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martes, 20 de junio de 2017

Ciencia y cannabis: el receptor humano CB1, por primera vez, en pelotas.

El receptor CB1 del cannabis, en pelotas por primera vez. Esta pieza de "science-porn" fue publicada cuando se liberó la información, en el portal Cannabis.es el año pasado. Una de las piezas esenciales que faltaba de conocer en la fina bioquímica humana, en parte debido a lo que se tardó en identificar la sustancia activa de la planta de cannabis, debido a que no contiene ningún átomo de nitrógeno, y no es -por lo tanto- un alcaloide, como eran hasta entonces la mayoría de principios activos de origen vegetal.

Un poco de ciencia para este temprano verano, que nunca está de más (especialmente frente a magufos y "Juanas de Arco" con síndromes de iluminadas cannábicas). Que lo disfrutéis. :))

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El pasado 20 de octubre, en un delicioso documento lleno de datos y explicaciones para los freakys de la ciencia, un grupo de investigadores -encabezados por un químico llamado Alenxandros Makriyannis y director del Centro para el Descubrimiento de Drogas- publicaban el estudio que contaba al mundo que uno de los mejores secretos de la química humana relacionada con el cannabis: la estructura cristalizada de un complejo formado por un agonista y el receptor CB1 del sistema endocannabinoide humano. 
Puede que al lector no le diga mucho, pero en algunos círculos se ha calificado de un salto “sísmico” en el conocimiento de la estructura que genera “el colocón del cannabis”. Y ciertamente no es para menos.
¿Qué es lo que han hecho exactamente? Empecemos por partes. Esos científicos han logrado esto.
El pasado 20 de octubre, en un delicioso documento lleno de datos y explicaciones para los freakys de la ciencia, un grupo de investigadores -encabezados por un químico llamado Alenxandros Makriyannis y director del Centro para el Descubrimiento de Drogas- publicaban el estudio que contaba al 
foto 1
mundo que uno de los mejores secretos de la química humana relacionada con el cannabis: la estructura cristalizada de un complejo formado por un agonista y el receptor CB1 del sistema endocannabinoide humano.
Puede que al lector no le diga mucho, pero en algunos círculos se ha calificado de un salto “sísmico” en el conocimiento de la estructura que genera “el colocón del cannabis”. Y ciertamente no es para menos.
¿Qué es lo que han hecho exactamente? Empecemos por partes. Esos científicos han logrado esto:colocón del cannabis". Y ciertamente no es para menos.
Visto así, no resulta muy vistoso, pero es “la prueba del pudding”: son cristales del receptor que hace activa la marihuana para el ser humano. Y el hecho de que sean cristales, resulta un indicativo de su pureza y ello ha permitido “sacar una foto” a su estructura, revelando secretos que no se pueden conocer simplemente con la composición química, porque dependen de colocación en el espacio de largas cadenas de aminoácidos que forman una proteína, con función de receptor -activador o desactivador para los efectos de cada familia de drogas- en el cuerpo humano.
Para ello, y dado que las proteínas son largas cadenas que pueden adoptar distintas formas (como por ejemplo, la clara de un huevo cocida o cruda) usaron un compuesto que a la vez les permitiera bloquear antagonistamente (desactivando) el receptor y estabilizar la proteína, o dicho de otra forma, conseguir que “se estuviera quieta” como para poder hacerle una foto que nos revelase cómo es por dentro.
foto 2A
foto 2B
foto 3
Esas son representaciones espaciales de la forma del receptor, con el compuesto usado, de nombre AM6538, que es la llave que entra en la cerradura y que activa ciertos pistones de su maquinaria, provocando determinados efectos, propios y únicos de cada sustancia.
Y esta es la fórmula de esa llave que les permitió conseguir dicho éxito, que es lo mismo y de la misma familia que lo que conocemos por “cannabinoides sintéticos” o “marihuana sintética”, y que al contrario que el cannabis, sí causan grave daño a la salud y pueden provocar serias lesiones e incluso la muerte.  Compuestos para investigación, que nunca debieron salir del laboratorio y que si lo hicieron fue consecuencia de la criminal guerra contra las drogas, que ha terminado por generar monstruos peores que los que pretendía evitar, como Duterte -el caudillo asesino y psicópata que gobierna Filipinas- o estos compuestos llegando a manos de gente que sólo quería un poco de cannabis.
Los receptores cannabinoides son una parte de una amplia clase de receptores conocidos como “receptores acoplados a proteínas-G” o GPCR en su acrónimo inglés, que son el target farmacológico para -ni más ni menos- que el 40% de todas las prescripciones de medicamentos. Cuando una sustancia se acopla a dicho receptor, este activa una proteína G dentro de la célula para provocar una liberación de mensajeros químicos y crea una respuesta -celular- a dicho compuesto. Esto es una representación de dichos receptores activados por la sustancia usada-.
foto 4 A
foto 4BEl THC del cannabis, pertenece al grupo de sustancias que se unen al receptor CB1, que es uno de los más abundantes en el cuerpo y cerebro humano. Estas sustancias no sólo producen el clásico “colocón” del porro sino también los efectos de analgesia y disminución del dolor por los que es apreciado. El cuerpo humano produce compuestos similares que son los responsables de mantener el equilibrio interno del sujeto, mediante la activación o desactivación de esos receptores de vital importancia.
foto 5
 En esta otra representación podemos ver las zonas que se tienen identificadas según ciertos efectos, como el de antagonismo o agonismo, según en qué parte de la proteína repose (por estructura) la molécula correspondiente. Se observa una zona hidrofóbica, la zona de antagonismo, una de membrana de acceso, un núcleo central y las dos cadenas o posibles variaciones. Es por eso por lo que se ha leído en las noticias que lo contaban, que es una “plantilla” para hacer futura drogas de este tipo, aunque esa plantilla era conocida hace un lustro al menos, y de ella han surgido decenas y decenas de drogas, dedicándose a hacer pequeños cambios
Las siguientes imágenes son representaciones “espacialmente fieles en 3D” de cómo y dónde encajan 3 compuestos: el usado para conseguir el éxito en este trabajo llamado AM6538, la anandamida (el compuesto endógeno con el que el cuerpo “usa” estos receptores)  y el THC del cannabis. Cada uno con sus efectos, distintos, e incluso totalmente opuestos.
foto 6 PRIMERA
 Visualizar -de forma plena- la estructura molecular del receptor CB1 nos dota de un conocimiento que permitirá a los creadores de drogas, fabricar sustancias casi “a medida” que tengan sólo ciertos efectos del total de los que pueden producirse, y que como hemos podido ver por desgracia, en el caso de los sintéticos, llega hasta la muerte en humanos. Se podrán hacer antieméticos más efectivos, usar sustancias salidas originalmente del cannabis como neuroprotectores o para rehabilitar partes de un cerebro dañado por Alzheimer o Parkinson, sustancias que nos ayuden a engordar, o que nos quiten el hambre, nos induzcan sueño o nos eviten sufrir pesadillas: el mundo de los efectos del cannabis ha quedado al desnudo, al menos en el principal de sus componentes: el receptor CB1.
En palabras de Makriyannis, el director del estudio que consiguió el logro: “Hemos encontrado que el receptor CB1 está formado por múltiples canales y sub-zonas que adecuadamente trabajadas y estudiadas a la luz de esta aportación, permitirán alcanzar regiones específicas del receptor con el fin de producir cuadros muy concreto de efectos farmacológicos que serán útiles en patologías tan complejas como los desórdenes metabólicos o la fibromialgia”.
foto 6 SEGUNDA
Esta investigación al completo, así como los desarrollos ya obtenidos en este campo, serán presentados en la reunión de “Química y Farmacología de las Drogas de Abuso” que se celebrará en la universidad donde trabaja Makriyannis, el 12 de agosto del próximo verano.
Sin embargo, esta noticia que en esencia es algo positivo -ya que toda aportación científica lo es- presenta matices sombríos. También otro de los participantes en el estudio, Liu, profesor del Instituto Tecnológico de Shangai y afiliado a la Academia China de las Ciencias, aporta un curioso punto que si bien suena razonable, señala claramente ciertos aspectos ideológicos que llegan al estudio por su financiación que apunta a las arcas estatales en gran medida, y a los organismos clásicos que han respaldado “pseudocientíficamente” la guerra contra las drogas desde USA, como es el NIDA de la criminal Dra. Nora Volkow. En los comentarios que han acompañado a la noticia, se señalaba como un avance para entender la adicción a las drogas. ¿Adicción a las drogas con el sistema cannabinoide? Será con sus moléculas sintéticas, porque con el cannabis natural es un término poco o nada correcto.
foto 6 TERCERACierto es que ahora se podrán hacer mejores medicamentos para el sistema cannabinoide humano. Y cierto es que todos esos “mejores medicamentos” tendrán derechos de patente. El sistema cannabinoide humano está ahí y es, como hemos dicho, uno de los más importantes.¿Cómo iba a pasar la BIG PHARMA esto por alto?  Es mucho dinero, y más ahora que el cannabis empieza a comerles terreno.
Bienvenidos todos los avances científicos que amplíen nuestra comprensión y conocimientos, pero cuando el uso que se prevé darle es tal que bien se le podría calificar de “contra-natura” -y además que sea para el rico interés económico de unos pocos- ya que lo que les guía no es la búsqueda de un remedio que sea el menos lesivo y el más efectivo. Les guía el ansia de dinero, lo mismo que les ha guiado en la planificación, desarrollo y ejecución de lo que ahora llaman “epidemia de sobredosis de opioides”. Les guía el mismo impulso que al distribuidor de fentanilo, esa droga que está batiendo récords de muertes (la de Prince entre otras, y que desde Cannabis.es fuimos los primeros en apuntar como causada por sobredosis), dando medio millón de dólares para lucha CONTRA la legalización del cannabis.ahora se podrán hacer mejores medicamentos para el sistema cannabinoide humano. Y cierto es que todos esos “mejores medicamentos” tendrán derechos de patente. El sistema cannabinoide humano está ahí y es, como hemos dicho, uno de los más importantes. ¿Cómo iba a pasar la BIG PHARMA esto por alto?  Es mucho dinero, y más ahora que el cannabis empieza a comerles terreno.
Y que quede claro: el cannabis no teme a la ciencia, es la mala ciencia quien puede temer al cannabis.

