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lunes, 22 de septiembre de 2014

Drogas y pena de muerte: la paradoja del activismo dañino.


Este texto fue publicado por la Revista Yerba.
Espero que os guste. :)

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El gallo de Sócrates.


“Critón, debemos un gallo a Asclepio, no olvides pagar dicha deuda” dijo y después no hablo más.

Así han pasado a la historia las últimas palabras de uno de los condenados a pena de muerte más famoso de todos los tiempos. La interpretación clásica que hace la filosofía de dicho momento es que Sócrates expresaba de esa forma un cierre con su existencia en la que dejaba todos los asuntos zanjados, a la usanza de los testamentos clásicos.

¿Fue así? Hagamos un rápido repaso al asunto. Un “más que chulo” Sócrates se enfrenta con el poder y el poder le somete a juicio, pero cuando quienes le juzgan -por temor a una revuelta popular- le están intentando librar de la condena, el caballero se arranca y les espeta en la cara que “no sabe de qué cominos le tienen que perdonar a él, cuando lo que deberían hacer es darle un premio por sus actos” y listo: condenado a pena de muerte por abrir la boca. 




Aún así, esperando el momento de su ejecución, Sócrates cuenta con una posibilidad de huida que rechaza, y acaba llegando voluntariamente al momento del gallo tras tomar la cicuta que le mataría momentos después.

Una vez ya tapado en sus últimos instantes esperando la agonía, decide descubrirse, mostrarse a los discípulos que le acompañaban en ese último momento y dejar ese recadito para Asclepio

¿Os suena el simbolito? 
¿Os recuerda a algo, aparte de al Tío la vara?


¿Y quién era Asclepio? Pues Asclepio era el dios griego de la medicina, ni más ni menos. Vale que Sócrates quisiera dejar sus cuentas zanjadas. ¿Nadie ve ahí un cierto sarcasmo en un tipo que podía haberse librado de la pena de muerte -varias veces- pero fue tan chulo que prefirió morir delante de todos? Yo sí. 

Te estás muriendo en aplicación de la pena de muerte y tus últimas palabras son que le ofrezcan un gallo al dios de la medicina. ¿Estaba agradeciendo una buena muerte de forma sincera? Tal vez. Lo cierto es que no tenemos una certeza ni del momento ni de sus exactas intenciones y todo queda a la interpretación de cada cual.





¿Cómo era la muerte 
a la que 
se enfrentó Sócrates?


La muerte por cicuta no es una muerte agradable: fuertes mareos, vómitos y dolores mientras una parálisis va comenzando por extremidades hasta ahogar a la persona -que se va poniendo de color azul-  paralizando todas sus funciones básicas. Por eso a Sócrates se le administró a la vez un paliativo a base de plantas que, casi con toda probabilidad, incluiría opio y puede que solanáceas para ayudar a la persona en el tránsito hacia la muerte, aunque se desconoce el contenido exacto.

Como se pudo notar -más que de sobra- que no era la intención de Sócrates librarse del castigo, se le dejó salir a morir caminando, con sus discípulos más queridos, hasta que tuvo que echarse a un lado del camino porque su organismo colapsaba en un estado de vértigos y ahogo.



Y en ese momento le recuerda a Critón, su querido discípulo, el gallo debido como ofrenda a Asclepio, dios de la medicina o de lo que era lo mismo en aquella época: del uso de plantas para ayudar a vivir y a morir. ¿Ironía? ¿Sarcasmo? ¿Agradecimiento real? 



De la Grecia clásica 
al Texas de 1977 
en los USA.


En este salto de muchos siglos, la pena de muerte es algo que nunca se ha dejado de aplicar, prácticamente en todos los países del mundo. Los métodos que el ser humano ha usado para dar muerte a sus semejantes condenados han variado desde el desmembramiento por 4 caballos, a ser colgado de un árbol o una grúa, a ser apedreado/a hasta la muerte por traumatismo, al pelotón de fusilamiento o a nuestro hispánico 'Garrote Vil'.


España exportando lo mejor de la tierra.


En ese año de 1977, un examinador médico del estado de Oklahoma, de nombre Jay Chapman, propuso lo que desde entonces es conocido como el 'Protocolo Chapman': una forma menos dolorosa para aplicar una sentencia de muerte basada en los conocimientos médicos y recursos farmacológicos que teníamos. 

