sábado, 24 de enero de 2009

Filtros especiales para extracciones e inyectables.

"Se cometen muchos menos errores
usando datos incorrectos
que no empleando dato alguno"

Charles Babbage


En alguna ocasión se ha hablado aquí de las purificaciones de sustancias, como parte de los pasos que se pueden dar en un consumo orientado a la reducción de riesgos.
Aunque el ejemplo que se puso, gráficamente ayudado, fue con un fármaco que tiene uso lúdico, no representaba el mejor ejemplo de lo que se podría lograr con esos métodos, ya que sus diluyentes al menos son conocidos y no resultan dañinos para la salud (más allá de tupirte las narices si esnifas demasiado yeso de tomarlo sin purificar).

Hay otros casos, en los que el uso de métodos algo más avanzados de purificación de la sustancia deberían ser obligatorios para todo aquel que tenga algo de masa encefálica dentro del cráneo.

Hablo de los inyectables que se preparan partiendo de la heroína, cocaína u otros productos adquiridos fuera del entorno farmacéutico y más concretamente, a aquellos que no están pensados para ser inyectados.

En esta ocasión, y aunque la sustancia que se va a usar como ejemplo gráfico, es la misma (el metilfenidato) se podrá ver como emplear un filtro de 0'45 micrómetros de diámetro (o lo que es igual... 450 nanómetros) en sus agujeros, para filtrar una solución y dejarla "casi" preparada para poderse inyectar y habiendo eliminado todos los restos no solubles y también una buena parte de las bacterias que la muestra original pudiera tener.

¿Bacterias también?

Pues sí.
Las bacterias miden la inmensa mayoría entre los 0'5 micrómetros y los micrómetros.
Este filtro, un "Sartorius" de 0'45 micrómetros, está por debajo del tamaño de la mayoría, con lo cual, la solución que resulta de pasarse por el filtro se puede considerar a casi todos los efectos, una solución estéril.

Esto es un filtro Sartorius (es sólo la marca, hay otros como "Sterijet").



No es más que un pequeño trozo de plástico circular, con dos zonas que en medio contiene un filtro que funciona con la presión de la inyección de una jeringuilla común.
Tiene un enganche en su parte trasera para la jeringuilla y uno en la delantera para que si se quiere, la solución ya filtrada, vaya directamente a un recipiente adecuado a través de un tubo o catéter de plástico.

Las especificaciones del filtro.



En su parte trasera vemos las carecterísticas y sobre todo, ese número que indica qué clase de filtrado vamos a obtener usandolo.
En este caso.... 0'45 micrómentros.

Y comenzamos, con una disolución de "Rubifen" para extraerle el metilfenidato, pero que en este caso podría ser de heroína para inyectarse, o de cocaína (siempre atendiendo a la capacidad de disolución) vamos a pasarla por el filtro.
Aunque se ha dejado reposar, y esta el metilfenidato disuelto y el yeso en el fondo, SIEMPRE quedan partículas de yeso y de otros no solubles, como el polvo y bacterias en ella.
Y aunque no fuera así, en el momento que absorbemos del recipiente donde está para separarlas, siempre se produce movimiento aunque nosotros no lo veamos.

Lo cierto es que yo moví un poco la solución para ver el efecto del filtro mejor...
Lo del vaso es la solución de Rubifen (yeso y mfd).


Ese es el material usado.
El vaso con el producto disuelto, jeringuilla, y un vaso estéril de muestras.

El procedimiento es simple; se carga la jeringuilla con la disolución ya hecha, y se conecta el filtro en la punta de la misma.
Se presiona (sin hacer demasiada fuerza, no es necesario) y por el otro lado, sale el producto en disolución de una forma totalmente limpia: transparente y sin una sola partícula.
Hacía tiempo que no veía yo un agua asi de transparente... y daban ganas beberla (si no fuera porque tenía dentro casi medio gramo de metilfenidato.


La jeringa cargada y a punto para soltar el producto de su filtrado en un vaso, aunque podría ser otro recipiente o incluso un cateter.
Purificar y limpiar de posiles bacterias, tiene muchos usos posibles.


Y aquí el vaso tras una cuantas jeringuillas que recogieron toda la disolución (me pasé con el agua, pero me daba igual porque no tenía prisa).
Luego lo que queda, ya sabéis lo que es: evaporar.

Tened en cuenta que si vais a usarlo como solución inyectable, el proceso acaba aquí, y que no es bueno para inyectarse cualquier agua, sino una solución esteril y además, que esté equilibrada tanto en su ph como en su carga de sales e iones, para que no provoque destrucción celular en las células y tejidos que primero encuentre.
¿Por qué?

