martes, 7 de febrero de 2012

Síntesis de la MDMA en castellano por A.Shulgin en PIHKAL


Síntesis de la MDMA.




Esta síntesis casera de éxtasis o MDMA es la traducción de la publicada por Alexander Shulgin en su libro PIHKAL. ¿Por qué llamarla casera y qué significa eso exactamente? Es casera porque tanto las cantidades como los tiempos están ajustados para producir pequeños lotes de la sustancia, y porque no requiere maquinaria industrial sino que basta con la que se puede tener en un pequeño laboratorio montado en un lugar adecuado, en una casa o en otro lugar. 
Esta síntesis no está optimizada ni ajustada para producir grandes cantidades (industriales) de MDMA, sino para la síntesis del éxtasis por varias rutas pero siempre a pequeña escala (unos gramos).

¿Qué NO significa lo de casera?
No significa que con tener una casa, ya puedas realizar esta síntesis.
No significa que puedas sustituir el material de laboratorio por las cazuelas y vasos que tengas por casa.
No significa que por leer esta receta, vayas a poder comprar 3 productos a una farmacia, mezclarlos, calentarlos un rato y que por eso vayas a obtener nada parecido a la MDMA.
No significa que sin conocer y entender algunos conceptos y procedimientos básicos en química, estés capacitado para intentar sintetizar nada.

Además de los obvios peligros que enfrenta quien se pone a realizar síntesis con solventes volátiles e inflamables, productos corrosivos (ácidos y bases) y fuentes de calor, hay que recordar que la síntesis de algunos compuestos -entre otros la MDMA- es un delito en la mayoría de países si no has obtenido la autorización previa del organismo de turno.
El objetivo de esta traducción de la síntesis de MDMA según el PIHKAL de Shulgin es puramente educativo.

Estas rutas de síntesis muestran como llegar a la MDMA desde la MDA o desde compuestos más accesibles como son el piperonal y el isosafrol, mediante la formación del compuesto intermedio MDP2P.



Síntesis de la MDMA o éxtasis partiendo de la MDA:


Se prepara una solución de 6'55 gramos de 3,4-metilenodioxianfetamina (MDA) como base libre y 2'8 ml de ácido fórmico en 150 ml de benceno que se calienta a reflujo en un aparato de Dean Stark hasta que no se genera más agua en la reacción (unas 20 horas fueron suficientes, y se recogieron 1'4 ml de agua). 

La retirada del disolvente dio 8'8 g de un aceite de color ámbar que se disolvió en 100 ml de diclorometano, se lavó primero con HCl diluido, luego con NaOH diluido, y una vez más vez más con ácido clorhídrico diluido. El disolvente se eliminó bajo vacío dando 7'7 g de un aceite de color ámbar que, dejándolo reposar, formó cristales de N-formil-3,4-metilenodioxianfetamina. 

Una ruta alternativa para la síntesis de esta amida se puede seguir preparando una  solución de 10 g de MDA como base libre en 20 ml de formiato de etilo fresco, y manteniéndola a reflujo durante 16 h. En este caso, la retirada de las sustancias volátiles rindió un aceite que formó cristales blancos, con un peso de 7'8 g.

Una disolución de 7'7 g de N-formil-3,4-metilenodioxianfetamina en 25 ml de tetrahidrofurano anhidro se añade gota a gota a una solución bien mezclada y a reflujo de 7'4 g de hidruro de litio y aluminio en 600 ml de tetrahidrofurano anhidro bajo atmósfera inerte. 

Dicha mezcla se mantuvo en reacción bajo reflujo durante 4 días. Tras bajar a temperatura ambiente, el exceso de hidruro se eliminó con 7'4 ml de agua en un volumen igual de tetrahidrofurano, seguido de 7'4 ml de NaOH al 15% y luego otros 22 ml de agua. 

Los sólidos se separaron por filtrado, y el resultante en el filtro se lavó con más tetrahidrofurano. Se eliminó el disolvente de ese lavado y del resultado del filtrado combinados, al vacío, y el residuo se disolvió en 200 ml de diclorometano. Esta solución se extrajo con 3 dosis de 100 ml de HCl diluido, y el resultante de las extracciones combinadas se hizo básico con NaOH al 25%. Finalmente se extrajo con 3 porciones de 75 ml de diclorometano que retiraron el producto, y de los extractos combinados se eliminó el disolvente al vacío.

Se obtuvieron 6'5 g de un residuo de color casi blanco, que se destiló a 100-110 º C de temperatura y a 0'4 mm/Hg de presión dando 5'0 g de un aceite incoloro. El aceite se disolvió en 25 ml de alcohol isopropílico, se neutralizó con HCl concentrado, seguido por la adición de éter anhidro en cantidad suficiente para producir que la mezcla se enturbie de forma constante. 

Mediante agitación continua, se produjo la deposición de finos cristales blancos de 3,4-metilenodioxi-N-metilanfetamina como clorhidrato (MDMA), que se recogieron por filtrado, lavaron con éter, y secaron al aire, rindiendo un peso final de 4'8 g.




Síntesis de la MDMA, ruta del Isosafrol vía MDP2P:


A una disolución bien agitada de 34 g de peróxido de hidrógeno al 30% en 150 g de ácido fórmico al 80% se añadió, gota a gota, una solución de 32'4 g de isosafrol en 120 ml de acetona a un ritmo que mantenga la reacción sin sobrepasar los 40 ° C. Esto requiere algo más de 1 hora, y se usará enfriamiento externo cuando sea necesario. 

Se mantuvo en agitación durante 16 horas, con cuidado de que la lenta reacción exotérmica no provocase un excesivo calentamiento. El baño externo con agua corriente sirve bien para controlar el sobrecalentamiento. Durante este tiempo la solución irá progresando de un color anaranjado a un rojo intenso. 

Todos los componentes volátiles se eliminaron al vacío y el resultante fueron unos 60 g de un residuo de color rojo profundo. Esto se disolvió en 60 ml de metanol, se trató con 360 ml de ácido sulfúrico al 15%, y se calentó durante 3 horas mediante baño de vapor. 

Tras enfriar, el resultante de la reacción se extrajo con 3 porciones de 75 ml de éter, y los extractos combinados se lavaron primero con agua y luego con NaOH diluido, eliminando finalmente el disolvente mediante vacío. 

El residuo se destiló (a 2'0 mm/Hg de presión y 108-112 ° C, o a unos 160 ° C en bomba de agua) para rendir 20'6 g de 3,4-metilenodioxifenilpropanona (MDP2P) como un aceite de color amarillo pálido. La oxima (de la hidroxilamina) tiene un punto de fusión de 85-88 ° C. La semicarbazona tiene un punto de fusión de 162-163 ° C.




Síntesis de la MDMA, ruta del Piperonal vía MDP2P:


La síntesis alternativa de 3,4-metilenodioxifenilpropanona o MDP2P comienza partiendo de piperonal. 

Una suspensión de 32 g de hierro electrolítico en 140 ml de ácido acético glacial (anhidro) se calienta gradualmente en baño de vapor. Cuando está bastante caliente, pero sin observarse la formación de sales de apariencia blanquecina, se añade de poco en poco una solución de 10'0 g de 1 - (3,4-metilenodioxifenil)-2-nitropropileno en 75 ml de ácido acético (véase la síntesis de MDA para la preparación de este nitroestireno intermedio a partir de piperonal y nitroetano). 

Esta adición se realizó a un ritmo que permitiera una reacción vigorosa y sin formación de demasiada espuma. El color naranja de la reacción se torna muy rojizo con la formación de sales blancas y una costra oscura. Cuando se hubo completado la adición, el calentamiento se mantuvo por un período adicional de 1'5 horas en el que el conjunto de la mezcla de reacción se vuelve bastante blanco y el producto aparece como un aceite negro subiendo las paredes del vaso de precipitados. 

A esta mezcla se añaden 2 L de agua, se extrae con 3 porciones de 100 ml de diclorometano y los extractos combinados se lavan con varias porciones de NaOH diluido. 
Tras la eliminación del disolvente al vacío, el residuo se destila a presión reducida (ver arriba) para rendir 8'0 g de 3,4-metilenodioxifenilpropanona (MDP2P) como un aceite de color amarillo pálido.



Y una vez que se tiene la MDP2P o 3,4-metilenodioxifenilpropanona, por cualquiera de las rutas posibles, se aborda la síntesis de la MDMA.