Jay Chapman

El protocolo eran las directrices para poner un suero intravenoso en el brazo del reo y, en el momento dispuesto, inyectar una dosis anestésica de un barbitúrico de acción ultra-rápida, seguida de un paralizante muscular que detiene la respiración y de una dosis de cloruro potásico que detiene el corazón.

Las razones que motivaron este cambio eran de tipo humanitario: vamos a matar al reo, pero no hay necesidad de hacerlo de una forma que cause un daño innecesario. Así que el protocolo fue ajustado por un médico anestesista -los que tienen la llave de la vida y la muerte- e impulsado hasta convertirse en ley por un “hombre de Dios” llamado Reverendo Bill Wiseman. 

El Reverendo Bill Wiseman.


Es decir, entre dos médicos y un cura habían creado la inyección letal como “la menos mala de las formas de matar” y fue Texas el primer estado en adoptar la nueva forma ejecutoria en sus disposiciones legales y el primero en aplicarla sobre un ser humano: el 7 de diciembre de 1982 moría el primer reo con la muerte -como castigo- menos cruel que se podía aplicar sobre un ser humano.

Obviamente no era el primer humano que moría tras administrarle una inyección mortal: los nazis hicieron todo tipo de pruebas con prisioneros, entre las que se incluían inyecciones de gasolina como experimentos médicos. ¿Repugnante? Sin duda. Pero a USA no le vinieron mal todos los datos extraídos de la experimentación nazi sobre humanos y los usó para propio interés. Sin embargo esa ola de caridad a la hora de matar a un ser humano se extendió pronto por todo el país, hasta el punto de que en el año 2005 todas las ejecuciones realizadas en USA fueron con dicho método.



Causa causatis causa causae 
o “lo que causa la causa 
es la causa de lo causado”.


A la vez que USA desarrollaba un método para matar de forma menos cruenta, sus colegas ingleses rechazaban la idea de matar personas con una inyección, más que nada porque no les parecía ético y que dicha acción violaba los principios médicos que se suponen están enraizados en la propia medicina, como el precepto de “primum non nocere” o “lo primero es no causar daño”.
Ellos preferían seguir haciéndolo de la forma tradicional: con la horca o a tiros.


Método civilizado 
donde la medicina no tiene lugar 
para ayudar a la muerte.


Es cuestionable que dentro de la raíz de la medicina no se encuentre el facilitar la mejor muerte posible a una persona que enfrenta dicho trance, por la razón que sea: la muerte de Sócrates es un buen ejemplo de ello. Pero esa fue la postura inglesa en una Europa que empezaba a asentarse en cauces menos violentos y que progresivamente iba tumbando las leyes sobre pena de muerte. En España se retiró el 'Garrote Vil' y dejamos de matar con la llegada de la democracia aunque la pena de muerte en nuestro país siguió vigente algunos lustros dentro del código penal militar.

En el empeño que tiene el ser humano de hacer que los demás vivan a la manera que a cada uno le es propia, Europa y su activismo enfrentó la pena de muerte en el mundo. Con toda razón: las cifras son terribles y las razones para matar, aún peores. Tenencia de drogas, disidencia ideológica, homosexualidad... un bochorno para todo el ser humano escribir en nuestra historia que matamos por esas razones, entre otras. Y es cierto que Europa lidera muchas de las causas más nobles de derechos humanos que hay en el planeta, pero a veces no lo hace de la mejor manera y esta vez han patinado.

El activismo europeo contra la pena de muerte, hace algunos años eligió como uno de sus objetivos a presionar y atacar a los laboratorios farmacéuticos que fabricaban “las medicinas de la muerte”. Flaco favor le hicieron a muchos seres humanos condenados a morir en USA con dicha acción.



A los laboratorios farmacéuticos pronto les llegó la noticia de que intencionadamente se pretendía asociar sus nombres con la muerte, de manera que se les perjudicase económicamente. Dicha acción pronto contó con una reacción: los laboratorios se empezaron a distanciar del asunto.

¿Por qué si las farmacéuticas no tienen escrúpulos decidieron retirarse? Porque no son tontas y matar no da dinero. El principal objetivo de los grupos activistas fueron los productores de barbitúricos, que a día de hoy son fármacos con muy poco uso fuera del entorno hospitalario porque fueron superados por las benzodiacepinas en el manejo de la ansiedad y los trastornos de corte neurótico, incluidos los trastornos del sueño. 