Porque cuando en un sistema que está a una cierta concentración de sales, introducir una gran cantidad de fluido que no está a esa concentración, hará que o bien las células tengan que soltar iones para equilibrarse (a través de su membrana osmótica) o bien adquirirlos.

Esto puede hacerlas explotar, y de hecho, para obtener la carga en cromosomas de un nucleo celular, en el laboratorio se usa el agua.
Una gota de agua sobre la celula, la hace explotar por la diferencia de iones entre el interior y el exterior.

Es por eso que no se debe beber el agua destilada: robaría iones de todo el aparato digestivo hasta equilibrarse con el resto del cuerpo.
No es venenosa como piensan algunos. Yo la he bebido en ocasiones, pero no mas de un par de jeringas de 10 mililitros para probar a ver si le saco algún sabor. No más que eso.

Cuando el objetivo sólo era refinar aun más una solución para extraer algo, sólo ya hay que seguir con el proceso habitual.
Primero evaporar con tiempo o al baño maría, sobre una superficie que luego se pueda rascar para extraerlo. Y luego recolectar.

Este es el plato, cubierto de cristales de metilfenidato que obtuve con esta disolución ultrapurificada.


Bien cargado de blanco nuclear... cristales, ñam!!!

Y este el resultado final, en una foto un poco más atrevida que no ha conseguido captar la belleza de algunos de ellos, pero seguro que da una idea y pone los dientes largos, sobre lo que rascando saqué de ese platito.


Esos cristales níveos dan gusto sólo con verlos.

Aunque seguro que otros disfrutan más de lo que les tengo preparados para la próxima entrada. No me resisto a decirlo.

La próxima semana, y para gusto de aquellos que se están iniciando con la química o con las cuestiones de la ciencia más práctica, tendréis una entrevista a un personaje de lo más curioso. Aunque trabaja como educador en Francia, nació en España y ha residido aquí durante casi toda su vida hasta hace unos años que emigró.

No es alguien que haya hecho una carrera de ciencias, pero sin embargo, entre sus pasatiempos, está la síntesis de sustancias, y otras cuestiones más sencillas y prosaicas, como prepararle a su pareja para salir de fiesta medio gramo de cocaína pura extraída por él mismo de la planta de la coca (como quien hace una tortilla), y tratada hasta acabar siendo un clorhidrato de cocaína de la mejor calidad (no sólo no tiene nada que envidiar al producido en Sudamérica, sino que le supera en muchos aspectos, y sobre todo, en pureza y ausencia de adulterantes).

Seguro que devoraréis sus palabras, y que os encantarán las fotos de algún proceso.

¿Quién dijo que la ciencia era aburrida?

lunes, 19 de enero de 2009

La Reducción de Riesgos y la imbecilidad congénita (incluye "extracción de efedrina")

"En cuestiones de ciencia,
la autoridad de mil
no vale lo que el humilde razonamiento
de un sólo individuo"
Galileo Galilei

Hoy que estoy fuera de mi entorno habitual, voy a permitirme una excursión al mismo tiempo y salirme de lo habitual en esta página.

No voy a entrar en temas densos y presuntamente didácticos, para cederle el turno a algo que tenía ganas de tratar desde hace tiempo, y que esas ganas se ven fuertemente espoleadas cíclicamente con la lectura de algunos foros.

Además, el humor, es de lo más interesante como aprendizaje... sobre todo si nos permite ver lo que sería el resultado de las actitudes que se pueden mantener, con lo bueno de unas y lo nefasto de otras.

Con el tiempo que llevo escribiendo sobre drogas con un enfoque bastante cercano a la Reducción de Riesgos, basándome sobre todo en que el conocimiento evita problemas y mejora nuestras posibilidades de elección -lo que se traduce siempre en que somos un poco más libres- sigo encontrando la misma pega en mucha gente que se tropieza con este blog.

¿No es peligroso dejar que la gente sepa tanto de drogas?

Esa es la pregunta que muchas veces, de una u otra forma, me han planteado.
Y es normal que tras años de oscurantismo, en un mundo donde "no existe un uso aceptable" sino que todo es abuso y patología, la opción más inteligente pueda parecer la negación absoluta y dentro de esa forma de enfrentar el asunto, la restricción de cualquier conocimiento sobre drogas, más allá del "son todas malas y todas matan, nunca te darán nada bueno y terminarán por destruirte, a ti y todo lo que tienes, lo que eres, los que te rodean y los que te quieren".

