lunes, 21 de mayo de 2018

USA: del dolor crónico al suicidio por dolor.

Este texto fue publicado en Cannabis.es a raíz de la declaración de Trump de una emergencia nacional de salud pública, a la que no dota de fondos. Sin embargo, la idea de la epidemia de opioides está calando entre cómodos legisladores que, cuando enfrentan un comité para exponer sus ideas, dicen que el paracetamol es un buen remedio para sustituir a los opioides u opiáceos...

Con este panorama, los pacientes de dolor crónico a quienes están forzando a dejar su medicación sin usar un sustituto apropiado, están empezando a suicidarse empujados por sus médicos, que les dejan totalmente abandonados

Las directrices que se están dando son atroces y totalmente fuera del marco científico. Han forzado a toda la población con dolor crónico de tipo no-oncológico a reducir sus dosis de opioides, para pasar a cero miligramos semanas después.

¿Acaso el dolor provocado por un cáncer vale más que el dolor de origen distinto?


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La semana pasada el presidente de USA, Donald Trump, declaró una emergencia de salud pública de alcance nacional, debido -oficialmente- al problema de las muertes por sobredosis de opioides y/o adulteración de heroína con fármacos como el fentanilo (fenómeno -curiosamente- concomitante en lugar y tiempo al primer problema). ¿Qué quiere decir eso y por qué lo hace?



Pues a pesar de lo bien que suena -al oído desentrenado del lenguaje político- quiere decir muy poco, en realidad y mucho, sin dar la cara. Los números a los que este acto de Trump dan paso, nos dan una clara idea a la primera: el fondo de emergencia pública sanitaria, en estos momentos, cuenta con un montante de... algo menos de 49.000 euros (57.000 dólares)
Sí, has leído bien: 49.000 euros, que es lo que vale una furgoneta o un coche de gama media. No son 49 millones, ni 49.000 millones. No; eso es lo que hay en la caja del dinero que la acción de Trump abre, para hacer frente a una emergencia de salud pública que está matando decenas de miles de personas, en un país que tiene 325 millones de ciudadanos censados.

Para entender la razón de este movimiento, habría que repasar cuándo fue la primera vez que Trump usó la posibilidad de lanzar la “Emergencia Nacional” (no la de salud pública como la lanzada, sino una “sin apellidos” que en realidad sí que daría acceso a fondos serios como para poder enfrentar cualquier cuestión) en el asunto de las muertes por sobredosis de opioides. Fue en agosto de este año, momento en el que recibió el informe de la “Comisión de Combate a la Drogadicción” (sic) -organismo creado por él mismo semanas antes- y que le indicaba, como dictamen final, que debía declarar la “Emergencia Nacional” (sin más apellidos).
Nadie cuestiona que las cifras de muertes por sobredosis en USA son las más altas de la historia, matando varias decenas de miles de personas cada año, y que la situación requiere tomar medidas. Pero este gesto resulta ser totalmente cosmético, y dirigido a la gran masa del “público usano” que se ve constantemente bombardeado por noticias y datos sobre muertes relacionadas con drogas. Y aquí ya he dicho drogas en lugar de opioides, porque una importante parte de la nueva posición del gobierno de Trump es hablar de sobredosis de heroína y/o drogas, e ir olvidando que esto viene de los opioides de farmacia recetados legalmente. La posición es tan brutal que han iniciado una nueva vía con el fiscal general -el miserable Jeff Sessions, quien afirma que “el que fuma cannabis no puede ser buena gente”- por la que inculpan legalmente por homicidio a los camellos cuyo material haya producido alguna muerte, por una razón u otra (dando igual que sea por adulteración a que sea por una sobredosis real, ya que se vende una sustancia de la “maldita” Lista I y, por ende, totalmente prohibida).
Eso, que puede sonar bien si creemos que se usa contra “camellos sin escrúpulos que cortan la heroína con fentanilo para ganar más dinero”, en realidad contra quien se emplea (dado el modelo de distribución de drogas en el mercado negro de USA) es contra “el colega, probablemente también consumidor de esa misma heroína, que compra cantidades algo mayores y menudea para sostener económicamente su consumo”. El fentanilo, mortalmente introducido en la cadena de opioides/opiáceos del mercado negro de toda Norteamérica -desde México, principalmente- no está en las manos del camello que trapichea con papelinas, sino en manos del narco que produce cada lote de droga en el que, como de costumbre, los usuarios del mercado negro son los conejillos de indias. Así que -además de ser éticamente una salvajada-culpar a los camellos de más bajo nivel de homicidio por vender drogas es una medida -también- totalmente cosmética y orientada a manipular a un público poco informado e intencionalmente asustado, para poder ser manipulado mejor.
¿Cómo se ha llegado a esta situación? En febrero del año pasado, desde esta web, dábamos ya una buena serie de explicaciones para legos, explicando el asunto de los opioides en USA. Y las explicaciones, lógicamente, han cambiado poco: la población en general fue sobremedicada con opioides, recetados legalmente por médicos empujados económicamente (a base de untarles de dinero) a convertir a sus pacientes en yonquis. Todo eso con la bendición y cooperación del gobierno de USA y sus legisladores, también generosamente “engrasados con ceros en su cuenta” por los lobbistas de la BIG PHARMA de la zona, porque el problema es bastante similar en Canadá ya que copia -prácticamente- las líneas generales de actuación de su vecino en materia de salud.
Una vez que la población estaba totalmente enganchada, con cifras récord en su historia, empezaron a llover las muertes por sobredosis. Pero esta vez el sector de la población más afectado por la crisis de los opioides en USA, es la mujer de mediana edad y de raza blanca: no son yonquis callejeros, ni negros a los que poder disparar a placer. 
Abuelas, por así decirlo, que sin saber dónde se metían con los opioides (a diferencia de quienes los buscan activamente) se tragaron aquello que su médico les dio -y en muchos casos, les vendía él mismo- y acabaron en un punto que no podían imaginar. 
Luego, y como remate, tras haber sobreprescrito opioides con extrema generosidad, cortaron las recetas de los mismos a quienes ya eran “médicamente adictos”, haciendo que estas personas fueran a buscar “algo equivalente” al mercado negro, donde les estaban esperando la heroína (siempre más barata que los opioides de farmacia) y, para más INRI, con niveles récord también de adulteración con fentanilo. Es decir, tras tenerles enganchados y vendiéndoles legalmente sus drogas, les lanzaron al más peligroso mercado negro de opiáceos y opioides jamás visto en la historia de la humanidad.

