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miércoles, 18 de junio de 2008

Ayahuasca. La poción patrimonio cultural de Brasil.

Antes de tirarme a la piscina, voy a frenar un poco y a recordarme a mi mismo que este lugar sigue teniendo la intención de servir de divulgación de conocimientos veraces sobre diversos temas, en especial aquellos que tienen que ver con manifestaciones de la conciencia humana y sus herramientas.

A veces olvido que mucha de la gente que llega aquí, llega buscando información bastante básica, y que si quiero que la utilidad de este lugar llegue a todos los que vienen, la información a veces debe de partir de lo más básico (cosa que se nos olvida cuando nos ponemos a comentar entre amigos más o menos conocedores de estos temas).

Así que esta vez, empezaré despacito, y haciéndome a la idea de que quien puede leer esto, no tiene porque saber nada de lo que yo pueda dar por supuesto. A ver que tal.

Ya el título de la entrada puede resultar algo extraño, desde el nombre de la ayahuasca a que una bebida sea "cultural". Espero que a nadie le queden dudas tras un poco de lectura.

¿Qué es la ayahuasca?

Pues la ayahuasca es una poción. Un cocimiento, una especie de infusión, una bebida preparada con plantas.
Esta poción es una bebida que produce importantes efectos en la psique humana, y también su consumo prolongado parece tener repercusiones físicas positivas en muchos casos.

La bebida o preparado, es originario de la cuenca del Amazonas, donde hace milenios se comenzó a utilizar por los habitantes de aquellos parajes, y donde hoy se sigue utilizando.

Sus efectos son los de un enteógeno (alucinógeno, coloquial pero incorrecto), que algunas personas toman, bien dentro de un marco ritual o de forma individual, con diversos fines que pueden abarcar desde la curación de una enfermedad a la generación de experiencias espirituales de alta intensidad.

Si bien durante siglos este preparado estuvo restringido a los pueblos amazónicos y a otros que podían conocer y disponer de las plantas necesarias (pues son al menos dos).

El nombre, ayahuasca, se traduce como soga o liana de los muertos o los espiritus, aludiendo tanto a la forma de una de las dos plantas -la liana trepadora Banisteriopsis Caapi- y al efecto psíquico de la experiencia (tal y como la entendían sus primeros usuarios).

El nombre es una metonimia en la que hay una relación todo-parte, ya que es la liana la que da el nombre final a la poción, pero no es la que tiene los efectos psíquicos propiamente dichos.
La liana, contiene alcaloides como la harmina o la harmalina, que son inhibidores de la enzima Mono-Amino-Oxidasa (IMAO's), encargada de desactivar ciertos compuestos químicos en nuestro cuerpo y regular el nivel de otros, como algunos de los neurotransmisores más comunes, con un grupo amino en su estructura química.
La liana aporta la llave que permite a otro compuesto, que no es activo por vía oral, desplegar sus efectos en la mente humana.

Este otro compuesto es la DMT o dimetiltriptamina, una sustancia que fue sintetizada allá por los años 30 y se creyó que no existía en el mundo vegetal hasta que se fue encontrando en cientos de especies de plantas y en algunos animales, incluido el ser humano.
Este compuesto se añade a la poción a través de alguna planta que lo contenga, como podría ser la chacruna -Psychotria Viridis- u otras según la disponibilidad de las mismas.

Si bien estos son los dos componentes básicos de la ayahuasca, no son excluyentes, y existen muchos otros vegetales con actividad psíquica que son agregados a la poción, aportando sus efectos a la experiencia.

El químico Jonathan Ott, considera que la ayahuasca, por su mecanismo de acción tan avanzado es uno de los mayores descubrimientos de los pueblos indígenas: encontrar una planta que logre, por inhibición de una enzima, hacer activa a otras que no lo son. Es desde luego impresionante un logro así en sociedades que aún hoy viven de forma similar a como vivían sus antepasados hace miles de años, y que acumula un saber farmacológico sorprendente, más teniendo en cuenta que el entorno es selvático y que existen miles y miles de especies vegetales.

Aclarado qué es la ayahuasca y cómo funciona -la complementación de dos plantas distintas- vamos a ver que pinta la cultura y Brasil en todo esto.
Al estar situada la fuente original de esta bebida en la cuenca amazónica, mayoritariamente perteneciente a Brasil, es este el país donde existe un mayor consumo de esta bebida enteógena.

En Brasil se han ido desarrollando grupos de tipo religioso, que han adoptado como sacramento la ayahuasca. Eso no ha planteado ningún problema, incluso al contrario, ya que tras 18 años de estudios el gobierno brasileño decidió levantar cualquier tipo de prohibición sobre el consumo de ayahuasca, en vista de los efectos beneficiosos para los miembros y usuarios de estas agrupaciones, como son el Santo Daimé, la Unión do Vegetal, Barquinha y algunas otras.

