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jueves, 20 de noviembre de 2008

Refinado de sustancias: método de solubles o "al agua fría".

"Es totalmente aceptable, para los católicos,
evitar embarazos recurriendo
a las matemáticas,
pero tienen prohibido recurrir
a la física o la química."


Henry-Louis Mencken



De un tiempo a esta parte, en buena medida gracias a las nuevas tecnologías e internet, uno de los perfiles prototipo del consumidor de sustancias psicoactivas y drogas ilegales ha ido evolucionando en algunos casos.


Sigue habiendo un sector de personas que consumen al "viejo estilo", que viene a ser más o menos poniéndose -nunca mejor dicho- en manos de su proveedor, y esperando que lo que les suministre no sea demasiado malo, y que él sepa tratar el producto adecuadamente, y si es necesario, proporcionar información sobre el mismo a sus clientes.

A medida que se crece en el rango de edad, se aumenta en conocimientos sobre el tema, pero también en viejos tópicos ("hay pastillas de MDMA con heroína", o "la cocaína la adulteran con cristales") que nunca han sido ciertos.

Y hay un nuevo perfil, que abarca a gente de diferentes estratos y edades, que buscan información en fuentes científicas, foros especializados, y experimentan con nuevas formas de acceder a sustancias o de asegurarse la pureza de las que consumen. Un consumidor ilustrado, el drogófilo.

Este refinamiento de sustancias, llega en parte de mano de las ONG de reducción de riesgos y de la información sobre composición y adulterantes que ofrecen a todo el que quiera conocer con cierta exactitud aquello que consume (véase la web de la ONG Energy Control o de AiLaket!), y de la comunicación masiva de datos que se produce a través de la red.

Hoy día, con pocos conocimientos especializados o ninguno como en este caso, es posible refinar ciertas sustancias que por norma siempre suelen llevar adulterantes o excipientes (diluyentes), bien provengan del mercado ilegal o del legal, como es el caso de ciertos fármacos que contienen opiáceos como la codeína o estimulantes como el metilfenidato.

También resulta posible purificar sustancias como la anfetamina del speed, la cocaína que en los últimos meses parece llegar adulterada desde su origen con fenacetina (un compuesto hepatotóxico, que se bio-transformaba en el paracetamol), e incluso el "cristal" o MDMA en polvo o roca.
Todo ello con relativa sencillez, sin necesitar de ningún aparato ni material de laboratorio, y usando datos muy elementales que están al alcance de cualquiera en internet.

El método que voy a explicar -fotografías incluidas- es conocido como el de "solubilidad en agua fría". Si bien en nuestro entorno es poco conocido por el general público, en otros como los USA, es más usado por su sencillez y por la dificultad que sufren para adquirir sustancias relativamente sencillas de obtener aquí.

La base teórica de este método, es que una mezcla de dos o más sustancias, puede ser separada por medios físicos (sin reacciones químicas) si una de ellas es soluble en agua y la otra no (u otras), o si una de ellas es muy soluble en agua fría y la otra es malamente soluble en agua fría.

Aplicando este método y por la razón mencionada, se puede separar cocaína en forma de clorhidrato -muy soluble en agua- de la fenacetina que es casi insoluble, MDMA en roca de los otros compuestos que pueda llevar también debido a la excelente solubilidad que presenta la MDMA en agua, y el metilfenidato que contienen fármacos como el Rubifen, Ritalin o Concerta de sus excipientes.

En este caso concreto, se muestra paso a paso una extracción de metilfenidato de sus pastillas de Rubifen, en la presentación de 20 miligramos por pastilla, y con excipientes muy clásicos como el fosfato cálcico dibásico, celulosa microcristalina, almidón y estereato magnésico.

El metilfenidato es un estimulante de acción similar a la cocaína que presenta una solubilidad mayor de 100 miligramos de su sal por cada mililitro de agua presente.
Eso permite que otros compuestos casi insolubles o mucho menos, como el fosfato cálcico -que es la mayoría de su carga- puedan ser retirados y obtener un producto de una pureza cercana a las 15 veces más alta y casi total.

Este es el proceso, que puede ser aplicado con pocas modificaciones a otras sustancias ya mencionadas.


1º Presentación del producto:


El Rubifen de fabricación española, en su presentación de 20 miligramos de principio activo por pastilla, y un peso de 300 mgs por pastilla, dejando la pureza de la sustancia en un escaso 6'7%.
El resto es casi un yeso que tupe los conductos nasales si se esnifa, ya que no es soluble, creando problemas de respiración y moqueos interminables en sus consumidores por vía nasal.


2º Materiales necesarios:


Como se ve, no es mucho y cuesta menos de un par de euros todo lo necesario.
Agua destilada para hacer la disolución, un bote estéril de análisis de venta en farmacias, y una jeringuilla regulada para medir la cantidad de solvente que utilizamos.



3º Preparación:

En una superficie que sea rígida y no deformable, lo mas limpia posible, colocamos el producto para proceder a su pulverización, con el fin de facilitar su disolución. En este caso se usa un trozo de cristal, el plástico que cubría el bote de análisis, y un mechero para ayudarse a machacar las pastillas, preferiblemente rotas con la mano antes.



Aquí cubiertas con el plástico y ya listas para empezar a ser machacadas con el mechero.




4º Producto listo para trabajar con él:

Polvo. Este es el objetivo, hacerlas polvo para trabajar mejor con ellas.





