sábado, 11 de febrero de 2017

Drogoteca cumple hoy 10 años publicando información -veraz- sobre drogas en castellano.

No podía imaginar -cuando hace una década me ponía frente a una conexión de Internet y una pantalla en blanco, para iniciar lo que sería este blog- que fuera a sentarme 10 años después para hacer una breve revisión del asunto. Y aquí estoy, mira, flanqueado por una taza de té con menta -correctamente preparada- y un canutito de mi cultivo (autocultivo, que aunque no me gusta nada el término, sí me gusta el concepto) de Green Poison de estos meses, me arranco con mi "petayuno" del sábado. 




Yo, hace 10 años, era un chaval muy interesado en las drogas y que, por suerte, tenía una buen formación en ciencias. Eso junto con las lecturas adecuadas y el análisis reposado de lo leído, experimentando a la vez con la mayoría de las sustancias que he encontrado en mi camino (creo que salvo cannabinoides sintéticos, he tomado -generosamente- todo tipo de drogas) hizo que acumulara información que podía ser útil para otros, y que me resultase interesante señalar los "puntos negros" que yo me he ido encontrando en mi relación con las drogas y compartirlo con otros usuarios e interesados. Esas experiencias, reflexiones y análisis sobre lo que el complejo concepto de "las drogas" y sus concretos agentes químicos -las sustancias reales- son lo que han ido conformando el grueso de este blog.

Creo que hay 162 textos largos publicados (de momento) en estos 10 años, con un ritmo que ha sido variable pero que ha cubierto satisfactoriamente los tiempos, incluyendo los imprevistos y avatares que le suceden a cualquier vida a lo largo de una década en su juventud adulta. Muchas personas me preguntan por qué hay tan pocos textos en algunos años y eso básicamente responde a que muchos de los textos escritos en esos años, fueron recogidos posteriormente y elaborados de nuevo (normalmente para ser publicados). Así que si recuerdas un texto o una información sobre drogas (u otro tema) que leíste aquí, es fácil que la encuentres buscando por etiquetas con lo que serían sus palabras clave, aunque haya quedado cambiada de fecha. También -en otros casos- he retirado textos porque respondían a una cuestión puntual -temporal- que había quedado ya obsoleta (perdiendo el sentido de quedar publicados, y aumentando el nivel de ruido/información) o que -a mi juicio y criterio, que es el que aquí rige dado que es mi jardín- no tenían suficiente calidad para quedar publicados en este lugar.

Otra de las cosas que se siguen manteniendo en este lugar de información que es la Drogoteca, es la ausencia total de publicidad de cualquier tipo (directa o encubierta) porque por un lado no es necesaria para mantener esta pagina activa, ya que la mantiene Blogger (Blogspot - Gmail) y por otro lado porque tener publicidad siempre te hace perder una cierta independencia, cuando es acordada, y lleva a cosas peores cuando se deja en manos de bots y anunciantes contratados por terceros como es el caso de Google Ads. 

Esto no quiere decir que nunca vaya a usar publicidad o a aceptarla en esta web, pero sí que no es algo que se encuentre entre mis previsiones de lo que puede ocurrir próximamente. Tras estos años, ya sé que hay pocas cosas a las que puedes decir que de "dicho agua no beberás" (como por ejemplo, yo y los cannabinoides sintéticos: NO) y la publicidad -presente en todas las webs y revistas en las que tengo la suerte de escribir, desde VICE a Soft Secrets, desde Cannabis.es a Cannabis Magazine- no me ha impedido expresarme con total libertad en todos los sitios donde han querido publicar mis textos. Pero careciendo de la necesidad, no tengo ganas de entrar en dicho terreno para "sostener" la web.

Actualmente el ritmo de visitas a la página está alrededor de unas 1000 visitas diarias, muy lejos de los tiempos del 2007, en que creo tardé varios meses en alcanzar las primeras 10.000 visitas. Ahora el blog está a punto de llegar al 1.300.000 visitas totales, pero eso únicamente recoge el periodo desde mayo del 2010 al día de hoy (fue cuando Blogger inició el sistema de estadísticas propias y prescindí del anterior). El número total de visitas, incluyendo los 3 años anteriores pasa ya del millón y medio (debe andar cerca del 1.650.000-1.700.000 visitas) y se encamina de forma estable hacia los dos millones de visitas, que se alcanzarían en un año aproximadamente. Y el crecimiento ha sido consistente con el aumento de publicaciones y la mejora de la calidad de los textos publicados (no cuelgo todo lo que escribo, ni mucho menos). Es decir, atendiendo a los fríos números, creo que puedo sentirme razonablemente satisfecho.

Muchas cosas han cambiado en estos años desde que inicié la Drogoteca, aunque considero que la más relevante de todas las que ha ocurrido ha sido la aparición de la primera moneda criptográfica sólida y estable, como es Bitcoin. El alcance de las consecuencias de esta aparición, aún tardarán en ser del todo comprendidas y de poder analizarse cómo actualmente resulta una de las principales "espitas" por las que la moribunda prohibición contra las drogas libera presión, y ha hecho virtualmente inútil la prohibición de las drogas al hacer que cualquiera, desde su casa y sin arriesgarse en exceso, pueda conseguir sustancias que antes estaban vedadas a entornos complejos y de poca seguridad. La muerte práctica de la prohibición, enviada por correo -discreto- a su hogar.

La difusión de información relativa a los análisis de drogas circulantes en el mercado, las organizaciones de Reducción De Riesgos como Ai Laket que proporcionan datos seguros sobre lo que -por definición- es inseguro (sustancias compradas fuera de toda regulación) y la posibilidad de analizar una sustancia antes de consumirla (aunque es una tarea muchas veces larga y tediosa de completar, hasta tener toda la información de seguridad necesaria) han aportado y consolidado con el tiempo, una posibilidad de aproximación a las drogas y de gestión de nuestra relación con ellas, basada en datos científicos y no en mitos, leyendas e invenciones que, por desgracia, siguen siendo el pan nuestro de cada día en lo que se refiere a la información general -prensa generalista- sobre drogas. 

Por último -como reflexión- aunque el panorama puede parecer alentador en lo que a alguna droga se refiere, como ocurre con el cannabis que finalmente está embocando procesos de regulación e incorporación a la sociedad en multitud de puntos en el planeta, mi percepción es que no estamos en un mejor escenario en general y menos si consideramos el asunto en su conjunto, y no sólo lo que al cannabis atañe. Personajes como Duterte en Filipinas -o el propio Trump en USA- están dejando claro que hay grandes sectores sociales (sus votantes) dispuestos a retroceder en derechos y libertades hasta donde sea necesario para satisfacer las paranoides mentes que les alumbran y que otros sufren. No parece que las drogas y sus usuarios, como otros colectivos, vayan a salir bien parados de estos convulsos tiempos en manos de psicópatas elevados a rango de poder ejecutivo y/o legislativo en distintas partes del mundo, incluída "la vieja Europa" con su personal romance con la ultraderecha y los populismos.

Hoy es un 11 de febrero más, día gris como el de hace 10 años (me refiero al clima nada más), y resulta ser el "Día de la Mujer y la Ciencia". No puedo decir que haya mucha mano femenina por este blog -su falta de gusto estético lo prueba- pero sí que si bien no soy mujer, toda mi formación científica (y mi forma de mirar esas cuestiones) me vino mediante una mujer, ya que se la debo enteramente a mi madre (mi padre gasta una visión "más filosófica" de las cosas) con quien sigo discutiendo -mayormente- cuestiones de ciencia puntera en distintos campos. No ha sido la única, pero si la mayor influencia (por su formación como química) en cómo percibo el mundo que me rodea y sus fenómenos. Es una buena ocasión para darle las gracias por ello: gracias...

