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viernes, 28 de agosto de 2015

Campaña de la FAD contra las drogas: manipulando Twitter y redes sociales.


Este texto fue originalmente publicado en la Revista Soft Secrets, denunciando la manipulación que se hacía en las redes como Twitter con las campañas contra las drogas de la miserable y archiconocida FAD o Fundación de Ayuda contra la Drogadiccion.
En este caso eran 170 cuentas difundiendo los mensajes -falsos, irreales y alarmistas- que lanzaban en su nueva campaña (eso con lo que justifican el exageradísimo montante de dinero público que trincan por la cara).

No son los únicos que disfrutan manipulando la opinión pública. Hace un par de días, la Revista VICE publicaba otra jugada de manipulación de la opinión pública por parte de las cuentas-bot del Partido Popular en Twitter, en este caso atacando a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
La Revista VICE también publicó un reportaje sobre este mismo caso de las cuentas-bot de la FAD y sus campañas contra las drogas, manipuladas por robots para que calen en la opinión pública. Un auténtico asquito de gente, y se llevan la pasta que tendría que ser para hacer algo útil: nos roban a todos.

Posteriormente y para evitar que negasen lo que había ocurrido, se publicó en esta web fotografías de TODAS LAS CUENTAS BOT (170) MANIPULANDO para placer de la FAD.

Esperamos que os guste. :))

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¿La FAD? 
¿Qué coño es eso de la FAD?


Todos los que vivimos en España conocemos a la FAD. Seguramente si te dicen el nombre de forma aislada, no puedas relacionarlo en un primer momento. Pero si te preguntan si recuerdas aquel anuncio contra las drogas en el que un gusano reptante se metía por la nariz de una persona, a lo mejor te suena ya. O casi con seguridad, cualquier anuncio o campaña contra las drogas que hayas visto en los grandes medios de comunicación, es una campaña de la FAD.

La FAD es una fundación. En concreto es la “Fundación de Ayuda contra la Drogadicción” pero el nombre en sí no es un mero formulismo, ya que implica un trato fiscal preferente y con varias ventajas frente a otras organizaciones. Una fundación es, en resumidas palabras, un grupo de personas y/o empresas que se constituyen con un capital determinado y un fin de carácter social, como puede ser la lucha contra la malaria o la enseñanza de música a los niños en las escuelas. En este caso, una con carácter consultivo ante la ONU o lo que es lo mismo, con mucha influencia.

La FAD fue, desde su creación, la fundación de carácter social que luchaba contra la drogadicción, pero también desde sus inicios contra aquellas personas que consumían drogas aunque no tuvieran problemas -de adicción o de otro tipo- derivado de su consumo. Fue fundada por un general de renombre, Gutiérrez Mellado. ¿Os acordáis de las imágenes del 23-F y el golpe de estado de Tejero? El militar que se levanta y les planta cara a la Guardia Civil armada, sin tirarse al suelo, ese era Gutiérrez Mellado. No era un mal tipo, para lo que podía haber sido. Y estoy seguro de que su intención al constituir la FAD no era mala. Pero otra cosa han sido los resultados.

La FAD ha sido la responsable -sobre todo por el dinero público que ha recibido- de educar a la sociedad sobre las drogas. Y su planteamiento ha sido un fracaso: han sido los férreos defensores de un modelo hostil contra las drogas y en vista de los resultados, no han servido de nada. 




Aunque decir que no han servido de nada no es del todo cierto: la FAD ha estado metiendo miedo a los españoles con las drogas, en lugar de enseñarles y educarles sobre ellas, durante lustros. La FAD es una acérrima amiga de la prevención contra las drogas, pero una obtusa enemiga de la reducción de riesgos en drogas y de todo lo que sea facilitar información real al consumidor. La FAD no te dirá nunca: “oye, ten cuidado porque esas pastillas moradas que has comprado tienen 241 miligramos de MDMA y es una dosis extremadamente alta” como pueden hacer ONGs -tipo AiLaket o Energy Control- con sus servicios de análisis de drogas. No. La FAD te dirá siempre lo mismo: “no tomes drogas, ninguna, y si las tomas, déjalas ya”. En eso se ha gastado durante todos estos años el dinero, sin ningún resultado, dicha fundación.