Síntesis de la MDMA partiendo de MDP2P:


A 40 g de papel de aluminio fino cortado en cuadrados de 1 pulgada (en un matraz Erlenmeyer de 2 L y boca ancha) se le añaden 1'4 L de agua que contenga 1 g de cloruro de mercurio. Se permite la formación de la amalgama hasta que se produce la aparición de finas burbujas, la formación de un precipitado de color gris claro, y manchas plateadas en la superficie del aluminio. Este proceso lleva entre 15 y 30 minutos dependiendo de la temperatura del agua, frescura de la superficie y espesor del papel aluminio (el grosor de papel de aluminio varía de país a país). 

El agua se eliminó por decantación y el aluminio se lavó con 2 porciones de 1'4 L de agua fresca. Tras retirar el agua residual del último lavado tan a fondo como sea posible, se añaden, en sucesión y con agitación constante, 60 g de clorhidrato de metilamina disueltos en 60 ml de agua tibia, 180 ml de alcohol isopropílico, 145 ml de NaOH al 25%, 53 g de 3,4-metilenodioxifenilpropanona (MDP2P), y finalmente otros 350 ml de alcohol isopropílico. 

Si la forma disponible de metilamina es la solución acuosa de la base libre, la secuencia sería la siguiente: añadir en sucesión, 76 ml de metilamina acuosa al 40%, 180 ml de alcohol isopropílico, una suspensión de 50 g de NaCl en 140 ml de agua que contenga 25 ml de NaOH al 25%, 53 g de 3,4-metilenodioxifenilpropanona (MDP2P) y finalmente otros 350 ml de alcohol isopropílico.

La reacción exotérmica se mantiene por debajo de 60 ° C con inmersiones ocasionales en agua fría y, cuando sea térmicamente estable, se deja reposar hasta que vuelva a temperatura ambiente con todos sus  insolubles depositados en el fondo formando un lodo grisáceo. 

La capa superior de color amarillo claro se decanta, el lodo formado se recoge por filtración y se lava con metanol. Al combinado de la decantación, mezcla madre y lavados, se le retira el disolvente al vacío. 

El residuo es suspendido en 2'4 L de agua, con suficiente HCl para formar una fase claramente ácida. Esto se lavó con 3 porciones de 75 ml de diclorometano, se volvió básico con NaOH al 25%, y se extrajo con 3 porciones más de 100 ml de diclorometano. 

Después de la separación del disolvente a partir de los extractos combinados, quedaron 55 g de un aceite de color ámbar que al ser destilado a 100-110 º C a 0'4 mm / Hg de presión produjo 41 g de un líquido blanquecino. Este líquido se disolvió en 200 ml de alcohol isopropílico, se neutralizó con unos 17 ml de HCl concentrado, y posteriormente se trató con 400 ml de éter anhidro. 

Los cristales blancos formados se retiraron mediante filtrado, se lavaron con una mezcla de alcohol isopropílico/éter en proporción 2:1, una vez más con éter y tras el secado final por aire, se obtuvieron 42'0 g de 3,4-metilenodioxi-N-metilanfetamina como clorhidrato (MDMA) en forma de un fino cristal blanco. 

La forma concreta resultante en la sal final depende de la temperatura y la concentración en el momento de inicio de la cristalización. Puede ser anhidra, o puede ser cualquiera de las diversas formas hidratadas. Sólo la forma anhidra tiene un claro punto de fusión y los informes publicados describen sus posibles valores  en el rango de 148 a 153 ° C. Las diferentes sales con distintos grados de hidratación tienen distintos espectros infrarrojos, pero puntos de fusión amplios que dependen de la velocidad de calentamiento. 


Dosis de MDMA: 80-150 mg
Duración de su efecto: 4-6 horas





DROGOTECA.
Prohibida la reproducción de esta traducción sin permiso de sus autores.
El foro de WWW.CANNARIAS.COM TIENE PERMITIDA SU REPRODUCCIÓN. 

jueves, 26 de enero de 2012

La policía nacional y el tweet de la vergüenza: #TweetREDADA

En la mañana del 26 de Enero del 2012, la policía nacional ha dado un nuevo paso en su modelo de lucha contra la droga y por el control de internet.
Ha pedido públicamente chivatos que les notifiquen cualquier información sobre tráfico de drogas.

No se confunda usted al leer esto.
No están pidiendo ayuda para detener a un importante narcotraficante, ni a una banda de sicarios asesinos pagados con el dinero del narcotráfico. A todo esos ya les conocen.

Están pidiendo que se utilicen las redes sociales como instrumento de delación.
Están pidiendo que los ciudadanos en la red seamos chivatos y vigilantes de los demás ciudadanos.

Los más ingenuos pueden pensar que esto no es así, ya que no piden que se les informe del consumo de drogas, sino del tráfico de drogas.
Entiendan primero qué es tráfico de drogas según la legislación actual:

1ºSi usted cultiva una planta de la que obtiene un fruto, y ese fruto lo comparte con su vecino -a cambio de dinero, por medio del trueque o de forma totalmente gratuita- puede estar cayendo en el ilícito penal del tráfico de drogas: si cultiva orquídeas no, pero si cultiva cannabis comete usted tráfico de drogas.

Si usted comparte con su vecino, amigo, o pareja, una sustancia que ha adquirido con su dinero -y sin causar víctima alguna- podría está cayendo en el tráfico de drogas. Si la sustancia era cacao en polvo, no ocurre nada. Si fuera cannabis o MDMA sería usted un traficante de drogas.

3ºSi usted tiene un amigo o un familiar enfermo al que el cannabis u otra droga en forma de planta o de compuesto, le alivia las dolencias de una patología física o psíquica -desde el cáncer a la depresión- y decide ayudarle a conseguir el fármaco que necesita para su enfermedad, usted está totalmente envuelto en un delito de tráfico de drogas. Y no hablamos de una multa administrativa.

Tras esbozar estos 3 ejemplos de “personajes” que -según la legislación actual en materia de drogas- serían una forma de “traficantes” menos espectacular que los que ya conocen (y muestran con pompo a través de la televisión y periódicos) podrá el lector hacerse una idea de qué clase de delaciones está pidiendo la policía en las redes.

Están pidiendo que nos vigilemos los unos a los otros y a que seamos los chivatos de las conductas de nuestro vecino.

Esta es la vergonzosa petición de la policía esta mañana en Twitter.



Conmigo que no cuenten.




P.S: Se me olvidaba incluir la imagen promocional de la primera redada en Twitter organizada por la Policía Nacional. No dice nada bueno de dicha institución, pero no sé si serán capaces de darse cuenta de algo así.

Esta es la imagen.



Da asco, pero tenemos una policía controlada por el gobierno del estado: habrá que pedir responsabilidades a unos y a otros.


ACTUALIZACIÓN a 20 de Noviembre de 2015:

Ayer noche, los tarados de la policía naZional lanzaron otros de esos tuits pidiendo CHIVATOS Y DELATORES que denuncien a sus vecinos si huelen a marihuana.

No es de esperar que un policía sepa leer y, si hay alguno, que sepa hacerlo de forma comprensiva, pero el autocultivo de cannabis para el propio consumo es LEGAL en España y ha sido mencionado como conducta NO PUNIBLE en la reciente sentencia del Tribunal Supremo (el supremazo contra los CSC).

Eso sirve para que lo entiendan casi todas las personas, pero no para un grupo armado con privilegios y fuertes vínculos con el narcotráfico: no quieren entenderlo, prefieren seguir favoreciendo al mercado negro (del que sacan mejor partido). Tenemos una policía repugnante, en Twitter y por desgracia en la vida real también.

Aquí está el tuit de la policía naZional:



Y aquí lo que se dedica a hacer la policía, para protegernos de la delincuencia y el terrorismo (es un tuit de un par de días antes, de la policía local de Valencia). Atentos a las monedas de céntimo y al bote de pepinillos.... todo unos narcos peligrosos esos vendedores de yerba.



¿Para esto nos roban el dinero de los impuestos? ¿Para mantener a un grupo de parásitos que se ganan la vida dando por el culo a gente que no hace mal a nadie?

