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viernes, 13 de julio de 2018

Mercurio, cannabis y el silencio como cómplice necesario.


Mercurio, cannabis
y silencios cómplices.

A petición de muchos usuarios de cannabis y gente del mundo del cannabis en España, publico esta información sobre mercurio en productos derivados de cannabis que están siendo vendidos a enfermos en todo el país.

Hace ya más de un año, una conocida lobbista del cannabis (que tiene además una fundación privada, camuflada como “observatorio del cannabis”) recibió la confirmación analítica de que varios productos (que habían mandado a analizar, para comprobar si eran ciertos los porcentajes que ofrecían en su publicidad) no sólo no cumplían con las cantidades que decían tener de compuestos como el CBD, sino que además estaban CONTAMINADOS CON METALES PESADOS, y concretamente los altos niveles de MERCURIO se llevaban la palma.


Esa información, en lugar de agradecerla y divulgarla para que los enfermos pudieran protegerse y los productores, dejar de vender productos que contenían compuestos tóxicos, no fue recibida con agrado. Lo cierto es que el análisis que se buscaba -parece ser- sólo requería comprobar y cuantificar algunos compuestos, pero que el laboratorio (en un impecable trabajo) había realizado otros análisis a mayores con esas mismas muestras y había analizado la presencia de metales pesados, saltando la alarma sin esperarlo.

En ese momento, eran 4 muestras de 5 totales (un escandaloso 80%) las que no eran aptas para consumo humano

Lo lógico hubiera sido informar a los usuarios en ese mismo momento, pero no se hizo. ¿Por qué? La trepa que controla dicha información ha construido su nueva carrera sobre el cannabis, mostrándose en los medios como si su vida fuera la lucha por los enfermos que usan la planta. En realidad (podéis preguntar que siempre es bueno) esta tipa sólo trata con su grupo de “clientes acólitos” y -como reza en la fundación privada que controla- no atienden a enfermos y que sólo aceptan donaciones en dinero.

El problema es que si contaba lo que sabía (que hay vendedores que están sacando al mercado productos con mercurio, que es un contaminante y tóxico del primer orden) iba a recibir el aplauso de los enfermos que están siendo engañados... pero también el desprecio y cabreo de las empresas y los grandes grupos dentro del cannabis que están implicados. Y eso, cuando dependes de las donaciones que te hacen esas mismas empresas, no es una buena idea, porque pueden cerrarte el grifo.

Así que esta "mantis religiosa" del cannabis, en lugar de poner por delante a los enfermos que están siendo envenenados con un producto que contiene MERCURIO y divulgar la información, optó por callarse y dejar que los vendedores siguieran con el negocio mientras los enfermos recibían más mercurio en sus cuerpos.



¿Cómo justificó el silencio ante la gente que también conocía la información?

Esa información, en principio, iba a ser divulgada hace un año en un congreso sobre cannabis. Pero no se hizo, y la justificación que inventó esta lobbista era que esos análisis químicos no eran válidos porque “no se habían realizado bajo un protocolo de DOBLE CIEGO”. Un excusa falsa y vergonzante, porque equivale a decir que “el laboratorio miente” y que necesitas que otro laboratorio lo compruebe. ¿Por qué? Porque el entorno de doble ciego en un estudio (no en un análisis químico de una muestra) está hecho para que ni quien administra una sustancia ni quien la toma, sepa si administra o toma un placebo (inerte) o toma realmente un compuesto activo o droga, ya que las expectativas -tanto del investigador como del sujeto- pueden influir en los resultados, y de esa forma se elimina esa posibilidad.

Como puede imaginar el lector, nada tiene que ver analizar químicamente una muestra con administrarle drogas o placebo a un sujeto, y el método de doble ciego (que era la excusa que utilizó para no revelar los escandalosos resultados) no se puede aplicar más que a la interacción entre seres vivos. Que tú pienses que en una muestra hay oro y creas que lo vas a encontrar cuando lo analices químicamente, no crea oro ni interfiere con la composición de la muestra; ese es el equivalente a lo que la lobbista cannábica argumentaba para no revelar que se vendían productos con mercurio.