Aunque la FAD se funda con capital propio, el 76% de sus fondos son de origen público alimentado por el inefable Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD) en un 70% y por comunidades autónomas y ayuntamientos en el resto. Se llevan una enorme pasta cada año por seguir diciendo lo mismo desde que se crearon. ¿Pero realmente quiénes son la FAD hoy día? ¿Y qué interés tienen en realidad?

La lista de personas -delegadas por empresas- que están en el patronato de la FAD (el equivalente a un consejo de administración de una empresa) son a día de hoy, con la ex-reina Sofia a la cabeza como presidenta de honor, gente como los representantes de: Telefónica, Banco Santander, REPSOL, Caja Madrid – BANKIA, ONCE, La Razón, la COPE, Onda Cero, Telecinco y Mediaset, Antena3 y Atresmedia, ENDESA, la CEOE (los empresarios), Grupo Vocento, Tuenti, Twitter y Google. Entre otros. No he nombrado a todos, pero podríamos decir que está una florida representación de la banca, la prensa, la radio-televisión y los medios digitales masivos junto con la Conferencia Episcopal -con el clero hemos topado- y empresas de energía o petroleras. Vamos, que “están todos”.

Resulta interesante mencionar que cuando se constituye lo hacen con un capital fundacional de 577.332 euros que ha ido creciendo hasta 8.048.473 euros de fondos propios actualmente, lo que quiere decir que la FAD ha multiplicado por mucho más 13 el dinero con el que se fundó. No les va nada mal. 

Tienen inversiones en bonos en sitios tan sociales como Bankia, el Banco Santander, y el BBVA por un valor de casi 7 millones de euros. Pero siguen recibiendo más del 70% del dinero de fondos públicos -el último año se llevó 5.407.118 euros en subvenciones- siendo un organismo privado que “hace con su dinero lo que quiere”. Así nos va.


Manipulando información en las redes sociales.

La FAD ha presumido muchas veces de que los medios de prensa le hacen las campañas gratis -¿o deberíamos decir que “se hacen ellos mismos las campañas gratis”?- y no es de extrañar viendo que están todos dentro. Pero en la última campaña de la FAD, que tiene el nombre de #Construye (pensada para las redes sociales, como se puede ver por el hashtag) y que fue lanzada hace unos días aunque durará -en teoría- hasta el verano, pudimos ver un comportamiento vergonzoso en las redes sociales.

Lo normal -lo correcto- en una red social como Twitter, donde hay personas emitiendo opiniones y esa es su esencia, sería no tratar de manipularla de forma fraudulenta con cuentas falsas que no pertenecen a nadie real y son propiedad de alguna -no muy inteligente- empresa de publicidad.

La campaña #Construye se presentó a los medios -es decir, la FAD se la presentó a sí misma- el día 12 de marzo del 2015. ¿Su eslogan esta vez? “Construye. Cuantas más cosas construyas en tu vida menos espacio dejarás a las drogas”. Tuvo la repercusión habitual en las redes: los medios más afines le daban publicidad y los demás pasaban, un par de comentarios de gente apoyando, otros cuantos de gente en contra de las campañas de la FAD y... aquí paz y después gloria. Nada más.

Hasta que llegó un ejercito de unas 170 cuentas con perfiles falsos que, durante cerca de 20 minutos, estuvieron enviando el mismo mensaje a la red social Twitter -y pudiera ser que a otras también- para conseguir darle visibilidad a la campaña e intentar provocar que subiera y fuera un “trending topic”. Nada menos que 170 cuentas que simulan ser personas, estudiantes, chavales, deportistas -alguna utiliza la imagen de deportistas de primera linea- y gente joven “muy sana”, nada de perroflautas. Son 170 cuentas que usan imágenes, entre otras cosas, de personas reales. Cuentas que podrían estar usando tú imagen o la de tu pareja, la de tu hijo o la de tu hermana, para fingir una identidad inexistente en las redes sociales: esas son las cuentas que le estaban “hinchando artificialmente” la relevancia en redes sociales a la campaña de la FAD. El mensaje era textualmente el siguiente (no se rompieron la cabeza haciendo 2 ó 3 distintos): “#CONSTRUYE, nueva campaña de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción: La campaña consta de dos anuncios t...” [sic] y era completado con un enlace a esta web del diario Sport http://www.sport.es/es/noticias/comunicacion/construye-nueva-campana-fundacion-ayuda-contra-drogadiccion-4013296

¿Alguien puede creerse que 170 cuentas -de personas, no máquinas para manipular las redes- tuvieran la ocurrencia de tuitear el mismo mensaje (sin cambiar absolutamente nada) e incluir el mismo enlace a la misma página web en 20 minutos? Y digo tuitear, no digo hacer retuit.