Hace falta más cantidad de droga para una operación quirúrgica larga que para matar a una persona, y se hacen muchas más operaciones de todo tipo en los quirófanos del mundo que en las salas de ejecución. Los barbitúricos, que son drogas que tienen la “virtud” de matar con facilidad, eran la principal vía de suicidio para muchas personas que no encuentran el apoyo legal para poder morir de una forma digna en tiempo y modo. 

Países como Bélgica que son punteros en la aplicación de la eutanasia (buena muerte) tienen al barbitúrico y al resto de drogas usadas prácticamente igual que las de una sala de ejecución, pero la realizan en un entorno más adecuado.



Acción y reacción.


Cuando los laboratorios farmacéuticos -que son los mismos en USA que en Europa- vieron que la mala prensa les podía causar pérdidas, poco les importó la calidad de la atención al reo: se volvieron muy reticentes a darle al gobierno drogas que fuera a usar para matar aunque las mismas se las seguían dando a hospitales porque tienen idéntica necesidad en su uso. 

El gobierno USA se vio en un momento corto de suministros y decidió probar con otras formas de matar, siguiendo la linea de la inyección letal. Existen cientos de fármacos que pueden causar la muerte, y se puede hacer durmiendo a la persona primero, lo que en esencia era la idea humanitaria del 'Protocolo Chapman'.

A nivel médico, no es necesario contar con barbitúricos para provocar una muerte, sino que existen otros protocolos que sirven. La fórmula de la 'sedación paliativa' (con cierta carga como eufemismo) se basa en usar una benzodiacepina, de acción hipnótica como el midazolam, seguido de una dosis de opioides que va sumiendo a la persona en un sueño cada vez más profundo hasta que muere. 



Es un gran método para dar una eutanasia asistida en un hospital, pero muy poco acertado para una sala de ejecución por la razón de los tiempos de acción de esas drogas en las distintas personas con distintas tolerancias. Eso no ocurre con los barbitúricos, ya que la dosis letal no aumenta al tener tolerancia y es uno de sus principales peligros en el uso médico, además de la razón de la muerte de Jimi Hendrix.

El concepto de eutanasia choca con el de la ejecución rápida, en la que el estado representado por las autoridades, parte del jurado, testigos, familia y hasta prensa se encuentran reunidos para matar, en un acto que cuanto más rápido sea mejor, y eso es lo que importa. 




Así que aunque el gobierno USA abrió la vía legal para matar a los reos con lo que sería similar a una sobredosis de heroína (legal) con benzodiacepinas para ayudar se topó con que pocas cosas son tan rápidas para matar como su antigua fórmula y que la nueva fórmula de inyección letal funcionaba muy bien en algunos casos, como el primero en el que fue aplicada en el año 2009 en el que terminó con la vida de la persona en 10 minutos, y tremendamente mal en otros. 


Del gallo socrático 
al último sarcasmo letal.

Clayton Derrell Lockett no parecía un buen tipo. Condenado a morir en el año 2000 por violación, sodomía, secuestro, asesinato con ensañamiento y enterramiento ilegal, fue alargando su vida a base de apelaciones y recursos como el resto de condenados que esperan en un ala de una cárcel para ser ejecutados. Le llegó su día el 29 de abril de este año. 

El reo ejecutado en la paradigmática carnicería.


Los activistas europeos contra la pena de muerte habían conseguido la retirada total del barbitúrico de las salas de ejecución, con apoyo de la presión en USA contra la pena de muerte. Pero lo que no habían conseguido eliminar, era la propia pena de muerte: a Clayton no le hicieron un favor con su lucha.

En lo que ha pasado a ser el paradigma de una ejecución totalmente chapucera este fue el relato de lo acontecido. Llevan al reo a la sala y se le pone en la camilla, se le ata con correas de cuero de manera que no pueda moverse, o lo haga lo menos posible.



Se atraviesa su piel con una aguja directa a su vena. Se le inyecta una dosis mortal de midazolam e hidromorfona. Un problema en la elección de la vía (vena) acaba con una situación en la que las drogas inyectadas se ven incapaces de alcanzar un nivel adecuado en sangre por un bloqueo. El reo es declarado inconsciente. A pesar de ello, el reo se retuerce, gruñe e incluso habla durante todo el proceso intentando librarse de las correas de cuero en su enfrentamiento con la muerte.