El argumento, un poco más extendido, es que por ejemplo si se me ocurre hablar de que existe un medicamento en la farmacia que se puede usar como embriagante, los que lo lean pueden sentirse tentados a usarlo.
Y que aunque yo explique los riesgos de ese fármaco y como debería consumirse dentro de lo que son unos márgenes aceptablemente seguros, "siempre habrá algún personaje que no te haga caso" y en lugar de respetar unos niveles determinados, se tome 10 veces más... y se muera.

Por supuesto, en ese enfoque el corolario es que "si no lo hubieras escrito, no hubiera sabido que existía, no lo hubiera tomado, y no hubiera muerto".

¿No te pesan todas las muertes que puedes provocar en tu conciencia cuando escribes cosas sobre consumir drogas y como hacerlo?

Pues no.
No me pesan, porque no existen.
Y aunque existieran, tampoco me pesarían.

Aunque para tener esto tan claro, hace falta haber entendido en toda su extensión la frase de Escohotado:
"No mata la droga. Mata la ignorancia."

Como en el ejemplo puesto antes, yo facilito información sobre las sustancias, sobre sus dosis, usos, riesgos y algunos comentarios sobre sus efectos.
Por supuesto que eso tiene que ver con gente que consume drogas, porque a ellos va dirigido.
A ellos y a otros que piensan hacerlo.

La decisión de tomar o no una droga, es una cuestión tan personal como masturbarse o no, como practicar sexo anal o no, como creer en Dios o rendirle culto al brócoli.
Una decisión que a veces viene dada por el entorno, cuando se trata de personas demasiado jóvenes o inmaduras, y que frente a eso, por mucho que pataleemos, no hay más solución que facilitar el que lo hagan en las mejores condiciones posibles.

Y eso necesariamente implica darles información.
No se puede plantear ese tema buscando el objetivo de erradicar sus consumos, sino de facilitar elecciones personales maduras y responsables, que conduzcan a la persona a la consecución de sus objetivos vitales y les faciliten los diferentes momentos que enfrenten a lo largo de sus vidas y al elegir o vivir su muerte, de la mejor manera posible.

Menciono a la muerte de nuevo en ese objetivo, porque el derecho a las drogas, está íntimamente ligado al derecho a la muerte, a elegir nuestra propia muerte en modo y tiempo.

Y por supuesto, si vivimos en una sociedad (occidental) que dice proteger el valor de la vida por encima de todo, pero al mismo tiempo no duda en ejecutar o en permitir masacres de una u otra forma, y ser cómplice de muertes alrededor de todo el mundo por razones de diversa índole -desde la venta de armas a las políticas económicas, desde las leyes de inmigración por las que muchos mueren en el mar de sus intentos, desde leer cada cierto tiempo que un anciano ha sido encontrado muerto en su casa y que fue gracias a los 15 días de descomposición que su cuerpo presentaba y sus vecinos resultaron alertados, no por no saber de esa persona, sino por el olor...- y dicha sociedad se mueve en parámetros de absoluta incongruencia en la mayoría de los temas que necesitarían de una moral limpia y sólida, no podemos ni pretendo esperar que se acepten con todas las consecuencias esos derechos del individuo.

Por suerte, hay asociaciones en el país que enfrentan esa labor que administración y sociedad ha descuidado en su faceta educativa, y para muchos usuarios de drogas esas ONG son el único contacto con conocimientos fiables y desinteresados que pueden tener.

Aunque tampoco ellos están exentos de tener que tratar con ese "usuario" que resulta ser el imbécil del que hablo.

Por desgracia, y no como creíamos, la impresionante cantidad de información a la que tiene acceso cualquier persona (cualquiera en este país) no ha mejorado drásticamente el nivel de conocimientos y las posibilidades que eso conlleva en los consumidores de drogas.
Con todos esos recursos disponibles... ¿cómo se puede seguir en la más absoluta ignorancia sobre un tema de esa importancia y que se supone que le interesa al propio consumidor?

No era cierto.
Esos casos que antes se veían de individuos que se lanzaban de cabeza por el precipicio de las drogas, no eran debidos a lo poco disponible que estaba la información: era un genuino desinterés y un brillante afán de poder destruirse con cierto estilo (y es que la muerte también vende, y se puede estar muerto mientras se sigue respirando, comiendo, trabajando...).