Curiosamente en esos mismos días -no sé si un par de días antes o después- los medios (los del patronato de la FAD) daban como noticia la detención de una supuesta célula yihadista de reclutamiento, de la que de 8 personas inicialmente detenidas, 7 entraban en prisión acusados de toda una serie de cargos y acuñando una nueva expresión: “terror informativo”. ¿Cómo es esto? Pues les acusa el juez Gómez Bermúdez desde la Audiencia Nacional que describe en su resolución la importancia de Internet en este nuevo terrorismo y explica que la célula investigada estaba integrada por al menos diez personas que constituyeron "un complejo entramado virtual" en Internet, mediante la creación de 52 perfiles en Facebook, Twitter, Google o Tuenti y que utilizaba en España la táctica del "terror informativo". El mismo juez tiene a bien indicar que hay un aspecto en común de todos los detenidos y es el hecho de su difícil situación económica o están en paro o tienen condiciones económicas muy precarias (vaya mierda de célula, ¿no?) y según él ese hecho "ha contribuido aun más a exacerbar su odio hacia la cultura y valores propios de nuestra sociedad". Remata con que además de sus ideas -las cuales desconozco- eran pobres y muy cabreados, lo que les hace ser “personas potencialmente muy peligrosas para la seguridad pública, cuya conducta futura es de todo punto imposible de predecir".

Si el juez que juzgó los atentados de Madrid del 14-M, Gómez Bermúdez, califica de “complejo entramado virtual” y “terror informativo” a un grupo de 8 personas acusadas de tener 52 perfiles falsos en redes sociales, ¿cuál sería la calificación para una organización que presenta campañas -centradas en operar sobre la opinión pública- y cuenta con 170 cuentas que escriben su mensaje en las redes a la hora más oportuna? 

¿No es terrorismo informativo el usar imágenes de otros y crear perfiles falsos si es para favoreces los intereses del patronato de la FAD? ¿Sólo si son pobres y están cabreados o esto cómo va?

Vamos a echar un ojo a las 170 y nos encontramos con muchas personas jóvenes, con nombres como “Ale Amador, Aldo Medina, Agustín Pérez, Adriana de la Cruz, o Adalberto Pineda” que en este caso -por ejemplo- se ve cómo sigue un orden alfabético en su gestión (letra A en este caso pero luego sigue una tanda de cuentas que empiezan por la letra S) y todos con fotos de personas reales, de carne y hueso, pero en realidad son cuentas gestionadas por una sola persona: un terrorista informativo como ya puede imaginar el lector.

Es decir... ¿está la FAD haciendo trampas en las redes? ¿Son sus campañas legítimas y tienen que repercusión que merecen? ¿Estamos tirando el dinero público en una fundación privada para que pueda seguir alimentando esta forma de proceder? 

No podemos decir que sea la FAD directamente, pero sí que la FAD es la beneficiaria directa de ese comportamiento de fraude masivo en Twitter. Igualmente nadie puede aseverar que una determinada cuenta pertenezca a ISIS o a otro grupo yihadista porque sus mensajes beneficien los intereses de dichos grupos. Es el complejo mundo de la identidad digital, del que se aprovechan unos y otros.

Mirando con más detenimiento en la red nos encontramos con 3 cuentas especialmente curiosas. La primera es de https://twitter.com/radyzitytedo/status/576109209256747009 que lanza el mensaje de la FAD pero al mismo tiempo lo hace desde una cuenta cuya imagen es una estímulo a la ludopatía como es una ruleta de casino.




La segunda cuenta https://twitter.com/GomzCristiano/status/576109073545871360 es la de alguien que usa la imagen de Cristiano Ronaldo, el jugador del Real Madrid y que además para acompañarla en esa simulación, usa el nombre de Cristiano y una imagen de un estadio y una pelota de fútbol.