Eso ocurrió hace más de un año ya, y el silencio cubrió el asunto: sólo 1 de la muestras analizadas podía sentirse orgullosa de vender un producto sin tóxicos. Las demás no, pero prefirieron callar....

En este año de silencio cómplice, en el que se siguió vendiendo a enfermos productos con mercurio, uno podría imaginar que (al menos) habrían hecho lo que fuera necesario para dejar de sacar al mercado un producto de cannabis con mercurio. 

¿Sería lo lógico, no? Pues no. De eso nada, monadas.

Este año se repitieron las pruebas (no podían seguir haciendo como que no había pasado nada), se pidieron a dos laboratorios diferentes (para fingir el paripé del falso “doble ciego”) y se incluyeron otras muestras a analizar. En concreto fueron 14 muestras las que se analizaron y... a que no imagináis lo que pasó? Exacto, la mayoría de las muestras contenían mercurio, como el año pasado. 

¡¡Cerca de 2/3 de todas las muestras no resultan aptas para ser consumidos por humanos o animales por la presencia de MERCURIO!!

¿Y ahora qué? ¿Se habrán publicado inmediatamente esos resultados, que afectan a un montón de inocentes que están intoxicándose con productos de cannabis defectuosos llenos de MERCURIO?




Pues no. No se ha publicado esa información y es posible que no se publique, ya que está en manos de la lobbista del cannabis (sí, la del falso observatorio que funciona como fundación privada) y vuelve a tener el mismo problema: sus ingresos y su juego mediático dependen de que un montón de cómplices, en el cannabis hispano, la sigan apoyando. 

Si revela que un montón de productos de cannabis que se están vendiendo y recomendado (ella no vende, directamente) a enfermos, está disparando al corazón de los que le hacen jugosas donaciones económicas. Si calla, por otra parte como lleva haciendo ya más de un año, los únicos perjudicados son los enfermos (porque ella sabe qué productos contienen mercurio y cuáles no, pero los enfermos no lo saben).

Así que, como parece ser, ha optado porque se jodan los enfermos y que sigan metiéndose mercurio.

Y digo que parece ser porque esta información, comencé a recibirla hace 20 días mientras estaba de vacaciones (es decir, no estaba buscándola yo) y desde entonces, la cantidad de información que me han facilitado distintas personas es mucha; todos con la esperanza de que fuera yo quien la publicase ya que -como me aseguran- desde el entorno del cannabis en España no lo van a publicar si no les obligan....

Una última cosa.
Sé que hay muchos grow-shops en España ahora mismo que son conscientes de esta información, y que están preguntando desesperadamente cuáles de las cosas que venden llevan mercurio y cuáles no, porque no quieren vender veneno a sus clientes... pero eso sólo tienen una forma de evitarlo de verdad. Me explico y con esto termino.

Tal vez, en esta ocasión (porque algunas buenas personas estaban realmente preocupadas del daño que se hace a los enfermos al permitir que tomen productos con mercurio y dieron la alerta, aunque fuera a escondidas) se llegue a saber, de esos productos analizados, quiénes sobran por ser tóxicos. Tal vez esta vez puedan llegar a saberlo, ya que parece que hay cierto “ruido” con el tema y tal vez termine por conocerse totalmente. Pero lo normal es que no lo sepan si no se encargan ellos mismos de hacer los análisis...

Preguntarle al vendedor, o al distribuidor, no vale de nada. Os dirán lo que quieren que escuchéis, como han hecho hasta ahora ocultándoos que compráis venenos con mercurio. 

Esperar que una lobbista (aunque vaya de enfermita activista, fake para dar pena) que vive y recibe donaciones de los grandes grupos del cannabis, cuente la verdad, es igual de inútil; no le ha costado estar un año callada permitiendo que muchas personas se intoxiquen con mercurio....