El mismo desinterés e incoherencia que muestran algunos cuando afirman sin rubor, cometiendo 20 faltas de ortografía en una frase de 10 palabras, que si toman drogas es para ampliar y expandir su conciencia y para conocerse mejor accediendo a otros estados de percepción, donde poder disfrutar y comprender mejor el arte, la música, y ser parte de la naturaleza.

¿Qué cojones vas a expandir?
¿Qué vas a conocer mejor, si aún no estás seguro de qué lado es el izquierdo y cuál el derecho?
¿Dónde vas tú diciendo que quieres afinar la percepción para el arte si no has visto más imagen artística desde que dejaste la escuela que las fotos del "Marca" y la pegatina de Camarón que llevas en el coche?

Dados los efectos que algunos describen de ciertas drogas, en especial los enteógenos y los entactógenos, y su capacidad para darle a las personas nuevas perspectivas desde las que mejorar en muchas áreas, se podría pensar que a la larga los consumidores de estas sustancias mejoran más que los no consumidores en su relación con esos campos.
Y la realidad muestra que no es así, o al menos no es una regla de tres.

Incluso algunos, están protegidos contra el conocimiento y contra los recursos que facilitan información fiable: pueden estar rodeados de ella, que consiguen impermeabilizarse y aislar su mente de manera que sus prejuicios y lagunas en materia de drogas, se vean preservadas de toda agresión externa que pretenda enseñarles algo.

Toda esta diatriba, que aunque sigue estando empapada de un espíritu cínico y atemperada por una existencia estoica, ya no busca provocar cambios en los que la reciban.
Tan sólo purgar de forma compartida la desesperación que algunos son capaces de provocar, cuando contra todo esfuerzo de los que creemos en la RdR o reducción de riesgos, vuelven a mostrar una y otra vez, signos claros de que hay algo que va más allá de clases, edades, razas y creencias.

Decía Einstein esa famosa cita de que sólo hay dos cosas infinitas en este mundo, el universo y la estupidez humana, y que del universo no estaba seguro.
Yo lo traduciría como imbecilidad.

Imbéciles digitales, adaptados para mantener su condición en cualquier medio, y eso refuerza la idea de que es una característica supra-genética que ha logrado hacer uso de los mejores mecanismos adaptativos para perdurar e incluso, en estos días del "todo vale" y del "se escribe como suena", ser preferida a la forma correcta de expresarse, tanto en aspecto como en contenido.

La última ocasión que he tenido de ver uno, de los resistentes y sin cura, ha tenido en parte que ver con el hecho de la información que se facilita a distintos niveles en la red, que va desde la explicación de los efectos de una sustancia, a la síntesis de otra partiendo de una y usando medios caseros. Esto último es preferible -dentro del marco de RdR- sólo para personas que dispongan de unos medios mínimos y de un nivel cultural que les permita entender ciertos conceptos y seguir procedimientos de química avanzada, como pueden ser estos: "mililitro, medir, masa, calcular porcentaje, comprobar un ph, usar un termómetro, remover, separar, y hasta esperar un cierto tiempo".
Ah, y leer.

En esta ocasión, tuve que leer el mensaje de dicho elemento, resistente a perder la ignorancia por culpa de la lectura dejó en un foro que antes era el mejor en castellano sobre Enteógenos y Psicoactivos -aunque debido a la plaga de zoquetes defensores acérrimos del analfabetismo, orgullosos de su ignorancia y que son capaces de insultarte porque no cometes faltas de ortografía al escribir, está al borde de la desintegración tras la huida en estampida de los foreros que más aportaban y que eran la vía por donde entraba la mejor información.

Como insisto, debe ser un mecanismo con mayor fuerza que la determinación genética, pues incluso se protege haciendo que aquellos que podrían imbuir al sujeto en un estado de mayor claridad y conocimiento, abandonen el ecosistema en el que estos especímenes polarizantes del más lerdo comportamiento se montan su particular circo de pseudo-ciencias y sincretismo pachango-ideológico.



Esto que a continuación descargo, es "el mensaje".
Muestra de las aspiraciones, conocimientos, acciones y pensamiento de estos tipos, que consiguen darle a la información el peor uso posible, tomando aquello que les apetece y obviando el resto.
El nick de quien lo escribe es "Hofman", que como está en un cuarto sobre enteógenos, sería fácil suponer que hace alusión a Albert Hofmann, padre de la LSD.
La elección del nombre ya es un aviso claro de los intereses y preferencias del usuario...