Carta que están enviando -en USA- médicos
 que tratan pacientes con dolor crónico de origen no-oncológico, 
desentendiéndose totalmente de los mismos.

De esta forma, acabamos con imágenes como las de aquel policía que sostenía -agarrándola del pelo y sin prestarle ayuda alguna- a una mujer blanca en un coche, con un niño pequeño detrás consciente y observando todo, para fotografiarla y subir dicha imagen a las redes sociales a modo de escarmiento a la “desviada madre yonqui”. Pero ni siquiera era su madre sino su abuela, aunque por inmoral que parezca la ira mediática fue contra la mujer con sobredosis y contra la familia del niño (su madre, por dejar a su hijo al cuidado de su abuela) en lugar de contra la pareja de policías que se dedicaron a jugar con dos víctimas -en peligro de muerte- y delante de un niño que veía todo.
¿Y finalmente, qué implica este nuevo momento político?
Decía ayer Bill Clinton, en el marco del #OpioidSummit celebrado estos días para abordar soluciones a la crisis, que “era la primera vez que un problema de drogas era enfrentado con medidas de salud pública y no con un enfoque penal y sancionador”. Diane Goldstein, ex-policía anti-narcóticos que entrevistamos en esta web, opinaba que “por desgracia eso no era cierto, ya que la guerra contra las drogas [en su plano más clásico y moralista] seguía salvaje por todos los lados” desde su su cuenta de Twitter.
La realidad del conjunto de hechos -datos no cuestionables- y las medidas que se piensan adoptar y ya se están adoptandobajo la excusa de la emergencia “de salud pública” nacional, daría para decenas de páginas de análisis, pero mucho más de tipo político que técnico sobre el problema. Y es cierto que, sobre el papel, el enfoque es de salud pública pero al estilo usano: tratamientos forzosos junto con equiparación entre consumidor de drogas y enfermo mental. Eso, en lugar de la cárcel por tener un porro en el bolsillo, puede sonar bien ya que lo de la cárcel suena peor, pero es una pesadilla compitiendo contra otra pesadilla: ambos enfoques son degradantes para cualquier ser humano.


Véase la delicadeza que muestran los medios
 para referirse a dos personas en sobredosis; 
similar a la de los policías que, en lugar de atenderles, 
se dedicaron a subir sus fotos a Internet.

Pero esta última imagen que os dejo, servirá para entender porqué esta emergencia es más naZional que nacional, sin dejar de ser real el problema que se supone que va a atender. Al loro, que ahí va.
El mencionado ya fiscal general de los USA, Jeff Sessions, ha hecho unas declaraciones que sitúan de forma inequívoca, el enfoque con el que se enfrenta este asunto. Según Jeff, el asunto de las muertes por opioides a nivel epidémico en USA, tiene que ver con la marihuana y el cannabis. ¿Por qué? Pues porque muchos jefes de policía le han contado que “la adicción empieza con el cannabis” y que “es una droga que sirve de puerta de entrada a las demás drogas”.
Como podéis ver, un enfoque totalmente novedoso -lo es, tratándose de opioides recetados por médicos legalmente- y que nunca antes habíamos escuchado: la marihuana como puerta de entrada.
¿Y qué hacer ante ese panorama tan aterrador y desalentador?
Pues está claro. Jeff, lo tiene claro. Según Jeff, ya se ha luchado antes la guerra contra las drogas y se ha ganado(cuándo, no lo sabemos). Y para ello, la receta mágica es muy simple. Casi tanto como la “Emergencia NaZional”, y es otro gran enfoque que nunca habíamos escuchado.
Los ciudadanos deberían, simplemente, decirle que NO a los opioides." (sic)

De Nancy Reagan a Jeff Sessions, cómo pasa el tiempo...

lunes, 14 de mayo de 2018

Karkubi, otra droga-fake inventada por la prensa.

Este texto fue publicado en Cannabis.es hace ya como un año.

Lo escribí en respuesta a otro de esos textos inventados escritos por el mayor cuentacuentos que escribe en ElMundo, Lucas de la Cal. No sé si el nombre viene de lo que esnifa porque el cerebro no lo conserva en buen estado, pero bueno, tan pronto se inventa una droga llamada "karkubi" hecha con hash y colorante rojo con pastillas machacadas, que NADIE HA VISTO JAMÁS, como te que escribe el relato más emotivo de lo de la pelea en el bar de Alsasua, por supuesto poniendo como héroes a los guardias civiles y sus señoras. Un mercenario todo-terreno de la pluma, este Lucas.