Por si no fuera pocas la manipulación con eso, llegamos a la tercera de las cuentas seleccionadas, que es un perfil que dice llamarse “Ivan Weed” y que como avatar tiene una imagen de una hoja de marihuana. https://twitter.com/qisacehu/status/576109338240024576



Sí. Lo han leído bien. Entre las cuentas que publicitan mediante el uso de perfiles falsos en Twitter la campaña de la FAD, hay una que utiliza como reclamo el cannabis para llegar a la clase de público que se ha marcado como objetivo el publicista de turno. El cannabis -que tan malo lo pintan en sus campañas- parece no ser una mala herramienta a la hora de simular perfiles falsos para atraer la atención de los jóvenes en las redes, aunque vaya directamente contra el “presunto” mensaje que quiere difundir la FAD.

Claro: todo vale contra las drogas, hasta la propias drogas. Además, ¿quienes somos nosotros para decirle a una fundación privada como la FAD cómo debe comportarse éticamente? Sólo esperamos que, para la próxima intentona de fraude y manipulación de la información (INFOXICACIÓN), la persona que lo lleve a cabo tenga algo más de luces y no tome a los usuarios de redes sociales por gilipollas.

Fraude y terrorismo informativo, vale. 
Pero sin faltar.

Drogoteca.





*** Mi agradecimiento a mi HAMIGO Alipio Gutiérrez, de ANISalud Madrid, sin cuya ponencia en “Socidrogalcohol” esta información no hubiera salido a la luz. ;))



martes, 19 de mayo de 2015

#EscándaloFAD: imágenes de los 170 perfiles falsos contra drogas en Twitter


Hoy la Revista VICE ha publicado la noticia -que dio Soft Secrets en su última edición- sobre el uso de 170 cuentas con perfiles falsos que se activaron para promocionar en Twitter la última campaña de la FAD. El llamado #EscándaloFAD en Twitter. 

Según he leído, al parecer se han tomado la molestia (no creí ni que lo fueran a hacer) de borrar los tuits lanzados desde dichas cuentas, pero como fui previsor (yo también me tomé la molestia) guardé una copia de todas ellas por si alguien necesitaba comprobarlo y en algún momento no era posible hacerlo online.

Aquí están dichas capturas de pantalla.
Todas las cuentas falsas, usadas para apoyar e intentar viralizar la campaña de la FAD el 12 de marzo.

Para que quede constancia, porque Internet tiene memoria.

Drogoteca.

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miércoles, 6 de mayo de 2015

#EscándaloFAD: 170 perfiles falsos hacen campaña contra drogas en Twitter


Hace unos días salía publicado, por la Revista Soft Secrets (páginas 94 a 97), un reportaje sobre la FAD o Fundación de Ayuda contra la Drogadicción en el que se muestra el uso que dicha "fundación" hace para manipular las Redes Sociales como Twitter o Facebook.

170 cuentas clon, que emiten el mismo mensaje a petición de su pagador, lanzando la última campaña de la FAD contra las drogas y sus usuarios, porque aunque digan que no, todos sabemos que la FAD odia más al usuario que a la droga y así lo demuestra con sus acciones.






Hace pocos días, el juez Gómez Bermúdez, el que juzgó lo del 11-M, calificaba el uso de 52 perfiles falsos en las redes como TERRORISMO INFORMATIVO por parte de un grupo de 8 personas, presuntamente yihadistas.

¿Qué calificación recibirían 170 cuentas clon, con fotos robadas a tu hermana o a tu hijo, que simulan perfiles de jóvenes y lanzan mensajes prefabricados para MANIPULAR las redes sociales con un fin determinado?

¿Lo que hacen las campañas de la  FAD no es terrorismo informativo? Con 170 cuentas???

Por si eso no bastase, en la campaña se han usado perfiles de todo tipo pero uno que tiene como avatar una GRAN HOJA DE MARIHUANA.

La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción ve sus campañas apoyadas por perfiles de falsos fumetas, como forma de llegar a manipular a jóvenes que que de otra forma ni se fijarían en sus mensajes y usar como cebo "la propia droga" que ellos denuncian.




Contra la droga todo vale: hasta la droga. 

No os perdáis el #EscándaloFAD en las Redes Sociales.
Manipulación masiva sobre la juventud, con tácticas que los jueces califican de TERRORISMO, pero son la FAD y tienen a una inmigrante griega como Presidenta de Honor... será que con eso les vale.

