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jueves, 2 de enero de 2014

Los ecig y la tecnología de la reducción de riesgos en el uso de drogas




Los Ecig: tecnología y reducción de riesgos en el uso de drogas.

Llevo casi 30 años fumando tabaco, y sé que el tabaco será la causa más probable de mi muerte si nada cambia. Así de clara es mi postura frente al tabaco: sé que es un suicidio, pero soy del grupo de personas que nos enganchamos a los cigarrillos hace décadas y que a pesar de haber probado cientos de drogas distintas, no había encontrado los problemas que el tabaco me ha dado en ninguna de las otras drogas que he consumido.

Hace unos meses, tras haber escuchado hablar de los ecig o cigarrillos electrónicos, me decidí a ponerme en contacto con una casa de venta de estos dispositivos para solicitarles una muestra de su producto e información.

Dos ecig: uno con batería de 900 miliamperios 
más grande a la izquierda, 
una batería con su cargador USB 
y otro ecig con atomizador de 2'4 ml
 en lugar de los 1'6 ml del modelo Go.

La primera duda que tenía era si tenían o no nicotina: yo no quería añadir el consumo de un producto nuevo -fuera adictivo o no- sino que mi objetivo ideal en ese momento era no consumir nicotina a través del tabaco en combustión. Si yo quería, tenían 3 graduaciones de nicotina distintas en sus productos y una variedad sin nicotina. Estupendo.

La segunda duda era qué servía de vehículo para esa nicotina con saborizantes y aromas. Es una mezcla de propilenglicol y glicerina vegetal. La mezcla se calienta hasta los 350 grados celsius en al atomizador mediante una batería que se carga con un puerto USB y se aspira a través de una boquilla.

La tercera duda era más técnica sobre el tipo de nicotina utilizada (su forma química) y resultó ser base libre de nicotina lo que se vaporizaba mediante calor y sin combustión. Esta duda era más técnica porque sirvió para explorar las opciones que se podrían usar con los ecig y otras drogas.

Y la compañía me envió amablemente una muestra de su producto para que lo probara, cosa que he hecho durante unos meses antes de hablar sobre ello.

Distintas esencias con nicotina -o sin ella- que se pueden usar en el ecig.



¿Qué ha pasado tras la llegada del ecig a mi vida?

El primer día que recibí el ecig de Essenz (modelo Go) simplemente tenía la intención de probarlo y emitir una opinión sobre él. No tenía ningún objetivo más en mi cabeza, porque no creía que nada pudiera sustituir al tabaco que llevaba décadas consumiendo.

Lo monté, atendí a las instrucciones que me dieron, lo rellené con esencia de tabaco con 18 miligramos de nicotina por mililitro de solución sabor RY4 -la nicotina es un veneno tan potente como el cianuro potásico y una gota de nicotina pura puede matar a un adulto- y lo probé. En un bote de esencia para ecig con nicotina de 18 mgs por mililitro y 10 mililitros, hay entre 4 y 5 dosis mortales para un adulto, y varias veces más para niños. Cuidado con quién accede a esos productos siempre!! 

Era mi primera vez engañando al cigarrillo de combustión de tabaco.

Me gustó. No era exactamente como fumar tabaco: el vapor que inhalaba no quemaba, tenía sabor agradable, y si bien la cantidad que ese modelo aportaba de vapor por cada calada no era la que a mí me interesaba por mi forma de fumar, me servía perfectamente. Y dejé estar al ecig a mi lado el resto del día. Ante mí, tenía el paquete de tabaco y el ecig cargado. Durante ese día fumé ambas cosas, pero me di cuenta pronto de que si tenía a mano el ecig, no me encendía un cigarro....

Mi ecig cargado con la mezcla de esencias 
-con o sin nicotina u otras drogas- 
que me apetece consumir.

Quienes viven conmigo se dieron cuenta muy rápido. No siendo fumadores, que una casa dejase de tener un fumador dentro soltando humo de una combustión se notaba mucho... tanto que yo mismo empecé a notar el olor a tabaco en mi ropa y la de otras personas, cosa que nunca me había pasado.

