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viernes, 24 de abril de 2015

FLAKKA... la neodroga caníbal.

Este texto fue publicado primero en VICE Spain y posteriormente traducido a inglés, italiano y portugués para VICE a nivel internacional, y publicado bajo pseudónimo como Alex Shulmann. Esperamos que os guste.

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La Flakka.


Hace unos tres años -una noche en el ordenador- me empezaron a llegar imágenes de un tipo arrancando la cara a otro a mordiscos. En aquel momento me quedé aturdido, porque no ocurría en un remoto lugar donde se siguiera practicando el canibalismo: ocurría al lado de una autovía en USA. Fueron las primeras noticias del que ahora es conocido -muerto ya- como el “Caníbal de Miami” y que aunque las drogas no tenían nada que ver en el asunto, tuve el presentimiento de que algo así iba a ser usado en el juego mediático contra las drogas y sus usuarios.

Era sencillo el planteamiento. ¿Qué hay que pueda explicar que una persona coma la cara de otra que está viva y tenga “resistencia sobrehumana” a las balas? Las drogas, está claro. Y en USA más todavía. La prensa pronto empezó a hablar de un drogadicto bajo los efectos de... ¿de qué? Algunos de los primeros reportes -de vecinos de la zona en las teles locales- hablaban de crack, pero existe crack suficiente en cualquier ciudad de USA como para saber de sobra que no provoca canibalismo. Entonces se buscó otro candidato (se llegó a mencionar hasta el “krokodil ruso”) y la cosa acabó aterrizando en una oscura denominación: “bath salts” o sales de baño.

La víctima, antes y después.


¿Qué droga es la sal de baño? Ninguna, pero algunas de las neodrogas legales que van supliendo al mercado -sin ser nuevas en realidad- se habían distribuido bajo ese disfraz, porque aun siendo legales como sustancias (no prohibidas) presentaba menos problema esa presentación. También se usó el formato de “abono para plantas” e incluso el de “inciensos”, pero lo de las sales de baño parece que gustó más. En una semana podíamos ver en todos los lados textos sobre las temibles “sales de baño” y muchas veces eran ilustrados con imágenes de lo que serían sales de baño reales, aumentando la histeria en un país muy poco ilustrado en drogas y acostumbrado a asustar a los habitantes como forma de control. Y eso creó las “sales de baño” como drogas.

Claro, los forenses y la gente “de ciencias” empezaron a preguntarse cómo era posible que los medios hubieran determinado que había una droga en el cuerpo del atacante y además, cuál era. No cuadraba porque no se tenían esos datos aún. Así que los medios empezaron a especular -porque como sale gratis da igual- con cuál de las sustancias en concreto podía ser, y la ganadora que nada tenía que ver, fue la MDPV o metilenodioxipirovalerona.

Hoy la sustancia ya es conocida como “droga caníbal” por la gran prensa basura. Semanas después llegaron los resultados de la autopsia completa: el atacante “caníbal” murió a balazos y no tenía resto alguno de droga en su sangre. Nada tenía que ver ninguna droga, pero daba igual: a los pocos días había todo tipo de vídeos en Youtube sobre la “droga caníbal” (aunque en ninguno se observa droga alguna) y sobre gente que había intentando comerse a otros en un ataque de locura provocado por esa supuesta droga. Gente como zombis a lo “The Walking Dead” que salían de bajos de las casas, desorientados y enajenados. Sucios sí, pero zombís no eran.

Yo hacía años que había probado la MDPV y reconozco que no me pareció una buena sustancia para ponerla en las calles: era un estimulante que te incitaba a redosificarte excesivamente por la ansiedad que creaba, y cuando subías las dosis el escenario en el que te metías no era placentero. Probada y desechada para mi uso personal. Aunque ni yo, ni ninguno de los que habíamos probado la MDPV, hubiéramos tenido ganas de comernos a nadie a bocados. Era otra fantasía más de la “war on drugs” pero quedaba marcado en esa memoria colectiva -del desconocimiento sobre drogas- del público en general.