Por lo demás, poco que añadir. Me hubiera gustado organizar algún sorteo o algo especial para conmemorar este momento, pero la vida de "adulto responsable" no deja tanto tiempo libre como a uno le gustaría y elegir a qué dedicamos nuestros momentos es de las decisiones más complejas e importantes que podemos hacer. Si no lo he hecho, será que eso de celebrar -si bien es bonito- no es tan importante. Pero no descarto hacer algo a lo largo de este DECIMOPRIMER año que empieza este blog (ahora ya puedo decir eso de "tras más de 10 años..." que queda tan serio). 

Espero tener dentro de otros 10 años el placer de escribir una entrada como esta, y de volver a agradeceros lo que me habéis dado y me habéis hecho crecer en esta década -leyendo, preguntando, criticando, opinando- con vuestra presencia. Sea como haya de ser, el camino ya ha sido hermoso y fructífero hasta el día de hoy: ya ha merecido claramente la pena. :))

Drogoteca.

PS: En ocasiones (por eso de ser "Drogoteca") me preguntan cuál es mi droga favorita, la absoluta, aquella a la que no podría renunciar. Y es otra adquisición que me llegó -también de forma casi exclusiva en su gusto y apreciación- por parte materna: la música (ya que el oído musical de mi padre es similar al de un mejillón autista). Y la música ha sido una constante referencia en los textos aquí publicados, existiendo algunos exclusivamente referidos a música y no a drogas "como solemos pensar".

La música da color a los instantes, moviliza emociones, ayuda a fijar la memoria y el sabor de los momentos que vivimos. Hace reír y hace llorar, a veces con el albedrío humano por medio y en otras ocasiones, a traición y sin permiso alguno. Eso es lo que tienen las drogas, que su efecto conlleva siempre la suma del alma del sujeto en el resultado de la interacción, y la música no es una excepción.

Podría vivir sin todas las drogas del mundo, pero no podría vivir ni un día en un mundo sin música. Tampoco este blog, menos en un día como hoy.



"Sólo le pido a Dios 
que el dolor no me sea indiferente; 
que la reseca muerte no me encuentre, 
vacía y sola, 
sin haber hecho lo suficiente."





miércoles, 8 de febrero de 2017

Burundanga Madness y sumisión química

Este texto fue publicado en plena fiebre histérica de los medios con la Burundanga en el portal Cannabis.es. Aprovecho para citar el excelente trabajo de Anna Pacheco para Broadly sobre el mismo tema, y con un enfoque realista del que otros medios carecieron esos días.