domingo, 14 de mayo de 2017

¿Por qué me llaman SOCIO cuando quieren decir CLIENTE? La mentira de los CSC.

No pensaba yo a estas alturas -en lo personal y profesional- que fuera a tener tiempo para dedicarle al blog, al menos de forma exclusiva (con textos no publicados ya). Pero a la fuerza ahorcan, y aunque no tengo tiempo, he ido aprendiendo que por mucho que te digan que puedes escribir con libertad de cualquier tema, eso -simplemente- no es cierto.

Bueno, puedes escribir con la libertad que te salga de los cojones.
Y luego está "su libertad" de publicarlo o no.
Pero no se trata del estilo, del buen gusto a la hora de escribir, de que se aporten datos y no especulaciones, ni nada de eso. Se trata de algo que nada tiene que ver con todo eso y resulta una norma "no-escrita", pero muy real:

"No debes escribir cosas que molesten -aunque digas la verdad- a mis amigos y socios comerciales, no porque me importe mucho lo que piensan o hacen -de hecho creo que tienes toda la razón en lo que dices- sino porque hacen que suene el teléfono de mi casa, o si no consiguen nada conmigo, el del jefe/a y, recursivamente, el mío de nuevo."

Y hoy, voy a escribir una de esas cosas que -parece ser- no le gustan demasiado a algunos trepas y lobbistas emparejados, y suelen hacer sonar teléfonos de directores, editores, políticos y jefes de prensa de partidos políticos -si hace falta- para comentarles lo malo y peligroso que yo -DROGOTECA- puedo ser, en prevención de que haya contado algo que no debía contar a alguien a quien le estén ya contando sus mentiras.

Así que ahí vamos, y a ver a quién llamáis ahora.
:))





¿Por qué me llaman SOCIO,

cuando quieren decir CLIENTE,

en los puntos de venta de cannabis

conocidos como CSC?



Para empezar, un "disclaimer": yo no tengo más interés que el AUTOCULTIVO, no pertenezco a empresa alguna, no rindo pleitesía ni a dios ni al estado ni a nadie, y me la pela mucho todo lo que puedan decir de mí.  Nadie me paga por escribir esto, y lo hago de forma libre y voluntaria.

Pertenezco a varios CSC o Clubs Sociales de Cannabis (en mi ciudad y en otras de toda la península), que en su mayoría, no son sino tapaderas para la venta de cannabis y variedades escondidas bajo la Ley de Asociaciones. Son la nueva cara (amable) del mercado negro, pero con muchas más ganancias: la yerba en la calle no pasa de 6 euros y en los CSC puedes pagarla a 10 euros por gramo. El hashís en la calle lo puedes encontrar desde 4 euros, y en los CSC puedes pagar hasta 13 euros por gramo (**actualización 26 mayo 2017).

Al mismo tiempo, soy autocultivador desde hace unos 25 años, y aunque ocasionalmente compro (porque la compro, aunque te hagan decir que "la retiras") alguna variedad para probar novedades, y en el caso del hashís (algunos de ellos con un nivel de refinamiento exquisito, como el precio) por ver qué cosas nuevas hay en el mercado.

Hay dos grandes tipos de CSC en España. El tipo "social" que digo yo, que compran el cannabis y los derivados (extracciones como el BHO, DHO, Shatter, Budder y ROSIN que llegan a valer 120 euros por gramo) a la gente de la zona y a ocasionales traficantes, de manera que "al menos" su beneficio redunda en el medio en el que se mueven.

Al menos, esos CSC "sociales" dan trabajo a los cultivadores de cannabis locales, permitiéndoles un cauce de venta en el que ganan menos (el precio de compra suele ser el 50% del precio que vayan a marcar para su venta en el CSC) pero se evitan tener que andar tratando con mil personas distintas, con los problemas de seguridad que eso conlleva.

El otro modelo, es el CSC "con central". Es decir, es un CSC montado por gente profesional, que les dan el know-how y todo el material -cannabis, marihuana y derivados- que van a vender en ese lugar. Y el trato es así de simple: "tú me compras sólo a mí".

Eso, en empresa, se llama FRANQUICIA. Esos CSC no son sino franquicias de una organización que gestiona -obviamente- grandes cantidades de cannabis, hashís y derivados y que venden a toda España en sus puntos de venta franquiciados: los CSC "con central".

En ambos casos, estos lugares están montados bajo la ley de asociaciones 1/2002 que es una Ley Orgánica reguladora de este derecho esencial. Es decir, están montados como si aquello fuera una club de amigos, o de personas con un interés común y que aportan todos en parte proporcional para sostener la asociación y su función declarada (todas tienen una).

Por supuesto esta ley, regula las asociaciones sin ánimo de lucro, cosa que -de entrada- ya provoca una carcajada cuando hablamos de CSC que, en sus mejores momentos en la zona catalana, tenían decenas de miles de socios (clientes: 18.000 una de ellas), y decenas de cuentas bancarias con decenas de miles y miles de euros. SIN ÁNIMO DE LUCRO.... xD

Está claro que NADIE curra gratis.
Está claro que NADIE se juega una petición de 22 años de cárcel, por amor a una asociación.
Está claro que NADIE de los que allí vamos A PILLAR, cree estar en una asociación, salvo en el nombre.