Hace unos días he visto que volvía a salir en la tele (incluso en RTVE) informaciones de una banda que falsificaba recetas de benzodiacepinas para venderlas en Marruecos, pero no existe ninguna drogas que cause ningún efecto distinto al del Valium que se toma tu madre para relajarse y dormir.

Todo falso, pero eso cuando se trata de drogas o de expandir la drogofobia, a la prensa nunca le ha importado. Y la dignidad de quien escribe, se compra con dinero en este caso.

No creáis nada de lo que leáis sobre el "karkubi" (pastilla en dialecto dariya en Marruecos), porque sólo podréis encontrar periodistas mintiendo o periodistas dando por buenos -como fuentes- a otros periodistas. Todos colegas apoyando la misma versión, porque vende mucho.

Lo dicho, han dejado su dignidad en el mismo lugar en el que abandonaron la verdad.

Esperamos que os guste y os sirva en este montón de mierda informativa.

Drogoteca.

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Karkubi.

Acabo de llegar de Marruecos (menos de una semana) y según estoy aún aposentando mi culo, me envían el enlace del nuevo despropósito informativo -conjunto de hechos ficticios mezclados con algunos reales y aderezado con las invenciones del autor- del inefable y desgraciadamente ya conocido por los mismos motivos, Lucas de la Cal.

El autor -por llamarle algo- es un cuentacuentos que trabaja para el grupo ElMundo, y que ha escrito páginas tan memorables (para el humor y/o la vergüenza periodística) como aquellas en las que decía haber contactado con “los camellos de la Burgundanga” a pesar de que jamás han existido semejantes entes, ni existe dicho mercado. Luego continuó con el falso relato de “su noche tomando burundanga con una amiga (¿médico?) que le controlaba” y que es un canto al despropósito absoluto, empezando por la imagen con la que quiere dar cierto cuerpo de veracidad a la sarta de mentiras inventadas que vomita: una foto en la que dice mostrar en su mano una “dosis de menos de 5 miligramos de escopolamina”, pero donde cualquier ojo entrenado (en cantidades y pesos a ese nivel) puede observar que hay casi un cuarto de gramo, 250 miligramos.


Esto son "menos de 5 miligramos" 
para dicho cuenta-cuentos de ElMundo, 
Lucas "el de la Cal".


Y la nueva entrega, de los cuentos fantásticos sobre drogas y terrores nocturnos varios de Lucas de la Cal, es “Karkubi, la pastilla roja española que excita a los marroquíes”. Nótese el intencional uso de las nacionalidades en el título, que tanto excita a la gente de ElMundo.

El cuento.

En esta ocasión, volvemos a tener la mayoría de los elementos típicos en las narraciones sobre drogas de la prensa generalista, donde se incluyen actos inventados y sin prueba alguna que hablan de horribles automutilaciones (un clásico) o agresiones brutales sin motivo alguno. Recuerden aquí el caso en que un enfermo mental arrancó el rostro de un mendigo, y que sirvió para la demonización mediática de las “bath salts” (penoso término que no define nada) en USA: cuando fueron a buscar en la sangre del atacante esa droga que le había convertido en caníbal y en un zombi resistente a las balas, se comprobó que no había droga alguna. Pero la contra-narrativa no suele tener la fuerza de la narrativa inicial, y ese hecho queda relegado al olvido (especialmente de los periodistas que escriben sobre drogas).

Tenemos también un nombre exótico como “karkubi” (que no es creación del cuentacuentos, sino anterior, pero que como no hablamos “Dariya” -el dialecto del árabe marroquí- pues la mayoría no podrá cuestionarlo) que tampoco representa nada en concreto, ya que sería como decir en nuestro idioma “una pastilla” o “una raya”, lo que para nada define la sustancia de la que se pretende hablar. 

En este caso, se nos presenta el asunto con un sugerente recordatorio: la pastilla roja, lo que resulta muy “Matrix” y es una invención pura y dura. No existe ninguna “pastilla roja” en circulación en el mercado de drogas de Marruecos (luego explico lo que hay), pero la idea de una pastilla roja resulta mucho más sencilla de retener que el exótico nombre en Dariya.

Y por último, un hecho con cierta base real que pueda ser desfigurado lo suficiente como para que encaje y hacer de dicho “totum revolutum” un cuento que sea pedagógico y educativo CONTRA las drogas: que dé miedo y aporte confusión en lugar de información. 

En este caso, el hecho usado para rescatar el viejo nombre de “karkubi”, pintarlo con colorante rojo e inventarse un falso laboratorio en Fnidek -nombre marroquí de “la ciudad” que cita, a 2 kms de la frontera de Ceuta- dirigido por un niño, es tan sólo que parecen haberse dado cuenta de que hay personas que falsifican recetas, sacan medicamentos financiados por el sistema nacional de salud, y los venden en el mercado negro. No parece nada nuevo, ni un gran descubrimiento, pero con la publicidad e invenciones adecuadas... ¡lo tiene todo!

La realidad.

En Marruecos existe un fuerte mercado de benzodiacepinas, abastecido por su propia farmacia, por la francesa, la argelina, la italiana, la española y todas las que le caigan cerca. Es muy común que haya “mulas” que bajan a por hashís a Marruecos y que, como parte de los bienes con los que realizar el intercambio por el producto deseado, llevan unas cajas de Valium o de Trankimazin. 

¿Por qué cito esas dos marcas en lugar de sus principios activos? Porque en una población que tiene más de un 75% de analfabetismo, la cosa no da para más que para guiarse por el nombre de las marcas y, para no ser engañado en la compra, procurar comprar siempre con el blíster que demuestre que es el compuesto deseado.