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Cuando mi móvil empieza a sonar notificándome privados de mucha gente distinta, suele ser que algo nuevo -o presentado como tal- referente de alguna forma a “las drogas” (desde un parricida al que vinculan con la “droga porro”, a un estudio de ciencia-ficción o TodoACienCia sobre el krokodil ruso, que veranea en levante) ha explotado en los mass-media, como la TV y la radio.
Eso es lo que pasó ayer, que teníamos nuevo protagonista que presentar o, mejor dicho, teníamos la primera vez CON PRUEBA DE TÓXICOS que la tan traída y llevada “burundanga” había sido detectada en una persona (con rol de víctima involuntaria) en España.
¡Por fin! No es que me alegre de que este suceso haya ocurrido, sino que al fin tenemos algo real y tangible de lo que hablar y que incluye una prueba de tóxicos de antemano, lo cual es muy de agradecer. Una mujer de 36 años acudió -en un grave estado de confusión- a un hospital, acompañada de una amiga que alertó que su ex-marido le podía haber echado un fármaco en la bebida, y tras aplicarle un protocolo especial para casos de “sumisión química” se pudo probar.
Y tal vez se pregunte el lector qué es eso de la burundanga, y qué es eso de la sumisión química. Pues vamos por partes. La burundanga es el nombre “popularizado” de un compuesto químico, conocido hace más de un siglo, llamado escopolamina. Este nombre, que originalmente proviene de las Américas, lleva asociada una leyenda -ahora ya no tan leyenda- de uso como herramienta “casi mágica” para todo tipo de actos delictivos y que abarcan desde violaciones a robos (la leyenda negra cuenta en su haber hasta robos de órganos sobre personas vivas, aunque esto por supuesto nunca ha sido detectado en realidad). ¿Por qué proviene de allí? Pues porque la planta de la que se extrae dicho principio activo, recibe ese nombre también. Es una planta conocida y ornamental, de bonitas flores, pero ese compuesto -la escopolamina- se puede encontrar en una amplia variedad de plantas (especialmente de la familia de las solanáceas) como en nuestro conocido “estramonio. El compuesto es de origen natural, cosa que me gusta recordar especialmente a aquellos que confunden “natural” con “sano”, y “no natural” con “no sano”: ese error puede matar ya que muchos de los más potentes venenos son naturales.
¿Qué efectos tiene la burundanga o, más concretamente, la escopolamina? Es un compuesto anticolinérgico que -de la misma forma que la atropina y otros fármacos similares- bloquea los receptores de la acetilcolina, un neurotransmisor que existe en nuestro cerebro, provocando una serie de efectos que -dependiendo de la dosis absorbida y de la idiosincrasia de la persona- pueden oscilar entre la simple molestia ante la luz (por la midriasis que provocan) al delirio con alucinaciones, entendido como la incapacidad de nuestro cerebro para discernir entre lo que es real y lo que no (producto de su mente). También pueden matar, y lo hacen con facilidad dada su alta potencia, si la dosis es excesiva. Por supuesto, han tenido y tienen uso en terapéutica y la escopolamina era parte de las primeras anestesias, de las que se fue retirando -con la aparición de compuestos más eficaces- debido a que provocaba -precisamente- alucinaciones y un tipo de amnesia químicamente inducida, llamada amnesia anterógrada.
¿Anula la voluntad la escopolamina? No, no como parece que se quiere plantear, como si fuera capaz de obrar milagros sobre la voluntad de otra persona: si eso fuera cierto, no sería algo que descubriríamos ahora. La escopolamina, como otros muchos fármacos, produce un estado en el que la persona es más vulnerable porque no puede fiarse de sus sentidos y porque sus sistemas de alerta ante los peligros (incluida la manipulación física, la emocional o la psíquica) se ven debilitados de una forma similar al estado que se puede alcanzar en una gran borrachera, o bajo el efecto de las comunes benzodiacepinas o pastillas para dormir, con las salvedades y matices propios del desarrollo de los efectos en cada sustancia y persona.
En este caso, siendo un fármaco que puede dejar inconsciente y, además, provocar amnesia sobre los momentos previos a la pérdida de conciencia, tiene en manos con intenciones criminales un potencial claro para su uso, asociado a unos peligros muy elevados para la víctima (y desgraciadamente podemos decir, que cuanto menos experiencia en su uso tenga el delincuente, más peligroso resultará). Pero no. No es una sustancia mágica que administrada a alguien sin que se dé cuenta, nos dará acceso a todo lo que su voluntad -en estado base- quiera mantener guardado.
Fue, como otras tantas drogas, una más de las sustancias que se probaron o emplearon en algún momento como “suero de la verdad”, con el mismo poco éxito que el resto de cosas que probaron a tal fin dentro del proyecto MK-Ultra en los USA y que incluyó cosas como la LSD o la MDA. Pero, repito, la escopolamina no hace que la voluntad de otra persona pase a nuestras manos (ni tampoco ocurre esto en la hipnosis, aunque sea algo cuya creencia está extendida) sino que deteriora su capacidad normal de actuación.
¿Entonces por qué se usa y a qué viene lo de sumisión química?
Se usa porque como ya hemos dicho, es uno más de los muchos compuestos que deterioran -en distinto grado- el juicio crítico y nuestras defensas, como también lo hace el alcohol y otras muchas drogas. Pero su uso es más habitual en países sudamericanos, y tremendamente infrecuente en nuestro país. Tan infrecuente, que a pesar de llevarse hablando de la burundanga y los peligros de la burundanga durante años, se detecta por 1ª vez ahora en nuestro país. Desde aquí recomiendo a periódicos como “El País” o “El Mundo” que echen un vistazo a las tonterías previamente publicadas por ellos mismos, o no tan previamente como en el caso de “El País” quienes en su artículo “internacional” sobre el asunto, dicen cosas que no son ciertas como:
- la escopolamina anula la voluntad
- se extrae de la Datura stramonium (a la que cita, incorrectamente, como “Datura Estramonio”)
- es fácil de conseguir
- sume a la víctima en la complacencia y pasividad (cuando también puede provocar agitación y terror, por ejemplo)
- la burundanga no es una sola sustancia sino una mezcla de narcóticos
- el producto no tiene ni color, ni sabor, ni olor (es decir, que no existe....)
- según el texto, basta con que sacudan un trozo de tela a tu lado y se absorbe mejor inhalando “humos mezclado con tabaco” (lo cual implica que se fume y eso es un acto consciente) o por ingestión... ¿mejor que cómo, mejor que inyectado o en enema?
- en ocasiones se administra “poniéndolo cerca de la nariz cuando se va a besar para que la víctima inhale” (¿y el que se lo pone, es inmune a la droga o es anaerobio y no respira?)
Y otras cuantas majaderías, como es habitual en la “prensa seria” cuando habla de drogas, pero en esta ocasión coronando su ignorancia internacionalizada con una bella imagen de una Brugmansia arborea a la que el pie de página bautiza como “Datura Estramonium” (sic). Cierto es que, más abajo, tiene otra foto DE OTRA PLANTA CON FLOR BLANCA que en este caso, parece ser de la especie de las daturas. Es decir, el bueno de Jacobo García de “El País” en México, no tenía ni puta idea del tema sobre el que se puso a escribir y lo remató dejándolo claro con una bonita imagen EPICFAIL junto con una colección de topicazos comunes que se pueden leer en cualquier articulo de hace 10 años sobre el tema. ¿Esto es el periodismo que nos ofrecen supuestos medios respetables? ¡¡Pero si cualquier estudiante de la ESO con Google lo haría mucho mejor!!
¿Alguien tiene el teléfono del jefe de personal de “El País”? Es para un amigo....
Lo curioso es que si bien el “periodista” no tiene reparo en poner esas afirmaciones, en un momento dado del texto, cuela que los médicos no se ponen de acuerdo en eso de la “pérdida de la voluntad” (así que para eso ya está él, que hizo periodismo).
La cosa es que con todo el ruido que montan, consiguen lo que por defecto han buscado siempre: desinformar y asustar. Y una cosa más que en este caso tiene su importancia: estimular y provocar estas acciones, basadas en esa mala información. Esta vez, la droga como nos venían contando no salió de una planta, sino que fue comprada en Internet, y no la dio ningún extraño a la víctima sino alguien muy conocido: su ex-marido. ¿Para qué? Pues fuera de la especulación no creo que tengamos datos, pero dado que tenía acceso a ella (a través de sus bebidas o alimentos) es muy posible que intentase conseguir esa “anulación de la voluntad”, de la que hablan desde hace años los medios, y que habitualmente y en otros hechos probados se cometía con alcohol, benzodiacepinas (recordamos los casos del violador de Ciudad Lineal, aunque en este lamentable texto del periódico “20 minutos se cita el “Orfidal” -lorazepam- como un opiáceo, y así de gorda la siguen teniendo porque “nunca pasa nada si va de drogas e inventan datos”), GHB, o cualquier otra droga psicoactiva, ya que el protocolo que se activa por “sumisión química” no hace distinción entre sustancias, legales o no.
Aunque el hombre, que parece ser que reconoció a la víctima haberle suministrado “escopolamina comprada a escondidas en Internet” y que su fin, era simple y extrañamente causarle daño (inespecífico en la declaración, aunque da la impresión de que prefirió no revelar la teleológica intención que le guiaba) no explicó por qué eligió esa sustancia -escopolamina- y no otra, si su objetivo era causar simplemente daño, cuando en el mismo mercado donde compró la escopolamina, podría comprar cosas mucho más dañinas (en realidad, puede hacerlo en la farmacia).
¿Qué le hizo elegir escopolamina y comprarla por Internet? Pues sin poder aseverarlo, da la impresión de que si se tomó tantas molestias (comprar estas cosas por Internet no resulta tan sencillo como parece leyendo y hay que saber manejar moneda digital, Bitcoin por ejemplo) es porque esperaba de dicho producto un rendimiento y efectos que eran muy superiores a las cosas que podía conseguir con menor esfuerzo. ¿Es razonable pensar que ese tipo -como otros- pudiera haberse creído la mala información de la prensa en esta materia y buscase “burundanga” para conseguir algo que dependiera de la voluntad de otra persona, en ese caso su ex-mujer? A mí no me parece nada extraño: lo que me parece extraño es que esto mismo (o algo peor) no haya sucedido antes, dada la salvaje promoción que hace la prensa a este tipo de información defectuosa.
Una de las cosas más asquerosas que me ha tocado ver durante años -como administrador de un blog sobre drogas- es la cantidad de preguntas que iban dirigidas expresamente a conseguir violar mujeres. Muchas de las preguntas (que podía observar con los instrumentos de análisis de datos de la web) llegaban a ser tan directas como: “¿Qué droga usar para violar a dos mujeres?”. Y en el caso de palabras como “cachondina” (la mítica droga afrodisíaca) o en el caso de “burundanga” las búsquedas de información solían y suelen ir asociadas a la evidencia de la preparación (o tanteo) de un delito, contra la libertad sexual de una o varias mujeres.
A pesar de que los drogófilos somos personas con tendencia a coleccionar diversas drogas, y con más celo cuanto más infrecuentes sean, sólo he conocido a una persona que haya comprado escopolamina en Internet, y es un loco (dicho con cariño) que ha demostrado ya ser capaz de meterse lo que nadie más se ha metido, y que adquirió para -si llegase el caso- usar consigo mismo (tras analizar químicamente para asegurarse de lo que tiene). Pero, aparte de un “loco coleccionista de drogas”... ¿qué clase de persona buscaría “burundanga” en Internet?
No es algo que se podrá nunca probar, pero da la impresión de que sin los cuentos y leyendas narrados durante más de 10 años por la prensa en España sobre la burundanga, nadie habría acudido a Internet a buscar esa sustancia con el fin de administrársela a otra persona. Y eso sí que merece una reflexión, por parte de la prensa, sobre el precio que conllevan sus historietas típicas de drogas.

jueves, 26 de enero de 2017

Drogofobia con plomo: "mal tipo, parece que va puesto de algo..."

Esta narración de enésimo asesinato que la policía blanca de los USA ha cometido sobre población negra en los USA -este caso grabado con vídeo mientras 5 policías encañonando a un hombre adulto que iba a clase y había tenido la mala suerte de que su coche se averió- fue publicdo en el portal de noticias sobre el mundo del cannabis y de otras sustancias en política de drogas, Cannabis.es y esperamos que no os guste sino que os cabree: no creo que nada de lo escrito pueda alegrar salvo a psicópatas de los que aman ejecutar personas desarmadas.

Y vosotros no parecéis de esos.
;)

Ahí va.

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"Parece un mal tipo: 
seguro que va puesto de algo..."

Esas fueron las palabras que, desde el aire y en el helicóptero de apoyo, les dieron a los policías que estaban en tierra.
Ellos cuatro, estaban a menos de 5 metros de la persona y mantenían contacto visual con ella en todo momento, pero fue desde 200 metros de altura desde donde otro policía “opinaba” sobre el sujeto y su estado mental. Nadie puede saber cómo de determinante fue ese “apoyo desde el aire” que le brindó ese otro policía, opinando que era un mal tipo y que estaba drogado, en la acción de una de las policías -una mujer blanca y con “sonrisa profident”- que no dudó en disparar hasta matar a aquel hombre, cuyo único delito era que su vehículo se había detenido -averiado- en un mal lugar y que nunca reaccionó con ninguna clase de violencia a la presencia de la policía, y se mantuvo con las manos en alto mientras apuntado con varias armas por varias personas.
La asesina blanca y esposa del policía que, desde el helicóptero, les animó a disparar.