Cuando vamos A PILLAR, porque a los CSC se va a pillar (aunque usen el eufemismo que se quiera), no tenemos ningún tipo de derecho de decisión sobre el lugar, quién lo dirige y gestiona, los precios, las compras, cómo se lleva, las cuentas de cada año, etc....

Cuando vamos a PILLAR a un CSC, vamos exactamente igual que a pillar a un camello: aquí tú solo pagas y punto, y si no te gusta, te piras.

¿Somos socios?
Claaaaaaro, yo tengo varios carnet de CSC en los que pone que soy socio, pone mi número de socio, pone mi cara y mis datos. ¿Eso no es ser socio o qué?

No, no eres socio de nada.
Simplemente te llaman socio porque es una tapadera legal.



Los socios en cualquier asociación, AL MENOS UNA VEZ AL AÑO, pasan una cosa que se llama "Asamblea General" y que es el órgano asociativo de mayor poder: si en la "Asamblea General" de tu CSC, la gente vota que a partir de ese día lo van a llevar otras personas, legalmente pueden hacerlo y la ley les ampara y defiende.

Esa es la Ley de Asociaciones bajo la que están metidos estos camellos, camuflados como clubs. Los órganos directivos se han de votar cada año, se han de ratificar las cuentas (qué se ha gastado, y qué se ha ingresado, y cómo.....) y se ha de votar TODO AQUELLO QUE CUALQUIERA PROPONGA, les guste a los "dueños del chiringuito camello" o no.

Pero, como la mayoría podréis comprobar, aunque seáis socios de un CSC, no os respetan derecho alguno como socios: de hecho, usan ese falso nombre para proteger su negocio, que es venderte cannabis.

¿Has asistido a alguna asamblea general en un CSC?
Yo conozco un grupo de gente que sí:
una vez vieron una "Asamblea General" en un CSC.

La cosa fue así: llegó uno de los que allí trabajan y dijo que "iba a venir un abogado a dar una charla". Acto seguido repartió porros a todos los presentes -totalmente gratis- y el mencionado "abogado" dio una charla. Cuando pregunté a los presentes si alguno de ellos, era capaz de decirme una sola cosa que se hubiera dicho en esa charla, la respuesta fue unánime: "Ni de coña!! Estábamos todo ciegos y ellos sólo querían que firmáramos no sé dónde. A nosotros mientras nos regalen los porros....nos da todo igual!!"

Claro, a esos CSC también acuden personas con formación como para darse cuenta de lo que está pasando, como otros abogados o personas realmente implicadas en asociaciones de verdad, donde las cosas se votan y no son tapaderas para vender cannabis de forma pseudo-legal. Y casualmente, ayer, hablando con uno que acude a uno de los CSC donde yo acudo, me dijo:

"Cuando me hice socio, pedí ver los estatutos:
me dijeron que no se podía, que no estaba permitido."

¡¡¡Con dos cojones!!!
Te haces socio de una asociación que... NO TE DEJA VER SUS NORMAS!!

Claro, como me dijo él: "De haber querido tocar los cojones, me hubiera ido al registro autonómico y hubiera pedido los estatutos y todos los datos, junto con una denuncia de que se niegan cumplir la Ley de Asociaciones pero yo sólo quería UN SITIO FIJO DONDE PILLAR, SIN TENER QUE ANDAR LOCALIZANDO OTRO CAMELLO, porque estos están siempre y siempre tienen material."

Es decir, la gente vende sus derechos con tal de poder tener un camello con tienda y horario fijo.

Alguien se preguntará...
¿si la "Asamblea General" es el máximo órgano de cualquier CSC, por qué no sabemos nada de él?


Simple.

Los responsables de la arquitectura legal de estos puntos de venta CSC no quieren que lo sepas (eso llamado abogados) porque se dieron cuenta de que si alguien aplicaba la ley de asociaciones, los socios (en teoría, y CLIENTES en realidad) podían dar un "golpe de estado legal" y quedarse con él y su control, así como con todo su dinero y con todo lo que contuviera, así que la orden que se dio fue la de "no hacer asambleas generales" y falsificar dichos registros con firmas de personas de confianza. Esto es el método más usado a día de hoy.


Otros CSC, los de tipo "social", y que NO están organizados en torno a una CENTRAL DE ARQUITECTURA LEGAL Y ABASTECIMIENTO DE CANNABIS, han procurado tener en cuenta este punto, ya que es la pieza clave que les puede tirar cualquier CSC abajo, y lo que hacen es obligarte a firmar una "cesión de voto para la Asamblea General".

¿QUÉ? ¿Una cesión de voto OBLIGADA para poder hacerte socio/a? Pues sí, y de esto doy fe personalmente ya que he podido ver el documento que les hacen firmar (conmigo prefirieron no intentar que lo firmase). Con eso, y con no avisar de forma "adecuada" a todos los socios (en caso de que se intente "simular" una asamblea general), mas echar media horita y esperar a que en 2ª convocatoria (normalmente unos 30 minutos después de la 1ª) haya "quorum" legal para poder tomar las decisiones que quieran, está todo hecho. Si a una asamblea general mal convocada, se presentan (en el mejor de los casos y supuestos) 10 personas, no tienen nada que hacer contra 50 cesiones de voto en la mano del "dueño del CSC". Nada....

Así que dichos CSC no son sino "la cara amable del mercado negro del cannabis", en unos casos organizada con una central que les abastece y da cobertura y en otros casos de forma más casera.

Pero son empresas realmente. Son empresas en las que hay trabajando (con contrato legal en muchos casos) mucha gente, y que han llegado para quedarse: la inversión que hay en algunos CSC, sin contar el cannabis que venden, es realmente tan grande y seria como la que se hace para montar y hacer funcionar un negocio de hostelería.

Y no va desencaminada la comparación; hace pocos días, hablando con el dueño real (el que pone la pasta y no aparece en ningún papel) de un CSC (al que un amigo mío le estaba vendiendo -en ese momento- un kilo de marihuana) cuando le comenté lo "durilla" que se estaba poniendo la cosa en los últimos meses, me contestó sin el menor atisbo de preocupación: "no me preocupa la policía y lo tontos que se pongan. Si caen estos [los currantes en el CSC] pondré a otros y listo, porque el objetivo ahora no es ganar dinero siquiera, sino mantener el CSC abierto hasta que llegue la regulación. Entonces sí que vamos a ganar dinero..."


Es decir, que existe un enorme negocio montado sobre el cannabis y su venta es algo innegable. Pero que esos CSC que son la cara oculta del mercado negro, quieren hacernos creer que ellos no son mercado negro ni camellos, es un juego de palabras que esconde aviesas intenciones.

Al menos, los camellos que he conocido toda mi vida, tienen un orgullo por su trabajo (e incluso por hacerlo bien). No pretenden escudarse detrás de asociaciones, minando el sentido real del asociacionismo. Asumen lo que son con orgullo -camellos- y con el orgullo de que a pesar de la proliferación de CSC y Clubs de venta de cannabis, todavía ellos tienen mejor material y mejores precios.

Y no es de extrañar: la regulación multiplicará los precios por dos, como mínimo, y si se realiza sin que el autocultivo sea la base del proyecto, conseguirán asegurarle el negocio al narco, que ahora se llama CSC y va de empresario-asociacionista.


Las cosas por su nombre.

Y no, no eres socio de nada: 
eres un puto cliente, 
así que pon la pasta y lárgate.


PS: Aparte de este tema, quiero señalar que me preocupa la cantidad de "autocensura" que estoy viendo en el mundo del cannabis, especialmente en las Redes Sociales como Twitter. Hay mucha gente que no está de acuerdo con la PNL traidora que abandonó al autocultivo y nos intentó vender, del grupito de Ciudadanos con el cuento de la "Juana de Arco cannábica". Otros muchos que no lo está con la ILP vergonzosa y traidora, que pretende -también para favorecer el mercado de los CSC- que no podamos cultivar en nuestra casa -un derecho ya establecido incluso por el Supremo- sin estár registrado por la policía.

