Este texto fue publicado en la Revista Yerba en Abril del 2014.
Esperamos que os guste. :)
El 'Breaking Bad' del Líder Norcoreano
En Korea del Norte, Walter White tiene
los ojos rasgados, es de menor altura que su homónimo inglés y de otro
género: Walter White es mujer allí.
Qué cara de pocos amigos que tiene Walter White, eh?
Ella trabajaba en las minas de carbón
que han ido cerrando progresivamente y acabó enrolada en una
economía de subsistencia, en la que se vende de todo en todos los
lados, pero siempre con cierta intimidad y sin exhibición pública
por medio.
Para haber tanta moza junta.... a mí el asunto no me pone nada de nada.
La economía sumergida, de la que
sobreviven millones de personas tanto en Korea del Norte como en
España, ha hecho que el tráfico de bienes como los DVD, trajes de
caballero, o Smartphones entre Korea del Norte y sus vecinos sea la
base económica y de sustento de una gran masa de personas
teóricamente desempleadas y el huésped del que chupan los parásitos
del soborno institucionalizado que aquí llamamos corrupción.
Pero Walter White no vendía nada de
eso. Él vendía meth con preferencia por el isómero dextrógiro,
siempre, la genuina 'Crystal Meth'.
Que se derrite el hielo
si lo dejamos fuera de la nevera.... o no?
Mucho meth ahí hay.
Metanfetamina o anfetamina
N-metilada, rebautizada por los USA como “la droga más peligrosa
del mundo” pero que antes vendían legalmente en las farmacias
promocionándola como “la droga perfecta contra el sobrepeso y la
depresión, contra el aburrimiento y la anhedonia”.
¡Nuestra protagonista... también!
Ella sobrevivía trapicheando con cualquier bien vendible en la
frontera con China hasta que conoció la metanfetamina -o yaba en el
mundo asiático- en el año 2007 y desde entonces ha podido ganarse
honradamente la vida. Como Walter White.
Con lo que saca vendiendo
metanfetamina, tiene para comprar arroz, carbón para calentarse y
subsistir de esa forma con dos hijos y una hermana enferma y
discapacitada, y en eso no se parece a Walter White y a su hijo
discapacitado. Ambos lo hacían para ayudar a subsistir a su familia,
pero subsistir tiene un sentido distinto en USA que en Korea del
Norte. ¿Vendiendo metanfetamina para poder comprar carbón y arroz?
¿Como un bien más? Pues sí.
Corea del Norte pasa hambre... el pueblo digo.
Eso parece no cuadrar con lo que hemos
visto del mundo de la metanfetamina en Breaking Bad que, siendo una
gran serie, no deja de ser una serie que mezcla cosas reales y
ficticias (como el color azul de la meth supuestamente producida
mediante fenil-2-propanona o P2P en la serie de televisión).
Aunque sea P2P la d-metanfetamina no sale azul.
Aunque en Silk Road la venden azul ya.
Cosas de las modas en las drogas.
No
parece posible que haya un mercado de meth en una población en la
que “los camellos y traficantes” lo hacen para poder comprar
arroz y carbón.
¿Dónde está la ganancia?
El gramo de metanfetamina de alta
calidad, nuestra vendedora de Korea del Norte, lo compra a menos de
20 dólares y lo corta con algo de meth de peor calidad para estirar
la bolsa y sacar algo más, vendiéndolo en porciones más pequeñas
a pocos dólares. No parecen números como para tirar las campanas al
vuelo y, si el gran mercado de esa meth es Korea del Norte, no parece
que pudiera tener mucha prosperidad un mercado local sostenido debido
a las condiciones económicas, a no ser que su consumo no fuera
epidémico: y curiosamente no parece serlo aún.
¿Y qué pasa con la ley? ¿Es que
acaso Korea del Norte tiene permitido producir drogas?
La ley del embudo es la que rige en
dicho país. Por un lado conservan draconianas leyes y castigos que
el 'Líder', una redonda figura de un imberbe niño endiosado, no
duda en aplicar a su antojo incluso a su propia familia más cercana.
Este hijo de puta no está flaco aunque sea Norcoreano.