Estaba dejando de fumar tabaco y no me estaba dando ni cuenta.
No existía un mono o síndrome de abstinencia a la nicotina porque seguía manteniendo la dosis necesaria en mi cuerpo, y mientras tuviera el ecig cerca no recurría al tabaco.
Una de las primeras cosas en donde se notó fue en la economía: aunque el mantenimiento del ecig es más caro de lo que parece a primera vista (baterías y atomizadores que duran MUY POCO) resulta mucho más barato que fumar tabaco de combustión, e infinitamente menos dañino que los miles de sustancias generadas al someter a combustión cualquier materia vegetal (tenga nicotina o no).

Estaba ahorrando dinero y consiguiendo un claro beneficio para mi salud y la de los que me rodean.
La gente suele creer que lo dañino de fumar tabaco es la nicotina, y eso no es cierto.
La nicotina es la sustancia más activa del tabaco -no la única- que nos da su efecto estimulante o relajante según la consumamos. La nicotina es lo que nos mantiene enganchados al tradicional tabaco, y es la llave también para dejar de consumirlo.
El gran daño del tabaco lo provoca la combustión y el acto de meter el resultado de esa combustión en nuestros pulmones.

Cualquiera puede argumentar -no sin razón- que sería mucho más sano no inhalar nada, ni vapores ni combustiones. Es cierto. Pero la diferencia del daño causado por el tabaco tradicional frente al ecig como forma de autoadministrarse nicotina es tan abismal que personajes como el especialista inglés David Nutt augura un enorme descenso de las enfermedades asociadas al consumo de tabaco en la próxima década gracias a los dispositivos electrónicos como el ecig.

Al cabo de un mes, mi factura en el estanco se notó mucho en caída libre y la estanquera me preguntó: le conté lo del ecig y que les quitaría una buena parte del mercado. Me dijo que no lo creía. A las dos semanas, la estanquera también vendía ecigs en el estanco. Seguía acudiendo al estanco porque necesito tabaco para fumar mis porros de marihuana: sé que puedo fumarlo sin tabaco, pero me gusta con él. Pero lo que antes me duraba una semana, ahora me duraba un mes.

Empecé a realizar mis propias mezclas de esencias, con diferentes modelos de tabaco, de café, de menta, de manzana, de vainilla, hasta hacerme con un grupo de esencias con las que elaborar el sabor que me apetece fumar en cada momento, porque se pueden mezclar entre ellas sin problema alguno.

También he tenido que acostumbrarme a tener otro ritmo, para no quedarme sin nicotina, y tener la baterías cargadas siempre para cuando una se acaba, poder usar otra mientras se carga. Y he tenido que aprender a fumar-vapear de otra forma. No es igual que un cigarro: la forma de administrarse la droga no está marcada por el ritmo de combustión del cigarrillo sino por tu propio apetito.
No se trata de fumar el ecig como si fuera tabaco, sino de saber aprovechar las ventajas que ofrece.

El mantenimiento del ecig no se debe pensar sólo en el coste de las esencias. Las baterías duran cerca de un mes a buen ritmo, poco más o menos que los atomizadores. Y las dos cosas juntas, son unos 25 euros. El coste de las esencias en un fumador tipo de un paquete diario no es superior a los 5 euros a la semana, casi el mismo coste de un solo paquete de tabaco.

Yo recomiendo como consejo de salud, que quienes pasen al ecig NO intenten dejar la nicotina al hacer ese cambio. Ese no es el objetivo en primer lugar: lo primero y más importante es dejar el tabaco, no la nicotina.
Usar una dosis alta de nicotina en la esencia permite tener que dar menos caladas, ahorrar dinero y no sentir nostalgia ni el impulso de coger un cigarro. Mi consejo es que el fumador se mantenga en la dosis más alta de nicotina y cuando esté acostumbrado al ecig, que pruebe a descender en el grado que vea conveniente.