Título: Ayudaaa urgente !! extracto efedrina

"os cuento, esta mañana he visto x el cajo una caja de efedrina de 50 mg.... buenoo pues he cojido una sarten pekeña he exao 6 pastillas, un poco de agua, unas gotas de limon y x ultimo un poco de vicarbonato a hexo reaccion se ha desexo casi al instate, lo deje reposar y se kedo lo solido abajo, y likido blanco x encima k eran impurezas, kite el aguiya esee y lo koci un poco asta k burgugeaba la pasta blanca amriyenta...

lo he dejao reposar y he e hechado alcohol y lo he vuelto a herbir..... lo he dejado reposur un buen rato, y el resultado es unas rocas como de coca humeda esponjosa, pero a la vez se desace bien xra hacer rayas, ya no huele a alchol ni nada.

serian 0.4gr = 50 mg efedra.

k pasaria si me meto una fila ??"


¿Impresiona?

Joder, el chico se ha levantado creativo y ha dado lo mejor de sí!!
Para empezar, rebusca en los cajones a ver si encuentra "alguna pastillita".

Como las encuentra, y son una caja, tiene para hacer experimentos.
¿Qué se puede hacer con la efedrina?
A bote pronto, lo más sencillo es hacer metanfetamina, aunque yo lo siga llamando extracción lo primero que hago es buscar reactivos.

Así que como para hacer metanfetamina con efedrina hay que usar ácidos y bases y cosas así, vamos a probar a ver si nos sale:

"buenoo pues he cojido una sarten pekeña he exao 6 pastillas, un poco de agua, unas gotas de limon y x ultimo un poco de vicarbonato a hexo reaccion se ha desexo casi al instate"

Vengaaaa, machaca ahí las pirulas y échale ácido... que no hay? Pues algo ácido, por ejemplo zumo de limón...
¿Que para qué es el ácido? Ah, ni puta idea, pero eso pone en internet...

Pero como no veo que esto haga nada, pues pruebo a echarle más cosas y acerté!!
Con el bicarbonato (con V es el mismo compuesto, creo) ha reaccionado!!

Y así llega la primera síntesis de este genio:

Acaba de sintetizar...
GASEOSA.


Sí, gaseosa. El limón con el bicarbonato reaccionó, y dio un poco de CO2 que en medio líquido acuso, es el ácido carbonico de las bebidas.

Y con sabor a limón? Pues gaseosa al limón.

"lo deje reposar y se kedo lo solido abajo, y likido blanco x encima k eran impurezas, kite el aguiya esee y lo koci un poco asta k burgugeaba la pasta blanca amriyenta..."

Como aquello reaccionó, supone que va por el buen camino, y ya se envalentona.
Así que su siguiente paso de importancia, es separar el compuesto interesante del resto que no vale para nada.
Y lo cierto es que lo hace...

El líquido blanco, que el genio decide que son "impurezas" (en una pastilla farmacéutica o en su reacción... vamos, subproductos de reacción) lo tira por el desagüe.
Y así SE VA A TOMAR POR CULO EL PRODUCTO ACTIVO.

Oleeeeeeeeeeeeeee!!!
¿Que por qué hice eso?
Ni idea, pero por algún lado había que seguir, no???

"lo he dejao reposar y he e hechado alcohol y lo he vuelto a herbir..... lo he dejado reposur un buen rato, y el resultado es unas rocas como de coca humeda"



Ya no sabe que hacer, y no le quedan cosas en la cocina con las que probar para mejorar la síntesis de la gaseosa, así que tira de botiquín y encuentra el alcohol, desnaturalizado y con otros compuestos que hacen que no valga para las reacciones ni para consumo, pero a él le da igual...

Es un genio de la química, como indica su nick, así que algo se le ocurrirá!!!

Como lo que le queda después de echarle alcohol y darle calor, es algo parecido a la coca (según él) es que debe ser buena...
Y no es raro que le recuerde a la cocaína, porque lo que le queda de sus reacciones es el yeso que se usa como excipiente en la fabricación de esas pastillas... y debe ser del mismo tipo de yeso que le habrán dado a 60 euros el gramos, bajo el pseudónimo de "cocaína de la wena".


Para completar el aspecto técnico de la intervención, añade unas cuentas... y aunque había usado 6 pastillas de 50 miligramos cada una, según el rendimiento de la reacción él calcula que le quedarán en la sarten... 50 miligramos de... efedra??!!

De una pastilla le ha salido una planta!!

En el proximo capitulo nos puede enseñar como conseguir un esqueje de la planta de coca, plantando en tierra orgánica un bote de coca-cola.