Algunas de ellas, son sociedades religiosas con una integración total en el espectro cotidiano del país, en las que sus ceremonias están abiertas a todos los miembros en los que se encuentran personas de todos los estratos y condición social. Otras, como la Unión do Vegetal, parecen tener un carácter algo más elitista y en ella se puede encontrar a practicantes que forman parte del gobierno del país.

La sustentación teológica de cada una de ellas es diferente, pero todas comparten ciertos valores de referencia, en especial aquellos a la cercanía, respeto y contacto con la naturaleza, y al crecimiento y mejora personal.

¿Y la cultura? Sin pensar que todo lo anterior no es ya una expresión y un rasgo cultural, el título hace alusión a la propuesta del Ministro de Cultura de Brasil, Gilberto Gil, de proponer al Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil la inclusión de la ayahuasca como patrimonio cultural del país, con las consecuencias que ello tendría.

Como cualquier otro bien cultural (que Brasil ha definido unos cuantos en los últimos años, que van desde ritmos musicales a expresiones de fiestas histórico-religiosas como el Cirio de Nazaré) es de imaginar que serán potenciadas las medidas de protección de ese patrimonio, estimulación de su conocimiento y arraigo como parte de la identidad común de un pueblo.

¿Qué relevancia tiene esto?
Mucha. Por primera vez en la historia, un país y su gobierno quiere reconocer un enteógeno y su consumo como señas de identidad cultural.
En un contexto mundial de guerra contra las drogas, aceptar a ese nivel que una droga que está en las listas de prohibición internacional (la DMT lo está), y que no es diferente a otras del mismo tipo, como podrían ser la LSD o los cactus con mescalina, es una patada en la barriga de una prohibición que hace tiempo dejó de buscar justificaciones racionales o científicas, para pasar a ser un "modus operandi" bajo el que se esconden los mas variopintos intereses.

Hay un gobierno que está enviando un mensaje con su acto: este enteógeno, no nos da problemas, nos ayuda, y es parte de nuestra cultura. Nos hace bien.

Fuera de Brasil, algunas de esas iglesias como el Santo Daimé han salido y tienen cierta presencia en otros países, entre ellos España, Reino Unido o USA.
De hecho el gobierno usano -el esquizoide creador de una guerra contra la libertad del individuo- tuvo que reconocer hace un par de año el derecho a los miembros de estas agrupaciones religiosas en su país, el derecho a acceder y consumir ayahuasca como sacramento de su manifestación religiosa, del mismo modo que lo hizo con el peyote y la mescalina para los miembros de las iglesias peyoteras de nativos americanos.

En otro contexto, el uso de la ayahuasca como enteógeno se ha expandido.
No sé si ese hecho responde a cuestiones de disponibilidad o a propiedades específicas, pero ha entrado en los círculos de investigación psicológica, como una herramienta de autoconocimiento, o como herramienta para tratar otras problemáticas que curiosamente incluyen el uso de drogas adictivas y destructivas en el mal uso que muchos les dan.

Hay en marcha interesantes investigaciones sobre la ayahuasca a varios niveles, desde el puramente farmacológico, al trabajo de campo con adictos. El primer estudio sobre sus propiedades farmacológicas y el consumo en contexto occidental lo llevo a cabo el farmacólogo Jordi Riba, y puede ser consultado en MAPS.
Otro de esos estudios relacionados con su consumo en contextos urbanos (como es el que se da en esas agrupaciones religiosas basadas en el uso de ayahuasca) lo publicó Manuel Villaescusa, psicólogo especializado en el uso de dicha poción, en el año 2006. Puede descargarse y leerse aquí.

Cabe recordar que si bien la ayahuasca, como otros enteógenos y drogas, pueden resultar de utilidad para ciertas personas en ciertos contextos, no quiere decir que sean una panacea.
Las experiencias que afectan de forma intensa al "yo" no son bien toleradas por todos y pueden ser peligrosas para algunas personas con ciertos desordenes mentales, para las que de momento no resulta aconsejable acceder a estas experiencias que les pueden causar más mal que bien.

Los grupos responsables que usan esta "medicina, sacramento, o simplemente enteógeno" suelen contar con filtros que evitan que accedan las personas a quien les puede dañar la experiencia. En nuestro contexto occidental, la figura que debe dirigir estas experiencias y guiarlas, así como prevenir que en ellas participen potenciales afectados, es la del psicólogo, psicoterapéuta o psiquiatra. Y no cualquiera, sino sólo aquel que haya tenido formación al respecto, lo que implica haber pasado la experiencia en muchas ocasiones.

