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Fin del juicio a Ross Ulbricht – Silk
Road.
“Yo
declaro que la justicia
no es otra cosa que
la conveniencia del más
fuerte”
Platón
Hace unos días comentábamos aquí cómo se habían comenzado a desarrollar los asuntos relativos al
juicio contra Ross Ulbricht como responsable del mercado de drogas de
Silk Road, en su primera versión.
Nos quedamos en el momento en que la
defensa de Ross, el abogado Joshua Dratel, iniciaba la linea sobre
Karpeles como un posible Dread Pirate Roberts, entre otros ya que no
era el único que podía ser sospechoso del asunto. Pero como todo
ello se basaba en las primeras lineas de investigación seguidas por
el FBI y su agente estrella, la juez decidió reventar el asunto.
La juez instruyó al jurado para que
omitieran en su proceso toda alusión a Karpeles y a los otros
sospechosos tanteados por los investigadores, y cerró la puerta a
que Dratel pudiera seguir esa vía, que era la base para plantear una
duda razonable sobre las acusaciones. En palabras de Dratel, que se
mostró indignado por cómo la juez “evisceraba” o destripaba las
mejores posibilidades en la defensa de Ross, dejándoles en ese
instante con una mano delante y otra detrás.
Con el asunto de la autoría del código
de Silk Road y del inicio de funcionamiento como dueño del mismo
aceptada como real por la propia defensa de Ross el primer día de
juicio, la cosa parecía ponerse más cuesta arriba. Y así era.
Un trozo de papel con notas sobre Silk Road,
que la policía recogió de la papelera de Ross.
¿No tenía para una destructora de documentos o qué?
Poco después pudimos ver a un amigo de
Ross -Richard Bates- entrar en la corte a punto de saltársele las
lágrimas, para declarar como testigo de la acusación. Cuando los
federales allanaron la vida de Ross, encontraron logs de varios chats
hablando con Bates -programador en Ebay- en los que estaba claro que
le prestaba ayuda técnica. Con esa amenaza colgando de su cabeza, la
acusación sentó a Bates delante de Ross y su familia, para decir
que Ross le había contado sobre Silk Road y que él conocía su
implicación. Bates, usuario de drogas de forma recreativa, no ha
podido decir que no a “esa oferta que no se puede rechazar” por
parte de un gobierno: o hablas o a la cárcel. Y cuando le
preguntaron qué le daba Ross a cambio de su confianza y ayuda, tuvo
que contestar con la voz rota y sin poder mirar a los Ulbricht en
ningún momento, que nada, que “simplemente su amistad”. Hemos
visto a un hombre tener que traicionar la confianza de un amigo con
una espada de Damocles colgando de su cabeza. Muy gratificante el
espectáculo... :P
La siguiente parte digna de mención
fue cómo el gobierno de los USA gastó 50.000 $ contratando a un
experto para hacer una presentación que ligase los Bitcoin de Silk
Road con la cuenta de Ross, viniendo de mano de la firma LTI
Consulting que es, casualmente, dónde se encuentra trabajando el
ex-agente del FBI Chris Tarbell, que fue el director de orquesta en
la caza humana de Ross-DPR, con la ayuda de los hackers que él ha
ido cazando y convirtiendo en sus esclavos: o cárcel o eres mío y
trabajas para mí. El experto se llamaba Ilhwam Yum, y aunque fue
quien presentó el asunto en la corte, no era la persona que había
elaborado las pruebas. Esto se hizo sin avisar a la defensa sobre
este testimonio, por lo que se pidió su anulación o, al menos,
tiempo suficiente para procesar la enorme cantidad de información
que les echaban encima.
La juez pasó totalmente de darles ni el
tiempo para gestionarlo adecuadamente, pero no era raro a esa
alturas, ya que la actitud de la juez fue de bloqueo a toda las
acciones por parte de la defensa y de una enorme manga ancha con la
acusación, a quien sin embargo les indicó que jamás había visto
un proceso con semejante nivel de objeciones y protestas por parte de
la acusación, y que si bien algunas tenían base, lo otro era usar
el recurso de la protesta como balas de una ametralladora: constantes
y sin tregua.
El esquema que mostró la acusación sobre el mecanismo Silk Road y los Bitcoin.
El testimonio de ese experto ligaba
ganancias de Silk Road al wallet de Bitcoin que Ross tenía en su
poder. La defensa de Ross intentó presentar a un experto en
seguridad y Bitcoin, Andreas Antonopoulos, pero la acusación
presentó una solicitud para que no se permitiera su testimonio en la
corte por ser irrelevante para el caso.
Sí, irrelevante después de
su testigo de 50.000$ sobre la misma materia: curiosa forma de medir
“las relevancias”. Lo divertido es que la juez aceptó la
solicitud, dejando a Dratel cercano al abismo en cuanto a recursos.
Para más INRI, la acusación retiró a
“Inigo” -uno de los moderadores de Silk Road detenidos en USA- de
la lista de testigos de manera que no pudiera ser sometido a un
interrogatorio por parte de la defensa. Y ya lo único que quedaba
era saber si Ross iba a sentarse en el estrado para testificar, cosa
que finalmente no sucedió posiblemente para evitar que la acusación
le hiciera más daño. Da la impresión de que de todo este juicio
hay mucho más que no se sabrá nunca que lo que sí sera conocido en
tiempo y forma.
Hojas de cálculo con los movimientos de dinero bien explicados...
¿Ross quería que le cogieran?
Como plato final, la acusación tenía
los logs de Ross -supuestamente- contratando asesinatos por encargo a
tipos de los “Ángeles del Infierno” que -ahora que hemos visto
el texto y el lenguaje- eran menos que poco creíbles, como asesinos
y como todo lo que decían ser; en materia de drogas cometían serios
errores al hablar de ellas cuando DPR pretendía que usaran Silk Road
como vía de distribución, errores propios de los “scammers” de
la red, en los que te aseguran que venden y producen productos
totalmente ilegales junto a otros que se pueden comprar legalmente
por internet.
