Este texto fue originalmente publicado en la Revista Soft Secrets, denunciando la manipulación que se hacía en las redes como Twitter con las campañas contra las drogas de la miserable y archiconocida FAD o Fundación de Ayuda contra la Drogadiccion.
En este caso eran 170 cuentas difundiendo los mensajes -falsos, irreales y alarmistas- que lanzaban en su nueva campaña (eso con lo que justifican el exageradísimo montante de dinero público que trincan por la cara).
No son los únicos que disfrutan manipulando la opinión pública. Hace un par de días, la Revista VICE publicaba otra jugada de manipulación de la opinión pública por parte de las cuentas-bot del Partido Popular en Twitter, en este caso atacando a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
La Revista VICE también publicó un reportaje sobre este mismo caso de las cuentas-bot de la FAD y sus campañas contra las drogas, manipuladas por robots para que calen en la opinión pública. Un auténtico asquito de gente, y se llevan la pasta que tendría que ser para hacer algo útil: nos roban a todos.
Posteriormente y para evitar que negasen lo que había ocurrido, se publicó en esta web fotografías de TODAS LAS CUENTAS BOT (170) MANIPULANDO para placer de la FAD.
Esperamos que os guste. :))
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¿La FAD?
¿Qué coño es eso de la
FAD?
Todos los que vivimos en España
conocemos a la FAD. Seguramente si te dicen el nombre de forma
aislada, no puedas relacionarlo en un primer momento. Pero si te
preguntan si recuerdas aquel anuncio contra las drogas en el que un
gusano reptante se metía por la nariz de una persona, a lo mejor te
suena ya. O casi con seguridad, cualquier anuncio o campaña contra
las drogas que hayas visto en los grandes medios de comunicación, es
una campaña de la FAD.
La FAD es una fundación. En concreto
es la “Fundación de Ayuda contra la Drogadicción” pero el
nombre en sí no es un mero formulismo, ya que implica un trato
fiscal preferente y con varias ventajas frente a otras
organizaciones. Una fundación es, en resumidas palabras, un grupo de
personas y/o empresas que se constituyen con un capital determinado y
un fin de carácter social, como puede ser la lucha contra la malaria
o la enseñanza de música a los niños en las escuelas. En este
caso, una con carácter consultivo ante la ONU o lo que es lo mismo,
con mucha influencia.
La FAD fue, desde su creación, la
fundación de carácter social que luchaba contra la drogadicción,
pero también desde sus inicios contra aquellas personas que
consumían drogas aunque no tuvieran problemas -de adicción o de
otro tipo- derivado de su consumo. Fue fundada por un general de
renombre, Gutiérrez Mellado. ¿Os acordáis de las imágenes del
23-F y el golpe de estado de Tejero? El militar que se levanta y les
planta cara a la Guardia Civil armada, sin tirarse al suelo, ese era
Gutiérrez Mellado. No era un mal tipo, para lo que podía haber
sido. Y estoy seguro de que su intención al constituir la FAD no era
mala. Pero otra cosa han sido los resultados.
La FAD ha sido la responsable -sobre
todo por el dinero público que ha recibido- de educar a la sociedad
sobre las drogas. Y su planteamiento ha sido un fracaso: han sido los
férreos defensores de un modelo hostil contra las drogas y en vista
de los resultados, no han servido de nada.
Aunque decir que no han
servido de nada no es del todo cierto: la FAD ha estado metiendo
miedo a los españoles con las drogas, en lugar de enseñarles y
educarles sobre ellas, durante lustros. La FAD es una acérrima amiga
de la prevención contra las drogas, pero una obtusa enemiga de la
reducción de riesgos en drogas y de todo lo que sea facilitar
información real al consumidor. La FAD no te dirá nunca: “oye,
ten cuidado porque esas pastillas moradas que has comprado tienen 241
miligramos de MDMA y es una dosis extremadamente alta” como pueden
hacer ONGs -tipo AiLaket o Energy Control- con sus servicios de
análisis de drogas. No. La FAD te dirá siempre lo mismo: “no
tomes drogas, ninguna, y si las tomas, déjalas ya”. En eso se ha
gastado durante todos estos años el dinero, sin ningún resultado,
dicha fundación.
Aunque la FAD se funda con capital
propio, el 76% de sus fondos son de origen público alimentado por el
inefable Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD) en un 70% y por
comunidades autónomas y ayuntamientos en el resto. Se llevan una
enorme pasta cada año por seguir diciendo lo mismo desde que se
crearon. ¿Pero realmente quiénes son la FAD hoy día? ¿Y qué
interés tienen en realidad?