5º Paso al recipiente de solución:

Se vuelca el polvo triturado de las pastillas al lugar donde serán disueltas.




6º Añadir solvente:

Agua. Siempre midiendo la cantidad, se va añadiendo agua o el solvente que corresponda, en la medida que veamos necesaria para cada cantidad de sustancia en bruto.

En este caso, para 2400 miligramos de sustancia en bruto, y 160 miligramos de la sustancia que nos interesa, se usaron 30 mililitros de agua a temperatura ambiente (unos 15 grados).





7º Disolución:

Una vez añadida el agua, se cierra el bote y se agita enérgicamente varias veces hasta conseguir una mezcla totalmente homogénea. El resultado es algo similar a la leche en polvo disuelta en un agua.

Tras agitarlo unos minutos, se deja reposar.
Los solubles quedarán en el agua, y los excipientes insolubles precipitarán al fondo del bote.
De las dos capas formadas, nos interesa aquella que tenga que la sustancia que intentamos refinar, y en este caso es la fase acuosa.



8º Separación de las fases:

Con la jeringuilla, con o sin aguja -eso depende de la habilidad de cada uno- se extrae del bote abierto y reposado, la fase líquida, y se pasa a depositar sobre una superficie lo más amplia posible y al mismo tiempo con una mínima profundidad, de manera que no rebose.


En este paso es aconsejable, sobre todo si no se tiene cuidado al separar las dos fases, filtrar el liquido que llevará partículas en suspensión no-solubles con un pañuelo de tela limpio, o papeles de filtrar adecuados.
Y por supuesto, eso se hace sin aguja siempre.

En este caso se ha usado un tipo de tejido industrial de limpieza que por su porosidad y consistencia resultaba idóneo.



9º Primer resultado:

Ahí está el líquido con la substancia, la disolución buscada.

Esto es lo que obtenemos tras la parte más complicada -es un decir lo de complicado- del procedimiento. Un líquido que ha de evaporarse y dejar de esa forma solidificados los restos de la sal que queremos obtener.

La razón de usar un plato es que cuanto mayor sea la superficie de contacto de la disolución con el aire, más rápido se evaporará. El otro factor que ayuda a acelerar este proceso es la temperatura.

En este caso, y en contra de lo algunos podían imaginar por comparación con la ketamina y la forma en que se cocina, no he querido evaporar el agua en una sartén con fondo anti-adherente, porque el calor es demasiado intenso, y corría el riesgo de descomponer la sal de metilfenidato (está como clorhidrato de metilfenidato), y porque además, el metilfenidato parece ser un compuesto que tiene tendencia a arder (desconozco si lo hace de forma explosiva o sólo se consume como la cafeína pura cuando se le aplica una llama con suficiente calor).

Si se desea acelerar, lo recomendable es usar el "baño maría", de manera que la temperatura ayude al agua a evaporarse, sin llegar nunca a puntos peligrosos, y siempre con vigilancia durante el proceso.

La otra forma, recomendable cuando no se tiene prisa, es la de dejarlo evaporando en un lugar protegido de las corrientes y de la suciedad, durante el tiempo necesario.

El resto que se ve en el fondo del bote de análisis, donde estaba antes la disolución, es el "yeso" que formaban los excipientes, y responsable de que el metilfenidato no siente tan bien como sería de esperar al tomarlo por la vía nasal.



10º Cosecha:

Tras la evaporación, los cristales adheridos a la superficie.

Aquí se observa la mancha blanquecina que ha quedado en el plato usado para la evaporación del agua. Esta formada por pequeños cristales de clorhidrato de metilfenidato.
Llega la mejor parte... del proceso.



12º Raspado:

Con una cuchilla -recomiendo las de los aparatos de rascar la vitrocerámica, de venta en los bazares, y que cuestan sobre 1 euro con varias cuchillas- se raspa cuidadosamente la superficie, de forma sistemática, hasta que se deja limpia de adherencias toda la superficie manchada del plato.


Se junta en el centro todo lo que va saliendo del proceso et voilá.... preciosos cristales blancos y brillantes.



13º Estimación y cálculo de dosis:

En este momento hay que recordar que trabajamos ya con una sustancia purificada, y por lo tanto mucho más potente en relación a la cantidad.

En este ejemplo se usaron 8 pastillas de 20 miligramos de metilfenidato, con lo que "como mucho" habremos obtenido 160 miligramos (aunque el rendimiento de los procesos casi nunca es del 100%).

Así que como regla de ojo, si no disponemos de báscula, lo mejor es calcular su potencia como si fuera la sustancia totalmente pura en la cantidad marcada por el calculo matemático de los miligramos iniciales.

Tras juntarla toda, se procede a picarla con la propia cuchilla, de manera que los cristales que se hayan formado, queden reducidos al mínimo, y no puedan provocar cortes cuando se usen por la vía nasal (por via oral todo este trabajo sería innecesario).

Estimación y tanteo.
Una vez agrupada toda, se procede a hacer dos mitades lo más iguales posibles, y se repite sucesivamente para llegar a calcular (siempre de más) una cantidad segura para una primera prueba.


En este caso, al partir de 160 miligramos de principio activo, se dividió en dos mitades de 80 miligramos, y se volvió a dividir en dos mitades de 40 miligramos (una de ellas), y finalmente se dividió en 3 partes iguales, de manera que cada una tendría cerca de 13 miligramos.

Cada una de esas partes de 13 miligramos se dividieron en 2 partes, que se picaron de nuevo y se dibujaron como líneas.