También presentaron notas manuscritas
-de su propia papelera física- que hablaban de asuntos de Silk Road
y lo más increíble: un diario de sus aventuras como DPR. La verdad
es que si todo esto es cierto, no entiendo cómo no pillaron a Ross
mucho antes, con grandes errores de seguridad que violaban
constantemente sus propios protocolos, fijados para comunicarse y
actuar de forma segura entre todos los moderadores de Silk Road.
Las
pruebas de varios documentos de identidad y tráfico falsificados con
la foto de Ross, que fueron intervenidos vía correo antes de su
captura, son otro de esos golpes demoledores para la imagen de Ross
frente al jurado, o incluso una foto de una mesa llena de drogas y
útiles para el manejo y pesado en la que -supuestamente- un
traficante le mostraba sus productos al lado de una pizarra en la que
se podía ver un corazón dibujado y las letras DPR.
Guardar una foto así en tu ordenador no es delito,
pero es peor:
una grave torpeza si realmente eres Dread Pirate Roberts - DPR.
Da que pensar que alguien con la
capacidad de imaginar, diseñar, crear, hacer funcionar e inaugurar
un paradigma como Silk Road, que afecta a todo el tráfico de drogas
como lo conocíamos, haya sido tan torpe a la hora de ir dejando un
reguero de pistas. Da que pensar. Tal vez es cierto que existen ese
tipo de “delincuentes” que obtienen un placer especial retando
las normas pero que a la vez albergan un deseo interno de que les
atrapen, para poder “recibir” la loas por la autoría de sus
acciones... junto al inevitable castigo. Desde luego, yo no imagino
guardar hojas de cálculo con datos sobre compra-venta de drogas en
un portátil junto con mi diario como “violador de la ley y genio
en mi tiempo libre”. Y con una cartera llena de dinero, aunque sea
Bitcoin. No me cabe en la cabeza tanta torpeza si alguien no quiere
que se sepa lo que ha hecho, de forma consciente o inconsciente. ;)
Las identidades falsas que Ross
había encargado por la red
y que fueron interceptadas en las aduanas del servicio postal.
Finalmente, cuando tras los 11 días de
juicio el jurado se retiró a deliberar -tras las instrucciones de la
juez para que suprimiesen las partes rechazadas- le bastaron unas
pocas horas para declararle culpable de los 7 cargos de que le
acusaban y que le pueden dejar en la cárcel de por vida. La
sentencia será conocida el día 15 de mayo, y será el inicio de una
larga carrera de apelación para evitar que Ross pase su vida entre
rejas. ¿Se ha hecho justicia?
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Juicio a Ross Ulbricht
“-¿Ha llamado a la manicura?
+ No, pero adelante!! No se me había
ocurrido llamarla pero ahora pienso que en un viaje como éste no
debe uno privarse de ninguna comodidad. - ¿Quieres usted las uñas largas o
cortas?
+ Déjemelas cortas porque aquí ya va
faltando sitio...”
Tras leer y escuchar un montón de
material sobre el juicio iniciado el martes 13 de Enero contra Ross
Ulbricht y lo acontecido en esta primera semana del show, no he
podido evitar ir a ver la conocida escena del camarote de los
hermanos Marx, porque me parecía un resumen interesante en una
linea. Demasiadas cosas y demasiada gente en el mismo cuarto.
Vamos a ver si podemos darle algo de
luz al asunto.
El juicio en su primera sesión comenzó
mostró las primeras lineas de actuación de acusación y defensa. En
el alegato inicial de la acusación se presentó Silk Road como ese
lugar del inframundo digital en el que se vendían drogas y armas,
con la habitual liturgia que acompaña este tipo de cuestiones (las
de drogas, no las de armas) en USA dentro de su paradigma obsoleto de
guerra contra las drogas. Se habló del Bitcoin como “eso en lo que
conviertes tus dólares para usar en la red y luego se vuelven a
convertir en dólares” lo cuál es una explicación que como poco
da pena, pero entendemos las prisas aunque quedó claro el objetivo
de la acusación de que no quedara duda para el jurado que esos
Bitcoin eran “dinero real” -supongo que en previsión de
conseguir cimentar los cargos contra Ross por lavado de dinero.
La defensa de Joshua Dratel inició su partida con un
movimiento que parecía no ser esperado: lo primero que hizo fue
aceptar públicamente que Ross era el creador de Silk Road. Oh!!
¿Dándole el trabajo hecho a la acusación? No, sembrando una buena
duda razonable, como una de las posibles vías de salida del juicio.
¿Duda mientras lo reconoce abiertamente? La defensa de Ross aceptó
que es el creador de Silk Road pero como parte de un experimento y
que luego puso en manos de otras personas cuando vio que le superaba
el volumen del asunto.
En concreto lo dicho por su abogado fue
esto: “Ross Ulbricht creó Silk Road como un experimento económico
de libre mercado”. Para los partidarios de la acusación esto busca
empatizar con el jurado y con sus posiciones más liberales, y abrir
la puerta a formas más complicadas de evitar la condena (o al menos
dejar preparado el camino por si otras vías se cerrasen).
En las siguientes jornadas se abordaron
cuestiones para el jurado como el uso de un foro (supongo necesario
para fundamentar algún relación) y el sistema de enrutamiento de
Tor. Esto empieza a mostrarse como algo imposible de seguir para el
jurado en su parte técnica. Incluso para los acostumbrados a esta
red, seguir todos los pasos lógico-informáticos necesarios
simplemente para poder explicarla de forma correcta es algo que está
fuera de alcance en la mayoría de los casos. Y no, los miembros del
jurado no son hackers y expertos informáticos. Así que les dieron
una versión “de andar por casa” de lo que era Tor, una versión
tan pobre que no gustó ni a la jueza y ya advirtió que esas
explicaciones pachangueras debían cambiarse por una adecuada
formación hacia el jurado.
El asunto de la falta de cualificación
técnica del jurado puede convertirse en un obstáculo para la
velocidad y la limpieza de un proceso debido.