La cosa es que a aquellos que opinaban contra la PNL fraude de "los falangitos y la pareja lobbista", fueron represaliadados en las redes. A algunos se les difamó, a otros se les bloqueó, a otros se les increpó y se pretendió hacerles quedar como si fueran enemigos del cannabis.

Incluso se han elaborado listas de "personajes non-gratos" conteniendo a los que no apoyamos opciones que no nos convencen (ellos las apoyan porque les va la $$$ en ello, para algo son lobbistas) a los que se acosa en el momento que expresan una opinión que no le gusta a la abeja reina o a algún otro zángano cercano.

Es una pena ver una red como es Twitter, que está para expresarse y que se nos escuche, llena de candados (cuentas privadas) que se han tenido que poner para que estas personas -que piensan diferente a lo que estos grupos organizados con dinero del extranjero quieren- puedan seguir usando las redes sin sufrir el acoso de cuentas falsas, haters y otros entes (¿también pagados con el dinero que os dan de fuera?).

Yo jamás me pondré un candado en mi cuenta, aunque entiendo que la presión, insultos, difamación, imputación de falsos delitos y todo tipo de despropósitos, no son fáciles de aguantar...

Vosotros haced lo que queráis, pero a mí no me callan ni muerto.


A por ellos, que son pocos y cobardes.
Drogoteca.


** He actualizado el precio que ponía (12 euros gramo de tope visto), ya que he comprado un hash -delicioso- a 13 euros el gramo. Delicioso, pero a 13 euros el gramo............. :P




La segunda parte, final, de este texto la podéis encontrar aquí:
http://drogoteca.blogspot.com/2018/06/tu-compras-cannabis-al-mercado-negro-la.html 

martes, 18 de abril de 2017

Amsterdam pierde el título de "Meca del Cannabis".

Este texto fue escrito tras una visita (20 años después de la última) a Amsterdam, para encontrarme cómo se había degradado la ciudad en el plano cannábico, cómo se trataba a los fumadores de tabaco como apestados y como se permitía ahora mezclar alcohol y cannabis en nuevos bares que -sin embargo- no podían venderte cannabis, ni permitirte fumar tabaco ni siquiera dentro de tus porros. La yerba no era mala, pero siempre era cara. Bueno, había alguna que sí era mala, y le ponían de nombre "orgánica" y la pagaban igual los pardillos amantes de "lo natural".

Lo cierto en es que cualquier CSC de España, eso que se esconde bajo el modelo asociativo -prostituyéndolo- y donde los "socios" desconocen siquiera lo que es una Asamblea General, hay mayor variedad de marihuana, de hash, así como extracciones tipo BHO o Shatter que en Holanda se consideran "droga dura" directamente (y te piden 200 euros por un gramo y cosas así) así que considerar  Amsterdam "la meca del cannabis" es una bonita mentira nostálgica: la meca del cannabis a día de hoy se llama España, y todos los saben ya.

El texto fue publicado en Cannabis.es, y esperamos que os sirva de aviso para los que tengáis pensando en ir a gastar vuestro dinero allí. ;))

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¿Quién no ha soñado con irse unos días a Amsterdam

¿Qué fumeta no ha deseado nunca ir a ese mágico lugar donde la yerba se vende legalmente -al por menor- y donde la policía no disfruta acosando hostilmente a quien se fuma un porro o toma otras drogas?

Yo creo que todos los amigos del cannabis -de una u otra forma- han idealizado el viaje a esa ciudad, paraíso de la marihuana y ejemplo ofrecido ocasionalmente a seguir para el resto de países como modelo regulador. Seguramente todos hemos argumentado a favor de un modelo de “normalización” como el holandés, a pesar de sus fallos ya que no cubre todo el proceso relativo a la planta y sus derivados sino sólo a su venta al por menor, pero era bastante para el usuario que simplemente compra y consume, se viera fuera del circuito legal de represión mediante prisión o multa. Y sí, es cierto: el modelo holandés es mejor que no tener modelo o que la prohibición a secas, aplicada además con torpeza.
Pero... ¿hasta dónde está dando de sí el modelo holandés? Decía Javier González, en su estupendo análisis sobre “el supremazo” contra los CSC, que el modelo CSC en España era -jurídicamente- un “traje al que se le revientan las costuras”. Pues al traje holandés no es que le vaya mucho mejor, y menos cuando sigue basándose en “hacer la vista gorda” con el mercado negro por un lado, mientras asfixian la parte legal con un modelo ultra-regulador. ¿Suena mal? Pues sienta peor.
Al llegar a Amsterdam, vía Schiphol que es su aeropuerto internacional, lo primero que me llamó la atención (que no había visto en viajes anteriores) al desembarcar del avión fue una “smoking area” dentro del propio aeropuerto, en la zona de seguridad-tránsito. Me llamó la atención porque -aunque estaba “adosada” a una oportuna cafetería- no era un servicio que prestase la cafetería sino el propio aeropuerto. 

Me pareció un detalle inteligente lo de no olvidar que hay bastante gente que fuma tabaco, que no deja de ser una droga adictiva, y que es mejor que haya un lugar donde poder fumar que tener que ver a la gente, en tránsito y esperando horas otro avión, escondida en los servicios para poder echarse un pitillo (una vez que cruzas el control de seguridad, no puedes salir a fumar a ningún lado). Lo que ya me sorprendió más, y no tan agradablemente, es que al salir de cualquier puerta de dicho aeropuerto te indicaban más “smoking areas” que estaban pegadas a las puertas de salida: ¿si estoy en la calle, a cielo abierto, necesito una zona de fumadores para encenderme un cigarro? 





No me quedó nada claro el propósito de esas “smoking areas” pero no le di mucha bola al tema, y agarramos el primer tren hacia Amsterdam Central Station que tuvimos a mano: teníamos ganas de ir a meternos en el fregao del Barrio Rojo y ver cómo estaba la zona, y eso hicimos tras un breve check-in en el hotel.
Llegamos a la entrada del Barrio Rojo en unos minutos, para comprobar (con bastante tristeza y nostalgia) que el Grasshopper -posiblemente el más reconocible y bonito de los coffeeshops para cualquiera que haya visitado la ciudad, por su colocación privilegiada y gran tamaño- había dejado de ser un coffeeshop para convertirse en... un bar para turistas sin nada que ver con el cannabis.
Aunque el Grasshopper era un lugar que tenía un excelente servicio con el cannabis -disponían de microscopios potentes para poder ver el cogollo con extremo lujo de detalles como parte del servicio- y que su calidad siempre fue muy alta, era también uno de los sitios que a la vez tenía los precios más altos. Por eso casi nadie lo tenía como su coffeeshop de referencia, una vez que conocías un poco el lugar. Así que sacudiéndome la nostalgia, tiré calle hacia delante para ir al “Speak Easy” que, también, había sido reconvertido en una especie de bar y en una tienda que hacía dulces: no existía ya. Y metros más adelante, pude ver el coffeeshop donde solía desayunar, totalmente cerrado y en un estado lamentable de conservación: el Baba, otro de los más conocidos coffeeshop del lugar, había muerto también (ya sólo existe como tienda de souvenirs en otro lugar).
Los 3 primeros coffeeshops que intentaba visitar en Amsterdam, y que había conocido durante años en mis viajes allí, habían desaparecido. ¿Qué estaba pasando? 





Quise pensar que sería una mala casualidad y nos zambullimos más en el Barrio Rojo buscando otras opciones, tirando también hacía la zona de clásicos ya bien metidos en los canales del Red Light, como The Bulldog (el original primer coffeeshop de Amsterdam y toda su franquicia actual de tiendas y hoteles).