Dicho de otra forma: por una caja de Valium puedes fumar hashís una semana entera, pero no les des una caja de “diacepam”. Igualmente ocurre con el “Trankimazin”: mientras que la pastilla de 2 miligramos -el típico “ladrillo blanco”- se paga en el mercado negro a 5 euros o 50 Dirhams (puedes encontrar una pensión cutre donde pasar la noche por ese precio) no les des una caja de “alprazolam”, porque aunque sea lo mismo, no tiene el mismo valor en el mercado ya que la gente no lo reconoce como tal. El precio puede resultar bajo a nuestros ojos, pero no lo es a los ojos de quienes consumen dichas drogas.

Karkubi es el nombre genérico para referirse a los somníferos y ansiolíticos de tipo benzodiacepínico, y no el nombre de ninguna droga nueva, moda, ni pastilla roja existente, y confirmo hace horas la información con 2 marroquíes: el presunto periodista toma el nombre genérico para decir “pastilla para dormir” como si fuera “una preparación en concreto”, e inventa toda una trama alrededor.

Lo más curioso del asunto -a mi juicio- es el apetito que parecen tener los marroquíes por las benzodiacepinas, que si bien son drogas adictivas como otras muchas, su deseo por ellas supera a su deseo por otras drogas clásicas como los opiáceos (disponen de opio y paja de adormidera barata en todas las ciudades) o la baratísima cocaína que está entrando por toneladas en África y que, para llegar a Europa, ha de cruzar desiertos y países provocando hechos como que en Tánger se pueda comprar cocaína -de alta calidad- por menos precio que en España, lo que hace tan solo 5 años era algo impensable. 

Mi hipótesis al respecto de estas farmacófilas preferencias, y atendiendo a las peticiones sobre drogas que me hacen mis conocidos y amigos, es que la restricción que han sufrido sobre el alcohol (de forma cultural y religiosa) hace que los agonistas GABA -como son el etanol y la benzodiacepinas- les resulten especialmente interesantes

Si pregunto a un usuario de drogas marroquí qué querría que le trajera de España, me diría -de hecho, me dicen- que quieren botellas de alcohol, o benzodiacepinas. Ni MDMA, ni anfetamina, ni LSD, ni ninguna otra cosa: alcohol y pastillas.

El fenómeno relacionado con ese consumo, que sí existe pero no es nuevo, es similar al que se pudo ver en los 80 en España, cuando se mezclaban esas mismas drogas (benzodiacepinas) con alcohol en entornos de marginalidad y en asociación con delitos. Y sin embargo, ese mismo “Trankimazin 2 mg Ladrillo Blanco” que se paga a 5 euros en Tánger o Rabat, vale 1 euro en el mercado negro de cualquier ciudad española

De hecho, se suelen vender a ese precio en los puntos de venta de heroína y cocaína, para los fumadores de base de cocaína que no quieren tomar heroína, pero necesitan bajar la atroz ansiedad que produce el consumo de esa droga con algún fármaco que no sea alcohol. Pero en nuestra cultura, parece que no hay interés especial por estas drogas, precisamente porque ya tenemos incorporadas otras drogas que hacen lo mismo: en nuestro caso, el alcohol, que como las benzodiacepinas es un ansiolítico y agonista GABA.

Como digo, no existe ninguna “pastilla roja” en el mercado de drogas de Marruecos y aunque la hubiera, nadie compraría semejante invento: los yonquis de la calle suelen tener bastante más cultura farmacófila que los cuentacuentos de ElMundo. No existe ningún laboratorio en Fnidek, no hay ningún menor mezclando benzos y hashís con colorante rojo, y lo que resulta más evidente: en el pueblo (no llega a ciudad eso, y tengo decenas de amigos allí) más señero del tráfico interfronterizo entre Marruecos y España, donde se encuentran posicionados la mayoría de traficantes de grandes cantidades de hashís (sección transporte a península) nadie tendría una maquina de hacer pastillas, porque eso en Marruecos te supone una problema legal mayor y peor que el que te cogieran en una casa durmiendo sobre una tonelada de hashís (tengo un amigo que cumplió prisión, por ese mismo hecho).

Vamos, que el presunto negocio no renta ni en broma, y solo resulta creíble en el caso de que el lector no tenga conocimientos para cuestionarlo en su veracidad. Por cierto, que no sé si han reparado en ese detalle: nos cuentan como hacen todo el proceso de “la pastilla roja” pero se les ha pasado por alto la parte en que necesitas una maquinaria especial para la elaboración de comprimidos. Lo de tener a un menor de edad al cargo, ya resulta de chiste cuando pretenden pintar el simple “pitufeo” de pastillas hacia Marruecos como una mega operación empresarial.

En Marruecos -como he visto en las más de 20 veces que he ido- lo que sí puedes encontrar son esos mismos fármacos (vendidos en farmacias españolas entre otras, europeas o africanas) con recetas verdaderas o falsas. Pero ni los muelen, ni los mezclan con harina, ni con hashís, ni con colorante rojo (eso es parte de la “”leyenda de prensa de las primeras veces que se tocaba este tema), porque directamente destruirían el valor de los fármacos: nadie compraría una pastilla desconocida y fabricada en una casa, teniendo un mercado negro tan bien abastecido de especialidades farmacéuticas. 

Es todo una patraña enorme, como las que nos tiene acostumbrados la prensa de ese grupo editorial, y con un claro enfoque alarmista, amarillento (a pesar del color rojo de la inventada pastilla) y que vuelve a situar a su autor como la mayor cloaca de desinformación en prensa generalista sobre drogas.