Ah coño, que de estos no se llevan tajada.... no pagan el impuesto revolucionario a la pasma... :P

jueves, 26 de mayo de 2011

Síntesis de la MESCALINA en castellano por A.Shulgin en PIHKAL

Síntesis de la Mescalina (por A.Shulgin-PIHKAL):


El primer paso es obtener el precursor más inmediato, que en este caso es el β-nitro-3,4,5-trimetoxiestireno. Hay dos posibles rutas iniciales para llegar a ese compuesto que ofrece Shulgin en PIHKAL.
Las dos convergen en el mismo punto: el β-nitro-3,4,5-trimetoxiestireno.
Una vez que se ha conseguido, de la forma que se desee,dicho producto, la ruta sigue igual en ambos casos.

1ª RUTA DE SÍNTESIS
Se prepara una solución que contenga 20 g de 3,4,5-trimetoxibenzaldehido, 40mL de nitrometano, y 20 mL de ciclohexilamina en 200mL de ácido acético. Dicha solución se calienta mediante un baño de vapor de agua, para que en ningún caso sobrepase los 100º, durante una hora. La mezcla resultante se diluye despacio y sin dejar de agitarla, con 400mL de H2O, lo que permitirá la formación de una pesada y cristalina masa amarillenta.
Dicha masa amarilenta se extrae mediante filtrado, se lava con H2O, y se seca tanto como se pueda. La recristalización mediante metanol hirviendo (15mL/g) y tras el lavado y el secado mediante aire, rindió β-nitro-3,4,5-trimetoxiestireno con un peso de 18'5 g.

2ª RUTA DE SÍNTESIS
Otra posible síntesis sería efectiva, usando un exceso de nitrometano como solvente y a la vez como reactivo, si la catálisis producida por el acetato amónico se mantiene a nivel bajo.
Una solución de 20 g de 3,4,5-trimetoxibenzaldehido en 40 mL de nitrometano que contenga 1 g de acetato amónico anhidro es calentada mediante un baño de vapor durante 4 horas.El solvente es retirado en campana de vacío y el aceite amarillo residual se disuelve en 2 partes de metanol caliente, desechando los restos insolubles mediante decantación, y se deja enfriar. Los cristales que se formarán se recogerán mediante filtración, se lavarán con metanol y secados mediante aire, rindiendo 14'2 g de brillantes y amarillos cristales de β-nitro-3,4,5-trimetoxiestireno.
El uso de estas proporciones pero con 3'5 g de acetato amónico daba una gran cantidad de productos no deseados en la reacción, incluso cuando sólo se calentaba durante una hora y media. El rendimiento del nitroestireno era, en ese último caso, insatisfactorio.


Hasta este punto ambas síntesis son dos posibilidades en función del material del que se disponga.
A partir de este punto, ambas síntesis parten del mismo precursor y siguen de la misma forma.

PARTE COMÚN Y FINAL DE AMBAS RUTAS DE SÍNTESIS
PARTIENDO DEL β-nitro-3,4,5-trimetoxiestireno

A una suspensión suavemente en reflujo de 2 g de Hidruro de Aluminio y Litio en 200 ml de éter etílico, se le añaden 2'4 g de β-nitro-3,4,5-trimetoxiestireno en una solución saturada de éter etílico mediante el uso de un extractor/condensador Soxhlet modificado para permitir la reentrada del solvente condensado en el cartucho de extracción.

Una vez que se ha añadido totalmente, se mantienen las condiciones de reflujo durante otras 48 horas.
Tras enfríar la mezcla resultante de la reacción, se añaden con mucho cuidado 150 mL de ácido sulfúrico en una concentración de 1'5 N (Normalidad de la concentración de ácido) para destruir el hidruro sobrante y finalmente mostrar dos claras fases.

Se separan dichas fases, y la fase acuosa se lava una vez con 50 mL de éter etílico. Se le añade entonces 50 g de Sal de Seignette (tartrato mixto de potasio y sodio), seguidos por suficiente hidróxido sódico para subir el pH por encima de 9. Entonces se extrae con 3 dosis de 75 mL de diclorometano, y el solvente usado para recoger la parte a extraer se retira en una campana de vacio.

El resíduo resultante se destila a 120-130º C con una presión de 0'3 mm/Hg dando un aceite blanco que se disuelve en 10 mL de alcohol isopropílico y se neutraliza con ácido clorhídrico concentrado. Los cristales blancos que se forman son diluidos con 25 mL de éter etílico, extraidos mediante filtrado, y son secados al aire para darnos 2'1 g de Clorhidrato de 3,4,5-trimetoxifeniletilamina (Mescalina) en forma de brillantes cristales blancos.

La sal sulfúrica de Mescalina o sulfato de Mescalina forma espectaculares cristales a partir del agua, pero arrastra un amplio y poco concreto punto de fusión.




Dosis: 200–400 mg (como Sulfato de Mescalina), 178–356 mg (como Clorhidrato de Mescalina)

DROGOTECA.
Prohibida la reproducción de esta traducción sin permiso de sus autores.

viernes, 20 de agosto de 2010

PIHKAL EN CASTELLANO (FRAGMENTO)

Como os habíamos dicho, la traducción de PIHKAL está en un proceso de "afinación" e interpretación a la hora de escoger los términos usados para describir ciertas experiencias, emociones, estados y sensaciones. Pues para ir abriendo boca, los traductores amablemente nos han hecho llegar un fragmento del borrador (bueno, lo envían completo pero sólo con permiso para publicar este fragmento de la introducción).

En este fragmento, Sasha -el Dr.Shulgin- da una pormenorizada argumentación de sus ideas y postulados en lo referente a las drogas, las psiquedélicas y las que no lo son, y hace una breve revisión de lo que subyace tras la semilla de la guerra contra las drogas, y lo que al fin y al cabo no es más que una guerra contra la propia libertad del individuo.




Y por lo demás, sólo queda disfrutar de las palabras, esta vez en castellano, de una de las más sobresalientes mentes de la historia contemporánea.

Esperamos que os guste.

PS: Por cierto, que no se nos olvide deciros a todos que el libro "Cocaína", editado por Amargord y coordinado por el Dr.Jose Carlos Bouso ha salido ya a la venta!! Incluye una interesante parte sobre la extracción de cocaína partiendo de hoja de coca fácilmente adquirible a manos de un viejo cocinero conocido de esta web... Lady Lovelace.
Mis felicitaciones a todos aquellos que lo han hecho posible.

------------------------------------------------------------------------------------------



La filosofía tras la escritura de PIHKAL.

Soy farmacólogo y químico. He pasado la mayor parte de mi vida adulta investigando la acción de las drogas; cómo son descubiertas, qué son, qué hacen, de qué forma pueden ser útiles – o dañinas. Pero mis intereses se encuentran algo alejados de lo que es el grupo de conocimientos mas habituales de la farmacología, en un área que he encontrado mucho más fascinante y agradecida, y es el área de las drogas psiquedélicas.
Los psiquedélicos podrían ser bien definidos como compuestos que no son físicamente adictivos y que temporalmente alteran el estado de nuestra propia consciencia.

La opinión prevaleciente en este país (USA) es que hay drogas que tienen un status legal y que además son relativamente seguras o que tienen riesgos que son aceptables, y que hay otras drogas que son ilegales y que no tienen ningún lugar legitimo en absoluto dentro de nuestra sociedad. Aunque esta opinión es ampliamente sostenida y vigorosamente promocionada, yo creo sinceramente que está equivocada. Es un esfuerzo por pintar las cosas de blanco o de negro, cuando, en este área, como en la mayor parte de las de la vida real, la verdad es de color gris.

Dejenme explicar las razones que sustentan mi creencia.

Toda droga, legal o ilegal, nos otorga algún tipo de recompensa. Todas las drogas presentan algún riesgo. Y todas las drogas pueden ser objeto de abuso.
Finalmente, en mi opinión, corresponde a cada uno de nosotros evaluar los beneficios y los riesgos y decidir cuales son los que pesan más en cada caso.
Los beneficios incluyen un amplio espectro. Incluyen cosas como la curación de una enfermedad, suavizar el dolor físico y emocional, provocar embriaguez, y la relajación. Algunas drogas -esas que son conocidas como psiquedélicos- nos permiten una visión interior mejorada y la expansión de los propios horizontes mentales y emocionales.

