Ross Ulbricht, su primer dueño y gestor, y la captura de todo el dinero por parte del FBI en dicha operación. En esos días los mercados de drogas que existían, sufrieron todo tipo de problemas, algunos por exceso de usuarios que venían de otros mercados que se cerraban y otros debidos a robos en los que los propios dueños de los mercados se largaban con la caja y lo que había en ella.

La comunidad de usuarios volvía a perder el dinero en sus cuentas y la confianza bajaba a mínimos ante los gestores de dichos lugares. El robo en 'Silk Road' se produjo sobre las cuentas en Bitcoin de los usuarios y sobre las que se usaban para el servicio de escrow

Con dicho servicio el comprador y el vendedor aceptan la autoridad de una tercera parte que controle el correcto desarrollo de la transferencia (pago y envío del pedido) y que efectúe una labor de mediación en caso de que surjan problemas. El prestar ese servicio obliga al mercado a mantener durante semanas en muchos casos el dinero que pasa del comprador al vendedor, siendo un goloso objetivo para todo tipo de ladrones.



Tras el incidente, el nuevo equipo administrador del mercado no volvió a establecer el sistema de escrow por el riesgo que le suponía, pero su actitud fue mucho más inteligente: lejos de huir por haber sido robados, se comprometieron a devolver hasta el último Satoshi.

Y así está siendo: han comunicado que se ha devuelto ya más de la mitad del dinero robado a sus dueños, independientemente de si siguen comprando en dicho mercado o no.

Pero en este tiempo no ha existido un sistema de escrow, con lo que los usuarios deben guiarse por el feedback que otros usuarios dejan en la ficha del vendedor. ¿Qué ha ocurrido sin el escrow para proteger al consumidor de posibles timos? Pues que los usuarios han aprendido que los vendedores valoran más su reputación que cualquier otra cosa en dichos mercados.



No hay escrow actualmente en Silk Road pero si bien era un método que parecía satisfacer al usuario menos acostumbrado y más temeroso, se ha revelado como algo que no parece necesario: el hecho de que tu feedback sobre un vendedor sea malo, hará que pierda mucho más que una venta. Y los buenos vendedores con intención de permanencia, quieren clientes satisfechos que repitan: no pretenden robar 100 dólares sino ganar 1 millón.

La mayoría de los vendedores explican su política de devoluciones y re-envios con absoluta claridad en su ficha y, muchos de ellos, solicitan que si hay algún problema no se les dé una mala puntuación en el feedback sino que se les escriba y se les explique, que ellos se encargarán de arreglarlo a satisfacción del consumidor. Y así parece estar siendo.





Nunca he usado el servicio de escrow de Silk Road y, sin él, no he tenido problema en recibir todo lo que había encargado. Sólo en una ocasión un pedido no llegó, y bastó con hacérselo saber al vendedor que volvió a enviar el pedido, junto con un pequeño detalle por el retraso y los problemas.

Nuestros actos -como compradores o vendedores- marcan nuestra reputación.
Y en mercados como esos, nada vale más que nuestra huella si hemos actuado correctamente, hemos mantenido una buena comunicación con el cliente y hemos dado la cara ante los problemas, resolviéndolos para satisfacción de ambas partes.

Conserva y haz crecer el valor de tu reputación: es lo único que no podrás comprar con dinero.