Como conjunto de empresas, como sector, los grow-shops debéis empezar a agruparos para ofrecer ese valor extra que -por definición- nunca podrá daros quien esté implicado y viva del cannabis. Ese valor extra es poder decirle a tus clientes que el producto que les vendes, está libre de mercurio y otros metales pesados, porque VOSOTROS MISMOS HABÉIS ANALIZADO LOS PRODUCTOS.

Para esto, no hace falta que lo haga cada grow-shop, sino que con un análisis que se haga, la información vale para todos, con lo que los costes disminuyen mucho si eso se hace como colectivo y poder decirle al cliente -con certeza química- que no le estás vendiendo venenos como hacen otros.

Es algo que muchos valoraríamos fuertemente. Pensadlo.

Mientras tanto, recordad que tenéis (muchos de vosotros posiblemente) las despensas de ciertos productos, llenas de mercurio y otros metales pesados. De vosotros y vuestras decisiones dependerá que esté suceso del mercurio (aún sin resolver) no vuelva a suceder, porque sea imposible.

Mi apoyo a todos los afectados por el mercurio en productos derivados del cannabis.

Drogoteca.


-+-+-

PD: Hoy, tras este fin de semana en el que la gente parece haber tomado conciencia -de lo del tema del mercurio en los aceites y otros productos de cannabis- he recibido innumerables peticiones y llamadas para que "liberase todos los datos que tenía" o para que dijera qué marcas (muchas de ellas son marcas de 1a fila, de esas que patrocinan todos los eventos cannábicos y no quieren que se publiquen esos datos) son las que están vendiendo productos contaminados con mercurio.


Y he explicado, de nuevo, por qué no lo he hecho ya: aunque tenga las analíticas de las muestras con todos los datos del análisis, esas cosas no llevan el nombre de la empresa escrito sino que se identifican como "Muestra-1", "Muestra-2" o algo similar, dependiendo de cada técnico y laboratorio. Es decir: YO NO SÉ CUÁLES SON LAS MUESTRAS VENENOSAS..... sé cuántas hay, sé que hay otras que no están contaminadas, pero no sé cuáles son las tóxicas y cuáles las limpias.


Otras personas, del entorno de la reducción de riesgos y de los análisis a drogas, me han pedido que -aunque no tenga la relación de los nombres de las muestras- libere los resultados de los análisis POR SER UNA CUESTIÓN DE INTERÉS PÚBLICO ya que se sigue envenenando a enfermos, sin informarles de que les están vendiendo productos tóxicos. Es una de las cosas que pensé en hacer, pero cuando lo comenté con mi informante, este me dijo que no lo hiciera (y siempre respeto a mis fuentes). Cuando le pregunté por qué, me hizo ver algo que era cierto y no había caído (y que incluso yo mismo hago a veces): si liberaba los datos, podía dejarle con el culo al aire...


Aunque no era el único que tenía acceso a esos datos y los conocía, a veces (precisamente para perseguir filtraciones) en dos emails o informes exactamente iguales, se cambia una coma, o una tilde, o un número por otro parecido. ¿Para qué? Para que si se filtra el documento, quien ha dejado esas marcas puede saber quién lo ha filtrado. Así que como ante publicar algo o dejar con el culo al aire al "whistleblower" que ha dado la voz de alarma, siempre elegiré proteger a quien se la ha jugado... no hay nada que hablar en ese tema de liberar los emails con los análisis que tengo: no lo haré, y no es mi papel hacerlo (recuerdo y añado).

Desde que estando de vacaciones en Marruecos recibí el chivatazo de este asunto (recibí información por varios lados, pude consultar a otros y recibir más información estando allí), ha habido un montón de gente del cannabis hispano que han contactado conmigo para hablar de este tema. Y del inicio de todo esto (desde que yo lo sé) han pasado más de 3 semanas ya. Que yo sepa, personas que saben esta información ANTES QUE YO -mucho antes que yo- debe haber como unas 10 personas (que supieran hasta lo de los análisis del año pasado, que fueron los que levantaron la liebre de la intoxicación por mercurio).