Tras más de media hora, el proceso de ejecución se detiene por orden del médico responsable. Una vez detenida la ejecución del reo, las drogas y el esfuerzo vivido provocan al reo un paro cardíaco que lo mata. El reo no era buena persona pero, como sociedad, no parece que sus asesinos fueran mucho mejores.

El escándalo que provocó la carnicería que montaron para matar a Clayton ha tenido consecuencias importantes para la pena de muerte en USA. No se alegre todavía, no es lo que lo que piensa: a final de mayo de este año el estado de Tennessee adopta una ley que permite volver a ejecutar a los reos mediante la silla eléctrica y otros estados dan pasos para volver a introducir los pelotones de fusilamiento. 



La silla eléctrica se presenta como la mejor solución en USA solución a la falta de drogas, artificialmente creada por el activismo desde Europa, para matar adecuadamente. 




Sí: las drogas sirven para matar tanto como para curar. El activismo mal planteado en Europa ha conseguido que los reos no puedan morir de forma rápida y bajo anestesia, regalándoles la doble condena de saber que morirán con miles de voltios atravesando su cráneo, cerebro y con todos los músculos de su cuerpo en agónicos espasmos hasta quemarles por dentro. 

¿Era esta respuesta la que buscaban? 

Hay más humanidad en 
el 'Protocolo Chapman'. 



miércoles, 2 de julio de 2014

El circo de las drogas en la ONU

Este texto fue publicado hace un mes o así en la Revista Yerba.
No hace falta decir nada más.
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El circo de las drogas en la ONU.

En el mes de marzo del 2014 se celebró en la ciudad de Viena un encuentro internacional de los responsables de drogas de cada país ante las Naciones Unidas, bajo el auspicio de la 'Comisión sobre Drogas Narcóticas', conocida como CND2014. Dicha comisión está enmarcada dentro del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y existe formalmente desde el año 1946, encargándose de los asuntos relacionados con la prohibición de las drogas narcóticas


El jefe de la ONU tras una mala pastilla que se comió.


¿Sólo de las narcóticas? ¿Y qué pasa con las estimulantes y las psiquedélicas, por nombrar otras? No se deje el lector engañar por el nombre: controlan todas las drogas desde hace décadas pero como no sabían como referirse a ellas, optaron por bautizarlas así aunque en realidad narcóticas sólo sean una parte de esas sustancias.

A esa reunión, de varios días y larga agenda, España mandó un nutrido grupo de representantes oficiales que -por la longitud del listado de asistentes- estaba a la altura de países como USA, México o Rusia y muy por encima de lo enviado por países como Holanda, India o Israel

¡Y no es para menos! En reuniones “así de importantes” se deciden cuestiones que nos afectan gravemente a todos los ciudadanos en materia de drogas. ¿Y quiénes son los que fueron a hablar por nosotros? Pues gente seria y responsable, no seáis desconfiados. Para empezar, el primero de la lista es Francisco de Asís Babín, un conocido de todos por su inestimable trabajo al frente de nuestro tan hispano 'Plan Nacional Sobre Drogas' o PNSD. Antiguo licenciado en medicina que ahora trabaja defendiendo -en rango de Delegado del Gobierno- lo que el Gobierno hace y deja de hacer en materia de drogas, como por otra parte es su función ya que es nombrado desde el mismo con el método de la clásica democracia digital: a dedo.


Paco Babín a punto de iniciar el vuelo.

¿No teníamos nada mejor que enviar? No vayan a preocuparse todavía, que aún hay más. La segunda persona mencionada en el listado oficial de asistentes (no es por orden alfabético) es Carmen Buján Freire, una diplomática “de carrera” que está especializada... en terrorismo


¿Pero esto no iba de drogas? Lo más curioso es que esta señora es la representante permanente en Viena ante Naciones Unidas de nuestro país. ¿Qué tendrá de raro? Pues lo extraño de su presencia es que ella fue situada en dicho cargo -de alta importancia estratégica- en un nombramiento del gobierno del presidente Zapatero en el año 2010. Han pasado unas elecciones y hay un gobierno de otro signo desde hace varios años en el poder en España, pero eso no es relevante porque no se ha cambiado a esa persona. La realidad no esconde mucho truco: la política de drogas del PSOE y del PP es igual y no reviste diferencias reales, mucho menos a nivel internacional. Si el actual presidente Rajoy no ha cambiado a esa persona es porque cumple la función que de ella esperan y parece ser que es capaz de cumplirla igualmente para ambos partidos gobernantes

No hay tampoco noticia alguna de que su puesto vaya a sufrir el menor cambio, exactamente igual que la política de drogas en el país: todo acorde y en sincronía. El resto de asistentes a dicha cumbre son los políticos y sus asesores técnicos, en inteligencia, exteriores y algún representante del área sanitaria y social, en un vano intento de dar algo de vida y color a la infumable lista de “la selección roja” en este asunto.