Vimos algunos lugares que hacían uso de la palabra coffee, que invitaban a pasar a fumar porque tenían una “smoking room” e incluso que te dibujaban hojas de marihuana y te dejaban claro que, allí dentro, podías fumar tu cannabis: muy muy parecidos -solo en apariencia- a un coffeeshop pero sin serlo, porque allí no se venden cannabis y sí cerveza y otros alcoholes. Al final nos decidimos a entrar en un coffeeshop, que aunque nos trataron con amabilidad y corrección, podía inspirar poca confianza a primera vista: un sitio pequeño en el que se veía trasiego de gente constante, pero apenas sin barra (pequeña) y con un par de sitios para sentarse, gestionado por inmigrantes escuchando gangsta rap a toda hostia y viendo combates de artes marciales mixtas en la tele. El material que vendían no debía ser malo, porque no paraba de entrar gente -más residentes que turistas- a pillar. Pero eso de entrar, tomarse un café o un refresco y ver la carta, elegir, hacerte tu canuto y fumártelo tranquilamente charlando con quien te tocase al lado, era algo inexistente: no me extraña porque cada vez son menos acogedores esos lugares.
Pillé un clásico de la zona, Northern Lights, que estaba a “buen precio” si miraba los demás: a 8 euros el gramo cogiendo 2 gramos. Fue mi primer contacto con la nueva carta de precios, que se extendía desde esos 8 euros al gramo hasta los 20 euros el gramo que pedían por el 25% de las variedades con nombres más nuevos. ¿¿20 euros el gramo?? Ya podían ser cogollos de Swarosky para valer eso.
No quise irme sin echar un vistazo al hash, y vi un par que estaban baratos (unos 8 euros el gramo) y decidí llevarme un par de gramos de un hash, afgano de nombre, que dudo que tenga nada que ver con dicho país. Una calidad mucho más baja de que la estoy acostumbrado a fumar en mi propio barrio de ciudad española, a más del doble de precio. 

Pero no era lo único llamativo, porque tenías diferentes hash que oscilaban entre los 20 euros el gramo y los 90 euros el gramo. Sí, 90 euros el gramo de algunas variedades de “supuesto ice-o-lator”. A mí eso de pagar un gramo de hash más caro que un gramo de cocaína, es algo que me supera. Puestos a ver hasta donde había llegado la escalada de precios, pregunté por extracciones tipo BHOWax o Shatter, pero son ilegales (aunque se venden bajo cuerda en algunos lados) para la ley holandesa que las considera “droga dura” (allí siguen con la división de duras/blandas y no parece que se muevan). 

Al final, los encargados del local me facilitaron la dirección de un coffeeshop -y el nombre de la persona- que “tenía extracciones” pero cuyos precios empezaban allá por el infinito, de mucho más de 100 euros el gramo. Llegaron a hablar de 200 euros por gramo de algunas extracciones vendidas, pero que la demanda de dicho producto era entre muy baja y bajísima, quedando prácticamente reservada a los pirados que busquen “la última experiencia con el THC” y sean capaces de soltar 200 euros por un gramo. Con esos precios es normal que consideren que son “drogas duras”, sobre todo para el bolsillo.




Durante los 7 siguientes días, estuve con un buen ritmo de unos 3 o 4 coffeeshop distintos al día, pero lo que vi sólo fue empeorando el panorama. Encontré algunos coffeeshop que vendían “shaken” y que te lo explicaban como que eran los restos que habían ido rompiéndose al manejar los cogollos, pero dadas las cantidades que tenían sumados al estado, olor y apariencia de los mismos restos, parecían cogollos troceados que habían sido “pasados por mallas” para retirar parte de su resina, y la rebaja de precio (unos 2 euros menos que las yerbas medias) no compensaba ni el intento. Encontré el añorado “skuff”, que es una especie de hash hecho con restos de Super-Skunk prensados y que tiene un color verde claro, pero a un precio que era más de 5 veces superior a lo que había pagado por él en otras ocasiones y pasé de pagar semejantes precios.
También es cierto que encontré, en una yerba de 16 euros el gramo (no lo más caro del menú; el precio de una buena variedad “cheese” que ahora es moda allí como lo fueran hace décadas el Skunk y derivadas) de la que me dieron un cogollo que, aparte de que me causó tos hasta hacerme un desgarro muscular, era lo más lleno de resina que he visto en mucho tiempo, por dentro y por fuera. Realmente ese sí que parecía una pieza de cristal de Swarosky en sus tricomas, tanto que le perdoné la vida esa noche, y me lo fui fumando con calma a lo largo de mi estancia. Y no era “lo más caro” pero era sin duda lo mejor que he visto esta ocasión: realmente una excepción, esa en que te toca el cogollo perfecto. También vi mucha “mariwarra” que pretendían que pagases a 14 euros el gramo porque era bio-orgánica, o porque era una thai de exterior, o por cualquier otra presunta razón pero “mariwarra”. Y lo que no vi, en general, es una cultura del cannabis ni entre sus propios “profesionales”.
Tuve la suerte de toparme -una noche al volver de un museo- con un coffeeshop llamado Utopia, que fue el primer coffeeshop donde estuvimos realmente a gusto. Ninguna yerba superaba unos razonables 14 euros y eran todas primeras calidades, indicas y sativas. Pero sobre todo, la música no estaba puesta para echarte -la chica que regentaba el local en fines de semana tenía un gran gusto musical, nada estridente- ni te obligaban a encerrarte en una sala aparte -he estado en fumaderos de crack con mejor presencia que muchas de esas salas- si querías fumarte tu porro con tabaco. No es una exageración, ahora a los coffeeshops les están apretando las clavijas -a base de multas cuantiosas y sanciones que incluyen el cierre pero por permitir fumar tabaco en los porros. Incluso en esos cafés, que sin ser coffeeshop te permiten fumar cannabis, te ponen encima de la mesa una mezcla herbal para que no uses tabaco, porque está prohibido. Suena un poco a que el regulador ha perdido el norte: ¿me puedo fumar aquí un canuto de marihuana, pero le meten 3000 euros de multa al local si me lo hago con un cigarro? Vale que puedas aspirar a un lugar libre de humos, pero eso de perseguir el tabaco donde está permitido fumar cannabis, me parece otro ejemplo de ultra-regulación asesina.

Ese tema fue el inicio de la excelente conversación que tuve con la chica que llevaba el Utopia, y en el que me contó que estaban sobreviviendo como podían, diezmados por nuevas regulaciones que impedían nuevas aperturas, forzaban mayores cierres, restringían horarios y con un permiso para seguir funcionando por 6 meses más, que esperan -por costumbre- que se alargue. Pero el supremo de dicho país ya ha dicho que eso de venderle drogas a los turistas, no. Que las drogas sólo para los residentes en el país, y aunque la norma -de momento- no se aplica en Amsterdam, es otra espada de Damocles colgando sobre los coffeeshop, que van cerrando por distintas razones (forzosas por nuevas regulaciones locales o económicas por asfixia impositiva) y que no se volverán a abrir. 




La opinión más sólida que escuché sobre la situación, fue que el gobierno seguirá dando prorrogas hasta que llegue una legalización regulada, que permitirá cultivar solo unas determinadas variedades con control estatal, como en el tabaco. Un modelo estanco que ya auguran que no funcionará, porque esa restricción de variedades, posiblemente basadas en la potencia medida en THC, aumentará el mercado negro ya alimentado -por los propios residentes- debido a los excesivos precios finales que fuerza “el modelo holandés”.
Lo que más gratamente me sorprendió de lo visto es que, a pesar de los abusivos precios del cannabis allí, por más que busqué en los distintos smart-shops el menor rastro de cannabinoides sintéticos, e incluso pregunté insistentemente a varios dependientes y dueños que se prestaban a la charla, no pude encontrar nada. Y sólo una persona -en una de esas tiendas de “otras drogas legales”- conocía algo de lo que le estaba hablando, y le sonaba de UK pero no de Holanda.
Ni rastro de la marihuana sintética con sus tremendos riesgos para la salud: el cannabis sigue siendo la mejor barrera de salud público contra esas drogas, incluso pagando 10 euros por cada porro que te vas a fumar.



jueves, 13 de abril de 2017

La situación actual (Abril/2017) de Juanma: tetrapléjico con dolor y sin su analgésico.