Pero en este caso, ha ocurrido algo extra que nos permite ofrecer una reflexión más. Buscando por Twitter quienes estaban dando difusión a semejante sarta de mentiras, me encuentro una cuenta de un presunto neurobiólogo, que lo está difundiendo con su comentario extra: “drogas para destruir el cerebro y las sociedades”. 

Le interpelo y le digo que, si tiene formación en ciencia, no debería difundir desinformación y tonterías, y su respuesta es acusarme de estar defendiendo “mis máximos intereses” y que si quiero que “juegue con mi vida pero que no engañe a otros”. 

Aclaro al tipo que mis intereses están en que se informe científicamente y no se desinforme sobre drogas, y me responde que “conoce casos de recetas falsificadas para eso”. El “eso” no sé que cree que es, pero recetas falsificadas, conocemos todos y no es por una mega-red que fabrica una droga inventada por una cuentacuentos. Que se falsifican recetas, no da veracidad a nada salvo a eso mismo y punto.

Poco después su discurso empieza a cantar a “caldofrán del viejo”, a eminencia que reposa cómodo en sus certezas axiomáticas (y prominente posición) y me suelta que: “desprecia a las drogas” y que “sólo le interesan como problema social y de esclavitud”. 

Bueno, para muestra un botón y ahí está. Lo de despreciar cosas que son inertes, es una actitud curiosamente esquizofrénica en una mente científica (tampoco quiero inferir que este tipo la tenga). 

Es como despreciar la aspirina porque puede matar, el motor de vapor porque se usó en maquinaria de guerra, o Internet porque es una herramienta susceptible de ser usada para delinquir. Es falta de luces y de reflexión sobre lo que se pontifica, normalmente desde el desconocimiento más absoluto. 

Cuando hago notar al personaje que hablar de “las drogas” -como clasificación de ciertas sustancias- es ya algo totalmente acientífico, el tipo salta a una posición peor y más ridícula: dice que se refiere a las “drogas de abuso”. Como eso tampoco es una clasificación válida, le he propuesto que encuentre un término que le valga para señalar todas esas sustancias que odia, a ver si es capaz, ya que tiene todo tan claro al respecto.

La última perla que me ha dejado, es que entre “las drogas” él no incluye al alcohol (hombre, mira tú) y que "el volumen necesario para considerarlo “roga es enorme". Las dos afirmaciones ya desacreditan al interlocutor por completo para hablar de este tema, mostrando una parcialidad basada en criterios que nada tienen que ver con la ciencia y sí con la moral e intereses (del lobby del alcohol, en nuestro país nada despreciable) de un sector económicamente muy potentes, tanto que reciben -los fabricantes de alcohol, que no es droga- medallas por parte del Plan Nacional Sobre Drogas en nuestro país.




Pero no dejaba de preocuparme que un presunto científico fuera dándole pábulo a las mentiras de un medio de prensa, y más cuando son tan evidentes. Así que hice una búsqueda sobre el sujeto, de nombre Fernando de Castro Soubiret, y encontré que tiene un impresionante currículum en algunas áreas de alta especialización, con becas de esas de alto nivel (cobrando pastaza) que se gestan en los departamentos universitarios de los amigos y familiares, ya que de casta le viene al galgo. 

Muy especializado en cuestiones que nada tienen que ver con drogas (en el sentido común del término) pero que a pesar de esa especialización en un área que es ajena, es una de esas personas cuya formación sí le permitiría poner en duda la penosa información sobre drogas que se ofrece en ese texto y en otros del mismo autor.

¿Qué hace una persona que podría cuestionar todas esas tonterías dándoles pábulo en lugar de -públicamente- denunciarlas? Pues dar rienda suelta a sus convicciones morales, a sus creencias y alejarse (al abrir la boca) de todo aquello que huela a ciencia. 

Lo más triste, es que este caballero es un investigador que trabaja sobre enfermedades que se podrían beneficiar de muchas de esas sustancias que él califica de “drogas de abuso” excluyendo al alcohol (que de eso no se abusa según él), y que con semejante sesgo mental (casi “punto ciego”) a la hora de abordar temas que desconoce profundamente, deja claro que aunque tuviera la solución al mayor problema médico de la era delante de sus ojos, si dicha solución implicase tener que abrirse al conocimiento y abandonar las posiciones de su religiosa creencia contra las drogas, podría morirse la humanidad entera antes de que él lo viera: el fruto de sus trabajos, contendrá el sesgo que su mente imprime a lo que ve. Y eso es una limitación, triste y vergonzante para un presunto científico.

La desinformación sobre drogas y la drogofobia en los medios fueron institucionalizadas con el Pacto FAD hace ya lustros y, como podemos observar, han afectado a toda la sociedad llegando incluso a crear monstruitos dogmáticos -como el ya mentado- capaces de bloquear sus conocimientos de ciencia, con tal de no crearse disonancias cognitivas que les sitúen en la incómoda duda.

Después, un poco más de búsqueda sobre el sujeto me terminó de aclarar por qué no conseguiría hacerle razonar, y mucho menos retractarse de su comentario alabando semejante basura de artículo inventado. Y es que -el caballero- también escribe artículos en medios generalistas y, entre bomberos, es mejor no pisarse la manguera, que comen de la misma mano... ;)

Si quieres seguir publicando y cobrando, no te salgas del discurso editorial ni critiques lo publicado, ya sabes: no quieren periodistas sino mercenarios.



domingo, 29 de abril de 2018

Venezuela muere de hambre: @eatBCH y Bitcoin CASH al rescate!!