Los riesgos son igualmente variados, oscilando entre el daño fisiológico y el colapso psicológico, la dependencia, y la violación de la ley. Tal y como existen diferentes tipos de recompensa para los diferentes individuos, existen también diferentes riesgos. Una persona adulta debe tomar su propia decisión sobre hasta que punto decide exponerse o no al efecto de cada droga en concreto, sea una droga adquirible por prescripción medica o sea una que esta prohibida por la ley, sopesando los potenciales beneficios y problemas con relación a su personal escala de valores. Y es en este punto donde estar bien informado juega un rol indispensable. Mi filosofía al respecto puede ser destilada en cuatro palabras: permanece informado, luego decide.

Personalmente he escogido ciertas drogas que son de suficiente valía para compensar los riesgos que conllevan; otras, considero que no resultan de suficiente valía. Por ejemplo, bebo una moderada cantidad de alcohol, generalmente en forma de vino, y -hasta el momento presente- los análisis de mi función hepática son completamente normales. No fumo tabaco. Era un fumador, de los de alto consumo, y luego lo dejé. No fueron los riesgos para la salud los que me hicieron dejarlo, sino el hecho de que me había convertido en un completo dependiente del tabaco. Eso era, según mi punto de vista, el caso de un precio inaceptablemente alto a pagar.

Cada decisión de ese tipo es asunto mio, basándome en lo que sé sobre dicha droga y lo que sé sobre mi mismo.

Entre las drogas que son a día de hoy ilegales, he decido no usar marihuana, ya que la ligera embriaguez mental y esa benigna alteración de la consciencia, no me compensan lo suficiente frente a una sensación incómoda de estar perdiendo el tiempo.

He probado la heroína. Esta droga, por supuesto, es una de las mayores preocupaciones de nuestra sociedad, a día de hoy. A mi me produce una soñadora tranquilidad, sin matices asperos de molestias, estrés o preocupaciones. Pero al mismo tiempo hay perdida de motivación, de capacidad de respuesta, y de las ganas de hacer cosas. No es ningún miedo a la adicción lo que provoca mi desinterés por la heroína; lo provoca el hecho de que bajo su influencia, nada parece ser suficientemente importante para mi.

También he probado la cocaína. Esta droga, especialmente en su famosa presentación como “crack”, es un asunto popular actualmente. A mi, la cocaína me resulta un agresivo activador, un estimulante que me da una sensación de poder y de estar completo con ello, en la cima del mundo. Pero hay al mismo tiempo la inevitable certeza, subyaciendo, de que eso no es poder realmente y de que realmente no estoy en la cima del mundo, y que, cuando los efectos de la droga hayan pasado, no habré ganado nada con ello. Hay una extraña sensación de estar viviendo un estado que es una mentira. No hay reflexión. No hay aprendizaje alguno. A su propia y distintiva manera, . la cocaína me resulta una droga de escape tanto como la heroína. Con cualquiera de ellas, escapas de lo que eres, o -siendo mas preciso- de lo que no eres. En ambos casos, recibes alivio durante un breve periodo de tiempo del tener que estar  enfrentándote a tus carencias. Francamente yo prefiero encarar mis insatisfacciones en lugar de huir de ellas; de esa forma yo encuentro, finalmente, una satisfacción muchísimo más grande.

Con las drogas psiquedélicas, yo creo que, para mi, los pequeños riesgos (alguna experiencia ocasionalmente difícil, o quizás algo de malestar físico) son más que aceptables dado el potencial que ofrecen para el aprendizaje. Y ese es el motivo por el que yo he elegido explorar este área concreta de la farmacología.

¿Qué quiero decir cuando hablo del potencial para el aprendizaje? Es una posibilidad, no una certeza. Puedo aprender, pero no estoy obligado a hacerlo; puedo obtener nuevos enfoques sobre posibles maneras de mejorar mi calidad de vida, pero sólo con mi propio trabajo y esfuerzo conseguiré los cambios deseados.

Dejenme intentar hacer más obvias algunas de las razones por las que encuentro la experiencia psiquedélica como un tesoro personal.

Estoy totalmente convencido de que existe una enorme cantidad de información incrustada dentro de nosotros, con kilómetros de conocimiento intuitivo que se encuentra cuidadosamente colocado en el material genético de cada una de nuestra células. Algo similar a una biblioteca que contiene una incontable cantidad de tomos de referencia, pero para la que no tenemos una ruta clara de entrada. Y, sin algunas formas para acceder a ella, no hay forma de empezar siquiera a indagar sobre hasta que punto llega y de que clase es la información que se encuentra allí dentro. Las drogas psiquedélicas permiten la exploración de ese mundo interior y las intuiciones sobre su naturaleza.


Nuestra generación es la primera en la historia que ha hecho de la búsqueda del autoconocimiento un delito, si esa búsqueda se realiza con la ayuda de plantas o compuestos químicos para abrir las puertas de la psique. Pero la necesidad de alcanzar el conocimiento está siempre presente, y aumenta su intensidad a medida que uno se va haciendo mayor.

Un día, mirando el rostro de una nieta recién nacida, te descubres a ti mismo pensando que su nacimiento ha creado un tapiz sin costuras en el tiempo ya que fluye desde el ayer hasta el mañana. Te das cuenta de que la vida aparece en diferentes formas y con diferentes identidades, pero que sea lo que sea aquello que le da forma a cada nueva manifestación, no cambia en absoluto.

“¿De dónde viene su exclusiva alma?” te preguntas, “Y, ¿a dónde irá mi única alma? ¿Hay realmente algo más ahí fuera, tras la muerte? ¿Hay algún propósito en todo ello? ¿Hay algún tipo de orden y estructura que haga que todo cobre sentido, o que debería hacerlo, si pudiera llegar a verlos?” Sientes la necesidad de preguntar, de investigar, de usar el poco tiempo que te pueda quedar en la vida para encontrar formas de atar todos esos cabos que quedan sueltos, la necesidad de comprender aquello que exige ser comprendido.

Esta es la búsqueda que ha sido parte del ser humano desde la misma aparición de la conciencia. El conocimiento de su propia mortalidad -conocimiento que le sitúa en un lugar distinto al resto de sus colegas animales- es lo que dota al Ser Humano del derecho, el permiso para explorar su propia alma y espíritu, para descubrir lo que pueda encontrar sobre los componentes de la psique humana.

Cada uno de nosotros, en algún momento de su vida, se sentirá como un desconocido en la tierra extraña de su propia existencia, necesitando respuestas a preguntas que han surgido de la profundidad de su alma y que no se desvanecerán una vez aparecidas.

Tanto las preguntas como las respuesta proceden de la misma fuente: uno mismo.

Esta fuente, parte de nosotros mismos, ha sido llamada de diversas formas a lo largo de la historia, y su nombre más reciente es “lo inconsciente”.
Los Freudianos desconfían de él, mientras que los Jungianos están maravillados con él. Es la parte que hay dentro de ti y que mantiene el control cuando tu mente consciente navega a la deriva, que te da el sentido de lo que debes hacer en una situación de crisis, cuando no hay tiempo disponible para el razonamiento lógico y la toma de decisiones conscientes. Es el lugar donde se encuentran nuestros ángeles y demonios, y todo lo que entre esos dos extremos puede existir.

Esta es una de las razones por las que sostengo que las drogas psiquedélicas son tesoros. Ellas nos pueden facilitar el acceso a las partes de nosotros mismos que contienen respuestas.
Pueden hacerlo, pero como dije antes, no tienen porque hacerlo y no lo harán, a no ser que esa sea la razón por la que estén siendo usadas.

Depende de ti el usar estas herramientas bien y de la forma correcta. Una droga psiquedélica puede ser comparada con la televisión. Puede ser muy reveladora, muy instructiva, y -con una cuidadosa selección de los canales- el medio por el que extraordinarias intuiciones pueden alcanzarse. Pero para mucha gente, las drogas psiquedélicas son una manera más de entretenimiento; nada profundo se esta buscando, por lo que -normalmente- nada profunda será la experiencia obtenida.

El potencial de las drogas psiquedélicas para facilitarnos acceso al universo interior, es, según yo creo, su más valiosa virtud.