De esta forma, el máximo que podría haber en una de esas lineas de metilfenidato, serían unos 7 miligramos -y probablemente, debido a la perdida de parte en el proceso, no llegarían a 5- y esa dosis, para esta sustancia es activa pero no peligrosa (o no especialmente peligrosa).

¿Qué queda por hacer? ;)





La linea que se encuentra entre la moneda de 1 euro y la "mina de grafito" sacada de un lápiz, nos permite hacernos una idea estimativa de su tamaño y grosor.
Eso serían sus 7 miligramos de metilfenidato.

Y la prueba del pudding, fue un éxito. La sustancia había pasado todo el proceso sin problema, y al ser usada, no presentaba los problemas que presentaba la preparación farmacéutica y podía ser consumida sin miedo a esos tapones que no hay forma de quitar con un material tan poco agradable como el yeso de las escayolas.

El efecto en este caso, cambió considerablemente.
Limpio, rápido, inmediato. La duración e intensidad aumentó en un 30% al menos, y su sensación en la nariz, al no contener productos abrasivos y ser una sustancia de fácil solubilidad, fue la de algo que te dejaba notar su sabor sin picor (y como baja por la garganta).

Tras esa pequeña dosis de prueba, que sería equivalente a unos 5 miligramos de producto, se repitió a los 15 minutos con otra dosis ligeramente más pequeña, quedando en total consumido algo por debajo de los 10 miligramos nasales.

Tras 3 horas y media de estimulación sostenida (a pesar de la falta de descanso que a día de hoy sufre quien escribe esto), no hay aún sensación de bajada y tampoco ganas de repetir con otra dosis.
Algún momento de cómoda y tranquila euforia sin exaltaciones y mucha capacidad para trabajos que requieran concentración y aislamiento.

Muy similar en todo a la cocaína, sobre todo en su manera de producir la estimulación, aunque ligeramente menos eufórico, es fácil entender porqué en los USA han puesto al metilfenidato en la lista II, al lado de otros narcóticos de larga tradición.

Y de la misma forma, resulta bastante difícil entender como el 75% de los usuarios de esta droga son niños, mientras se prohibe y se condena que un adulto pueda usar ocasionalmente cocaína o anfetamina para estimularse, mantenerse despierto, centrarse en tareas que exijan un esfuerzo o por puro placer.

¿Sabemos a que nos estamos enfrentando mientras cebamos a una y otra generación de niños -los varones 4 veces más que las féminas... ¿es algo cultural esta "enfermedad"?- con un inhibidor de la recaptación de la dopamina?

¿Podemos creer que realmente estos niños y jóvenes, terminaran sus vidas y sus tratamientos sin haber sufrido cambios de caracter, personalidad y estilo de vida debido a una medicación, cuya mejor virtud es la de poder tener alumnos atentos en clase y niños menos revoltosos y más estables en el hogar?

Me cuesta mucho tragarlo.


Espero que el método, simple y sencillo al máximo, sin necesidad de ningún material que sea peligroso en forma alguna, sea aplicado no sólo para esta sustancia, sino que también se comience a usar para otras con mayor toxicidad (el mencionado combo de cocaína y fenacetina) y se asuma por parte de los consumidores más aventajados -y de los que les rodeen- como un paso más en las estrategias de reducción de riesgos y gestión de placeres en el consumo de drogas, que todo usuario que tenga interés por su salud, debería aplicar siempre.
Symposion.

viernes, 1 de febrero de 2008

Un nuevo research chemical: la MDPV o MDPK


Desde hace unos días vengo leyendo sobre una curiosa sustancia, que ha entrado en el mercado legal de los research chemicals, la MDPV que también es llamada en algún sitio MDPK.

Y parece algo que puede ser realmente interesante, y en la misma medida, puede ser peligroso.

Su nombre completo es Metilenodioxipirovalerona, y al menos hace 40 años que ya fue sintetizado y estudiadas sus propiedades como estimulante. No parece que lo fuera de forma extensiva, aunque dentro de su familia química resultó ser la más potente y la menos tóxica o con menos efectos secundarios.

No la había visto antes en el mercado legal, al menos con ese nombre, y parece que empieza a tener una demanda creciente. Eso tiene varias razones posibles.

La primera y más evidente es parte de su estructura química, que contiene el grupo metilenodioxi pegado a un anillo de benzeno, y eso da pie a todo tipo de especulaciones pseudo-químicas sobre sus efectos, al compararlo inevitablemente con la prohibida MDMA.

La siguiente, es que la poca información que hay sobre esta nueva sustancia, parece indicar que tiene interesantes efectos estimulantes, similares para algunos a la cocaína, y no es extraño ya que actúa bloqueando la recaptación de la dopamina y la noradrenalina -es decir, de forma muy parecida a la que actúa la cocaína- al menos hasta donde se conoce su mecanismo de acción, siempre recordando que es una sustancia experimental. Además, estructuralmente, no le falta parecido con esta vieja sustancia. Otros la comparan con el metilfenidato o Ritalín.

Y la última, es que parece ser una sustancia bastante adictiva y que genera rápida tolerancia. Los informes que hay sobre su consumo apuntan a reacciones muy diferentes según sus consumidores, con efectos que parecen variar entre las 3 y las 5 horas, o con otros que se van redosificando cada cierto tiempo en dosis que son muy distantes entre sí: algunos tomando de 3 en 3 miligramos, y otros redosificándose cada poco con dosis de 15 mgs y 10 mgs, hasta haber consumido en 5 o 6 horas, 80 miligramos de esta sustancia, y además por una vía más potente que la oral como es la de esnifarlo.