Que sepan esta información sin contar lo de los análisis del años pasado (este año se analizaron casi el triple de muestras) hay mucha más gente, muchos implicados como vendedores que no quieren que esta información se libere y otros que quieren que se dé, por ser una cuestión ética de primer orden: no se puede seguir envenenando personas desde un silencio cómplice, por mucho dinero que pueda producir...

Así que calculo "a ojo de buen cubero" que debe haber -como poco- unas 30 personas que saben, en distintos grados (algunos toda la información con nombres de marcas y otros sólo los resultados) esto que yo he contado en esta entrada.

Todos ellos, salvo tal vez un par de personas que pueden ser meros "químicos analíticos o técnicos de laboratorio", son cannábicos de renombre, tienen empresas, grupos de interés, productos en el mercado y también todos ellos, capacidad para abrir un blog, una red social o la web de alguna de sus empresas y contarle a los usuarios de cannabis qué les están haciendo con el mercurio en muchos productos, y sobre todo, cuáles son.


Por si no ha quedado claro, simplifico: presionarme, amenazarme o chantajearme a mí no puede conseguir que revele qué marcas venden veneno y cuáles no, porque ese dato no lo tengo (o ya lo habría liberado el primer día). Normalmente esos métodos conmigo suelen surtir el efecto contrario, pero en este caso es una imposibilidad absoluta: no puedo dar el dato que no tengo, y no tengo los nombres con su número de muestra... aún.


Si realmente alguien quiere saber qué productos están envenenados con mercurio y se llevan vendiendo todo este tiempo -con el concurso silencioso de las empresas y personas que tienen los resultados de estos análisis- deberían exigirlos a quienes legalmente son sus dueños; ¿quiénes tienen esos análisis desde hace 1 año ya? Pues quienes los encargaron, y seguramente, las marcas que estaban siendo estudiadas y analizadas.

¿Y los análisis actuales con más datos y más marcas? 
Pues lo mismo: quienes los encargaron, y seguramente las marcas que estaban siendo analizadas.

Y como ya he comentado, se me hace raro que las marcas (y las que de ellas reciben apoyo y donaciones) liberen información contra ellas mismas.... pero algunas sí podrían hacerlo: justo las que no estaban en los primeros análisis de hace 1 año y sí están en los de ahora.... Esas marcas no han estado callándose lo de los enfermos intoxicándose con mercurio, así que son las únicas que -si son inteligentes- en cuanto puedan liberarán esa información (o parte de ella) para dejar claro que ellas no son responsables de 1 año de fraude y envenenamiento con mercurio de enfermos a quienes les vendían productos teóricamente "analizados y controlados".

Sólo esas marcas (en el primer análisis creo que hubo 5 muestras y en los segundos 14 muestras), esos 9 que no son cómplices de 1 año de envenenamiento a los enfermos, pueden (y deberían hacerlo cuanto antes) liberar todos o parte de los datos, hasta que los usuarios podamos completar el puzzle.

Mientras, si ni tu grow-shop ni tu distribuidor puede asegurarte QUÍMICAMENTE que sus productos no tienen mercurio y otros tóxicos, abstente de comprar (y empieza a autocultivarte tu cannabis).

:))









miércoles, 22 de noviembre de 2017

¿Exceso de prescripción de morfina en España? El falso mito y un caso real.




Dolor y morfina: 
¿están los mórficos sobreprescritos en España?

Quiero contar una experiencia real que he vivido este fin de semana. El viernes, cuando iba a pillar algo a una conocida “casa” de mi ciudad, Salamanca, encontré allí a una buena amiga. Es una mujer mayor, enferma de muchas cosas y con una vida realmente mala, que sin embargo es de estas personas que te gusta tener a tu lado, porque a pesar de todo son de fiar y además buena gente.

Cuando me vio, me vino rápido a decir que ya tenía la cita para la “Unidad del Dolor” y que, cuando fuera la cita, yo tenía que ir con ella, me pedía por favor. Le dije que por supuesto que iría con ella; si al otro médico le había tenido que amenazar con una secuencia que pasaba por un tribunal médico y un juzgado para que (como forma de quitarse el problema y pasarlo a otros) le diera a esta enferma el acceso a la unidad que prescribe la morfina y otras drogas similares.