¿Y qué tiene que ver todo eso con la Flakka?

Todo y nada: la flakka sólo es el nacimiento de otro mito inducido por los medios sobre las drogas.
En este caso, la cosa arranca cuando hace pocos meses alguien cuelga un vídeo de una persona, una mujer joven de raza negra, a quien se ve que se pone bajo la lluvia al lado de una valla, y se mueve, baila, parece agradecer al cielo que le mande agua y ciertamente tiene un comportamiento algo extraño, pero nada en principio que no se pueda achacar a la idiosincrasia de las personas o a otros factores de salud mental. No es la única persona que disfruta de un buen chaparrón de agua sin miedo, y no por eso alguien está loco o drogado. 

Pero el vídeo se colgó con el título de “Flocka is destroying USA” y parece que creó escuela. En poco tiempo, los nuevos sucesos que implicaban a personas con comportamiento errático empezaban a ser calificados de casos de la nueva droga, que ya había cambiado su nombre de flocka a flakka, y algún medio norteamericano ha especulado con que el nombre viniera de la expresión latina de “la flaca” que todos tenemos en nuestra memoria musical.

Los medios hablan y muestran gente que aparecía desorientada o hiperactiva, en un estado mental alterado, con un discurso incoherente y con fuga de ideas, gente que se quitaba la ropa y corría por el medio de la calle por la hipertermia que sufrían, gente con reacciones paranoides de miedo, y de nuevo la “fuerza sobrehumana” que siempre aparece en los reportes de la policía de USA para explicar que tal o cual persona tuvo que ser reducida por un número incontable de agentes, o de balas.

Aunque de momento no tenemos una confirmación forense de que en ninguno de esos sucesos haya intervenido una droga, los medios de nuevo han cogido la idea y han asignado una nueva sustancia candidata, la alfa-PVP o alfa-pirrolidinovalerofenona, una droga creada hace décadas que tiene un hermano mayor que a muchos les sonará más: Katovit. El Katovit era un fármaco estimulante -de la función mental- que combinaba un principio activo con algunas vitaminas, que los estudiantes usaron hasta el año 2001 de forma generosa porque, tras la retirada de la anfetamina de la farmacopea (y mercado negro) en España, fue el único estimulante de farmacia que se podía conseguir sin receta. La droga del Katovit era el prolintano, y esta “nueva droga” rebautizada por los medios como Flakka, es el prolintano más un solo átomo de oxígeno. De hecho a la alfa-PVP se le puede llamar químicamente betacetona-prolintano o “katovit oxigenado”, y para los no entendidos en química es como tener el mismo coche al que le has cambiado una rueda: hace básicamente lo mismo con alguna diferencia, para mejor o para peor. Aunque poner un oxígeno en una molécula no suele aumentar su potencia, sino al revés; como ejemplo el átomo de oxigeno de la efedrina que al ser retirado (reducción) se convierte en la mucho más potente metanfetamina. Es así como se buscan las drogas: se encuentra una activa, y se explotan las posibles modificaciones en la molécula para conseguir otros compuestos que hagan más o menos lo mismo, pero con menos dosis, o mayor duración.




Al prohibirse de forma oficial la MDPV (y otras similares), una de las muchas que podían venir a ocupar su puesto era la alfa-PVP porque venía a ser lo mismo sin un grupo químico (metilenodioxi) y había quedado fuera de la prohibición al no ser un análogo en sentido estricto para la química. Así que los vendedores de “legal highs” la cogieron por bandera de reemplazo, y los medios están haciendo lo propio: reemplazando su antigua campaña de la “droga caníbal” por una más nueva.

Así que si a partir de ahora escuchas hablar de “la flakka”, ya no es la conocida canción de Jarabe de Palo, sino la nueva histeria sobre drogas con propiedades casi mágicas como la fuerza sobrehumana (aunque al final le detuvieron) o la resistencia a las balas (aunque al final lo mataron a balazos). Aunque he consumido muchas veces -y en generosas dosis- el prolintano del Katovit y la MDPV, no he probado la alfa-PVP y no tengo especial interés en hacerlo. Pero si lo fuera a hacer, aplicaría el mismo criterio que con otras sustancias, me informaría, buscaría cómo analizar la droga y poder tomar la dosis que yo crea correcta: sin más miedos a escenas caníbales o similares.