Lo siguiente que se puede observar tras que el hombre, con ambos brazos levantados, caminase hacia el coche -con absoluta tranquilidad- es cómo cae al suelo, muerto a balazos por... ¿por qué? Imaginemos que no son policías, esos 4 personajes que están apuntado con sus armas (en superioridad numérica y una muerte asegurada en caso de que intente algo) y que son ladrones que le piden que saque su cartera del coche. ¿Le habrían disparado? ¿Por qué? El caso es igual de dramático. Al final, siempre queda un “por qué” que no es mera retórica: realmente nadie tiene ni la menor idea de por qué coños esta tipeja -de nombre Betty Shelby- mató a balazos a Terence Crutcher, que ese es el nombre de la víctima esta vez (en estos momentos, ya no tiene el triste récord de ser el último hombre desarmado asesinado por la policía en USA, pero eso lo dejaremos, de momento).

¿Quién era Terence y qué hacía en ese lugar? Pues Terence era un hombre negro -casualidad- que vivía en una localidad de Oklahoma, USA, que es tristemente conocida ya por un incidente similar: Tulsa. En esta localidad, sucedió también a manos de otro policía el asesinato de Eric Harris (no confundir con el autor de la masacre de Columbine) cuando el armado brazo de la ley, confundió un TASER o pistola eléctrica con su arma (a pesar de ser una Smith & Wesson 357, cuya forma es la de un revolver y no la de una pistola de cargador) y le metió un poco de plomo a bocajarro y en la espalda, a un hombre de raza negra -casualidad, no penséis mal- desarmado. Eso sí, tuvo la decencia de exclamar -para la cámara- unas sentidas palabras:ahí va... que me he confundido de arma, lo siento, eh?”. Finalmente este madero usano fue condenado por homicidio, y no fue otro de los tantos que se libran -jueces mediante- tras ejecutar a algún ser humano.
En este caso, la asesina de impecable sonrisa, no fue detenida en el momento. No. De hecho, tras matar a tiros a Terence (vean las imágenes), su preocupación así como la de los 4 policias presentes, no es ver cómo está el hombre abatido sino que se agrupan para -con sus cuerpos- evitar que la cámara del coche policial tome imágenes que puedan serles perjudiciales, dando incluso la impresión de que tienen perfectamente ensayado “cómo hacer las cosas sin que puedan ser grabadas”. La policía, que le mató sin motivo alguno, abandona la escena de espaldas, sin dar la cara a la cámara del coche en ningún momento y sabiendo que estaba colocado perfectamente tras ella, siendo ayudada por otro “compañero” policía a ir marcha atrás hasta salir del ángulo de visión de la cámara. ¿A alguien le parece ese el comportamiento de alguien que no tiene nada que ocultar y que está al servicio del ciudadano?
Como digo, Betty Shelby no fue arrestada y fichada inmediatamente, sino que se le permitió irse a casa, a pasar una semanita con su marido y familia, antes de que se le aplicase la ley como al resto. Resulta especialmente interesante hacer notar una cosa -morbosamente, enfermizamente interesante- en este punto: su marido, su pareja, bien podía consolarla ya que estuvo presente en el desagradabe suceso... opinando -desde el helicóptero- sobre el “mal tipo drogado” que sus compañeros tenían delante. Sí, el marido de la asesina Betty Shelby era el amable policía que -desde el aire- era capaz de conocer a alguien y de detectar que se encontraba drogado, y así lo advirtió a sus compañeros haciendo gala de la habitual drogofobia de la policía, justo antes de que lo abatieran a balazos. Ah, se me olvidaba, a la vez que el plomo, también le dispararon con un TASER, pero esta vez no se equivocaron o, al menos, no dijeron eso de “jo, hemos matado a alguien, lo siento” que debió de popularizar el anterior homicida.
Al final, todo se reduce a un hombre negro -como otros tantos...¿no?- que iba a clase de música porque cantaba en el coro de su iglesia y al que la policía -siempre una blanca mano detrás- ejecuta a tiros para protegernos a los demás, porque ya saben que el color negro es contagioso.
La policía alega como defensa que han encontrado PCP -esa mítica y nada frecuente droga- en el coche de la víctima, pero eso parece estar mediado por antiguos antecedentes que este hombre tenía en su juventud y pasado, y sacado a colación -en un entorno moralista e hipócrita como el usano- a fin de enturbiar el asunto de alguna manera. Pero da igual, da igual todo lo que digan o prueben; la ejecución de un ser humano desarmado a manos de 4 policías que actuaban coordinados con ayuda de un helicóptero, está grabada en vídeo y aunque Terence llevase todas las drogas del mundo en su cuerpo, no existe un sólo motivo que justifique su asesinato por parte de la policía y eso queda visible a los ojos de todo el planeta.
Pero nos muestra, y en repetidas ocasiones en esta ocasión, la brutal drogofobia con la que la policía de USA trata a la población y cómo es la excusa preferida por parte de policía y fiscales para justificar la ejecución de algún ser humano desarmado. No sólo en USA ha sido utilizada la excusa de que una víctima de la policía -muertos a manos de un agente- había consumido tal o cual droga, como si eso pudiera justificar cualquiera acción empleada contra la víctima. 

Ese fue el caso en el asesinato policial de Juan Andrés Benítez, a manos de los mossos en Barcelona, cuando se argumentó que el asesinado tenía un comportamiento “extraño” que justificó el empleo de la fuerza para reducirle, cuando había sido él mismo quien solicitó la presencia de la policía para resolver una disputa con otra persona. La autopsia dejó claro que, si bien era cierto que había restos de cocaína en la sangre del empresario gay asesinado, carecían de entidad para explicar ningún tipo de reacción o efecto, aunque fueron añadidos -en un burdo intento de encontrar explicaciones favorables a los responsables- como uno de los posibles motivos “conjuntos” que habían causado su muerte, junto con una antigua “enfermedad cardíaca”, el que se le pusieran encima reduciéndole el peso de varios policías y las hostias -que todos hemos visto y no olvidamos ni perdonamos- que le llovieron. Para rematar el asunto, cuando el juez quiso comprobar si eran los policías los que estaban drogados, todos sufrieron un ataque de piojos y ladillas, que les obligó a afeitarse el cuerpo entero (hasta las ingles brasileñas les hicieron, vamos) de manera que cuando se presentaron ante la forense para que se les realizase un análisis que revelase qué drogas habían consumido, ese análisis no se pudo realizar como se esperaba, por falta de pelo de los agentes encausados por este asesinato. "Donde hay pelo, hay alegría" reza el clásico refrán, pero ya nos recuerda la canción que “mucha, mucha... policía”, así que todos a raparse juntitos para no dar la cara ante la justicia. No sólo en USA la policía sufre drogofobia, también en la presunta República Proindependiente de Cataluña.


Como decíamos al inicio, por desgracia, esto de los hombres -casualmente negros y desarmados- asesinados por la policía en USA va demasiado rápido (ya pasan de 100 en lo que va de año) y en este momento, el último muerto a manos de la policía se llama Keith Scott, y era un hombre -casualmente negro, otra vez más con esa moda tan “trendy & cool” de la madera americana- y que estaba esperando a su hijo dentro del coche, ya que sufría un daño cerebral que le impedía estar al sol. Del coche, la policía recuperó un arma corta en su funda, que la víctima no portaba cuando fue disparada 4 veces. También recuperó la chusta de un porro de marihuana. Ambas “pruebas” para ayudar a entender su asesinato, han sido presentadas al público de forma conjunta. Bueno, conjunta pero con la marihuana (la chustilla del porro) por delante en el texto.
¿Drogofobia? Qué va. 
Casualidad.

jueves, 19 de enero de 2017

18 kilos de W-18 para el Juicio Final

Esta historia de ficción distópica que fue publicada en cannabis.es contiene un pequeño fallo, descubierto con el tiempo, y que le da un curioso valor: lo cambiante de lo que era la información fiable hace unos meses en un compuesto que, misteriosamente, apareció en las calles de Canadá y su mercado negro, pero que podría aparecer en cualquier sitio.