Para rematar la publicidad que puede estar recibiendo este compuesto y que puede que se haga conocido en menos tiempo que otros, es que hay quienes aseguran que produce sensaciones de excitación sexual y afectiva (tipo empatógeno) como la MDMA, y a la vez la estimulación de una metanfetamina.
Eso lo convertiría en una especie de afrodisíaco de nueva creación y un rápido best-seller.

Si las drogas siempre venden, el sexo aún más.
Y si a una viagra le añadimos semejante compuesto, si eso que aparece como información en la wikipedia fuera cierto, tendríamos el deseo, los momentos de ternura y comunicación afectiva, el estímulo general asegurado y una erección de piedra. Una bomba sexual.

Posiblemente esta última parte del tema sexual y afrodisíaco puede que sea sólo en parte algo cierta para algunas personas, como para otras lo es la 5-MeO-DiPT, o la 2C-B, pero desde luego no parecer ser algo que se pueda generalizar. Y contando tan sólo con 4 reportes en Erowid, no se puede saber hasta que punto alguno o más de uno pueda ser un interesado vendedor haciendo publicidad.

El precio de la MDPV es ahora mismo realmente bajo. Se puede conseguir por 35 euros 1 gramo de la misma, comprando 10. Y como hemos dicho sus dosis están muy por debajo de lo que es habitual para los compuestos de la familia de las MD.

Todo eso hace que, a mi entender, sea una sustancia que puede tener bastante interés, desde por razones de su estructura química, por sus efectos. Pero también que puede irrumpir en el mercado, aprovechando que es legal, simulando ser cocaína, metanfetamina, MDMA, o lo que el vendedor sin escrúpulos quiera hacer creer a su comprador que es.

Y como siempre, al tomar un RC, se está siendo un conejillo de indias, y como mínimo se ha de tomar en condiciones de seguridad y conocimiento de la sustancia y cantidad de la misma. Eso no ocurriría si fuera usada para suplantar a alguna de las ya prohibidas, y que tienen una demanda asegurada.

Aunque tal vez, dentro de 30 años, se conozca ampliamente, y se haya mostrado generosamente inocua (que lo dudo), y esto sea sólo exceso de precaución. Pero mejor quedarse corto de dosis y largo de cuidado, que viceversa.

Hay otra cosa que creo que es importante comentar.
También tiene que ver con otro RC, el Bromo-DragonFly, que es una anfetamina enteógena de muy alta potencia y larguísima duración, y algo errática en su respuesta según personas.
Si hasta ahora, y debido al cuidado que había que tener al manejarla, no se le vendía a cualquiera en todos los sitios, ahora hay proveedores que han comenzado a venderla sobre secantes o blotters, con una dosis de 500 microgramos. Y esto, para una sustancia de larga duración, aún no del todo conocida, y que sus dosis se suponen entre los 200 y los 800 microgramos, es una muy generosa cantidad.

Ponerlo tan fácil puede venir bien para quien la quiera usar sin tener que disponer de material de precisión, pero también la puede servir en bandeja para impresentables con ganas de timar a otros, con el riesgo de la salud ajena.

Ante todo, mucha calma -decía Siniestro Total- y de paso, ante todo, mucho ojo.
Más vale prevenir que curar, y más cuando no siempre hay una cura -y siempre "curas"- para un mal final.

Quede esta entrada como noticia, pero también como aviso. Cada vez, los consumidores de sustancias, tienen más y más motivos para analizar cualquier cosa antes de consumirla.

Symposion.



sábado, 12 de enero de 2008

Droguemos a los ciudadanos desde niños. Larga vida al metilfenidato.

Estaba leyendo un blog que me parece interesante, http://drogohezi.blogspot.com/
y que en su último post trataba de forma inteligente y bien informada de la problemática que esta suponiendo el uso del metilfenidato - Ritalín (y otros) en niños.
Me he puesto a escribir un comentario sobre el tema, que hacía tiempo quería tocar, pero incluyéndolo en una entrada pendiente sobre las empresas farmacéuticas, y me he dado cuenta de que sería una buena entrada para esta página.

No sólo buena, sino MUY NECESARIA para aquellos padres que buscan información sobre la "recomendación" que muchos colegios hacen de que den ciertos fármacos a sus hijos, profesores que presionan, o incluso (y conozco directamente el tema) colegios privados concertados que se niegan a matricular a un niño para el curso siguiente si los padres no aceptan darle cierto tratamiento farmacológico que básicamente sirve para facilitarle la vida a algunos desalmados, inútiles, ignorantes y cómodos fulanos y fulanas, que por desgracia tienen el título de maestro, y ejercen como tal (al menos eso creen los padres).

Este tipo de gentuza no son, ni mucho menos, todos/as los maestros/as, pero cada vez parece que es más sencillo encontrar varios de esta clase: los que no saben QUÉ es un niño.

El problema de la medicación innecesaria a los menores de edad está adquiriendo proporciones colosales. Antidepresivos, benzodiacepinas, neurolépticos, y ahora anfetaminas camufladas como el metilfenidato, más conocido como Ritalín.

En nuestro país comienzan a oírse algunas primeras voces en los colectivos de padres que tiene capacidad de pensamiento crítico, y se oponen a esa facilidad con la que quieren algunos meter psicofármacos a niños de 7 años.