Como todo lo que a veces rodea a lo exótico, lo que viene de lejos, las medicinas mágicas y los remedios secretos, hay quien hace un uso incorrecto de ellos y particularmente centrado en obtener dinero de esas sesiones.
Como con cualquier instrumento de gran potencia, lo que se puede esperar de su uso en manos de un imprudente, es un desastre peligroso.

A este panorama no ayuda la situación de prohibición que se mantiene sobre las sustancias psicoactivas, y que favorece el secretismo y el acceso de cualquiera siempre y cuando pueda pagar a algún autoproclamado chamán. Por mucho que impresione la palabra (chamán) a ciertas personas, los conocimientos de estos tienen su ámbito de aplicación en la cultura que los ha generado. La "magía", las fuerzas de la naturaleza que explican los fenómenos que perciben los integrantes de una tribu amazónica, y esos enfoques con una cierta carga romántica, no tienen demasiado lugar en la mente y construcción de la realidad de un occidental -y son totalmente válidos para el indígena-.

Seguro que la imagen de un psicólogo de corte analista clásico, con su diván, tumbando en él a un indio con la cara pintada, la carcasa con flechas y los adornos propios de su grupo, preguntándole sobre como se desarrolló su infancia, la relación con su padre y su madre o sus pulsiones sexuales, nos parecería a todos ridícula y risible. Con toda razón, eso le es ajeno.

De la misma forma deberíamos contemplar, la exportación de contextos que no son significativos para nuestras vivencias como occidentales, por muy bonitos que nos puedan parecer.

Haber dado el paso de aceptar un enteógeno como parte de la cultura de un país (no sólo de la cultura indígena) es un paso valiente, que de ser bien llevado e imitado con las correspondencias adecuadas, puede y ayudará a situar el acceso a las experiencias útiles con enteógenos en el marco del ser humano occidental en la búsqueda de su propia espiritualidad o autoconocimiento.

P.S: Esperemos que esta vez, Gilberto Gil tenga más éxito que cuando ha pedido la legalización del consumo de cannabis. Es de esperar que así sea.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

La mosca mágica: el 2C-B y su 2C-B-FLY

El reverenciado abuelo Shulgin (cuesta llamarle abuelo viéndole y pensando que aun le queda tiempo para llegar a los 102 años que el día 11 de Enero cumplirá Albert Hofmann con envidiable salud) creó en 1974 una maravillosa molécula a la que bautizo como 2C-B.
Estaba jugando con las fenetilaminas de 2 carbonos en la cadena, de ahí el 2, y esta llevaba un átomo de Bromo en la 4ª posición del anillo benzénico, de ahí la B.
Algo se ha contando ya en este blog al respecto de esa sustancia, como por ejemplo su especial suavidad en dosis bajas, y su curiosa capacidad para no enturbiar el aspecto sexual del varón como hacen otros enteógenos.

Eso, su aspecto benigno y su potencial para lo sexual han sido lo que le dieron fama, y el resto ya se encargo la prohibición de hacerlo.
Pero quede como dato curioso, que esa 2C-B, que había salido del laboratorio de un químico en los USA, es tal vez el primer compuesto que se ha usado por chamanes tradicionales de forma habitual en sustitución de sus plantas de poder.
En Sudáfrica, se le dio el nombre de Ubulawu Nomathotholo, que significa algo así como "medicina con la que nuestros ancestros nos cantan".

Los sangomas sudafricanos, que por el cambio en los modos de vida se habían trasladado a la gran ciudad, habían perdido el recurso de usar las plantas que conocían para curar, para meditar, para ayudar a sus enfermos. Y una empresa, antes de la prohibición, sacó al mercado esa sustancia con ese nombre, y esos chamanes que no tenían recursos, empezaron a usarla masivamente para ayudar a los que a ellos acudían en busca de consuelo físico o espiritual.

Evidentemente, y ya que los enteógenos no son una película de cine en la que todo el mundo ve lo mismo, ellos veían animales que les hablaban, y a sus deidades que les comunicaban cosas.
Ellos veían lo que correspondía a su bagaje cultural y forma de estructurar la visión del mundo.

No todo podía ser perfecto. Llego la prohibición, y debido a la demanda, posiblemente Sudáfrica sea uno de los países con mas Nexus o 2C-B en el mercado negro. Pero ahora ya de forma ilegal, y con los riesgos de adulteración y contacto con mafias y entorno criminalizado para poder obtenerlo.