O jugamos todos o la puta al río.
Y en este caso preferimos que la puta FAD acabe en el río.

Drogoteca.


PS: Hemos publicado aquí las imágenes de todas las cuentas y sus tuits, ya que parece ser que han sido borradas como informa VICE. 
Un post muy visual el que ha quedado. :))

miércoles, 5 de marzo de 2014

La regulación-trampa de las drogas en Nueva Zelanda.


Este texto fue publicado en la Revista Yerba en el mes de Enero de 2014.
Pocas cosas han cambiado desde entonces en el tema que trata, pero cabría añadir a lo que contiene el texto que ya hay varios ayuntamientos y agrupaciones locales en Nueva Zelanda pidiendo a los usuarios de drogas que consuman cannabis -ilegal- y no cannabinoides sintéticos o falsa marihuana -legales- por el peligro que representan para la salud.

La falsa regulación de las drogas en Nueva Zelanda es una agresión a la salud pública de todos sus ciudadanos encubierta de falsa ciencia y ONGs que jalean al gobierno recibiendo sus fondos.

Espero que os guste.

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La trampa de la regulación de las drogas en Nueva Zelanda.


Desde hace unos años, observamos como las políticas de drogas que se habían intentado dentro del paradigma de "guerra contra las drogas" van aumentando desproporcionadamente los costes asociados, tanto a nivel económico como en los aspectos sociales de sus consecuencias, mientras los resultados objetivos de dichas políticas -lo que dicen pretender lograr- cada día son algo más irrealizable.

El viejo objetivo que hace lustros planteó la ONU de "un mundo libre de drogas" es ya un divertido recordatorio de lo que se logra con políticas erróneas, que atentan contra cuestiones que afectan a la libre autonomía del ser humano. La política de la negación absoluta han creado desastres en decenas de grandes países: colas de personas esperando ser ejecutadas por tener 300 gramos de cannabis en países como China con pena de muerte, cuerpos de supuestos traficantes de drogas colgando de grúas en Irán -para advertencia contra todo el pueblo que pueda pensar en violar la ley- o países con tasas de encarcelamiento que llegan a un 75% de toda la población penal debido a delitos relacionados con drogas. Es curioso que ese porcentaje sea muy similar en varios países geográficamente sin conexión, pero todos ellos implicados en el tráfico de drogas para consumo propio o como países de tránsito.



En España también cerca del 75% de los presos y presas, lo están por delitos relacionados con las drogas. No hay ninguna sociedad medianamente sana que pueda soportar las cargas que nos impone, a todos los países, el cumplimiento de los tratados internacionales sobre drogas, ya que los recursos que genera su tráfico y venta superan con creces a los que pueden destinar los gobiernos para intentar enfrentar la oferta y paliar la demanda. Los actuales narcoestados tienen más poder y dinero que los estados representados por los elegidos mediante voto libre. La mafia es la que manda, de forma más visible o menos según la zona y la cultura propia del país.

En vista de que el "experimento prohibicionista" -como lo denomina Antonio Escohotado- ha sido una chapuza de colosales proporciones y que será estudiada en el futuro como una atrocidad más de las cometidas por el ser humano en su historia, muchos países han decidido saltar del barco antes de que se hundan con él también.

Cada país está buscando su forma de salir de la situación a la que se ha llegado. Hay modelos que se agrupan bajo el epígrafe de regulación, en que la prohibición de las que eran las drogas tradicionalmente vetadas se abre para acoger y darle un marco legal a nuevas sustancias, apoyándose en que dicho paso supondrá una mejora en la salud de los consumidores y un golpe al narcotráfico. Uruguay regulando el cannabis y vendiéndolo de forma legal y controlado su precio a 1 euro el gramo, parece ser el que ha tomado el mejor camino con la vía de la regulación del cannabis, permitiendo a la vez el auto-cultivo.





Pero hay otro país que se hace notar mucho en la nueva política internacional de drogas en el paradigma de la regulación también. Y es Nueva Zelanda.



¿Por qué Nueva Zelanda? ¿Y dónde está?


Es normal que la gente no tenga ni idea de dónde está Nueva Zelanda, a excepción de los frikis del Señor de los Anillos porque fue donde se grabó la película. De hecho, cuando pides a la gente en España que te digan algo sobre Nueva Zelanda, las respuestas oscilan entre "está muy lejos" y "tienen kiwis". Alguno te menciona que tienen un equipo de rugby muy bueno. Pero nada más.