La lista de personas -delegadas por
empresas- que están en el patronato de la FAD (el equivalente a un
consejo de administración de una empresa) son a día de hoy, con la
ex-reina Sofia a la cabeza como presidenta de honor, gente como los
representantes de: Telefónica, Banco
Santander, REPSOL, Caja Madrid – BANKIA, ONCE, La Razón, la COPE,
Onda Cero, Telecinco y Mediaset, Antena3 y Atresmedia, ENDESA, la
CEOE (los empresarios), Grupo Vocento, Tuenti, Twitter y Google.
Entre otros. No he nombrado a todos, pero podríamos decir que está
una florida representación de la banca, la prensa, la
radio-televisión y los medios digitales masivos junto con la
Conferencia Episcopal -con el clero hemos topado- y empresas de
energía o petroleras. Vamos, que “están todos”.
Resulta interesante mencionar que
cuando se constituye lo hacen con un capital fundacional
de 577.332 euros que ha ido creciendo hasta 8.048.473 euros de fondos
propios actualmente, lo que quiere decir que la FAD ha multiplicado
por mucho más 13 el dinero con el que se fundó. No les va nada mal.
Tienen inversiones en bonos en sitios tan sociales como Bankia, el
Banco Santander, y el BBVA por un valor de casi 7 millones de euros.
Pero siguen recibiendo más del 70% del dinero de fondos públicos
-el último año se llevó 5.407.118 euros en subvenciones- siendo un
organismo privado que “hace con su dinero lo que quiere”. Así
nos va.
Manipulando
información en las redes sociales.
La
FAD ha presumido muchas veces de que los medios de prensa le hacen
las campañas gratis -¿o deberíamos decir que “se hacen ellos
mismos las campañas gratis”?- y no es de extrañar viendo que
están todos dentro. Pero en la última campaña de la FAD, que tiene
el nombre de #Construye (pensada para las redes sociales, como se
puede ver por el hashtag) y que fue lanzada hace unos días aunque
durará -en teoría- hasta el verano, pudimos ver un comportamiento
vergonzoso en las redes sociales.
Lo
normal -lo correcto- en una red social como Twitter, donde hay
personas emitiendo opiniones y esa es su esencia, sería no tratar de
manipularla de forma fraudulenta con cuentas falsas que no pertenecen
a nadie real y son propiedad de alguna -no muy inteligente- empresa
de publicidad.
La
campaña #Construye se presentó a los medios -es decir, la FAD se la
presentó a sí misma- el día 12 de marzo del 2015. ¿Su eslogan
esta vez? “Construye. Cuantas más cosas construyas en tu vida
menos espacio dejarás a las drogas”. Tuvo la repercusión habitual
en las redes: los medios más afines le daban publicidad y los demás
pasaban, un par de comentarios de gente apoyando, otros cuantos de
gente en contra de las campañas de la FAD y... aquí paz y después
gloria. Nada más.
Hasta
que llegó un ejercito de unas 170 cuentas con perfiles falsos
que, durante cerca de 20 minutos, estuvieron enviando el mismo
mensaje a la red social Twitter -y pudiera ser que a otras
también- para conseguir darle visibilidad a la campaña e intentar
provocar que subiera y fuera un “trending topic”. Nada menos que
170 cuentas que simulan ser personas, estudiantes, chavales,
deportistas -alguna utiliza la imagen de deportistas de primera
linea- y gente joven “muy sana”, nada de perroflautas. Son 170
cuentas que usan imágenes, entre otras cosas, de personas reales.
Cuentas que podrían estar usando tú imagen o la de tu pareja, la de
tu hijo o la de tu hermana, para fingir una identidad inexistente en
las redes sociales: esas son las cuentas que le estaban “hinchando
artificialmente” la relevancia en redes sociales a la campaña de
la FAD. El mensaje era textualmente el siguiente (no se rompieron la
cabeza haciendo 2 ó 3 distintos): “#CONSTRUYE, nueva campaña de
la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción: La campaña consta de
dos anuncios t...” [sic] y era completado con un enlace a esta web
del diario Sport
http://www.sport.es/es/noticias/comunicacion/construye-nueva-campana-fundacion-ayuda-contra-drogadiccion-4013296
¿Alguien
puede creerse que 170 cuentas -de personas, no máquinas para
manipular las redes- tuvieran la ocurrencia de tuitear el mismo
mensaje (sin cambiar absolutamente nada) e incluir el mismo enlace a
la misma página web en 20 minutos? Y digo tuitear, no digo hacer
retuit.