Este texto fue realizado en el mes de febrero, pero no se publicó por diversos motivos hasta más tarde en la web ElBitcoin.org, y allí se publicó de forma incompleta (porque su tamaño era grande para lo que sus lectores habitúan). Lo publico aquí, ahora de forma completa junto con unas reflexiones que no están en el texto original.

La primera, es ver cómo el proyecto @eatBCH, que básicamente se trata de convertir donaciones de Bitcoin CASH (por sus ínfimos costes, su rapidez casi instantánea y el hecho de permitir micro-donaciones) en comida y bienes de primera necesidad para asistir a algunas personas (de niños a ancianos, de discapacitados a enfermos) que están en una situación de desnutrición y abandono, ha ido ganando tracción y atención por parte de los medios y de los usuarios de Bitcoin CASH. Yo mismo, por distintas vías, habré donado cerca de los 100 euros lo que puede dar para hacer comida para más de 100 personas. Pero eso es sólo pan para unos pocos, es atender a una gota en un océano de desesperación, en el que seres humanos rebuscan entre la basura, compitiendo con los animales de la calle (como podéis ver en el vídeo que se incluye en este texto), algo que poder llevarse a la boca. Y aprovecho este momento para solicitar ayuda para esa gente, ya que es de las pocas veces en que puedes ver cómo tu dinero se hace comida para un grupo de necesitados que estaban abandonados de la mano de Dios en una Venezuela en descomposición terminal.


La segunda, es que empieza a haber cada vez más proyectos que usan o permiten usar Bitcoin CASH (al fin y al cabo, el auténtico Bitcoin si atendemos a sus propiedades). El más interesante -además de este caso concreto de uso de Bitcoin CASH por sus propiedades para establecer un canal rápido de ayuda humanitaria a personas muriendo de hambre, que es @eatBCH- es a mi juicio Cointext, que es un sistema para teléfonos NO-INTELIGENTES (sin Internet pero con SMS) que les capacita para recibir, poseer y enviar mediante SMS, pagos y cuentas con Bitcoin CASH. La importancia de esta aplicación, que para nosotros occidentales con smart-phone no nos dice nada, es muy alta en cuanto a la adopción de Bitcoin CASH -Bitcoin para los entendidos- a nivel planetario, ya que posibilita en lugar de excluir a grupos tan amplios de usuarios como los que no tienen acceso a teléfonos con internet en nuestro planeta, hecho que se da principalmente en África, algunas zonas de Ásia y algunas zonas de Sudamérica.



Y la tercera y última, es citar a @Tipprbot, como uno de los grandes acierto y de los grandes elementos dinamizadores de la renacida comunidad Bitcoin, siendo el BOT para propinas (o cosas más grandes si se desea) que te permite enviar cantidades a usuarios de Twitter o de Reddit por sus comentarios, y permite a cualquiera que tenga una cuenta en Twitter, contar con una cuenta de Bitcoin CASH. Este bot ha sido esencial en el éxito del proyecto @eatBCH, y desde aquí enviamos nuestro agradecimiento a sus desarrolladores.

Ahora sin más preámbulos, Venezuela y @eatBCH.
:))



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Venezuela tiene hambre: 
@eatBCH al rescate del necesitado.

Venezuela. 

Es curioso que siendo el nombre de un país extranjero y que seguramente menos de un 10% de los españoles sabrían situar en un mapamundi, sea para nosotros algo tan cotidiano. 

¿Qué cojones tienen que ver Venezuela y España, que no tenga que ver cualquier otro país de Sudamérica y España? Posiblemente nada, pero Venezuela se usa a modo de “argumento arrojadizo” contra los integrantes del partido político Podemos, ya que sus lazos ideológicos y materiales con los gobiernos de la “Revolución Bolivariana” son marcados y notorios. 

Así que, sin que los pobres venezolanos tengan culpa alguna, estamos hasta los huevos de escuchar “¡Venezuela!” como respuesta constante a las propuestas de un partido político, con el que se puede estar de acuerdo o no (yo, no lo estoy).

Antes en España teníamos un rey muy campechano -decían- y que pedía perdón al pueblo desde un hospital, subido a unas muletas con claxon, por sus vergonzantes tropelías cazando elefantes a lomos de una rubia concubina en un país africano, u osos borrachos en un país del norte de Europa. Y ese rey mandó callar (sin mucho resultado, todo hay que decirlo) al gorila de pecho rojo, Hugo Chávez. “¿Por qué no te callas?” le espetó en una conocida cumbre con los países sudamericanos en el año 2007.




La verdad es que a mí la frase no me representa. Hubiera sido más feliz con un rey que dijera “¿Pero por qué no te callas, pendejo hijo de las leches de mil perros?”. Pero nuestro ex-rey nunca fue precisamente un ejemplo de valor ni de buen hacer. 

De hecho, quitándole el oropel a las imágenes, en realidad era un tipo que carecía de legitimidad (ya que fue impuesto por un dictador, Franco) gritándole a otro que era un ladrón y un violador de los derechos humanos que dejara de hablar mal de un presidente asqueroso que tuvimos en España, llamado Aznar y conocido como “el presidente de la corrupción”, que apoyó el golpe de estado del año 2002 en Venezuela, cosa que no debió hacer en virtud del principio de no-injerencia y el de no apoyar vía no democráticas, aunque sean las que toman tus “amigos ideológicos”. 

Más que nada, porque luego no te queda legitimidad para denunciar cuando lo hagan los contrarios...


Franco es un ejemplo para mí
dice el campechano, impuesto por el dictador, 
a los españoles.