Desde los primeros días de su tiempo en la Tierra, el ser humano ha buscado y usado ciertas plantas que han tenido el efecto de alterar la forma en que se interactúa con su mundo y se comunica con sus dioses y consigo mismo. Durante varios miles de años, en toda cultura conocida, ha existido un cierto porcentaje de la población -normalmente un chamán, un curandero o un hombre medicina- que ha usado esta o aquella planta para alcanzar una transformación de su estado de consciencia. Estas personas han usado dicho estado alterado de consciencia para ampliar sus habilidades diagnósticas y para hacer uso de las energías curativas que se encuentran en el mundo de los espíritus. Los lideres tribales (en civilizaciones posteriores, las familias reales) presumiblemente usaron las plantas psicoactivas para aumentar sus intuiciones y sabiduría como gobernantes, o tal vez simplemente para invocar las fuerzas de poderes destructivos y tenerlas como aliados en batallas venideras.

Muchas plantas han sido descubiertas para encajar en ciertas necesidades humanas. El dolor indeseado ha estado con la humanidad desde siempre. Tal y como nosotros hoy tenemos nuestros usuarios de Heroína (o de Fentanilo o de Demerol), durante los siglos pasados el rol de la analgesia ha estado en la planta del opio en el Viejo Mundo y de la datura en el Nuevo Mundo, solanáceas en Europa y el norte de África, como el beleño negro, la belladona, o la mandrágora, por nombrar unas cuantas. Incontables personas han usado esta forma de amortiguar el dolor (tanto físico como psíquico), lo cual implica deslizarse dentro de un mundo de ensueños. Y, aunque estas herramientas han tenido muchísimos usuarios, son una minoría los que aparentemente han abusado de ellas. Históricamente todas las culturas han incorporado estas plantas a su vida diaria, y han obtenido más beneficios que daños provenientes de ellas. Nosotros, en nuestra propia sociedad, hemos aprendido a amortiguar el dolor físico y a rebajar nuestro nivel de ansiedad con el uso médico de drogas que han sido desarrolladas imitando los alcaloides presentes en estas plantas.

La necesidad de encontrar fuentes de energía adicional ha estado con nosotros desde siempre. Y, al igual que nosotros tenemos nuestros usuarios de cafeína y de cocaína, durante siglos las fuentes naturales han sido el mate, el té, y la planta de coca del Nuevo Mundo, la planta de khat de Asia Menor, la nuez del árbol de cola en el norte de África, el kava kava y la nuez de betel del este de Asia, y la efedra en todas las partes del mundo. De nuevo, muchos tipos de personas -el campesino, encorvado bajo un montón de leña, cargando con ella durante horas a través de un sendero montañoso; el médico en tareas de emergencia que lleva dos días sin poder dormir; el soldado bajo fuego enemigo, incapaz de descansar- han buscado el empuje y acicate de la estimulación. Y, como siempre, ha habido unos pocos usuarios que han elegido abusar de este proceso.

Entonces, existe la necesidad de explorar el mundo que se encuentra más allá de los inmediatos límites de nuestros sentidos y nuestra comprensión; esto, también, ha acompañado a la humanidad desde su inicio. Pero en este caso, nuestra sociedad norteamericana no-nativa, no ha aceptado el uso de dichas plantas o compuestos químicos, que abren camino en nuestra capacidad para ver y sentir. Otras civilizaciones, durante cientos de años, han usado el peyote, los hongos que contienen psilocibina, la ayahuasca, cohoba y yagé del Nuevo Mundo, la alharma, el cannabis y el Soma del Viejo Mundo, y la iboga de África, para esta exploración dentro del inconsciente humano. Pero nuestra moderna clase médica, en conjunto, nunca ha aceptado estas herramientas para la auto-observación o para ser usadas en terapia, y por lo general permanecen como inaceptables. A la hora de establecer un equilibrio de poder entre aquellos que nos curan y aquellos que nos gobiernan, se ha llegado al acuerdo de que la posesión y el uso de estas extraordinarias plantas ha de ser un delito. Y que el uso de cualquier compuesto desarrollado en imitación a los que estas plantas poseen, aunque hayan mostrado mayor seguridad y eficacia en su acción, han de ser también constitutivos de delito.

Somos una gran nación con uno de los estándares de vida más alto jamás conocido. Estamos orgullosos de contar con una extraordinaria Constitución que nos protege contra la tiranía que ha hecho trizas a otras naciones más pequeñas. Somos ricos con la herencia de la Ley Inglesa que nos presupone inocentes y nos asegura nuestra intimidad personal. Una de las mayores virtudes de nuestro país ha sido el tradicional respeto al individuo. Todos y cada uno de nosotros somos libres -o al menos así lo habíamos creído desde siempre- de seguir cualquier camino religioso o espiritual que hayamos elegido; libres para investigar, explorar, buscar información y perseguir la verdad donde quiera y como quiera que se haya elegido, siempre que se acepte plena responsabilidad por nuestros actos y sus efectos sobre otros.

¿Cómo es que, entonces, los líderes de nuestra sociedad han tenido a bien intentar eliminar estos más que importantes medios de aprendizaje y de auto-descubrimiento, estos medios que han sido usados, respetados y honrados durante miles de años, en todas y cada una de las culturas de las que tenemos conocimiento? ¿Por qué el peyote, por ejemplo, que ha servido durante siglos como un medio para que una persona pueda abrir su alma a la experiencia de Dios, ha sido clasificado por nuestro gobierno como una sustancia de la Lista I, junto con la cocaína, la heroína y el PCP? ¿Es esta clase de condena legal el resultado de la ignorancia, de la presión ejercida por religiones organizadas, o  del interés creciente de que se fuerce la conformidad en toda la población? Parte de la respuesta puede residir en la creciente tendencia en nuestra cultura  hacia tanto el paternalismo como el provincialismo.

Paternalismo es el nombre que recibe un sistema por el que las autoridades proveen nuestras necesidades, y -a cambio- tienen permitido dictar nuestra conducta, tanto la pública como la privada. El provincialismo es la estrechez de miras, la unificación social mediante un único código ético, la limitación de los intereses y las formas de experiencia a aquellos que se encuentran establecidos como tradicionales.

En cualquier caso, los prejuicios contra el uso de plantas y drogas que producen una apertura en nuestra consciencia tienen su origen en la intolerancia racial y la acumulación de poder político. En el final del siglo XIX, una vez que el ferrocarril intercontinental había sido construido y los trabajadores chinos no eran ya necesarios, fueron progresivamente tratados como infrahumanos e incivilizados; eran amarillos de ojos rasgados, peligrosos alienígenas que frecuentaban fumaderos de opio.

El peyote fue descrito, en varias publicaciones de final del siglo XIX, como causa de asesinato, mutilaciones y locura entre los desfavorecidos Indios Americanos. La Brigada de Asuntos Indianos decidió sancionar el uso del peyote, (la cual confundía, repetidamente dicha planta con el mezcal -Nota del traductor: Género Agave-, o con la judía de mescal -Nota del traductor: Mescal Bean, Género Sophora-, en sus publicaciones), y una de las mayores presiones tras los esfuerzos por sancionar su uso se ve de forma más clara en esta cita parcial de una carta escrita por el Reverendo B.V. Gassaway en 1903 a la Brigada de Asuntos Indianos, “...el Sabbath es el principal día de nuestros servicios religiosos, y si los indios ya vienen borrachos de mescal (peyote) no pueden recibir los beneficios del Evangelio.”

Sólo tras un tremendo esfuerzo y con la valentía por parte de muchas personas se llegó a la decisión de que el uso del peyote como sacramento en la Iglesia Nativa Americana debía continuar siendo permitido. Hay ahora de forma encubierta, como ustedes sabrán, un renovado esfuerzo por parte de nuestro gobierno para conseguir eliminar el uso religioso del peyote de nuestros Nativos Americanos.

En la década de 1930, hubo un esfuerzo por deportar a los obreros mexicanos de los estados sureños con una economía basada en la agricultura, y los prejuicios raciales fueron otra vez deliberadamente promovidos, describiendo a los mexicanos como vagos, sucios, y usuarios de esa cosa peligrosa llamada marihuana. La intolerancia contra las personas afroamericanas en los Estados Unidos fue promovida e instigada mediante cuentos de uso de marihuana y heroína entre los músicos de color. Debería hacerse notar en este punto que dicho uso de drogas nunca fue motivo de atención pública hasta que su nueva música, que llamaban Jazz, comenzó a atraer la atención de los blancos -al principio solamente de los encargados blancos de los clubes nocturnos- y allí comenzó el despertar de la conciencia a la discriminación e injusticias que estaban sufriendo los afroamericanos.