Volvemos a la 2C-B y a su mosca.
Muchas drogas han sido creadas solo por químicos, como ejercicio digamos de tipo gimnástico.
A veces ha quedado descrita su síntesis, y algunas veces se las ha enviado a ser evaluadas con animales (como paso con la MDA o la MDMA).
La 2C-B fue testada con humanos deseosos de hacerlo.
Y para el resto valió la estúpida prohibición de la D.E.A. (Dando Estupendamente por el Ano), pasando de ser algo de pocos, a ser algo de muchos que tal vez algunos no deberían tocar.

Ya entonces algunos habían comenzado a atisbar que en matraz del químico había infinitas posibilidades, más desde luego que en la naturaleza con su limitado campo.
Aquí, el límite está en la imaginación y la pericia.

Otro señor, físicamente parecido a Shulgin, llamado David E. Nichols, llevaba un tiempo trabajando con nuevas moléculas, que nunca habían sido probadas en humanos, pero si en animales bajo el paradigma de la comparación con la LSD. Desde lisérgicos compuestos de potencias superiores a la propia LSD, a nuevos núcleos que imitaban caprichosas formas pero que tenían en común la activación de ciertos receptores serotoninérgicos.

Y aunque no fue una síntesis suya, si no me equivoco, la nueva creación salió de su laboratorio y de su grupo de trabajo. El 2C-B-FLY, llamado así por su parecido con una mosca, al tener dos anillos heterocíclicos con un oxígeno cada uno, pegados al esqueleto original de la 2C-B.
Ojo, existen muchas variaciones de esta misma nueva familia de triple anillo, que incluso para los habituados a estas cuestiones resultan difíciles de comprender.
Por ejemplo, existe la 2C-B-FLY, y también la 2C-B-DragonFLY, o la Bromo-DragonFLY (Libélula, que lleva a su vez un tercer carbón que lo convierte en anfetamina), y la diferencia, es que existe un doble enlace en los grupos heterocíclicos (cuando el nombre lleva el grupo "Dragon"), pero eso hace que no sea la misma molécula y que sus diferencias puedan ser abismales.

Existen poquísimos informes de su uso en humanos. Incuso páginas como Erowid, apenas cuentan con información sobre ellos. Y de hecho, no hay un claro consenso en cuanto a la dosis a usar en el caso del Br-Dragon-FLY, en el que según la partida que había en el mercado, la dosis era de entre 100 microgramos y 800 microgramos (millonésimas de gramo), o de 500 a 1600 microgramos, con una duración de sus efectos de entre 12 y 24 horas, con un tiempo de "recuperación mental" de unas 36 horas.
Como veis hablamos de usar entre 2 y 5 veces más según una partida de la sustancia u otra.
Y eso con una sustancia que apenas ha sido probada en humanos.

Esa sustancia ya está en el mercado.
Ahora mismo se pueden comprar 50 miligramos de Br-Dragon-FLY por 250 dólares, que son 174 euros. ¿Caro? Ridículo. 50 miligramos serían entre 500 y 100 dosis, así que cada una sale entre 1'7 euros y 40 céntimos (y hablamos de forma legal).
Pero ésta es una de los pesos pesados de la enteogenia, por suerte, y la gente en general huye de estas sustancias de potencia descomunal.

Volviendo a la más suave 2C-B-FLY, esta sustancia cuyo margen de uso es más sencillo ya que la dosis mínima empieza a los 10 miligramos y sus efectos son muchísimo más suaves que los de sus otros primos, contó con un apoyo imprevisto hace años que aún perdura en la memoria colectiva.
La investigadora y terapeuta Ann Shulgin (la exposa de Shulgin, Shasha) comentó en una ocasión que a ella le había resultado una sustancia deliciosa, y con un potencial erótico tremendo.
Eso, en boca de esa persona, y sumado a la sugestión pseudo-química que produce que sea una variación compleja de la prohibida 2C-B, ha hecho que sea una sustancia muy buscada en determinados círculos.
Sin embargo, los informes que hay sobre su uso, hablan de que es una sustancia suave, e incluso que no es muy interesante.

La propia Ann Shulgin comentaba hace unos meses el efecto que causaron sus palabras sobre la 2C-B-FLY, y haciendo hincapié en la importancia que tiene la individualidad en este terreno, contando como por ejemplo para ella era algo estupendo, pero para otros no merecía la pena.
Y eso en boca de la mujer que posiblemente más drogas enteógenas ha probado.
Como ejemplo también citaba sus experiencias con ayahuasca, en las que siendo una sustancia increiblemente prometedora y usada por miles de personas en diferentes contextos legales, y que en nuestro país cuenta con grandes defensores como el psicólogo Manuel Villaescusa o el farmacólogo Jordi Riba, a ella y a su marido es una sustancia que nunca les ha sentado bien, y que incluso narra como bajo los efectos de la misma, escucho en dos ocasiones una voz que le "decía" que no volviera a acercarse a ella... Y eso tratándose de un enteógeno, es para tomarlo en serio.