Hace unos días, a través del portal Cannabis.es conocíamos la situación de Juanma -un conocido enfermo de dolor crónico que usa cannabis medicinal desde hace más de una década y que vive en una silla de ruedas por una lesión medular- que había sido asaltado por la policía, en el interior del centro donde legalmente reside (su vivienda a todos los efectos) por esta consumiendo el cannabis medicinal que usa para tratar hace lustros sus dolores neuropáticos, que no se alivian con otros fármacos (mórficos incluidos).

Tras quitarle darle un sermón, interrogarle en busca de quién le ayudaba (ya que necesita unas manos que le ayuden para poder fumar) y pedirle que le delatara negándose Juanma, y cachearle (a un enfermo en silla de ruedas) hasta encontrarle los cigarros de cannabis medicinal ya liados -los tetrapléjicos no lían cuando quieren como el resto- y quitárselos.

Por suerte, la ayuda totalmente desinteresada de varias personas, ha conseguido hacer una cadena que le ha permitido a Juanma salvar la situación, por unos días, tras haber estado un mes sin medicación contra el dolor, pero no es algo definitivo.

La próxima semana, en Cannabis.es, os contaremos las novedades de Juanma en el CAMF de El Ferrol y su situación.

De momento, y hasta la próxima semana, os dejamos este repaso.

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Narramos la historia de Juanma, el recorrido por su dolor, un sufrimiento que lamentablemente se ha vuelto invisible para el poder y que ha saltado varias veces a los medios de comunicación. El testimonio de Juanma –tetrapléjico- es el reflejo de la vulneración de su derecho a vivir dignamente y aliviar su dolor crónico de origen neuropático con el único remedio que le resulta eficaz: el cannabis medicinal.
En la mañana del pasado miércoles día 22 de febrero, dos agentes de policía vestidos de paisano se personaron en el“Centro de Atención a Minusválidos Físicos - CAMF” de El Ferrol (A Coruña), dirigiéndose hacia Juan Manuel Rodríguez Gantes -tetrapléjico de 45 años residente en el centro-, quien se encontraba en su silla de ruedas, terminando de fumar el cannabis medicinal que usa -desde hace décadas- para aliviar su dolor crónico de origen neuropático. Tras identificarse como policías y directamente preguntarle si él era Juan Manuel Rodríguez, pasaron a recriminarle que estuviera consumiendo lo único que le alivia los dolores que sufre y le informaron de que iban a interrogarle.
Juanma preguntó si estaba obligado a contestarles, a lo que según nos contó el propio afectado, contestaron que sí. Ya que este hecho estaba transcurriendo en un lugar a la vista del resto de internos y pacientes del centro, le dijeron que podía elegir “si quería ser interrogado allí, ante la vista de los demás, o en otro lugar más privado”.



Juanma aceptó ser conducido a una sala -dispuesta por el director del centro para los policías- donde fue cuestionado sobre su consumo de cannabis medicinal para aliviar los dolores. En la 'conversación' se le presionó para que revelase cuál era el origen del cannabis que consumía y, dado que lleva décadas en una silla de ruedas como “gran dependiente” y con apenas movilidad en manos y dedos, quién era la persona que cedía sus manos, para liar los cigarros de cannabis que por sus dolores necesita. Juanma se negó a facilitar dicha información. Viendo el rumbo que iba tomando aquella 'conversación', Juanma preguntó si no debería haber un abogado allí presente y le contestaron que “no era necesario” y que “sólo estaban charlando”. Dado que Juanma se negaba a revelar la identidad de la persona que le prestó las manos para poder aliviar sus dolores, le informaron de que iba a ser “cacheado”.

¿ABOGADO? ¿PARA QUÉ? SI SÓLO ESTAMOS CHARLANDO...

Los agentes procedieron al registro de Juanma (incluidas sus pertenencias) en la silla de ruedas, requisándole unos 70 cigarros de cannabis medicinal con unos 15 gramos de yerba sin preparar, que la persona que le ayudó le había entregado “apresuradamente y sin haber podido terminar de liar todo el cannabis”. A partir de ese momento, a Juanma le empiezan a sugerir que pueden imputarle por “tráfico de estupefacientes” y a presionarle -con mayor intensidad- para que revelase tanto el origen del cannabis, como el nombre de la persona que había prestado sus manos a Juanma. Al verse amenazado con dichas implicaciones legales, Juanma volvió a decir que consideraba oportuno que allí hubiera un abogado, a lo que se le contestó que “si quería un abogado, que le fueran preparando para irse detenido”, por lo que nuevamente cesó en su pretensión, asustado ante dicha reacción por parte de los policías.
La situación terminó -allí- con la presencia de un mando superior de la policía, a quienes los desplazados llamaron al no obtener la información que querían, y no tener claro cómo proceder desde dicho punto. El inspector de policía que acudió, terminó finalmente decidiendo que no le llevarían detenido, pero que le impondrían una multa además de requisarle la única medicación que le alivia los dolores que sufre.
Juanma saltó a los medios en el año 2007 cuando un juez le absolvió, de la acusación presentada contra él por la dirección del centro, por cultivar unas plantas de cannabis en su habitación. Esto, que lo había hecho anteriormente sin problema alguno -incluso contando con el apoyo explícito del psicólogo de la Seguridad Social que le trata- pasó a ser cuestión de enfrentamiento cuando llegó un nuevo director, que fue quien impulsó la denuncia desestimada posteriormente por el juez. A lo largo del año 2008, gracias a la entrevista que publicó la revista “Interviú” (realizada por Alberto Gayo) su caso pasó a ocupar tiempo en televisiones y medios nacionales, quedando en la memoria colectiva como “el Ramón Sampedro de la marihuana” al tener una lesión producida de forma muy similar a la del conocido personaje, inmortalizado en la película “Mar Adentro” de Alejandro Amenábar. Pero a diferencia de este último, que luchó por su derecho a morir dignamente, Juanma quiere luchar -ya lleva muchísimos años luchando- por el derecho a poder vivir sin tener que sufrir dolores, gracias al cannabis medicinal. A diferencia de Ramón Sampedro, Juanma no quiere morir todavía; dicho estado de ánimo y perspectiva vital tiene buena relación con el alivio que le proporciona el cannabis medicinal, que le ha sido inesperadamente arrebatado.

AÚN HAY MÁS.

Tras dejarle sin la medicación contra sus dolores -días después- la policía abordó en plena calle a un amigo de Juanma, cuando iba tranquilamente paseando con su mujer, y le llevó a comisaría donde tuvo que contestar preguntas relativas a su relación con Juanma (de nuevo sin presencia de juez o abogado) para posteriormente quedar “en libertad, pendiente de declaración ante el juez”.
Así nos lo contó Juanma a Cannabis.es, durante varias conversaciones telefónicas mantenidas desde que hizo público unllamamiento de auxilio en su blog, al quedarse sin cannabis y ver que también se está atacando a las personas que -de forma totalmente altruista y humanitaria- le prestan ayuda. Estas personas, lo único que están haciendo es suplir las carencias que conlleva la tetraplejia que sufre Juanma, y sin las que le sería casi imposible paliar sus complejos dolores que sufre, ante la negligencia de una administración que le prefiere con dolor antes que permitirle y/o facilitarle el tratamiento que le es más efectivo en su caso concreto.