También he de decir que si no se es previamente fumador de tabaco me parece una estupidez comenzar a inhalar un producto por vía pulmonar, sea el que sea, si no es por una razón médica (como ciertos inhaladores), porque siempre tendrá riesgos aunque sean pocos, y siempre será menos dañino no introducir en nuestro cuerpo sustancias ajenas por vías poco apropiadas.

A la hora de ver el ecig como un mecanismo obvio de reducción de riesgos en el consumo de nicotina, ha habido una pequeña tontería que ha ayudado mucho a que el ecig sustituyera totalmente a día de hoy al cigarro de combustión en mi vida, y es una pequeña banda de tela con un enganche que vale un par de euros y que sirve para poder llevar colgado el ecig: de esta forma el impulso -tan habitual del fumador- de echarse mano al bolso para buscar el paquete y el mechero y encenderse un pitillo, se modifica por echarse mano al pecho y darle a un botón para que nos suministre la dosis de nicotina que deseamos.
Ese es el gasto más pequeño que he hecho en mi vida y que mayor repercusión ha tenido sobre mi salud. Debo reconocer que lo de poder fumar en los bares, conciertos, salas de espera, supermercados y cines, hace el ecig un dispositivo mucho más interesante para poder sortear las prohibiciones que hacen que no podamos fumar en la mayoría de los lugares.

La correa atada al ecig 
evita que eches mano al paquete de tabaco. 
Modifica tus costumbres!!

De hecho aunque se planea regular el uso de los ecig, el primer abordaje del asunto, a nivel nacional y no meramente local, no contempla volver a prohibir su uso en los establecimientos de hostelería porque que el “antiguo fumador de tabaco” haya podido volver a entrar al bar a tomarse su café sin tener que salir a la calle a chupar frío para administrarse nicotina es algo que está quedando atrás y se está notando en la maltrecha caja de los bares hispanos.



¿Además de para dejar de fumar tabaco se pueden usar los ecig para otras cosas?

Pues sí. Los ecig son dispositivos que calientan a 350 grados una solución para vaporizarla.
Esa misma lógica se puede aplicar con todas las demás drogas y no sólo con la nicotina.

La primera prueba que hice, en vista de que el solvente era propilenglicol, fue con hash de buena calidad. Puse una bolita en una cuchara, le eché esencia de vainilla sin nicotina (para no mezclar dos drogas) y apliqué calor con un mechero. El hash se disolvió en la esencia dejando un poso de materia vegetal. Tras filtrarlo (aconsejo un filtro de rueda, aunque cueste más trabajo y dinero) lo inyecté con una jeringuilla en el depósito del ecig. Y lo usé. Funcionaba pero poco. La principal razón es que la cantidad de principio activo (THC) en proporción al solvente no era suficientemente alta, pero servía para ver que cualquier solución de cannabinoides podría usarse con un ecig si está convenientemente filtrada para no atascar el atomizador.

Dos atomizadores ya quemados, 
entre el uso y las distintas pruebas con otras drogas.

La siguiente prueba la hice con cocaína. La cocaína tenía que estar en forma de base libre para poder ser vaporizada sin que se descomponga cerca de los 200 grados, con lo que perderíamos el efecto. Así que hice una pequeña base de cocaína que posteriormente disolví con esencia y con calor. En este caso no quedaban restos visibles y la disolución parecía limpia. Inyecté en el ecig y usé. Perfecto. En este caso, como la proporción de principio activo era más alta, el efecto fue similar al de estar fumando base de cocaína sobre papel de plata, pero algo más suave dada la proporción que usé.

Después pasé a la heroína en base (heroína marrón), y si bien era susceptible de ser utilizada de la misma forma, el grado de adulteración que suele traer la heroína, con cafeína, paracetamol y demás añadidos, hacía que aunque resultaba posible, había que concentrar mucha cantidad para percibir los efectos.

Hice algunas pruebas con otras sustancias que no merece la pena mencionar -para no dar más ideas- pero que todas venían a mostrar lo mismo: si puedes disolver una sustancia en la esencia del ecig, y esa sustancia no se descompone por el calor, puedes usar el ecig para administrarte esa droga.
Puede tener un punto interesante a la hora de manejar compuestos que son activos al vaporizarlos o fumarlos pero cuya potencia en relación al peso los hace de difícil manejo, como pueden ser los derivados alegales del fentanilo.