Pues también en breve va a haber 2C-B-FLY en el mercado. Hay que tener siempre en cuenta que estamos tratando con research chemicals, y que eso implica asumir unos riesgos por su uso nada despreciables, en los que actuamos como auténticos conejillos de indias.
Se puede comprar ya al precio de 500 miligramos por 525 dólares, que son 365 euros.
Eso 50 dosis mínimas, que saldría cada una por unos 7 euros y poco.
En este caso no, pero en el caso de la Bromo-Dragon-FLY, valdría con respirar cerca de la sustancia para tomar una dosis más que efectiva. Cuidado, que esto NO ES UN JUEGO.

Son delicadezas que la gente que ha probado muchas sustancias, tiene ganas de probar, como si fuera una peregrinación buscando, en palabras ajenas, "esa droga que tal vez no exista", y que sea la que a ellos les hace sentir mejor, o les resulta más útil para sus propósitos.

Realmente lo que se nos viene encima es algo que no alcanzamos a imaginar en el ámbito de la química cerebral. Se calcula que las sustancias disponibles, incluidos los research chemicals, se van a multiplicar por 10 en pocos años. Shulgin está escribiendo su tercera gran obra, que será un index al estilo Pihkal con más de 800 sustancias y sus rutas de síntesis.

Y aún con ese Index mágico de la enteogenia, seguirán abriéndose nuevos campos con otras moléculas según se vaya avanzando en el conocimiento de la química cerebral.¿Vamos a seguir manteniendo una prohibición estúpida que cuesta millones de euros a cada estado para intentar detener la lluvia que la propia prohibición ha provocado?¿O por fin vamos a poner las sustancias en manos de quien deben estar, como médicos, terapeutas, farmacólogos, y adultos con libre capacidad de elección que no sean criminalizados por las opciones que elijan para su mente?

Alguien tenía la mosca detrás de la oreja... ahora la tienen todos delante de las narices, y con esa cara de bobos que gastan, boquiabiertos, acabará metiéndoseles en la boca.

P.S: Parecen iguales... ? Encuentre las dos diferencias. Para ver más variaciones, WIKIPEDIA.

P.P.S: LA FAMILIA xC-B Y LA FLY AL COMPLETO, IMPRESCINDIBLE IMAGEN (que por tamaño no puedo incluir). Pincha arriba y llévatela a casa, por Navidá.

martes, 17 de julio de 2007

La etnobotánica y otros research "chemicals"

El término research chemicals se viene aplicando desde hace tiempo para referirse a los productos químicos de nuevo cuño que aún no están suficientemente investigados como para poder tener una imagen completa de ellos.
No se suele conocer ni su dosis letal media, sus mecanismos de actuación, ni la farmacocinética y otros muchos aspectos de los mismos.
Esto es así por falta de estudios suficientes, porque solo se han realizado sobre animales, porque falta experimentación en humanos y porque las muestras que puede haber de auto-experimentación no están controladas y son insuficientes.

El arriesgarse a experimentar con estos compuestos de nueva síntesis, exige a quién pretenda hacerlo, unos cuidados superiores a los que se deberían tomar con otras sustancias de sobra conocidas y utilizadas. El uso de básculas de precisión, correctos cálculos a la hora de dosificar productos en disolución, una buena y exhaustiva investigación previa sobre lo que otras personas que hayan usado el compuesto puedan indicarnos sobre sus efectos, intensidad duración, así como cualidades de los mismos, puede evitarnos desagradables sorpresas.

Dada la falta de interés oficial, a nivel mundial, por estudiar todos aquellos compuestos que pueden brindarle al ser humano experiencias de apertura de la conciencia o los sentidos y sus usos en humanos, los que deciden experimentar con estas sustancias se pueden considerar exploradores en el límite de la química y el alma, y con el mismo cuidado que quién pisaría una capa de agua helada en un territorio desconocido deberían moverse.

Esto que digo parece obvio para aquellas sustancias que son nacidas de la síntesis química, pero existe una mayor despreocupación, o una falsa sensación de mayor seguridad cuando las sustancias son de origen natural.
Esa sensación viene de la errónea concepción de que lo natural es preferible y mas sano que lo que esta sintetizado en un laboratorio. Esa distinción, la realiza sólo nuestra mente (la de algunas personas) pero no nuestro organismo. A nuestro hígado, riñones, o cerebro le da exactamente igual la procedencia de la sustancia con la que entra en contacto, y es incapaz de distinguir cual viene de un matraz y cual de un jugoso chuletón.
Por más que dedicásemos una vida entera a intentar que nuestro cerebro distinguiera entre un aminoácido salido de la carne o de una síntesis, no conseguiríamos nada.