¿Por qué había tenido que “amenazar” al médico de cabecera? Si tiene razones para darle morfina, se la dará. Y si no, no se la dará... ¿verdad? Pues no. Esto no es así. 




Los médicos de cabecera, aunque pueden legalmente prescribir mórficos como el resto de médicos, es algo que nunca quieren hacer. El papeleo y las molestias asociadas a la excesiva burocracia para la gestión de estos fármacos suele ser suficientemente disuasorio por un lado, y el mito negativo y falso alrededor de estas sustancias, completa el círculo para no mancharse las manos.

Y ahora, vamos a ver si hay motivos para mandarle un mórfico (morfina o equivalentes) a esta persona. 

Mariana (nombre ficticio), es una mujer en la cincuentena y que pesa 43 kilos a día de hoy (pesaba 39) con 1.60 de estatura aproximadamente. Está en una delgadez extrema, provocada por diversos factores que ahora veremos, y de que recupere peso -entre otras cosas- depende su supervivencia inmediata: seguir viva en 12 meses.

Entre lo que su último historial (el de la urgencia de este fin de semana) cita, tenemos ADENOPATÍAS, que son inflamaciones de los ganglios que puede causar todo tipo de efectos, incluyendo por supuesto dolor, en diversas partes del cuerpo. A continuación, nos indican una COXALGIA, que en medicina es una “artritis tuberculosa coxofemoral” o un simple dolor en la cadera (un dolor serio). En este caso, pueden ser ambas cosas, porque aunque la ficha no lo pone, la paciente ha tenido tuberculosis en algún momento de su vida y, además, una operación en la que le implantaron una prótesis de cadera, que le provoca intensos dolores y hace que quede coja al andar.


Este hecho, para la mayoría de personas con atención médica de calidad, suele ser suficiente para que si el dolor lo requiere, el traumatólogo use morfina u otros compuestos similares de forma rutinaria. Y es esa forma, tras la vía del cáncer, la más común por la que se recetan estos fármacos. 

Lo siguiente es que ha dado POSITIVO EN CRIBADO DE CÁNCER COLORECTAL, lo cual ya trae un cáncer al cuadro (al menos la previsión de uno, y nada bonito). Luego tenemos DOLOR COSTAL DERECHO, TOS Y DISNEA.

Que tenga dolor costal derecho es normal, porque tiene el 6º ARCO COSTAL ROTO. Sí, como suena, con lo que respirar es doloroso, y toser un infierno (quien haya tenido una simple costilla rota sabe de qué hablo). La TOS en este caso, viene de que la paciente es además paciente con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) que no tiene marcha atrás y te va dejando -literalmente- sin capacidad respiratoria. Lo de la DISNEA, o mala respiración se entiende con el conjunto del cuadro. 

Pero por si no era suficiente, marcan otra: INFECCIÓN RESPIRATORIA AGUDA. Es decir, que como apenas tiene capacidad para respirar en sí misma, pues añadimos una infección sería -de las que te pueden matar- al cuadro de la paciente.

Y llega el plato fuerte, a la hora de revisar si hay causa para darle mórficos a esta mujer: LINFOMA B DIFUSO DE CÉLULA GRANDE. 

¡Anda! Pero si no sólo tiene un principio de cáncer por un lado, sino que tiene YA un cáncer en su cuerpo. Y algunos quistes más por varios lados, además de las adenopatías mencionadas, y otras como son los QUISTES DE OVARIO que también sufre la paciente y le generan intensos dolores en la zona pélvica, que se suman a los generados por el problema de su prótesis de cadera y al daño neuropático que está recibiendo debido a la quimioterapia.

Curiosamente, lo siguiente que marcan es -de nuevo- TOS. ¿Por qué? Es casi imposible estar al lado de la paciente sin que pasen 5 minutos sin que tosa hasta parecer que se muere, y tenga que escupir una enorme cantidad de flema.