¿Entonces es bueno o malo?

El ecig es un dispositivo de vaporización que se puede usar para sustituir al consumo de tabaco y producir una notable mejoría en la salud de sus usuarios con la administración inteligente de nicotina. No es ni bueno, ni malo. Puede ser mejor que o peor que, pero en sí mismo es un instrumento sin más.

Que pueda ser usado con otras drogas... ¿debe entenderse como un problema? No lo creo.
Aunque he probado su funcionalidad con distintas sustancias no parece que resulte en principio interesante más que como experimento, o para poder consumir una sustancia de forma inadvertida como si fuera el consumo de la esencia. Pero no parece -de momento y con los dispositivos actuales- que se vaya a pasar a consumir drogas de esa forma, excepto la nicotina que por sus características es la óptima para el dispositivo.



A día de hoy, el consejo de sustituir el tabaco por el consumo de nicotina mediante ecig, es posiblemente el mejor consejo de salud que le podamos dar a cualquier fumador tradicional que esté cerca de nosotros. Y por su precio, bastante asequible, parece el regalo perfecto para los Reyes de este año: podéis ver dejar de fumar tabaco a personas que nunca imaginasteis que serían capaces de lograrlo.

Estupendo juguetito el ecig, que además evita que te jodas más la salud con el mortalmente dañino tabaco fumado mediante combustión..
A mí me ha convencido y, sin darme cuenta, he podido quitarme del tabaco de una vez tras décadas.

Tal vez ahora pueda pensar en morir de otra cosa que no sea de un cáncer de pulmón. :)



domingo, 25 de febrero de 2007

Vacunándonos contra la cocaína y otros placeres

Estos días de ausencia -disculpad que se alargaran más de lo previsto- han sido una fuente generosa de noticias sobre drogas en los medios de comunicación. Han habido dos noticias que me han parecido especialmente interesantes, una fue la de la captura de un grupo de chavales que vendían drogas y en concreto tenían en su poder un kilo y medio de MDMA casi puro (creo que al 98%), y la otra que pasó algo más desapercibida, fue la de que se va a empezar en España a probar una "vacuna" contra la cocaína.

Aunque creo que la MDMA es una sustancia irrepetible y con unas virtudes inigualables, voy a comentar el tema de la vacuna contra la cocaína, por las implicaciones morales, biológicas, y el uso que de algo así se puede hacer.

Encontrar la noticia no resulta difícil, si alguien la quiere leer, le vale con mirar en google escribiendo cocaína, vacuna y España. La encontrará en varios medios.

Antes de entrar de lleno en el tema, quería transcribir unas ideas que dio Escohotado en el programa "Carta Blanca" que dirigió él mismo. Sus palabras, además de ser buena fuente de inspiración, enlazan bien con este tema por varias razones: porque hablan de educación y es el punto que FAD y FAC tienen en común, porque hablan de nicotina, y porque de no haber sido Escohotado víctima de una extraña maniobra en la que le encarcelaron con relación a un tema de cocaína, tal vez nunca hubiéramos podido disfrutar de su "Historia General de las Drogas", que comenzó y desarrolló estando en prisión.

Aquí están sus palabras:

"Si se fijan ustedes, la guerra a las drogas, que ha durado unos 80 años, se ha terminado.
Es un poco vano decir que, ante la cantidad de usuarios, la cantidad de drogas que hay, seguimos teniendo una guerra contra ellas.
Lo que tenemos ahora es un fenómeno de auto-organización, de adaptarnos a una situación nueva. Y la mejor forma de adaptarse a una situación nueva, es con conocimiento y amor propio.

Toda prevención que queramos enseñar a nuestros hijos, sera ineficaz si no es una prevención calculada para el uso en vez de para la abstemia. Por la misma razón no podemos conceder permiso de conducir una avioneta o un coche, más que sabiendo conducir la avioneta o el coche.