Resulta pues, para lo bueno y para lo malo, que parecidas precauciones deberíamos emplear a la hora de probar sustancias que provengan del mundo vegetal.
Desde que en la década de los 60 se expandiera de forma incontrolada el uso de sustancias enteógenas y sobreviniera a ese uso una irracional prohibición, que dejaba fuera del mercado legal y fuera del posible uso en humanos de las mas conocidas y posiblemente las más seguras, como la LSD, mescalina o psilocibina, los interesados en este tipo de experiencias empezaron a buscar nuevas fuentes que de otra forma no habrían despertado mucho interés, ya que la mayoría aspiran a poder emular lo que las prohibidas pueden lograr con certeza.

La búsqueda de embriagantes de todo tipo en el mundo vegetal resultó ser la otra vía, la no-química, para evadir prohibiciones. De ahí a que un campo como la etnobotánica, que era privilegio exclusivo de unos pocos valientes, como Richard Evan Schultes y otros personajes de corte más académico que hippie y que fueron los que acercaron al conocimiento occidental los primeros enteógenos que habían sido usados durante milenios por otras culturas, resultó ser un nuevo mundo por descubrir para todos aquellos a los que las prohibiciones habían cortado las alas en el terreno de la psiconáutica.

También para aquellos que quedaron sorprendidos por las experiencias que les brindaban los compuestos ya ilegales en las últimas décadas del siglo XX, se tornó en un campo de interés que a primera vista parece inagotable fuente de nuevas sustancias, con el principal atractivo de que resultan ser legales, aunque la estupidez humana se sigue empeñando en convertir en frutos prohibidos.

Ya en los años 80, antes del auge de internet, existían en la redes BBS, documentos que hablaban de largas colecciones de plantas y también de algunos compuestos químicos, todos ellos bastante exóticos por aquel entonces, que ahora se pueden encontrar en cientos de páginas en la red con información al respecto o para su venta por correo.

Ahora conseguir Salvia Divinorum, kits para hacer ayahuasca, hongos psilocibios, o una miriada de plantas con los compuestos más curiosos resulta bastante sencillo.
Muchas de esas plantas, han tenido un uso ancestral y está bien documentado, y son por lo general bastante seguras -siguiendo las pautas que vienen marcadas por su uso tradicional- pero que no por ello son inofensivas, o hay que perderle el respeto a combinarlas o a usar extractos concentrados de las mismas.

Una de las mejores páginas en cuanto a surtido de materiales exóticos he conocido es www.ethnogarden.com que no sólo vende lo que otras páginas habituales suelen tener, sino que incluye en su selección de extractos y productos concentrados algunos casi únicos.

Venden por ejemplo un compuesto que nunca ha sido fiscalizado, pero que su precio resultaba prohibitivo, que es el muscimol extraido de la Amanita Muscaria y Pantherina. Su extracto de alcaloides, con un 90% de muscimol y entre un 5-10% de ácido iboténico, se encuentra a un precio bastante asequible de unos 80 euros por 25 miligramos o 240 euros por 100 miligramos, y pretenden bajar aun más su precio si les es posible.
Esto permite experimentar con uno de los alcaloides de efectos más curiosos, y cuyo mecanismo de acción, a diferencia de la mayoría de enteógenos, no está relacionado con la serotonina.

También tienen un importante surtido de alcaloides relacionados con uno de los vegetales que ha sufrido la prohibición en algunos países hace pocos años, y es el Kratom o Mitragyna Speciosa.
Esta planta, que se encuentra principalmente en algunos países del sudeste asiático, ha sido utilizada como sustituto del opio, y también comparte muchas de las propiedades del mismo.
Si bien no tiene opiáceos en su composición, sus alcaloides, son agonistas de los receptores opióides en el cuerpo humano. La mitragyna es su principal alcaloide, y tienen un extracto del 91% de pureza de su clorhidrato.
Incluye su catálogo, en forma de tinturas, otros dos alcaloides más, la 7-acetoxy mitragyna y la 7-hidroxi mitragyna, y un grupo de soluciones con diferentes proporciones de estos alcaloides para uso como analgésico. Todos estos alcaloides, están comenzando a ser objeto de estudio más serio ya que parecen prometedores en terapias de tratamiento de adictos a opiáceos, pero deberían ser considerados, por el momento, como research chemicals, aunque su origen sea natural.