¿Y con qué se trata la tos? Tachán....
¿Y especialmente una tos tan tan grave en una cuadro tan tan serio, que puede matar a la persona?
Pues con mórficos (da igual cual, salvo el fentanilo que es opioide pero no mórfico en estructura química y no quita tanto la tos) como el lector ya habrá averiguado.

Y además de no hacer constar la EPOC, tampoco han hecho constar que es DIABÉTICA,  y que aunque la HEPATITIS C que tuvo durante décadas, ya está revertida gracias a los nuevos fármacos, los daños de por vida en su hígado quedarán.

Y lo más gordo: que actualmente está pasando VARIOS CICLOS DE QUIMOTERAPIA MUY AGRESIVA, que además le están provocando daños neuropáticos que de momento se manifiestan sólo como adormecimiento y entumecimiento de extremidades inferiores, pero que ya empieza a ser doloroso por “razones propias” y sin necesitar del dolor iniciado en otra parte del cuerpo, como suele ocurrir con el dolor neuropático cuando se da conjuntamente con dolores de tipo traumatológicos.




¿Que tenemos pues? Una mujer en la cincuentena que apenas puede sostener su cuerpo, apenas puede respirar y apenas consigue alimentarse. Desde que recibe la quimio (aunque ha tenido cannabis a su alcance) la comida le sabe mal y no come casi nada, y hablamos de alguien con la piel pegada a los huesos: comer es algo directamente relacionado con su supervivencia.

Pero llega la palabra clave: TOXICOMANÍA!!

Tachán!! La enferma es una yonqui -oh Dios mío- y lleva más de 3 décadas de consumo de drogas (entre ellas opiáceos y mórficos) y en estos momentos es -físicamente- adicta a los opiáceos, que toma para calmar sus MÚLTIPLES DOLORES Y SÍNTOMAS BRUTALES COMO LA TOS CONSTANTE (teniendo una costilla rota y una EPOC en sus pulmones).




¿Y qué pasa cuando un usuario de opiáceos, da igual que sea yonqui que se los dé su médico, deja de tener opiáceos en su cuerpo? Pues que sobreviene un SAO o Síndrome de Abstinencia a Opiáceos, en el que los primeros síntomas son dolores articulares, moqueo, diarrea, vómitos, dolores óseos y el cuadro luego empeora bastante: dependiendo de a qué sea la adicción, la simple abstinencia puede matar. Es así, letal, por ejemplo en el caso del alcohol o la metadona, y no lo es en el caso de la heroína o la morfina.

¿Imagináis cómo debe sentar un SAO, un mono, a una persona que pesa 43 kilos y no es capaz de comer por la QUIMIOTERAPIA que le están dando? 

¿Y a sus pulmones, que multiplicarán la tos por 100? 

Cuando esta mujer recibe la quimioterapia contra su linfoma, al volver a casa lo hace vomitando y sin poder comer, sin tenerse apenas en pie (hay que trasladarla en coche en ocasiones) y queda en la cama, tosiendo y vomitando, sin poder salir a comprar (ni a conseguir dinero trabajando, porque lo consigue currando y limpiando casas) un opiáceo, heroína en este caso porque es lo que el mercado negro tiene, para no entrar en un terrible mono o SAO.

Queda reventada de una brutal quimioterapia en la cama y, además, en horas el mono que sufrirá hará que todo junto haga IMPOSIBLE que esa persona se pueda recuperar de semejante cuadro.





¿Por qué no recetan morfina a esta mujer? ¿De qué tienen miedo, de que se enganche? Pero si ha sido usuaria de ese tipo de drogas 30 años... ¿Acaso alguien -y menos con formación médica- puede imaginar que sufrir un mono puede ser algo consentible para una mujer entre la vida y la muerte en quimioterapia por un cáncer?

Esa es la realidad en España sobre los mórficos. 

Todo eso que algunos detestables personajes del mundo del cannabis van soltando por ahí, televisiones y medios, de que tenemos un grave problema con los mórficos.... ES CIERTO!! Pero no como ellos dicen: los mórficos están INFRAPRESCRITOS en nuestro país. 