Nueva Zelanda son dos islas, grandes islas, que juntas tienen una extensión equivalente a la mitad de España, y algunas bastante pequeñas a distintas distancias. Está en nuestras antípodas, en la otra punta del planeta, relativamente cerca de Australia. Tiene una población de 4'3 millones de personas, lo que sería algo parecido a la gente que vive en Madrid o Barcelona y sus alrededores, agrupados también en dos grandes ciudades. La de mayor tamaño es Auckland y la otra, capital administrativa, es Wellington.

Su característica geográfica define gran parte de los aspectos que rigen la vida de sus ciudadanos, ya que su principal comercio se da con Australia por cercanía física y cultural. Además es un país con un histórico aislamiento que conquistó su independencia de los ingleses en el año 1947, aunque sigue siendo súbdito de la Reina de Inglaterra -más a título honorífico que real- y viven una Monarquía Parlamentaria como en España, gobernados por una "Ley Constitucional" promulgada en 1986 pero sin una constitución de corte fundacional.




Es un país joven en su creación (parte de la descolonización en el siglo XX) que sin embargo tiene el 6º puesto más alto en el índice de desarrollo humano y con un renta per cápita de más de 35.000 dólares. Es por tanto uno de los referentes en desarrollo y calidad de vida en el mundo más avanzado. Y es, como no, uno de los 5 grandes que controlan las mayores redes de espionaje en comunicaciones electrónicas junto a USA, UK, Canadá y Australia, siendo socios preferentes para todo tipo de tratos y tratados, militares, comerciales y de intercambios.



¿Qué tiene de diferente la política de drogas allí?


A la vista de su retrato, la política que Nueva Zelanda debería seguir sería muy similar a la de USA o UK en asuntos de drogas, ya que comparte todos los tratados internacionales al respecto y no ha denunciado ninguno. La droga ilegal más consumida allí es el cannabis, y tienen un clima estupendo que favorece los grandes cultivos de cannabis mientras el estado intenta combatirlos con vuelos de vigilancia y helicópteros para atacar las plantaciones menos accesibles. En las grandes drogas prohibidas, rige la misma ley punitiva que en la mayoría de países.

Pero como el aislamiento geográfico y el bajo número en habitantes de Nueva Zelanda son la clave que le aparta de las rutas del narcotráfico a gran escala mundial, las drogas que corren por sus calles en el mercado negro son más caras que en casi ningún otro punto del planeta, y con las oscilaciones y adulteraciones propias de un mercado negro tradicional.

Teniendo siempre presente ese hecho diferencial de su aislamiento, entra en juego el nuevo mercado de drogas legales, alegales o al menos, no prohibidas aún por ninguna ley. El mercado de los "Legal High", "Research Chemicals" o como los nombran ahora, las "Novel Psychoactive Substances" o NPS, de forma abreviada. Sustancias legales en tanto que no son ni mencionadas en ninguna ley o norma, pero de las que se desconoce en la mayoría de los casos sus posibles efectos sobre el ser humano, y en muchos casos no han sido ni probadas con animales.



El riesgo que presenta consumir sustancias totalmente desconocidas en sus efectos, se ve compensado en una población que puede pagar 200 dólares por un gramo de cocaína o heroína en el mercado negro tradicional y a la que, desde internet y desde algunas tiendas físicas, se le ofrecen cientos de productos que imitan cocaína, anfetaminas, MDMA, LSD, opiáceos, benzodiacepinas y cannabis, a menos de 10 dólares en muchos casos. Directos a la puerta de tu casa o en la tienda de al lado de casa y de forma totalmente legal.

Ese problema, que se da también en UK siendo el primer consumidor del mundo de NPS, cuando los políticos vieron que surgía en su país, intentaron acabar con él de la misma forma que la historia había intentado acabar con las demás drogas: mediante la prohibición de las mismas.