Juanma pertenece a ese grupo de pacientes que, dada la etiología (patogénesis) de su dolor, no parecen beneficiarse adecuadamente de los analgésicos narcóticos de tipo opiáceo/opioide, como la morfina y, sin embargo, el cannabis les aporta el alivio que requieren. Como ha explicado muchas veces Juanma, su dolor es una señal incorrecta que mandan los nervios dañados a su cerebro, como lo es la sensación de “miembro fantasma” en aquellas personas que han sufrido una amputación. Esta sensación, en el cerebro de Juanma, se convierte en un dolor tan real e intenso como cualquiera de los que se pueden sufrir en un cuerpo físico. Y mientras que la morfina resulta poco efectiva en su caso, el cannabis medicinal le ha permitido tener una mejor calidad de vida durante años de consumo terapéutico, en el centro donde se encuentra y que es, a todos los efectos, su lugar habitual de residencia y hogar.
El dolor crónico de origen neuropático que sufre Juanma, no lo sufre como una consecuencia derivada de su tetraplejia, no.Lo sufre a consecuencia de una infección no tratada correctamente a tiempo y que forzó a los médicos a usar antibióticos con fuertes efectos secundarios (neuropatíaspara salvarle la vida, aunque dejándole como enfermo de dolor crónico para siempre, por el daño causado en sus nervios. Juanma está en silla de ruedas -para toda su vida- por el accidente que sufrió el 8 de junio de 1990, al saltar al mar calculando mal la profundidad. Pero los dolores que sufre son un“extra añadido a su tetraplejia” que una infección mal tratada le dejó, y con los que lleva pudiendo lidiar años, gracias al cannabis medicinal.

¿GRACIAS AL CANNABIS MEDICINAL? ¿SOLAMENTE? NO.

En el caso de Juanma -como en el de otros lesionados medulares de su tipo- convergen circunstancias especiales que lo hacen especial respecto a otros pacientes que se pueden beneficiar de uso del cannabis: su libertad de acción está gravemente disminuida, tanto para poder desplazarse de forma autónoma, como para poder prepararse su cannabis medicinal, dada la falta de suficiente movilidad en brazos, manos y dedos. Estos pacientes pasan una parte del día en su cama, y otra en la silla de ruedas (en caso de que su lesión lo permita) y para pasar de una a otra, requieren la asistencia de terceras personas, así como para vestirse, asearse o incluso alimentarse en algunos casos, ya que no podrían de no tener ayuda.
De igual forma, lo que para la mayoría es un acto trivial como liar un cigarro con cannabis, para una persona en la situación de Juanma es un objetivo inalcanzable sin la ayuda de terceros, que lo que hacen es -simplemente- prestar sus manos a quien, por un accidente, quedó sin poder usar las suyas como todos los demás. Y ese acto -de calidad humana básica- que es prestar unas manos a un paciente que no puede usar las suyas, y que necesita usar cannabis medicinal como tratamiento, está siendo en esta situación también objeto de ataque. No persiguen sólo a Juanma -no es el objetivo- sino que ahora persiguen a quienes le ayudan, de manera que por su condición de gran dependiente quede inerme y sin recursos, una vez ya asustados y señalados todos los que le socorren para que no sufra dolor.



Para Juanma, escribir todo esto sería una labor titánica. Desde Cannabis.es, estamos encantados de poder prestarte nuestras manos y nuestra voz, para que se reciba claramente tu petición de ayuda y tu mensaje.Asimismo, esperamos que sean muchos los medios de comunicación que presten sus alas a Juanma para recibir el tratamiento adecuado sin coartarle la ayuda altruista de las personas que son sus manos, así como nosotros queremos ser su voz y esperamos no predicar en el desierto en un país que se considera ‘civilizado’ como España y en pleno siglo XXI.
#teprestomismanos
#teprestomivoz

miércoles, 5 de abril de 2017

¡Viva México, cabrones!

Este texto fue publicado en el portal cannábico Cannabis.es, y fue en reacción a cómo el gobierno de México encaraba algunas cuestiones a la hora de pedir a sus ciudadanos opinión sobre cómo regular el cannabis a través de las redes sociales.

Es un buen momento para recordar un buen ejemplo.
Esperamos que os guste.

:)


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¡Viva México, cabrones!

Era viernes tarde y no había hecho más que repetir durante todo el día: “no, no voy a la Spannabis porque...” y alguna razón, de las muchas que me asistían, para ocultar la real: soy vago y no me gusta moverme mucho. Así, mientras media España cannábica se movilizaba para irse a la gran feria del canuto ibérico y la otra media nos liábamos otra trompeta, saltó la noticia vía Twitter.



La cuenta oficial del gobierno de México lanzaba un tuit -me hizo pensar que tenía delante una cuenta hackeada o una cuenta fake- en el que pedían expresamente la opinión a los ciudadanos, sobre cuál consideraban ellos que podía ser el mejor modelo de regulación para la marihuana, junto con un GIF dónde se exponían distintas opciones y se estimulaba el comentar en redes sociales con un hashtag: #DebateMARIHUANAmx.

¿¿CÓMO?? Me tuve que frotar los ojos y pellizcar un poco porque no me lo podía creer. ¿El gobierno del país -considerado el narcoestado por excelencia- preguntando a los ciudadanos sobre cómo legalizar el cannabis? Pues sí. Encima daban un link. Vamos, que la cosa parecía ir en serio (o el hacker era muy bueno) porque la página oficial del gobierno de México -que está todavía en “beta”, como el mismo gobierno- contaba con un enlace sólo para ese tema. Así que no sólo era la cuenta de Twitter, sino que el propio gobierno estaba metido hasta el fondo en el turbio asunto de la consulta ciudadana....

Increíble pero cierto. Aunque el link que tenía el tuit no parecía funcionar bien (una “tontería menor” de administración del dominio, que supongo arreglarán siendo “beta”), poniendo delante el conocido “www.” se podía acceder a la página, y una vez allí.... oh, oh.... oh!!! Estaba sintiendo cosquillitas y calor debajo de mi tripa.... oh.... delicioso espectáculo!!



En vez de ser una web “a la española” -en las que es imposible encontrar aquello que buscas, si es que en realidad está allí- lo primero que te encontrabas es una imagen en la que se leía bien grande la pregunta sobre el modelo regulatorio para la marihuana. Sin complejos, hablando clarito. Y a continuación, esto:

El Gobierno Federal, por conducto de la Secretaría de Gobernación y de la Secretaría de Salud, CONVOCA a personas especialistas, investigadoras, académicas, profesionales de la medicina, derecho, psicología, integrantes de organizaciones de la sociedad civil y otras personas con calificación técnica, a participar en el DEBATE NACIONAL 
SOBRE EL USO DE LA MARIHUANA.

Infórmate. Vincúlate. Sigue con atención las fechas de la convocatoria y participa activamente a través de los recursos que se irán poniendo disponibles en esta plataforma.”

Acojonante. Un gobierno estimulando a la opinión pública para que se exprese sobre la regulación del cannabis y dándoles un cauce adecuado. Un gobierno animando a que se vinculen y sigan con atención el asunto, desde las redes sociales e Internet, es algo que aún me cuesta creer al verlo, ya que parece imposible de imaginar en nuestra “España del primer mundo”.

Pero la cosa no acababa ahí. ¿Qué más? Pues muuuuucho más. Pero mucho, mucho, mucho y no es broma. Lo siguiente que hacen es exponer los objetivos de su acción, y darle un contexto temporal e internacional o lo que es igual, recordarle a su pueblo que en breve comienza la UNGASS 2016 donde se decidirán los cambios internacionales sobre política de drogas y que deben expresarse.

A continuación, ofrecen datos sobre la regulación en todo el mundo y los ponen a disposición del usuario para su descarga. Lo mismo hacen con los datos relevantes al respecto sobre la situación del cannabis en México, también ofreciéndolos para su descarga. 