Estos lobbistas del cannabis van vendiendo que en España tenemos el mismo problema que USA con estos fármacos, cuando tenemos precisamente el contrario.

Y nos lo recuerdan cada poco, especialmente los enfermos de dolor (del tipo que sea) y la propia OMS. Pero nos dicen algo que ya sabemos por los estudios que hace nuestro propio gobierno, y no sólo eso sino cosas peores.

Resulta que en España, los pocos pacientes que son recetados con mórficos, tienen una tasa de desapego al tratamiento muy alta que se junta con una prescripción insuficiente de morfina. ¿Por qué? Cito textualmente: “la morfina sale asociada a que a la gente se le pongan los pelos de punta” hasta rechazar el analgésico (que es totalmente seguro bien usado y, además, causa menos daño orgánico que ningún otro, incluso tomado desde que se nace hasta que se muere).

Esa asociación, que se traduce en que pacientes con dolor rechacen por miedo el mejor fármaco, o que los médicos se vean también introducidos en esa mentalidad acientífica (y realmente nueva, porque apenas tiene 1 siglo de vida), la están generando -hoy día- estos personajes para su propio beneficio económico.

Ir por las televisiones hablando de lo mala que es la morfina, mientras quien lo dice se pone ciega a TRAMADOL (posiblemente -podéis preguntar a un especialista- el peor y más peligroso opioide sintético, que además de funcionar mal como analgésico, afecta a la salud mental seriamente) y mantiene una pseudoclínica con su grupo de acólitos, que obedecen lo que allí les dice gente que no son profesionales médicos (a cambio de dinero $$$, lógicamente) y un “observatorio” (suena a nombre oficial pero es una fundación privada, cuidadín...) que recibe jugosas donaciones, es algo que debería hacer que todo el mundo revisara el discurso impartido por esta gente y se dieran cuenta de que -básicamente- están saturando los canales de información falsa para conseguir mejores beneficios económicos.

Están librando una batalla de intereses en la que los enfermos somos lo que menos interesa, y se nos vende al peso por parte de esos que salen en los medios “vendiendo salud natural”.






Pero volvamos al caso de Mariana, que por más que intenta que le den algo que le quite el dolor, tiene que acabar yendo a comprarlo al Barrio Chino porque los médicos, cuando ella les plantea su caso, le dicen que “tendrá que buscar ayuda para eso”

¿Perdón? Sí, sus médicos al ver la palabra -TOXICOMANÍAS- se quitan el problema del paciente de encima como si esa situación la tuviera que tratar otro, y que esa situación no tuviera que ver nada con su desempeño profesional como galenos.

Ahora, imaginad el cuadro de esa mujer, que apenas se tiene en pie y como no ha podido trabajar por estar con cáncer, no tiene dinero (no todo el mundo tiene baja ni contrato, algunos nunca en su vida) y va a buscarse la vida como puede y a conseguir algo.... QUE LE QUITE EL DOLOR!!

Pues así la encontré este viernes. Tras esas palabras que cruzamos en que me pedía que la acompañase a la “Unidad del Dolor” cuando al fin la llamasen, al cabo de unos minutos vi que algo le ocurría...

Había estado hablando conmigo bien, había estado delante mío (no estaba consumiendo nada) y empezó a quedarse de pie dormida, a perder el control motor, a perder el control de esfínteres (se meó encima). Como también resulta tener una forma de diabetes, lleva azúcar consigo y yo lo sé, así que como sabía que no tenía dinero (no era una sobredosis, y fumando plata no son así) le pregunté si había tomado algo o le habían dado algo y me dijo que no. Empecé a administrarle azúcar y vi que la situación no mejoraba sino que empeoraba.





La saqué de la casa donde nos encontrábamos -no puedes pedir una ambulancia a ciertos lugares- y la llevé a la calle. Abrí mi coche, la coloqué dentro y llamé a una ambulancia. Tuve que llamar 2 veces y cagarme en las muelas del que tenía el teléfono porque no llegaba, y temía que pudiera entrar en coma o en una crisis seria en cuestión de minutos.