Poco sabían los legisladores acerca de las virtudes de la química: una variación mínima de la molécula prohibida por la ley, la hace legal e incluso puede que más potente, y con riesgos totalmente nuevos al ser una nueva sustancia desconocida. Llegó el escenario en que se encuentran muchos países con esas drogas de experimentación: se tarda más en prohibir una droga de lo que tarda un químico en modificar la molécula y hacerla legal de nuevo, lo que hace totalmente inútil -y extremadamente peligroso- entrar en la carrera de prohibir las drogas que van apareciendo, porque el ritmo con el que aparecen supera las posibilidades racionales para hacer frente al asunto en cuestión.

En ese punto de la historia, a un ex-Ministro de Sanidad del gobierno -estilo Ana Mato, de derechas y neoliberal- en el poder se le ocurrió una idea: "¿Para qué vamos a prohibir cada droga que los químicos hagan si ellos son más rápidos? Es mejor prohibirlo todo y permitir sólo lo que nosotros digamos".

Ese hombre se llama Peter Dunne y va a ser el creador de la PSA o Psychoactive Substances Act: la ley en cuestión. Y lo hará apoyándose en una Organización No Gubernamental que -curiosamente- está sostenida económicamente por el gobierno, llamada NZ-Drug Foundation y cuyo equivalente en España sería la FAD.


Estos señores -tan monos- de la FAD son los que 
nos van a explicar cosas sobre las drogas. 
Sí. 


Al gobierno de Nueva Zelanda no le gustan las drogas, ni que la gente pueda decidir tomarlas, y se han pronunciado muchas veces como prohibicionistas radicales en el pasado. Pero la idea, camuflada de 'reforma sobre la prohibición de las drogas' o de 'sistema de regulación de sustancias', no es la de ser más tolerante con el consumo de drogas sino ampliar la prohibición a "cualquier sustancia, mezcla, dispositivo o cosa" (textualmente según la ley) existente que provoque "efectos psicoactivos".


En hacer anuncios así de chachis se gasta el dinero la FAD. 
La Reina de España es la presidenta de Honor. 
El Rey lo era de una protectora de animales...

Ha empezando por dar poderes especiales a la policía para decidir lo que son “sustancias no aprobadas”, e incluso permitirles la entrada y registro ante la sospecha de venta o producción de drogas sin orden judicial previa, mientras el número de presos en las cárceles del país sigue creciendo por delitos de drogas y suben las sanciones contra el cannabis y otras drogas, castigando la tenencia de un simple porro con 500 dólares. 

Cantidades por encima de lo que allí quieran entender como "consumo propio de la droga", aunque sean tus cogollos de cannabis, te siguen enviando a la cárcel. Si se te condena por tráfico de hachís pueden ser 14 años de prisión al estar sancionado más duramente que la yerba. Y ahora esas condenas son extendidas automáticamente a toda aquella persona que facilite "sustancia, mezcla, dispositivo o cosa" que coloque y no esté explícitamente regulada.




Y sepa el lector que, en dicho país, tener una simple semilla de cannabis está igual de penado que tener un porro de cannabis: las semillas están tipificadas en la ley de la misma forma que la planta, a pesar de estar exentas en los tratados internacionales.



¿Entonces qué drogas son las que "regulan" en Nueva Zelanda?


Esa fue la cuestión inicial -que contenía un grave defecto de forma- a resolver: ¿qué drogas permitir sin tener que modificar tratados internacionales?
Obviamente, las que no están ya prohibidas en dichos tratados: eso ha excluido inicialmente al cannabis y al resto de drogas ilegalizadas, que precisamente son las sustancias más conocidas y de menores riesgos en cuanto a las sorpresa que la química puede depararnos. El defecto de forma era que Nueva Zelanda intentaba respetar los tratados contra las drogas, mientras que otros países como los propios USA habían encontrado la forma de burlarlos.

Entonces se pidió opinión a los "profesionales de las nuevas drogas" -no a los científicos sino a los vendedores de los kioskos- sobre qué productos estaban vendiendo en el país, donde el mayor número de consumidores de drogas -aparte del alcohol y el tabaco- busca más frecuentemente en la mayoría de los casos fumarse un porro antes que consumir un opiáceo. Y los vendedores básicamente mostraron lo que tenían en sus estanterías, rellenando una "solicitud de aprobación temporal" que el gobierno debía resolver.

Las estanterías de las tiendas que vendían esas drogas allí estaban llenas de versiones sintéticas de cannabis -no es cannabis pero es legal- creadas con mezclas de materia vegetal y unos extremadamente nuevos y peligrosos compuestos: los cannabinoides sintéticos.