Estas personas han de decidir en la reunión mundial de mayor nivel sobre drogas cómo va la política y qué cosas habría que modificar. A la vista del fracaso estrepitoso de la guerra contra las drogas que han cosechado en un siglo de prohibición sería de esperar que hubiera rápidos cambios. Pero rápido y política son dos términos antagónicos. Aun así había muchos temas que tratar así que se organizó como un circo de muchas pistas con distintos temas, en el que los actores no eran “personas” sino países.



La pista del domador legal y la temible fiera de la 'decriminalización'.


El enfoque punitivo sobre la gestión de la producción y la distribución de drogas es un error ya certificado globalmente, pero más terrible es el enfoque punitivo sobre consumidores de drogas. En este aspecto, las lineas generales de recomendación surgidas del CND2014 para el mundo son que “no debemos tratar a los consumidores de drogas como desviados sino como enfermos” y por lo tanto no debemos criminalizarles por ello -ya que esto dispara las tasas de infección de SIDA y hepatitis- aunque ven lógico que la represión se produzca en otras áreas como la económica vía multas. 

¿Esto qué quiere decir? Pues que la ONU nos recomienda “avanzar” hasta la Ley Corcuera o de Seguridad Ciudadana 1/1992, esa por la que nos multan cuando nos cachean indiscriminadamente y tenemos droga encima para nuestro propio consumo. 

Mandril sin estudios que hizo la Ley de Seguridad Ciudadana.
Sólo puede pasar en España y en el PSOE.


A nivel real para España las directrices surgidas de esa pista no tienen valor alguno, ya que aquí el consumo de drogas es un derecho del individuo y lo que se sanciona -en una esquizofrénica pirueta legal- es la tenencia en lugar público, como la calle. Por otra parte es interesante saber que España tiene más de 22 años de adelanto con respecto a dichos consejos y que ¿para qué va a cambiar nada, no?
Del autocultivo de cannabis y esas otras opciones... ya tal.


Verde que te quiero verde.


Esa pista tiene sentido para muchos países en que el consumo de drogas o la tenencia de las mismas puede suponer cargos de tipo criminal y eso les ha hecho saturar sus cárceles sobremanera. Los primeros pasos los dio Portugal en 2001 con una decriminalización que pasaba a multas las sanciones criminales por drogas para consumo propio y en el año 2009 la República Checa con el mismo paso, sin haber contado con ningún organismo internacional para hacerlo: soberanía nacional se entendió y no hubo ningún problema.

Con ese acercamiento -bastante antiguo en realidad- al problema pues uno se evita tener que introducir a simples consumidores en el sistema judicial y penal del país, evitándose una carga que se ha demostrado que satura el sistema hasta hacerlo inviable, aparte de ser una agresión contra las personas usuarias de drogas que no hace sino agravar los posibles problemas o crearlos si no existían (un proceso penal no es ninguna broma, chicos, y os puede joder la vida) al hacer a la persona tener que enfrentarse a requerimientos intromisorios que violan libertades fundamentales. 

Dicho de otra forma: tenemos las cárceles llenas!! Estamos que lo tiramos!! ¿Qué hacemos con tanto preso porrero y el gasto que nos suponen al estado? Pues soltarles y mandarles a la puta calle.

Ese es el espíritu que impulsa -nada de caridad ni piedades varias- lo que ahora se están llamando “Política de Clemencia” para los delitos de drogas que no implicasen violencia y daño a terceros. De mano de los increíbles USA llega esta bofetada refrescante: tras haber creado hasta cárceles privadas ahora deciden ser “clementes” y no joderle la vida a esos fumetas y pastilleros que tienen presos sin haber dañado a nadie (más que a ellos mismos en el peor de los casos).