Punto final. Vayamos pensando en un partido de tabacófilos que reclame un tercio de los espacios, ya que somos un tercio de la población. Pienso en un esquema como el que ha puesto en marcha Boadella y otros sensatos catalanes, y por supuesto sostenido en caso de que no se le escuchará, por la desobediencia civil."

A mi me da gusto ver como el profesor, a pesar de su edad y de que ahora es denostado por algunos sectores de la izquierda de este país a los que ha criticado con sobrada razón, aún es capaz de hacer llamadas a las desobediencia civil, cosa que hace mucho que no oigo en boca de nadie. Entiendo y agradezco el cambio en las ideas de Escohotado, que ha pasado de un eje de izquierdas/derechas a uno mucho más necesario de libertad/autoridad.

Se puede ver el manifiesto en este vídeo, al final del mismo.

Voy a saltarme lo que serían unas explicaciones básicas sobre la cocaína en si, su historia y su prohibición en los USA y luego exportada mundialmente. Esa prohibición que alegaba que la cocaína incitaba a los negros a violar mujeres blancas.

Creo que basta con saber que la cocaína es una sustancia de origen vegetal, de fácil producción, y que es un estimulante del sistema nervioso central, y que sus efectos psicológicos están mediados por la dopamina, que sería el neurotransmisor encargado de hacernos sentir placer.

Su precio de elaboración en los países productores, es inferior a 50 céntimos de euro por gramo, a pesar de las restricciones a lo necesario para el proceso, y que cuando llega al consumidor, habiendo perdido calidad en diferentes grados en cada paso que ha dado, cuesta unos 60 euros el gramo, gracias a la guerra contra las drogas.
Sin embargo, el precio de esta sustancia no ha variado en los últimos 30 años, lo cual es equivalente a que al no haber sufrido inflación, su precio ha descendido. Y su pureza, ha aumentado notablemente.

El mayor consumidor del mundo son los USA, y el mayor consumidor de Europa, parece ser nuestro país, que es a su vez la puerta de entrada de la cocaína hacia el resto de países del continente. Según el PNSD, las tasas de consumo aquí, doblan las europeas, y la edad de inicio del consumo está en torno a los 14 años (y descendiendo).

Ciertamente, la cocaína es una sustancia que produce placer, y como tal o como cualquier comportamiento que lo produzca, es adictivo, al menos a nivel psicológico. Los consumidores siempre han dicho de ella, que es una sustancia "muy golosa", y que es poco propensa a ser usada con moderación. Los mayores problemas asociados a su consumo inmoderado son la ansiedad y los accidentes cardio-vasculares y cerebro-vasculares, por la estimulación cardíaca y la vasoconstricción que produce.

Conociendo sus efectos, y mezclando eso con personalidades propensas a la desmedida, no resulta complicado imaginar personas totalmente entregadas al consumo de cocaína, aunque en su mecanismo de acción no haya un sistema de adicción físico por el cual la abstinencia desencadena un síndrome. Muchos son los famosos (o no) con suficiente dinero que mantienen su consumo sin demasiado problema, y otros a los que les llega a causar daños no deseados.
Desde luego, al que no tiene dinero para hacer frente a ese hábito y se acaba enganchando a él, y dejando a un lado su dignidad, podremos verle en penosas situaciones personales, jurídicas, policiales, familiares.

Hace muchos años, una médico profesora de farmacología, que tenía una relación muy directa con las esferas más altas de los organismos prohibicionistas a nivel mundial, me comentaba que sabían que habían perdido la guerra contra las drogas, pero que si médicamente no se despenalizaban todas las sustancias, era porque no tenían fármacos agonistas (que hacen un efecto parecido) que pudieran sustituir a la cocaína, como podría ser la metadona en el caso de la heroína.
No creo que sea la única razón, pero puede que sea una de ellas, aunque creo que hay fármacos similares que bien podrían usarse. Según ella, esa frase la había dicho en su presencia el entonces presidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, organismo dependiente de la ONU.