Aunque como siempre está bien preguntar y asegurarse, y ha explicado todo lo que ha hecho, seguro que alguien entiende la genialidad y le ha seguido apasionado.
Esa persona debería saber tanto o más que él.
Tanto como para saber como le afectan las sustancias, y más para saber qué es lo que ha salido de su mágica reacción y ser adivino.... porque lo que pregunta es:

"k pasaria si me meto una fila??"


Poco más se puede añadir, aunque merece una última reflexión que lo vincula con el tema de la apropiado de la información en la política de reducción de riesgos.

Este tipo de persona, que cuenta con medios suficientes y acceso a la información, es con su comportamiento un buen ejemplo de que por encima de toda la información que se dé, la actitud inconsciente y despreocupada y sin consecuencias que muestra este y otros, son algo que no se puede evitar.

Da igual que se informe, se advierta o se intente proteger: quién tenga vocación de suicida, tomará cualquier veneno de la misma forma que si fuera agua.

Y es muy común ver jóvenes que a pesar de todos los medios que se ponen a su alcance, siguen tomando sustancias de dudosa procedencia sin hacerles una pruebas mínimas, comprando droga en los servicios de una discoteca a un tío que se saca una bolsa de polvo blanco de los huevos y consumiendo rayas de cualquier cosa que conocidos y desconocidos ponen delante de su nariz.

Como en todo, hay grados, y todos podemos pecar en ocasión de una falta de precaución.
Pero aún así, cuando se han interiorizado conductas de prevención, para nuestra seguridad y la de los que están con nosotros, esas conductas actúan como barrera que influye en nuestras decisiones, conscientes e inconscientes.

Y protegen a los usuarios y a los que aprendan de estos, instaurando costumbres que a corto, medio y largo plazo, harán del consumo de psicoactivos -independientemente de si es una sustancia legal o no- un comportamiento que lleve aparejado un cierto nivel de aprecio por el conocimiento, la seguridad y la calidad.

El saber ya no es que no ocupe lugar.
Es también una apuesta segura para mejorar todo un sistema, que abarca desde el consumidor al productor, y que se verá necesitado de ajustarse a las demandas del mercado, cuando los consumidores finales adquieran el control sobre la situación a través de sus elecciones.

Y aunque asuste, sobre todo a aquellos que no confían en el propio individuo a la hora de tomar decisiones, es una forma de ampliar la libertad humana.

Porque les guste o no:

de la piel pa' dentro mandas TÚ...


jueves, 1 de enero de 2009

Mi Bella Droga Buena.

"Todos llevamos máscara,
y llega un momento
en que no podemos quitárnosla

sin llevarnos algo
de nuestra piel."
André Berthiaume

No todo iba a ser concurso en estos días.

Aunque no esperaba ponerme a hacer entradas pendientes, empiezo el año con ganas de trabajar. Y el bueno de Murple (un señor que hace cosas raras con aparatos de laboratorio) me ha animado, con sus trip report de lo mas cachondo: un trip report de una dosis de éxtasis con un filete de tenera y un poco de pudding, es un trip report elegante....

Y la cosa es que de rebote he ido a parar a uno de sus trip report, en concreto el que le dedica a la MBDB, que aunque por sus siglas no cuadre con la familia MD, es claramente una de ellas.


Por cosas de la nomenclatura oficial de la química orgánica, dictada por la IUPAC, se tiene que tener en cuenta la cadena más larga de carbonos en una molécula para poder nombrarla. Y luego el grupo químico funcional más reactivo de la molécula (por esas razones la efedrina no es un beta-hidroxi-metanfetamina, sino un alcohol (al ser nombrado correctamente podéis verlo "tal-tal-tal-propanol-OL").


Antes de que me zambulla en el tema de la MBDB, y ya que he tocado a la efedrina (un compuesto con muchas utilidades químicas), no puedo dejar de comentar algo que ha pasado hace 4 días en México.


Debido a que se han incautado allí unas cuantas partidas de efedrina y pseudoefedrina que estaban fuera del mercado legal e iban a ser utilizadas para la fabricación de metanfetamina por los narcos locales, tenemos la ocasión de ver una de las aberraciones que provoca la guerra contra las drogas a la que se le suma la más abofeteable ignorancia.


El inculto ministro de Salud mexicano, ha dado orden para que la Efedrina y la Pseudoefedrina sean retiradas del mercado legal inmediatamente.
La razón que da, es que "son productos NOCIVOS para la salud" y que "pueden tener usos que no son convenientes para nuestra salud pública".