Debemos recordar que en USA hay personas cumpliendo cadenas perpetuas sin haber causado daño a terceros por delitos de drogas. Así que en esta pista del circo podremos ver como se torna el concepto de “usuario de drogas vicioso” a “usuario de drogas enfermo que hay que tratar” y realmente no sé cuál da más miedo, tras ver a Grecia en Europa y a otros países por el mundo usando campos de internamiento con usuarios de drogas, inmigrantes y seropositivos.

Nos llegará de oídas esta ola de “clemencia por esos pobres diablos que han perdido su alma por consumir drogas” y que saturan sus cárceles hasta hacerlas campos de concentración y hacinamiento de humanos, pero en España no tendrá ninguna repercusión ya que aquí hace décadas que el simple consumo de drogas se paga con multas y no con la cárcel, aunque siga siendo igualmente una descarada penalización sobre un derecho individual. Aunque no debemos de perder la vista a países como Ecuador que están implementando una valiente política que implica reconocer a las “mulas” que transportan drogas con estatus de víctimas en lugar de tratarles como criminales, en un decidido paso a no repercutir los daños de la prohibición internacional de drogas sobre su propia población sometida a la necesidad de sobrevivir en mitad de un país de tránsito de las rutas de la cocaína.


La pista del funambulista sin red sobre la pena de muerte.

Mientras unos países discutían lo de no meter en la cárcel a la gente por consumir drogas y tratarlos como enfermos -englobando hasta tratamientos forzosos en países de nuestra esfera cultural como los USA- otros países se divertían hablando de sus números en la guerra contra las drogas con sus estadísticas de sentencias de muerte por tráfico e incluso simple posesión de drogas

Estos ya no usarán más drogas.


Eso deja claro que esta gente se lo toma en serio: ni una broma con las drogas que son malas. Mejor ejecutados como hace China y otros cuantos países de su influencia cultural en Asia. Pero no son los únicos porque la furia de las aplicaciones integristas de los asuntos morales convertidos en legislación, deja decenas de cadáveres colgando de grúas, ahorcados en las plazas públicas de las ciudades de Irán y otros países islámicos que no tienen problemas en aplicar la pena de muerte con el añadido de la exhibición pública, como en los mejores tiempos de la inquisición española con la quema de brujas y herejes. Como penas menores, muchos tienen la amputación de miembros -manos, orejas, nariz- del criminal para ayudarle a reconvertir su vida en algo más provechoso para toda la sociedad.

En esta pista del circo fue Suiza la que -con el apoyo de otros países- tuvo un valiente intento de que se reconociera por parte de los asistentes que la pena de muerte era una política totalmente desproporcionada en asuntos por drogas y que eso se incluyera en una declaración conjunta. Parece algo razonable a los ojos de un Europeo, pero no parece ser igual en países que aplican la pena de muerte por las más variadas razones. ¿Por qué no a los que andan con drogas y sí a otros? La respuesta seguramente sería que es atroz utilizar la pena de muerte como herramienta de control, pero eso no suena bien a los oídos de China, Irán y otros cuantos países de instintos similares que cómodamente bloquearon con su derecho a veto que tal declaración conjunta saliera adelante.

¿Y qué dijo España ante algo así? ¿Lo sabe usted? Nosotros tampoco. España como otros cuantos países no querían líos con la pena de muerte y menos con China, a quien hace poco hemos molestado con la causa penal que se seguía en base a la jurisdicción universal, así que optamos por mirar a otro lado. 


Pena de muerte Marca España.



Total, otros muchos países “civilizados como USA” tienen la pena de muerte entre sus herramientas y no somos tan críticos ¿verdad?




La pista del neolenguaje y la reducción de riesgos.

En estos años de dura travesía del desierto de la prohibición, en el que las únicas medidas realmente eficaces se han dado a través de los programas de 'reducción de riesgos' -en su versión inglesa 'Harm Reduction' o reducción de daños- no son pocos los países que de una forma sincera se han acercado a esa aproximación al asunto de las drogas y sus usuarios. Para quien no conozca estos programas su principal característica es el trato con el usuario de drogas sin juzgarle ni criminalizarle por sus consumos y, en lugar de ello, ayudarle a reducir los daños y riesgos derivados de ellos

Abarcan el trato en lugares como las 'narcosalas' donde las personas consumen drogas con una cierta supervisión de profesionales, los programas de análisis de drogas que desarrollan algunas ONG y que son el primer punto de alarma ante partidas adulteradas de forma peligrosa para la salud de sus usuarios, llegando hasta la educación del usuario de drogas -y del no usuario- para que puedan tomar decisiones informadas sobre el consumo o abstinencia. 