Si bien es totalmente cierto que las actuales campañas contras las drogas se lanzan así desde los medios, eso no quiere decir que no haya ninguna verdad en ellas. La hipertermia (que puede llegar a ser mortal), la ideación paranoide, las alucinaciones no agradables en las que el sujeto se defiende de enemigos imaginarios o incluso las de alguien que puede atacar al creerse en peligro, son reacciones que encajan con lo que sería una dosis muy alta de estimulantes. No hay apenas diferencia entre lo que es una sobredosis de MDPV y una de alfa-PVP, drogas viejas desechadas por los viejos laboratorios farmacéuticos que el mercado de la prohibición ha convertido en las neodrogas. Sustancias mucho más peligrosas que las drogas clásicas y que no estarían en manos del gran público que las quiera comprar, porque nadie compra un sustituto de una droga teniendo a su alcance la original a la que imitan.

Gracias a la prohibición de las drogas, ahora cualquier chaval puede acceder a miles de sustancias que de otra forma no hubiera accedido, pero con menos información, más mitos, mentiras y secretismo. Las neodrogas como “la flakka” matan más que las de la vieja escuela, pero lo hacen de forma legal: un gran avance para la sociedad.





Para saber más sobre esta familia de sustancias -algunas prohibidas, otras vendidas en farmacia y otras legales- y tener una imagen visual de la similitud química entre ellas, aquí pueden leer un texto del año 2008 sobre el tema del autor.


domingo, 30 de marzo de 2008

MDPV (más), pirovalerona y prolintano.

Iba a añadir una nota a la entrada anterior, sobre lo último que me ha comentado la persona que probó hace unos días la MDPV/MDPK (importante el aviso de ciertos efectos), pero mirando cosas sobre esta sustancia, me he encontrado con una curiosidad estructural, y aprovecho para poner las imágenes y el comentario.

Para empezar, lo que me ha dicho esta persona, es que tras probarla como comenté el otro día, la probó en una sola dosis de 15 miligramos por vía oral.

La dosis le pareció la mejor para esa vía, pero tras la estimulación agradable que notó durante un par de horas, la experiencia se volvió más incómoda, con mucha alteración de la presión sanguínea (10/17) y pulso (entre 100 y 120 en reposo).

Poca sensación eufórica que se desvaneció casi de golpe a las dos horas, mientras trabajaba (trabajo no físico) y pensamientos de preocupación al centrarse en la respuesta cardíaca que era molesta y muy notable, lo que provocaba ansiedad y le hizo tomar en dos ocasiones (a las 2:30 horas y a las 3:30 tras la toma de la MDPV) benzodiacepinas, primero 10 miligramos de diacepam (Valium) y luego otros 5 miligramos. Con esa ayuda para suavizar la ansiedad, los efectos le duraron unas 5 horas, y el mal humor el resto del día.

Su impresión final es que si no tuviera a mano ningún otro estimulante, lo usaría ocasionalmente pero con mucho cuidado, ya que la ansiedad induce a dosificarse de nuevo (me comenta lo mismo de otras dos personas sobre ansiedad y redosificación) y la recompensa a efectos psíquicos es decreciente y hasta dudosa tras la primera administración. Nada de efectos entactógenos ni psiquedélicos, más allá de una sensación de lucidez enturbiada por la paranoia posterior y la ansiedad.

"Existiendo anfetas y coca, la única ventaja que le veo a la MDPV es el precio, pero prefiero pagar y disfrutar, a llevarme sustos y pasarlo mal" me ha dicho, y opina que prefiere hasta la yohimbina antes que tener que salir de fiesta o trabajar con la MDPV, y que no cree que nadie la quiera usar teniendo acceso a otras drogas, si no es por curiosidad. Que aunque bajo su efecto la tendencia a repetir es clara, la experiencia en sí no da muchas ganas de repetirse.