El fallo es que el W-18, y tal vez otros compuestos de la serie, no son agonistas opioides como se pensaba por sus creadores... pero eso es historia para otra ocasión.

Esperamos que os guste.


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18 kilos de W-18 para el juicio final.


La última vez había matado a 14 personas y, a pesar de ser un accidente, había tenido que quemar los cadáveres y el lugar, como medida de seguridad básica. Fue un error confiar un producto así en manos de principiantes -no eran químicos profesionales, sino hombres de negocios sin alguien capacitado a su lado- y el resultado podría haber acabado con todo su plan de ventas, además de con una sentencia a cadena perpetua para él. Tenía que calibrar mejor si pretendía seguir vivo y libre mucho tiempo.

El pedido en esta ocasión había sido masivo. Como experto, tenía claro que la cantidad encargada podía tener distintos usos, pero hablando siempre en niveles enormes. Tenía suficiente droga sintetizada como para mantener sin mono a todos los adictos a los opiáceos del planeta durante medio año al menos. Si la cosa salía bien, además de una cuenta corriente con más ceros de los que podía imaginar, podría llegar a competir con el suministro mundial de heroína




Él, una sola persona, detrás de la operación de síntesis de opioides más grande del mundo. Sus años de juventud perdidos entre libros y casi sin salir de casa, para ser el mejor de su graduación y encontrar un empleo bien remunerado, daban sus frutos en el campo menos esperado: en el tráfico de drogas. Él nunca había tomado drogas ni conocía ese mundo más que de oídas, pero perder el trabajo -por esa mala racha personal- en la planta de desarrollo de productos plásticos le había obligado a buscar alternativas.

Esta vez, en el precio había incluido 2 trajes HAZMAT para que no acabasen muertos nada más empezar a trabajar con el producto. Sonaba exagerado, pero no lo era: valía con respirar una mota invisible de ese polvo y morirían, así que más les valía preparar bien el producto que iban al lanzar al mercado si no querían acabar la partida antes de empezarla. Al comprador, un hombre de negocios europeo de unos 50 años, le parecía bien todo lo que él dijera y, como había podido comprobar ya, el dinero en enormes cantidades no le faltaba nunca.

Una vez pensó que ese tipo bien podría comprar. incluso el puto planeta, si estuviera en venta.
Lo que nunca pudo imaginar, hasta que todo fue destapado, es que esos 18 kilos de W-18 tuvieran como objetivo acabar con la raza humana sobre La Tierra...


Esta historia que sirve de introducción, por ahora de ficción, tiene como protagonista a nuestra invitada de hoy: W-18. ¿Una bomba? ¿Un meteorito? ¿Un virus que acabará con el planeta? ¿Rajoy vestido de lagarterana? No, la W-18 es la nueva droga de moda, entre los forenses del norte del continente americano. ¡Coño! ¿Y entonces a qué viene todo eso de acabar con la humanidad?
La serie W es una serie de 32 compuestos creados, en la década de los 80, por un grupo de farmacólogos encabezados por Ed Knaus, en la universidad de Alberta en Canadá. Este grupo de investigadores, estaban llamados a repetir un trozo de la historia: la búsqueda de un analgésico eficaz y que no provoque adicción, para terminar encontrando una criatura que no podían esperar como ocurrió en el caso de la heroína. De esa serie de compuestos con una estructura novedosa, bastante simple pero desconocida en la farmacología, se patentaron 32 (W-1 a W-32) siendo los 19 primeros agonistas puros del receptor opioide mu, y los 13 restantes compuestos con actividad agonista/antagonista como es por ejemplo la buprenorfina. De todos ellos, el más potente era el número 18: su potencia era de 10.000 veces la de la morfina, lo que quiere decir que 1 gramo de esa sustancia equivale a 10 kilos de morfina. ¿Empezamos a ver por dónde van los tiros ya? Nuestra protagonista W-18, acababa de nacer.


Por supuesto, dichos compuestos nunca fueron probados en humanos ni se desarrolló ningún estudio sobre ellos, ya que para humanos tenemos suficientes analgésicos adictivos y esos compuestos no presentaban mejores perfiles farmacológicos con respecto a los ya existentes. Y quedaron en el oscuro olvido académico y del archivo de las patentes sin demasiado uso, durante más de 2 décadas. Hasta que la guerra contra las drogas, al haber sancionado hasta lo imposible el resto de sustancias, acabó por hacer que unos químicos emprendedores -seguramente chinos- buscaran en los oscuros archivos de universidades y patentes información sobre investigaciones con drogas que, aunque nunca hubieran sido probadas con humanos por su evidente peligro, tuvieran efectos similares a las drogas ya prohibidas.
Y de esta forma, otra de esas sustancias, como la PMA/PMMA, que nunca debieron llegar al mercado de la calle y no lo habrían hecho sin la prohibición de las otras drogas, la W-18 llegó a la calle. Justo cuando la policía del norte de América se preguntaba si podrían encontrarse con algo más mortal que el fentanilo, que está diezmando por golpes de sobredosis vía adulteración a las comunidades de usuarios de estas drogas, se toparon con esto en forma de pastilla de “Oxycodone” adulterada (es el opioide favorito del neo-mercado negro de opioides en USA y Canadá desde hace un tiempo ya).
De momento, no se puede afirmar que se haya producido un solo muerto por esta droga, pero es que aunque los hubiera, sería casi imposible saberlo. ¿Por qué? Las dosis son tan extremadamente bajas en peso, que encontrar un metabolito de dicha droga en el organismo humano (con el agravante de que no conocen cuáles serían) sería el equivalente a encontrar una aguja en un pajar, con una mano en la espalda. Para hacernos una idea ya más clara de lo que es este arma química, la comparamos con el fentanilo -cuya dosis letal está entre 2 y 3 miligramos- y resulta que 2 ó 3 microgramos o millonésimas de gramo, son suficientes para matar a una persona. ¿Un grano de sal? ¡Qué va! En un grano de sal habría suficiente cantidad como para matar a unas 100 ó 200 personas. Y si tenemos en cuenta que en todo el planeta, hay unos 6 o 7 mil millones de seres humanos, bastarían 18 kilos de esa droga para matar a todo ser de nuestra especie... y seguramente sobraría.
¿Pero estamos hablando de una droga o de un arma química? Pues decídalo usted, pero recuerde que el fentanilo y sus variantes ya han sido usadas como arma química, en este caso por el gobierno ruso, con un ejemplar números de muertos a sus espaldas ya. El Kolokol-1 era el nombre del gas -con un derivado del fentanilo- que se usó para acabar con el secuestro de un teatro en Moscú. Y no era más potente que el W-18.
Para más INRI, las pastillas que apresó la policía en Canadá, contenían como droga principal fentanilo (siguiendo la tendencia de los últimos meses y años), pero lo contenían en una cantidad -entre 4'6 y 5'6 miligramos) que era suficiente para matar a un par de personas cada pastilla. Y si eso era poco, cuando fueron buscando la “huella química”, que les permitiera ir conociendo al químico que lo estaba sintetizando y el procedimiento que seguía, se encontraron con el nuevo compuesto, que estaba presente sólo en trazas (cantidades muy bajas) pero al ser 100 veces más potente que el fentanilo y al ir mezclado con este en una pastilla que ya contenía 2 dosis mortales, se dieron cuenta de que acaban de conocer a un nuevo asesino que ya llevaba tiempo en la calle, y posiblemente matando gente sin que nadie pudiera saberlo. Esas pastillas, si son ideales para algo, lo son para matarse.
¿Y quién sería el desalmado que vendería semejante droga y el cretino que la compraría? Criminales seguro, ¿verdad? Pues no. Tú mismo puedes comprar, ahora mismo, desde tu móvil esta droga. Es legal, no existe ninguna legislación contra ella en ninguna parte del mundo y la venden en Internet, sí. Y ni siquiera a escondidas. O al menos la vendían, porque desde que ha saltado a los medios, la droga ha desaparecido del “menú de compra” público de muchas webs de este tipo de productos. Pero simplemente están empezando el clásico juego del gato y el ratón, que ya han jugado antes -y siguen jugando- con los cannabinoides sintéticos o marihuana sintética.
Pero las mismas webs que lo vendían hace unos meses, ahora lo que hacen es vender a su hermano pequeño: W-15. Ya en el año 2014 (texto publicado entonces en el blog Drogoteca) empezaban a ser conocidas en los círculos más avanzados de “experimentadores”, y ya se vendían por aquel entonces. Hoy día, sólo tienes que poner “buy W-15” y esos mismos químicos/empresas, te harán sin problema a su hermano mayor... mientras siga siendo legal, porque luego saltarán a otro. Y no te sorprendas porque esto lleva siendo así mucho tiempo, y hay que dar las gracias, repito, a la guerra contra las drogas.
Por si el retrato no hubiera sido bastante tétrico, para esta familia de compuestos, el antídoto que se usa normalmente para los opioides -la naloxona- seguramente no es suficientemente potente. Como en el caso de grandes animales (elefantes, ballenas, rinocerontes, etc) cuando se utiliza la súper potente etorfina que se dispara con una escopeta, para revertir sus efectos hay que usar diprenorfina porque la naloxona no es suficiente. Y la diprenorfina no está aprobada para humanos, por los brutales efectos secundarios que tendría. ¿Con qué hay entonces que luchar cuando haya que salvar vidas en sobredosis de esta droga? ¿Agua bendita? Pregunta sin respuesta.
Aunque si atendemos a quienes podrían ser los interesados de que una droga así llegue a poner sus pies en la calle (al menos de forma oficial, aunque no parezca haber causado ningún herido o muerto), y más si esto aumentase el número de incidentes con opioides al mismo tiempo haciéndolos más difíciles de tratar médicamente, el primer beneficiado económicamente sería la industria farmacéutica a la que se acudiría -de nuevo tropezando en la misma piedra- en busca de una solución mágica.
Llamadme conspiranoico (en este caso creo que me lo voy a permitir). Es similar a lo que nos llamaban hace años a quienes denunciábamos que los médicos y la industria farmacéutica en USA, estaban creando una generación de adictos a los que exprimir de forma legal mediante las prescripciones de “la heroína en pastillas” como eran la oxicodona y sus primos. Llamadme malpensado, pero cuando en derecho no se ven las cosas claras se suele recurrir a la frase en latín “Cui prodest” o “¿Quién se beneficia?”. ¿Y quién coño sacaría beneficio de todo esto?
Blanco y en botella, leche...