Nosotros, en este país, somos todos dolorosamente conscientes de nuestros pecados pasados en lo concerniente a los derechos de varias minorías, pero somos mucho menos conscientes de la forma en que la opinión pública ha sido manipulada en lo referente a su actitud ante ciertas drogas. Nuevas posiciones de poder político y, eventualmente, miles de nuevos puestos de trabajo, fueron creados partiendo de la base del peligro que suponían para la salud pública y la seguridad ciertas plantas y drogas cuya única función era alterar la percepción, para así abrir el camino de la exploración del inconsciente, y -para muchos- permitir la experiencia directa de lo numinoso.

Los años 60, por supuesto, dieron un poderoso empujón a los psiquedélicos. Estas drogas estaban siendo usadas como parte de una masiva rebelión contra la autoridad del gobierno y lo que se creía que era una guerra inmoral e innecesaria en Vietnam. Al mismo tiempo había demasiadas voces que contaban con autoridad y que clamaban alto y claro sobre la necesidad de una nueva clase de espiritualidad, y que apoyaban el uso de los psiquedélicos para establecer contacto directo con el Dios de cada uno, sin la intervención de un sacerdote, cura o rabino.

Las voces de los psiquiatras, escritores y filósofos, y de muchos pensativos miembros del clero, pidieron que se estudiasen e investigasen los efectos de los psiquedélicos y de todo aquello que pudieran revelar sobre la naturaleza y función de la mente y psique humana. Sus peticiones fueron ignoradas en mitad del clamor contra el flagrante abuso y mal uso de dichas drogas, de lo cual existía en ese momento una más que amplia evidencia. El gobierno y la Iglesia decidieron que los psiquedélicos eran drogas peligrosas para la sociedad, y con la ayuda de la prensa, se dejó claro que ese era el camino para el caos social y el desastre espiritual.

Lo que no se mencionó entonces, por supuesto, era la mas antigua de las normas: “El individuo no se opondrá ni molestará a aquellos que ostentan el poder sin ser castigado por ello.”

He explicado algunas de mis razones para sostener el punto de vista de que las drogas psiquedélicas son tesoros. Hay otras, y muchas de ellas están hiladas dentro de la textura de este cuento. Está, por ejemplo, el efecto que tienen sobre mi percepción de los colores, que es completamente maravilloso. También está la profundización en mi compenetración emocional con otra persona, la cual se puede convertir en una exquisitamente bella experiencia, con un erotismo de intensidad sublime. Disfruto el realce de los sentidos del tacto, olfato y gusto, y los fascinantes cambios en mi percepción del fluir del tiempo.

Considero que he sido bendecido, ya que he experimentado, en cualquier caso de forma breve, la existencia de Dios. He sentido una sagrada unidad con la creación y con el Creador, y -lo que mas valoro de todo ello- he tocado el núcleo de mi propia alma.

Es por estas razones que he dedicado mi vida a este área de investigación. Algún día tal vez pueda comprender como estos simples catalizadores hacen lo que hacen. Mientras tanto, me siento en eterna deuda con ellos.
Y seré para siempre su adalid.
--------------------------------------------------

FIN PRIMER FRAGMENTO

sábado, 11 de abril de 2009

All your BASE are belong to us: del clorhidrato de cocaína a la BASE LIBRE.

En esta entrada vamos a intentar complacer a aquellas personas que han preguntado, algunos con cierta insistencia, como hacer una base de cocaína.
Y de paso, vamos a ver si arrojamos algo de luz sobre los nombres que la gente -normalmente aquellos que no tienen relación directa con el tema- se inventan para nombrar a la base o base libre y que en realidad no tienen mucho que ver, excepto que en todos los casos se trata de preparaciones de cocaína.

Es este un manual breve y rápido.

Para empezar... ¿qué es la base libre?
La base libre de cualquier sustancia orgánica, es el alcaloide puro sin que se haya formado una sal con él.

La mayoría de las sustancias psicoactivas son sustancias con un grupo amino, un nitrógeno más o menos saturado con hidrógenos, y que ese hecho les confiere unas propiedades de sustancia con PH básico (lo contrario a ácido).
No ocurre en todas las sustancias, porque también hay ácidos que son psicoactivos, como GHB o el ácido iboténico, y sustancias que no son sino aceites que no contienen un grupo amino como el THC del cannabis.

En las que sí ocurre, esas sustancias se suelen presentar para el consumo en forma de sal.
Esta sal se forma con la adición de un ácido a dicha base orgánica, y principalmente facilita su consumo porque las convierte en sólidas si no lo son, o porque las hace solubles cuando no lo eran.

Por ejemplo, la anfetamina o la metanfetamina son, cuando no están en forma de sal, líquidos aceitosos con un fuerte olor a algo similar al pescado, y sin embargo el sulfato de anfetamina o el clorhidrato de metanfetamina son sales sólidas y solubles.
Que sirva esto también para aclarar a esos que piensan que la base de anfetamina es lo que venden empapando las bolas de speed húmedo: no es así.
Lo que las empapa suele ser o agua o cualquier otro líquido con el ÚNICO PROPÓSITO DE QUE PESE MÁS Y GANAR MÁS DINERO.

De hecho, secar el speed no le hace perder calidad. Al contrario, le hace ganarla en proporción al peso, ya que la anfetamina no se va a evaporar pero si lo que no debería estar ahí.

En el caso de la cocaína o de la heroína ocurre lo mismo. Ni cocaína ni heroína son solubles en agua si no están en forma de sal, por eso la cocaína viene en forma de clorhidrato -la sal formada por la molécula de cocaína con una de ácido clorhídrico (HCl)- para que pueda ser esnifada, o inyectada.

La heroína es un caso aparte: la mayor parte de la que llega a España es heroína en forma de base, pero se facilita su disolución de manera que pueda ser inyectada con una pequeña cantidad de algún líquido de PH ácido, como puede ser el vinagre o el jugo de limón, cuando no se dispone del aséptico ácido cítrico.
Esa es la "heroína marrón". La blanca, que es una sal refinada de heroína, es difícil de ver y bastante escasa, y su pureza es mayor por lo general, pero no sirve para ser fumada ya que se descompone por ser una sal, y se usa inyectada o esnifada. Para más información sobre la heroína, recomiendo no se pierda nadie el estupendo libro tantas veces mencionado de Eduardo Hidalgo.

Cómo la cocaína viene en forma de clorhidrato y se vende así (aunque ahora ya se vende en algunos poblados de grandes ciudades como base libre lista para fumar) las personas que quieran fumarla sin hacer el tonto destruyéndola en más del 90% como ocurre con esos que se hacen "nevaditos" o que impregnan el cigarro con una raya de cocaína (desperdiciada), tendrán que convertirla a una forma de cocaína que se pueda fumar -en plata, en pipa, en un cigarro- sin que se descomponga.

La base libre se comporta como un material que pasa según le das calor de sólido, a líquido y a gas, y esa es la forma en que ha de estar para poder usarse por vía pulmonar (que sin llegar a ser lo mismo que la inyectada, hay quien la compara y es una de las formas y drogas más adictivas, hasta el punto que cabe preguntarse si existió una epidemia de heroína como se nos ha contado, o fue de cocaína teñida de heroína en buena parte).

Así que la base libre sería el resultado de pasar del clorhidrato a la molécula sin estar asociada a una molécula de HCl.
Eso se puede realizar con muchos compuestos que tengan un PH básico para que se combine con la molécula de ácido y libere la base, pero los más comunes son los preparados de amoniaco.

El resultado no es, como creen algunos, el basuco.
El basuco es un preparado tosco y con impurezas de cocaína que no ha sido procesada hasta el clorhidrato, por falta de material y ahorro de costes. Esto reduce su precio por no necesitar químicos que son valorados en los países productores y por la poca manipulación necesaria. El basuco, sólo se puede fumar y se hace en pipas, porque las impurezas no lo hacen adecuado para fumar sobre plata.