La siguiente parte comenzó con la
exposición por parte de un agente infiltrado -de nombre “Cirrus”
en la red- que fue quien orquestó la captura de Ross. Llevaba 1 año
tras Silk Road y en los últimos 3 meses había trabajado cobrando
1000$ a la semana como administrador de Silk Road. Este agente había
hecho a Ross conectarse a una página para mirar un mensaje en el
foro y Ross fue a hacerlo primero desde un café cercano a casa, pero
al verlo demasiado lleno se fue a la biblioteca y allí se conectó
al chat con “Cirrus” y a la web del foro para revisar un mensaje.
En ese momento el agente dio la orden a sus compañeros de que le
detuvieran.
Así quedó la cosa sentada hasta la
siguiente sesión en que el abogado de Ross interrogó al agente,
poniendo en evidencia que Ross Ulbricht había sido una opción que
apareció en los 3 últimos meses, y que aunque el agente ahora creía
que Ross era Dread Pirate Roberts (DPR desde ahora) durante muchos
meses estuvieron creyendo que era Karpeles, el CEO del extinto Mt
Gox, el fundador y mente creadora del asunto. Lo creyeron hasta el
punto de que el agente pidió poder pinchar su correo electrónico
(cosa curiosa, porque ahora lo pide cuando ya lo han leído y tienen
algo) y aunque el agente no era partidario de contactar con Karpeles
de momento, unos agentes de una investigación iniciada en otro lado
quisieron contactar con él, y lo hicieron con sus abogados, los cuales le ofrecieron el supuesto nombre real de DPR a cambio de algún tipo de
acuerdo de favor con su cliente, el capo Karpeles. ¿Cómo es que
Karpeles tenía esa información meses antes de la captura de Silk
Road?
Huelga decir que Karpeles ya ha negado
que él fuera DPR ni que tenga relación con Silk Road... ¿qué iba
a decir si no? ¿que era él? Para el agente Jared, Silk Road fue montado como un dispositivo para poder influir en el
precio del Bitcoin desde un lugar que nada tuviera que ver con la
moneda de forma directa, bajo las órdenes de Karpeles. Hasta tal
punto que el agente llegó a escribir que tenía un montón de
pruebas para sentar que Karpeles era DPR, y que es de donde la
defensa de Ross está tirando.
Al mismo tiempo que se supo eso de
Karpeles, se supo también por parte de otra persona que había
pruebas sobradas de que Karpeles había realizado amenazas de muerte
sobre empleados suyos, y quien aseguraba tenerlas públicamente
también aseguraba que al igual que él, las tenía la policía
japonesa al cargo de la investigación del robo de Mt Gox.
¿Karpeles haciendo amenazas de muerte repetidamente a trabajadores? Vaya con el cártel de MtGox!! ;)
Esa historia viene a aupar de posible a
probable el hecho de que Ross haya sido el menos listo, o el menos
inmoral, de una cadena de personajes que se han podido ir pasando las
responsabilidades hasta dejarlas todas apuntando a él. Ahora ya
tienen una duda razonable para el jurado... si es que les dejan usarla.
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Grams: cómo encontrar las drogas que buscas... Hace poco conocíamos la existencia de 'Grams', un site que ha surgido hace muy poco y que presuntamente hace funciones de buscador en la red Tor. Aunque ha sido anunciado así en algún lado, la realidad es que el lugar -que copia la estética de Google- es un buscador selectivo dentro de los distintos mercados anónimos que se conocen en la Darknet o 'red oscura'.
Su mayor funcionalidad parece ser la de agrupar información comparable en los diversos mercados con la posibilidad de elegir la moneda en que se muestra -Euro, Dólar, Libra y Bitcoin- con una actualización relativamente rápida del estado de los valores en los mercados. Por otra parte pone a disposición de cualquiera que acceda a su web mucha -no toda- de la información disponible en 9 mercados anónimos que están funcionando con distintos grados de éxito a día de hoy. Aunque el buscador nos ofrezca una serie de resultados, podremos ver sólo la información que nos muestre en primer término porque, como es previsible, antes de entrar a mirar en cualquiera de esos mercados anónimos tendremos que registrarnos en ellos: no basta con pinchar en en link, pero nos dice dónde se encuentra lo que buscamos.
Un detalle a resaltar es que el buscador, si se intentan realizar búsquedas con parámetros de pornografía infantil -child porn- bloquea la búsqueda, no da resultados y además indica que jamás los dará sobre ese material. Muy de agradecer no facilitar acceso a ese material jamás. La compra de drogas o de armas, no implica de forma inequívoca un daño a terceras personas mientras que el abuso sexual sobre seres humanos de cualquier edad -como las películas snuff, tan comunes ahora que México produce miles de muertos como forma de 'mensajería social' entre cárteles de drogas- necesitan de la atrocidad contra seres humanos para poder existir. Otra curiosidad es que en el site se puede ver banners publicitarios de diferentes vendedores como los de un mercado que presume de tener “la mejor cocaína y MDMA de la red” y los de una página en la red común para el “blanqueo de dinero” mediante ofuscado de cuentas con Bitcoin. Y es que uno no puede evitar que le venga a la cabeza el personaje de Renton en la película 'Trainspotting' cuando atónito por lo que rápido que todo muta, piensa: “El mundo está cambiando, la música está cambiando, las drogas están cambiando, hasta los tíos y tías están cambiando.”
Servicio de publicidad para vendedores de drogas o armas... o GRAMWORDS.
Hay quien cree que el mercado de drogas
es algo que no necesita de una correcta publicidad, sino que debe
jugar -dado su status ilegal en el caso de ciertas drogas- en el
anonimato y el boca a boca. Esa mentalidad sigue presente incluso
entre los consumidores de drogas, que en los foros donde habitan
dejan perlas como que “si la deep web [darknet] es algo de lo que
se habla, ya no es deep web” o que “cuentos como Silk Road son
demasiado bonitos para ser verdad”, y parece difícil de combatir.
También se cuenta con la experiencia de que la publicidad, en muchos
casos, no mejora sino que distorsiona el mercado según los intereses
de quien la genera. Esa distorsión, legitima o no, se paga.
El buscador Grams de Tor, especializado
en drogas y mercados ilegales de armas, está intentando avanzar
dentro de lo que ha llamado “Stage 2” o Fase 2 con un interesante
plan para vendedores que están presentes en esos mercados y la
principal innovación es el sistema de anuncios Gramwords para
vendedores, aunque no esté únicamente accesible a ellos.