jueves, 5 de enero de 2017

Vuestra ILP nacional NO NOS REPRESENTA.

Empiezo este 10º año de La Drogoteca con este texto, segundo sobre la ILP que se publicó en Cannabis.es, ahora que tenemos mucha más información sobre las intenciones y fuentes de financiación de estos iluminados que quieren que los autocultivadores de cannabis nos metamos en un registro controlado por municipales o guardia civil, con el peligro obvio que eso supone para el cultivador y su familia tanto a nivel práctico como a nivel político o ideológico, cuando hoy día existen aún llamamientos para ESTERILIZAR a los usuarios de drogas.

Como no queremos que se nos acuse más que de informar, no vamos -aún- a divulgar los planes de esta gente en cuanto a cómo conseguir firmas que avalen SU ILP ficticia para que puedan ocupar algún cómodo sillón o escribir algo más en el currículum.

Sólo cabe decir que si tenéis que esconderos de los usuarios de cannabis para intentar sacar esa ILP adelante, buscando firmas en San Fermín, o en partidos de fútbol y conciertos, es que esa ILP es un puñal que claváis sobre la comunidad del cannabis en España.

Yo, no lo haría.

Feliz año nuevo, 2017.

PS: Tengo el blog que parece el Bitcoin con las visitas, y no hace más que subir, así que habrá que pensar algo para celebrarlo. ;)

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VUESTRA ILP,
 NO NOS REPRESENTA...