Otra advertencia que me da, es que una de las personas que la ha probado (una dosis de 10 miligramos por vía oral) tomó cocaína unas 3 horas después, y tuvo una reacción con fuerte taquicardia (más de 150 pulsaciones por minuto) y sensación de ahogo, que le duró unos 40 minutos y despareció cuando ya había tomado dos Valium de 10 miligramos y se disponían a llevarle a un hospital por el estado nervioso que tenía. Éste es un hombre de 38 años, acostumbrado a los estimulantes, y de peso normal y sin problemas médicos.
Se pregunta si puede tener algún tipo de efecto de inhibición sobre la MAO.

MUCHO CUIDADO CON MEZCLAR LA MDPV CON OTROS ESTIMULANTES.

Si realmente no fue una reacción específica de esta persona, no parece que sea una sustancia que sea deseable que esté en la calle, con los patrones de policonsumo de la mayoría de la gente cuando va de fiesta. Y por lo relatado, la MDPV parece más una curiosidad para algunos, que algo que vaya a ocasionar su propia demanda.

El otro tema que comento, es sólo una curiosidad química, pero puede servir de orientación para curiosos.

La estructura de la MDPV:


La estructura de la pirovalerona:

La estructura del prolintano:



La primera es la sustancia de la que hablamos. La segunda, la pirovalerona es una sustancia ya controlada por la legislación, que se incluyó en los listados de sustancias controladas a la vez que la MDMA.
La MDPV es la versión "MD" de la pirovalerona, y ésta a su vez es la versión metil-ketona del prolintano.

Aunque la imagen esta colocada al revés, se puede ver como a la última (el prolintano) sólo le falta un carbono pegado al núcleo del anillo de benzeno y un oxígeno (con doble enlace) en la cadena que le une al otro anillo, para ser la pirovalerona.

La curiosidad del asunto, es que el prolintano es el compuesto "anfetamínico" que tenía el famoso Katovit -ya desaparecido de las farmacias- que se usaba para estudiar y que se consumía de forma masiva en época de exámenes. Si borramos partes de su estructura, tendríamos la anfetamina común. Pero en su caso, el grupo amino está protegido formando parte de un anillo heterocíclico saturado, llamado pirrolidina, lo que lo hace no atacable por las enzimas que degradan las aminas primarias, como la mono-amino-oxidasa (MAO).

La variedad de sustancias sintetizadas y "probadas" con unos u otros fines que tienen una estructura básica que parte de la MDPV es bastante amplia. No sería raro que en el futuro se fueran poniendo a disposición de los circuitos de los RC's algunas de ellas, sobre todo las más simples.
Aquí se pueden ver unas cuantas, casi 50 (y todas menos 4 ó 5 manteniendo el grupo "MD"):Estructuras químicas partiendo de la MDPV.


Y un último comentario que merece la pena como aviso para navegantes, es que le echen un vistazo al artículo que ha publicado "El País" en versión digital e impresa sobre la marihuana y las distintas dolencias en las que puede ser útil, y cuenta algunos de los casos conocidos de su uso y de su recomendación "bajo cuerda" por parte de algunos doctores a sus pacientes.

También se habla del "Sativex" desarrollado por GW Pharmaceuticals, el medicamento al que podría tener acceso Juan Manuel Rodríguez Gantes, el tetrapléjico que se enfrentó a las autoridades para poder cultivar cannabis para sus dolores neuropáticos, y del documento tipo "prospecto" que ha elaborado el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona, para que los pacientes que lo usen tengan unas indicaciones básicas.
Ese documento, en el que se apoya el uso terapéutico, se puede bajar aquí en formato PDF:
Prospecto de uso medicinal del Cannabis.

Y el artículo de "El País" es este: Marihuana con receta para vivir mejor.
Gracias a Carlos G. Wagner por el aviso sobre el artículo.

Espero que os guste y que el aviso de precaución con la MDPV sirva para evitar otros sustos.

Symposion.