Curiosamente
en esos mismos días -no sé si un par de días antes o después- los
medios (los del patronato de la FAD) daban como noticia la detención
de una supuesta célula yihadista de reclutamiento, de la que de 8
personas inicialmente detenidas, 7 entraban en prisión acusados de
toda una serie de cargos y acuñando una nueva expresión: “terror
informativo”. ¿Cómo es esto? Pues les acusa el juez Gómez
Bermúdez desde la Audiencia Nacional que describe en su resolución
la importancia de Internet en este nuevo terrorismo y explica que la
célula investigada estaba integrada por al menos diez personas que
constituyeron "un complejo entramado virtual" en Internet,
mediante la creación de 52 perfiles en Facebook, Twitter, Google
o Tuenti y que utilizaba en España la táctica del "terror
informativo". El mismo juez tiene a bien indicar que hay un
aspecto en común de todos los detenidos y es el hecho de su difícil
situación económica o están en paro o tienen condiciones
económicas muy precarias (vaya mierda de célula, ¿no?) y según él
ese hecho "ha contribuido aun más a exacerbar su odio hacia la
cultura y valores propios de nuestra sociedad". Remata con que
además de sus ideas -las cuales desconozco- eran pobres y muy
cabreados, lo que les hace ser “personas potencialmente muy
peligrosas para la seguridad pública, cuya conducta futura es de
todo punto imposible de predecir".
Si
el juez que juzgó los atentados de Madrid del 14-M, Gómez Bermúdez,
califica de “complejo entramado virtual” y “terror informativo”
a un grupo de 8 personas acusadas de tener 52 perfiles falsos en
redes sociales, ¿cuál sería la calificación para una organización
que presenta campañas -centradas en operar sobre la opinión
pública- y cuenta con 170 cuentas que escriben su mensaje en las
redes a la hora más oportuna?
¿No es terrorismo informativo el usar
imágenes de otros y crear perfiles falsos si es para favoreces los
intereses del patronato de la FAD? ¿Sólo si son pobres y están
cabreados o esto cómo va?
Vamos
a echar un ojo a las 170 y nos encontramos con muchas personas
jóvenes, con nombres como “Ale Amador, Aldo Medina, Agustín
Pérez, Adriana de la Cruz, o Adalberto Pineda” que en este caso
-por ejemplo- se ve cómo sigue un orden alfabético en su gestión
(letra A en este caso pero luego sigue una tanda de cuentas que
empiezan por la letra S) y todos con fotos de personas reales, de
carne y hueso, pero en realidad son cuentas gestionadas por una sola
persona: un terrorista informativo como ya puede imaginar el lector.
Es
decir... ¿está la FAD haciendo trampas en las redes? ¿Son sus
campañas legítimas y tienen que repercusión que merecen? ¿Estamos
tirando el dinero público en una fundación privada para que pueda
seguir alimentando esta forma de proceder?
No podemos decir que sea
la FAD directamente, pero sí que la FAD es la beneficiaria directa
de ese comportamiento de fraude masivo en Twitter. Igualmente nadie
puede aseverar que una determinada cuenta pertenezca a ISIS o a otro
grupo yihadista porque sus mensajes beneficien los intereses de
dichos grupos. Es el complejo mundo de la identidad digital, del que
se aprovechan unos y otros.
Mirando
con más detenimiento en la red nos encontramos con 3 cuentas
especialmente curiosas. La primera es de
https://twitter.com/radyzitytedo/status/576109209256747009
que lanza el mensaje de la FAD pero al mismo tiempo lo hace desde una
cuenta cuya imagen es una estímulo a la ludopatía como es una
ruleta de casino.
La
segunda cuenta
https://twitter.com/GomzCristiano/status/576109073545871360
es la de alguien que usa la imagen de Cristiano Ronaldo, el jugador
del Real Madrid y que además para acompañarla en esa simulación,
usa el nombre de Cristiano y una imagen de un estadio y una pelota de
fútbol.
Por
si no fuera pocas la manipulación con eso, llegamos a la tercera de
las cuentas seleccionadas, que es un perfil que dice llamarse “Ivan
Weed” y que como avatar tiene una imagen de una hoja de marihuana.
https://twitter.com/qisacehu/status/576109338240024576
Sí.
Lo han leído bien. Entre las cuentas que publicitan mediante el uso
de perfiles falsos en Twitter la campaña de la FAD, hay una que
utiliza como reclamo el cannabis para llegar a la clase de público
que se ha marcado como objetivo el publicista de turno. El cannabis
-que tan malo lo pintan en sus campañas- parece no ser una mala
herramienta a la hora de simular perfiles falsos para atraer la
atención de los jóvenes en las redes, aunque vaya directamente
contra el “presunto” mensaje que quiere difundir la FAD.
Claro: todo vale contra las drogas, hasta la propias drogas. Además,
¿quienes somos nosotros para decirle a una fundación privada como
la FAD cómo debe comportarse éticamente? Sólo esperamos que, para
la próxima intentona de fraude y manipulación de la información
(INFOXICACIÓN), la persona que lo lleve a cabo tenga algo más de
luces y no tome a los usuarios de redes sociales por gilipollas.
Fraude
y terrorismo informativo, vale.
Pero sin faltar.
Drogoteca.
***
Mi agradecimiento a mi HAMIGO Alipio Gutiérrez, de ANISalud Madrid, sin cuya
ponencia en “Socidrogalcohol” esta información no hubiera salido
a la luz. ;))
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