Hace unas semanas podíamos leer como
había arrojado a su tío a 120 perros hambrientos para que lo
descuartizaran. Pero esta información no es “rumorología”
occidental: lo publicó así el servicio oficial de noticias de dicho
estado. El delito no quedaba claro, porque si fuera por corrupción
no podrían dejar ni un político vivo, pero se aludía a sus maneras
corruptas y occidentalizadas, junto a alusiones al consumo de drogas
y vicios como el juego (otro gusto muy asiático) por parte del
difunto troceado por los canes hambrientos.
La retorcida mente del
'Lider' no tuvo bastante con cargarse de dicha forma a su propio tío sino que, para más burla, nombró en el acto a su viuda 'Encargada de
Asuntos Mortuorios y Funerales' a la que le tocó posar “sonriendo
y con gafas de sol” al lado de su sobrino querido para la foto,
tras haber visto como los 120 perros destrozaban a su pareja de toda
la vida.
Aquí la tía del difunto troceado por 120 perros hambrientos
que pasa a ser la encargada de asuntos funerarios....
Pero qué humor tiene este líder Norcoreano, eh?
No parece que el sistema legal y los
gobernantes en Korea del Norte sean menos peligrosos que los de aquí
o los de USA en el tema de las drogas, pero sí hay que hacer notar
que Pyonyang (la capital) hace décadas que rechazó tratados como
los de drogas o los de no-proliferación de armamento nuclear, en
parte para demostrar que ellos no van al ritmo que el resto y en
parte para hacerse un nicho de negocio lucrativo en el que otros
países no compiten oficialmente.
De cara a al mundo exterior, Korea del
Norte no respeta los tratados sobre drogas, pero tampoco parece que
quieran convertir su depauperado país en un 'crystal palace' para
drogadictos.
Hace unos cuantos años, en los 90 cuando el 'Líder'
era otro familiar de este zampabollos líder actual, los genios de la
administración norcoreana decidieron encontrar una manera de hacerse
un riñoncito con divisa fuerte (dólar, yuan, libra/marco/franco o
euro actualmente) y pocas maneras tan lucrativas de conseguirlo como
el tráfico de drogas y armas.
Las primeras opciones que contemplaron
las mentes que se pusieron con dicho asunto, venían de su propia
tradición cultural. En cuanto a armas, no tenían mucho que aportar
mientras no avanzasen en el desarrollo nuclear en aquel momento,
salvo hacer de suministro de armamento convencional a países en
guerra en zonas inestables como el África negra o los estados con
vinculación con grupos terroristas que usan ese material. En materia
de drogas, las primeras opciones fueron el opio y la metanfetamina.
Sudando rico latex con bien de morfina.
Bendito opio.
El opio en Korea del Norte es tratado
como un bien que surge de una planta. Se permite su cultivo en
pequeñas cantidades y la venta de opio en el país, ya que la
escasez constante de medicamentos hacen más necesario que nunca que
el pueblo tenga acceso a lo que muchos médicos durante siglos
consideraron como el más importante de todos los fármacos.
El
manejo “normalizado” del opio allí es una necesidad común -como
los medicamentos- que poco tiene que ver con el occidental concepto
de drogarse. Pero no son tontos y saben de sobra qué sale del opio:
morfina con la que hacer heroína, una de las eternas reínas del
mercado negro internacional. Esa fue una vía.
La otra la
metanfetamina, que tiene un arraigo cultural distinto en los países
asiáticos por su historia. La metanfetamina fue sintetizada por
reducción de la efedrina, y lo fue antes que la anfetamina común.
Según Escohotado, los kamikazes japoneses de la Segunda Guerra
Mundial volaban hasta estrellarse contra los barcos aliados estando
bañados de metanfetamina, muy al estilo de lo que hacen los
conductores suicidas con los coches en nuestro país, pero con un
objetivo militar.
Kamikaze todo puesto de metanfetamina
dispuesto a volar un barco americano
con su propio cuerpo
embutido en un avión con explosivos:
los inventores del 11-S no fueron talibán.