Tampoco es el crack, que es un preparado a base de cocaína en base y bicarbonato sódico.
Puede haberse hecho partiendo de clorhidrato de cocaína, pero lo más común es que se haya hecho partiendo de la pasta base de coca que no ha llegado a ser convertida en sal, ahorrándose un paso y productos químicos.
El crack es mayor en volumen (por el bicarbonato) y exclusivamente fumable en pipas (más o menos cutres) ya que la cocaína que contiene se evaporará, pero quedará el residuo del bicarbonato que no reaccionará igual, ya que necesita temperaturas mucho más altas para llegar a evaporarse.
Esa diferencia en volumen le hace más manejable y barato en proporción al peso, y eso lo hizo accesible a grupos sociales en USA que no tenían acceso a la cocaína por su alto precio.

Y fue la respuesta predicha por más de una persona con la visión no enturbiada, con la que el mercado de la cocaína reaccionó a la restricción de precursores como el éter y la acetona o el ácido clorhídrico.
En lugar de frenar la expansión de la cocaína, se encontraron con una cocaína mucho mas adictiva, peligrosa y accesible, que cualquiera con 5 dólares podía adquirir.

Explicado que es la base libre de cocaína, el basuco y el crack, vamos a ver como se hace una base de cocaína partiendo del clorhidrato.
Esto no pretende ser un manual con la única forma de hacerlo, sólo con una habitual que es accesible para cualquiera en este país.



MANUAL: DE LA COCAÍNA EN SAL, A LA BASE LIBRE.





1º Comenzamos con la preparación de todos los materiales necesarios. Cocaína en sal -imprescindible- para hacer la base, amoniaco no perfumado que en cada lugar tiene su preferencia y el de la marca Volvone es uno de los más apreciados, mecheros con buena llama, una cuchara donde hacer la reacción y algo de papel de water o de servilleta para recoger el amoniaco sobrante (ya que no todo el mundo "lava" la base).






2º Depositamos la cantidad de cocaína que queramos en la cuchara. No es aconsejable pasar del cuarto de gramo, por cuestiones de espacio y proporción con el amoniaco así como con el calor necesario para la reacción.





3º Añadimos el amoniaco a la cuchara y la cocaína. No lo dejéis caer encima goteando, o la cocaína saltará fuera de la cuchara. Echadlo con cuidado desde cerca y no sobre la cocaína directamente. El amoniaco tiene que cubrir del todo la cocaína depositada en la cuchara.





4º Ahí vamos con la reacción. Se le da fuego con el mechero por debajo. ¿Cuánto? Es algo que se aprende con la experiencia, observando como reacciona y depende también de cada coca (y más con la variabilidad que hay hoy en día). Es aconsejable usar un mechero con llama normal, ni pequeña porque no se haría, ni grande porque podríais quedaros sin nada.
Se le va dando progresivamente pero de forma constante y observando qué ocurre (eso nos dirá cuando parar).





5º Paramos un momento para observar la evolución de la cocaína. En esa imágen se ve como hay trozos de la coca que se han ido "fundiendo" y "haciendo gota" en el centro de la cuchara, pero aún hay trozos que no. Observamos también como se ha ido desprendiendo espuma que se ha ido a los lados de la cuchara: eso siempre ocurrirá, aunque la cocaína fuera 100% pura. Es la reacción del amoniaco con la parte de la molécula de esa sal que corresponde al HCl, que reaccionan entre ambos y dejan la base libre de cocaína.






6º En este punto, la "gota" de base ya está hecha. Mientras que la cocaína en sal suele tener un color de blanco nieve, la gota cuando esta aún caliente tiene un color de un blanco "roto" o un gris blanquecino. Si en esta gota -ojo, aun caliente- quedasen partes de clorhidrato que no han reaccionado, se verían zonas mas blancas, que necesitarían de un poco mas de calor.
Cuando la gota se enfría, aun dentro del amoniaco, tiende a solidificarse y cristalizar -si, hay muchas sustancias que como base son capaces de cristalizar- volviéndose más blanca.





7º Con mucho cuidado se recoge, primero por el exterior y bordes, ya que es donde se ha acumulado, la espuma del amoniaco sobrante. En esta imágen, se ve que la gota por haber tardado mucho (por hacer las fotos) se ha ido cristalizando y solidificando.
Esto ocurre poco a poco, y no toda ella está sólida, así que hay que tener cuidado, porque con la servilleta no sólo se puede absorber el amoniaco... también podéis llevaros la gota impregnada en el papel... y eso no es el objetivo.
Repito, cuidado y pulso firme.





8º Terminamos de sacar todo el amoniaco sobrante, con mucha atención a lo ya mencionado. En este caso se hace inclinando ligeramente la cuchara sobre una servilleta que va absorbiendo.






9º Y este sería el resultado, una gota ya casi cristalizada del todo de cocaína en base libre. Mucha gente "lava" la base, ya que la base de cocaína no es soluble, y para retirar todo el resto del amoniaco, se le echa agua a la cuchara cuando ya se ha completado el proceso de formación de la base.
Así el amoniaco sobrante se va, y la gota de coca se enfría, solidificándose antes.
Otras personas no lo hacen, porque hay quien opina que el amoniaco favorece la absorción de la cocaína, haciendo que el "flash" al fumarla sea mayor.
En cualquier caso, aunque se lave con agua, habrá que retirar el líquido sobrante, y habrá que proceder de la misma forma que la descrita.





10º Y este es el resultado final. La gota cristalizada quedó en el centro de la cuchara, y con una pequeña cuchilla, se parte si se va a usar en pequeñas porciones sobre una pipa para fumar coca, o no es necesario si se va a poner sobre plata toda ella y se va a fumar.
Si en el paso anterior la coca no ha solidificado, y ha quedado como una pequeña gota de "leche condensada" pegada a la cuchara, basta con removerla como si se raspase en círculos con la punta de un cuchillo, una hojilla, una navaja... y en cuanto se remueva un poco se solidificará en el acto.
Así no quedará hecha una pieza, pero siempre se puede rascar sobre la cuchara y sacarla toda, aunque será mas difícil de manejar si el objetivo es fumarla en pipa, ya que en plata al darle calor y fundirse toda junta, no se tendrá ningún problema.


Y esto ha sido todo, se admiten correcciones y opiniones que ayuden a ver más claro el proceso, que es uno de los pocos procesos químicos en los que la cultura de la droga entra, alterando una molécula para poder darle un uso distinto, y no sólo modificando presentaciones o con alteraciones mecánicas o físicas (como machacar bien las rocas antes de esnifar, por ejemplo, o extraer el metilfenidato del Rubifen farmacéutico, q es un proceso 100% físico, no como este).


miércoles, 25 de marzo de 2009

Vaporizador casero: la pipa del yonqui.

Desde hace algún tiempo, hay peticiones de algunos,lectores pidiendo un tutorial para fumar en plata (sobre hoja de aluminio), ya que están tocando algunas sustancias que tienen la cualidad -o la necesidad- de ser vaporizadas para poderse usar.

Fumar sobre plata o "en plata" es algo que requiere arte y técnica, que se gana con el uso, y el cual (ese "uso") es mejor no llegar a adquirir nunca.

Pero no por eso se debe desaprovechar lo que enseña.
Fumar en plata no tiene mas misterio que el de evaporar una sustancia dándole calor desde abajo, y absorber el humo que desprende sin quemarse. Algo sencillo, pero que implica que la sustancia se mueva, y la fuente de calor, para no quemarse sobre el mismo punto, ya que "la plata" no es una plancha de acero precisamente.

Hace unos días, con la llegada de cierta cantidad de DMT que abasteció a un buen número de personas, algunos se quejaban de lo difícil que era vaporizar y poder fumar 30 mgs. y asi llegar a tener efectos como los esperados

La mayoría se quedaban una y otra vez a las puertas, y alguno, aburrido o curioso, le dio por fumarlo en "plata".
Parece que la cosa, sin llegar a ser la solución, estaba más que bien, y el método ha sido probado por varios, pero con las perdidas de humo, tampoco han llegado muy lejos.

El método que desde esta web hoy vamos a explicar, es como construir un vaporizador casero en menos de 5 minutos, que tiene la ventaja de que NO SE PIERDE NADA DEL HUMO O SUSTANCIA VAPORIZADA.

Alguno que lo vea, me puede decir, que lo que estoy haciendo es una "pipa yonqui" para fumar base de cocaína.
Pues también. Es la forma más rápida y eficaz de vaporizar la base de golpe y fumarla (aunque existen otros métodos como el del vaso) y a veces es comparada con la administración intravenosa.