Estos alcaloides poseen un núcleo indólico y bastante parecido con los alcaloides de la Voacanga Africana y de la Tabernanthe Iboga. De estas dos plantas también tienen sus alcaloides en venta, con un clorhidrato de ibogaína del 98% de pureza, y con un extracto con un 95% de alcaloides de la Voacanga, íntimamente relacionados con los de la iboga.
La ibogaína y su fuente vegetal, son los sacramentos del culto Bwiti, y su efecto resulta ser estimulante y enteógeno, pero con una fuerte carga de toxicidad para el cuerpo. Si bien han sido y son usados en terapias de dependencia de opiáceos, hay casos de muerte con dosis altas o muy altas de la planta o sus principios activos.

La lista de extractos y concentrados que venden es muy grande, con productos típicos como un concentrado de yohimbina, aceite esencial de ajenjo (que contiene las tujonas que hacen psicoactiva a la absenta), la teobromina del cacao (98%), la alfa asarona (98%) o el bromhidrato de arecolina (99%), etc. Todos ellos psicoactivos de una u otra clase.

Tienen dos nootrópicos, el piracetam en forma pura y un compuesto menos conocido como el fenibut, con efectos similares tanto al diacepam como al piracetam.

Como curiosidad, decir que también venden aceite esencial de sasafrás, que contiene hasta un 80% de safrol, y que resulta una de las mejores rutas para la síntesis de MDMA.
Pero suele estar siempre agotado... ¿por qué será?

Para terminar esta entrada y volviendo a su título, la etnobotánica puede brindarnos muchas cosas aún por descubrir, y bienvenido sea todo lo que amplíe el espectro de sustancias que pueden usarse para inducir cambios voluntarios en nuestro estado y conciencia, pero en el caso de algunas plantas o de formas muy refinadas de sus principios activos, de las que no existe suficiente experimentación e información, ni tienen miles de años de uso en humanos como el opio o el cannabis, cabría tratarlas como se debería tratar a los research chemicals de origen sintético.

Que la psiconáutica avanza gracias a los pasos de aquellos valientes que se atreven a explorar lo desconocido es un hecho, pero no por ello debemos aventurarnos sin las debidas precauciones.
Si una máxima heredada del derecho romano es "in dubio pro reo" (en caso de duda, a favor del acusado), aquí podríamos establecer que en caso de duda, la dosis más baja.

Siempre habrá tiempo así de ir más allá.

jueves, 15 de febrero de 2007

Cómo comprar drogas legales en internet (y II)

El otro día he desgranado algunas de las posibilidades que hay de conseguir sustancias con los más variados efectos a través de internet sin cometer ningún delito. No ha sido ni ha pretendido ser una recopilación exhaustiva de fuentes y puntos de venta, y se quedaron algunas en el tintero, como los derivados del GHB o gamma-hidroxi-butirato, que por mecanismos metabólicos se convierten en ese compuesto en el organismo y que se vende como ink-cleaner o limpia-tintas, o los conocidos (y aburridos) "poppers" que son líquidos altamente volátiles que se usaban para provocar una reacción del sistema cardiovascular en caso de angina de pecho, y químicamente son nitritos de diferentes cadenas de carbonos. Estos se consiguen en cualquier sex-shop, pero siendo educadamente eufemístico: hay que pedir limpia-cabezales.

Hay otros más en la linea de los que en la anterior entrada mencioné, que son lo más puntero en la investigación con agonistas serotoninérgicos y que por su forma estructural reciben el nombre de libélulas. También estos han llegado a la calle y a internet en forma de research chemicals.

La intención de la entrada de hoy, es darle un breve repaso a las fuentes vegetales de embriagantes que se pueden comprar sin problema en internet. Algunas, como los hongos que contienen psilocibina han sido objeto de más reciente atención, cuando algunos sensacionalistas afirmaban que un científico había conseguido "reproducir a Dios" en una pastilla, o conseguir la experiencia mística con una cápsula.





La fuente de esas noticias eran los estudios que había llevado a cabo el neurólogo y psiquiatra Roland Griffiths, de la prestigiosa universidad usana John Hopkins, con el principio activo de los hongos mágicos mexicanos, hongos psilocibios que se encuentran prácticamente en todo el orbe, ya que son coprófitos y existen decenas de variedades.

Siguiendo con el tema vegetal, hay tres o cuatro grandes intereses. Los hongos que contienen psilocibina, los cactus que contienen mescalina, las mezclas del estilo de la ayahuasca que contienen un IMAO (inhibidor reversible de la enzima Monoaminooxidasa) y otro vegetal que contiene DMT o 5MEO-DMT, ambos compuestos no activos por vía oral, pero sí cuando la MAO está inhibida.
No queda muy claro el porqué estos no se encuentran prohibidos, ya que sus principios activos, y en algunos casos la propia fuente vegetal, también esta específicamente sancionada. Pero la realidad es que ahí están, y que cualquier puede conseguirlos y usarlos.
La cuarta gran opción sería la salvia divinorum, una hierba familia de la salvia común que contiene un par de compuestos de increíble potencia y efectos. No sólo se puede comprar la misma, sino que es posible adquirir preparados con diferentes concentraciones, hasta 50 veces más potentes que la propia planta.