Aún sabiendo todo eso, siguen apostando por una política que solo causa daños a los consumidores y beneficios a narcotraficantes y autoridades que hacen la vista gorda.

Vamos con el tema de la vacuna contra la cocaína.
Para empezar habría que decir que siendo honestos, ese fármaco no es una vacuna.
Una vacuna introduce en nuestro organismo virus o bacterias, muertos o muy debilitados, de manera que nuestro sistema inmunológico reconoce la envoltura hecha a base de proteínas de estos patógenos, creando una respuesta a medida para ellos.
De esta forma, cuando el virus o la bacteria nos ataca, nuestro cuerpo ya tiene la información necesaria para saber como ha de luchar contra ese invasor, y lo hace antes de que la infección pueda asentarse en nuestro cuerpo.

¿Por qué no es una vacuna?
Las proteínas son largas cadenas hechas de aminoácidos, moléculas muy grandes, a veces más grandes que un campo de fútbol con respecto a un balón, y con una compleja estructura.
Sin embargo, la cocaína y la mayoría de las drogas, son moléculas muy simples que en ningún caso son detectadas por nuestro sistema inmunológico.
No se puede hacer una vacuna contra la cocaína, ni contra ninguna otra droga prohibida, mientras no prohíban algún péptido o alguna cadena de aminoacidos lo suficientemente grande.

¿Qué vende esta empresa entonces?
Quiere vender una trampa a largo plazo. El producto que ellos han desarrollado es una variación recombinada de una toxina del cólera, en la que se incluye un espacio donde se inserta una molécula similar a la de la cocaína. El cuerpo reacciona ante esta toxina y crea anticuerpos.
Esos anticuerpos que desde entonces estarán por un tiempo variable en la sangre, debido a su forma y a sus propiedades -generadas en base a la toxina- se supone que atraparán las moléculas de cocaína y las romperán en dos subproductos no activos.

Pero ni el efecto dura para siempre, ni es suficiente para bloquear más y más cantidad de cocaína que el sujeto se administre. Seguramente le hará menos efecto, y eso genere un mayor consumo. Además, el efecto estimulante y placentero, en caso de no poderse conseguir con la cocaína, podrá obtenerse con otras sustancias que también actúen sobre la dopamina y su liberación, como la metanfetamina, la anfetamina, o incluso el metilfenidato que se le da a los niños hiperactivos.

Ademas de eso, habrá que ver en las pruebas con humanos, a cuantas sustancias "reconocen" esos anticuerpos de nueva creación, que podrán ser del propio cuerpo o venir de fuera, y evitar su funcionamiento o generar reacciones aun en estudio. No hay que descartar que los propios anticuerpos "creados" por la introducción de un antígeno puedan crear alergia o incluso shocks anafilácticos a consumidores "vacunados" que tomen la sustancia.

Jonathan Ott, el increíble químico, etnobotánico, escritor e investigador apadrinado hace décadas por personas como Hofmann habla de estas posibilidades en cuanto a una supuesta vacuna contra la cocaína con el método con el que se ha realizado.

En su libro "Pharmacophilia" cuenta también un experimento realizado con inyecciones intravenosas de nicotina, en el que los sujetos, sin saber, que sustancia se les había inyectado la confundían con cocaína o anfetamina!!
Eso me hizo mirar más detenidamente la pagina de la empresa productora de la "vacuna" por si existiera la posibilidad de que ese mismo fármaco sirviera para bloquear la acción de la nicotina aunque no funciona sobre el mismo tipo de receptores (en principio).

Y ellos ya habían llegado a ese punto: ya tienen una vacuna contra la nicotina creada, de nombre TA-NIC. Aquí se puede ver su página sobre esa vacuna.
La de la cocaína se llama TA-CD y esta otra es su página.
Queda fuera de consideración algo que todavía sólo parece atenderse adecuadamente en ámbitos de experimentación, que es el tema de los polimorfismos genéticos y sus consecuencias. Se han creado razas de ratones inmunes a la acción de diferentes drogas, ratones extremadamente susceptibles al dolor, o ratones que preferían una u otra droga.
Esto, que es de muchísima importancia a la hora de desvelar misterios genéticos, activaciones de genes, moléculas y mecanismos por los cuales a veces un gen despierta y otro gemelo no lo hace, es extrapolable a humanos.