Joder!!! Quiere eso decir que el ministerio de Salud mexicano, le ha estado vendiendo al pueblo en decenas de jarabes, pastillas y medicamentos aprobados.... un producto nocivo para su salud????
Pero que clase de gentuza está al frente de ese gobierno???

Cómo es que no dimiten en pleno por haber estado envenenando a todo un pueblo (y en especial a los que tienen catarro)???

O tal vez, es que la efedrina y la pseudoefedrina, dos descongestionantes usadospara mejorar la respiración y ayudar a ventilar cuando alguien tiene un proceso de las vias superiores que le dificulte la respiración, se han vuelto malas y peligrosas desde el día de Navidad en México.... la era de Acuario se manifiesta de las formas menos esperadas.

Volvemos al pensamiento mágico. Lo de los usos "nocivos para nuestra salud pública" es como siempre irrisorio.

Nocivo para la salud pública, es un gas liberado en la atmosfera que todos respiramos.
Pero una montaña de cocaína, heroína, o anfetamina, a nuestro lado, no nos hará nunca nada si no nos tiramos de cabeza en ella.

Para recochineo del pobre diablo de ministro Mexicano, los señores farmacéuticos le han contestado dejándole en evidencia:
"Señor ministro.... que esos productos que dice, YA FUERON RETIRADOS DE LAS FARMACIAS HACE CASI DOS AÑOS....".

Eso sí que es un supositorio no deseado y nocivo para su salud.


Vamos, que además de ignorante, ni siquiera recuerda sus propias decisiones. Si algunos ya sabemos que la prohibición lo único que hace en ocasiones como esta, es democratizar el acceso a la sustancia prohibida (con el único filtro del dinero), en este caso pasa a formar parte de los ejemplos a usar sobre "como NO actuar en la lucha contra las drogas".

La justificación de evitar que sean usadas para producir droga, y que retirándolas del mercado se conseguirá, queda en este caso por los suelos antes de que se tenga que esperar a ver el resultado: ya estaba prohibida, y quiere prohibirla de nuevo???


Suena más a que con eso se evitaría que "pequeños sintetizadores de metanfetamina" a nivel doméstico, pudieran abastecer a pequeños grupos de consumidores, orientando sus necesidades de estímulantes hacia otras drogas como la cocaína, que están en manos de grandes cárteles y corporaciones en las que ministros y gobiernos están embadurnados hasta las cejas.


Pero así es la cosa, y si los surrealistas de principios del 20 estuvieran vivos, dejarían de mezclar ideas en cocktelera para devorar periódicos, con la frustración de una realidad que les ha sobrepasado en mucho.


La guerra contra las drogas es producto de una mala borrachera del guionista de los hermanos Marx, y como elemento distractor no tiene precio.


Volviendo a Mi Bella Droga Buena.

Al leer el trip report de Murple sobre la MBDB, he recordado dos experiencias que tuve con MBDB (certificada, aún sin prohibir por nuestro adorable país).
Tengo otras más con cierta duda, porque si bien mi fuente en aquel momento era alguien que para su labor estaba excepcionalmente formado, no tenía medios para asegurar la sustancia al 100%.


Yo, desde mi primera dosis de MDMA, siempre tuve claro que sería una droga que a mi no me serviría para irme de fiesta y bailar: si nunca lo había hecho, por qué una droga me iba a inducir ese comportamiento?
Me provocaba buscar buena compañia, encontrar un lugar "seguro", abastecido de todo lo necesario como música, juegos, lecturas, bebida y comida y sitios cómodos.

Y en esos primeros días de la MDMA por el país, a gran escala, me encantaba cuando escuchaba a alguno de los dealers decir: "joder, otra vez que empiezan a venir pastillas jacosas".

El mito de la pastilla de MDMA que contenía heroína.

Cualquiera con dos dedos de frente sabía que eso no era así.

Y cualquiera que conociera la heroína, más.

Así que cuando lo escuchaba, rápidamente pedía una muestra de esas pastillas jacosas. Me las traían siempre con una advertencia: "tío, ten cuidado, que te gustan mucho estás jacosas a tí, a ver si te vas a enganchar y acabas fumando chinos".

Lo habitual era que ni jaco (heroína) ni leches.

Solían contener dosis ALTAS de MDMA, y que tras el primer subidón (que me resulta molesto incluso) te dejaban tan tonto y tan agusto, que era difícil buscar una actividad que implicase movimiento, y dejaba a los usuarios con un globo impresionante, sentados en una esquina, sonriendo felices.