No es que tenga yo a Chávez como un ejemplo de demócrata, sino más bien como un tipo que supo pervertir la idea de la democracia hasta doblarla y acomodarla a su gusto y necesidad. No es que le tenga, precisamente, ningún cariño ni a él ni al régimen que dejó en el país.

Chavez murió -gracias a Dios y al cáncer- en marzo del 2013, pero dejó a otro primate al cargo: Nicolás Maduro. Por si no fuera poco el daño que Chávez había causado, el simpático Nicolás ha terminado por retorcer las normas y leyes hasta hacer de Venezuela una distopía antidemocrática, hundiendo a su pueblo en una de las mayores crisis que ha vivido el país en toda su historia.

No voy a entrar en la tropelías del nuevo tirano, y me voy a ir a los datos fríos y deshumanizados, que reflejan bastante bien el drama que se vive en Venezuela ahora mismo. Hace unos días, la Asamblea Nacional publicaba un dato escalofriante: el año 2017 se había cerrado con una tasa interanual de inflación del 6.000%

El dato por parte del Fondo Monetario Internacional es que esperan una inflación del 13.000% para el 2018, junto con una contracción del 15% del Producto Interior Bruto.

¿Qué quiere decir esto exactamente?

Pues que ese carro de la compra que pagabas con “X monedas”, en un año ha pasado a costar 600 veces más, y para comprar lo mismo necesitas 600 veces X monedas, en este caso Bolívares. Las cosas suben 600 veces de precio pero no lo que tú ganas. Y en ese panorama, les dicen desde el FMI que se preparen para que el asunto se ponga el doble de feo: el próximo año las cosas habrán subido de precio 1300 veces, pero no tu sueldo.

A quienes no hemos sufrido inflación semejante, nos suena a ruso que todo pueda pasar a valer 600 veces más en un año: ¿cómo se subsiste en semejantes condiciones? Es un escenario de guerra, en el que las despensas están totalmente vacías. Lógicamente, sin un sistema de ayuda por parte del estado es casi imposible subsistir en semejantes condiciones, pero el nivel de ayuda social que el estado es capaz de dispensar no llega siquiera para alimentar a su población. 

Los datos dicen que sólo 5 de cada 10 hogares que necesitan de ayuda para alimentarse, la reciben mensualmente. Y fuera de las grandes ciudades, esa cifra baja a 2 de cada 10: un estado de abandono práctico.



Nixon Vale es un profesor universitario que ha ido vendiendo todo lo que poseía para poder pagar la insulina necesaria para su madre, diabética. El precio de una caja de insulina que antes compraba por 29 bolívares, ahora mismo vale unos 3 millones de bolívares

Para poner las cosas en perspectiva, el salario mínimo de un trabajador es de 1.300.000 bolívares, así que para una caja de insulina es necesario reunir casi 3 sueldos mínimos. Él también es diabético, pero la insulina la busca para su madre, que con una pensión del ministerio de Educación, apenas puede asegurarse la alimentación. 
En octubre, inscribieron a su madre en un programa estatal para la obtención de medicamentos esenciales, pero no sólo tardaron 3 meses en hacer una entrega, sino que se trataba de un simple vial y -para más burla- estaba caducado.

Los datos recogidos en el estudio sobre las condiciones de vida en Venezuela, realizado por dos universidades independientes, ENCOVI, no pueden ser más demoledores, con una pobreza que escala del 81% en el 2016 al 87% en 2017, nos encontramos que 9 de cada 10 venezolanos no puede pagar su alimentación diaria. Que 8 de cada 10 se han ido a la cama sin comer o comiendo mucho menos, por no tener suficientes alimentos. Que hay madres que tienen que elegir a qué hijo le alimentan con las pocas proteínas que quedan en la dieta disponible. 

Que 6 de cada 10 venezolanos, han perdido 11 kilos de peso debido al hambre, sólo en el año pasado....



Hambre. Hablamos de elegir quién come y quién sobrevive, de hambruna y miseria. En este caso no está provocada por raras condiciones climáticas en una zona de África, sino que es una constante que ha ido empeorando (se mire el indicador que se mire) el día a día de los venezolanos durante lustros. Y que, lejos de tener pinta de mejorar, parece que la cosa va a ir a peor.


Vídeo sobre el contexto de Venezuela
 y la actividad de @eatBCH.

En este panorama, desastroso y de mal pronóstico, unos desconocidos aparecieron realizando unas de las acciones más necesarias que se puede encarar en tu medio: dar de comer a quien no tiene con qué hacerlo. Y lo hacían con donaciones, microdonaciones en muchos casos, que eran factibles gracias a estar utilizando Bitcoin CASH para ello. 

Hace unos años, se hubieran hecho con Bitcoin, pero el monstruo contra-natura en que ha quedado convertido BitCOREcoin lo hace inviable, a no ser que la mayor parte del dinero donado se lo queden en la transacción por sus altísimos costes.



Esa gente se llaman @EatBCH, y su primer mensaje (en Twitter) fue simple. Se definen en su bio como venezolanos, intentando hacer lo mejor que pueden para ayudar a otros, en una mala situación. Desde ElBitcoin.org nos pusimos en contacto con ellos para pedirles unas breves palabras, e inmediatamente aceptaron.

1- ¿Quiénes sois EAT BCH?

Somos Venezolanos que estamos intentado ayudar a otros, gracias a las donaciones que hemos recibido en Bitcoin CASH, BCH.


2- ¿Por qué EAT BCH?

Porque la situación de Venezuela es tan precaria actualmente que muchos no tienen ni que comer, y da dolor ver todos los días a gente buscando en la basura cada vez mas o muriendo de desnutrición.