Gramwords presenta un sistema en el que
los vendedores, asociados a las cuentas que mantienen en los
distintos mercados, pueden competir pagando por que su campaña
publicitaria sea la más vista o casi, porque sólo las dos que
paguen con mejor precio el ser mostradas aparecerán al hacer una
búsqueda en dicho site.
El sistema, de momento, sólo permite el uso
de una palabra clave al realizar búsquedas y no permite a los
anunciantes usar más de una por cada campaña: en caso de usar dos,
el motor te devuelve las dos campañas más relevantes de todas las
existentes, tengan o no que ver con los términos de tu búsqueda.
Eso parece interesante ya que favorece que la información relativa a
cada artículo quede agrupada de forma coherente, desincentivando el
uso de términos locales o de slang, que son tan comunes en el
mercado de drogas.
De forma previsora han contado con los
existentes scammers, que intentan meter mano en el negocio sin
aportar nada, y han preparado una pestaña para que cuando sean
detectados se puedan marcar como impostores -fácil de comprobar
mediante la validación de claves PGP- y sus pretensiones en el
asunto queden al descubierto. En Grams pasas un periodo de 24 horas
en lo que se acepta tu anuncio para comprobar que no contiene
pornografía infantil o que no es un
timo a primera vista.
Asimismo contarán en breve con una pestaña
para que los vendedores puedan contestar a las críticas -o
alabanzas- que reciban en Grams, porque también de eso se trata.
Gramwords te permite hacer una
planificación del coste de tu campaña y tú decides lo que te
quieres gastar: tienen una calculadora para ver los costes, según la
cantidad ofrecida y volumen posible. Eso, por supuesto, siempre con
un saldo positivo en Bitcoin para que se te pueda cobrar, ya que si
dejas de tener fondos para financiar tu campaña o bajas el nivel de
pago de tu visibilidad, será otra la que ocupe tu lugar hasta que
vuelvas a cargar de Bitcoin la “maquina publicitaria”.
El administrador del site además
ofrece cierta protección frente a ataques contra la campaña
mediante búsquedas anormales y, dado el bajo volumen de negocio que
parece estar manejando por ahora, que hará un control manual,
desactivando y activando la campaña cuando el ataque haya cesado.
¿Resulta una opción interesante usar
el servicio? Pues supongo que si tienes un buen producto y buscas
hacerte hueco en un mercado complicado, como es el de las drogas,
puede resultar útil. Pero es posible que los comentarios de tus
clientes en Reddit tengan mucho más valor.
Aún así, Grams está haciendo una
labor interesante -para los perdidos en la darknet- en esta nueva
área ya que todavía parece tener mucho más que desarrollar.
El tiempo dirá.
El resto descubridlo vosotros: grams7enufi7jmdl.onion
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Drogas y mercados P2P online.
Entre el colectivo no organizado que la
gente suele nombrar como 'hackers' se encuentran muchas personas que
saben hacer distintas cosas y, sobre todo, que saben cooperar entre
ellos para logar unos objetivos predeterminados en cada paso que dan.
Fruto de esa cooperación tenemos cosas como el Bitcoin (¿o alguien
cree que quien es capaz de crear y desarrollar algo así no son
hacker por derecho propio?) o el sistema operativo Linux entre otras
muchas que todos conocemos.
Tor, la red TOR que originalmente era
el acrónimo de “The Onion Router”, es también un esfuerzo
cooperativo de varias mentes -aunque no deja de estar financiando,
entre otros, por la marina de USA en varias de sus fases e inicio-
pero que ya es algo que ha saltado al uso común entre los usuarios
de la red. Común, pero en creciente adopción por la preocupación
por el anonimato y por las posibilidades que acceder a Tor le abre a
la gente como son los mercados de la Darknet.
Los mercados anónimos ya existen en
Tor y crecen a un ritmo casi imposible de seguir. Silk Road, siendo
el paradigma del mercado de drogas a día de hoy en internet, fue
tirado abajo por el FBI y está funcionando a pleno ritmo: ni robos
de hackers ni gobiernos irrespetuosos. Pero en la constante evolución
que implica el juego del ratón y el gato el próximo salto -que ya
ha alarmado seriamente a los gobiernos- es el uso de mercados P2P en
Tor.
Estos mercados distribuidos, en los que
no existe un host claro donde se almacena todo lo relativo sino que
se encuentra distribuido entre los usuarios de una red P2P, permiten
asegurar la resiliencia del mercado ante ataques y sobre todo la
extinción de la responsabilidad legal y penal del mercado de drogas
o bienes prohibidos.
Esto último lo consigue por una forma
colectiva de 'fuerza bruta' en la que para actuar contra dicho
mercados es necesario confiscar y analizar todos los ordenadores de
todos los participantes en dicho mercado P2P lo que lo hace realmente
imposible.
Por si no bastase con eso, muchos
administradores de nuevos mercados están empezando a usar BOTNETs
-redes de ordenadores pirateados y controlados por un tercero- para
alojar sus anuncios sobre drogas o las aplicaciones necesarias para
controlar dichos mercados desde un lugar bastante más seguro de lo
que las autoridades podrían esperar en su peor pesadilla.
El escenario de indefensión total que
crean en gobiernos que siguen empeñados en legislar contra las
drogas y sus usuarios es terrorífico: la certificación de la muerte
virtual de la guerra contra las drogas. Y están muy asustados.
Los mercados P2P para Tor ya están
ahí, algunos como beta, otros en desarrollo y otros que vendrán y
mejorarán los fallos que pudiera haber en la estructura de los
primeros. El pueblo se organiza de forma cooperativa para burlar la
legislación punitiva sobre sus derechos y, si los gobiernos no se
dan cuenta y cambian su postura en estos asuntos para facilitar que
no sean necesarios los mercados negros, en breve pasos como ese irán
desgastando hasta pelar la estructura de un estado que ha olvidado
que su función es servir al individuo.
¿Razón de estado vs. razón de
mercado?
El caso OpenBazaar.