Lo cierto es que este método sirve para vaporizar en contacto directo con fuego (ojo con que ponéis en él) cualquier cosa... desde la habitual base de cocaína -no sirve el clorhidrato, se descompone- a la base de DMT, cafeína (no lo recomiendo), base de heroína...

¿Por qué tanta mención a la base?
Las sales de materiales orgánicos, se destruyen casi siempre antes de evaporarse.
Y sin embargo las bases, pueden llegar a ser vaporizadas sin ser totalmente destruidas.

La sustancia vaporizada pasara al interior de la pipa y de ahí a los pulmones, con la ventaja de que si no podemos con todo, solo hay que esperar porque el humo queda en la botella, y podemos repetir una calada, con mechero o si hay humo suficiente (no suele...), sin él.

Y ahí va el tutorial. A lo Arguiñano.

Ingredientes para una "Pipa Yonqui" o Vaporizador Casero Ultra-rápido:

- Botella de plástico vacía.
- Papel de aluminio.
- Aguja o alfiler (no demasiado fino).
- Cigarros y mechero.
- Un bolígrafo (BIC son los mejores) o lapicero (por su tamaño).
- Agua corriente, aunque si la necesidad aprieta, vale casi cualquier liquido.



1º Seleccionamos una botella de plástico. El tamaño es importante, ya que de eso dependerá que sea manejable, y la cantidad de líquido que le tendremos que echar.
No siempre se dispone del que se quiere (recordad que esto también es una pipa de emergencia).



2º Para esta demostración y a falta de otras, no tengo más remedio que hacerlo con una botella de un litro y medio. Una salvajada que no cabe en cabeza alguna, cuando el tamaño ideal, es el de la botellita de agua normal.

Le quito a la botella todo papel que me impida ver, le retiro el tapón y conservo la anilla que suele venir de precinto de seguridad (la que se separa al abrirla por primera vez).
Ésta tenía restos de té, pero no importa, se lavará en el proceso.




3º Con un cigarro se hace un agujero a la botella. Hace falta práctica para atinar con el ancho exacto necesario para el tubo que servirá de boquilla por donde se aspirará.
Se guarda el cigarro mientras sigue consumiéndose, ya que necesitaremos la ceniza, y posiblemente la brasa de nuevo para hacer el agujero más grande y adaptado al tubo que hagamos.
Si se usa un boli BIC para hacer el tubo, el agujero del cigarro queda pequeño y hay que agrandarlo.



4º Aquí vemos varios pasos a la vez. Primero hemos llenado la botella de agua sin que quede muy cerca del agujero, para que el tubo de aspirar no se nos meta y bebamos agua con ceniza.
El espacio que se deja es de lo más importante, ya que de eso depende la fuerza que amos a tener que hacer aspirando, y lo que nos cansará.
A mayor espacio -volumen sin agua- más fuerza hace falta para aspirar y hacer el vacío que haga que la sustancia vaporizada entre en la botella y en nuestros pulmones.

Tras echar el agua, con el agujero hecho (aunque el agujero se puede hacer después en lugar de antes), ponemos el trozo de papel de aluminio en la cabeza de la botella, y lo fijamos con la arandela que habíamos reservado.
En lugar de una arandela se puede usar cualquier cosa que sujete, y con algunos tipos de botella, si se aprieta bien en los lados con el aluminio, no es necesario fijarlo con la arandela ni nada.




5º El tubo de aspirar, hecho de "plata" y con la forma y el ancho tomado de un bolígrafo.
Es bueno que tenga más de una capa, sobre todo en los bordes superiores antes de enrollarlo, ya que es lo que va a tener que pasar por el agujero, y facilita las cosas si tiene cierta dureza que con una capa de papel no se consigue.



6º Empezamos ya a preparar la entrada de la sustancia que vayamos a vaporizar.
Para eso le hacemos unos agujeros por donde pasará la corriente de aire caliente del mechero con la sustancia vaporizada.

Yo tengo la costumbre de hacerlos en el lado opuesto al que este el tubo, para no estar cerca de la llama, y solo en ese lado, para no tener que cubrir toda la boca de la botella con ceniza o material inerte que evitara que al fundirse la sustancia -porque antes de evaporarse se funde, si no es Iodo u otro material que sublime- caiga adentro sin ser aprovechada.

Con los que se ven en la foto, realizados con una aguja de coser de tamaño ligeramente grueso (pedidle a vuestra madre una aguja de coser vaqueros) a mi me vale.

Pero tengo buenos pulmones, y el equilibrio entre mi capacidad pulmonar, el espacio con aire que hay y el numero de agujeros, determinará la presión que se realizará, absorción y vacío por lo que determinará también la velocidad de entrada del aire-llama del mechero y como de rápido se llenará de vapor de DMT, Cocaína o Heroína, la cámara de la botella (el espacio sin agua). Cada cosa necesita su ritmo para fumar, dosis, y velocidad de llama para evaporarse, pero eso es cuestión de adaptarse y de jugar con variables como la cantidad de llama, la cercanía o el grosor de la ceniza que hace de cama.



7º Y encajamos todo el kit. Sólo faltan un par de cositas.... además de asegurarse que el tubo es suficientemente ancho como para cerra la entrada de aire de su agujero, o no entrara la vaporización al no haber menos presión (cuando absorbemos) en la botella.



8º Colocamos la ceniza que nos iba a servir de soporte inerte sobre los agujeros, una vez encajado todo. Tapamos todos los agujeros que hayamos hecho.



9º Y ponemos encima de la ceniza, la materia que queremos evaporar... que en este caso es esa cosa blanca que se ve sobre la ceniza...



10º ¿Se ve mejor ahora? Unas postillas de base de tropano colombiano dispuestas para ser moléculas libres en flotación.



11º Y llega el momento: con cuidado nos acercamos, procurando no tocar mucho la botella a riesgo de que se mueva la sustancia y caiga fuera de los agujeros o fuera de la botella. si hace falta, para cerrar el agujero del tubo y dado que esta hecho de un material que se adapta ligeramente, tal vez baste con "direccionarlo" con el dedo hacia algún lado.
Pero recuerda que debe permitir que pase el aire a través de él... o el aire primero...

Y con el mechero amenazantemente encendido que vamos acercando a la sustancia mientras aspiramos...



12º Llegó el momento de la verdad. Aspirando de forma constante y acercando el mechero según sea necesario (a veces hasta enchufarle directamente) cargamos de vapor de lo que sea el aire, y empieza AL MISMO TIEMPO a entrarnos en los pulmones.
Retiramos el mechero y seguimos aspirando hasta donde podamos.

¿Por qué mayusculas en "AL MISMO TIEMPO"?
Porque no es como un bong, que deja el vapor libre al quitar el dedo, con esos dos tiempos de primero cargar, y segundo fumar.
En esta "pipa yonqui" ambas cosas van juntas...

A ver esos pulmones, machotes!!



13º Y aquí una muestra de lo que pasa cuando te has pasado metiendo sustancia, o cuando hay demasiado espacio vacio de agua y te cuesta tirar de él, o cuando has querido dejarlo ahí para que lo vieran... como es el caso. Queda el humo esperando, no os alarméis...




14º Y ante esa situación... ¿qué hacer? Pues aspirar... aspirar hasta vaciar, y volver a "cargar" la pipa para una nueva calada.... pero ojo, despacio.
No menosprecieis esta forma de administración, que puede dar un susto a más de uno de los que creen que fumando, no es tan peligroso.
Ojo, la vía pulmonar es la vía de administración más rápida que existe en psicoactivos, superando a la intravenosa... aunque con la intravenosa la cantidad que se administra puede ser mucho mayor, con la pulmonar el efecto suele ser inmediato ganando por poco a los demás inyectables.

Y en el caso de algunas drogas, como la cocaína en base, comparan el efecto con el de la inyección, según percepción de antiguos consumidores por vía venosa.



Espero que este "tutorial de bricoyonqui" os haya servido, le deis buen uso, e investiguéis por vuestra cuenta... siempre cualquier te puede enseñar algo, y nunca sabes cuando te va a hacer falta.


P.S: Aclaro que el agua, que yo recomiendo, no es para enfriar el humo ni para nada por el estilo. Simplemente es para que la ceniza que va cayendo, quede retenida y no se aspire en la siguiente calada.
Y algún principiante, reconociendo su poca capacidad, ha hecho un intento de emular la pipa, con una botella de agua mineral (el recipiente más cómodo y habitual).