Nosotros solíamos hacer comidas para repartir hace mas de año pero por los crecientes costos de los productos no pudimos seguir. Así que cuando alguien me contacto por internet y me mando $5 en BCH queriendo ayudar, no pudimos decir que no y bueno, así empezó todo esto.


3-¿Cuánto tiempo lleváis y con que perspectiva os situáis en este momento?

Unos 10 días ya. El apoyo ha sido increíble, mucho más de lo que pensaba que sería. Ya estamos contactando a personas en otras ciudades para que hagan lo mismo allá con las donaciones que hemos recibido.
[Nota del autor: la entrevista fue realizada a finales de febrero, y actualmente siguen en activo y repartiendo comida entre los necesitados de forma constante y comprobable]

4- ¿Hasta dónde llega geográficamente vuestra labor?

Actualmente en un par de ciudades, no tenemos vehículo y es difícil movilizarse. Pero esperamos prontamente expandirnos por más ciudades y estados. Estamos hablando con otras personas y explicándoles cómo funciona el Bitcoin CASH y cómo pueden usarlo o cambiarlo. La mayoría de las personas nunca han usado una criptomoneda en sus vidas y no saben como crear una wallet, que son las keys o como recibir/enviar monedas.


5- ¿A cuántas personas habéis llegado ya?

A más de 200, fácilmente. Es difícil llevar la cuenta exacta. La primera vez le dimos comida a más de 30 personas, y la semana pasada solamente a más de 200 ya que hicimos el sábado, domingo y el lunes también. [Nota del autor: datos de Febrero 2017 que ya están desfasados]


6- ¿Puedo preguntar en qué ciudades?

Preferiría no decirlo, sabes cómo está Venezuela actualmente. Por razones de seguridad queremos mantener el anonimato lo más posible en estos momentos. Te puedo decir que ya hemos estado en 2 ciudades y que estamos planeando llegar a muchas más.

7- Entiendo que no quieres significarte de forma personal, pero me puedes dar al menos una idea sobre ti?

Somos varias personas involucradas, hay hombres y mujeres, de muchas edades, trabajos, formaciones diferentes.


8- ¿Qué ha pasado para llegar a este punto en un país como Venezuela?

Hay muchas teorías al respecto. Muchos venezolanos no entienden cómo algo como esto pudo pasar, pero es nuestra realidad en estos momentos. Nuestro propósito es ayudar en lo que podemos a los más necesitados.



9- ¿Podrías explicarlo para un españolito que no entiende qué está pasado allí?

Escasez. Escasez de comida, de medicinas, de insumos, de efectivo, etc. Cortes de electricidad, de agua potable, de Internet, etc. Demasiados problemas, y siguen aumentando cada día.


10- ¿Sois una organización que tenga algún tipo de enfoque político detrás?

No, ninguno. No tenemos nada que ver con el escenario político ni queremos tenerlo. Nuestra meta es sólo ayudar en este tiempo tan difícil que nos envuelve.


11- ¿Qué sistemas de subvención (ayuda) a los necesitados existen en Venezuela?

Varias organizaciones hacen vida en Venezuela, desde organizaciones como el Rotary, la Cruz Roja, las iglesias, etc. Incluso el gobierno ha implementando proyectos, pero esto no han sido suficiente para suplir las crecientes necesidades de los venezolanos


12- ¿Cuál es el sueldo medio (a fecha de final de febrero 2017) entre quienes tienen trabajo?

El sueldo mas común es el sueldo mínimo, que actualmente es 248.510 bolívares, hay unos empleos que además del sueldo dan a empleados activos un ticket de alimentación con valor de 549.000 bolívares al mes. Los pensionados y jubilados, por ejemplo, no reciben este ticket alimenticio, solo cobran el sueldo mínimo


13- ¿Cuál es el precio de 1 kilo de pollo, de 1 kilo de arroz, etc.? ¿Me puedes dar algunos precios para que me haga una idea?


Difícil, ya que casi todos los días suben los precios. Actualmente 1 kilo de pollo son 400.000 bolívares, un kilo de arroz son 270.000, 1 kilo de harina de maíz 160.000, 1 kilo de pasta oscila entre 300.000-600.000, medio cartón de huevos que son 15 huevos 270.000-355.000 bolívares.

Estos productos se pueden conseguir a precios más bajos en algunos mercados, pero solo usando dinero en metálico, cosa es que es prácticamente imposible en la actualidad por la crisis de efectivo.




14- Esto que habéis comprado y repartido, entiendo que lo habéis hecho en el mercado extra-oficial, ya que el oficial no tiene....

Todos los productos que hemos comprado han sido en establecimientos privados locales.

Existen varios tipos de productos. El gobierno vende productos con precios subsidiados, pero son difíciles de conseguir y no hemos tenido acceso a ellos. Los productos que hemos comprado han sido sin subsidios, obviamente a precios más altos.


15 - Hemos visto que hoy Maduro ha estando dando coba a su nuevo juguete, el Petro, un activo que se aprovecha de lo cripto pero es puro FIAT..... ¿qué opinas de ello?

No hemos tenido el tiempo suficiente para leer al respecto

16- ¿Por qué BCH y no otras monedas?

Por varias razones; cuenta con una gran comunidad que nos dio apoyo desde el principio, con ayuda técnica y hasta con donaciones. Además, tiene tarifas bajas de transacción, es suficientemente popular para que poder canjearla cuando fuese necesario, y es rápida ya que cuenta con 0-conf

BitcoinCASH nos vino como anillo al dedo.