Que la anfetaminas se han usado en las
tropas (aún se usan en el ejército de USA como las 'Go Pills' o
dextro-anfetamina que le dan a los pilotos de cazas y aviones cuando
deben salir en misión rápida) es conocido, pero en general el
pueblo asiático ha seguido relacionándose con la 'yaba' en buena
medida por la ausencia de otros estimulantes a los que acceder, ya
que la cocaína encarece su precio de forma exponencial con respecto
a la distancia del lugar de producción, y a lo barato de su
producción sintética que no necesita de fuentes naturales.
Asia
tiene una relación con las anfetaminas que no existe en otros
lugares del mundo, aunque su uso deriva en problemas propios de dicha
droga, como el uso de alcohol en otros lugares genera sus propios
problemas con consumidores descontrolados.
¿Y por qué no cannabis como materia
de tráfico en drogas para obtener divisas internacionales?
El cannabis en Korea del Norte es
legal.
Totalmente legal eso del cannabis en Corea del Norte.
Sí: se compra, se vende, se cultiva en tu casita o en tu
campito y lo mezclas con tabaco de liar. Porque al ser un simple
planta, como el opio, no presenta mayores problemas, y además su
trapicheo ayuda a subsistir a las localidades norcoreanas que están
en las zonas fronterizas con otros países que tienen prohibida la
producción de cannabis.
Aparte de eso está el aspecto medicinal del
cannabis que, en la escasez de bienes ya mencionada, se convierte en
un remedio de uso común de primer orden contra diversos males. Un
gobierno inteligente no crea un problema donde no lo hay, y parece
que Korea del Norte demuestra cierta inteligencia práctica al no
hacer cumplir las regulaciones sobre drogas de la ONU a sus
habitantes, al menos en materia de opio y cannabis.
Hay quien dice que se
fuman los porros
con papel de periódico.
¡¡Eso es peor que el ABC!!
Pero en dónde
escondes un kilo de cannabis, escondes 2 o 3 de heroína o de
metanfetamina que tienen un valor increíblemente superior, como se
ha podido comprobar en los incidentes con valijas diplomáticas y
diplomáticos norcoreanos implicados en tráfico de drogas.
Eso hace
al cannabis poco atractivo a los ojos de los gobernantes a la hora de
conseguir dinero, ya que su extensión y uso en el país haría que
regularlo o gravarlo recayera sobre un pueblo que tiene problemas
para sobrevivir en medio del frío y la hambruna.
Para generar drogas como bien de
mercado internacional se erigió la 'Oficina 39' (un departamento al
uso dentro del dinosaurio administrativo secreto norcoreano) que se
encargó de la producción de diversas sustancias para vender a los
grandes narcotraficantes internacionales, y hay cerca de una veintena
de casos en los que Korea del Norte parece estar claramente implicada
en el tráfico de drogas a gran escala. Y no lo hacen mal en cuanto a
química se refiere porque en un caso de hace unos meses, la droga
que se había incautado era una metanfetamina del 99% de pureza y
eso, no se consigue en una bañera sino en instalaciones
consolidadas.
Hay dudas de si son restos antiguos de producción (por
la pureza de la misma) o de si Korea del Norte ha vuelto a entrar de
lleno en la producción de drogas como moneda en el mercado. Cabe la
posibilidad y parece que cada vez más indicios apuntan a que existe
un renovado interés por la producción de bienes vendibles en el
exterior, independientemente de las legislaciones fuera de dicho
estado.
El Líder ya ha dicho
que el no piensa pasar hambre,
que tiene mucho que pensar y está creciendo.
No les fue mal en principio con el
programa de producción: eran buenos, un personal exquisitamente
formado pero no con demasiados medios a su alcance que lograron
producir buenas cantidades de drogas para la venta internacional,
pero la inestabilidad y los cambios sufridos en Korea del Norte en
estos 20 años hicieron del programa oculto algo poco viable.
Las
grandes sumas de dinero sin control efectivo ayudan a corromper a
cualquier sistema y como en otros países controlados por ejércitos,
los generales se convertían en señores de la droga con relaciones
internacionales, lo que es todo un caramelo -y a la vez un peligro
viendo cómo las gasta el 'Líder'- para personajes con poder pero a
la vez dentro de la jaula norcoreana.