El proyecto Darkmarket, del cual hemos
hablado aquí como paradigma de los mercados distribuidos o mercados
P2P, ha dado un paso más hacia su objetivo de empezar a funcionar
hacia finales de este año. Se ha cambiado el nombre: eso lo
primero. ¿Tan importante era? Eso parece.
Por una parte tenemos a Brian Hoffman
como quien mantiene al proyecto actualmente. Es un chico que ha
trabajado últimamente para el Departamento de Defensa de los USA,
haciendo código para otros asuntos, y que plasma su opinión en un
montón de obviedades -como lo novedoso de un mercado que es Ebay +
Torrent + Tor + Bitcoin y sus implicaciones- junto con una perla: “No
creemos que OpenBazaar sea una madriguera para las actividades
ilegales”. No es su única joyita: “Vamos a animar a la gente a
que lo use de forma legal y positiva”.
No quiero entrar en lo que para dicho
chaval significa positivo, pero en el término legal creo que es
fácil hacerlo: ¿quién necesita un mercado P2P totalmente anónimo
y con un método de pago virtualmente anónimo para actividades
legales? ¿Ésa es su campaña de marketing? Puede que sí: la moral
y la virtud tienen un público agradecido, por lo que les reconfortan
en ausencia de un Dios palpable, y les regala los oídos
prometiéndoles la pureza a la que aspiran. Pero el chico no es tonto
y deja claro que ellos no se meterán en lo que se ofrece -como
drogas o armas- sino en el modelo de transacción entre compradores.
Dicho de otra forma: no queremos ser ilegales pero sin ese mercado no
somos nada, así que tenemos que “vender la moto” de esa forma.
El vídeo de OpenBazaar
Aún así dice que no dejará que los
“usuarios con tentaciones de vender drogas, afinen el lugar a su
gusto”. A lo mejor no tiene claro del todo lo que sería una
descentralización total, en un mercado de internet/darknet sin
autoridad alguna, pero con el poderoso músculo de sus “buenas
intenciones” como justiciero. Pasemos a la viñeta siguiente, Judge
Dredd. Por la otra parte está Amir Taaki que, junto con otros desarrolladores ahora implicados en otros proyectos, decidió poner el código de DarkMarket en manos de la comunidad -para evitar que se perdiera por su falta de tiempo- pero consciente de que la idea era “crear un mercado resistente a los ataques de los estados y sus servicios de represión, en donde no exista una cabeza y que para cerrar el mercado haya que capturar a todos los miembros, haciéndolo imposible en términos prácticos”. Dicho de otra forma: la idea era la pera limonera porque equivalía a un “Silk Road” que no puede ser destruido. Cuando el antiguo equipo al cargo con Amir dejó el proyecto, enfrentó una petición por parte de la comunidad en internet: querían un cambio de nombre. El asunto no iba por el lado moral de la cosa, sino más bien por el lado propagandístico y el argumento no tenía suficiente peso. La propuesta de llamarlo “Free Market” defendía la ventaja del nombre a nivel psicológico: el libre mercado. Y a la vez, del impacto que supondría para las autoridades “querer cerrar el libre mercado” como titular. Algo infantil pero divertido: podía haber funcionado. Amir rechazó la idea argumentando lo siguiente: “La gente necesita dejar de estar asustada y recuperar el poder sobre las palabras que usan para controlarnos. El nombre de Darknet (dark) inspira un montón de ocurrencias y suena guay. Es como cuando nos llamaban piratas como forma de insulto intentando avergonzarnos y llegó el Partido Pirata y dijo 'Sí, somos piratas, y qué pasa?'
Han existido otros partidos surgidos de internet y no llegaron a nada”. Vamos, que el pretender darle una apariencia bella a un lugar que cumple una función sin connotación moral (como son los actos de compra/venta de bienes) puede vender y ayudar a conseguir fondos, apoyo y desarrollo, pero aleja totalmente el concepto del proyecto de su esencia original. Y aunque no lo parezca a primera vista -o pretendamos defendernos mediante la negación- también del conjunto de conceptos asociados a Bitcoin, aunque su uso sea vital para la existencia de OpenBazaar. En este complejo choque de visiones, una guiada por la moral y todavía plegándose en cierta forma a las exigencias del estado y otra atendiendo a las necesidades del libre mercado, me quedo esta última propuesta. Como dijo Amir: "no estamos aquí para encajar bien en el status quo sino para retarlo".
El nuevo competidor: BitxBay
Hay un chiste muy “español” que se
suele contar sobre los vascos -habitantes de Euskadi, una
irreductible “aldea gala”- haciendo uso de varios tópicos al
caso (como ocurre en estos chiste sobre “los de tal zona” donde
se explota una supuesta característica del supuesto grupo).
Dos amigos, Patxi y Antxón -nombres
muy vascos porque tienen X- salen “a setas”. El pueblo vasco es
un pueblo micófilo que conoce sus hongos (y los sabe apreciar) de
ahí que salir “a setas”, o a recoger setas, sea algo común en
Euskadi y no tan común en otras partes del estado. Sigo. La cosa es
que durante el paseo por el monte arbolado en busca de los preciados
trofeos gastronómicos, uno de ellos dice: “¡Ahí va la hostia,
Antxón! ¡Que me acabo de encontrar un Rolex de Oro!”
A lo que el otro contesta: “¡Joder
Patxi, mecagondios...! ¿Estamos a Rolex o estamos a setas? ¿Pero a
qué cojones estamos?”
De ese chascarrillo, trufado de
topicazos en España, nos ha quedado el “¿Estamos a setas o a qué
estamos?” como forma de expresar que se está pendiente de otra
cosa distinta a lo que realmente importa -aunque el chiste muestre la
dureza de mente de quien está obcecado en una misión y no es capaz
de darse cuenta ni cuando ha encontrado algo más importante que lo
que buscaba en un principio. Aunque no sea el objetivo inicial, sí.
Esta idea del “a qué estamos
realmente” me viene a la cabeza por los asuntos relacionados con
internet, Bitcoin y la privacidad. Y por una vez, lo hago pensando
como si fuera un policía.
Eso sería lo que le preguntaría a mis
compañeros -de supuesta buena voluntad- policías como yo: ¿a qué
cojones estáis?