No se puede generalizar, pero muchos de los maestros y profesores han descubierto que un niño activo, no nervioso sino juguetón (de los que molestan), con una dosis de anfetamina modificada como es el ritalin, cuyo mecanismo de funcionamiento es tremendamente parecido al de la cocaína, resulta convertirse en un niño feliz, quieto y atento.

Y adicto. Como con casi cualquiera de las drogas psicoactivas recetadas legalmente.

Se pone el grito en el cielo cuando se habla del uso de cocaína o anfetamina por parte de adultos libres con pleno derecho y capacidad, y de lo peligroso que resulta interferir en su sistema dopaminérgico (sobre el que principalmente actúan estas drogas).


Es la famosa teoría del secuestro del sistema de recompensa, mediado por la dopamina (entre otros neurotransmisores).

Se habla de como incluso una década después se pueden distinguir las reacciones de dos cerebros, uno que haya sido consumidor y otro que no, por las técnicas de imagen actuales.
¡Lo cual es cierto! Y sin embargo ahí están dándoselo a cerebros que están sin formar aún.

Muchos maestros, con la PATÉTICA Y VERGONZOSA formación que tienen, no les importa hablar con los padres, elaborar un informe con el equipo psicopedagógico de zona o del centro, y si dan con médico de cabecera poco interesado o muy saturado, tendrá sin problema su dosis diaria de cocaína en versión tragable.

Además tendrían que saber que este tratamiento, no cura el supuesto trastorno. Simplemente "parchea" algunos de sus síntomas.

Y eso sólo en el caso de que se recete a un niño que realmente lo tiene (dicho trastorno).
Pero el mercado manda, la comodidad también, y la incultura farmacológica reina, ante unos padres que no dudan en darle al niño todo aquello que un tío con bata blanca diga.

En USA no solo se utiliza el ritalin para este trastorno, sino también la anfetamina, de nombre adderall, que es una mezcla de dextroanfetamina (su isómero más activo) y anfetamina racémica. Una anfetamina potenciada en si misma, por así decirlo, pero anfetamina pura y sin "camuflar".

Allí hace tiempo que son muchas las organizaciones de padres que se han negado en redondo a dar a sus hijos lo que los colegios solicitaban, que como dije iba desde anfetas a neurolépticos.

Es decir, la infancia se mide con parámetros de adultos.
¿Un niño revoltoso, juguetón, travieso?
Hiperactivo. Eso si no le cuelgan el cartel de "niño problemático".

No es un niño sano, es un niño con trastorno.
¿De qué? ¿Trastorno de juventud? ¿Trastorno de infancia?

Yo me pasaría las noches sin dormir si mi hijo, fuera un niño quieto, calmado, que no me diera nunca guerra, que nunca hiciera nada movido por su curiosidad, que no se saltase ninguna norma... en definitiva, que no pareciera un niño.

Esto ocurre ahora con el ritalin, pero ocurrirá en el futuro con otros fármacos.
Por un lado, las empresas queriendo vender y presionando, y en otro los maestros que no tienen sueldos ni reconocimiento social, y no quieren líos en clase, además de ser la escoria de la formación universitaria.
Y niños cada vez menos educados en lo esencial por parte de quien debe hacerlo: sus padres y familiares.

La bomba está lista, señores.

Nos preocupamos desmesuradamente -con razón también- de qué médico pediatra atiende a nuestro hijo, pero nos importa un huevo que profesor o profesores le están educando, y pasando con él o ella más horas al día que sus padres.

De seguir así la cosa, los maestros querrán a una clase de obedientes robots por el milagro del efecto paradójico de los estimulantes, que convierten a casi cualquier chiquillo en personas anormalmente tranquilas, atentas y no molestas para el conjunto.
Los padres contentos de que sus hijos sean "buenos estudiantes" aunque no sean niños.

Y las farmacéuticas aplaudiendo mientras se les caen los billetes de sus ganancias entre los dedos.


De momento los resultados de un sistema socio-educativo que no da reconocimiento a los educadores, un salario acorde con la ENORME RESPONSABILIDAD que conlleva su trabajo, y con una planificación que se ha olvidado de lo que es la educación y se ha diseñado observando sólo aspectos teóricos de lo que sería el supuesto desarrollo psicológico de un joven libre en una situación ideal e inexistente, deseoso de aprender, y con ganas de recibir más y más formación sobre las áreas que fueran de su preferencia. Y poniendo al educador al mismo nivel que el educando.

El resultado de ese tipo de educación, que se diseñó sin atender a los profesionales de la enseñanza con décadas de experiencia, vocación, y con errores también porque nadie es perfecto, lo estamos viendo día a día. Vale con escuchar hablar a chicos de 14, 16, 18 o 20 años, verles escribir, o comprobar su capacidad de lectura y comprensión, para llevarse en la mayoría de los casos, las manos a la cabeza. Eso en este país.

Pero podemos ir tomando nota de los resultados de la educación de modelo USA (con bien de anfetaminas para los niños) en uno de los últimos informes mundiales:

- Un tercio de los adultos jóvenes en USA no sabe indicar hacia dónde está el Noroeste.

- Menos del 40% de los estudiantes mayores de secundaria saben leer correctamente.

- En Misisipi se hizo una prueba estándar estatal que reveló que sólo un 18% de los alumnos era capaz de leer correctamente, así que hicieron un examen especial de nuevo para Misisipi, con el nuevo resultado que indicaba que el 89% leían correctamente (así seguían obteniendo fondos federales).