Como os contamos hace unos días, el pasado viernes día 2 se presentó una ILP (Iniciativa Legislativa Popular) por parte de Fermín Les y Ramón Morcillo -presidente y secretario de RCN NOK, partido cannábico de ámbito navarro- para la regulación de los CSC y el autocultivo en toda España. Aunque se presentó el viernes, el texto no fue puesto a disposición de todos en ese mismo momento, y resultó complicado de conseguir (a menos de forma “oficial”). Si bien esta ILP se presenta como RCN-NOK ante los medios, en la web oficial de dicha formación política ni siquiera aparece una sola referencia a dicha iniciativa o ILP (aunque sí a otras actividades del pasado) y en su canal de Twitter no hay rastro de actividad alguna en muchos meses.
Recibimos dos links para Facebook que nos daban “enlace no válido o contenido retirado” y finalmente -gracias a Bernardo de SF Abogados- recibimos los textos de la ILP y el comunicado en nuestro correo, para leerla a fondo. Lo primero que sorprende es que semejante acción -tan mayúscula como presentar una ILP nacional- la realicen aparentemente sólo 2 personas. La foto circulante donde se ven 3 (con Bernardo, de SF Abogados) es sólo una foto como apoyo a la iniciativa a título personal, aunque -como nos ha indicado- no comparte como jurista el texto presentado en dicha ILP.
Si realmente pretenden conseguir 500.000 firmas válidas y esto no es un simple “brindis al sol” aprovechando los “restos de un partido político” (que a día de hoy -con varios partidos que llevan la regulación en sus programas- perdió ya gran parte de su sentido), resulta incomprensible que no hayan siquiera encendido Twitter para difundirlo, y que sólo sea visible -para algunos- en Facebook.
Sorprendentemente extraño, que no hayan consensuado nada del contenido con el resto de activistas, y también que no esté colgado el documento de dicha ILP en la pagina principal de su propia web (como poco), ya que parece el lugar más básico donde dejar tu propuesta para la lectura por parte de los demás: en tu propia web... ¿o no?
Así que... ¿esta ILP va en serio o sólo es para salir en la foto? Esta es la primera cuestión que me asalta, pero no la única... ¿Quién está detrás de esto realmente? Pues aquí el menda -que es más responsable con lo que publica de lo que parece- este fin de semana lo ha pasado manteniendo comunicaciones con casi todos los “actores relevantes” en este área del cannabis nacional, para tener una visión global de lo que activistas e interesados pensaban acerca de dicha ILP si la conocían. Y os cuento...
Muchos no sabían nada y les pillaba por sorpresa; otros lo sabían, pero no habían leído el texto aunque lo tuvieran en el correo esperándoles, y otros lo habían leído pero no estaban de acuerdo con ella. El desacuerdo -en general era patente- se manifestaba en distintos grados, desde el cobarde “no estamos a favor de la ILP aunque nos callaremos y no diremos nada, por no quedar mal” al visionario “esto es inadmisible, y hay que estar zumbados para creer que saldrán bien librados”. Es decir, yo que llamaba buscando a ver quiénes apoyaban el asunto, y lo primero que veo es que nadie lo apoya.
¿Nadie? Nadie públicamente quiere comerse los marrones que hay en dicha ILP en especial contra los cultivadores, con sus exigencias y limitaciones. También parece que nadie quiere mojarse mucho diciéndolo en alto, para no quedar como los malos ante una comunidad bastante divida ya. Yo aunque respeto sus posturas (no es fácil jugar en un entorno de estrategias donde se mezclan intereses personales y grupales) pero no tengo ningún problema en ser el malo de esta historia: el aguafiestas que le fue a decir al capitán que había demasiado hielo en cubierta, en un barco llamado “Titanic”. Continúo con la cantinela de esta ILP, mientras observo el iceberg y me tomo mi mojito “on the rocks”. Agarraos de nuevo, que seguimos.
Más que una verdadera propuesta de ILP -que conllevaría publicidad, difusión, y mucha gente coordinada para obtener en un plazo determinado el medio millón de firmas aprovechando cada evento (como el de su presentación desaprovechada) para conseguir más- el texto presentado parece un “testamento espiritual” de alguien que se despide, contándonos lo que le hubiera gustado llegar a ver. Esta ILP es una copia (casi calcada) de la presentada hace años en Navarra, a la que le han metido -malamente y con calzador- algunos artículos nuevos, como los escritos en “Finalidad”, y añadido algunos apaños más para que suene “coherente con su pretensión a nivel nacional”. El resultado es un texto chapucero y desequilibrado -en su fondo y en su forma- que no satisface a nadie de quienes lo leen: a día de hoy no he encontrado una sola persona que me diga “yo sí estoy de acuerdo con lo que dice esa ILP”. Ni una sola, pero seguiré buscando, por si acaso...
A mi entender, se nota la falta de cuidado y atención en lo escrito, la falta de aprecio -amor propio, dignidad- por el trabajo bien hecho, la falta de interés real en lo entregado, con un texto que no respeta una correcta estructura expositiva y  conteniendo faltas, erratas, expresiones sin sentido o risibles (como hablar de “la España”) y una vergonzosa narrativa -propia de un estudiante de primer curso de periodismo- que destroza, de antemano, cualquier aspiración de que el texto, si no llegase a útil -al menos- quedase bonito.
Cabe destacar el uso pseudo-aleatorio de ciertas mayúsculas, que parecen estar puestas -o no- en función de si le gustaba la palabra o concepto a quien estaba escribiendo en ese momento (como con la palabra cannabis: si la pones hazlo igual en todo el texto, hombre) o para intentar agradar a un posible lector reacio, imagino (como ocurría con Español y Española, que no son con mayúscula pero no han perdonado ni una repitiéndolos). Es un texto impropio -hecho a retazos y pegotes- para representar al colectivo de usuarios de cannabis en España y que, además, incluye propuestas que son un retroceso en nuestros derechos como cultivadores, y que ningún jurista que se precie del entorno cannábico se atrevería a firmar.
De hecho, esta propuesta de modificación de un norma legal -escrita con una cierta redacción “fanzinera”, para lo que son ese tipo de textos- no parece venir de la mano de ningún profesional del derecho: nadie se ha hecho públicamente responsable del contenido, por ahora, salvo los 2 mencionados que, corríjanme si me equivoco, no pertenecen al “mundo de los juristas”.
Vamos con el comunicado -presentado a la vez que la ILP- que tiene su miga, sobre todo si te has leído primero la proposición de ley que hacen estos 2 individuos. Y nosotros sí la hemos leído, y a fondo...
Tristemente hemos de repetir que, aunque sea un comunicado nada más, si aspira a representarnos, esas erratas y faltas de ortografía sobran y no se pueden aceptar. Esas cosas nos muestran como “dejados y poco cuidadosos” en el mejor de los casos o como “incultos cuyo único libro tocado en años es de papel de fumar” en el peor. Son estereotipos que, por desgracia, siguen vivos en parte, porque se apoyan en la terca realidad que algunos ofrecen. ¿No sería más normalizador que la figura del usuario de cannabis -si es que ellos lo son- fuera siempre limpio de faltas y errores, o al menos en los textos públicos? ¿O es demasiado pijo para unos porreros?
También sorprende del comunicado -en cuanto a su contenido- que no queda claro del todo si es RCN-NOK quien presenta esta ILP, si son esos dos señores (llamados Fermín Les y Ramón Morcillo) que pertenecen a RCN-NOK pero sin nadie más detrás, o si actualmente RCN-NOK no es ya más que ellos dos.
Tampoco sería raro si, como decía esta noticia, a Ramón Morcillo no le pareció bien presentarse a nivel nacional, hace tan sólo un año, porque la policía le molestó registrando su coche, durante media hora y le soltó un par de chulerías, tan habituales en algunos cafres de policía, si atendemos a los hechos narrados. De ser como dice la noticia, Ramón, sin acritud te digo que me parece lo mismo que cuando un futbolista se tira en el área sin que le toquen, en lugar de luchar la pelota e intentarlo de verdad.  Joder, que sólo te registraron el coche... ¿tan acosado te sentiste, machote?
No me queda claro si -como dice la noticia- tu renuncia, a presentarte a las generales por RCN-NOK, se debía al “acoso sufrido por el candidato” en el incidente mencionado... ¿cómo se te ocurre dar este otro paso, que te sitúa al nivel nacional -al menos en el papel, que lo admite todo- exponiéndote de una forma más grave? No suena muy coherente, no.
Nos hablan de que es “la primera ILP a nivel nacional” y, precisamente, eso creo que únicamente es y será: la primera ILP presentada, que no lograda, a nivel nacional. Intuyo que no tienen muchas esperanzas de que esto salga adelante -si realmente piensan intentar conseguir las 500.000 firmas, ya han perdido la publicidad y efecto del día de la presentación de la ILP; será que van sobrados de fuerzas- y que habrá otras iniciativas nacionales, no tardando mucho. Esperemos que las futuras ILP que puedan surgir en torno al cannabis y su regulación, sean -al menos- consensuadas para poder contar con mejores posibilidades de llegar a buen puerto, y no sean presentadas sólo para hacerse la foto. Puedo equivocarme y ojalá me tenga que comer mis palabras, pero lo dudo; ojalá esta acción consiga algo distinto que provocar más desunión en el “ya de por sí fragmentado” colectivo cannábico, viniendo como viene sin contar con nadie para su elaboración y presentación (así nadie más aparece en la foto ni saca provecho...¿no?).