Una de las grandes pegas que le escucho
poner a la gente sobre herramientas como Tor (podría nombrar otros)
es que esos proyectos están financiados o incluso iniciados por
autoridades USA o personal de desarrollo militar. Inmediatamente
después olvidan decir que son proyectos de código abierto, o
explicarlo adecuadamente para que la gente entienda por qué
gobiernos como USA han financiado y monitorizado cosas como Tor o la
propia Internet, el email o la WWW.
Parece hecho para servir de semilla
conspiranoica el situar a semejantes gobierno (¿hay alguno bueno?)
en el origen de herramientas libertarias como podrían ser Internet y
Tor. Los gobiernos no son precisamente amigos de la libertad de
expresión -eso es común a todos- pero no todos los gobiernos
combaten la libertad de expresión de la misma forma: mientras unos
gobiernos optan (inútilmente a la larga) por intentar evitar que sus
ciudadanos se expresen libremente en los medios a su alcance -tipo
Rusia censurando o encarcelando bloggers, Cuba o China o Corea Del
Norte con similares formas o restricciones- otros países estimulan
la producción de “libre expresión” de manera que haya mucha,
tanta que pierda su utilidad en muchos casos.
Un ejemplo más sencillo: un abogado
defendiendo a un cliente no tiene derecho a esconder una información
que le sea requerida y a la que tenga acceso (por ejemplo, los
registros de entrada al edificio de la compañía de su cliente en un
día determinado) pero lo que sí puede hacer, legalmente, es
entregar los datos requeridos tan enterrados y revueltos en otra
mucha información que sea materialmente o temporalmente imposible
encontrar la info relevante que puede estar buscando la otra parte en
litigio. Dicho de otra forma: te doy los datos de acceso al edificio
que pides, pero te los doy mezclados con los de los 50 edificios del
mismo tipo que tengo en la compañía -no todos informatizados,
muchos en papel y fotocopia, mala suerte- y sin ordenar en días ni
horas de acceso, junto con otras 300 cajas de documentos de acceso de
todo tipo de personal del último semestre. Y tú busca lo que
quieras, amigo.
Obviamente el tipo de técnica mafiosa
en el que una gran compañía abusa de los recursos a su alcance para
enterrar en papel la reclamación de alguien más pequeño, es algo
que favorece a las grandes corporaciones -y estados- frente a las
pequeñas. Y sin incumplir la ley, lo que es un gran aliciente para
optar por esa vía de trabajo, ya que evita repercusiones penales en
quienes deciden y protege de esa forma los activos de cualquier
institución. De la misma forma lo es para algunos gobiernos por
motivos similares, y porque son “los grandes” tecnológicamente.
Resulta mucho más inteligente
posicionarse al lado de una herramienta como Tor desde sus inicios y
poder ser el que mejor la maneja, mejor la conoce y más interés
tiene en ella. Sobre todo sí expresar una libre opinión en tu país
no es difícil, se puede hacer de forma “aceptablemente anónima”
y que el hecho de que no fuera así no supondría -por norma- una
grave sanción para quien cruzase “la linea”. Tu interés como
gobierno es conocerlo para saber a qué te enfrentarás antes que
nadie -lo que significará que estarás mejor preparado que nadie- y
así mismo saber usarlo para tus propios intereses en los entornos en
que te beneficia su uso como herramienta. Recordad que Internet era
una red militar de comunicación distribuida para evitar el colapso
de un ataque nuclear sobre una red lineal.
En este modelo de anonimato promovido
por Tor y apoyado notablemente por Bitcoin (no es voluntario, tan
sólo sus propias características: Bitcoin carece de moral alguna)
surgen nuevas creaciones, consecuencias lógicas de la imparable
evolución técnica -como es el proyecto OpenBazaar del que ya hemos
hablado alguna vez en elbitcoin.org- y que puede resultar a primera
vista ilógico que tengan tanta cercanía a instituciones y
organismos estatales USA cuyas normas no amparan todas las
posibilidades que inauguran dichas herramientas (como es en este caso
la posibilidad de un mercado descentralizado y totalmente anónimo,
que puede incluir todo tipo de bienes y servicios prohibidos) sino
que claramente apuestan contra semejantes escenarios.
Dentro de la sana competencia ha nacido
otro mercado descentralizado que afirma haber realizado la primera
venta -en este caso un libro- como prueba de concepto. Su nombre es
BitxBay y ha entrado pisando algún que otro callo al promocionarse:
ha entrado en escena afirmando que él sí es un mercado
descentralizado en el que un administrador no es necesario y no hay
riesgo de que un administrador robe tu dinero. A dicha afirmación ha
contestado OpenBazaar haciendo retweet (RT) desde su cuenta en
Twitter a una persona que les recordaba a BitxBay que OpenBazaar es
también 100% descentralizado.
No busco en este texto más que dar la
noticia -porque comparar características de “lo que de momento es
vaporware” es algo que no pienso hacer- de que hay otro nuevo
modelo de jugador en esta ciudad creciente de los mercados anónimos,
tanto en uso como en estructura, y que parece que son el futuro
inevitable que nos depara la mezcla de las posibilidades de internet
con las posibilidades de Bitcoin a la hora de moldear las relaciones
comerciales entre humanos: esto sí es globalización positiva que no
espera a que los estados decidan qué hacer con nuestras vidas.
¿Qué tiene que ver al final esto con
lo de a qué se está, si a setas o a Rolex?
Mientras algunos estados son
conscientes del tamaño, repercusión e implicaciones globales de
cuestiones como la evolución de la red, Tor, Bitcoin y estos
mercados entre otras muchas cuestiones (les gusten o no, aceptan que
son el futuro) otros están a otra cosa.
En lugar de intentar comprender mejor
que es Tor, prever su evolución y tomar posiciones frente a dicha
red y las opciones de futuro que nos depara, Rusia sigue empeñada en
dar ejemplo de represión, como en otros países de espectro o restos
de bagaje comunista donde se reprime la libre expresión en lugar de
estimularla, aunque sea como forma de combatirla masivamente.
Esto no debe sorprender a nadie. Lo que
sí es una sorpresa es lo que Rusia valora lo que tiene entre manos.