- Una quinta parte de los usanos no saben localizar su propio país en el mapa.

- La mitad de los estudiantes no eran capaces de situar la ciudad de New York en el mapa.

- Incluso después del Katrina, un tercio de los estudiantes no eran capaces de señalar el estado de Louisiana.

- Sólo el 29% de los usanos sabe decir cuál es el océano Pacífico.

- El 58% no sabe donde está Japón.

- El 69% no sabe donde está Inglaterra.

- Los estudiantes usanos sacaron una nota inferior en conocimientos matemáticos a los de Francia, Alemania, España, Inglaterra, Italia, Japón, y Canadá.

- El resultado de la comparación entre países, situó a los USA sólo por delante de los estudiantes mexicanos en conocimientos.

Esos son los resultados de un país que generosamente decreta trastornos, síndromes, enfermedades creadas por marketing y tiene una educación íntimamente ligada a la farmacología.
Y ya es jodido que estén peor de lo que andamos aquí... no comprendo como lo han logrado, porque es algo cada vez más difícil.

El que crea que no necesita un mínimo de cultura farmacológica, médica, y pedagógica si además tiene hijos, que despierte ya!!!

O será tarde cuando se den cuenta de en qué han convertido a sus cachorros.

¿Y aún así siguen estas mismas organizaciones y empresas atreviéndose a hablar de los peligros a largo plazo del consumo de cantidades moderadas y ocasionales -o excepcionales- de MDMA?

Con razón los políticos, de uno y otro lado, no tienen el menor interés en educar sobre fármacos y drogas, ni a los padres ni a los alumnos.

Podrían comenzar a tomar decisiones por si mismos... ¿Cómo van a arriesgarse a algo así?


P.S: Casi se me olvida... aunque con retraso (del 11 de Enero)...

¡¡¡Felices 102 años, Mr. Albert Hofmann!!!
Y un millón de gracias... de todo corazón.


domingo, 25 de febrero de 2007

Vacunándonos contra la cocaína y otros placeres

Estos días de ausencia -disculpad que se alargaran más de lo previsto- han sido una fuente generosa de noticias sobre drogas en los medios de comunicación. Han habido dos noticias que me han parecido especialmente interesantes, una fue la de la captura de un grupo de chavales que vendían drogas y en concreto tenían en su poder un kilo y medio de MDMA casi puro (creo que al 98%), y la otra que pasó algo más desapercibida, fue la de que se va a empezar en España a probar una "vacuna" contra la cocaína.

Aunque creo que la MDMA es una sustancia irrepetible y con unas virtudes inigualables, voy a comentar el tema de la vacuna contra la cocaína, por las implicaciones morales, biológicas, y el uso que de algo así se puede hacer.

Encontrar la noticia no resulta difícil, si alguien la quiere leer, le vale con mirar en google escribiendo cocaína, vacuna y España. La encontrará en varios medios.

Antes de entrar de lleno en el tema, quería transcribir unas ideas que dio Escohotado en el programa "Carta Blanca" que dirigió él mismo. Sus palabras, además de ser buena fuente de inspiración, enlazan bien con este tema por varias razones: porque hablan de educación y es el punto que FAD y FAC tienen en común, porque hablan de nicotina, y porque de no haber sido Escohotado víctima de una extraña maniobra en la que le encarcelaron con relación a un tema de cocaína, tal vez nunca hubiéramos podido disfrutar de su "Historia General de las Drogas", que comenzó y desarrolló estando en prisión.

Aquí están sus palabras:

"Si se fijan ustedes, la guerra a las drogas, que ha durado unos 80 años, se ha terminado.
Es un poco vano decir que, ante la cantidad de usuarios, la cantidad de drogas que hay, seguimos teniendo una guerra contra ellas.
Lo que tenemos ahora es un fenómeno de auto-organización, de adaptarnos a una situación nueva. Y la mejor forma de adaptarse a una situación nueva, es con conocimiento y amor propio.

Toda prevención que queramos enseñar a nuestros hijos, sera ineficaz si no es una prevención calculada para el uso en vez de para la abstemia. Por la misma razón no podemos conceder permiso de conducir una avioneta o un coche, más que sabiendo conducir la avioneta o el coche.

Punto final. Vayamos pensando en un partido de tabacófilos que reclame un tercio de los espacios, ya que somos un tercio de la población. Pienso en un esquema como el que ha puesto en marcha Boadella y otros sensatos catalanes, y por supuesto sostenido en caso de que no se le escuchará, por la desobediencia civil."

A mi me da gusto ver como el profesor, a pesar de su edad y de que ahora es denostado por algunos sectores de la izquierda de este país a los que ha criticado con sobrada razón, aún es capaz de hacer llamadas a las desobediencia civil, cosa que hace mucho que no oigo en boca de nadie. Entiendo y agradezco el cambio en las ideas de Escohotado, que ha pasado de un eje de izquierdas/derechas a uno mucho más necesario de libertad/autoridad.

Se puede ver el manifiesto en este vídeo, al final del mismo.

Voy a saltarme lo que serían unas explicaciones básicas sobre la cocaína en si, su historia y su prohibición en los USA y luego exportada mundialmente. Esa prohibición que alegaba que la cocaína incitaba a los negros a violar mujeres blancas.