Finalmente las ambulancias llegaron y actuaron con total profesionalidad. Les facilité toda la información que podían necesitar (y más) y les acompañé al hospital en mi coche para encargarme de Mariana, que estaba en un estado previo al coma llamado “estupor”, en el que los estímulos han de ser fuertes o dolorosos incluso para que reacciones y abras los ojos.

Estuve con ella hasta que quedó ingresada en el hospital. Los médicos flipaban un poco, porque delante de ellos tenían una mujer con la cabeza con un pañuelo (tipo cáncer) que estaba tan flaca como un etíope con hambruna, con un historial médico (sólo el que yo les indicaba de enfermedades que conocía) que era de traca y que, aunque estaban en el mismo hospital que ella recibe tratamiento por su cáncer, no lograban encontrar sus datos (teniendo tarjeta sanitaria en vigor y DNI en la mano).

Les indiqué toda la situación, lo que había hecho y lo que ella había dicho (seguía en estupor en una camilla sin dar señales de vida) y que si bien era una usuaria de opiáceos y tenía las pupilas contraídas, no era una sobredosis... en mi opinión y por lo que había observado previamente.




Estaba viendo que le iban a meter un chute de naloxona gordo y les pedí que reconsideraran el cuadro que tenían delante. No me contestaron siquiera, pero por lo que hicieron sé que tuvieron muy en cuenta lo que les dije: probaron con una dosis mínima de naloxona (0'1 mg), y la reacción fue muy fuerte con lo que quedaba claro no era una sobredosis (al menos de opiáceos/opioides) sino que a la paciente le estaban provocando un SAO, al retirar el poco opiáceo que tuviera en su cuerpo con el efecto de la naloxona.

Quedó ingresada y fui a buscar a su familia, y cuando ya no pintaba nada, me fuí. Cuando ella salió del hospital y pudimos hablar, me dijo que le había dado una pastilla, un amigo (que estaba presente con las ambulancias, pero no dijo nada de nada) y que se la había dado “para que se relajara por sus dolores”, y que él sabía mucho de eso....

Y ella, como una imbécil, se la tomó sin saber qué, cuánto ni cómo le iba a sentar.
Eso es casi un comportamiento suicida, sí. Y de hecho en el hospital le preguntaron hasta descartar que hubiera sido un intento de suicido. No tenía nada que ver en este caso.

La explicación es mucho más simple: cuando estás sufriendo, da igual de forma psíquica que física, haces lo que sea para dejar de sufrir. Y si tus recursos económicos, no llegan a más que a poder aceptar lo que te dan “colegas” en puntos de venta, pues tomarás esa pastilla y otras 5 que te den si crees que eso te puede hacer dejar de sufrir.

Tan grave fue la situación que ella no recuerda haberme visto siquiera, pero no buscaba matarse, sólo dejar de sufrir. Aunque pasó por el hospital, y en el hospital les hice ver a los médico que la trataban que si no le prescribían un mórfico, Mariana tendría que ir a buscar algo para frenar el SAO (mono) que sufriría en unas horas, ellos también se lavaron las manos en ese aspecto: que lo hagan sus médicos (sus otros médicos que no lo han hecho hasta ahora, quieren decir).

Han pasado 5 días ya desde que -por buscar eliminar sus dolores- Mariana pudo haber muerto, dejando de respirar en cualquier calle tirada, mientras las bajísimas temperaturas de la noche remataban lo que quedase de ella.

Todo lo que habéis leído ocurre en Salamanca (España) en este mes de noviembre de 2017.

Ni es ficción ni algo lejano en el tiempo o el espacio. Esto es una enferma de cáncer (y otras 50 cosas) en quimioterapia actualmente que, por ser usuaria de drogas, no recibe lo que cualquier otro recibiría y es abocada a arriesgar su vida (en semejante estado) para no sufrir más. Y todo en manos de la Seguridad Social (Sacyl) mientras le dan quimioterapia para que no se muera y pueda seguir -sufriendo- unos años más...

¡¡Qué bello es vivir, me cago en Dios!!