Rusia ha salido “a setas” y no acaba de ver que está tratando con
“un Rolex”. Rusia ha salido a reprimir con la porra, la delación
y la recompensa al chivato mientras otros gobiernos están
aprendiendo y tomando posición en ese nuevo panorama.
Rusia quiere hackear Tor. Muchos dirán
que Tor ya está hackeado, que Tor no es seguro, que Tor es de USA y
todo eso. Vale. Pues Rusia no se ha enterado y quiere hackearlo.
Seguramente USA también querría si no tuviera tan claro que no es
posible o al menos, económicamente viable en el coste de recursos
para que resulte una empresa fiable.
Lo cachondo es la recompensa que ofrece
Rusia por semejante hazaña: 4 millones de rublos o, lo que es lo
mismo 100.000 míseros dólares.
No es que 100K dólares me parezcan
poco. No soy avaricioso, pero quiero más.
100k dólares es una broma de mal gusto
o un honeypot para cazar imbéciles que no son hackers sino fantasmas
de la red.
Nadie que tenga la más remota idea de
lo que es Tor -y de lo que significa- pensaría que alguien con la
capacidad -primero mental y luego técnica- como para hackearlo y
desencriptar su sistema de comunicaciones iba a venderlo por 100K
dólares, cuando seguramente cualquier mercado ilegal que se apoye en
Tor para su existencia, pagaría 10 o 100 veces más sólo por
ocultar el secreto.
Y otros hackers lo venderían a
distintos países por 1000 o 10.000 veces esa ridícula cantidad.
Puede que usando BitXBay u OpenBazaar
para hacer el intercambio... ¿Quién sabe?
Mucho más interesante el vídeo de BitxBay
que el de su competencia.
Dedicado a la policía
y lo útiles que van a resultar.
Amigos de la policía y las fuerzas de
seguridad y represión de los estados: ¿estáis a setas o a Rolex?
¿A qué cojones estáis? ;)
Estos dos textos -fundidos en uno ahora- fueron publicados en elbitcoin.org.
Silk Road
como herramienta de
reducción
de riesgos
en la compra de drogas.
Al pensar en lo que rodea a una
transacción con drogas y dinero, pronto nos falta una tercera
palabra en la ecuación: armas. El modelo de negocio de los grandes
cárteles y narcotraficantes implica la necesidad de protección
armada, por el precio de su producto y lo que ello estimula a otros
criminales a intentar robarlo o por la necesidad de protegerse y
tener contramedidas adecuadas para las fuerzas de seguridad de cada
zona que infectan.
La guerra contra las drogas causa
muertos (no las drogas en sí, que es otro área) que nada tenían
que ver con las drogas y sus efectos, como podemos ver en un México
desangrándose con 60.000 muertos en 6 años: USA compra la cocaína
y demás drogas pagando con armamento. Los muertos los ponen los
países de tránsito en América, pero no por consumo de drogas sino
por sobredosis de plomo.
A nivel del pequeño comprador, el
hecho de adquirir drogas tiene distintas relevancias penales en los
distintos países. En España no es un delito aunque la tenencia de
drogas en lugar público es sancionable administrativamente. En otros
países, la compra es un delito y la tenencia es otro delito, al
igual que el consumo (de momento es un derecho en España y otros
estados) lo que hace que el pequeño comprador, que busca simplemente
un abastecimiento para su propio uso, tenga que verse negociando con
personajes que -muchas veces de forma imprevisible- pueden reaccionar
de forma ilógica y violenta, con resultados imprevisibles al
juntarse con armas de fuego y la protección -hecha impunidad- del
grupo mafioso.
Que el mercado negro destruye las
estructuras del estado, mediante la compra de voluntades y el
asesinato, no es necesario que lo argumentemos ya. ¿Pero el usuario
final de drogas es cliente o es esclavo de dicho modelo?
La explosión de los mercados anónimos
de drogas sostenidos por Bitcoin y Tor en la Darknet está
asentándose como paradigma en un nuevo mercado que ya no necesita de
la presencia real. Por una parte, el mercado negro tradicional te
ofrece la posibilidad de comprobar aquello por lo que pagas en el
mismo momento en que entregas el dinero, con lo que eso tiene de
bueno y de malo (después de pagar, no antes). Por una parte no
necesitas depender de planificación para comprar drogas. Pero por
otra parte... ¿qué haces si lo que te venden no es lo que habías
acordado, tanto en peso como en calidad? ¿Pones una hoja de
reclamación? ¿Amenazas airadamente con denunciar? ¿Sacas tu navaja
y trincas al camello poniéndosela en los cojones? Menos la hoja de
reclamación he visto de todo en la venta de drogas presencial.
Lo más normal es que si te han
engañado, te jodas. Las razones empiezan por tu propia seguridad en
ese momento: si te han engañado, mucho miedo no deben tenerte para
empezar. Lo mejor es irse lejos de dicha sabandija y no volver. Pero
siempre puedes probar suerte con las quejas a gritos...
Silk Road tiene otro método.
Somos los consumidores los clientes del
asunto, como debe ser tratado un cliente: comunicación, seriedad,
oferta variada. Y además nosotros tenemos la 'espada de Damocles'
sobre la cabeza de los vendedores: nada peor que un mal feedback
exponiendo las razones de tu descontento. Un mal servicio se traduce
en menos negocio, menos cliente y una imagen deteriorada.
Al haber eliminado la parte presencial
del asunto, el cliente no se ve nunca forzado a decir que un producto
es bueno cuando no lo es ni puede salir de la compra con una bala de
más alojada en la cabeza. El trato del vendedor ha cambiado como
primera necesidad; se están adaptando al nuevo modelo lejos de la
violencia.
Aunque la violencia cotiza también
en esos mercados, aunque ahora sea violencia ejercida digitalmente
mediante el robo de datos, hackeos y chantajes con Botnets. Pero al
usuario final, al simple comprador de drogas para su uso personal (e
incluso al comprador de nivel medio que revende a un pequeño grupo)
lo peor que le puede pasar comprando en un site así, es que le timen
si no hace las cosas bien.