¿¿Pero se han vuelto locos o qué?? ¿¿Es que acaso quieren fomentar el debate sobre la marihuana de verdad?? ¡¡SÍ, COÑO!! Lo dicen en serio y para eso ofrecen datos, para que quien quiera opinar pueda hacerlo en base a ellos y argumentar inteligentemente.

Pero no basta con unos datos que ofrezca el gobierno -que hasta ahora son los que han aplicado las políticas de guerra contra las drogas sin piedad alguna, y no hay que olvidarlo- para juzgar algo tan serio como es el problema creado por la guerra contra las drogas -cannabis incluido- en el mundo. Yo no me fiaría sólo de los datos que da un gobierno, nunca, aunque fueran los más honestos en voluntad: la fuente no sólo ha de ser impecable, sino también parecerlo. Y no es plan de “debatir y generar opinión” sólo con los datos que un actor te proporcione, sea quien sea.

Así que completan la web con los textos de 10 propuestas de tipo legal que se han efectuado en México al respecto del cannabis, o lo que equivale a decir “aquí estamos legalmente ahora”. Puedes leer a los ponentes de las sentencias y conocer quién y qué votó. Todo un alarde de claridad y apertura al ciudadano. Glasnost y perestroika, como en la caída de la vieja Rusia, pero aquí a la mexicana.

Y llega la guinda con un enooooooorme almacén de estudios e información de todo tipo sobre cannabis que cuenta con cerca de UN MILLAR DE TEXTOS, referentes al tema de las drogas y estructurados en las categorías de “consumo, derechos humanos, desarrollo económico, uso terapéutico, regulación, salud pública, seguridad y sistema penitenciario”. Impresionante. 

La verdad es que no podía esperar una web así de un “gobierno de tercera” como es la imagen que se nos vende del gobierno mexicano, pero que la realidad se encarga de poner en su justo lugar cuando intentamos realizar una comparación entre sus hechos -esa web, por ejemplo- y los de nuestro gobierno en el mismo área (nuestro gobierno también acude a UNGASS 2016 pero no le veo preguntar nada a nadie sobre lo que opinamos, en política de drogas).

Una pregunta clara, objetivos definidos, base legal, y material de todo tipo para el debate informado es la forma que tiene el gobierno de México de explorar las opciones regulatorias con los ciudadanos. Y al menos la web, va en serio y está preparada para dicho cometido. La cuenta del gobierno mexicano la ha difundido varias veces en el fin de semana, ya que el próximo debate al que animan es el día 15 de marzo. Un gesto que, independientemente de otros asuntos de ese gobierno, es de aplaudir.

Y tras haber flipado un rato con lo que han hecho estos mexicanos, me vuelvo a mi amada España, donde el PP sigue haciendo de gobierno en funciones funcionando como antes, el PSOE está “a lo suyo” y afilando los cuchillos con los que piensan hacer la matanza de Pedro Sánchez (hoy daban cuenta de ello los periódicos nacionales), los de Podemos están aún vistiéndose -como un adolescente pillado en pleno polvo- porque esto del gobierno es nuevo para ellos y Ciudadanos traga saliva mientras escucha a los votantes afilar sus papeletas animados por el sector más retrógrado y vengativo de la derecha. Sí, ya estoy aquí de nuevo.

Pienso yo: ¿y cuál sería la cuenta “de drogas” del gobierno de España en caso de existir (una cuenta y un gobierno real)? Pues mal asunto. La única cuenta oficial del gobierno de España en tema de drogas es la del Plan NaZional Sobre Drogas o PNSD, que como su propio nombre indica sirve para dar bombo todo aquello que el gobierno haga en materia de drogas. 

Aplaude igual una boda que un entierro. Una cuenta todoterreno para Twitter que tiene el mismo éxito que el gobierno: no llega a 700 seguidores, y son todos familia o enemigos (más lo segundo que lo primero). La siguiente candidata sería la cuenta de la FAD, esa entidad “sin ánimo de lucro” que vive de mentir a los españoles sobre las drogas y que es responsable de buena parte del sufrimiento que se achaca a las drogas, paradójicamente. 

Tampoco parece buena idea, aunque esta cuenta tiene casi 7000 seguidores (10 veces más, tampoco es que sea la pera) pero no resulta de extrañar conociendo el tamaño del presupuesto PÚBLICO que disfrutan en subvenciones. Fundación privada para que nadie nos toque nada, pero dinero público para poder tener una caja que la llenen los demás: la FAD.

Lo más cercano a una cuenta oficial sobre drogas que conozco en Twitter es la cuenta del Servicio de Drogodependencias del Gobierno de La Rioja, ya que es una cuenta pública, pagada con un sueldo público a un funcionario público y que va de temas de drogas. Y debo decir que, sin ser una cuenta limpia de pecado prohibicionista, no lo hacía mal del todo para ser “de drogas y pública”: alguna vez tuiteaba algo que podía considerarse interesante de leer para los 15 minutos del bocata. 

Otras veces tuiteaba chorradas como cuando intentaba hacer ver que el cannabis potente provocaba daños cerebrales, basándose en un estudio que no se había molestado en leer: el estudio se basaba en una encuesta hecha a los pacientes con daño cerebral sobre la calidad del cannabis que consumían en el mercado negro... un estudio de opinión y no de datos. Vamos, que no era la más lista de la clase pero tampoco la peor en la ponzoña prohibicionista habitual.




Aunque tampoco va a salir bien parada de la mención -ni como representante institucional- si tengo que ser sincero. El otro día, 8 de marzo y día de la mujer trabajadora, esa cuenta -que conviene decir que está en manos de una mujer- se permitía colgar un tuit en el que, de cosecha propia y basándose en “lo que ella había visto”, decía que “la mujer apoya al hombre [en asuntos de adicción] mientras que el hombre huye [cuando es su pareja la que sufre el problema]”.

Sorprendido por un tuit con ese nivel de sexismo -y mala uva si uno sabe quién maneja ese Twitter- le digo que de dónde saca semejante idiotez, y me contesta aludiendo a un texto de Proyecto Hombre (no son tampoco santos de mi devoción, pero su texto era esencialmente correcto) en el que se aludía a que la mujer experimentaba de otra forma los asuntos de drogas, y que solía preferir la compañía de otra mujer como una amiga, para acudir a pedir ayuda de este tipo.

¿Dónde se hablaba de que el varón huía y abandonaba a su pareja? En ningún lado, absolutamente en ninguno. Pero esta persona se obcecó y siguió insistiendo en su tuit, defendiéndolo desde su cómoda posición de “mujer en el día de la mujer lanzando mensajes pretendidamente feministas” aunque fueron muchos los usuarios que le expresaron su desagrado por un tuit, como poco y siendo muy generoso, realmente desafortunado y vergonzosamente defendido. 

Hay que saber reconocer que uno se equivoca, y corregir. A nadie debe sorprender que el que rompa un plato sea, precisamente, el que está fregando: quien nada dice, nada tiene que corregir. Aunque sabiendo de su pronta jubilación -te deseo lo mejor, compañera, que lo cortés no quita lo valiente- creo que estaba practicando eso tan hispano de “...para lo que me queda en el convento, pues me cago dentro!!”.

Muy hispano como ejemplo, pero cuando todos estos actores mencionados se comparan al lado de la cuenta de Twitter del gobierno mexicano y su forma de funcionar, con esa web -en beta- que ya la quisiera cualquier organismo oficial español en sus mejores sueños, no hay color.

Aceptémoslo: nos da lecciones un narcoestado -en redes sociales y cannabis- mientras aquí los responsables (y lobistas varios) se pelean por la silla y la caja, en un espectáculo televisado de política de guardería. Muy hispano. Muy profesional todo.

Voy a por tequila y mota, que tras comparar, veo claro que nos queda mucha lucha por delante...


¡¡Viva México, cabrones!!