Entre otras muchas áreas enfocadas en prevenir problemas -como la difusión del SIDA mediante el reparto de jeringuillas nuevas a usuarios- algunas resultan especialmente rentables: evitar un contagio de SIDA cuesta entre 100 y 1000 dólares. Si a alguien le parece caro que piense el coste de un año de atención, pruebas y tratamientos en un seropositivo.

Sí señores, el SIDA / VIH sigue existiendo y matando gente.


Desde hace años los países más avanzados saben de sobra que la reducción de riesgos es el enfoque más efectivo, humano e inteligente del asunto de las drogas bajo la prohibición, pero eso no ha impedido que varios de ellos consiguieran bloquear que se mencionase en la declaración final a la reducción de riesgos bajo ese nombre. Se puede hablar de ella pero se ha de usar un eufemismo que es algo así como “medidas para paliar el daño provocado por el consumo de drogas en la población” según se expresa en las guías técnicas que la ONU tiene publicadas. 

Sí, queridos lectores, en eso se gastan la pasta; en decirnos cómo debemos llamar a las cosas, como siempre por nuestro bien. ¡Gracias ONU!



Todo circo tiene un payaso y una próxima vez: UNGASS2016.


Al mando de todo este montaje está un ruso, apéndice directo de Putin, llamado Yuri Fedotov. El personaje es irrelevante en sí de no ser porque es quién refrenda la política internacional de drogas. Y entre otras la rusa, que le niega tratamiento a los adictos (no aceptan metadona ni buprenorfina legal) en su país hasta forzarles a recurrir a venenos como el 'krokodil' o que ha cerrado el paso a toda la metadona que recibían los adictos en tratamiento en Crimea, tras la anexión rusa de hace semanas.

Aquí el payaso Yuri 
explicando cómo manejar
 las drogas en el caribe.


Yuri es el payaso triste que una vez fue el payaso alegre. Si algo ha quedado claro en la reunión es que el consenso sobre drogas a nivel internacional está hecho añicos si es que alguna vez llegó a existir. Para enfrentar -de nuevo- la situación con las drogas, tras probar a crear un mundo sin drogas y ver que eso es imposible, varios presidentes en activo de países miembro de la ONU han solicitado, hasta conseguirla, una Asamblea General sobre Drogas en Sesión Extraordinaria que ya se conoce como UNGASS2016 donde se revisará la política global de drogas, pero no con simples enviados diplomáticos sino con los presidentes de cada nación.

Esa será la reunión de jefes de tribu -presidentes y mandatarios, perdón- más importante sobre drogas y que se adelanta varios años con respecto a lo esperado debido a la situación internacional. Lo mejor que ha salido del CND2014 han sido los grupos que se han formado para preparar la agenda de UNGASS2016, aunque haya habido episodios tan lamentables como el que vivió el Representante de Uruguay en la Organización de Estados Americanos cuando le dijeron que Uruguay y Paraguay eran lo mismo. No contenta la persona con su inteligente comentario insistió en él hasta que los representantes de Uruguay se levantaron y se fueron de la reunión.

México -con 60.000 muertos en 6 años- y otros países de América se desangran por el tráfico de drogas que USA -y Europa- consume y paga en plomo y armas. Los países de tránsito ponen los muertos a base de población civil en un desequilibrado mercado que nadie es capaz de frenar y que necesita de una sincera y honesta regulación que permita a los adultos decidir libremente sobre el consumo o no de sustancias y hacerlo de forma segura para ellos y para los demás. 
El mercado existe y no desaparecerá: dejar que lo controlen las mafias sería un nuevo error fatal que todos pagaríamos de nuevo.

No será hasta el año 2016 cuando podamos ver si el mundo está ya listo para dar el volantazo a la criminal política de drogas seguida por la ONU al dictado de USA o si, por el contrario, necesitaremos de otros cinco o diez años más para acabar con una política que ha hecho a todos los seres humanos las víctimas de las opciones morales de unos pocos. Lo que sí sabemos es que no ocurrirá sin mucho trabajo por parte de los activistas.

Canutos para la paz.


¿O alguien se cree que con este circo montado se puede cambiar el espectáculo tan pronto?
Esperemos lo mejor y preparémonos para lo peor; mientras tanto a seguir remando hasta UNGASS2016.