Cada día es más infrecuente el timador
en estos mercados y más frecuentes los vendedores que están
luchando por fidelizar clientes porque ese es el futuro de la venta de drogas al por menor, al menos
mientras no exista una opción regulada vía estado que permita la
adquisición. E incluso si eso llega, los estados tendrán que tener
en cuenta que para intervenir en el mercado han de partir de lo que
ya existe y olvidarse de que por ser “el estado” van a tener un
monopolio más. Eso se acabó.
Hace unos días salió un estudio sobre
las características del mercado generado bajo el modelo 'Silk Road'
con el título “No sólo un Ebay para drogas: el paradigma de la
innovación de grupos criminales en el mercado.”
El estudio muestra aspectos relevantes sobre el nivel de ventas de
unas y otras drogas, las ventas más comunes en volumen y las
relaciones generadas en este mercado: datos que los estados deberían
estar ya recopilando para saber a qué se enfrentan.
La idea no era nueva; la Global Drug
Survey ya hacía hincapié en varios aspectos relacionados como las
veces que al ir a comprar cada droga en los mercados tradicionales
nos habíamos visto envueltos en situaciones de riesgo con violencia.
También lo hacía en otro aspecto que hay que tener en cuenta: Silk
Road como reducción de riesgos frente a la policía. La encuesta
mundial no dejaba de indagar el número de veces que habíamos sido
molestados por la policía al comprar drogas y cuántas de esas
ocasiones habían rendido éxito en su búsqueda de drogas. Como dijo
hace poco en España la juez Araceli Manjón, 'el mayor peligro
asociado al cannabis es la policía', y eso no lo podemos olvidar.
La conclusión final del estudio es que
Silk Road es efectivo reduciendo la violencia asociada a los mercados
tradicionales de drogas, porque pase lo que pase, el vendedor no
podrá atacar al comprador ni verse atacado por él -en un robo por
ejemplo- lo que reduce la necesidad de “músculo armado” casi a
cero.
La parte dura de las conclusiones es que, de momento, el
comprador “ilustrado” que cuida la calidad de la droga que
consume, compra en estos mercados y tiene acceso y costumbre de uso
de los medios de pago Bitcoin, es una pequeña porción de la tarta,
aún muy pequeña.
Evitar la violencia derivada de una
mala gestión -impuesta sobre las drogas que los seres humanos
deseamos tomar- es una buena razón para darle una oportunidad a
mercados como Silk Road.
La reputación en
los mercados de
drogas.
En febrero de este año, el mercado
online de drogas y otros bienes 'Silk Road' sufrió un ataque en el
que un hacker o un grupo accedió a las cuentas en Bitcoin del
mercado y las vació.
El hecho caía como una maza en un momento en
que el nuevo Silk Road se estaba levantando de nuevo, tras la captura
de Ross Ulbricht, su primer dueño y gestor, y la captura de todo el
dinero por parte del FBI en dicha operación. En esos días los
mercados de drogas que existían, sufrieron todo tipo de problemas,
algunos por exceso de usuarios que venían de otros mercados que se
cerraban y otros debidos a robos en los que los propios dueños de
los mercados se largaban con la caja y lo que había en ella.
La comunidad de usuarios volvía a
perder el dinero en sus cuentas y la confianza bajaba a mínimos ante
los gestores de dichos lugares. El robo en 'Silk Road' se produjo
sobre las cuentas en Bitcoin de los usuarios y sobre las que se
usaban para el servicio de escrow.
Con dicho servicio el comprador y
el vendedor aceptan la autoridad de una tercera parte que controle el
correcto desarrollo de la transferencia (pago y envío del pedido) y
que efectúe una labor de mediación en caso de que surjan problemas.
El prestar ese servicio obliga al mercado a mantener durante semanas
en muchos casos el dinero que pasa del comprador al vendedor, siendo
un goloso objetivo para todo tipo de ladrones.
Tras el incidente, el nuevo equipo
administrador del mercado no volvió a establecer el sistema de
escrow por el riesgo que le suponía, pero su actitud fue mucho más
inteligente: lejos de huir por haber sido robados, se comprometieron
a devolver hasta el último Satoshi.
Y así está siendo: han comunicado que
se ha devuelto ya más de la mitad del dinero robado a sus dueños,
independientemente de si siguen comprando en dicho mercado o no.
Pero en este tiempo no ha existido un
sistema de escrow, con lo que los usuarios deben guiarse por el
feedback que otros usuarios dejan en la ficha del vendedor. ¿Qué ha
ocurrido sin el escrow para proteger al consumidor de posibles timos?
Pues que los usuarios han aprendido que los vendedores valoran más
su reputación que cualquier otra cosa en dichos mercados.
No hay escrow actualmente en Silk Road pero si bien era un método
que parecía satisfacer al usuario menos acostumbrado y más
temeroso, se ha revelado como algo que no parece necesario: el hecho
de que tu feedback sobre un vendedor sea malo, hará que pierda mucho
más que una venta. Y los buenos vendedores con intención de
permanencia, quieren clientes satisfechos que repitan: no pretenden
robar 100 dólares sino ganar 1 millón.
La mayoría de los vendedores explican
su política de devoluciones y re-envios con absoluta claridad en su
ficha y, muchos de ellos, solicitan que si hay algún problema no se
les dé una mala puntuación en el feedback sino que se les escriba y
se les explique, que ellos se encargarán de arreglarlo a
satisfacción del consumidor. Y así parece estar siendo.
Nunca he usado el servicio de escrow de
Silk Road y, sin él, no he tenido problema en recibir todo lo que
había encargado. Sólo en una ocasión un pedido no llegó, y bastó
con hacérselo saber al vendedor que volvió a enviar el pedido,
junto con un pequeño detalle por el retraso y los problemas.
Nuestros actos -como compradores o
vendedores- marcan nuestra reputación.
Y en mercados como esos, nada vale más
que nuestra huella si hemos actuado correctamente, hemos mantenido
una buena comunicación con el cliente y hemos dado la cara ante los
problemas, resolviéndolos para satisfacción de ambas partes.
Conserva y haz crecer el valor de tu
reputación: es lo único que no podrás comprar con dinero.