Al dia siguiente, cuando preguntabas, escuchas cosas como: "buah, me dejó todo tirado, con un agustera de la ostia, y yo todo feliz y agusto que no quería bailar ni nada, y encima venga a hablar y darle la lata a la parienta!! parecíamos dos tortolitos!!"


¿Qué había de malo en ello?

Nada. La experiencia era grata, cómoda, y positiva para todos.

Pero no cumplía las expectativas marcadas, aunque las mejorase en otros sentidos...

No les había provocado una noche de imparable actividad en la pista y de ir buscando el siguiente lugar con música para poder seguir moviéndose a golpe de drum'n'bass.


Tuve siempre la sensación de que había una gran parte del público consumidor de MDMA que no había cogido la esencia de la sustancia, y que la habían adaptado a sus necesidades, en lugar de experimentarla tal y como es.
Pero cada cual toma y deja lo que quiere en sus consumos.


Una de esas ocasiones, un vendedor me vino directamente a ofrecer algo.
Unas cápsulas que llamaban "Californianas", que contenían una sustancia grumosa en polvo, con cierto aspecto húmedo, y que se vendían como MDMA.
Esta persona me dijo: "no sé que son, son muy parecidas al MDMA pero no son MDMA."

Y me dejó una para probarla.


La experiencia fue interesante.
Con mi costumbre de llevarme a la boca todo aquello que pasa por mis manos, lo primero que deguste de esas sutancia fue el amargo típico de estas sales, pero como si estuviera hecha de mentol, había algo que sugería líquido y humedad en su sabor, escondido entre la desagradable sensación de las papilas.

La subida, no fue tan molesta como con el MDMA, y en poco tiempo, menos con éxtasis, estaba en plena explosión.

A diferencia de otras MD, esta invocaba un espacio íntimo.

No buscaba amigos, no había nada que comunicar con palabras.

Ni siquiera a uno mismo.

Eran solo sensaciones.


¿Cómo describir la experiencia de pasar 3 días empapado en un campo, para llegar a casa y que te tenga tu madre preparada ropa limpia, una ducha y una toalla, para rematarlo con un consomé y una cama con sábanas blancas?


¿Qué término hay para expresar la sensación de meterte entre esas sabanas y ajustarlas a tu cuello, dejándo ir una sonrisa propia de un niño de 5 años?
Era algo así.


Perfecta para amantes, para los que no tienen nada que decirse con la boca.
Perfecta para hacer del cuerpo del otro una geografía lúdica sin expectativas de actividad sexual en sí misma (genital más bien).

Era tan incapacitante para el sexo como su prima la MDMA, pero sin embargo era pura melosería, desgranados mimos y ternuras de piel sobre piel, y a ojos cerrados sumergirse en el interior del otro, en una sucesión de sensaciones que no era visiones pero se quedaban en el umbral de estas.


Mi impresión fue que era MBDB, por lo que había leido y por su casi absoluta falta de estimulación anfetamínica. Pero no era más que una impresión.
Hasta que un viejo amigo, de buena experiencia y gran conocimiento, sintetizó en sus dominios una docena de gramos de MBDB.
Y repartió en cápsulas, de las que recibí un par.

Llegué a sospechar de la autoría del primer MBDB porque era tal la similitud que quien lo hizo debió seguir la misma ruta de síntesis, y usar los mismos precursores y reactivos: el resultado era gemelo, el sabor, y su efecto.
Y ya sabiendo que aquella sustancia iba a ser un incapacitante de lo más apetecible, de nuevo con mi pareja me sumergí en ese espacio de abrazos sin revelaciones, de comfort, de caricias y miradas no muy largas.

Desde entonces, es una sustancia que no sé porque no ha sido reivindicada como potencial fármaco.

Si la comunicación verbal entre seres humanos es necesaria, y más entre amantes y parejas, hay un ámbito de temores y discapacidades que tienen más que ver con el contacto de la piel.


Tal vez más dicifil de describir, y de acceder a él, por la falta de recursos y por pertenecer a un terreno donde la subjetividad de la experiencia castra todo intento de análisis.
Pero no menos importante.


Digamos que tengo la esperanza de que, en el siglo en que ocurra, tras la MDMA aceptada como gran fármaco, se llegue a incluir a la MBDB como el premio para aquellos que solventaron sus cuestiones con la conciencia y con sus semejantes.


Premio necesario para aprender que existe otro camino para la comunicación, para el refuerzo psicológico, para la plenitud humana en una de sus áreas.


El contacto de las pieles, convertido en sonrisa y roce...