Creo que basta con saber que la cocaína es una sustancia de origen vegetal, de fácil producción, y que es un estimulante del sistema nervioso central, y que sus efectos psicológicos están mediados por la dopamina, que sería el neurotransmisor encargado de hacernos sentir placer.

Su precio de elaboración en los países productores, es inferior a 50 céntimos de euro por gramo, a pesar de las restricciones a lo necesario para el proceso, y que cuando llega al consumidor, habiendo perdido calidad en diferentes grados en cada paso que ha dado, cuesta unos 60 euros el gramo, gracias a la guerra contra las drogas.
Sin embargo, el precio de esta sustancia no ha variado en los últimos 30 años, lo cual es equivalente a que al no haber sufrido inflación, su precio ha descendido. Y su pureza, ha aumentado notablemente.

El mayor consumidor del mundo son los USA, y el mayor consumidor de Europa, parece ser nuestro país, que es a su vez la puerta de entrada de la cocaína hacia el resto de países del continente. Según el PNSD, las tasas de consumo aquí, doblan las europeas, y la edad de inicio del consumo está en torno a los 14 años (y descendiendo).

Ciertamente, la cocaína es una sustancia que produce placer, y como tal o como cualquier comportamiento que lo produzca, es adictivo, al menos a nivel psicológico. Los consumidores siempre han dicho de ella, que es una sustancia "muy golosa", y que es poco propensa a ser usada con moderación. Los mayores problemas asociados a su consumo inmoderado son la ansiedad y los accidentes cardio-vasculares y cerebro-vasculares, por la estimulación cardíaca y la vasoconstricción que produce.

Conociendo sus efectos, y mezclando eso con personalidades propensas a la desmedida, no resulta complicado imaginar personas totalmente entregadas al consumo de cocaína, aunque en su mecanismo de acción no haya un sistema de adicción físico por el cual la abstinencia desencadena un síndrome. Muchos son los famosos (o no) con suficiente dinero que mantienen su consumo sin demasiado problema, y otros a los que les llega a causar daños no deseados.
Desde luego, al que no tiene dinero para hacer frente a ese hábito y se acaba enganchando a él, y dejando a un lado su dignidad, podremos verle en penosas situaciones personales, jurídicas, policiales, familiares.

Hace muchos años, una médico profesora de farmacología, que tenía una relación muy directa con las esferas más altas de los organismos prohibicionistas a nivel mundial, me comentaba que sabían que habían perdido la guerra contra las drogas, pero que si médicamente no se despenalizaban todas las sustancias, era porque no tenían fármacos agonistas (que hacen un efecto parecido) que pudieran sustituir a la cocaína, como podría ser la metadona en el caso de la heroína.
No creo que sea la única razón, pero puede que sea una de ellas, aunque creo que hay fármacos similares que bien podrían usarse. Según ella, esa frase la había dicho en su presencia el entonces presidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, organismo dependiente de la ONU.

Aún sabiendo todo eso, siguen apostando por una política que solo causa daños a los consumidores y beneficios a narcotraficantes y autoridades que hacen la vista gorda.

Vamos con el tema de la vacuna contra la cocaína.
Para empezar habría que decir que siendo honestos, ese fármaco no es una vacuna.
Una vacuna introduce en nuestro organismo virus o bacterias, muertos o muy debilitados, de manera que nuestro sistema inmunológico reconoce la envoltura hecha a base de proteínas de estos patógenos, creando una respuesta a medida para ellos.
De esta forma, cuando el virus o la bacteria nos ataca, nuestro cuerpo ya tiene la información necesaria para saber como ha de luchar contra ese invasor, y lo hace antes de que la infección pueda asentarse en nuestro cuerpo.

¿Por qué no es una vacuna?
Las proteínas son largas cadenas hechas de aminoácidos, moléculas muy grandes, a veces más grandes que un campo de fútbol con respecto a un balón, y con una compleja estructura.
Sin embargo, la cocaína y la mayoría de las drogas, son moléculas muy simples que en ningún caso son detectadas por nuestro sistema inmunológico.
No se puede hacer una vacuna contra la cocaína, ni contra ninguna otra droga prohibida, mientras no prohíban algún péptido o alguna cadena de aminoacidos lo suficientemente grande.

¿Qué vende esta empresa entonces?
Quiere vender una trampa a largo plazo. El producto que ellos han desarrollado es una variación recombinada de una toxina del cólera, en la que se incluye un espacio donde se inserta una molécula similar a la de la cocaína. El cuerpo reacciona ante esta toxina y crea anticuerpos.
Esos anticuerpos que desde entonces estarán por un tiempo variable en la sangre, debido a su forma y a sus propiedades -generadas en base a la toxina- se supone que atraparán las moléculas de cocaína y las romperán en dos subproductos no activos.

Pero ni el efecto dura para siempre, ni es suficiente para bloquear más y más cantidad de cocaína que el sujeto se administre. Seguramente le hará menos efecto, y eso genere un mayor consumo. Además, el efecto estimulante y placentero, en caso de no poderse conseguir con la cocaína, podrá obtenerse con otras sustancias que también actúen sobre la dopamina y su liberación, como la metanfetamina, la anfetamina, o incluso el metilfenidato que se le da a los niños hiperactivos.

Ademas de eso, habrá que ver en las pruebas con humanos, a cuantas sustancias "reconocen" esos anticuerpos de nueva creación, que podrán ser del propio cuerpo o venir de fuera, y evitar su funcionamiento o generar reacciones aun en estudio. No hay que descartar que los propios anticuerpos "creados" por la introducción de un antígeno puedan crear alergia o incluso shocks anafilácticos a consumidores "vacunados" que tomen la sustancia.