El gobierno no debió pensar demasiado en las posibles consecuencias de legalizar un mercado para drogas completamente desconocidas, que simulan los efectos del cannabis natural que es posiblemente la planta y droga más estudiada y conocida en la historia del ser humano, y de la que sabemos claramente cuáles son sus riesgos y sus virtudes. La manipulación sobre una población para que consuman una droga en lugar de otra que -aun vulnerando tratados- es mucho más segura, suena a daño para la salud pública.

Para resolver la situación, el gobierno emitió la llamada "Clause Interim" por la que se permitirían -sin test alguno sobre salud humana ni animal siquiera- algunos de los productos que estaban ya disponibles, aunque la ley dice que los costes de las pruebas de seguridad en humanos de esas drogas han de recaer en los que sacan partido de ellas vendiéndolas: productores y distribuidores de las mismas, que repercutirán esos costes en el producto y que pasará a estar gravado fiscalmente con más presión, aportando interesantes beneficios económicos al estado.



Todas estas drogas, 
más peligrosas que las ya prohibidas, 
se pueden vender legalmente en Nueva Zelanda. 
¿A la cabeza de las mejores políticas sobre drogas en el mundo?
¿Estás de broma?


Esos productos que ya se venden legalmente, por el momento y como único test, han pasado unos simples cuestionarios teóricos para valorar su potencial dañino según unas tablas que se crearon 'ad hoc' por parte de la autoridad designada que están basadas en los escasísimos informes sobre riesgos para la salud de estos cannabinoides sintéticos y en las situaciones de emergencia conocidas por su consumo, a día de hoy.

Dado que muchos de esos compuestos han sido sintetizados por primera vez hace menos de un lustro, Nueva Zelanda está vendiendo "falso-cannabis sintético" o falsa marihuana legal con riesgos desconocidos para la salud pública mientras sanciona el cannabis natural, cuyo gran margen de seguridad en el consumo es históricamente conocido. Una absoluta locura de un enorme peligro para la población, que suele confundir lo legal con lo seguro, siendo los sufridores de las consecuencias de una regulación mal hecha.



¿Ha traído algo bueno esa extraña mezcla de regulación con prohibición?


La mejor aportación es que, a partir de ahora, Nueva Zelanda cuenta con un sistema para evaluar esas nuevas drogas que van a seguir surgiendo, y que dicho sistema -en teoría- se basará exclusivamente en criterios científicos y no políticos, como ocurría con las decisiones históricamente apoyadas sobre prohibición

Eso conduce a una cuestión obvia: ¿por qué no aplicar esos mismos criterios exclusivamente científicos a todas las drogas prohibidas hasta ahora? Así se podría evaluar cualquier sustancia prohibida frente a otras permitidas en base a los riesgos que se le suponen.




Pero aunque existe una nueva corriente que pide probar científicamente las viejas prohibiciones sobre drogas, las pruebas exactas sobre salud y seguridad en humanos que pasarán las drogas que pretendan ser aprobadas para su venta regulada, no han sido claramente especificados debido a la juventud de la ley y su escaso desarrollo todavía.

Por otro lado, el mayor riesgo que representa dicha reforma -aparte de la pérdida de derechos civiles que conlleva- es que entre esas drogas que están vendiendo en competición con el cannabis, aparezca una sustancia capaz de provocar horrores, como fue la Talidomida, sobre una población que confió en sus autoridades.

Estatua a las víctimas de la Talidomida.


De momento, sólo el paso del tiempo y la evolución de las normas que desarrollen, de forma concreta, la PSA en Nueva Zelanda dirán si el paso que han dado allí les servirá para encontrar una buena forma de salir del atolladero o si, por el contrario, las consecuencias de la mala planificación y las prisas para emitir una prohibición general con excepciones, no mejoren el escenario previo sino que lo empeoren.

Arnés para una persona
 sin brazos ni piernas
 afectada por la Talidomida,
 una "droga sin peligro para embarazadas". 



Agradecimiento: A la inestimable ayuda prestada por Julian Buchanan, profesor de Criminología de laUniversidad Victoria de Wellington, sin cuyas observaciones, datos y brillantes palabras que abren los ojos a la realidad, hubiera sido imposible dar una imagen ajustada de lo que en Nueva Zelanda llaman regulación.