Son conocidas algunas deficiencias enzimáticas de algunas razas orientales, por las que no pueden procesar bien el alcohol, o como algunos de raza caucásica no son capaces de usar un determinado citocromo que es necesario para la conversión de codeína en morfina, y otros fármacos de todo tipo. También se ha observado que algunos afroamericanos son rápidos metabolizadores de la cocaína en su cerebro, frente a otros que no funcionan de igual forma.

Esas diferencias individuales, ya no a nivel de raza, sino de persona, hacen de nosotros una compleja máquina para entender. No somos ciencia exacta.
La preferencia de algunos por el alcohol, frente a la de otros por la cocaína, o el rechazo de algunos a la heroína, hace que tengamos las mismas susceptibilidades a la hora de plantear terapias para casi cualquier cosa.

¿No hay dinero para ese tipo de investigaciones?
¿Habrán de pasar 300 o más años hasta que las terapias se modulen de acuerdo con nuestro genoma y sus características, y qué esto se haga con un simple análisis de sangre?
No será de extrañar, si la preferencia son los gastos en armamento, cárceles y en guerras perdidas de antemano.

Para quien tenga mas interés en saber sobre las diferencias y los polimorfismos humanos en relación a diferentes drogas y fármacos, le recomiendo el libro ya mencionado de J.Ott que dedica una tercera parte del mismo a ese importantísimo tema.

Hay toda una serie de implicaciones morales sobre el uso que se le puede dar a un fármaco así.
Sólo veo que pueda ser correcto su uso cuando una persona, libre de coacción, decida que quiere esa ayuda para poder sortear mejor los peligros que una adicción adquirida le pueden plantear tras la decisión de abandonar el hábito.
En nuestro país el consumo de drogas no constituye ningún delito per se, aunque se castigue de otras formas la simple tenencia para consumo propio.
Pero en un país como los USA, en que el consumo es delito y suficiente razón para revocar la libertad condicional de un preso que haya accedido a ese grado penitenciario, me produce escalofríos.
También cuando hay sistemas judiciales que, en un cuestionable acto, cambian penas de prisión por tratamientos de desintoxicación, podemos encontrar a gente que tenga que elegir entre tomar dicho fármaco o ingresar en la cárcel. Y como en otros "inteligentes" movimientos en la guerra contra las drogas, podemos acabar viendo a una multitud de desgraciados que se ven forzados a sustituir la cocaína que consumían por otros liberadores de dopamina, como la metanfetamina, que es increíblemente más dañina física y psicológicamente, y hace tiempo que se considera una epidemia en los USA.
Un gesto tan humano como el negar la venta de jeringuillas sin receta, para dificultar el consumo (aséptico e higiénico) de drogas por vía intravenosa.

Y una última curiosidad sobre la empresa que va a vender la "vacuna" contra la cocaína.
Sus estudios previos y los posteriores de desarrollo del fármaco, han sido financiados por el NIDA, o Instituto Nacional para el Abuso de las Drogas... de los USA.
El mismo organismo gubernamental contra el que ha tenido que luchar una asociación para el uso terapéutico de los psiquedélicos, que había conseguido una autorización de la FDA usana para comenzar estudios con cannabis y enfermos de diversos tipos de dolencias.
El NIDA se negó a proporcionarles cannabis de calidad, necesario para los estudios aprobados, y eso ha costado dinero y años, para que finalmente un juez con suficiente poder autorice a MAPS, que así se llama la asociación, a poder cultivar cannabis de calidad para esos estudios si el gobierno no se lo entrega.

Para quien quiera entretenerse leyendo lo absurdo que puede ser el comportamiento de un gobierno que amenaza a los médicos que prescriben cannabis a pacientes con cáncer en fase de quimioterapia, puede ver los archivos de la organización MAPS en este link.