Jonathan Ott, el increíble químico, etnobotánico, escritor e investigador apadrinado hace décadas por personas como Hofmann habla de estas posibilidades en cuanto a una supuesta vacuna contra la cocaína con el método con el que se ha realizado.

En su libro "Pharmacophilia" cuenta también un experimento realizado con inyecciones intravenosas de nicotina, en el que los sujetos, sin saber, que sustancia se les había inyectado la confundían con cocaína o anfetamina!!
Eso me hizo mirar más detenidamente la pagina de la empresa productora de la "vacuna" por si existiera la posibilidad de que ese mismo fármaco sirviera para bloquear la acción de la nicotina aunque no funciona sobre el mismo tipo de receptores (en principio).

Y ellos ya habían llegado a ese punto: ya tienen una vacuna contra la nicotina creada, de nombre TA-NIC. Aquí se puede ver su página sobre esa vacuna.
La de la cocaína se llama TA-CD y esta otra es su página.
Queda fuera de consideración algo que todavía sólo parece atenderse adecuadamente en ámbitos de experimentación, que es el tema de los polimorfismos genéticos y sus consecuencias. Se han creado razas de ratones inmunes a la acción de diferentes drogas, ratones extremadamente susceptibles al dolor, o ratones que preferían una u otra droga.
Esto, que es de muchísima importancia a la hora de desvelar misterios genéticos, activaciones de genes, moléculas y mecanismos por los cuales a veces un gen despierta y otro gemelo no lo hace, es extrapolable a humanos.

Son conocidas algunas deficiencias enzimáticas de algunas razas orientales, por las que no pueden procesar bien el alcohol, o como algunos de raza caucásica no son capaces de usar un determinado citocromo que es necesario para la conversión de codeína en morfina, y otros fármacos de todo tipo. También se ha observado que algunos afroamericanos son rápidos metabolizadores de la cocaína en su cerebro, frente a otros que no funcionan de igual forma.

Esas diferencias individuales, ya no a nivel de raza, sino de persona, hacen de nosotros una compleja máquina para entender. No somos ciencia exacta.
La preferencia de algunos por el alcohol, frente a la de otros por la cocaína, o el rechazo de algunos a la heroína, hace que tengamos las mismas susceptibilidades a la hora de plantear terapias para casi cualquier cosa.

¿No hay dinero para ese tipo de investigaciones?
¿Habrán de pasar 300 o más años hasta que las terapias se modulen de acuerdo con nuestro genoma y sus características, y qué esto se haga con un simple análisis de sangre?
No será de extrañar, si la preferencia son los gastos en armamento, cárceles y en guerras perdidas de antemano.

Para quien tenga mas interés en saber sobre las diferencias y los polimorfismos humanos en relación a diferentes drogas y fármacos, le recomiendo el libro ya mencionado de J.Ott que dedica una tercera parte del mismo a ese importantísimo tema.

Hay toda una serie de implicaciones morales sobre el uso que se le puede dar a un fármaco así.
Sólo veo que pueda ser correcto su uso cuando una persona, libre de coacción, decida que quiere esa ayuda para poder sortear mejor los peligros que una adicción adquirida le pueden plantear tras la decisión de abandonar el hábito.
En nuestro país el consumo de drogas no constituye ningún delito per se, aunque se castigue de otras formas la simple tenencia para consumo propio.
Pero en un país como los USA, en que el consumo es delito y suficiente razón para revocar la libertad condicional de un preso que haya accedido a ese grado penitenciario, me produce escalofríos.
También cuando hay sistemas judiciales que, en un cuestionable acto, cambian penas de prisión por tratamientos de desintoxicación, podemos encontrar a gente que tenga que elegir entre tomar dicho fármaco o ingresar en la cárcel. Y como en otros "inteligentes" movimientos en la guerra contra las drogas, podemos acabar viendo a una multitud de desgraciados que se ven forzados a sustituir la cocaína que consumían por otros liberadores de dopamina, como la metanfetamina, que es increíblemente más dañina física y psicológicamente, y hace tiempo que se considera una epidemia en los USA.
Un gesto tan humano como el negar la venta de jeringuillas sin receta, para dificultar el consumo (aséptico e higiénico) de drogas por vía intravenosa.

Y una última curiosidad sobre la empresa que va a vender la "vacuna" contra la cocaína.
Sus estudios previos y los posteriores de desarrollo del fármaco, han sido financiados por el NIDA, o Instituto Nacional para el Abuso de las Drogas... de los USA.
El mismo organismo gubernamental contra el que ha tenido que luchar una asociación para el uso terapéutico de los psiquedélicos, que había conseguido una autorización de la FDA usana para comenzar estudios con cannabis y enfermos de diversos tipos de dolencias.
El NIDA se negó a proporcionarles cannabis de calidad, necesario para los estudios aprobados, y eso ha costado dinero y años, para que finalmente un juez con suficiente poder autorice a MAPS, que así se llama la asociación, a poder cultivar cannabis de calidad para esos estudios si el gobierno no se lo entrega.

Para quien quiera entretenerse leyendo lo absurdo que puede ser el comportamiento de un gobierno que amenaza a los médicos que prescriben cannabis a pacientes con cáncer en fase de quimioterapia, puede ver los archivos de la organización MAPS en este link.