Lo cierto es que desde el 2005 la
propia Korea del Norte empezó a ver como se inundaba poco a poco de
metanfetamina el país desde Hamhung que era el principal centro de
producción farmacéutica del país y ese hecho se ha ido extendiendo
por todo el estado saltando a Chongjin después y a Pyonyang
finalmente, hasta hacer de la metanfetamina un bien de consumo común
más allí, que se llega a ofrecer como cortesía a los invitados en
ocasiones, y que no tiene un claro estigma asociado a su uso, que en
dosis apropiadas se entiende como un café potente que resulta
mentalmente estimulante y agradable.
Y dicen que es más rápido
hacer una raya de metanfetamina que un té o café o menos caro que
este último: economía del tiempo y productividad que tiene este
pueblo.
O eso dicen. Lo cierto es que la escasa
información que tenemos sobre Korea del Norte ha de ser tomada
siempre con muchas reservas, ya que es a día de hoy un país-cárcel
bajo una tiranía de corte comunista con ribetes monárquicos en la que no
existen medios que no sean los oficiales.
No existe turismo libre
aunque se ha permitido cierto turismo a ciertas agencias como ejemplo
de apertura, pero siempre son viajes tutelados directamente por la
policía del régimen que no permiten el contacto con los habitantes
y nativos del lugar (más allá de los comités de bienvenida
organizados por “miembros del partido y ciudadanos”) ni la toma
de fotografías para no mostrar la hambruna del pueblo y la pobreza a
la que está sometido.
La persona que reveló parte de esta
información a medios occidentales había sobrevivido gracias al
tráfico de metanfetamina (lo de tráfico suena bien en occidente,
pero no resulta igual allí) para poder comer hasta el año 2009 en
el que lo abandonó porque consiguió huir del país en busca de una
vida mejor. De no haber sido así y de haberse sabido, posiblemente
hubiera sido detenida y ejecutada, o desaparecida en algún campo de
trabajos forzados (como ya había estado previamente) pero no por
vender unos dólares de metanfetamina a su vecina, sino por hablar
con un periodista extranjero.
Al más puro estilo mafioso, cualquier
norcoreano sabe que lo peor que puede hacer es molestar al jefe, y
menos aún darle a los enemigos del pueblo armas para que ataquen a
la libertad norcoreana. La disidencia se paga con la muerte.
Pocas
dudas nos quedaron de eso cuando pudimos ver los funerales de estado
organizados al padre del actual 'Líder' en el que las personas (con
uniforme militar en la inmensa mayoría de los casos) hacían
auténticos esfuerzos para llorar como plañíderas al paso del
convoy que llevaba el fiambre del dictador que les había sometido en
los últimos años mientras el delfín acompañaba al féretro.
Seguramente les iba la vida en ello, en que se viera el dolor del
pueblo ante la pérdida del amado líder: nada importa más que la
buena propaganda para el país más detestado del mundo en los foros
internacionales.
Como en España cuando murió Franco,
pues eso mismo pero en coreano.
Así pues el opio y el cannabis en
Korea del Norte son dos de los pocos productos que podrás adquirir
que hayan sido producidos por el propio vendedor o sus vecinos. Y en
esa oferta de remedios históricamente naturales se ha colado la
sintética metanfetamina como detalle chic y que ayuda a soportar las
jornadas que viven los norcoreanos.
¡¡Ya dormiremos cuando estemos muertos, qué coños!!
Otra versión del "Miedo quién habiendo hospitales??!!"
¿Prefieres un cafelito o un poco de
metanfetamina para despertar bien por la mañana?
Cuestión de gustos
entre distintas drogas. Pero recuerda que en otros momentos y lugares
de la historia, el castigo impuesto a los bebedores de café, era la
pena de muerte.
Symp.
PS: Dedicada esta entrada a @Norcoreano, el líder que ha cambiado la política de drogas a golpe de misil.
El movimiento se demuestra andando y los misiles se demuestran disparando.
— Kim Jong-un (@norcoreano) Mayo 7, 2014