Tendremos pues que esperar para ver con qué equipo cuentan, qué proyecto de trabajo tienen previsto para conseguir los objetivos, qué proceso seguirán, etc. Todo lo relativo a la logística asociada a una ILP nacional y que, por ahora, nadie del ámbito cannábico sabe qué planes tienen para su alcanec. Si hablamos de recoger 500.00 firmas -que deben ser validadas con los requisitos de una ILP- tendrán que contar con un “pequeño ejército de activistas” que vayan a conseguirlas por toda España, más otro “pequeño ejército” en las redes sociales como Facebook o Twitter (que tienen muerto desde hace un año). Deseando estoy que nos presenten al grupo activista que va a luchar, por llevar esa propuesta ante el legislador, apoyados por un pequeño porcentaje del pueblo español que dará su firma.
En el título que muestra el texto que nos han pasado (entendemos que es el mismo que se ha entregado al Congreso, y no otro) se lee que la ILP va dirigida -entre otros fines- a “regular el autocultivo para autoconsumo de cannabis, tanto a nivel personal como para clubes”. Sin embargo, en los fines que constan en dicha ILP -ver artículo 5 íntegro, sección de “Finalidad”- dentro de lo que allí han escrito, ni siquiera se menciona el autocultivo o el cultivo, lo cual es extraño como poco. Se mencionan a las asociaciones, a los consumidores, a los socios, a las instituciones y hasta a la tan traída y llevada “salud pública”. Pero ni cultivo ni cultivadores aparecen -por ningún lado- en ese trozo de pegote (comparen con la ley navarra y entenderán el porqué del epíteto) en concreto.
Y resulta más extraña aún esta ausencia cuando -sin que nadie, a día de hoy, lo solicite siquiera- saltan -en la ILP presentada- con que los cultivadores que se produzcan su propio cannabis, deberán estar dados de alta en un registro... ¿¿Cómo?? ¿¿Perdón?? ¿¿Qué estás diciendo??
¿De qué cojones el alta en un registro, si cultivar lo que yo me fumo es un derecho que ya tengo? ¿Mas estigma y marginalización? ¿Registros para fumetas, como si fuéramos peligrosos yonquis enloquecidos -estilo telediario de los años 80- que es necesario tener bajo control?
A lo mejor -da la impresión de que no tenían ningún jurista capacitado a mano, o lo tenían pero prefirieron ahorrarse el dinero de la consulta- no tienen claro que el derecho al autocultivo está fuera de cuestión, incluso en sentencias “poco amigas” y tan conocidas como la del “supremazo contra los clubs de cannabis”, donde el propio Tribunal Supremo habla de este derecho y lo menciona -repetida e insistentemente- sin cuestionarlo en ningún momento.
Simplemente plantear necesidad de registrarte -dar tus datos y revelar dónde tienes el cultivo, a un funcionario de tu ayuntamiento o corporación local- nos enfrenta con la realidad de que las propuestas, en esa ILP, se han hecho copiando ideas ajenas -surgidas fuera de nuestro país, como en Uruguay- que atendiendo a nuestra problemática y situación. Pero resulta que es esto es España, y España no está en Sudamérica: lo que allí pudiera ser conveniente -aunque lo dudo- puede no serlo en absoluto aquí, como os harán notar los cultivadores cuando conozcan el texto.
Por cierto, genios, me corroe la curiosidad, en serio...
¿Por qué vuestra propuesta viene a tocar los cojones -a los cultivadores de cannabis para su propio uso- con registros y limitaciones arbitrarias, pero cuando la presentasteis en Navarra ni siquiera mencionasteis el tema? Si no era lo bastante bueno para vosotros allí, explicadnos por qué puñetas pretendéis que nos la traguemos los demás.
¿Nos habéis tomado por gilipollas? Debe ser algo así -si creíais que semejante pisotón, a nuestros derechos y dignidad, iba a pasar inadvertido- pero va a ser que no: esa picha en mi culo no entra, hamigo...
En el texto hay otra perla interesante: vosotros mismos (y vuestro turismo) os permitís calificar el autocultivo de cannabis como un “ilícito penal”. ¡Toma! Menos mal que es “fuego amigo”. Supongo que -con urgencia y sin atender a festivos- os llamarán del gobierno de Rajoy para daros el mando del Tribunal Supremo y podáis corregir a todos. Como ya expusimos antes, el derecho a cultivar el cannabis que tu consumes, no está siendo puesto en duda por nadie salvo por vosotros, con esa calificación de “ilícito penal” que usáis -a modo de premisa justificatoria- en ese triste comunicado.
En cuanto al autocultivo de clubs o CSC's, estaría bien conocer si queda algo activo, a día de hoy en España, que cultive lo que vende (perdón, reparte, porque es todo todo todo sin ánimo de lucro, ¿verdad?) a sus socios o si -por el contrario- hablar de autocultivo de clubs en el actual panorama de CSC's resulta simplemente un gag más en esta historia. Más del 95% de lo que se vende en los clubs (sí, venden) proviene del mercado negro y, lo que en principio fue un recurso de emergencia, a usar sólo si la policía te quitaba tu cultivo -la compra mancomunada para socios- se acabó convirtiendo en el mecanismo de abastecimiento básico de los clubs. Si hay algún club que pueda presumir (porque sería como para presumir de ello) de producir todo lo que vende, o siquiera el 50%, que me lo haga saber porque merecen un reportaje: eso SÍ es luchar por salir del mercado negro y no otras formas de “asociación” cuya única actividad es vender.
El texto continúa explicando que su propuesta no es “la legalización del cannabis”, sino que es “lo que se puede hacer dentro de la Ley [sic] en la actualidad”. Cierto, no es la legalización no, y como mucho será lo que vosotros -¿dos?- creéis que se puede hacer ahora dentro de la ley (va con minúscula) en atención a vuestro criterio e información... ¿o de quién es esa opinión? Exactamente, ¿este texto, a quién representa? ¿Quiénes son los firmantes y sujetos con el criterio usado para toda España?
Dicho de otra forma más llana: ¿por qué este “yo me lo guiso y yo me lo como”?
¿De verdad no sabéis cómo será recibido? Yo creo que sí, que lo sabéis de sobra, pero que el objetivo de los autores se consiguió el día que se presentó la ILP, ya que no podéis esperar nada más de recorrido con lo que hasta ahora mostráis.
Añadís que, tras décadas de lucha, es importante que esto pase a hacerse ley en toda la piel de toro. ¿Y tras décadas de lucha no habéis aprendido que, si no se trabaja en grupo y con un cierto consenso, no hay nada que pueda salir adelante y menos “en toda la piel de toro”? ¿O vale con decir que es importante y que debe hacerse, para que mágicamente alguien se ponga y lo haga?
Claro que no podemos quedarnos de brazos cruzados en el actual momento -clave- con las sentencias y cambios que se están produciendo, pero que debamos reaccionar ante ello, no supone que lo hagamos con cualquier propuesta, sin importarnos la calidad de lo entregado y el lugar en que nos colocaría.
Sigue su escrito con un par de esas frases “paradójicas”, que muestran lo contrario de lo que expresan: RCN-NOK desaparecerá el día que el cannabis esté totalmente legalizado para “consumidores y no consumidores y consumidoras” [sic] y que no creen que esta iniciativa sea el final de nada sino el principio, de un largo camino, en el que esta ILP sería la “primera piedra legal sobre la que asentar un debate sobre el cannabis”.
Ok, lo que tú digas pero... ¿no os parece una “poco inteligente forma de debatir” eso de proponer algo tan serio como una ILP -nacional sobre cannabis- y hacerlo sin contar con nadie de los actuales “actores” en ese mismo área? Con estos comienzos nada sociables... ¿creéis que se animarán muchos activistas a debatir -nada de nada- con vosotros? Yo lo dudo, aunque os deseo suerte porque os hará mucha falta.
Decís que, hasta ahora, “el activismo ha sostenido esta batalla” y que se ha ganado, entre otras cosas “con mucha valentía y arriesgando vuestra libertad por la de los demás”. Wow, que duro suena eso... ¿verdad? Parece una justificación tipo, “yo lo valgo porque no soy calvo”, y este es su porqué: ese trozo es la base argumental e introductoria para decirle, desde Facebook a toda la sociedad, que ahora el papel es el suyo.
Esta épica frase, posiblemente rescatada de la anterior iniciativa llamada “tu papel importa”, me trae a la mente el nivel de preparación mostrado entonces, haciendo más “pobre” lo que estamos observando ahora. Finalizáis pidiendo permiso -en un párrafo coronado por varios “María” sin tilde- para construir “otro futuro tras el fracaso rotundo de la guerra contra las drogas”, mediante el poder de 500.000 firmas que, los ciudadanos del estado español han de confiaros.
Como usuario de drogas, yo no querría verme representado en mis derechos y mis aspiraciones por vosotros: con vuestra actitud, parecéis mas interesados en que se produzca un acuerdo -sin importar precio y sea el que sea- que en lo que haya de contenido en ese hipotético pacto.
Lo sentimos, pero vuestra ILP no nos representa.
PS: Desde aquí ofrecemos, a los dos responsables de esta ILP, una entrevista, con cámara recogiendo todo de principio a fin, en la que puedan ofrecernos sus directamente sus respuestas.

PD: Coño cómo sube todo hoy día... ;))