Usando adecuadamente cualquiera de estos vegetales, se pueden conseguir experiencias que no tienen nada que envidiar a la de aquellas conseguidas con sustancias prohibidas... e incluso más fuertes si cabe.

Pero el catálogo psicoactivo de plantas no queda ahí. Podemos encontrar a poco que busquemos setas de la familia amanita, en concreto la muscaria y la pantherina, cuyos alcaloides son el ácido iboténico y el muscimol. También plantas relajantes mas suaves, como la raiz del Piper Methyscum, o pimienta embriagante que nombró Cook, que es una sustancia de consumo habitual y substituto del alcohol en ciertas islas de la polinesia, y de nombre común Kava. También es cierto que en algunos de estos puestos de venta de plantas, encontramos hasta quien nos quiere vender la tila o la valeriana como compuestos valiosos en psiconaútica.

Pero seguimos, con el Kratom, planta original de Thailandia con efectos parecidos a los del opio (porque sus alcaloides son agonistas de los receptores opioides mu y kappa), que apenas es ilegal en 3 paises en el mundo. Para los más sibaritas con el tema de la morfina, pueden comprar cabezas de adormidera de enormes tamaños (y semillas), bajo el amparo del uso ornamental. De ahí a la infusión con limón en una cazuela, no va mucho tiempo.
Para los amantes del speed pueden conseguir efedra como planta en varios sitios, y en otros tantos, pastillas cuya base principal es la efedrina. Para los amigos de los compuestos lisérgicos pueden optar por el ololiuqui, las semillas de Ipomea Violacea o de la Turbina Corymbosa, que contienen la amida del ácido lisérgico o ergina, o por la Hawaian Baby Woodrose o Argyreia Nervosa, que contiene la misma sustancia en mayor proporción.

Realmente el mundo de la etnobotánica esta aún sin explorar aceptablemente, y todas estas plantas son conocidas desde hace decadas. La variedad que existe actualmente es inmensa.
Y seguiria nombrando plantas como la Tabernanthe Iboga con alcaloides -la ibogaína- que ademas de ser potentes estimulantes y enteógenos, tienen conocida función para la deshabituación de opiaceos en usuarios adictos.

Entre la oferta de, literalmente, cientos de productos nos encontramos algunos que harían bien los posibles consumidores en evitar, como pueden ser la raíz de Rauwolfia Serpentina, que es el origen de sustancias como la reserpina, un potente neuroléptico que fue aislado por primera vez por Albert Hofmann, o de otras mas peligrosas aún, como casi cualquiera de las que pertenecen a la familia de las solanaceas: daturas, brugmansias, floripondios, beleño, mandrágora, belladona, etc. Estas plantas, que si bien han tenido un uso médico y psicoactivo, restringido a chamanes que ponían años de su vida y de aprendizaje en ello, son auténticos alucinógenos en los que la persona intoxicada con ellos no es capaz de distinguir la realidad de lo que son las visiones que su mente puede crear, y eso sin mencionar que las dosis psicoactivas son limítrofes con las mortales, cosa extremadamente rara con las otras sustancias y vegetales.

Así que ya sabéis: todo se puede comprar en este mercado global. Desde peyote a hongos psilocibios, san pedro o varios vegetales con DMT.
La verdad es que encontrar esta información no es difícil en la red, google suele ser bastante para que ante cualquier pregunta nos dé decenas de opciones de compra.
Voy a mencionar a Sjamaan y a Azarius por ser de las más conocidas y fiables.
Eso sí, para evitar timos y conocer la opinión de otros compradores, usad el estupendo recurso que creó Roger Pfaff: UNDRUG.ORG
Contiene una base de datos de vendedores de RC's y de fuentes vegetales en las que los propios usuarios dejan sus comentarios sobre sus productos, funcionamiento y otros pareceres. Pero no vayáis allí en busca de nuevos lugares... sólo os informará sobre el lugar (sitio web) que vosotros le digáis.

Me falla la memoria a la hora de recordar quien dijo aquello de que no se debían promulgar leyes para las que no había fuerza suficiente para obligar a su cumplimiento.
Parece de sentido común.
El sentido que hace años se ha perdido entre la doble moral de los políticos y autoridades consumidoras de cocaína por kilos, pero que no tienen reparos en legislar, sancionar y reprimir a aquellos que deciden ejercer SU DERECHO A LAS DROGAS.